Frozen Y sí hacemos un muñeco {frozen}

Tema en 'Fanfics sobre TV, Cine y Comics' iniciado por VJSR, 15 Agosto 2014.

  1.  
    VJSR

    VJSR Espada de Hielo y Escudo de Fuego

    Sagitario
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    Escritor
    Título:
    Y sí hacemos un muñeco {frozen}
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1100
    Y sí hacemos un muñeco
    La nieve caía afuera con majestad y magia. El sonido sordo que dejaba a su paso era emblemático y seductor. El color frío azulado y esplendido blanco baría todo a su alrededor. La pequeña Anna era atraída de una forma fantástica hacia aquella vista que le traía tantos recuerdos junto a su adorada hermana Elsa.

    Caminando hasta la puerta que tantas veces le recibió en vez de su hermana, Anna suspiró con pesadez. Ella quería jugar con Elsa en la nieve, como cuando eran más pequeñas.

    –Elsa… –tocaba con timidez esa pequeña muralla que le prohibía el paso para ver a su hermana. –Elsa… Ven, sal conmigo… Está nevando.

    La respuesta detrás de la muralla fue un total silencio. Elsa no contestaba a su ruego, pero ella realmente quería jugar con su hermana.

    –Ven, Elsa… Podemos… Juntas… Hacer… –suspiró. –¿Y sí hacemos un muñeco…? Ven vamos a jugar… Ya no te puedo ver jamás, hermana sal… Parece que no estas…

    Al otro lado de la puerta Elsa sollozaba al escuchar la voz de su hermanita. Solo quería protegerla, protegerla de ella. De sus poderes, del hielo. Ella también quería jugar con Anna, era su mejor amiga, su amada hermana. Pero no podía, debía protegerla.

    Solíamos ser amigas, ya no más… No entiendo lo qué pasó…

    No podía, no debía… Solo debía salvar a su hermana de ella misma. No podía ser egoísta y salir a hacerle nuevamente daño a su hermanita. No otra vez a su querida Anna.

    –¿Y sí hacemos un muñeco…?

    Una lágrima cayó tras otra, el hielo se hizo presente.

    En verdad quería hacer un muñeco con Anna, de veras lo deseaba. Pero no, no hasta que controlara sus poderes.

    –¿Y sí hacemos un muñeco, Elsa? Como cuando éramos más pequeñas. –murmuró la pequeña con nostalgia, pero el silencio le volvió a responder.

    Derrotada, Anna se retiró con su mirada triste y al otro lado de la puerta, Elsa lloraba abatida por su desgracia.

    –Si quiero hacer un muñeco contigo, Anna… Pero… susurró entre lágrimas la próxima reina de Arendelle. –Lo que hay en ti no dejes ver… Buena chica tú siempre debes ser… No has de abrir… Tu corazón…

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    Años después…

    La nieve caía como magia y danzaba con elegancia. El sordo sonido a su paso era maravilloso e hipnotizador. El frío blanco y el hábil azul bañaba todo su entorno, y el correr de las personas y las risas de los niños inundaban todo el reino. La joven Anna estaba embelesada ante la resaltada vista que le recordaba tanto a su preciada hermana mayor.

    Dando pasos alegres entrelazados en baile y un tarareó gozoso, con una sonrisa de felicidad y con renovado amor Anna tocó la puerta de la habitación de su hermana.

    –Elsa… ¡Ven! –rió la dulce princesa con mucha alegría. –¡Vamos hacer un muñeco!

    No obtuvo respuesta alguna.

    –Oh vamos, Elsa… ¡Ven! Está nevando… ¡Vamos, sal! –se cruzó de brazos con una sonrisa confiada esperando la respuesta de su hermana.

    Nuevamente un gran silencio.

    –Elsa… ¿Elsa? ¿Estás bien? –preocupada por el silencio de su hermana, Anna se empezó a desesperar. –¡Elsa! ¡Elsa! ¡Hermana!

    Un nuevo dolor se instaló en el pecho de la princesa, y su cuerpo poco a poco descendía hasta quedar sentada en el piso y recostada cabizbaja a la puerta que tantas veces le prohibió ver a su hermana, la prueba del rechazo de su mayor.

    Con ganas de llorar y confundida, Anna se preguntaba qué había pasado hasta que de la nada sintió un golpe húmedo, frío y rápido seguido de una jovial risa.

    Levantando la mirada, la princesa pudo ver que al otro lado del pasillo Elsa le había lanzado una bola de nieve y que en esos momentos trataba de esconder la risa victoriosa de su reciente travesura.

    –¡Con que ahí estabas! –exclamó con falso enojo y alivio al ver a su rubia hermana.

    –Lo siento, solo te quería hacer una pequeña broma… –rió Elsa con inocencia ocasionándole ternura a su hermana menor.

    –Una pequeña broma… –cuestionó Anna con una sonrisa de lado. –¡Ya verás mi venganza!

    Riendo como cuando eran niñas las dos hermanas saliendo corriendo, en ese momento no les importaba que una fuese la reina y la otra fuese una princesa comprometida. En ese momento ambas eran dos hermanas que deseaban recuperar el tiempo perdido, eran dos hermanas que querían divertirse y dejar salir las niñas que había en su interior.

    Corriendo hasta las afuera del castillo, la princesa y la reina jugaban lazándose bolas nevadas, empujándose hacia la nieve acumulada y persiguiéndose entre tanto manto blanco.

    Ambas cayeron entre risas, una al lado de la otra. Sintiéndose como si el tiempo las recompensara, como si nunca hubiese pasado nada y siempre se mantuviesen siendo las mejores amigas. Como si finamente y como nunca fueran inseparables.

    Al mirarse con profunda ternura y tomándose de las manos, Anna le sonrió a su hermana para dar inició a su ansiada petición…

    –Elsa, y sí hacemos un muñeco…

    –Ya tenemos a Olaf, no necesitamos hacer otro más… –sonrió Elsa acariciando las manos de su hermana, dándose el lujo de tener la cercanía que se había prohibido tener.

    –No… Hagamos otro… –la abrazó Anna. –Uno tú y yo.

    Elsa la miró confundida.

    –¿Uno tú y yo?

    –¡Sí! Un muñeco que hagamos las dos, juntas… –le sonrió con ternura. –Además, Olaf necesita un hermano… Y yo pensé que como tú habías creado a Olaf, y como Olaf se parece al que habíamos hecho cuando niñas… Y no es que Olaf tenga un problema, Olaf es perfecto como es. Pero... Quizás, ambas… Podíamos hacer otro muñeco de nieves…

    Con un creciente amor y plenitud, Elsa sonrió y volvió abrazar a su hermanita. Realmente no cabía en sí del regocijo que sentía en esos momentos. Su hermana era lo más importante para ella y su felicidad era su mayor alegría. El amor de Anna salvó su corazón.

    Ella quería ser libre de sus antiguos miedos, Anna la había ayudado a superarlos. Y este será su comienzo para emendar sus errores pasados. Finalmente y como nunca, Anna tendrá al tiempo completo de regreso a su hermana mayor.

    –Claro, Anna. Podemos hacer un muñeco… Juntas.

    Y brincando con extremada emoción Anna se levantó arrastrando a su hermana para así por fin hacer el muñeco de nieve que tanto había deseado hacer junto a Elsa.

    Los finales felices existían, ambas estarían juntas para siempre y por siempre.

    Además, Olaf también tendría un nuevo hermano de nieve con quien disfrutaría del verano.
     
    Última edición: 27 Agosto 2014
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    Keilani

    Keilani Usuario popular Comentarista empedernido

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    Escritora
    Creo que el momento que más me agrado fue la bola de nieve que arrojó Elsa; sin embargo, no puedo decir que toda la historia fue de mi agrado

    Primero, encuentro innecesario retomar la escena con parte de la canción "¿y si hacemos un muñeco?" porque desvía la atención del tema y que además los que han visto frozen recuerdan bastante bien. Creo que bien se podría hacer alguna mención al pasado y simplemente abordar el tema luego de cierta cantidad de años, sin dar tantas vueltas.

    Segundo, aunque la idea de que construyan un nuevo muñeco de nieve es tentador para una escena tierna entre el par de hermanas, creo que se quedo corta al expresar el momento de la propuesta de Anna.

    Tercero, tienes ciertos errores muy notables como poner "amabas" en vez de "ambas", cosas que una segunda lectura previa a publicar ayudarían a dar una mejor presentación de tu trabajo; pese a ello la ortografía resulta bastante buena.

    Finalmente reitero que no me convenció por completo el drabble, ya que requiere más trabajo y pudo explotarse más la idea.
     
    Última edición: 15 Agosto 2014
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    VJSR

    VJSR Espada de Hielo y Escudo de Fuego

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    Escritor
    ¿Cómo empezar? ¡Adoro los comentarios largos!

    Podría decir que también es la mía. Y gracias por tu sinceridad.

    Por el contrario, quizás en otra historia repetida pensaría igual que usted, pero esta historia la hice hace meses atrás y la subí en otra página. Fue mi primera historia de Frozan y fue hecha para una persona que no la había visto hasta ese momento. Pero la temática de esta historia era muy sencilla, el antes y después. Con esa idea la hice y me pareció genial. Yo no quería hacer una trama, ni inventar un trasfondo. Solo quería plasmar el antes y el después, y contestar la pregunta que me había hecho cuando vi la película; ¿Lograron hacer el muñeco de nieves? Sí bien sabe, al final de la película la canción de fondo es un mezcla de la tonada de esta canción y desde que vi esa parte creí genial el imaginar que finalmente pudieron hacerlo juntas.

    Eso es cierto, Anna debió divagar más jejeje. Pero las prisas son malas consejeras y yo no me tomé la molestia de agregar más antes de subirlo acá.

    Usted también, en su comentario jejejeje. Gracias por el señalamiento, ya lo arreglé, mi capitana.

    Es un One-Shot (aunque parezca cortito), tiene 1,995 palabras quitando el título. Y es cierto, no profundicé, y con mi hastioso don de palabra no fue de mis mejores obras. Pero como dije, solo quería hacerle una dedicación a una persona cansada de escucharme hablar todo el día de la película. Pero no tengo problema, agradezco mucho su comentario.

    Por ser mi primer comentario (quizás el único) y ser una persona tan importante le regalaré... ¡Una paleta virtual de la imaginación! Nuevamente gracias por su opinión.
     
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