Adulterio ♥

Capitulo 9

Se puso los tenis, se amarro el pelo en una coleta alta y salió de su apartamento con rumbo a los elevadores.

Se despidió del portero y se puso a trotar brevemente, poco a poco fue subiendo la velocidad hasta llegar a correr con un ritmo definido.

Ese era el deporte que ella practicaba, bueno en realidad había practicado una gran variedad de deportes pero su predilecto siempre había sido correr; porque para ella tenia otro significado además de la acción.

Siempre fue una mujer de armas tomar y en este caso al correr ella se sentía libre, sentía que podía correr y huir de todo aquello que la martirizaba, huir por unos momentos de su realidad que aunque "buena" no era algo que la llenara.

—Oye—escucho que alguien decía a su lado mientras la sujetaba del brazo y detenía su "huida" semanal—yo a ti te conozco.

Volteo a ver a la insistente persona que la interrumpía, y es que... Rayos no podían dejarle en su momento de meditación unos minutos; pero su impacto fue mucho al voltear y encontrarse con nada más y nada menos que Koga.

—Si yo a ti te conozco—insistió el hombre frente a ella.

—Se esta confundiendo joven yo a usted no le conozco—lo mejor para ella era hacerse la desentendida.

—No, no puedo equivocarme; tú te llamas... Kag...

—No señor, no me conoce; pero soy Kagome—no le convenía que él supiera que se conocieron, ¿por que ahora que todo estaba tan bien el hombre tenia que tener memoria fotográfica y acordarse de ella no importando si estaba totalmente ebrio?; maldita suerte.

—Justo eso es lo que iba a decir; ves si te conozco, te vi en... No lo recuerdo pero se que te he visto nunca olvidaría una cara tan bella—dijo el con tono "seductor" que le causo una terrible nausea a Kagome, mientras poco a poco la iba acorralando con un árbol del parque—y pues si no nos conocemos eso es algo que se puede arreglar fácil nena ¿No crees?

—Déjeme— ¿Por que maldita sea de todos los malditos parques de esta maldita ciudad ese estúpido tenia que venir a hacer ejercicio en el mismo que ella? Demonios era frustrante, sabía que no todo podía estar tan bien así como así.

—Ohh vamos muñeca tu y yo nos podemos entender muy bien si tu quieres; yo diría que demasiado bien—dio Koga mirando con lujuria su cuerpo; ok mal día para ponerse short y blusa blanca, todo se transparentaba debido al sudor.

—Ya le dije que me suelte—dijo Kagome entrando esta vez en pánico, se estaba acercando mucho a ella y eso era desagradable— ¡Ya suélteme!—esta vez si grito ya que el se dirigía a sus labios; mejor dicho: ¡ALERTA ROJA! Este pelafustrán se esta pasando de la raya hora de moverlo pero a la de ¡Ya!

—¿No escuchaste? que la sueltes idiota—dijo una voz tras ellos al momento que ya ni sentía a Koga cerca de ella y escuchaba un golpe en seco, cuando volteo lo único que pudo ver fue a un Koga en el suelo tocando su labio inferior y mejilla. Después de eso levanto su vista hacia su "Salvador" y pudo ver el rostro de un Inuyasha sumamente enojado.

Había salido a comprar unas cosas y de camino volteo sin pensarlo de lado derecho y pudo apreciar un parque muy bien cuidado y a gente ejercitándose pero toda su atención se fijo en una sola persona, o mas bien en una sola mujer. Esa era... ¿Kikyo? Wow no sabia que corría. Pero todos sus pensamientos se esfumaron al ver que era interceptada por un hombre que pudo reconocer como Koga, y la sangre hirvió en el.

Iba a acercarse pero los vio muy amenos platicando y eso aumento su coraje junto con el hecho de ver al estúpido ese acorralarla con un árbol y ella no hacia nada. Se sentía triste y sumamente decepcionado estaba por seguir su camino lo mas rápido y olvidarse de todo pero un grito de mujer llamo su atención. Y cual fue su sorpresa al ver al estúpido ese tratando de besarla y manosearla, y ver como ella no lo quería.

Aumento su velocidad y se dio cuenta de que la mujer que estaba allí no era Kikyo si no alguien mas. Pero eso no le importo no dejaría que se aprovecharan de ella solo por no conocerla. Y en ese momento su instinto de protección despertó con aquella mujer.

—Maldito—se quejo Koga desde el suelo—se puede saber ¿Porque demonios hiciste eso Taisho? Debes dejar de meterte en asuntos ajenos.

—No son asuntos ajenos si tratabas de aprovecharte de esta señorita; siempre te considere alguien muy bajo pero con esto demuestras que estaba muy lejos de saber a cuanta bajeza podías llagar, imbécil.

— ¿Quien te crees para hablarme así? Te recuerdo que soy un empresario muy importante y millonario...

— ¿Ah sí? ¿Y sabes lo que a mi me importa? Nada, me pasa por el arco del triunfo tu posición social y económica; yo soy un abogado y con la mano en la cintura te envió a la cárcel y solo por sacarte algunos de tus fraudes a la luz y créeme que no seria muy difícil; además yo también tengo el suficiente dinero y no tengo que estar mendigando nada. Pongo las manos al fuego de que el dinero que posees no es ni la mitad de lo que yo tengo y todo por derrocharlo en estúpidas fiestas y cosas sin sentido.

—Muy lo que tengas o seas pero somos muy diferentes...

—Claro que lo somos—aseguro Inuyasha interrumpiendo a Koga—Yo tengo clase y respeto cosa que ni con tu dinero podrás conseguir...

—El si es un caballero, a comparación de ti...—intervino Kagome dirigiéndose a Koga.

Fue en ese momento que pudo observarla mejor y se quedo con la boca abierta literal. Esa mujer era muy hermosa, demasiado. Y tenia un parecido muy grande con Kikyo, razón por la cual se dio cuenta de el porque las confundió.

Pero aunque eran parecidas, esta mujer era mas bonita de cualquiera que haya visto y aunque Kikyo también era muy hermosa, las bellezas de ambas además de ser exquisitas eran diferentes pero esta mujer tenia algo distinto, aunque no lograba saber con certeza que era...

—Olvídate del trabajo Taisho. Estas des...

—Ni que no menciones mejor no gastes saliva; que bueno que te encontré porque desde un tiempo iba a darte mi renuncia al caso... Ya no me interesa.

—Te arrepentirás—amenazo Koga

—No sabes que miedo tengo—dijo Inuyasha con sarcasmo—me comeré un pan para que el susto no me afecte tanto—continuo mofándose mientras Koga solo se ponía de pie dispuesto a irse con todo el coraje que le habían hecho pasar y con gran cinismo agrego:

—Bonita, tu y yo tenemos un asunto pendiente, así que nos volveremos a ver hermosa.

—Imbécil—gruño Inuyasha sin saber el porque le molesto tanto el ultimo comentario de Koga—oye... ¿Te encuentras bien?—pregunto volteando a ver a la mucha ha tras el. Demonios, si que era guapa la mujer.

—Si, por cierto muchas gracias.

—No hay problema.... ¿....?

—Kagome, Kagome Higurashi.

—Inuyasha Taisho. Mucho gusto.

—Igualmente; en verdad muchísimas gracias. Y perdón las molestias.

—En verdad no fue nada—insistió él.

—Bueno... Hasta luego y gracias—dijo ella comenzando a alejarse.

No podía dejarla ir, algo dentro de el se lo decía, pero... ¿Como la detendría? La vio mas lejos y toda pregunta se disipo, era momento de actuar y no lamentarse después.

— ¡OYE!—dijeron ambos a la vez, lo que les causo gracia y se aproximaron a acortar la distancia que había sido causada por ella.

— ¿Que?—preguntaron ambos, una vez mas al mismo tiempo, por lo que soltaron una risita.

—Dime—dijeron otra vez al mismo tiempo, y aunque era divertido, así no llegarían a nada.

—Tu primero—dijo Inuyasha.

—Pues me preguntaba... como seguías con el susto debido a la amenaza del tal Koga—dijo ella con burla—así que... ¿Que te parecería ir a comer un pan o una rebanada de pastel?

—Pues no es mala idea... No sea que si no lo como me quede diabético del susto—dijo él siguiendo la broma—y un café tampoco estaría mal así que... Yo invi...

—No claro que no, acabo de hacer una tarta y unos panqués en mi departamento y creo que tengo café, ¿Que dices? ... Tómalo como una forma de agradecer por tu ayuda—agrego ella antes de ver como el quería protestar.

—Mmm... Este bien espero no causar ninguna molestia.

—Para nada—dijo ella dándole, por primera vez en mucho tiempo, una sincera sonrisa.

Caminaron durante aproximadamente 15 minutos al departamento de Kagome—que mentalmente se felicitaba el no haberle dado a conocer el apartamento como casa de Kikyo—y para ambos el tiempo se paso sumamente rápido, iban charlando y compartiendo gustos y puntos de vista concordando en la mayoría de las cosas.

Al llegar a casa de Kagome, ella lo invito a sentarse mientras se dirigía a la cocina.

—Déjame ayudarte—dijo Inuyasha al verla regresar con una bandeja que tenia un gran contenido.

—Gracias—le dijo ella, tomando asiento frente a el luego de que este colocara la bandeja en la mesa de centro de la sala.

—Tienes un lindo apartamento.

—Gracias, no es la gran cosa pero...

—Para nada, es sumamente lindo.

—Lo dudo.

—No al contrario, deberías aconsejarme a quien te ayudo, no estría mal cambiar algunas cosas de mi apartamento...

—Bueno pues... Muy a la orden—dijo ella sonriendo.

— ¿Entonces tu lo decoraste?—dijo Inuyasha con sorpresa— ¿Bromeas? Te quedo fantástico.

—Bueno para ser mi trabajo mínimo tendría que quedar pasable.

— ¿Eres decoradora?

—Aja—asintió ella—bueno más bien diseñadora, aunque tome un curso de decoración de interiores; yo soy diseñadora de modas.

—Wow, pues debo felicitarte—alabó el.

—No es para tanto, pero dime ¿a que te dedicas?

—Soy abogado...

—Esa si es una carrera admirable.

— ¿Tu crees? A mí a veces se me hace demasiado aburrida.

—Pero es algo fijo, el diseño es algo mas inestable y... Es como una montaña rusa tiene sus altas y bajas.

—No lo creo, siempre que exista la moda no se hundirá el diseño—opino el.

—Siempre que haya problemas se necesitaran abogados...

—Tushe—admitió el en una risa.

Ambos se sentían sumamente a gusto platicando, cuando se dieron cuenta de que ya era demasiado tarde, por lo que ambos se dirigieron a la entrada del departamento.

—Bueno Kagome... Un placer conocerte—dijo el mientras se volteaba para verla.

—Igualmente— dijo ella.

—Me la pase muy bien—dijo recostándose en el marco de la puerta y la miraba fijamente.

—Igual yo—admitió ella sinceramente.

—Espero no haber causado muchas molestias, tal vez y a la próxima me permitas que sea yo el que te invite.

—Estaré encantada.

—Nos vemos—dijo Inuyasha mientras se acercaba y depositaba un beso en la mejilla de la muchacha pero, al momento de acercarse Kagome trato de devolverle el beso en la mejilla causando el movimiento ella, que el beso terminara su destino en la comisura de sus labios.

Ambos se separaron rojos y se vieron unos momentos a los ojos, cuando el sonido del elevador abriendo sus puertas los alerto. Inuyasha le sonrió y se dirigió al ascensor; Kagome espero en la entrada de su casa hasta que el elevador se cerró por completo y entro a su departamento, aun pensando en las sensaciones que ese pequeño contado le hicieron sentir.

Una pequeña descarga eléctrica recorrió su cuerpo al momento del contacto con el; y aunque ya lo había besado las circunstancias eran diferentes. Cuando esta disfrazada de Kikyo se metalizaba acerca de ese tipo de cosas al igual que cuando era la Kagome fría y calculadora.

Pero ahora siendo ella misma, al natural y sin prever ese tipo de situación le era algo espontáneo y... Agradable—si es que se le podía decir—en cierta forma.

Y luego un flash llego a ella y todo lo vivido ese día le paso como película en la cabeza. Ahora si tenia algo de que preocuparse... Koga; si la había podido reconocer después de ese estado de ebriedad, le preocupaba el asunto del auto, o aun peor que se diera cuenta de quien era ella en verdad... No, eso no podía ser posible, tantos años haciendo lo mismo y nadie se había percatado de que Kikyo era solo un disfraz. Y ese tonto no iba a hacer que eso cambiara... ohh ¡no señor!

Y tan rápido como el recuerdo de Koga vino se fue para ser remplazado por el de Inuyasha defendiéndola de el.... Que curioso podía ser el destino, y como este podía llegar a mover todo a su disposición, ella no tenia planeado conocer a Inuyasha siendo ella misma; pues se supone que conocía a Kikyo y Kagome entraría hasta el momento de matrimonio.

Y los momentos que paso con el esa tarde también inundaron su mente; que raro, se había divertido demasiado con el siendo Kagome que con su disfraz de Kikyo. Y tal vez eso se debía a que cuando era Kikyo tenia que conservar esa identidad atrevida, perfecta y fría; y aunque era divertido en un principio, llegaba a ser cansado y fastidioso... Pero bueno no se podía quejar ya que ella también procuraba ser así y aquel capullo de frialdad y desinterés llegaba a ser agotador ni importando si era Kagome o Kikyo.

Pero por su propio bien—a pesar de todo—tenia que utilizar ese capullo la mayoría del tiempo, tal cual un niño odia usar impermeable pero es necesario que lo utilice, igual que su hermano pequeño.

Inuyasha a pesar de todo logro traspasar esa capa protectora que ella formaba y ella ni se percato del como. Fue como si pinchara su pequeña burbuja con sus palabras y su presencia; cosa que nadie lograba hacer. El hizo que ella se abriera con el y lo tratara como si fuera la Kagome de antes y como si lo conociera de años; y eso a veces ni Sango lograba hacerlo.

Y pronto un recuento inundo su mente haciendo que una bella sonrisa se dibujara en su rostro...

— ¿Con que... A la próxima ha?

Eso significaba que había una próxima vez y que momentos como ese se repitieran. Ahora no se detendría a pensar si eso era bueno o malo, solo sabia que quería repetirlo.


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Aloooo :) ok perdon ya se qe no tengo........ verguenza por el tiempo que me tome sin continuar CASI un mes, pero entiendanme, sin tiempo & consegui un trabajo y lo de mi examen de prepa qe este viernes me dan los resultados & ahhhhhhh estreees¡¡¡¡ como sea :D
Perdon por dejarlo no era mi intencion & una disculpa de antemano por eso, no les puedo poner dos capitulos como la vez anterior por q´me quedo sin reservas, pero les aseguro q´el cap. 10 es el mas lino de todos


Bueno nos leemos despues. byee
maphhh.