Una sala que ninguno creyó poder acceder fácilmente. Al entrar, podéis contemplar una sala repleta de cámaras de vigilancia, cada una de ellas apuntando a zonas distintas del lugar en el que os encontráis encerrados. Curiosamente, solo las cámaras de los lugares por los que ya habéis pasado están accesibles: la zona delta, las tres salas de escape, el comedor, la zona de descanso, la lavandería, la enfermería y los baños. De alguna forma, la persona que está controlando el juego solo os ha abierto el grifo hasta donde le convenía. Como si, en cierta medida, buscase aumentar la crispación y la vigilancia entre los miembros del grupo. En cualquier caso, el atractivo de la sala no son solo las cámaras de vigilancia. Podéis notar, bajo las pantallas, varios instrumentos de comunicación que no comprendéis del todo. Parece que, quienes construyeron el lugar, usaban esa zona para mantenerse comunicados con el exterior. Quizás... ¿Pudiesen contactar con alguien allá afuera?