Whisky y Guerra

Whisky y Guerra

Esta realmente no es de mis favoritas, pero espero que disfruten leyendola tanto como yo escribiendola
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Sentado en esta silla, tomo mi botella de whisky para disfrutar con esta los últimos momentos de mi vida, moriría, eso lo sabía y ya lo había asumido, en mi habitación oía los ruidos de los disparos y las explosiones de las granadas, mientras el olor a humo , gas lacrimógeno y sangre coagulada se extendía por todo el lugar entrando por las ventanas, todo esto encajaba perfectamente en los tiempos de guerra que se vivian en esos momentos.

Mientras destapaba la botella con fuerza, mi panorama en este momento no era mas que mi destruido hogar en los suburbios, frente a mi yacia el cadáver de mi mujer en plena descomposición, había muerto poco antes de que yo volviera a manos de los soldados invasores, y solo era cuestión de tiempo para que yo corriera con la misma suerte, había terminado de abrir la botella de ese embriagante liquido de color caramelo, dulce néctar que pronto me sacara de este mundo, quizás el alcohol, quizás las malditas balas, se que desapareceré de este mundo. Podia ver los sofás destruidos, los vidrios quebrados, absolutamente todo volteado, fuera de lugar y despedazado, ver todos mis esfuerzos destrozados frente a mi, mis duras manos por mi trabajo de obrero no hacían más que asentir todo lo que decía, nunca fuimos de clase alta, y a duras penas entraríamos en la media baja, muchas veces nos acostábamos sin comer por falta de dinero y es que esta sociedad desprecias a los más bajos estratos aprovechándose de ellos para aumentar su malicias y sus riquezas, a costa de nosotros quienes pagamos el precio de las guerras como lo ha pagado mi consorte y como lo pagaremos mi botella de whisky y yo. Agarrando con rabia por el cuello el frasco que contenía aquel preciado que derramaba algunas gotas por lo descuidados y abundantes tragos que tomaba de esta. Solo era cuestión de tiempo…

El polvo comenzaba a acumularse en mis arrugas, lo notaba y cualquiera podria notarlo aun 3 metros de distancia. Mi vida nunca fue buena, siempre tuve que lucha por ella y por mi propia parte, las canas de mi pelo como muestra de frustración y desamparo que siempre tuve en mi tiempo de vida, mi trajes tenían manchas de tierra y whisky, mientras mi cara mostraba las cicatrices que el tiempo y el trabajo generaron en mi. La pólvora se podía respirar a la par que el oxigeno. Me levanto de mi silla para asomarme por la ventana un poco, ver los cadáveres y los estragos que causaba esta guerra sin motivos en el humilde poblado, paredes que se derrumbaban ante la marcha del ejército que establecía el caos como única regla durante su avance.

Mientras me devolvía a mi botella de whisky, noto el sonido de la botas contra el suelo acercándose a la puerta, veo mi vida pasar por delante mientras me siento, recojo del suelo una pistola llena de polvo y la elevo a la altura de mi cráneo

Los veo entrar, acaricio el gatillo con mis duras dedos, dudo por uno segundos pero no había otra opción, presiono con fuerza hacia atrás y con un seco y frio impato mi cuerpo cae de la silla tumbado la botella de whisky que se derrama mezclándose con la sangre que expulsaba por mi boca

-¡Os veré en el infierno, reclutas!