El Señor de la Noche

Hola, perdón la tardanza, disfruten de la conti.



Capitulo 17: Encuentro no deseado



Inuyasha consolaba a Aome, ambos estaban en su habitación, Aome le había contado sobre la traición de Koga e Inuyasha solo deseo matarlo por eso ¿Como había sido capaz de hacerle eso a Aome?, ella lloraba dolorosamente... deseaba mucho parar ese llanto, le dolía mucho verla así de vulnerable.
No supo como, pero delicadamente tomo la mejilla de Aome y la hizo verlo, lentamente bajo su rostro y beso delicadamente sus labios, deseando que con eso ella entendiera que él estaría allí para cualquier cosa que necesitara.


Aome al principio de sorprendió, pero correspondió al tierno beso de Inuyasha, había deseado tanto volver a besarlo y ahora que lo volvía hacer no podía creerlo, el dolor en su pecho fue desapareciendo de a poco, dejando que un suave calor envolviera su pecho.


Las caricias mutuas no se hicieron esperan, el beso tierno se convirtió en uno apasionado y salvaje, sin dejar de lado el amor que aun ellos desconocían.


OoOoOoOoOoO


Sesshomaru Pov´s.


Estaba caminando siguiendo el rastro del maldito que me había matado, no me había dado cuenta de que tan gravado lo tenia, pero así estaba mejor, el maldito me las pagaría bien caro por todo, Rin me seguía de cerca en silencio... debo admitir que me había enfurecido cuando me contó que yo ya no era humano, era como una especie de hanyou, pero viendo el lado positivo significaba poder cuidar bien de Aome y con mas posivilidad de matar al mal nacido



No podía permitir que ese sujeto vuelva a atentar contra la vida de Aome, ¡Que idiota fui al no percatarme antes!, sin darme cuenta empeze a gruñir, Rin se acerco a mi preocupada, ¿Porque esta mujer no me dejaba tranquilo?, esto de seguirme a todos lados se estaba volviendo molesto



—¿Sucede algo Sesshomaru-sama? —me pregunto acercándose a mi, esta mujer ya empezaba a ser un estorbo.



—No, nada —le conteste tajeante— Pero ya tengo el rastro del maldito —otro sonoro gruñido se escapo de mi boca.


—¿De quien estas hablando Sesshomaru? —me pregunto Rin mientras miraba a los alrededores que solo eran iluminados por el brillo de la luna.


Yo la mire intensamente...


OoOoOoOoOoO


Inuyasha y Aome estaban caminando tranquilamente por las calles oscuras de Transilvania, Miyu había salido quien sabe donde y ultimamente Miroku se ausentaba por mucho tiempo en la mansión Taisho, Inuyasha le decía a Aome que no se preocupase ya que Miroku ya estaba grandecito como para cuidarse solo.


Ambos jóvenes venían caminando tomados de la mano, un suave sonrojo cubría las mejillas de ambos, todo parecía tan perfecto... pero la felicidad de Inuyasha no duraría mucho cuando un pestilente aroma llego a su nariz, un gruñido de enojo se salio de lo más profundo de su garganta, la muchacha se pego más a él e Inuyasha volteo a verla, debía ponerla a salvo... no quería que ni Naraku ni Kikyo la viesen.


De seguro si la vieran le harían daño y eso nunca se lo perdonaria.


—¿Que sucede?, ¿Alguien se acerca? —le pregunto preocupada.



—Si... —le contesto — Y es mejor que te vallas a un lugar seguro Aome... yo me encargare de esto ¿Si? —le dijo Inuyasha, Aome solo asintió y el vampiro la tomo entre sus brazos.



Cerca de allí había un árbol, la subió hasta unas ramas y la escondió allí... Aome era tan pequeña que pasa desapercivido, los cazarecompenzas eran todos humanos, y gracias a ello Aome no seria encontrada.


Unos ruidos alertaron a Inuyasha, este se alejo un poco del árbol, tomo la figura de un vampiro y espero a que Naraku haga acto de presencia ya que su aroma estaba más cerca que él de Kikyo.
Naraku apareció entre la neblina, Inuyasha mostró sus colmillos pero Naraku siguió avanzando hasta que se detuvo bajo el árbol en el que Aome estaba oculta.



—Vaya, vaya...—dijo una vez que estubo frente a Inuyasha —Mira lo que me trajo la noche, hace mucho que no nos vemos Inuyasha —dijo este.



—Khe!, si diría que hace bastante pero...—dijo mientras hacia sonar sus manos mostrando así sus garras — Ya era hora de que aparecieras maldito, ya tenia deseos de poder sentir tu sangre entre mis garras —le decía Inuyasha mientras se acercaba a Naraku.



Este sonrió con burla, de esas también en los que tramas algo y con un chasquido de dedos dos relámpagos aparecieron impactando en la espalda de Inuyasha, haciéndolo caer bruscamente al suelo, Aome grito de terror y bajo del árbol, pero la imagen del hombre que tenia frente a ella la dejo impactada.


—¡¡Aome huye!! —le grito Inuyasha muerto de miedo, deseaba tanto poder ir con ella y protegerla, pero le ardía mucho la espalda y se sentía débil de pronto.



Naraku solo mira a la chica, él ya sabia que ella estaba allí pero no iba a atacarla, una sonrisa se apareció en sus labios y miro a Aome con intensidad.


—Hace mucho que no nos veíamos, ¿No, Aome? —le pregunto él, Aome esquiva la mirada de Naraku sintiendo sus ojos arder por las lágrimas que querían escaparse por sus ojos.


—Si... padre—


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N/A: ¿Como estubo el capitulo? ¿Como tomara esta noticia Inuyasha? ¿Llegara a tiempo Sesshomaru?... ¡No se pierdan la conti!.

 

Hola, perdón por el retraso de esta conti pero aqui esta.



Capitulo 18: Fatídico día


Todo estaba bastante mal, Inuyasha no salia de su asombro... ¿Quien hubiese imaginado que su Aome iba a ser hija del bastardo de Naraku?, no sabia que pensar.
La mirada de Aome reflejaba odio mientras que la mirada de Naraku era neutra, aunque el joven vampiro intentaba levantarse no podía por culpa del ardor en su espalda, ¿Desde cuando Naraku podía lanzar rayos con solo tronar sus dedos?.



—¡¡Naraku!! —se escucho la voz de Kikyo, cuando ella llego se quedo impactada.



¡Su prima estaba viva!, no podía creerlo, una emoción creció en su pecho y tuvo ganas de ir hacia ella pero... giro a ver al maldito vampiro que se encontraba malherido en el suelo y su querida prima ahora viva mantenía una fuerte pelea de miradas con su jefe ¿Acaso ya se conocían?.



—¿Que quieres, porque atacaste a Inuyasha? —le cuestiono con enojo Aome al hombre.



—Esta no es la forma de tratar a tu padre —le dijo Naraku mirándola con reproche.



—¡¡NO!!, ¡¡Tu no eres mi padre!! ¡¡Yo soy una Higurashi y no una Musso!! ¡¡Tu nos abandonaste a mi madre y a mi hace muchos años!! ¿Porque lo hiciste? —gritaba la chica mientras muchas lágrimas caían por sus mejillas.



El hombre frente a ella no dijo nada, unos aullidos se escucho a lo lejos y la imponente figura de Sesshomaru apareció junto con la de otros licántropos entre ellos, Koga.
Naraku los veía sin ninguna emoción, trono sus dedos mientras una cínica sonrisa aparecía en su rostro, Sesshomaru dio un fuerte gruñido y corrió hacia Aome protegiéndola de los fuertes rayos que caían del cielo.


Rin y Shippo protegieron a la humana (Kikyo) con pesar, pero tenían ordenes de cuidar de todos los que estuvieran presentes junto a Aome, Inuyasha rodaba por el suelo con dificultad y justo cuando un rayo iba a impactar nuevamente contra él Miyu hizo acto de presencia salvándole nuevamente la vida.



—Hay hermanito ¿Que harías sin mi? —le pregunto graciosa mientras alsavan vuelo esquivando los rayos.



Una vez a salvo llego Miroku en su forma de vampiro, volteo a ver enojado a Nraku ¿Desde cuando ese sujeto podía hacer esas cosas?, miro a su alrededor... un licántropo hanyou sostenía a Aome-sama protectoramente, Rin y Shippo protegían a Kikyo y Koga y sus amigos miraban todo desde la altura de un edificio, esto estaba bastante interesante, se decía a si mismo.



—Dejate de juegos "Padre" y muestrales tu verdadera forma... —le dijo Aome a Naraku con enojo y furia, se soltó de los protectores brazos de Sesshomaru y corrió junto con un débil Inuyasha.



Naraku sonrió de forma torcida y una espesa niebla gris lo envolvió, la luna mostraba apenas una sonría y las grises nubes terminaron de ocultarla.
Unos rojizos ojos brillaron entre la oscuridad, dos grandes alas negras, colmillos y una sonora carcajada se dejaron ver cuando la niebla se hizo menos densa.



—¿Un vampiro?...—susurro Kikyo sin poder creerlo— ¿Eres uno de ellos? —le pregunto incrédula.


—No solo es un vampiro...—replico Aome —Es un medio-Vampiro —dijo sorprendiendo a todos.



Nadie podía creerlo, a excepción de Sesshomaru ya que él sabia perfectamente que Naraku el responsable de su muerte, y ahora que lo tenia en frente le haría pagar todo lo que le hizo a Aome y a él. Esta vez no se le escaparía como la ultima vez.


Inuyasha, Miroku, Miyu, directamente no entendían nada, un sujeto de la misma especie igual a ellos quería matarlos durante mucho tiempo, ¿Como alguien podía cazar a los de su especia? ¡Es como si derepente hubieran humanos que cazan humanos!, era simplemente ilogico,
Koga, Rin, Ayame y los demas lobos estaban igual de anonadados.


Rin no dejaba de pensar en algo que no la tenia pensativa y dudosa...


— SI el problema es con los vampiro... ¿Porque nos caza a nosotros también? —Rin quizo sacarse esa duda pero sabia bien que seria preguntar en vano.



—¡Oyeme maldito! —le grito Inuyasha levantandose de su lugar — ¡Somos de tu misma especie! ¡¿Porque mierda nos cazas?! ¡Acaso estas enfermo! —le gritaba cólico.



—Si tanto te interesa pues... todo ocurrió por culpa tuya y de la maldita sacerdotisa —le explico Naraku.



El hanyou al ver la cara de Inuyasha de no haber entendido cambia su apariencia, su rizado cabello negro se vuelve lacio y azabache, sus rojizos ojos se vuelven achocolatados y su cuerpo cambia a la de una mujer con ropas de miko.
Inuyasha no podía creer lo que sus dorados ojos veían, la mujer que tenia enfrente era...



—Midoriko —susurro con impresión y sorpresa.



—Vos y esa miko me dificultaron todo... ambos cayeron en mi trampa jaja —rio con cinismo, Inuyasha sentía una rabia inmensa rodearlo — Por tu culpa Midoriko se alejo de mi y no pudo darme lo que me prometió —dijo esta vez serio.



—¿Que fue lo que Midoriko no te dio? —Inuyasha lo vio directamente a los ojos, Naraku tomo otra vez su forma de antes.



—La perla de Shikon —le dijo este y volvió a mirar con gran furia a Inuyasha — ¡¡Por eso tuvieron que ser castigados!! ¡Vos por alejar a Midoriko de mi! ¡Y ella por traidora! ¡¡Sufre maldito vampiro!! —grito furioso mientras otra vez dio un chasquido.



Miles de relámpagos y truenos cayeron sobre las maltratadas calles, Shippo tomo a una Kikyo que se encontraba en Shock, Rin y Ayame junto con Koga, Hakkaku y Ginta trataron de salvar a todos los humanos de los alrededores que podian, Sesshomaru tomo en sus brazos a Aome mientras esquibavan los mortales rayos.


Inuyasha esquivaba todo débilmente, le costaba mucho moverse, además con estas repentinas noticias sentía que toda su mente era una gran rebelión, Naraku noto eso y puso un dedo en alto hacia el cielo, luego apunto rápidamente hacia Inuyasha... un peligroso rayo se dirigio a el vampiro maltrecho a toda velocidad, Inuyasha cerro los ojos esperando el mortal impacto... el rayo le dio a un cuerpo y todo quedo en silencio, Naraku tomo vuelo apenas unos relámpagos naturales del cielo hicieron acto de presencia advirtiendo una lluvia.


Todo se había quedado quieto, la lluvia apareció mojando a todos, Inuyasha abrió los ojos dolorido, alguien lo había salvado de la muerte, giro levemente su cabeza notando que la persona que lo salvo fue nada más que...



—Miyu, no —susurro con espato y se arrastro dolorosamente hacia su hermanita —Por favor resiste hermana —le suplico mientras tomaba a su débil hermana entre sus brazos — ¡Resiste! —le grito.


Miyu estaba muy lastimada, el rayo le había dado un golpe mortal... pronto iba a morir y eso la asustaba pero... cuando vio que su Inuyasha iba a ser quien fuera el que resiviria el rayo no le importo recibirlo ella por él, total... Inuyasha siempre la protegió de todo por muchos años, estaba bien que ahora ella le devolviera el favor, por eso no le importo dar la vida por Inuyasha.


Sabia que ahora Inuyasha no estaba solo, estaba Aome con él... todo iba a estar bien, solo esperaba no irse al infierno, con pesar abrió los ojos solo para ver como su hermano se bañaba en lágrimas.


—Es la primera vez que te veo llorar hermano —le susurro ella, Inuyasha la tenia recostada en su regazo y la lluvia los bañaba dando ese toque más triste a su despedida — Hermano, quiero que seas feliz... que no te sientas culpable por esto... —le decía Miyu mientras su débil y pequeña mano acariciaba la mojada mejilla de Inuyasha.



—¡No! —grito mientras apretaba fuertemente a Miyu en su pecho — ¡No te vayas!, resiste por favor no quiero que te vayas... quedate conmigo, por favor —lloraba Inuyasha.


—Abrazame Inu-chan —le dijo en un suspiro Miyu.


Inuyasha obedeció de inmediato, Miyu se sentía feliz, pronto el dolor desaparecería y lo mejor de todo era que había podido hacer todo lo que le hubiese gustado: Tenia a su hermano a su lado, a Miroku que era su mejor amigo, ¡Tenia a una amiga! Aome era su primera amiga y por fin se había enamorado...Sesshomaru.

Feliz Miyu dejo escapar el poco aire que tenia, su pequeña mano cayó al suelo, ella había muerto con una expresión de paz y una hermosa sonrisa en sus labios.

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N/A: ¿Les gusto el capitulo? ¿Que ara Inuyasha ahora con la muerte de Miyu? ¿Que sera la perla de Shikon?... ¡No se pierdan los últimos capítulos!.​