Despedida al desconocido

No tenía un nombre para este poema, pero es lo único que puedo darle como regalo de despedida a quien ya no se encuentra hoy. Un poema a alguien que quería sin conocerle siquiera.

Descansa en paz el inocente

Que se escapó de la vida sin ser visto.

Reposa su alma en los brazos de la muerte,

Aquél que se aferraba y terminó en el abismo.


Sin nombre pero tenía sangre y latidos.

Sin voz ni pulmones pero tenía brío.

El delirio de los hombres caídos

es el sello de su destino sombrío.


Descansa en paz su cuerpo inerte.

Oh, pequeño niño escondido.

¡Ve al cielo querido desconocido

Porque infierno se quedó conmigo!


Reposa en su piel transparente el dolor,

las lágrimas y sueños no nacidos…

Sus dedos de alfiler y ojos sin color

Dejaron muertos a los vivos. ​