Una verdadera historia de amor.

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Sarita, 6 Octubre 2012.

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    Sarita

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    Una verdadera historia de amor.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    43
     
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    Capitulo 17: El beso y las lágrimas.




    Meritxell salió de allí con un enfado increíble. Pablo que iba detrás de ella la detuvo agarrándola del brazo y se pusieron a hablar.



    Meritxell, espera- suplicaba Pablo.

    ¿Qué quieres, volver a pelearte por mí? Porque si es así entonces no tenemos nada de qué hablar- decía mirándolo enfadada.

    Sí, me estaba metiendo en una pelea por ti, ¿y? era para defenderme.

    Sí, pero no hacía falta que os pelearais- decía todavía enfadada.

    ¿Cómo que no? Encima que te defiendo me discutes, dime que gano yo peleando con ese estúpido que no hace más que fastidiar. Desde que llegó nos hemos estado pelando. Ojala nunca hubiera venido- decía cabreado.

    Meritxell ponía una cara de más enfado. Alzo su mano y le pegó una bofetada que resonó en todo el patio. Después de esto Meritxell se fue aún más cabreada, dejando a Pablo igual de cabreado y con la mejilla colorada.

    ¡Pablo!- gritó Laura al escuchar la bofetada- ¿qué pasó?


    No lo ves, me pegó- decía señalando la mejilla colorada.

    Nunca la había visto así de enojada, será mejor que la dejes tranquila. Cuando se tranquilice, iré a hablar con ella; si voy a hablar ahora con ella soy capaz de salir igual o peor que tu, lo mejor será dejarla sola un rato- aconsejaba Laura a Pablo.

    Mientras, Meritxell, se encontraba detrás de unos árboles, muy cabreada y pensando en lo que había hecho.

    ¿Habré hecho bien pegándole? Claro que no, pero es que lo que dijo fue algo grave. Deseó que David nunca hubiera llegado aquí, siendo este su primer día aquí, me temo que esta no será la última pelea entre ellos- pensó Meritxell tranquilizándose-me tengo que disculpar con él y hacer que retire lo que dijo fue bastante grave. Espero que reflexione como yo lo estoy haciendo.

    Con estas últimas palabras, Meritxell se puso en camino donde dejó a Pablo. Mientras lo buscaba se encontró con Laura y Eva.

    ¿Te has tranquilizado ya?- preguntó Laura.

    Si, voy a disculparme con Pablo- decía consciente de lo que había hecho.

    Sera mejor que no lo hagas- decía Eva mirando a Laura.

    ¿Por qué?- decía poniéndose a andar, buscándolo con la mirada.

    Porque… esto… mmm- tartamudeaba Eva intentando convencer a Meritxell.


    ¿Esta cabreado conmigo?- preguntaba entristeciéndose.

    ¡Si, es eso!- gritaron Eva y Laura a la vez.

    Pues no os preocupéis, porque va a hablar conmigo quiera o no.

    Sera mejor que no entres ahí- decía Eva señalándole una puerta, mientras recibía un codazo de Laura.

    ¡Cállate que va a saber que está ahí!- Susurró Laura.

    Así que está ahí, no tenía pensado entrar aquí, pero ahora que me lo has dicho me ha entrado la curiosidad de ver que hay- decía abriendo la puerta y viendo la expresión de sus amigas al abrir la puerta, que estaban con la mano en la cabeza y negando con esta.

    Allí estaba Pablo, pero no estaba solo, estaba con una chica a la que no conocía Meritxell. Pero lo peor fue verlos como se besaban. Al verlos se le empezaron a saltar las lágrimas .Pablo al darse cuenta de que los había visto, detuvo el beso e intento arreglar las cosas, pero Meritxell salió corriendo entre lágrimas.

    No sabía qué hacer, así que se fue a la enfermería. Cuando estuvo delante de la puerta se seco las lágrimas y toco a la puerta.

    Adelante- decía una voz femenina al otro lado de la puerta- Meritxell, ¿otra vez aquí?
    Si, es que no me siento bien- decía desviando la mirada- ¿Puedo quedarme aquí hasta que me encuentre mejor?

    Sí, para eso está la enfermería, pero que te pasó en los ojos, los tienes muy hinchados, como si hubieras estado… ¿has estado llorando?- decía Claudia dándose cuenta de los ojos azules de Meritxell.

    Bueno, preferiría no hablar de eso ¿me entiendes, verdad Claudia?- preguntaba mirándola de frente.

    Si, solo toma asiento en la cama y descansa, ya verás que después te sientes mejor, pero si te sientes mal ¿Por qué no llamas a tu casa para que te recojan?- preguntó Claudia extrañada.

    Porque no hay nadie ahora en casa, además quedan 2 horas, no voy a llamar para que venga a por mí para nada.

    Tienes razón.

    Quizás me tire aquí las 2 horas que quedan

    Si te encuentras mal nada más que te quedes.


    Gracias… -fue interrumpida por la puerta.

    ¿Se puede?- preguntaron voces bastante conocidas por Meritxell.

    Si.

    Meritxell menos mal que te encontremos- decía Laura y Eva abrazándola.

    ¿Lo sabíais verdad?- pregunto Meritxell interrumpiendo ese abrazo y mirándolas directamente a los ojos.

    Laura y Eva se miraron y asintieron con la cabeza.

    ¿Por qué no me lo dijisteis?- preguntó con lágrimas en los ojo.- mejor no me respondáis, no quiero más mentiras. Solo quiero un favor, traedme la cartera para aquí, decidles a los profesores que me siento mal y que estoy en la enfermería.

    Vale, pero, ¿no vas a ir a las 2 últimas clases que quedan?

    No, no me encuentro de humor para verle otra vez, espero que me entendáis- decía mirando al suelo para que no se dieran cuenta de que estaba llorando.

    ¿Te has cabreado con nosotras?- preguntó Eva.

    Sí, pero se me pasará en un rato. Solo dejadme sola ahora. ¿Qué iba a hacer yo sin mis mejores amigas?- decía con una sonrisa triste y con lágrimas en el rostro- pero ahora no quiero veros. Por favor marcharos de aquí, quiero descansar.

    Vale- decían saliendo por la puerta.

    Cuando se marcharon, rompió a llorar encima de la almohada. Sintió como unos brazos le rodeaban. Meritxell pensó que eran de Claudia.

    ¿Por qué me pasa esto, si lo quiero tanto? Sabía que no debía enamorarme, pero lo hice como y una tonta me he enamorado de él.

    Al decir eso noto como esos brazos se quitaban. Meritxell se dio la vuelta dándose cuenta de que no era Claudia. Era Pablo, el que al escuchar eso la miró con unos ojos llenos de dulzura.
    ¡VETE DE AQUÍ!- gritó Meritxell señalando la puerta abierta.
    David, que había escuchado todo, al escuchar los pasos de Pablo que se dirigían a donde él se encontraba decidió esconderse dentro de un aula.
    ¿Así que Meritxell quiere a Pablo y él también la quiere? Será mejor que invente algo para que no se ennovien- pensó buscando una solución a su problema.
    ··············································································································································
    Hasta aquí el capítulo de hoy. Ya se empieza a poner interesante. Pues tengo más cosas pensadas para nuestra protagonista. Meritxell va a sufrir mucho.
    Bueno adiós y espero que os guste. Besos :D
     
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    Shani

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    No deberías escribir con tanto diálogo porque llega un momento en que se hace agotador. Debes poner guión al principio de la frase hablada, y también encontré algún que otro error ortográfico. Es sólo un consejo, espero que no te molestes :)
     
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    Sarita

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    Gracias, tomare nota para el siguiente capitulo.
     
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    Sarita

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    Capítulo 18: El plan de David.
    Después de las clases, Meritxell se fue hacia su casa sola. Por el camino se encontró con unos tipos muy raros. Estaban parados, echados en la fachada de la una casa. Miraban a Meritxell con deseo, ya que, aunque solo tuviera 14 años, estaba muy bien formada, algo en lo que no se les escapo a estos hombres. Estos aparentaban tener unos 16 o 17 años. Meritxell, al pasar por donde ellos se encontraban, empezaron a caminar detrás de ella. Meritxell, que se dio cuenta enseguida, empezó a caminar más rápido, pero ellos igualaron su paso. Entonces fue cuando ella se decidió a correr, pero en balde, ya ellos eran dos y corrían más rápido. Meritxell, al notar los brazos de los hombres, se empezó a poner muy nerviosa y a llorar. Fue entonces que apareció alguien, pero Meritxell no pudo mirar quien era. Este pedía que se marcharan o si no llamaría a la policía.

    Ya se han marchado- decía una voz conocida para Meritxell.

    Meritxell alzo la aveza y se dio cuenta de que era David- David, ¡gracias al cielo que apareciste!- dijo abrazándole y llorando en su pecho.

    No hay que, hará lo mismo por cualquiera que estuviera en problemas de este tipo- decía correspondiendo el abrazo.

    De todas maneras muchas gracias- decía separándose de él, secándose las lágrimas y mirándole.

    David solo se dedico a sonreír mientras pensaba- todo salió según lo planeado, ahora solo me queda saber donde vive para continuar con mi plan.

    ¿Me podrías acompañar a casa? Es que si voy sola iría con miedo- pedía mirándolo directamente a los ojos.

    Sí, claro- decía- mejor, así sabré donde vives, yo creí que tendría que suplicarle para acompañarla.

    Se pusieron en camino dejando atrás esa calle, sin darse cuenta de que Pablo había visto todo desde el abrazo.

    David es más astuto de lo que pensé, la abraza cuando está peleada conmigo para aprovechar nuestra discusión- susurró con mirada de cabreado y celoso- Me he enamorado de ella como un tonto, cuando la apuesta era enamorarla a ella; creo que no podré cumplirla.

    Mientras, Meritxell y David llegaban a la casa de ella.

    Aquí es- decía señalando su casa- gracias por acompañarme.

    De nada- sonrió David.

    Bueno voy a entrar ya que antes de que se preocupe mi madre.
    Sí, entra.

    Meritxell entró en su casa y, una vez dentro, subió para su cuarto, dejo la cartera en el suelo, se tumbó en la cama y se puso a recordar lo sucedido ese día; la declaración de Pablo, el desmayo, la pelea entre Pablo y David, la bofetada a Pablo, el beso de Pablo con otra que no sabía quién era su declaración a Pablo, aunque no supiera que él estaba escuchando, lo había dicho, la intención de violación de esos hombres y el rescate de David –ha sido un día muy largo- pensaba cerrando sus ojos y quedándose profundamente dormida ignorando las llamadas de su madre para que bajara a comer.

    Meritxell, despierta… despierta dormilona- se escuchaba una voz muy dulce y la que conocía perfectamente.

    Mamá- decía soñolienta.

    Hija, me han llamado del instituto y me ha dicho lo que te ocurrió- decía con tono de preocupación.

    Te has enterado…- decía volviendo la mirada al suelo.

    Sí, pero me gustaría que tú me lo dijeras- decía ayudándola a levantarse.

    Ahora no tengo ganas de hablar, pero…- fue interrumpida por su estómago.

    Tienes hambre. No me extraña, no has comido nada desde esta mañana que te tomaste un tazón de leche- decía su madre sonriendo- vamos abajo y comes y mientras me cuentas lo que te ha pasado.

    Vale- le decía devolviéndole la sonrisa.

    Meritxell fue abajo al comedor acompañada de su madre, a la que más tarde le contó lo ocurrido, ya que ellas compartían todos sus secretos. Pero Meritxell no fue capaz de contarle lo último que le pasó, el intento de violación.

    ¿Todo eso te paso, hija?- decía su madre extrañada por todo lo ocurrido en tan pocas horas.

    Sí mamá…- decía con tono preocupado.

    Pero hay algo que todavía no me has contado, lo noto en tus ojos y tu tono de voz- decía con una sonrisa dulce.

    Sí mamá, todavía hay algo que no te he contado…

    ¿El que hija?- preguntaba cambiando el tono de voz por uno mas preocupado y nervioso.

    Pues…- fue interrumpida por la puerta.

    Din-don

    ¡Ya va!- gritó la madre de Meritxell levantándose para abrir la puerta.

    Hola, ¿está Meritxell?- decía una voz masculina.

    Sí, pasé- decía su madre invitándolo a entrar.

    ¿TÚ? ¿QUÉ HACES AQUÍ?- decía extrañada pero con una mirada de cabreo impresionante.

    ··············································································································································
    Hasta aquí el capítulo de hoy. En este capítulo se hace un pequeño resumen en el que se recuerda todo lo sucedido en capítulos anteriores.
    Bueno espero que os guste y adiós :)
     
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    Sarita

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    Capítulo 19: La reconciliación
    Quería arreglar las cosas
    Pablo, entre tú y yo no hay nada que arreglar- le miraba con mucho enojo.
    Sí, sí que hay que arreglar. Sí no hubiera nada que arreglar, ¿me tratarías así?- preguntaba con tono triste.
    Bueno chicos, yo os dejo aquí para que habléis- decía la madre de Meritxell abriendo la puerta para salir –tengo que hacer la compra.
    ¡Mamá!, no te vayas- pedía Meritxell viendo como su madre se marchaba y cerrando la puerta.
    Hablemos Meritxell- pedía Pablo
    No tengo de otra- decía entrando en su casa e invitando a Pablo a dentro.
    Meritxell lo llevo al salón donde tomo asiento y le pidió a Pablo que se sentara.
    ¿Quieres algo?- preguntaba de mala manera, pues recordaba los modales que le había enseñado su madre cuando tenía invitados, aunque estos no fueran de su agrado.
    No, gracias- decía mientras se quedaron en un silencio incomodo.
    Bueno, ¿de qué quieres hablar?- preguntaba rompiendo ese silencio incomodo.
    Pues quería pedirte disculpas por haber besado a esa chica- decía mirando al suelo.
    No tienes de que disculparte, no somos novios ni nada por el estilo, además es tu vida, haz con ella lo que quieras- decía con una actitud pasota, pero en realidad lo que le decía le importaba y le hacía daño recordar lo sucedido.
    Claro que tengo que disculparme- decía poniéndose de pie y sentándose a su lado- tú me importas.
    Si te importo ¿POR QUÉ LA BESASTE?- decía volviendo su rostro para mirarlo a los ojos.
    La besé porque estaba cabreado y esa chica, Natalia lleva tiempo detrás de mí, hasta que me la encontré después de tu bofetada, ella me preguntó que me pasó, se lo conté, y me empezó a besar.
    ¿Y por qué le seguiste el rollo?- preguntaba con lágrimas en sus ojos que amenazaban con salir.
    Porque estaba cabreado
    Sí, ¡eso no es ningún pretexto!- gritó Meritxell ya con una lágrima en su rostro.
    No, no lo es, ¡pero es lo que ocurrió!- decía el poniéndose a su altura.
    Después de estas palabras Meritxell rompió a llorar, porque le quería mucho y esas palabras le hacían daño. Pablo al darse cuenta se acerco a ella; la cogió de la barbilla haciendo que ella le mirara con sus ojos y rostro llenos de lágrimas. Él se las fue quitando.
    Por favor, no llores por esta tontería- le pedía con tono dulce.
    Ella solo le miraba triste.
    Pablo fue acercando su rostro cada vez más a ella, hasta un punto que notaban sus respiraciones. Meritxell al darse cuenta de la posición en la que estaban, quería moverse, pero algo se lo impedía y, a la vez, le pedía que siguiera en esa postura. Ella se acercó más a la boca de Pablo, hasta que se besaron. En ese beso se transmitían muchos sentimientos. Se transmitían el amor que sentían el uno por el otro, el deseo, la pasión, pero la falta de aire les separó. Cuando estuvieron, otra vez, con la respiración respuesta, se decidieron a continuar, pero el sonido que avisaba de la llegada de su madre se los impidió, quedando así en una postura comprometedora, señalando así que iban a continuar el beso. Se encontraban de pie y abrazados, con las bocas muy cerca. Deshicieron lo más rápido que pudieron de ese abrazo para que su madre no se diera cuenta.
    Hola, ¿os habéis arreglado ya?- preguntaba su madre desde la cocina.
    Emm… esto…- tartamudeaba Pablo sin saber que decir
    Sí mamá- decía Meritxell alegre.
    Al decir esas palabras, Pablo se puso muy alegre.
    ¿Quieres quedarte a merendar?- pregunto la madre de Meritxell con tono dulce.
    Sí, ¡quédate a merendar!- le pedía Meritxell a Pablo.
    Bueno si insisten- contestó alegre.
    ··············································································································································
    Hasta aquí este capítulo, en el que, por fin se besan :D
    Este capítulo se ha hecho un poco corto, pero no me puedo enrollar, tengo un poco de prisa.
    Adiós y que disfrutéis el capitulo :)
     
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    Sarita

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    Una verdadera historia de amor.
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    Comedia Romántica
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    Capítulo 20: La comida
    Al día siguiente, era sábado y Meritxell había quedado con Laura para salir esa mañana e ir a dar una vuelta y más tarde, ir a comer a la casa de Pablo, ya que las había invitado.
    Recuerdo de Meritxell
    Gracias por la merienda- decía Pablo levantándose para ir a su casa- bueno me marcho que mi madre tiene que estar preocupada.
    Sí, te acompaño a la puerta- dijo Meritxell señalando el camino hacia la puerta.
    Una vez en la puerta, Meritxell y Pablo salieron al exterior de la casa para hablar con más privacidad.
    Ya hemos arreglado todo entre nosotros- decía Meritxell agachando la cabeza y poniéndose un poco colorada recordando el beso.
    Sí, y no sabes lo alegre que me siento al saber que nos arreglemos- decía alegre levantando la cara de Meritxell.
    Meritxell, ante este acto, se puso un poco mas colorada- una pregunta, ¿ahora que somos?
    Pues, si tu quisieras…- decía tartamudeando por la timidez
    ¿Si yo quisiera?- pregunto esperando la respuesta de Pablo.
    ¿Quieres ser mi novia?- preguntó con timidez pero a la vez seguro, con la mirada puesta en los ojos de ella.
    Sí, sí quiero- dijo abrazándolo y poniendo su cara enfrente la de él. Se acercaron hasta que se dieron un profundo, lleno de sentimientos y largo beso.
    Para agradecerte la merienda, y por supuesto, que hallas aceptado ser mi novia, te invito a comer mañana y, si quieres, puedes traerte a Laura.
    Vale, acepto. Lo más seguro es que valla con Laura, porque quede con Laura para dar una vuelta.
    Vale. Mañana te espero a las 13:30 en mi casa, ¿te viene bien?- preguntó Pablo cogiéndole las manos.
    Sí, claro. Hasta mañana- dijo Meritxell dándole un fugaz beso en los labios y entrando en su casa.
    Fin del recuerdo de Meritxell
    Meritxell, ¿qué es lo que me tenías que decir?- preguntó Laura curiosa
    Laura, ¡me hice novia de Pablo!- dijo alegre Meritxell, casi gritando.
    ¡¿QUÉ?!- preguntó Laura incrédula.
    Lo que oíste.
    ¿Cómo fue todo?- preguntó Laura sentándose en un banco del parque en el que se encontraba.
    Meritxell le fue contando todo lo ocurrido a Laura, haciendo que su amiga se sorprendiera más.
    Pronto pasaron las horas, hasta la hora de ir a la casa de Pablo, el que esperaba impaciente.
    Din-don
    Voy- se escucho al otro lado de la puerta- hola, pasad
    Hola- dijo Laura pasando adentró seguida de Meritxell, la cual iba abrazada de Pablo.
    Hola cariño- dijo Pablo una vez dentro de la casa dándole un beso en los labios, poniendo la piel de gallina a Meritxell.
    Los tres pasaron para adentro. La casa era bonita y acogedora, pero estaba vacía, con la mesa puesta y la comida servida.
    Por favor pasen- dijo Pablo invitándoles a la mesa.
    ¿No hay nadie en tu casa?- preguntó Meritxell.
    No, no hay nadie. Mi madre se fue a visitar a unas amigas, no regresara hasta la tarde, y mi padre, está trabajando.
    Se sentaron a comer la comida que estaba preparada. Era carne en salsa que había preparado su madre horas antes para esa comida. Después de la comida, Pablo la guió hasta el salón donde se acomodaron. Laura estaba sentada en un sillón mientras Pablo y Meritxell se sentaron en un sofá, abrazados.
    Se nota que se quieren- comentó Laura viendo como se ponían colorados mientras se miraban
    Bueno, si nos queremos mucho.- respondió Meritxell mirando a los ojos a Pablo y encerrándose en un beso largo.
    Bueno…. Yo como que mejor me voy- dijo Laura poniéndose de pie.
    No hace falta que te vayas- dijo Pablo insistiéndole
    Sí, me voy para dejarlos solos, además, he quedado con Alex- al decir su nombre se le alegro el rostro.
    A, bueno si es eso, entonces será mejor que te marches- dijo Pablo.
    Sí, me marcho. Adiós- se despidió guiñándole el ojo a Meritxell la que se puso colorada.
    Bueno, por fin solos- dijo abrazándola y besándola con más profundidad y deseo.
    Meritxell, ante estos actos de su novio, no pudo hacer más que dejarse llevar por la situación. Los besos se iban subiendo la intensidad e iban poco a poco despojándose de sus ropas. Hasta que Meritxell se dio cuenta de cómo estaban y decidió parar.
    Pablo, para- decía mientras intentaba abrocharse la camisa.
    ¿Por qué?- decía besando su cuello.
    Vas muy rápido, solo llevamos un día de novios y ya quieres esto- pero Pablo parecía no reaccionar- Pablo para por favor, para ¡Basta!- gritó poniéndose de pie.
    ¿Qué te pasa?- preguntaba Pablo mirándola con deseo
    Que no quiero hacerlo todavía, somos muy jóvenes para esto- decía terminándose de vestir -lo siento pero me marcho a mi casa.
    No, no te vayas- pero para cuando lo dijo ya había salido pegando un portazo.
    Todo fue por mi culpa, porque no habré parado cuando pude, ahora se ha ido cabreada. Lo mejor será dejarla sola para que piense y más tarde llamarle al móvil- pensó vistiéndose -en tan poco tiempo has hecho que me vuelva loco por ti. Te amo
    ··············································································································································
    Hasta aquí este cap. Me he atrasado un poco. Bueno yo tenía pensado que esta historia durara nada mas unos 15 o 20 cap pero va a durar muchos más
    Bueno espero que les guste este capítulo y que lo disfruten.
    Adiós y hasta pronto :)
     
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    Sarita

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    Capítulo 21: Quiero que sepas que te amo.
    Meritxell volvía a su casa, subiendo rápido las escaleras para entrar en su cuarto y cerrar la puerta con cuidado para que nadie supiera que ella estaba ahí. Al cerrar la puerta, se apoyo en la puerta y fue agachándose poco a poco terminado sentándose en el frío suelo y poniéndose las manos en la cabeza.
    Maldición, Pablo, ¿por qué quieres ir tan rápido?– pensó Meritxell –¿no podías esperar un poco más?, te cargaste un gran momento, estábamos los dos solos y podíamos haber hablado, besarnos pero no más, pero tú querías más, ¿Por qué?
    Meritxell no paraba de repetirse el porqué derramando alguna que otra lágrima, la cual se limpiaba rápidamente al no saber porque lloraba.
    Decidió dejar de pensar y dar un paseo. Estaba nublado pero ella decidió irse sin un paraguas, porque pensó que no tardaría.
    Meritxell iba sin rumbo sumida en sus pensamientos cuando empezó a llover, pero ella ni se dio cuenta de que se estaba mojando hasta que escucho un relámpago. Se asustó y se dio cuenta de que estaba totalmente mojada y no sabía dónde se encontraba. Busco su móvil pero recordó que no tenía saldo suficiente para llamar, además, se estaba quedando sin batería, así que se metió debajo de un techo de una tienda que había para refugiarse.
    Por otro lado, Laura estaba llamando a la casa de Meritxell para hablar con ella, pero le dijeron que no había regresado todavía. Laura se estaba empezando a preocupar pero pensó que estaría con Pablo, así que le llamó.
    ¿Diga?- contestó Pablo.
    Hola Pablo, soy Laura. ¿Está ahí Meritxell?- preguntó angustiada.
    No, hace ya rato que se fue, ¿por qué?
    Porqué no está en su casa y pensé que estaría contigo- dijo Laura poniéndose nerviosa.
    ¿Y has probado a llamarla al móvil?- preguntó poniéndose de pie y nervioso.
    No, ahora la llamó- decía colgando el teléfono sin dar tiempo a Pablo de despedirse.
    Laura marcaba el número de Meritxell pulsando cada vez más nerviosa.
    Venga, Meritxell contesta, contesta- susurraba
    ¿Laura?- se escucho al otro lado de la línea.
    Meritxell menos mal que este bien- decía Laura alegre- ¿dónde estás?
    No sé- decía tiritando.
    ¿Estás temblando?- preguntó Laura dándose cuenta desde el otro lado de la línea.
    S-Sí- decía tiritando –es que me pilló la tormenta y estoy empapada.
    Dime donde estas para ir a buscarte- decía cogiendo un lápiz y papel.
    Te dije que no sé.
    Descríbeme el lugar, quizás sepa donde es.
    Pues hay una tienda llamada “la chispa”, parece un bar, pero no lo sé. Hay un parque muy bonito con una fuente en medio y en cada esquina un banco rodeado de unos arbustos y un árbol al final muy grande y pa_ece ha_er unas r_s_s.
    Meritxell, estoy perdiendo la señal, casi ni se te escucha, seguro es por la tormenta.
    Y tamb_n es la b___ria del ___l _______ pi-pi-pi- se perdió la señal.
    ¡Maldición!, se ha cortado la llamada- gritó Laura.
    Seguía lloviendo fuertemente y Laura no sabía de ningún lugar así. De repente sonó su móvil. Lo contesto rápidamente pensando que sería Meritxell.
    ¿Meritxell?
    No, soy Pablo, ¿sabes algo de ella?- preguntó nervioso
    Sí, la llamé y me dijo que no sabía dónde estaba. Le pedí que describiera el lugar. Me describió un poco, pero se cortó la llamada- dijo con preocupación.
    ¿Qué?- decía poniéndose más preocupado de lo que estaba. Tratando de calmarse dijo- ¿Qué te pudo describir?
    Pues que donde estaba había una tienda que ponía la chispa o algo así y que enfrente había un parque con una fuente en medio y en cada esquina un banco y me quiso decir algo más pero se empezó a cortar la llamada.
    ¿Y te dijo algo de un árbol muy grande? – preguntó Pablo dudando del lugar donde se encontraba.
    Sí.
    Ya sé donde está, voy a buscarla- dijo colgando el teléfono y saliendo de su casa con un paraguas y corriendo hacía ella.
    Pablo iba corriendo muy rápido, pero por culpa del aire no podía correr cómodamente con el paraguas, así que decidió cerrarlo para ir más rápido y con más libertad de movimiento.
    Mientras, Meritxell, se encontraba debajo de aquel techo, totalmente mojada, tiritando y esperando que alguien viniera a por ella, pero esa esperanza iba desapareciendo cuando más tiempo pasaba. Meritxell estornudaba muy a menudo.
    Pablo, donde estarás ahora mismo- susurró- Se sentó en el suelo cogiéndose las piernas. De repente escucho como la llamaban
    ¡MERITXELL!- se escuchaba a lo lejos- ¡Meritxell!
    Meritxell se puso de pie y salió de debajo de aquel techo saliendo para que la pudiera ver- ¡PABLO!- gritó.
    Pablo al verla corrió con todas sus fuerzas y la abrazó, después la besó con mucha ternura.
    Meritxell ¿en qué estabas pensando cuando saliste? Nos tenías muy preocupados- decía Pablo abrazándola nuevamente.
    ¿Te preocupe?- dijo agachando la cabeza- lo siento.
    No pasa nada, pero ¿en que estabas pensando cuando saliste?- le preguntó nuevamente Pablo.
    En lo que ocurrió esta tarde entre tú y yo- decía mirándole fijamente.
    ¿Así que todo esto fue mi culpa?- decía poniéndose triste y echándose toda la culpa-soy yo quien te debe una disculpa.
    Te perdono- dijo abrazándole- será mejor que nos vayamos antes de que nos resfriemos… ¡¡¡ACHIS!!!
    Creo que ya te resfriaste- decía Pablo abriendo el paraguas y abrazando a Meritxell.
    Si- le sonrió apoyando su cabeza sobre su hombro.
    Pablo y Meritxell se marcharon abrazados hacia sus casas pensando en la buena regañina por parte de sus padres y de Laura, a Meritxell por haber salido así sin decir nada y a Pablo por colgarle de esa manera, dejándola con la palabra en la boca.
    ··············································································································································
    Bueno, hasta aquí el capítulo de hoy. Fue muy bonito este capítulo, por lo menos a mí me gusto mientras lo escribía :)
    Bueno, adiós y un abrazo. :D
     
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    Capítulo 22: El resfriado
    Meritxell y Pablo no hacía más que llegar a sus casas, cuando ven como Laura sale de la casa de Meritxell. Salió corriendo a abrazarla.
    ¡Meritxell! Qué alegría verte- decía mientras la abrazaba- entremos a dentro que estas toda mojada y estas tiritando, será mejor que te cambies. Tú también deberías hacer lo mismo, mañana hablamos- decía echándole una mirada asesina.
    V-Vale- tartamudeo por el frío y por el miedo.
    Al día siguiente, era domingo y Pablo decidió ir a visitar a Meritxell.
    Din-don
    Ya va- se escuchaba una voz femenina al otro lado de la puerta.
    Hola- decía Pablo- ¿está Meritxell?
    Sí, pasa- decía invitándole a pasar la madre de Meritxell- pero se ha resfriado por la tormenta de ayer. Las primeras tormentas son muy mala y a mi hija y a ti o pilló de lleno.
    Sí, pero Meritxell tiene más débiles las defensas, mírame a mí, yo no me resfriado
    Quizás sea eso, bueno sube que seguro tienes ganas de verla- dijo mirándole dulcemente.
    Sí.
    Pablo subió al cuarto de Meritxell acompañado de su madre.
    Hija, tienes visita- dijo dándole permiso a Pablo para entrar
    Hola- decía Pablo entrando al cuarto de ella y acercándose a su cama.
    Hola cof-cof- decía seguido de tos.
    ¿Cómo te encuentras?- preguntó Pablo tocándole la frente - ¡Estás ardiendo!
    Voy a por el termómetro- decía la madre de Meritxell mientras salía a por la puerta.
    Valla, yo que no os quería preocupar, y es lo primero que hago cuando llegas- decía triste mientras miraba a Pablo.
    No te preocupes, preciosa. No es de extrañar que estés así, ayer te llovió mucho y tiritabas. Lo que me extraña es que no hayas pillado una pulmonía- le comentó Pablo.
    Ya estoy aquí con el termómetro- anunció su madre –Pónselo.
    Pablo se lo puso con cuidado y esperaron unos minutos, los suficientes como para que la madre de Meritxell se diera cuenta las miradas que intercambiaban su hija y Pablo. Después de esos minutos, sonó el termómetro.
    Pi-pi
    Pablo lo cogió y vio la temperatura que marcaba –marca 40º- decía preocupado.
    ¡Dios mío!- decía poniéndose las manos en la cabeza -voy a por un doctor. Pablo quédate con ella, e intenta que se le baje la fiebre. Acompáñame, te lo dejare preparado.
    De acuerdo- decía Pablo saliendo de ese cuarto siguiéndola.
    Mira, aquí te dejo el vaso con el ibuprofeno echado y aquí te dejo un cubo pequeño con agua y un pañuelo, solo tienes que humedecer el pañuelo cuando sea necesario.
    Vale.
    Yo ya me voy. Te encargo a mi hija- decía saliendo por la puerta.
    Pablo le subió el vaso con ibuprofeno a Meritxell para que se lo bebiera. Después bajo con el vaso en la mano y entró en la cocina para dejarlo en la mesa. Cogió el cubo pequeño con agua y un pañuelo, y subió al cuarto de Meritxell.
    Pablo entró al cuarto con cuidado, por si estaba dormida, no despertarla. Y así era, por lo visto el ibuprofeno le sentó bien. Cerró la puerta con cuidado y puso el cubo de agua en el suelo, cerca de la cama de Meritxell. Mojó el pañuelo y lo estrujo, dejándolo húmedo. Lo puso en la frente de Meritxell con cuidado para no despertarla.
    Pablo se pasó el rato observando a Meritxell. Observaba su rostro, que parecía un ángel cuando dormía. Dormía placenteramente, se notaba en su rostro. Pablo cambiaba cada un cuarto de hora el agua del pañuelo, dejándolo así húmedo y fresco. De repente, Meritxell habló en sueños
    Pablo…- susurró Meritxell.
    Está soñando conmigo- pensó Pablo alegrándose.
    Pablo…- repitió –te quiero.
    Pablo, al escuchar eso, puso su cara llena de ternura y aguantándose un abrazo que, seguramente la despertaría.
    Se escuchó la puerta de la calle.
    Ya está aquí tu madre con el médico- susurró Pablo.
    ··············································································································································
    Bueno hasta aquí este capítulo. No me pude entretener, lo siento.
    Hace falta ponerle un nombre a la madre de Meritxell. Se admiten ideas :D
    Adiós y un abrazo :)
     
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    Sarita

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    Capítulo 23: El doctor.
    Suba, por aquí está mi hija- decía la de Meritxell.
    Vale- decía el doctor subiendo las escaleras.
    Pasé- decía su madre abriéndole la puerta.
    Hola Pablo, ¿cómo está Meritxell?- preguntó interesada su madre.
    Esta dormida- respondía
    Habrá que despertarla- decía el doctor.
    Voy- dijo Pablo zarandeando a Meritxell- Meritxell, levanta, ya llegó el doctor.
    Eh- decía soñolienta Meritxell.
    ¿Cómo se encuentra?- preguntó el doctor sacando algunas cosas para hacerle una revisión- si no les importa, podría dejarnos a solas.
    Sí, vamos Pablo, salgamos afuera.
    Después de unos minutos, el médico salió del cuarto de Meritxell.
    Bueno, es lo que usted decía, un resfriado, pero tiene mucha fiebre y algunas placas pus en la garganta. Aquí le dejo escritos los medicamentos que se debe tomar, Paracetamol para la garganta e ibuprofeno para el dolor y la fiebre- dijo el médico.
    Vale, ahora saldré a comprarlos. Pablo, si no te importa, quédate con Meritxell en lo que voy a por las medicinas.
    Vale.
    La madre de Meritxell salió a por las medicinas y médico ya se había ido. Pablo entro en el cuarto de Meritxell.
    ¿Cómo te encuentras?- preguntó Pablo.
    Con sueño- decía mientras bostezaba.
    Entonces te dejo para que duermas.
    ¡No!- pidió –quédate aquí, conmigo
    Vale.
    Pablo se acercó a Meritxell y se sentó en la cama, junto a ella. Ellos se limitaban a mirarse, no hablaban, hasta que Meritxell rompió ese silencio.
    Pablo…- llamó Meritxell.
    Dime- contestó.
    Gracias
    No hay de que, al fin y al cabo pillaste este resfriado por mi culpa- decía sonriéndole tiernamente.
    De todas maneras, gracias.
    Pablo y Meritxell se encontraban solos, acercándose cada vez más, hasta que se fundieron en un tierno beso, pero Meritxell lo detuvo.
    Te voy a contagiar- dijo riendo
    No me importa, porque así tú me cuidarías- dijo acercándose a ella para besarla de nuevo, pero el móvil de Meritxell los separó, nuevamente.
    Diga- contestó el teléfono.
    Hola, soy Laura ¿cómo te encuentras?
    Un poco mejor. Hoy ha venido un médico y me ha dicho que es un simple resfriado- respondió Meritxell.
    ¿Y sabes dónde está Pablo? He estado llamando a su casa y a su móvil, pero me han dicho que no estaba y que el móvil se lo dejo olvidado allí.
    Sí, está aquí conmigo, ¿por?
    Vale, voy para allá
    Pero, espera. Me colgó.
    ¿Quién era?- preguntó Pablo extrañado por la reacción última de Meritxell.
    Era Laura, preguntó por ti.
    ¿Por mí? ¿Estás segura que preguntó por mí?- preguntó Pablo no muy convencido.
    Sí- respondió extrañada.
    ··············································································································································
    Bueno, hasta aquí este capítulo
    Adiós y un abrazo :)
     
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    Sarita

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    Capítulo 24: La charla.
    Después de la llamada tan extraña de Laura, Pablo y Meritxell se quedaron hablando hasta que llego Laura.
    -Din-don
    -Va- digo Pablo bajando las escaleras y abriendo la puerta.
    -Hola, contigo quería yo hablar- dijo Laura pasando adentro y subiendo las escaleras – pero más tarde hablamos.
    -Vale- dijo Pablo no muy convencido.
    -Meritxell, hola. ¿Cómo te encuentras?- preguntó.
    -Igual que hace unos 10 minutos- contestó con una sonrisa.
    -Jejeje, imagino que sí. Bueno, a lo que iba, ¿porqué saliste de esa manera ayer- preguntó.
    -Bueno eso…- fue interrumpida por Pablo.
    -Fue por mi culpa- dijo el mirándole a los ojos.
    -¿Por la tuya?, ¿por qué?- preguntó mirándole a los dos.
    -Porque, cuando te fuiste de mi casa…- se interrumpió mirando a Meritxell.
    -Tuvimos una pelea- mintió ella.
    -¿Nada mas o fue por algo peor?- preguntó.
    -No preguntes los motivos, lo que importa ahora es que ya lo hemos solucionado todo- respondió Meritxell sonriendo y mirando a Pablo.
    -Vale, no haré más preguntas sobre el tema, pero si haré una pregunta Pablo ¿por qué me colgaste de esa manera? Me dejaste con la palabra en la boca.
    -Bueno, lo hice porque estaba lloviendo y pensar que Meritxell estaba tiritando, y yo sabiendo donde se encontraba ella, pues no la voy a dejar así, así que salí corriendo apenas supe el lugar.
    -Bueno, solamente te perdono porque me trajiste a Meritxell, si no te ibas a enterar- decía bromeando.
    -Bueno, Pablo tu y yo tenemos que hablar- dijo Laura llevándose a Pablo del brazo dejando a Meritxell confusa.
    - ¿Qué se traen estos?- pensó Meritxell tumbándose en la cama para descansar un poco
    -¿De qué quieres hablar?- preguntó Pablo extrañado.
    -Resulta que dentro de 2 semanas es el cumpleaños de Meritxell, y tenía pensado hacerle una fiesta sorpresa. Su madre ya está al tanto y está de acuerdo.
    -Me parece una idea genial.
    -Y tú serás una pieza importante del plan sorpresa.
    -¿Qué tan importante?
    -Pues tú serás quien se encargue de traer a Meritxell a la casa, y por supuesto, no le podrás decir nada de la fiesta.
    -Vale. ¿Quién está invitado a la fiesta?
    -Pues vendrá Raúl, Mario, Eva, David, M ª Carmen y algunos más de la clase – decía Laura mientras los contaba con las manos.
    ¿David también vendrá?- preguntó cabreado.
    Sí. Ya sé que tú y él no os lleváis bien, pero él y Meritxell sí, así que haced un esfuerzo por no pelearos – le pedía Laura.
    Lo intentaré por ella- decía no muy convencido Pablo.
    ··············································································································································
    Bueno hasta aquí este capítulo :)
    Habréis notado que hay mucha cordialidad entre ellos, pero como son amigos, no encontré ningún motivo por el que se hablara formal. Espero que no os importe.
    Adiós y un abrazo :D
     
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    Hi!!!!!!!!!!!! Perdón por no comentar antes, tenía cosas que hacer :( Bueno, he visto que vas mejorando de capítulo en capítulo, eso es genial :D La trama me gusta mucho, la verdad. Veo algunos erorres como tíldes o faltas de ortografía, pero eso se puede mejorar siempre ;) Por mi opinión, los capítulos los haces un poco cortos, pero son buenos, no te desanimes por eso :) Lo malo de eso es que dejas con mucha intriga XD Bueno, y eso, mejoras sobre la marcha y es algo esencial. Sigue así y pon la conti pronto, que quiero leer XD

    Salu2, suerte y xaaaooo!!!!!!!!
     
  12.  
    Sarita

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    Gracias por tus ánimos, me ayudan mucho a seguir adelante :D
    Mañana intentare subir el siguiente capítulo.
    ¿Te aviso cuando traiga la continuación o lo miras tu?
    Venga un abrazo y adiós :)
     
  13.  
    Sarita

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    Capítulo 25: La llamada telefónica.
    Habían pasado ya 2 semanas desde el resfriado y aquella charla entre Pablo y Laura. Estos, con ayuda de su madre, prepararon la fiesta sorpresa. Solo quedaba un día para el Cumpleaños de Meritxell.
    Meritxell y Pablo habían quedado esa tarde.
    -Hola- decía Pablo abrazando y dándole un beso a Meritxell.
    -Hola- decía alegre Meritxell y correspondiendo el beso.
    -¿Damos un paseo?- preguntó Pablo cogiendo de la cintura a Meritxell.
    -Sí.
    -¿Sabes una cosa?- preguntó Meritxell.
    -No, dime.
    -¡Mañana es mi cumple!- dijo entusiasmada ella.
    -¡Qué bien, Felicidades!- felicitó él dándole un abrazo.
    -Gracias, pero es mañana, no hoy jeje- rió Meritxell.
    -Bueno, ¿te apetece quedar mañana?- preguntó Pablo
    -Claro, ¿a qué hora?
    -Pues, ¿qué te parece a las 17:00?
    -Vale.
    -Bueno, siento que este paseo haya sido tan corto, pero tengo que hacer una cosa- dijo Pablo abrazando y despidiéndose de Meritxell
    -Vale, adiós Pablo.
    -Que sepas que te quiero- dijo él echando a andar.
    -Lo sé, yo también te quiero- gritó ella.
    Meritxell volvió a su casa y escuchó a su madre hablando con alguien por teléfono.
    -Sí, Meritxell se encuentra bien- decía su madre seria- ¿Qué quieres, para que llamaste?
    -Ella es MÍ hija, ya no es la tuya- decía su madre con tono de enfado.
    Meritxell, al escuchar esto, se le vino el mundo encima, no era hija de su madre, pero entonces, ¿de quién? Meritxell subió a su cuarto, en silencio, pero rápido.
    Cuando estuvo en su cuarto, se tumbo en su cama, pensando en lo que escuchó. Esto le afectó bastante. Así pasaron las horas muertas para ella. Cuando se dio cuenta de la hora a era, ya pasaban las 23:00. Decidió echarse a dormir.
    -Mañana será otro día- pensó mientras se tumbaba nuevamente en su cama y se dormía.
    Su madre la llamó bastantes veces para cenar, pero ella ni la escucho, ella solamente escuchaba una y otra vez las palabras de su madre “Ella es MÍ hija, ya no es la tuya”.
    ··············································································································································
    Este capítulo es bastante corto, pero preferí dejarlo con esta intriga hasta el siguiente capítulo (que mala soy :P)
    ¿De verdad su madre, no es su madre?
    Lo sabréis (supongo) en el siguiente capítulo.
    Un beso y un abrazo :)
     
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    DLupus

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    Hi!!!!!!!!!! Bueno, paso a comentar :D

    1.Me encantó el cap, ¿la madre no es la madre? me lío XD
    2.Te ví algunas faltas de ortografía, pero no tantas ;)
    3.Sube pronto la conti, porfaaaaaaa!!!!!!!!
    4.Un poco corto, pero bueno ;)

    Bueno, y eso, me encantó, hasta la conti ;)
     
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    Sarita

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    Capítulo 26: La fiesta sorpresa. Parte 1.
    Al día siguiente, Meritxell se levantó como cualquier día, pero no lo era, ¡era su cumpleaños! Pero ni se acordaba de eso por lo sucedido al día anterior.
    Ella hizo lo mismo que todos los días. Se vistió, se peinó, desayuno, hizo su cama, se cepillo los dientes y esperó a Eva y Pablo en la puerta de su casa.
    Pablo salió de su casa y vio a Meritxell al otro lado de la calle. Cruzo y se reunió con ella.
    -Hola- dijo alegre él, pero ella no se dio cuenta de que le había hablado, ni siquiera se había percatado de que estaba ahí, con ella.
    -Meritxell, Pablo, hola- decía Eva al verlos allí. Eva también se había dado cuenta de la actitud de Meritxell, hasta que decidió tocarla en el brazo para que volviera de sus pensamientos.
    -¿Lleváis aquí mucho tiempo?- preguntó Meritxell poniéndose de pie para estar a su altura.
    -No, acabamos de llegar- dijo Eva con una sonrisa -¿Qué te pasa Meritxell?, estas muy pensativa.
    -No, no me pasa nada, no os preocupéis- contesto con una sonrisa falsa.
    -¿Sabes que con eso solo haces que nos preocupemos más por ti?- dijo Pablo abrazándola dulcemente.
    -No, no os preocupéis, no me pasa nada de verdad- dijo separándose de Pablo y mirando a los ojos a Eva y Pablo- bueno, vamos que si no se nos hace tarde.
    -Vale…- decían Pablo y Eva no muy convencidos y mirándose.
    Pablo, Eva y Meritxell llegaron al instituto. Entraron en la clase y llegó la profesora.
    -Buenos días, sentaros en vuestros sitios- decía la profesora entrando en la habitación –Sacad el material y abrid por la página…- fue interrumpida por Eva.
    -¡Profesora, profesora!- decía Eva llamando la atención de la profesora con una sonrisa maliciosa mirando a Meritxell –hoy es el cumpleaños de Meritxell, ¿podemos cantarle cumpleaños feliz?
    -De acuerdo- decía con una sonrisa alegre.
    -Cumpleaños feliz- empezaron todos a unísono –cumpleaños feliz, te deseamos todos, cumpleaños feliz.
    -Felicidades- le dijo a su oído Pablo.
    Meritxell estaba totalmente colorada y con una sonrisa que, todo lo que llevaba del día, nadie había podido sacar.
    -¡Qué la cumpleañera diga unas palabras!- gritó Laura.
    -Sí, claro, Meritxell di unas palabras.
    Meritxell se puso de pie totalmente colorada.
    -Bueno, muchas gracias a todos, pero no hacía falta. Me alegro mucho de haber caído en un curso tan bueno y agradable conmigo- decía sonriendo, ya un poco menos colorada. Bueno ya he terminado.
    Todos sus compañeros se sentaron y comenzaron la clase. Las demás clases pasaron con risas, felicitaciones, por lo cual, ese día no recordó lo que le escuchó decir a su madre ayer.
    Cuando acabaron las clases, Pablo, Meritxell y Eva se dirigían hacía sus casas.
    -Bueno Meritxell, esta tarde quedamos sobre las 17:00.
    -Vale- decía muy contenta Meritxell.
    -Adiós Meritxell- se despidió de ella dándole un beso en los labios.
    -Adiós.
    Meritxell entró en su casa y recordó todo lo sucedido el día anterior, y su sonrisa se esfumo en un abrir y cerrar los ojos. Pero debería parecer que estaba contenta para que nadie sospechase nada.
    -Ya estoy aquí- gritó al entrar en su casa.
    -Hola, hija- le saludó su madre desde la cocina- ven para acá, te tengo que decir una cosa.
    -Voy- contestó Meritxell.
    -Felicidades- le dijo su madre dándole un abrazo muy dulce.
    -Gracias, mamá- decía correspondiéndole el abrazo.
    -Coge el teléfono y marca este teléfono- dijo dándole un papel con un número escrito.
    -¿Para qué?- preguntó extrañada Meritxell.
    - Tú llama- decía su madre sonriéndole.
    -¿Quién me responderá?
    -No sé- decía dándose la vuelta y andando hasta el teléfono inalámbrico- toma, llama.
    -Vale- decía Meritxell llamando al número del papel. Sonaba el típico piii, y en cada zumbido Meritxell se ponía más nerviosa. Hasta que en el quinto zumbido contestan.
    -Diga- se escucho una voz masculina a través del teléfono.
    -¿¡Daniel, eres tú!?- preguntó sorprendida y muy feliz.
    -¿Meritxell? ¡Meritxell, cuánto tiempo hermana!- decía Daniel.
    -Es que ya no llamas, ¡qué alegría poder hablar contigo!
    -Ya, es que estoy muy liado con los estudios.
    -Comprendo- decía Meritxell.
    -Pero bueno, cambiemos de tema, ¡qué hoy es tu cumpleaños, Felicidades!- felicitó Daniel a su hermana.
    -¿Cuándo podrás venir aquí?- preguntó Meritxell.
    -Pues, he intentado estar hoy allí, pero no podía, tengo muchos exámenes, lo siento- se disculpó.
    -No pasa nada- decía un poco desilusionada.
    -Me sabe mal tener que colgarte, pero es que me tengo que ir.
    -No te preocupes, tienes que hacer más cosas aparte de hablar conmigo, tienes que estudiar y todo eso.
    -Bueno adiós, nos vemos- se despidió colgando el teléfono.
    -Adiós.
    -¿Qué tal está tu hermano?- preguntó su madre.
    -Está bien, pero dijo que no podría estar aquí.- decía mientras se sentaba en la mesa disponiéndose a comer.
    -No te pongas triste, ya verás cómo lo verás más pronto de lo que te imaginas- decía su madre abrazándola y sonriendo.
    -Eso espero- decía poniéndose a comer.
    ··············································································································································
    Bueno, hasta aquí este capítulo, espero que les haya gustado.
    La historia del hermano se sabrá en los siguientes capítulos. No tenía pensado nada del hermano, se me vino así de sopetón mientras escribía este capítulo.
    Bueno, adiós y un abrazo :D
     
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    Little Princess

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    Vaya! La verdad es que me he leído hoy toda la historia ^^. Está muy bien! No pasa nada porque hagas capitulos cortos (a mí me pasa lo mismo) ^^. Yo creo que es que Meritxell no tiene padre, quiero decir, que sus padres están divorciados, porque no le he visto.
    Ps:
    nombre de la madre: María Antonia o María Jesús. Para mí, son los mejores nombres de madre ^^.
     
  17.  
    Sarita

    Sarita Entusiasta

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    No sé, ya pensaré sobe ese tema, aunque ya tengo algo pensado, tu idea también es buena :)
    Gracias, ¡¡¡BIEN YA TIENE NOMBRE!!!! :) es que no sabía que nombre ponerle así que lo puse como comentario, pero nadie respondio.
    Muchas gracias por leer :)
    No se si hoy o mañana subiré el capítulo
     
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    Sarita

    Sarita Entusiasta

    Libra
    Miembro desde:
    5 Octubre 2012
    Mensajes:
    68
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Una verdadera historia de amor.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    43
     
    Palabras:
    1600
    Capítulo 27: La fiesta sorpresa. Parte 2.
    Meritxell se encontraba en su cuarto, recostada en su cama cuando escuchó el timbre y recordó la cita con Pablo.
    -Meritxell, Pablo está aquí- gritó su madre.
    -Voy- contestó bajando las escaleras con una sonrisa falsa que Pablo notó, pero no quiso decirle nada delante de su madre.
    -¿Vámonos?- preguntó Pablo.
    -Sí- contestó Meritxell- Adiós mamá, dentro de 1 hora, quizás 2, estaré aquí.
    -Vale, adiós hija, que te lo pases bien- se despidió de ella guiñándole el ojo a Pablo, pero Meritxell no se dio cuenta.
    Pablo y Meritxell iban hablando y abrazados hasta que llegaron a un parque y se sentaron en n banco.
    -Meritxell, a tu madre quizás la engañes, pero a mí no- decía mientras le miraba a los ojos con preocupación.
    -¿A qué te refieres?- le preguntó extrañada.
    -A esa sonrisa con la que llevas todo el día. Quieres aparentar que estas feliz, pero no lo estas.
    -Te has dado cuenta- decía agachando la cabeza Meritxell.
    -Sí, ¿qué te ocurre?- le preguntó preocupado.
    -Es algo que escuche ayer cuando llegué a casa, algo que no debería de haber escuchado.
    -¿De qué se trata?- preguntó extrañado y preocupado.
    -Escuche como mi madre como hablaba por teléfono y decía…
    Inició del recuerdo de Meritxell.
    -Sí, Meritxell se encuentra bien- decía su madre seria- ¿Qué quieres, para que llamaste?
    -Ella es MÍ hija, ya no es la tuya- decía su madre con tono de enfado.
    Fin del recuerdo de Meritxell.
    -Entonces, ¿mi madre es mi madre?- le preguntó con lágrimas en los ojos y sosteniéndole la mirada.
    -No sé yo que decirte- le contestó igual de preocupado A Meritxell -lo mejor será que le preguntes esta noche.
    -¿Por qué está noche, por qué no ahora?- le preguntó a Pablo.
    -Pues… porque ahora mismo estás conmigo- respondía Pablo poniéndose muy nervioso.
    -Ya, por eso tú te vas a venir conmigo- le decía mientras le cogía de la mano y se disponía a andar.
    -Meritxell, quédate conmigo un poco más por favor- le pedía mientras la abrazaba y la besaba.
    -Lo siento Pablo, pero si no vienes conmigo, iré yo sola- decía soltándose del abrazo de Pablo y poniéndose a caminar.
    -Meritxell, espera, voy contigo- le decía viendo como Meritxell se daba la vuelta y le hacía un gesto con la mano indicándole que fuera con ella.
    Pablo y Meritxell iban a paso rápido, pero varías veces Pablo se paraba excusándose que tenía sed y yendo a beber agua, ganando un poco de tiempo.
    Finalmente, Meritxell y Pablo llegaron. Meritxell abrió la puerta y…
    -¡SORPRESA!- gritaron todos los presentes.
    Meritxell no sabía que decir, se había quedado sorprendida por la fiesta.
    -¡Felicidades!- le felicitó su amiga Laura dándole un abrazo.
    -¿Tú has organizado todo esto?- le preguntó Meritxell todavía sorprendida.
    -Sí, con ayuda de todos ellos, contando con la de Pablo.
    -Ahora lo entiendo, por eso te parabas tanto, para darles un poco de tiempo.
    -Sí, espero que me disculpes- le decía mientras la abrazaba.
    -¡Tonto, claro que te perdono! No me lo esperaba ni por asomo- decía aún muy sorprendida.
    -Felicidades- le felicitó David abrazándola haciendo que Pablo se pusiera celoso.
    -Gracias a todos- les agradeció a todos.
    -Todavía no has visto nada- decía Eva mientras la dirigía hacía la cocina.
    -¡WOU! Todos estos regalos son para mí- decía muy sorprendida.
    -Sí.
    Meritxell corrió hacía la mesa llena de regalos, abriéndolos todos.
    -Este es de Pablo- miró la etiqueta que ponía “Para mi pequeña princesa, Te quiero”- muchas gracias Pablo.
    -Pero si todavía no lo has abierto- le decía sonriéndole.
    -No, pero la tarjeta me encantó- decía abrazándole.
    -Ábrelo, te va a gustar mucho.
    -Un osito- decía abrazando el osito- muchas gracias.
    Meritxell fue abriendo todos los regalos uno a una con mucha alegría, dando las gracias a todos dándole fuertes abrazos, incluso a David.
    -Bueno, ya terminé con los regalos- decía Meritxell poniéndose la manos sobre la cabeza- hay muchos regalos. Nuevamente gracias a todos.
    -No, ni mucho menos, todavía no se han terminado los regalos, todavía queda uno que está escondido- le decía Laura.
    -¿Uno más? ¿Dónde está?- preguntó con una sonrisa.
    -Nada más que lo busques- le respondió Eva
    -Creo que hay unas flechas por el pasillo- le dijo su madre.
    -¿Por el pasillo?- preguntó y salió corriendo.
    Efectivamente, había unas flechas dibujadas en el suelo guiando a Meritxell hasta donde se encontraba el regalo.
    -Esto me lleva hasta el salón- decía Meritxell apresurando su paso.
    Cuando llegó al salón había una caja muy grande, más grande que ella. Estaba envuelta con un papel verde. Meritxell fue abriendo ese gran regalo. Cuando lo abrió no se creyó lo que había en su interior.
    -¡¡¡DANIEL!!!- decía muy sorprendida abrazándole.
    -Meritxell- decía correspondiendo el abrazó- lo siento, no podía decirte nada de que venía porque mamá me obligó, decía que era una sorpresa.
    -Es el mejor de los regalos- decía aún abrazándole.
    Después de este gran regalo, la fiesta sorpresa continuó hasta que su madre decidió que ya era hora de soplar las velas.
    -Aquí traemos la tarta- dijo su madre poniéndola en la mesa.
    -Vamos cantémosle la el feliz cumpleaños- gritó Laura.
    Cumpleaños feliz,
    Cumpleaños feliz,
    Te deseamos todos,
    Cumpleaños feliz.
    -¡Meritxell sopla las velas!- le dijo su madre –pero no te olvides de pedir un deseo.
    Meritxell sopló las velas y pidió su deseo.
    Después de la tarta, los invitados se fueron, quedando solo Pablo y Laura.
    -Muchas gracias por todo- agradeció Meritxell.
    -No hay de que- contestó Laura sonriéndole.
    -Bueno yo ya me tengo que ir, le dije a mis padres que regresaría pronto y ya son las 21:00 (las 9 de la noche, para quien no lo sepa)
    -Yo también me tengo que ir, mis padres estarán preocupados- se despidió Laura.
    -Adiós a los 2.
    Pablo y Laura se fueron y Meritxell se quedó en su casa a solas con su madre y su hermano.
    -¡ahh! Que sueño- decía bostezando –me voy para la cama.
    -Vale, buenas noches- se despidió su madre dándole un beso en la frente.
    -Buenas noches- les contestó a ambos subiendo las escaleras.
    Cuando había subido a su cuarto, Daniel se puso a hablar con su madre.
    -Mamá, ¿Cuándo le vas decir la verdad?- le pregunto Daniel.
    -Todavía es muy pequeña como para enterarse.
    -Ya tiene los 15 años ¿a qué esperas, a que tenga sus propios hijos?- le preguntó- mamá será mejor que se lo cuentes cuanto antes, y si no se lo cuentas tú, se lo contare yo- decía poniéndose de pie y saliendo de la concina.
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    Hasta aquí este capítulo :) ¿se está poniendo interesante la cosa no?
    Bueno, espero que lo disfruten.
    Adiós y un beso.
     
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  19.  
    Little Princess

    Little Princess Entusiasta

    Tauro
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    Pluma de
    Escritora
    Oh my god!! Estoy ansiosa por saber qué trama la madre. La historia cada vez está mejor ;) es muy interesante. Sólo he visto un error: en una línea has puesto una 'n'. Aquí te lo pongo:
    Pablo y Meritxell iban hablando y abrazados hasta que llegaron a un parque y se sentaron en n banco.
    ^^errores tontos...no podriamos vivir sin ellos??
    Sigue así!
     
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  20.  
    Sarita

    Sarita Entusiasta

    Libra
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    5 Octubre 2012
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    Pluma de
    Escritora
    Sí, es un error tonto; iba a poner "se sentaron en un banco" pero me comí la u jeje .
    Todavía estoy pensando en que poner para que continué así de interesante, pero creo que no sé, todavía tengo que pensar el que va a pasar, así que lo mas seguro es que me tire unos cuantos días pensando, intentare subir el siguiente capítulo cuanto antes.
    Adiós y un beso :)
     
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