You only live once. (Sasusaku)

YOLO, lady's and madafakas.

Hola, queridos lectores. Muchos no me conocen. Yo, antes Bells, originalmente Whatsername, e vuelto, y nadie me conoce. Me siento como una ola sin sol, en fin, la marea me empuja y me desvenase en la calidez de las arenas de la playa... Putas metáforas.

Lean, lean. Solo se vive una vez.

e.e

Uno.​

Si, claro que lo recuerdo. Era una tarde de marzo. 7:45 p.m. 06 de Junio. 2011.

Y es que no tengo la acertada certeza, como la paradoja de Gabriel Marquez. Pero, si hubieran tan solo observado, como su mirada se fundía en la mía, un solo parpadeo, hubiera quemado tu pupila. Esa sana enfermedad. La que no hace daño, me estaba lastimando la garganta.

Él era conocido, como el rompe cuerdas. El trece. O... más bien el cuervo. ¿Morboso, no? La gente, se inducía por todo lo que veían, o le que les dejaban ver. Por que, a mi me parecía, que mostraba interés por la Linda Mckenzie, camarera de pleno derecho, y labios trompudos, tanto, que le hacían la divertida bromilla de la insana petición de Lady Di.

A veces no sabía, si el gusto del caballero Morgan, era sentarse y observarla a ella, o mirar al Cuervo, que tan enfermo estaba, que raspaba como lijas sus dedos contras las cuerdas de la lira metálica. Me gustaba, mucho, mucho que olvidaba el sentido del gusto.

Asistía a los toquines en el Red Clover, en la calle quinta, de la avenida Petterson. Nombre, que se la daba por el señorío de la capital de Washintong, Robert J. Petterson, cosa que los habitantes ignoraban por completo.


Toquines; más conocidos por pequeñas presentaciones de bandas no reconocidas de la localidad, claro esta por la descripción de esas personas. Linda, es una digna camarera hermosa del Red. Morgan, es el joven aficionado de los gluteos bien formados. Nunca falta a su bebida de las séis y media.

Y yo, solamente soy Sakura. Ya me irán conociendo, que no me apetece decirles como se marchita una flor.

Pero, cuento con 19 años.

Si no estaba equivocada, era la perfecta edad del celibato. Arrebatar pasiones. Y perder la virginidad, y más ya no encontrarla.

Linda, tenía 18. Y era una mujer de aspecto más adulto que joven. Y aún a si, tenía esa personalidad picarona y juguetona, como la de una mujercita en pleno florecer. Morgan, era un hombre de 21 años, su físico, era más que perfecto para su edad. Era un chico exacto. Tan exacto, como su actitud de psicópata profesional.

Y aún eran más. Y únicos, reales.

Si bien me acuerdo, era el Cuervo, el que me hacia estar ahí y conocer más a esas humildes y simpáticas personas. Con anhelos de vivir más haya de la muerte, y desafiar a la vida colgando sobre un delgado hilo. Todas, eran como dos gotas de agua...

Él, no.

Una gota fría, oscura como el petroleo. Era inmensa, la más dolorosa gota que alguien pueda derramar en solo un arrebato lastimero. Sasuke, era el nombre perteneciente de ese joven. Ya no le volví a ver, desde que se cancelaron sus pequeños conciertos en el bar.

Se dice, que hubo un problema con el dueño y que jamás quiso saber nada del Cuervo, su estupefacta sonrisa de sorpresa, salió del despacho del líder ese día. Otros dicen, que tubo relaciones intimas con la amada hija del gerente, y se le hizo saber al señor Clover. El vaso derramo una gota.

Y esta la más detallada teoría, se murmuraba que Cuervo había tenido contacto con los magníficos y excepticos Japoneses, habían ahogado un trato en sus cabezas y tenían planeado sacar uno de sus mejores álbumes en Tokio, Japón. Juraron destruir a todas esas bandas de pop que nacían como hormigas de un hormiguero.

Pero, no.

Nadie supo su paradero.

Todos, simplemente siguieron con su vida. Y era fantástico seguir yendo sin verlo, y ver actuar pacíficamente a las masas llegar al bar. Yo no tenía el don de las palabras, mucho menos era observadora, pero, me gustaba pretender ser algo que me gustaría ser.

Yo me gustaba. Era una persona de mente abierta y boca cerrada.

¿Cómo sería él? Valla a saber que carajos pensará ahora que se fue.

Todo seguía. El aire, movía siempre las mismas cortinas. El oxigeno venía con todo, hasta sacar el mismo por las sonrisas de los mortales al disfrutar del aire rozar con el mantel de la cortina. Linda, atendía a la misma Cloe Henrry de los veteranos millonarios. Chica misma, que tuvo sexo con Cuervo en el 04 de Abril, cuando cumplía años el Don Juan de Santiago.
Todos, solo actuamos prudentes ante la noticia. En fin, todo corría a su curso.

Nuevas caras, aparecían como fotografías en los diarios de la ciudad. Otras, cambiaban, como el salpicar del café a las hojas débiles del periódico del Caché. Es decir, también desaparecían otras, que podían hacer arrugar gestos junto a otras. Era un ciclo de no parar.


Y, Cuervo a de irse mucho a la... verdad, eso era lo que al menos queríamos saber. La verdad basada en echos reales, de por qué desapareció. Unos mismos, construían su verdad a base de mentiras. U otros, se quedaban con lo que los demás decían. Y no, ese no era mi estilo.

Todo ese alboroto se detuvo el día en que el señor Clover, cerró el club. Maldita sea. Fue tan inesperado, que todos quedamos mirando la puerta roja cerrar, intercambiando miradas llenas de angustia. ¿Y si Cuervo volvía, y no nos encontraba?

Que sea de Dios si él encuentra mi dirección.

10 de Diciembre se acabo la función. Para dar a conocer la verdad de nuestras vidas.

Todos se arremangaron tanto a la vida galante de Jazz, saxofones, blues, café, Jack Daniel's cigarrillos número 5 y las barbaridades de la moda antigüita, como decía mi abuela Agustina. Que, nos dimos cuenta, que nuestra vida fue usada en un bar.

Red Clover, se llevó todo. Se quedó ahí, encerrado. Cuervo se llevó otra parte. No esperábamos que teníamos que iniciar de cero.

Pero que si algo era seguro, era que el día en que leyera esto, estaría sonriendo.

~
Hasta aquí. Si tienen alguna duda, de que no le entendieron o fulanito, no duden en hacerla.
No se apuren, pronto agarrará forma. Por lo pronto, me inspiré en You Only Live Once, de The Strokes.
Si, adivinen quien cantara por Sasuke(?)

Los espero, gracias por su atención, espero que les agrade.