Explícito En un triste día de frío y lluvia, también hay recuerdos.

ADVERTENCIA: El contenido del siguiente relato es dirigido a un público adulto, con contenido sexual explícito. Puede dañar la sensibilidad del lector.

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Ella regresaba a casa de un duro día de trabajo, ya era algo tarde para ella, el cielo tenía un color gris marcando una pronta lluvia el cual hacia que apresurara su paso, caminando por las asoladas calles a su casa, no había más que hojas que con el viento de lluvia se movían en remolino.

Llegando a una esquina alcanzó a ver que una pareja caminaba en sentido contrario a ella, no puede decir que haya sido una pareja pues no caminaban con las manos agarradas, aunque podría haber sido el tipo de pareja que tuvo ella con su última relación, duraron muy poco pero nunca se tomaron de la mano, a cierta distancia no identificaba el rostro de ambos.

Cuando estaban a unos 7 metros logró identificarlo a él, pero a ella no, él la vio fijamente pensando que ella no lo veía, ya que ella desvió la mirada y lo vio de reojo, en el momento que llegaron a cruzarce, volteó a verlo a lo que él hizo lo mismo, rápidamente ambos desviaron la mirada, en ese momento un recuerdo vino a ella.

Fue hace un tiempo, alrededor de un año... Tocaron su puerta tan suavemente como deseando que la persona de adentro no escuchara para que no saliera a abrir, y mejor irse, sin embargo su casa es tan pequeña que tan sólo con un pequeño toque se oye hasta el patio trasero. Tenía ya una vaga idea de saber quien era, pues el mensaje en su celular era de la misma persona quien tocaba la puerta, un mensaje tan vulgar e irrespetuoso para cualquier mujer, pues la razón por la que iba era solamente una.

Deseando que quizá no fuera esa persona, ella se quedó parada frente a la puerta pensando en abrirla o no, pero sin pensarlo lo hizo. Y sí, allí estaba él, a ella le encantaba esa piel morena y mirada sospechosa, con una impresión de que todo le daba igual, simplemente él le encantaba, soltó una risa nerviosa al momento de verlo, y él hizo lo mismo, no sabía que decirle y escondió su mirada tras la puerta.

—¿Quieres hacerlo entonces? —dijo disimulando mientras veía en su celular, ese mensaje que le había enviado el cual ella no respondió.

—No… no sé, no estoy segura… —soltó sin saber que decir.

Entre palabrerío la logró convencer, y no fue que le haya dicho algo que le convenciera, su mirada, ¡Oh Dios! Su maldita mirada, ¿Cómo rechazarlo a él? si él le encantaba.

Dejó que entrara a su casa, cerró la puerta lentamente aún poco convencida, empezó a caminar hacia su habitación él caminaba tras ella, no sabía que gesto o que hacia mientras caminaba tras de ella, sólo llevaba la vista baja, ya adentro de su habitación caminó unos pocos pasos cerca de la cama, a lo que él rápidamente la tomó de la cintura acercándola a él, empezó a besar su cuello y clavícula con unas ganas tan apasionante que creyó sólo por un momento que también la amaba.

La recostó lentamente en la cama, y ella simplemente se dejó, él bajó su mano hacia su parte íntima, no le molestó, ni tampoco hizo por evitarlo, no era la primera vez que un chico sin ser su novio lo hacía, empezó a acariciar esa zona lo que hizo que gimiera levemente, mientras él seguía besando su cuello, desabrochó su pantalón y de allí sacó su miembro, a lo que a ella no le pareció algo nuevo, le bajó el pantalón y su ropa interior, él siguió acariciando su parte más íntima lo que la hacía ser mujer, luego quitó completamente su ropa interior.

Hizo que ella se sentara en la cama, tomó su miembro e hizo que lo introdujera en su boca, sí, a pesar de que lo consideraba un acto sumamente sucio, aún creía que no podía negarse a él, así que sin decir nada, siguió haciéndolo.

Suavemente, la separó de él, y la recostó de nuevo en la cama, abrió levemente sus piernas y la empieza a masturbar, pero, no fue muy tierno en ese sentido, tal vez, no es un hombre que esté acostumbrado a hacer este tipo de cosas, tal vez no sabe cómo complacer a una mujer, más sin embargo, poco a poco logró llegar al punto en el que a ella le gustó, gemía de placer e introdujo dos dedos en ella, haciéndole recordar como perdió ella su virginidad hace unos dos meses con su ex novio, en un momento en el que ambos se dejaron llevar.

Él iba a penetrarla, a lo que ella reacciona y recuerda que ya no es virgen y que debe tener cuidado al no cometer un error, haciendo un cambio de posición prefiere saltarse ese paso. Ella sobre él masturba su miembro nada más, el chico llegando a su límite, se levanta y hace que ella se arrodille, en el momento del orgasmo ese líquido blanquecino cae sobre el rostro de ella, haciendo que de inmediato ella se levante y corra al baño.

Se lavaba mientras él sin decir una palabra se colocaba de nuevo la camisa y abrocha su pantalón.

—Ya es tarde y tus padres pueden regresar, será mejor que me vaya —dice él solamente.

—Adiós —respondió ella tímidamente nada más y se fue.

En el momento que la puerta se cerró, se sentó de nuevo en la cama, pensando en lo que acababa de hacer, cuando ella lo conoció a él no imaginó que terminarían haciendo este tipo de cosas, cuando ella lo conoció sólo quería amarlo y que él la amara, pero no fue así, porque simplemente él no la amaba.

Bueno, de todas formas, a ella le dejó de gustar también de una y mil maneras, él era drogadicto, bebía poco pero igual lo hacía, y probablemente al saber que a ella le gustaba entonces sabía que ella jamás se negaría a estar con él. Probablemente él le tenía cierto cariño, al hacer esto con ella, pues se necesita mucha confianza para hacer esto con una persona, ¿O se equivoca?

Bien, pues desde entonces ella no lo había vuelto a ver, a penas lo había recordado, ya que ella empezó a fijarse en un muchacho respetuoso y más sano. Se enteró que él probablemente ya había conseguido una chica también, así que lo que había pasado ese día probablemente sería como si nunca pasó, tampoco se tenían la máxima confianza para escribirse o detenerse un día para hablar lo sucedido, y pues tampoco es un buen tema de conversación.

Desdichadamente, todo lo que ella hacía lo hacía por amor, ella lo hizo porque ella lo amaba, y ahora él pasaba al lado de ella como si ni siquiera la conociera, eso realmente dolía.

Por eso ese día que se cruzaron ella no hizo ni un mínimo gesto, ni siquiera agachó la mirada, no hizo nada.

Ella sólo siguió caminando, él sabía que era ella, y ella sabía que era él, porqué él y ella tienen un pasado y aunque él lo niegue, es así, es algo que sólo quedará en un recuerdo, algo que quizá sólo quedará para recordar y que a nadie más pueden contar, porque nadie más lo debe saber, no se puede, no es correcto.

Pero de igual forma sólo queda olvidar con el tiempo y a pesar que a ella le duele saber que él la cambió, ella conoce cada parte de su cuerpo, a lo que tal vez la otra chica no conoce de él, ella sólo sonrió con un pequeño nudo en la garganta y con cada paso que daba se alejaba más de él, a él ya no le importó y a cierta distancia él siguió su camino como si nada hubiera sucedido, como si no hubiera visto a nadie, ambos se fueron desapareciendo entre la neblina de ese triste día de frío y lluvia, hasta que no se veían ni siquiera las sombras.