Minami es una ciudad entre las montañas Akaishi; para entrar uno debe subir colina arriba por mucho tiempo; al llegar, encontrará una ciudad rica en vegetación frutal. Excelente sitio para recolección de materiales. Gobierno: Es una ciudad dirigida en su mayoría por mujeres; los hombres son escasos. Dirigidos por la casa feudal en Kōfu (capital) Locales: Shukusha Dojo Comercio Santuario Clínica Herbolaria
El rol de Ginko proviene de este post: Kamakura Capítulo XIII 戦争の準備 (Sensō no junbi) — Preparativos para la guerra Ginko llegó a la ciudad de Minami, dónde Sasaki les había indicado; una falla en su ruta los obligó a dividirse; Rei se desvió pues estaba seguro que Minami estaba al este y no al oeste; así que terminaron separándose y el que llegó a su destino fue Ginko. Allí debería esperar por Hinata y Gon; y por el descuido de Rei, también tendría que esperarlo a él, pues no sabía a dónde fue a parar; pero eso no le preocupaba a Ginko, Rei era muy capaz de cuidarse por su cuenta. Llegó a la ciudad en el medio día aunque parecía que la noche no tardaría en llegar. Aquel lugar una pinta parecida a Kamakura, una ciudad entre montañas, húmeda y fría. Pero la gran diferencia radicaba en la vida urbana, muchas mujeres caminando por las pequeñas calles, la mayoría cargando canastas con varios frutos, todas parecían sonreír e incluso se escuchaba música distante, el pueblo se notaba tranquilo y feliz. Ginko puede visitar cualquier sitio mientras espera a Gon y Hinata. Contenido oculto Slam
Ginko Harutomo Minami -> Comercio Finalmente, aunque con algunos contratiempos con su compañero, Ginko arribó a Minami. La ciudad le agradó sobremanera, era la clase de lugar tranquilo y distendido que a él le gustaba. "Y después yo soy el que anda en las nubes, le dije a Rei que esa no era la ruta, pero ya habrá tiempo de echárselo en cara cuando llegue. Espero que se encuentre bien.." pensaba mientras se paseaba lentamente por la ciudad, saludando amablemente de vez en cuando a las mujeres que pasaban y tomando algunas frutas de los árboles que iba comiendo por el camino. Luego de un rato de pasear, se detuvo a revisar en su equipaje el cofrecito de madera donde guardaba su opio y no le quedaba mucho, quizás podría encontrar en algún local por aquí o al menos preguntar donde podía conseguir. En eso se topó con un comercio "Quizás este podría ser el lugar indicado" pensó y decidió entrar.
Comercio [Ginko] Entro a aquel sitio; los aromas lo inundaron; pero no era el opio lo que olía, era incienso, uno muy potente. Una mujer se acercó a él lo miró con una amplia sonrisa —Buenas tardes joven viajero, ¿Busca algo en específico? ¿Algo de beber, comer? — al parecer el sitio vendía comida; pero estaba vacío, a pesar de que era buen momento para una comida.
Ginko Harutomo El olor a incienso en el lugar era un poco invasivo, pero a Ginko le gustaban los aromas fuertes, estaba acostumbrado, por lo que le agradó ese recibimiento. —Buenas tardes— respondió a la mujer con una sonrisa igualmente de amplia que la de ella —Estaba pensando más bien en algo de fumar, pero no sé si sea el lugar indicado..— dijo mirando un poco a su alrededor y notando que era un lugar donde más bien se vendían alimentos —Quizás podría decirme de algún sitio para ello si sabe de alguno..— preguntó confiando en su buena suerte, pues por alguna razón, a donde quiera que iba siempre encontraba a alguien que lo podía ayudar a conseguir algo.
Comercio [Ginko] —Puedes fumar si lo deseas, no tengo clientes que puedan molestarse— soltó una pequeña risa —Pero te recomiendo ir a la herbolaria, seguro ellas podrán darte un indicio para buscar hierbas y cosas recreativas— se detuvo a pensar —O puedes ir a la clínica, allí también podrías preguntar al respecto, creo que la señora antes fumaba
Ginko Harutomo —Mmm ya veo, ¿no marchan muy bien las ventas?— mencionó por la falta de clientes —Me has ayudado con la información así que lo mínimo que puedo hacer es gastarme algunas monedas aquí, además ya va siendo hora del almuerzo y tengo ganas de cocinar algo... ¿qué tienes que no sea carne?— preguntó llevándose una mano a la barbilla mientras miraba qué alimentos e ingredientes podría encontrar ahí.
Anochece en Minami. Comercio [Ginko] La mujer sonrió—Arroz con gachas por ejemplo, mi especialidad, tu estómago quedará caliente y contento— soltó una pequeña risa —Apagaré el incienso para que no te cambie el gusto, lo pongo para ahuyentar a los malos espíritus; al parecer ha funcionado. Ahora tengo un cliente— acomodó una mesa, dejó palillos y dejó una taza con agua —Siéntate por favor; volveré en unos momentos. Tardó un poco pero volvió con un tazón enorme de arroz con gachas se veía delicioso, el aroma era bueno y humeaba pues estaba recién preparado. En ese momento entró un hombre; en aquel sitio no era usual ver hombres y menos con características tan especiales. Contenido oculto Avanzó hasta una de las mesas se sentó, cerró los ojos y desapareció. Posiblemente las drogas de Ginko fueron mucho mas potentes ese día.
Ginko Harutomo —¡Oh, esto se ve delicioso! Muchas gracias— exclamó contento de encontrar una rica comida, ya le había dado un poco el bajón de las drogas y le estaba dando bastante hambre. Se sentía a gusto en ese lugar y la mujer era muy amable —Tienes que pasarme la receta de esto— le comentó y le estaba contando que a él también le apasionaba la cocina cuando vio entrar a un hombre al lugar —¡Ah, mira! Tienes otro cliente— miró a la mujer señalando al lugar donde el sujeto aparentemente se había sentado, pero en cuanto volvió a verlo ya no estaba —¿Ah? Ha desaparecido, creo que estoy alucinando.. ¿Tú no lo viste?— preguntó a riesgo de parecer un loco, cosa de la cual no estaba muy lejos que digamos.
Comercio [Ginko] La mujer suspiró—Lo veo todas las noches; un yurei— no se le notaba asustada, estaba plenamente acostumbrada—Ese hombre es la razón por la que no tengo clientes— se sentó frente a él sin ninguna pena —Al parecer es un alma en pena del clan Minami. Miró como disfrutaba de su tazón de arroz —Es una receta muy sencilla; enjuagas el arroz hasta que el agua deje de salir blanca, lo dejas reposar por uno rato en agua para que absorba y crezca; ya así lo puedes colocar a hervir, dos tazas de agua por una de arroz, eso es muy importante; las gachas hiérvelas por separado, y en un rato corto lo tendrás listo; es muy simple. En ese momento entró un hombre; en aquel sitio no era usual ver hombres y menos con características tan especiales.
Ginko Harutomo La mujer parecía estar acostumbrada a la tan extraña situación así que Ginko decidió imitarla y tomarse con calma lo del fantasma. Ella lo tenía tan naturalizado que prosiguió explicándole la preparación de ese patillo —¡Ah! Eso es excelente, lo pondré en práctica, pero.. ¿has dicho Minami? Ese es uno de los clanes de las flores, yo también pertenezco a uno, los Asakura. Es la primera vez que veo un fantasma, pero te lo tomas tan normal que sorprenderse parece una actitud incoherente con la situación ¿Por casualidad sabes la historia de ese hombre? ¿Quién era?—
Comercio [Ginko] La mujerlevantó la mirada cuando Ginko mencionó los clanes de las flores—¿Un Asakura? ¿Y sólo te di arroz con gachas? Deja te traigo un poco de sake—dijo levantándose para volver a la cocina y regresar con una jarra de sake y dos vasos, sirvió en ambos—Bebe; necesitas un poco del alcohol para escuchar mi historia —La mujer bebió, esperando que Ginko hiciera lo mismo.
Ginko Harutomo Se sorprendió tras la reacción de la mujer, al parecer su clan era bastante bienvenido en este sitio, seguramente a Rei y los demás les agradaría. Por un momento pensó en Rei y se preguntó si estaría bien, pero enseguida volvió la mujer con el sake e interrumpió estos pensamientos. La verdad era que después de una buena comida no le sentaba nada mal un trago. Esto y unas pitadas del opio que aún le quedaba lo predispondrían a una buena inmersión para escuchar la historia —De acuerdo, estoy listo— dijo Ginko después de beber y encender su pipa —Prosigue, pero me gustaría también saber tu nombre pues creo que no nos hemos presentado. Yo me llamo Ginko Harutomo, soy hijo del médico de los Asakura y también me dedico a la medicina—
Comercio [Ginko] La mujer sonrió al verlo tomar el sake; para después escupir el que permanecía en su boca para después limpiarlo—Mi nombre es Sayaka—Ginko comenzaba a sentirse mareado —Acabas de ingerir ricina; es un veneno, si no es tratado a tiempo terminarás paralizado —soltó una pequeña risa —No te preocupes, mi intensión no es lastimarte; Ginko Harutomo — avanzó hacia él —Sólo me aseguro de que no te muevas de aquí mientras voy por la líder del clan; seguro ella querrá contarte la historia, sabiendo que compartes clan con los Asakura. La mujer corrió hacia la salida emocionada —¡Así que no te vayas! o te quedarás envenenado. Y te recomiendo no fumar, no sé si se crucen los efectos y termines muerto —sonrió antes de salir de allí. Contenido oculto Slam puedes huir pero te quedarás envenenado.
Ginko Harutomo —Ohh maldición..— dijo Ginko revoleando los ojos, tenía que aprender a ser menos confiado con los desconocidos, no todos iban a ser paz y amor como él —Bueno, un gusto Sayaka— dijo mientras la mujer se iba —Así no vas a tener muchos clientes~— canturreó. Cuando estuvo solo miró a los lados y se encogió de hombros restándole importancia a la situación y siguió dándole pitadas a la pipa, esperando con calma a ver con qué lo sorprendían ahora. Contenido oculto Te juro que pensé en la posibilidad de que me lo envenenaran, pero como ella también había tomado me confié xP
Comercio [Ginko] Sayaka tardó en regresar; pero como prometió no lo hizo sola; una mujer la acompañaba; vestida de negro por completo, haciendo juego con su largo cabello del mismo color. Contenido oculto —Un Asakura —mencionó al ver a Ginko, cabello blanco —Harutomo, quiero creer. Sayaka afirmó, pues Ginko ya le había dicho su nombre. —Lamento que Sayaka te retuviera con una amenaza como esta, serás atendido; de eso no debes tener la más mínima duda — mencionó aquella mujer mientras se sentaba frente a él —Mi nombre es Akari Minami; actual líder de mi familia —miró alrededor del negocio. —Los espíritus —miró a Ginko —Volvieron a esta ciudad después de morir, nuestra ciudad de origen— mencionó Akari mirando el sake desperdiciado en los vasos, llenos de ricina —Esto nos pasa por abandonarla en primer lugar, todo por ir a Kamakura —en su voz no había rencor, sólo melancolía —El hombre que viste es mi difunto esposo, su alma sigue sin encontrar reposo, no creo que pueda hacerlo. No con los Minamoto destruidos. Contenido oculto Slam jajajajaja lo siento, debía parecer creíble xD por eso ya no habló más después, estaba aguantándose xD
Ginko Harutomo —Sí, ese soy yo— respondió Ginko que ya estaba bastante mareado, pero no por eso dejaba su pipa —Supongo que será la costumbre de este lugar retener a la gente de esta manera.. ¿Y quién soy yo para decir lo que es normal en su cultura señoritas? Pero les ruego que si la idea no es asesinarme me quiten este veneno, el arroz estaba rico y no me gustaría tener que devolvérselos tan pronto..— las amenazó ahora él con un vómito, mientras los nombres de clanes de las flores seguían apareciendo en medio de la turbulencia de su mareo —Los Minamoto no están extintos, aún quedan miembros de ese clan, vengo de Kamakura y estoy seguro de que allí hay algunos, el alma de tu esposo podría descansar en paz—
Comercio [Ginko] Las mujeres se miraron entre si cuando Ginko mencionó lo del resurgimiento de los Minamoto; Akari regresó su mirada a él —¿En Kamakura? —preguntó con tristeza palpable —No hay nada bueno que salga de ese sitio en estos momentos. La puerta se deslizó; una mujer musculosa y un hombre alto y delgado entraron. —¡En eso estoy de acuerdo; nada bueno sale de ese maldito lugar! Contenido oculto Ginko los reconoció de inmediato; eran Hinata y Gon. —Akari Minami —mencionó Gon ante la mujer con una reverencia. Hinata hizo lo mismo. —Ginko, ¿Dónde demonios está Rei? Contenido oculto Slam
Ginko Harutomo —¡Hinata! ¡Gon!— Exclamó el peliblanco cuando sus compañeros de clan aparecieron frente a su ojo —A ver si se dejan de tantas reverencias y me sacan este veneno, que me voy a cansar de tomármelo con calma— les mencionó a todos los presentes dejando caer la pipa, el mareo ya era demasiado fuerte. —Yo también me lo pregunto— respondió a los Asakura tomándose la frente con la vista de su único ojo nublada —Tuvimos un desacuerdo cuando vinimos hasta aquí y al parecer se desorientó. Me porfiaba que Minami estaba al este, nunca le hacen caso al yonki..—