Aquí veo sin problemas desde mi trono helado como las huestes de hombres siguen como un rebaño de ovejas descarriadas los ostentosos bienes materiales y van a cumplir sus fantasías mas bajas. Incito a que ellos las sigan, sin embargo ellos tienen aun el poder para resistir a tales placeres mundanos. Los hombres se han dejado llevar por la excesiva sed de conocimiento con la que quise tentarles para usos menos nobles, con esto se causaron guerras que acabaron con miles de vidas de sus propios hermanos, causaron enfermedades, hambre y miseria… No es mi culpa si su voluntad es tan débil, son pequeñas pruebas que deben pasar sino quieren acabar en mis celdas de hielo, donde acabaran lamentándose durante toda la eternidad de lo bajo que cayeron…a no ser que tuvieran alguna voluntad para enmendarse, quien sabe…ya me a sorprendido alguno de ellos con ese casi extinto valor. Príncipe ahora de un reino de sufrimiento y castigo, donde me lamento por hermosos días del pasado… Yo una vez fui Luzbel el ser mas hermoso de la creación por aquel entonces…lleno de sabiduría y encanto fui el querubín protector. Yo una vez fui quien orquestaba y componía los cánticos a nuestro glorioso padre, cánticos tan hermosos que llenaban todo lo creado en el cielo y en la tierra, reconfortándolo con las dulces y sinceras palabras armoniosas que salían de las voces de los ángeles. Luzbel era yo…el portador de la luz… Y aunque yo estaba por encima de cualquier ángel…no estaba por encima del padre...yo quería estar mas arriba que cualquier cosa, empaparme con todo el conocimiento que aun se me escapaba, ser el único ser hermosos y glorioso de toda la creación, ser el primero el mas alto… Sin embargo aquello solo me llevo al exilio…al destierro, por mucho tiempo castigado por algo que jamás debí hacer, lo lamente durante mucho tiempo, primero sentí ira, luego desamparo y tristeza, me sumí en aquella miseria agonizando en mi soledad. Mis alas se tiñeron de negro como quemadas sin poder volver a volar a mi antiguo hogar, a los brazos de mi padre. Lleno de rencor empecé a hondar en el corazón de los hombres dándole oscuras posibilidades a sus acciones, aunque también me empecé a sentir arrepentido y con el tiempo llegue a tener una oportunidad, yo reinaría como príncipe del inframundo, no estaría por encima de nadie, pero podría castigar a aquellos corazones débiles que no supieron elegir bien por su egoísmo al igual que yo. Corazones oscuros que debe pasar mucho tiempo o esfuerzo para poder enmendarse… Yo una vez fui Luzbel…portador de la luz, ahora el príncipe de una cárcel de hielo y dolor.
Hola, tengo que decir que estuvo bastante interesante. Ver la perspectiva del bello y siniestro Luzbel que tiene respecto así mismo, esa manera de proyectar sus sentimientos y lo que quería alcanzar; que por querer llegar a lo más alto, terminó por convertirse en el príncipe de las tinieblas. Pasemos a lo técnico; pude apreciar que abusas en demasía de los puntos suspensivos, los cuales sólo se utilizan en caso de que haya más cosas que decir pero no alcanzan las palabras o cuando se tiene duda respecto a ciertas cosas... Hay algunas palabras que deberían llevar su respectiva tilde, mencionarlas todas llevará su rato, pero entre ellas pueden destacar: "aun, quien, mas, lamente, etc." Confieso que hubo una palabra al principio del escrito que no estaba en mi vocabulario (huestes), sí, así es, tuve que abrir mi empolvado diccionario e hiciste que aprendiera algo nuevo. Te agradezco por dejarme leer ese lado del ángel caído. Saludos.