Contenido oculto Bueno, pues de nuevo mi cabeza ha vuelto ha hacer de las suyas. Esta vez he divagado, extrañamente inspirada por una canción, sobre las mujeres, más exactamente, sobre todas aquellas mujeres sometidas, privadas de sus derechos por el simple hecho de ser lo que son. Reconozco que el relato es un tanto sensacionalista, sin embargo, solo en ciertos retazos. Creo que no es muy difícil de comprender, pero si algo no se entendiera preguntad sin más. Por si a alguien le interesa, la canción provocadora de este desvarío es: I am woman de Helen Reddy Yes, I am woman Exhausta, vívida, maravillada. Allí, frente a la enmoquetada escalinata de un viejo autobús, decididamente decidida, subió peldaño a peldaño absenta de vaciles. Entregó el billete con euforia contenida, vanagloriándose ante tal éxito, para después acudir hacia el asiento prometido con exuberante orgullo y paso ligero. Observó divertida el ajetreo de infinidad de viajeros que circulaban sin rumbo, dando trompicones emparejados de miradas perdidas, llorosas, divertidas, cansadas, juguetonas. Una salvaje oleada de maletas multicolores y el trajín de ruedas y motores, mezclados con la gris humareda de los vehículos, conformaba el más voraz de los espectáculos. Ruidos sórdidos, quejosos e insólitamente lejanos se amotinaban bajo el gigantesco reloj de la estación, mostrando una abrumadora manifestación de enseres catastróficos y enloquecidos por el tiempo. No obstante, ella mantuvo intacta su creciente grandilocuencia. Una demoledora fuerza había absorbido el alma temerosa que la atormentara años y años, alzándose ahora, bajo un techo enmohecido y sin más compañía que cuatro muchachos cargados de banas esperanzas y algún que otro pilluelo, un espíritu invencible, abominable, incluso. Porque estaba viva otra vez, preparada y libre. Totalmente libre. Deseosa de emprender el camino hacia la felicidad, una utopía que creyó muerta tiempo atrás, pero que ahora resurgía al igual que un fénix, nítida y excitante. Durante unos segundos pareció perderse en su propio sueño, exenta de cuanto acontecía a su alrededor. Sin miedos o temores. Contando los segundos que restaban para que aquel artilugio rodante iniciara su marcha, y con ella, el ansiado futuro. Porque, sí, era una mujer, cuyo roto corazón había renacido como una férrea fortaleza, infranqueablemente inaccesible. ¡No más palabras falsas!, ¡no al sentimiento de impotencia, amargura, desazón, rencor, dolor y odio!, ¡no al infierno en vida! Y, como si el eterno ruego por fin hubiera comenzado a ser escuchado, el vehículo comenzó su rumbo. Al tiempo, ella, perfecta y rebosante de estupefacción, dejose llevar al reino de su fantasía, ahora, convertida en realidad.
Saludos ^^. Un nuevo drabble que emoción, al parecer esta historia es la de una mujer que ha cumplido su sueño de viajar, yo también quiero hacerlo. Pero podría decirse que me encuentro en la parte donde aún parece un sueño lejano de tu hisotria. Es curioso como la chica se sintió mucho más fuerte "Sin miedo o temores" cuando el vehículo comenzó a moverse camino a lo que tanto había anhelado, ignorando todo aquello que para otras personas podría resultar molesto como el ajetreo de las personas o el humo de los carros. Mi única sugerencia quizás, sería que dejarás un espacio entre cada párrafo para proporcionar al lector espacios de descanso y al mismo tiempo dar una impresión de menor extensión que invité a las personas a leer tu trabajo. Espero haber acertado esta vez, nos vemos.
