EL NOVIAZGO DE KAGOME Y KOUGA

Hola amigas les agradezco todos sus comentarios, y sugerencias esta conti no la contare yo si no uno de su protagonista, ella quería relatarles esa linda conti así que ella espera que les guste.

Cap. # 7 “El beso que siempre deseamos”

Narración de kagome: No podía creer la belleza de eso ojos color ámbar, iluminados por el sol, esos ojos demostraban amor, confusión, tristeza era una mezcla a la cual ninguna mujer se podría resistir miraba sus labios acercándose a mi rostro, estaba totalmente asustada, mi corazón latía de tal forma que no escuchaba mis pensamientos.

Sentía cada ves mas cerca ese beso que desee por tanto tiempo estábamos solos nadie lo vería y nadie nos iba a interrumpir, solo el y yo nadie más, pero no estaría bien yo ya no soy libre, tengo alguien a mi lado y no quiero dañarlo.
Pero Inuyasha me miraba y me sujetaba tan fuerte estaba apunto de tocar los labios de mi amado, cuando un ruido, me distrajo.

-¿Qué fue eso? Dije mientras vi que la rama en la que estábamos apoyados se rompía, el por ser un hanyou rápido reacciona y se sujeta, por un momento el miedo me embargo pense que no saldria viva de esa situación.

-¡Kagome no te sueltes! Me dijo Inuyasha, yo me sostenía de su kimono con todas mis fuerzas pero no soporte mucho y me solté, creí que moriría mi cuerpo iba golpeándose entre las ramas, cerré mis ojos para no ver mi segura muerte pero lo extraño es que no toque el suelo.


-Inu…yasha gracias. Dije y lo vi pero cuando estuve a punto de desmayarme en sus brazos una terrible imagen vino a mi mente, como el y Kikyo se veían a mis espaldas y como se miraban de verdad estaban felices juntos.

-Kagome… ¿Por qué me miras tan molesta? me dijo Inuyasha mientras aun me tenía en sus brazos, me levante rápidamente y le reclame, estaba molesta porque me secuestrara aunque admito fue lindo.

-¡Inuyasha eres un tonto!... casi muero por culpa tuya, todo por llevarme hasta ese árbol. Le dije mirándole con rabia pero mi semblante cambio luego de ver su rostro molesto también.

-Kagome eres una ingrata acabo de salvarte la vida y tú te molestas. Me dijo el me sentí culpable y le dije de forma dulce, para tratar de remediar mi actitud.

-Gracias, por salvarme pero debes llevarme de regreso. Dije sacudiéndome el uniforme pero él me miro y casi en susurro me contestó.

-no… yo no te llevare hasta que termine de hablar. Me dijo Inuyasha, me subió a su espalda y me llevo hasta una colina.
No tan lejos de ahí Kouga percibe el olor de Kagome y se dispone a seguir el rastro.

-al fin el olor de Kagome, debo seguirlo. Dijo el joven Kouga pero en ese momento sango lo detiene diciéndole.

.-espera Kouga aun no nos dices ¿Qué le paso a Kagome?. Lo mira de manera tan preocupada, que al verla así el se detiene y le contesta.
-no es tanto solo es que… ese maldito de Inuyasha a secuestrado a mi querida kagome y debo ir a buscarla. Dijo el joven lobo y se fue, todos se quedaron impactados.

-que esperamos hay que seguir al joven Kouga y averiguar que pasa con estos tres. Termina de decir el monje Miroku mientras se suben en Kirara y sigue al lobo, aungutiados por saber que habia pasado con Inuyasha.

Inuyasha y yo estábamos uno al lado del otro en un gran silencio solo escuchábamos el cantar de las aves en ese momento una presencia perturba nuestra calma, presencia que era bastante fuerte pero no le pertenecia a un youkai.

-Inuyasha lo sientes parece el poder de una joya purificada (pero no es la shikon no tama) dije al ver mi reacción Inuyasha solo me dice.

-Kagome no te alejes de este lugar ya regreso. Me dijo Inuyasha se va entre los árboles.
Me quede solo por que el me lo pidió y además no tenía idea de adonde dirigirme así que lo espere.

-¡sal de donde te escondes cobarde! dijo Inuyasha desenvaina a colmillo y se sorprende a ver que esa presencia era Kikyo que traia una joya en sus manos.

-Kikyo… ¿Qué haces aquí? dijo el hanyou desconcertado por la presencia de la sacerdotisa, que sin razón alguna se encontraba en ese sitio.

-no te alegras de verme... o he arruinado tu reencuentro con esa mujer. Dijo la sacerdotisa mientras extiende su mano y le da una especie de pulsera con un dije en forma de corazón color rubí. (Rojo)

-dásela a Kagome se que te ayudara a que no te aleje de ella y hare que no sienta la presencia de la joya Gusikami. Dijo la sacerdotisa mientras Inuyasha miraba a la extraña joya.

-¿Qué demonios es esto Kikyo?. pregunta el hanyou -¿Por qué tu interés que ella este a mi lado? decía el pero la sacerdotiza no contestaba.
-solo te diré que con esa joya ella ya no tendrá control sobre ti el conjuro que llevas en tu cuello no tendrá efecto mientras ella tenga esa
joya en su poder. Dijo la sacerdotisa y empieza a marcharse.

-¡espera!...-aun no me respondes. Dijo Inuyasha mientras la sujetaba para que no se fuera, sentia curiosidad e inquietud por los actos de Kikyo sabia que algo tramaba.

- todo lo sabrás a su tiempo...-dasela en el momento justo. Luego de eso Kikyo desaparece.

-¿estamos cerca? pregunta el monje Miroku a joven lobo que aun no podía encontrar a kagome.

-¡no y dejen de fastidiar no puedo concentrarme! dijo Kouga pero sentía que cada ves el olor de kagome estaba mas cerca –kagome pronto estare contigo. Dijo mientras aumenta su velocidad.

Aun me encontraba sentada en aquella colina esperando a Inuyasha pero ya estaba totalmente fastidiada, no se daba prisa y me empece a sentir muy sola en aquel lugar desolado.

-Inuyasha ¿encontraste la presencia que sentí? dije sin saber todo lo que él había escuchado por parte de Kikyo note a Inuyasha extraño me miraba y note que guardo algo en su ropas pero no le pregunte.

-Kagome aun no me respondes lo que te pregunte. Me dijo el me miro y sujeto mi mano y la puso en su pecho.

-Sientes eso… es mi corazón que dice tu nombre Kagome. me decía Inuyasha no podía separar mi mano de su tibio pecho pero recordé tantas veces en las que llore al ver a Kikyo recostada en ese pecho que tanto desee recostarme yo.

-deja ya de decir tonterías. Le dije el me miro sorprendido por mi respuesta.

-nunca dejaras de ser una niñita tonta eso el lo que te diferencia de Kikyo. Me dijo Inuyasha aunque lo dijo solo por orgullo esas palabras me dolieron.

-me largo de aquí. Dije y rápidamente me levante y comencé a caminar, pero el me detuvo era claro que no queria que me fuera pero no podia estar a su lado sin recordar todo lo bueno que habiamos pasado juntos.

-su excelencia… ¿no cree que esta pelea por kagome ya llego muy lejos? dijo Sango mientras miraba la furia en el rostro de Kouga.

-sus peleas podría salir lastimándola. Termina de decir Sango mientras Miroku piensa en las palabras de Sango y él cree lo mismo.

-sin duda Sango debemos intervenir por el bien de los tres pero hay que hacerlo con cautela. Dijo el moje mientras todos aun vuelan sobre Kirara, todos mis amigos se sentian tan preocupados que sin que nadie se de cuenta ellos influiran mucho en mi decisión final.

-maldita sea ¿Por qué ese estúpido de Inuyasha no dejas a mi mujer tranquila? decía el joven lobo cada vez mas cerca de encontrarme.

Yo no podía responder a las preguntas de Inuyasha, yo sabía que responder pero mi mente y mi corazón estaban en discusión cuando trataba de poner todo en claro, mis sentimientos la imagen de Kikyo siempre al lado de Inuyasha no me dejaba de atormentar.

-kagome, ¡demonios en que tanto estas pensando! –dime ¿quieres que me aleje de ti o seguirás a mi lado? me decía Inuyasha ya molesto por mi silencio.

-pero como puedo responder a esa pregunta si de todas las formas en que contestase siempre sufriré, si te quedas o te vas de igual forma no será bueno para mí. Le dije y dirijo mi vista a otro lado.

-¿Por qué Kikyo tiene tanto interés en kagome regrese, a ella no le agrada Kagome que pretende?. Pensaba Inuyasha muy inquieto por todo lo ocurrido.

Inuyasha toma mi mano, y la besa sé que me sonroje ya que él me miro y me dio una tierna sonrisa la vista era hermosa pero de pronto me percate de dos fragmentos de la perla que se acercaban a gran velocidad.

-los fragmentos de Kouga. Dije en susurro para que Inuyasha no se inquietara y no tratara de llevarme a otro lado, Inuyasha a un no me soltaba la mano en sus ojos vi un impulso que el trataba de detener.

-¿te pasa algo Inuyasha? le pregunte en ese momento me abrazo con todas su fuerza sentía que no podía respirar pero se debía ala fuerza con la que me sujetaba, me lastimaba tanto que lo empuje y trato de sujetarme de nuevo.

-Inuyasha ¡ABAJO! Dije como usualmente hago cuando trato de detenerlo, pero para mi sorpresa no funciono, era extraño eso nunca fallaba no lo creía.

-¿Qué está pasando? -no funciona ¿Por qué? me pregunte una y otra vez pero no lo entendía, que paso con aquel poderoso conjuro mi mente daba vueltas tratando de comprenderlo.

-funciona, no puede ser ella tenía razón. Dijo Inuyasha el miraba mi mano y al ver vi que tenia puesta una extraña pulsera con una joya que estaba purificada.

-¿Qué es esto?-¿Por qué lo tengo?-¿tu me lo pusiste? yo pregunte sin recibir respuesta el se acerca a mi pone su mano en mi boca para que dejara de hablar me hace un gesto para que me sentara junto a el.
Sin hablar y en silencio todo parecía estar claro lo único que me permitía tener control sobre Inuyasha ya no funcionaba y eso parece ponerlo feliz.

-Inuyasha me explicarías ¿Qué es esta joya? pregunte de nuevo el sonríe nuevamente.

de pronto su mano acaricia mi rostro mi piel se erizo al sentir la calidez de Inuyasha; se acerca de nuevo a mí y esos ojos que tanto evite observar me envolvieron nuevamente sin darme cuenta me perdí en su mirada y creo que él en la mía me acerque suavemente al pero me detuve por un segundo.

el no dudo con ambos brazos me sujeto hacia él y con la luz del sol que nos envolvió sus labios al fin tocaron los míos, yo no podía pensar en nada mas que no fuera él, esos labios que por tanto tiempo desee al fin eran míos podía sentir su corazón latir tan fuerte como el mío.
Y aunque percibí que la presencia de esos dos fragmentos estaban tan cerca que sin duda miraba lo que estaba pasando no pude soltar los suaves labios de ese hanyou que siempre trato de reprimir ese momento.

-Kagome ¿a que estás jugando? dijo el joven lobo mientras todos observan la tierna escena, y algo que jamás había pasado para el joven lobo una pequeña lagrima que rodo por sus mejías...

CONTINUARA………….

Bueno espero que les gustara la conti por si alguna amiga se confundió en la parte narrativa les recuerdo que la conti la relato Kagome según su punto de vista y tambien aclarar que el fic es kouxkagxInu no solo kagxkou es de los 3 asi que todo puede pasar. Comenten plisssssssss

 

Hola chicas fui un poco mala lo admito por dejar en suspenso las intenciones de Kikyo, no las hago esperar mas así que esta conti es ¡ESPECIAL! Espero que les guste.

Capitulo # 8 “Los planes secretos de Kikyo y las joyas de sangre”



Después del dulce beso que Inuyasha y kagome tuvieron al percatarse de la presencia de todos sus amigos y la del joven lobo se separaron de manera inmediata ambos se sonrojaron y sus amigos apenados por lo que habían visto se retiran para dar un poco de
privacidad.

Kagome trata de hablar con Kouga pero no pudo ya que el solo la miro le toco el rostro con ternura y suavemente susurro.

-hablaremos luego, amor mío. Esas fueron sus palabras, claramente se miraba una furia incontenible en su rostro pero sabía que si enfrentaba al hanyou de ojos color ámbar la chica se opondría, así que mejor esperaría ajustar cuentas cuando nadie intervenga en el combate.

Antes de marcharse vio fijamente ha aquel hanyou que estaba quitándole a su gran amor, ambos se miraron fijamente, claramente era un reto que dejarían para el momento justo, el joven lobo se marcha, dejando a Kagome ahí sola sin decirle cuando volvería, ni una sola razón.

Inuyasha al ver que eso parecía haber afectado a la joven pelinegra, la sube a su espalda y sin mediar palabras, se dirigen hacia donde se encontraban sus amigos, la noche llego rápidamente como de costumbre todos se sentaron alrededor de una fogata a comer.

-me alegro de verte de nuevo kagome. Fue lo que Sango dijo para romper la tensión, que se tenia en ese momento, después del beso Inuyasha y Kagome evitaban hablar para que sus amigos no les preguntaran de lo que ocurrió.

-a mi también me da mucho gusto, Sango. Contesto la chica pelinegra dándole una sonrisa a su querida amiga pero había algo que ella no podía dejar de pensar y era esa extraña joya que el hanyou había colocado en su mano, y la cual no se podía quitar.

-Inuyasha ahora que estamos aquí…me podría decir ¿Por qué tengo esta joya?le pregunta nuevamente Kagome al extender su mano, todos los demás pudieron observar esa joya tan misteriosa.

-esa joya…parece que la he visto antes. Dice Miroku con una mirada de preocupación por dicha joya que desprendía un aura totalmente pura.

-su excelencia… ¿usted no cree que sea…?. Sango no pudo terminar su pregunta pues le daba temor escuchar la respuesta, ya que si era lo que pensaba sería terrible.

Mientras Inuyasha ya había empezado a preocuparse por la reacción de sus amigos, pero el guardaba silencio pues no podía revelar, como obtuvo la pulsera.

Kagome ya muy preocupada por los comentarios de Sango y Miroku empieza a sentir un gran temor pero a la vez ella sentía que la joya no tenia poderes malignos era completamente pura.

-chicos, por lo que más quieran díganme que saben sobre esta pulsera, y la joya que trae. Les pregunta ella para salir de la duda.

-bueno señorita Kagome si no me equivoco esa es la joya Gusikami la cual forma parte de otras tres joyas (en total son cuatro) con poderes malignos ya que sus poderes fueron creados por la sangre de amantes desdichados, y almas en pena por eso reciben el nombre de “joyas de sangre”. Al terminar de decir esas palabras un gran temor se reflejo en los ojos de Inuyasha.

-¿Por qué Kikyo me daría algo tan peligroso para kagome? se preguntaba el hanyou sin poder entender los motivos de aquella sacerdotisa, sabía que tenía que buscarla.

-esa joya cumple las ordenes de la persona que sepa controlar sus poderes, sin duda ha sido purificada, por alguien. Mientras Sango decía lo que era evidente, Kagome parecía molesta ya que no importaba cuantas veces ella preguntaba, Inuyasha no contestaba.

-lo único que hace esta estúpida pulsera es que el conjuro de Inuyasha no funcione solo observen. La chica vuelve a intentar diciendo sus usuales palabras -¡INUYASHA ABAJO! la sorpresa de todos fue ver que efectivamente no funciono.

-sin duda alguien controla la pulsera, lo más extraño es ¿Cómo llego al poder de Inuyasha? se pregunta Miroku, aquel hanyou solamente escuchaba haciendo parecer que ignoraba todo pero estaba muy preocupado.

En unas cuevas muy lejos de donde se encontraba, una mujer sombría que se encontraba dentro de esa oscuridad era Kikyo que utilizando otras de las joyas que esa se llamaba kurimi la cual permitía ver lo que hacia la persona que amas (mas adelante sabrán que
hace cada joya y porque) esa mujer observaba a Inuyasha y a todos los demás, se trataba de Kikyo quien parecia tener un gran control sobre lo que todos hacen, pues siempre los vigila y es asi como siempre esta en todas partes.

-parece que ya saben de la joya que lleva Kagome pero no importa que hagan no arruinara mis planes. Decía la sacerdotisa mientras reunía más almas en esa cueva.

-Inuyasha eres tan ingenuo, no puedo creer que no sospecharas de mis verdaderas intenciones. Pensaba Kikyo mientras descansaba en ese lugar, ella parecía preparar alguna clase de ritual.

-cuando obtenga las otras dos joyas que falta podre realizar “el corazón robado” (ritual que consiste en robar el cuerpo de una persona).- una vez obtenga el cuerpo de Kagome y con ayuda de las joyas podre sellar sus almas y así no podrá hacer nada. Pensaba la sacerdotisa
mientras aun seguía purificando la otra joya que tenía en su poder.

-pero no funcionara si no está junto con Inuyasha, con el cuerpo de Kagome podre tener una vida, junto a mi amado Inuyasha y no tendré mas este cuerpo de barro y huesos. Seguía pensando Kikyo toda esa cueva estaba llena de almas en pena de mujeres que había perdido a sus esposo y eso le daba más poderes a las joyas.

-Inuyasha ¿podemos hablar un momento?le pregunto Miroku mientras le hace un gesto para que lo acompañe, así que ambos comienzan a caminar por el bosque sin rumbo aparente solo querían alejarse de las chicas.


- ahora dime Inuyasha ¿Cómo obtuviste esa joya? le pregunta el monje mientras el hanyou pensativo por el asunto decidió que era hora de decir lo que había pasado.


-Miroku lo que te contare es un poco difícil de creer pero es lo que realmente ocurrió. El bello hanyou comienza, a relatarle al monje como había recibido las joyas, y lo más importante que se las había entregado la misma Kikyo, el explica que al parecer la sacerdotisa tenía un interés especial de ayudarlo que ni el mismo podía entender.


-Inuyasha acaso no pensaste las razones que podría tener la señorita Kikyo al querer ayudarte. El monje pone una cara de angustia
pues esas joyas a pesar de estar purificadas se alimentan de las emociones de quienes las poseen.
Mientras ellos andaban fuera las chicas y Shippo se quedaron cerca de la fogata la cara de Sango no mentía ella estaba muy preocupada al igual que Miroku.


-Kagome ¿tu…. la exterminadora al ver el rostro asustado de la chica pelinegra prefirió no terminar su pregunta, la noche parecía tan distinta a otras noches, Kagome recibía los poderes espirituales de la pulsera los cuales estaban sanando su corazón.


-Realmente ya no me siento furiosa con Inuyasha, creo que lo perdonare…..-pero que cosas digo no puedo hacer eso. (Ese efecto de la joya ya era parte del plan de Kikyo) la chica pelinegra no podía creer en lo que pensaba muchas cosas venían a su mente pero no podía dejar de pensar en aquel joven lobo que le dio un hombro donde llorar, que la ayudo a sentirse mejor.


-¿Qué hare, no puedo hacerle daño a ninguno? pensaba Kagome, así que ella y Sango se prepararon para dormir mientras los chicos regresaban de su caminata para descansar había alguien que los seguía observando.


-duerme amado mío que muy pronto volveremos a estar juntos. se escucho en una cueva oscura iluminada por las almas que se encontraban en ese lugar, una sacerdotisa planeaba como uniría a la chica del futuro, con el hanyou que amaba lo cual era difícil pero si no los unía de nuevo sus planes se vendría abajo.


-aunque para lograr que Kagome vuelva con mi querido Inuyasha debo quitar del camino al joven lobo, pero para eso necesitare ayuda. Pensó la sacerdotisa y de pronto una sonrisa se dibujo en su rostro claramente tuvo una idea.


-¿Por qué está sucediendo todo esto? se preguntaba la chica pelinegra. –primero Inuyasha me pidió que regresara, luego me besa y de pronto de la nada me da una joya extraña. Todas esas dudas pronto se aclararían para ella pero mientras tanto solo se pudo quedar dormida al ver como ese hermoso hanyou de ojos ámbar dormía con una tranquilidad que le pareció muy tierna.


No muy lejos de donde se encontraban todos un joven lobo se digirió a las montañas Toshimá donde según los habitantes se encontraba una de” las joyas de sangre” y él se disponía a ir a buscarla ya que esa joya tenía un pasado que involucraba al clan de los demonios lobos y a los demonios perro.


-ya es hora de utilizar la herencia que me dejo mi padre, no dejare que el pasado se repita de nuevo. decía el joven lobo mientras aun seguía su camino hacia las montañas, aunque se sentía furioso por lo que había pasado entre Inuyasha y su amada Kagome el no dejaba de pensar, en los pocos pero bonitos momentos, que paso con ella.


-querida Kagome después que tengas en tu poder la joya que me heredo mi padre… -la cual solo se la podía dar a la mujer a la que amara, nada ni nadie nos podrá separar. Al pensar en eso el joven lobo se sentía feliz y convencido que aquella joya sería capaz de alejar a Inuyasha de Kagome de una vez por todas.






CONTINUARA……...


Espero les haya gustado amigas, y agradecerles por el apoyo también a todos los lectores pues estoy feliz de ver cuántas vistas a tenido mi fic realmente nunca pensé que sería aceptado tan gratamente, bueno hasta la próxima conti bye.