William

Tema en 'Relatos' iniciado por Kaede, 2 Mayo 2010.

  1.  
    Kaede

    Kaede Guest

    Título:
    William
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2562
    William

    Etto u//u Me da algo de vergüenza publicar un escrito mio >3<
    Me gusta escribir y la verdad es que lo hago mucho, pero el cuento que traigo es el primero que decidi publicar >.<
    Me serviria muchisimo si los usuarios que acostumbran a pasar por este foro, fueran tan amables de dejarme algunas criticas constructivas n_n
    Y desde ya muchisimas gracias a quienes vayan a leer mi escrito por tomarse el tiempo y la molestia ^^

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    William

    Él es un hombre increíble, es muy apuesto, atento y sumamente gentil con las personas, sin importar de quien se trate. Movíase en todo momento con gracia y elegancia, y en cualquier entorno o situación siempre lleva un aire de modestia y simpleza. Sobresalía por entre todos los demás y atraía la atención de sus pares, aunque nada de eso parecía agradarle. De hecho, para evitar ser el centro de atención, el se mostraba muy poco en sociedad, sus amistades solo eran intimas y muy discretas, y su vida, mayormente solitaria. En fin, el es un hombre excepcional vea por donde se lo vea. Prácticamente es un hombre soñado.

    ¿Como es que se todo eso sobre el? Es por que siempre lo observé. Antes de darme cuenta, él se había ganado mi corazón, y desde que puedo recordar vivo enamorada.

    Aunque me presento en los lugares que el frecuenta, me es imposible acercarme siquiera para preguntarle la hora. Nunca pude hacer mas que observarlo. Quizás sea cierto, soy demasiado tímida y eso me impide encarar dicha situación, o a lo mejor es cobardía de mi parte, un miedo sin sentido, temor a perder algo que no me pertenece, a ser rechazada por aquel hombre soñado a quien tanto añoraba. El punto es que nunca crucé palabra con el, pero para sentirme mas cercana pensé que debía al menos conocer su nombre.

    No teníamos conocidos en común, y yo no podía acercarme a preguntar su nombre así como así, moriría de vergüenza si lo hiciera, lo mas seguro es que no podría decir una sola palabra frente a él. Fue por eso que decidí bautizarlo con un nombre temporal hasta el día que pudiera saber su nombre real. William, así es como lo llamaba para mis adentros, nombre oido entre la realeza, y que creo que representaba mejor que cualquier otro a aquel chico tan distinguido y elegante que había ganado mi corazón.

    El tiempo continuaba con su interminable y desesperante ciclo, los segundos se convertían en minutos, luego en horas, y poco después se tornaban días e incluso semanas en las que yo no hacia mas que observar a William en silencio

    Ya conocía su rutina, aquel joven iniciaba sus días muy temprano por la mañana, cuando el sol comenzaba a asomar para dar fin a las frías noches. William, a pie pasaba justo por delante de una de las ventanas de mi casa, yendo camino a su trabajo. Varias veces lo seguí con cuidado y discreción, y así supe que el era camarero en un restaurante cercano. También supe que luego de trabajar, el acostumbraba a perderse en las leves colinas que rodean a la ciudad, retratando cada uno de los paisajes que desde allí se apreciaban. Para el atardecer, William descendía de las colinas e iba de compras, y cuando la noche llegaba, el ya en su casa, pasaba horas recostado en una de sus ventanas viendo el cielo estrellado.

    Es cierto, siempre observe a aquel hombre tan magnifico, siempre quise acercarme mas a William pero nunca supe como hacerlo y tampoco tuve el valor necesario para imaginarme en dicha situación siquiera.

    El tiempo no se detiene. El tiempo siempre avanza, nunca espera por nadie. Las semanas continuaron pasando, y en verdad se volvía desesperante, mientras mas avanzaba el tiempo, mas se reducían mis posibilidades de acercarme a el, más se acortaban neustras vidas, más me asustaba.

    “Si no avanzo, podría perderlo. Alguien mas ocuparía su corazón. O a lo mejor William se cansa de ver cada día la ciudad, desde las mismas colinas. Cada día un paisaje tan igual, siempre tan común, tan rutinario, hasta el punto de hartarse y decidir por irse muy lejos en busca de nuevas imágenes que retratar...” En verdad era triste ver el tiempo pasar de esa manera. Por eso fue que luego de meditarlo, tomé una decisión, no debía perder mas tiempo, tenía que hablarle, debía hacerlo sin importar como acabase eso. Así fue como al día siguiente intente tener un encuentro “casual” con él. Por la mañana durante el amanecer él iba a pasar como cada día, frente a mi ventana camino a su trabajo en aquel restaurante. Esperé por el en la calle, iba a hablarle en cuanto lo viera, no sabia que iba a decir, pero eso no me iba a detener. El tiempo paso y William no asomo. En verdad fue un mal inicio para mi día, esa misma mañana en que me había decidido por hablarle, el no se había presentado frente a mi casa.

    “En el restaurante”. Eso fue lo primero que pensé, “quizás cambio su camino, o a lo mejor llego mas temprano a trabajar” decia para mi, intentando levantar mi animo. Sin dudarlo ni perder mas tiempo me dirigí hacia el lugar, "si voy al restaurante en que William trabajaba, de seguro voy a poder cruzar unas cuantas palabras con él" Decía para mis adentros. Eso era suficiente para mi, era mas de lo que había llegado a soñar incluso. Siempre lo estaba observando y siempre lo amé, pero nunca quise hacerme demasiadas ilusiones por el miedo que me causaba el rechazo. Me limité a soñar solo con poder estar cerca suyo cada día, simplemente con poder verlo, aunque fuera desde las sombras, tan solo disfrutando de las emociones que el causaba en mi. Eso era más que suficiente, pero, aun así debía acercarme un poco, tenia que hablarle y de ser posible formar una relación de cualquier tipo con él, por mas minima que fuera. Con un simple "conocidos" bastaría.

    Ya en el restaurante, muy nerviosa me senté en una de las mesas y observe detenidamente a los empleados buscando a William. Uno de los camareros se acerco a mi, no se trataba de él, eso había calmado mis nervios, pero la desilusión se hizo presente enseguida. El camarero dijo que William había renunciado el día anterior. Terminé por abandonar el lugar pocos minutos después de haber entrado, comenzaba a sentir un vacío increíble y no sabia como actuar, “Renuncio...”. Preocupada pensaba cosas sin sentido, o quizás demasiado precipitadas “¿Habrá abandonado la ciudad?” Susurraba mientras analizaba la situación de una manera muy pesimista. “¿ Por que me demore tanto en decidirme? ¿ Será que lo perdí antes de poder siquiera oír su voz?” Me lamente con mucho pesar mientras deambulaba sin rumbo por las calles vacías. De por si la situación me inquietaba mucho, pero todavía quedaba un día entero por delante y debía intentar encontrarlo, despues de todo, ese era el día en que iba a hablarle.

    Mas allá del rechazo, lo que ahora me asustaba era no poder encontrarlo. William había renunciado a su trabajo así que ya no iba a verle en el restaurante, y tampoco iba a pasar por las mañanas frente a mi ventana, solo pensarlo me entristecía, pero si tenia suerte, William todavía iba a estar en las colinas que rodeaban la ciudad, retratando aquellas imagenes desde lo alto, y mas tarde, antes de regresar a su casa, iba a hacer las compras al lugar de siempre. Todavía era posible verlo, solo debía encargarme de mantener mi animo alto, sin desistir de buscar al hombre que amaba con todo mi corazón desde hacia tantos años ya.

    Pasado el mediodía me dirigí a toda prisa hasta las colinas. Mi sorpresa fue grande cuando hasta el clima se puso en mi contra. ¿Como podía haberlo olvidado? ¿Como pude tomar una decisión tan importante en un momento tan inoportuno? Desde la semana anterior se pronosticaban tormentas para la mayor parte de esta semana, y para mi desgracia, ese pronostico no se había equivocado como tantas veces solía hacerlo. El cielo tronaba fuerte y el sol estaba completamente oculto tras las densas nubes que cubrían cada rincón en lo alto, pero en mi desesperación ignore al clima por completo y a pesar de todo me dirigí hasta aquellas colinas. Era obvio que el no iba a estar, ¿Como iba a retratar el paisaje debajo de la lluvia? Su pintura se estropearía enseguida.

    No tenía caso. No se por que lo hice, pero espere varias horas sentada en el suelo, abrazada a mis rodillas y ocultando mi rostro entre mis brazos, disimulando mis lagrimas de resentimiento para conmigo misma bajo la lluvia, y con una pena enorme. Era en verdad desesperante, el mismo día que planeaba acercarme a William, el no estaba en ninguno de los lugares que solía frecuentar, no pude verle una sola vez durante aquel día.

    El tiempo no se detuvo, pero se volvió eterno. Aun estaba sentada bajo la lluvia, desahogando mi pesar y mi enojo. El tiempo continuo avanzando muy despacio, creí que había llorado por horas, pero al fijarme, no tenia siquiera media hora en las colinas. Ya no sabia como buscarlo.

    Definitivamente él no iba a presentarse. Como era de suponerse, un día de lluvia no podia ser buen momento para pintar desde las colinas. Creo que tampoco era buen lugar para que una persona se lamentara. De permanecer ahí un segundo mas, estaba segura de que mas allá de mi pena y enojo, iba a terminar enfermando.

    A paso lento y con la mirada perdida en el suelo caminé bajo la lluvia de regreso a mi casa. A pesar de saber que no era bueno para mi salud, no me importo pensar que podia enfermar, y me hubiera encantado que eso pasara, quizás verlo como castigo por mi falta de madurez y por haber perdido tanto tiempo antes. Creo que en verdad me hubiera reconfortado un poco.

    La noche cayo y la lluvia ceso. Viendo las calles por una de las ventanas de mi casa, y sin esperanzas de encontrar a William en lo que quedaba del día, pensé quizás en ir a su casa. Era una idea absurda, pero en verdad quería verle, ya no importaba si no le hablaba, tan solo con ver a aquel hombre me hubiera conformado y animado.

    Aun no había hecho las compras así que tenia que salir una vez mas, por eso ir a casa de William era lo ultimo que se me ocurría. Solo pensé que de regreso podría desviar mi camino tan solo un poco, y pasar por el frente de su casa para verlo por la ventana en que siempre solía estar.

    Ya terminando de hacer las compras y yendo en dirección a la casa de él, el clima me jugo una mala pasada nuevamente. La lluvia que rato antes había cesado, ahora había vuelto. Yo no había llevado un paraguas así que solo atiné a refugiarme bajo un balcón cercano.

    Viera hacia donde viera, la ciudad brillaba intensamente reflejando la luz de de los faroles, y cada vez que una nube se movía y lo permitía, la luz de la luna bañaba por completo el lugar. Era sin duda una vista hermosa, pero me causaba muchísima angustia. Si la lluvia no cesaba pronto, William quizás se fuera a dormir, y así ya no podría verle aunque pasara por su casa. No podía ser un peor día para mi, desde el principio todo salio mal. Nunca antes me había sentido tan angustiada.

    La lluvia no parecía detenerse, el tiempo continuó avanzando y decidí esperar un poco mas, y regresar a mi casa sin pasar a ver a William. Deje las bolsas que llevaba conmigo en el suelo, y me senté junto a la pared del edificio, una vez más esperando abrazada a mis rodillas. ya no tenia lagrimas con las que desahogar mi frustración, por eso me limite a dejar que mi mirada desilusionada se perdiera entre las luces que los charcos reflejaban.

    “Disculpe” Oí a un lado y levante la vista vagamente en esa dirección. Inmersa en mis pensamientos solo me fije que un chico con un paraguas en una de sus manos se agachaba a mi altura . “ No parece que vaya a detenerse pronto. Puedo acompañarla si le parece bien.” Dijo el refiriéndose al clima, en un tono reconfortante y muy amable. Solo asentí, y mientras me ponía de pie, él muy gentilmente tomo las bolsas que yo había dejado en el suelo. “Puede llamarme Oliver...¿Hacia donde se dirige?” pronuncio el muchacho en tono simpático.
    Muy desanimada fui en compañía de Oliver hasta la entrada de mi casa. Durante todo el camino él fue hablando de muchos y muy variados temas, y aunque en un principio no le preste atención a sus palabras, de a poco y en compañía suya fui recuperandome. Antes de darme cuenta, y ya llegando hasta mi casa, me sentía mucho mejor e ibamos manteniendo una conversación animada y fluida.

    Parados frente a la entrada le di las gracia por su gran amabilidad, como era debido, y me despedí, sintiéndome reconfortada. Oliver se despidió “Fue un gusto acompañarla esta noche.” Dijo. “Si no es demasiada molestia, ¿podría regresar a verla y salir algún día que haga mejor clima?”. Esas palabras habían sido sorpresivas, pero era un chico muy amable y gentil. En su compañía me sentir reconfortada, así que asentí mientras le decía que podía regresar aunque el clima no fuera bueno.

    Pasé a mi casa, mientras la claridad y las luces del interior iluminaban parte del la entrada. Al momento de voltear a saludarlo pude ver muy claramente su rostro. En verdad estaba viendo algo que no podía creer. Mis manos y piernas comenzaron a temblar y yo estaba petrificada junto a la puerta, se que empalidecí en ese momento, y poco después comencé a sonrojarme. “ William... ” Susurre muy despacio mientras observaba a Oliver sonreír e irse bajo la lluvia.

    Fin.​

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    PD: >3< Espero sepan disculparme por el espaciado entre parrafos >w<! Lo deje de esa manera, por que no me permitía dejar sangria en el inicio de los parrafos, y bueno n.ñ Por lo menos en mi pc se veian los parrafos demasiado amontonados y deformados n.ñUu
     
  2.  
    cuki

    cuki Entusiasta

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    Re: William

    Pobre chica, hay que ver la mala suerte que tiene ^.^
    En general, me ha encantado la historia, tanto como está narrado, como la trama en sí.

    Por otro lado, tienes algunos problemillas a la hora de poner los acentos, sobre todo en los pronombres (como él y mí)

    De nuevo, te felicito por tu gran historia. Espero ver algo más tuyo por aquí, nos vemos^.^
     

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