When the dawn fades

Mi primera historia, espero que les guste. Un aviso primero, el capitulo 1 y 2 los escribi hace 1 año, y volvi a retomar hace 2 meses desde el capitulo 3 en adelante. Por lo que los primeros capitulos pueden ser un poco aburrios, pero les prometo que desde el capitulo 4 esta mas interesante. Estoy pensando mas adelante re-hacer los 2 primeros capitulos. Acepto abiertamente criticas.

Bueno, sin mas preambulo. Disfruten.



Cap 1: Salida forzosa.

-Introducción-
Mi nombre es Darek, vivo en Elphein junto a mi hermana, Mogran. Tenemos una vida muy tranquila aquí. Normalmente nunca pasa nada raro en esta ciudad, es un poco aburrida, pero pacifica y muy agradable. Últimamente se están viendo algunos soldados Solarias patrullando las afueras de la ciudad. Será algún tipo de entrenamiento para ellos, en verdad, me gustaría ignorarlo. También he comenzado a tener sueños extraños, alguien hablándome, una Dama negra envuelta en la oscuridad, suplicando ayuda. No entiendo realmente que significa.
Paso los días en casa, practicando esgrima con la espada de mi padre, deseando poder algún día volverme un buen espadachin. Mi hermana se la pasa casi todo el día en la biblioteca del pueblo. Leyendo viejos libros sobre hechicería y cosas por el estilo, a mí nunca me gustaron esas cosas, espero que sepa lo que hace.
Paso las tardes ayudando a los granjeros, para poder tener algo de comer.
Los días son largos y aburridos, igualmente, cosas interesantes pasan de vez en cuando. Un perro me muerde, algunas personas discutiendo en la calle, pero fuera de eso, es lo mismo de siempre.
Hasta que un día...

-En casa, Durante la noche-

-Sueños de Darek-

Darek: Otra vez, estos sueños raros... Me encuentro tirado en el piso mirando el cielo, solo que no hay nada. Ni nubes, ni estrellas, solamente la enorme luna brillante en el cielo sin estrellas, como si fuera un mensaje.Darek se queda mirando el cielo, sin moverse del piso. Luego de un momento de mirar la luna, comienza a pasar algo, la luna comienza a ponerse negra, a perder su blanco brillo, para cubrirse de un negro, mas oscuro que la oscuridad misma. Darek intenta levantarse, inútilmente. La luna continua perdiendo su brillo, hasta que queda totalmente oscura, más oscura que la noche misma, una mancha de oscuridad en el cielo sin estrellas.
Hasta que, ve algo que cae de la luna, era la misma Dama negra de sus antiguos sueños, cayendo rápidamente desde el cielo, hasta que toca la tierra. La Dama negra se para enfrente de Darek, una mujer pálida como la luna, su cabello de un blanco que parecía brillar, vestida con un manto negro, detrás de ella, unas grandes alas negras.
Se queda durante unos segundos parada, mirando hacia Darek, hasta que cae de rodillas frente a el, y se queda mirándolo.

Darek: ¿Que es esto? ¿Por que tengo estos sueños raros? ¿Que significan?

La Dama negra le responde a Darek, sin ni siquiera mover los labios.

Dama negra: Libérame... da fin... a la guerra...
Darek: No entiendo, ¿que esta pasando?
Dama negra: Termina con... el sueño solar...ayúdalos a despertar...
Darek: ¿Sueño de quien?
Dama negra: Despierta... Despierta...

-Darek despierta-

Mogran: ¡Despierta! ¡Despierta!
Darek: -agitación- ¿Que demoños?
Mogran: Despierta, ¡rápido! La aldea esta en llamas. ¡Tenemos que huir!
Darek se levanta estrepitosamente de la cama.
Darek: ¿Que esta pasando?
Mogran: No tengo idea, sucedió todo de repente, alguien esta atacando a Elphein!
Darek va rápidamente hacia el otro extremo de su habitación, y agarra la espada de su padre.
Mogran: ¿Que piensas hacer con eso?
Darek: No me iré a ningún lado sin la espada de papa, ahora si, vámonos.
Ambos salen de casa, miran al exterior, la aldea estaba siendo atacada. Los caballeros Solarias, estaban luchando con contra otros soldados con atuendo oscuro, pero ellos eran mas. Los caballeros de la luz estaban perdiendo.

Darek: ¡Hay que huir!

Darek agarra fuertemente del brazo a Mogran y comienzan a correr, alejándose cada vez más del campo de batalla y de su aldea.

 

Cap 2: El encuentro.

-Durante la noche-

Darek y Mogran siguieron corriendo hacia el norte, escapando de la aldea en llamas. De repente, ven un grupo de dos soldados negros y un mago, mas adelante en el camino.

Darek: Mierda, más de ellos. Mogran, entra al bosque, ¡pronto!

Ambos salen del camino y entran al bosque, no sin antes ser vistos por los soldados. El mago arroja una bola de oscuridad hacia los árboles, tratando de golpearlos. Ambos, Darek y Mogran, se adentras más al bosque tratando de perder a los soldados. Se esconden en un pequeño agujero en la base de un árbol hueco.

Darek: *Agitación* creo que los hemos perdido...
Mogran: Que alivio... por poco y creí que...

De repente, se escucha un grito desgarrador a lo lejos, ambos se quedan en silencio. Unos momentos después, escuchan otro grito mas, una explosión y luego otro grito. Ambos permanecen callados, sin saber lo que pasa... Luego de un momento de silencio, se escuchan pisadas, cada vez más cercanas, Darek sujeta su espada, que hasta ahora permanecía en su espalda, Mogran lo mira con una mirada triste. El estaba listo para salir y defenderse.
Sale y golpea con su espada al primer hombre que ve, el cual con un rápido movimiento bloquea el golpe y rápidamente golpea la espada de Darek, haciendo que esta vuele y quede clavada en la tierra, un par de metros lejos de el. Darek mira su espada, luego mira al hombre que lo ataco, no llevaba la misma ropa que los soldados de los que escapaba, pero seguía teniendo una espada, lo cual era lo que mas le preocupaba.

Desconocido: *apuntando con la espada a Darek* Vienes con migo, dile a tu amiga que salga.
Darek continua mirándolo, sin moverse, apenas respirando.
Desconocido: *baja la espada* Tengan un poco de respeto por el que les acaba de salvar la vida, durante la noche no es seguro este bosque, y menos durante la guerra. Acompáñenme.
Mogran sale del árbol y corre hacia Darek.
Mogran: ¡Nos mataras cuando estemos desprevenidos!
Desconocido: Si quisiera hacerlo, ya lo habría hecho. *Guarda la espada* Busca tu espada y sígueme.
Mogran: *mirando hacia Darek* ¿Crees que deberíamos seguirle? No me gusta nada esto.
Darek: ¿Que opción tenemos?

Darek y Mogran siguen a su rescatador, sin siquiera todavía saber de que se trata esto, o de quien es. Lo siguen durante unos minutos hasta llegar lo que parecerían ser las ruinas de una casa.

Desconocido: Esperen aquí afuera.

El sujeto entra a la casa, y al cabo de unos minutos sale y les ofrece entrar. Al entrar había otra persona haciendo guardia. El sujeto levanta una trampilla del piso, que deja ver unas escaleras, los tres bajan hasta lo que pensaban que era un simple sótano... Era un grande y largo pasillo, con algunas habitaciones en los costados y había al menos 40 personas.

Mogran: No me gusta para nada esto Darek, ¡no me gusta para nada!
Darek: Tranquila, todo saldrá bien.

El tipo te acerca hacia otra persona, sentada en una silla grande. La persona que esta sentada hace un gesto con la mano, y la persona que los salvo, se retira. Nadie dice nada durante unos momentos.

Duncan: Bueno, bueno, ¿que hacen dos jóvenes rondando un bosque peligroso a estas horas?
Darek: Me parece que sabes bien lo que pasaba ahí afuera.
Duncan: Yo preferiría que me trataras con respeto, al fin y al cabo, mis soldados te han traído a salvo aquí.
Darek: Escapábamos, nuestra aldea fue atacada. ¿Que es todo esto? ¿Quienes son ustedes?
Duncan: Sus salvadores, ¿no te alcanza con eso?
Darek: En realidad me gustaría un poco más que eso...
Duncan: Soy Duncan, líder del cuarto grupo de mercenarios de "Tke Over", y este es mi centro de operaciones. ¿Contentos ahora?
Darek: ¿Por que nos salvaste?
Duncan: Yo no salve a nadie, lo hizo uno de mis soldados, yo solamente te deje entrar. ¿Tanto te importa saber la razón de que sigas con vida?
Darek: ¿Por que? Son mercenarios, no se supone que ayuden a la gente.
Duncan: Me vino de la nada un gesto de bondad, ¿tan malo es eso? Si quieren pueden volver al bosque, con todos los Lunarias que están afuera, seguro disfrutaran encontrar a alguien para jugar.
Darek: ¿Lunarias?
Duncan: ¿Es que no sabes nada? Hay una guerra allá afuera, los Lunarias le acaban de declarar la guerra a los Solarias, cosa que me extraña mucho, me pregunto que habrá pasado para que declararan una guerra, me refiero a que sus relaciones nunca fueron las mejores, pero nunca creí que su reina habría llegado a tal extremo.
Darek: ¿Y a ustedes les preocupa? No es por ofender pero, ustedes son mercenarios, no están unidos a ninguna de las dos naciones.
Duncan: El tema es el siguiente, los Lunarias están juntando un ejercito. Ahora, lo que quieran hacer o demostrar con el, me es un completo misterio.
Darek: Entonces... quieren ayudar a los Solarias?
Duncan: Queremos ayudarnos a nosotros mismos, no podemos hacer negocios con zombies, es simplemente eso.
Darek: ¿Van a ir a la guerra?
Duncan: Mi grupo no, pero quizás algunos otros si.
Darek: ¿Por que tu grupo no?
Duncan: Cada grupo obedece a sus líderes, y ellos ponen las reglas de cada uno de sus grupos, no obstante, en tiempos peligrosos, todos nos reunimos para ayudarnos.
Darek: ¿Como ahora?
Duncan: No, mas peligrosos...
Darek: ¿Como por ejemplo?
Duncan: Cuando uno de los grupos se queda sin fondos.
Darek y Mogran quedan callados por unos momentos... Se escucha una voz desde una de las habitaciones.
Voz: La comida esta lista
Duncan: Quédense a comer.
Duncan se levanta y se va a la habitación de al lado. Al momento, todos los demás mercenarios lo siguen.
Darek: *mira a Mogran* ¿que hacemos?
Mogran: Esperemos a que se haga de día, simplemente no podemos salir de aquí. Además, tengo hambre.
Darek: Igual yo.

Ambos entran al comedor, tiene una mesa rectangular gigante, donde ya hay varios mercenarios sentados comiendo. Se sientan y se sirven un plato. Luego de unos momentos, ven a alguien que sale de la habitación de al lado, una chica, delgada, con un cabello color rosa oscuro no bastante largo, pero si con mucho volumen, saliendo de la cocina, llevaba una gran olla con sopa, pero resbala y cae. Todos los soldados rápidamente miraron lo sucedido, incluso Duncan. Rápidamente, el más cercano a la chica se acerco y la levanto, todos dieron un gesto de alivio, y al cabo de un momento, continuaron comiendo. La chica se acerco a Duncan.

Mena: Perdóname Duncan, fue sin querer.
Duncan: *sudando* No pasa nada Mena, fue un accidente, siéntate a comer por favor.

Mena se sienta al lado de Duncan y comienzan a comer. Al terminar, Duncan le ofrece a Darek y a Mogran un lugar para dormir.

-A la mañana siguiente-

Darek despierta, va hacia Mogran y la despierta, le dice que es hora de irse y se levanta. Ambos salen en busca de Duncan para hablar con el.

Darek: Debemos irnos.
Duncan: Me parece bien, pero a donde piensan ir, su aldea fue destruida, ¿que harán ahora?
Darek: No tenemos idea...
Duncan: Yo les recomendaría ir hacia el norte, busquen la ayuda de los Peace Army, supongo que en este momento estarán dando asilo a los refugiados de la guerra.
Darek: Peace Army?
Duncan: Es un grupo de personas que no están de acuerdo con la guerra, ni con el rumbo que esta tomando, son personas que han escapado hacia el norte y dan ayuda a los demás. Si estuviera en una situación desesperada acudiría a ellos.
Mogran: Por que no luchan, ¿en vez de escapar?
Duncan: Odian el combate, en su mayoría son clérigos de todas partes del mundo, al escuchar que una guerra se avecinaba se reunieron todos en el norte. Yo aprovecharía la luz del sol, es muy raro que un Lunarias ande merodeando a estas horas. Detestan el sol, por eso abandonaron la ciudad blanca hace siglos.
Darek: ¿La ciudad blanca? Te refieres a la capital de los Solarias?
Duncan: Exacto, antiguamente Vivian todos ahí, pero la reina de los Solarias no permitía la magia negra, y castigaba los que la usaban, hubo algunos enfrentamientos, volaron cabezas por así decirlo. Así que la abandonaron y fundaron su propia ciudad lejos, un lugar donde podían adorar a la luna y practicar la magia negra.
Mogran: Pero no toda la magia negra es Necromancia.
Duncan: Igualmente, no es muy lindo verla, ¿no te parece?
Darek: Creo que deberíamos irnos, aprovechemos la luz del día.
*Entra Mena*
Duncan: Que así sea.
Mena: ¿Ya se van?
Duncan: No te vi entrar Mena, *mirando a Darek y Mogran* ¿podrían esperar afuera un momento? No se vallan que quiero entregarles algo antes de que se marchen.
*Darek y Mogran suben las escaleras y salen*
Mena: ¿Quienes eran ellos? no parecían soldados...
Duncan: Eran refugiados, necesitan llegar a Peace Army. Tú conoces el camino, ¿te gustaría acompañarlos?
Mena: Pero, ¿que hay de ti?
Duncan: Yo me quedare aquí, sabes que no tengo intención de marchar hacia la guerra que se aproxima. Además, se que no te gusta estar encerrada aquí.
Mena: ¡Por supuesto que iré!
Duncan: El camino puede ser peligroso... Llévate esta hacha, ¿sabes usarla no?
Mena: Gracias hermano.
Duncan: Cuídalos, ¿si?
Mena: Claro que si *lo abraza y salen*

-Exterior de la casa en ruinas-
Darek: ¿Por que tardan tanto?
*aparecen Duncan y Mena*
Duncan: Aquí estamos, Mena los acompañara en su viaje.
Darek: ¿Estas seguro?
Duncan: Hay una guerra que se avecina, además, estaremos mas... Digo, estarán más seguros si ella los acompaña.
Mena: Puedo guiarlos, conozco el camino.
Mogran: Mientras más seamos mejor Darek!
Darek: Supongo que esta bien...

Y así... Darek, Mogran y Mena inician su camino, no sin antes despedirse de Duncan, luego de unos minutos de caminar, salen del bosque y encuentran el camino, de ahí, emprenden camino hacia el norte, dirigiéndose hacia Peace Army.

 

Cap 3: El despertar.

-En el camino hacia Peace Army, unas horas antes del anochecer-

Mogran: *quejándose* ¿Cuanto falta para que lleguemos?
Mena: A este paso, llegaremos mañana a la tarde.
Mogran: Entonces, *asustada* ¿tendremos que dormir en la intemperie?
Mena: Mmm... ¿Cual es el problema?
Mogran: No, ninguno, ¡es que simplemente hay una guerra en curso!
Mena: Ah, cierto... La guerra...
Mena se queda pensando durante unos momentos.
Mena: ¡Ya me acorde! Hay una pequeña montaña cerca, poco mas que un observatorio, podríamos descansar ahí y escondernos.
Darek: Me parece buena idea.
Mena: Además cerca también hay un río en el cual podríamos pescar algo.
Mogran: Tengo hambre... Darek, ¡aliméntame!
Darek: ¿Te parece como si tuviera algo para comer?
Mogran: Pero tengo hambree...
Mena: Yo también tengo hambre Darek!
Darek: *tras un pequeño silencio* ¡Todos al río!

El grupo comienza a caminar, hacia la pequeña montaña que se ve algunos minutos adelante. Al llegar, ven algo similar a una escalera en la montaña, que conducía a una pequeña cueva, y un río, como había dicho Mena, con algunos árboles al costado. En efecto, el río estaba a rebosar de peces, Darek y Mogran improvisaron una caña de pescar con unas ramas y algo de hilo que traían. Mena prefirió usar el hacha para intentar pescar algo. Mogran y Darek se sientan juntos para pescar, mientras que Mena, por poco mas lejos a la derecha, más que a pescar, se dedica a darle golpes al agua con el hacha. Tras algunos minutos de pesca, Mogran empezó a hablar.

Mogran: Darek.
Darek: ¿Que pasa?
Mogran: ¿Crees que alguien mas haya logrado escapar de la aldea?
Darek: No lo se, no quiero pensar en eso. Ya esta anocheciendo... Tendríamos que ir subiendo.
*aparece Mena desde detrás de los árboles*
Mena: ¡Me parece buena idea!
*Darek y Mogran se dan vuelta*
Darek: ¿Que hacías ahí? no estabas tratando de...
Mena: ¡Fui a buscar madera para la fogata! Nunca tuve buena suerte pescando...
Darek: (y menos si tratas de hacerlo con un hacha) Bueno, vamos subiendo, queda poco tiempo de sol.

Luego de unos minutos, llegaron a la pequeña cueva que había en la montaña, ya había oscurecido y estaba ligeramente nublado.

Darek: Bueno hay que cocinar estos pescados, ¿alguien sabe encender fuego?
Mogran: Creí que vos sabias.
Mena: La verdad, me decepcionaste.
Darek: Ósea, ¿que nadie sabe como vamos a cocinar esto?
*quedan en silencio por unos segundos*
Mogran: Bueno, si nadie sabe, tendré que usar esto *saca un libro de su mochila*
Darek: ¿Que es eso?
Mogran: Es un libro de magia elemental básica que tome de la biblioteca de Elphein unos días antes del ataque.
Darek: Supongo que nadie lo echará de menos...
*Mogran se pone a leer el libro durante unos minutos*
Darek: ¿Vas a lograrlo pronto?
Mogran: Esta oscuro, ¿por que no lo tratas vos de leer si te parece tan fácil?
Darek: Vaya tu...
Mogran: Bueno, creo que lo tengo.

Mogran apunta con su mano a una pequeña pila de madera, mientras que con la otra sostenía el libro, al cabo de unos segundos, la mano de Mogran comenzó a iluminarse, hasta que empezó a canalizarse una pequeña llama que apenas si daba calor, Darek acerco algo de hierva para que se prendiera y con ella empezó a prender los leños. Luego de haber cocinado y comido, se acostaron a dormir. Darek fue el ultimo en dormirse, pues se quedo acostado en el piso mirando la luna, aun tratando de entender los acontecimientos que ocurrieron ayer. Al cabo de unos momentos, se queda dormido.
El sueño de Darek no dura mucho, pues los aullidos de unos lobos en el medio de la noche lo despiertan, sin darle demasiada importancia, decide tratar de seguir durmiendo, al cabo de unos minutos, el ruido del aullido a lo lejos se aumenta, Darek se da media vuelta para mirar la entrada a la cueva, seguía ligeramente nublado, y las estrellas seguían iluminando la noche, pues la luna estaba oculta por las nubes. Luego de unos momentos, se da cuenta de que algo no estaba bien, algo faltaba... No estaba Mena.
Darek se levanta, busca su espada y sin despertar a Mogran, va hacia la entrada a de la cueva, para tratar de ver a lo lejos. Tras acercarse al borde ve un grupo de 5 lobos, en el bosque cerca del río en el que estuvieron tan solo hace unas horas, pero no estaban yendo hacia ellos, se estaban marchando, así que se dispuso a buscar a Mena, comienza a bajar por el delgado camino de la montaña, luego de un poco de caminata, ve una silueta, parecía una persona sentada en algo, una roca quizás. Darek se acerco un poco, forzando la vista para intentar ver quien era. Era una chica, parecía Mena, pero algo estaba cambiado, su cabello era liso, mucho mas largo que antes y de un rojo oscuro fuerte, además no parecía ella.

Darek: ¿Mena?

Mena pareció no responderle, seguía quieta, sentada, e inmóvil. Darek se acerco un poco mas a quien parecía ser Mena. Llevaba su misma ropa, e incluso estaba su hacha a un costado, clavada al lado de ella.

Darek: ¿Que estas haciendo Mena? Hay lobos cerca, hay que volver a la cueva.
Mena: Esperando...

Mena hablaba con una voz que no parecía ser de ella, no era la misma voz alegre que la de antes Darek no quiso acercarse más.

Darek: ¿Que estas esperando?
Mena: Espero... a que...

De repente, sopla un ligero viento, las nubes que ocultaban la luna comienzan a moverse, su luz cae sobre ellos, permitiendo ver mejor la situación. Había 2 lobos tirados al lado de Mena, y ella estaba sentada en uno de ellos, con su hacha clavada en el lobo, el cual todavía estaba respirando levemente. Mena se levanta, toma fuertemente su hacha que estaba clavada en el lobo, el cual da un último grito de dolor al quitar el hacha de la herida. Entonces, lentamente, Mena da una media vuelta, tenía una mirada gélida, ya no mostraba felicidad, a decir verdad, no parecía mostrar emoción alguna. Mena levanta la vista para mirar a Darek, y terminar su oración.

Mena: a que... dejen de respirar...

 

Cap 4: El bosque de Mena.

-Durante la noche, exterior del campamento de la cueva-

Darek queda congelado ante la situación, tenía en frente a una persona que no parecía ser Mena, pero que lo era al mismo tiempo. "¿Que debo hacer?", "¿Que le ha pasado?", se preguntaba Darek. Se quedan mirándose fijamente durante algunos segundos, nadie hablaba, nadie se movía. Ambos estaban inmóviles, observándose el uno al otro. Hasta que, finalmente, la voz de Mena rompió el silencio.

Mena: ¿Entonces, que piensas hacer? - Dijo Mena, con una voz rasposa y profunda. Muy diferente a su clásica voz dulce y un poco torpe. Darek permaneció inmóvil, todavía evaluando la situación.
Mena: ¿Piensas aportar tu espada a los eventos venideros? Aportaras tu vida en gratitud de la humanidad, ¿o te resignaras a ser otro cadáver abandonado en la pradera de la vida?
Darek: ¿De que demoños estas hablando Mena?
Mena: Veo entonces que la Dama de la Noche no te lo ha explicado aun.

En ese momento, Darek recordó el sueño que tubo durante la fatídica noche del asedio a Elphein, recordó las palabras de la Dama Negra. Despertar, dar fin al sueño solar, a que se habrá referido, se pregunta. Mientras Darek intentaba descifrar los pensamientos de la Dama Negra, Mena comienza a caminar lentamente hacia Darek.

Darek: Detente M...
Mena: Es inútil resistirse.

Dicho esto, Mena comienza a mirar fijamente a Darek, el cual comienza a sufrir un fuerte dolor de cabeza y a perder el control de sus brazos. Mena seguía dando lentos pasos mientras Darek luchaba por levantar su espada. Estando Mena a casi un metro de distancia, comenzó a levantar su hacha, el destino ya parecía dictado. Cuando de repente, se escucho un grito desde dentro de la cueva.

Mogran: DAREEEKKK!!! - Grita Mogran al mismo tiempo que aroja uno de los leños que eran parte de la pequeña fogata improvisada hacia Mena, el cual, ella rápidamente lo intercepta con un golpe de su hacha. Pero pierde la concentración en Darek, el cual taclea rápidamente a Mena, lo que hace que su hacha salga volando hacia un costado. Darek queda encima de Mena, reteniendo sus brazos, pero ella no parece mostrar resistencia. Mena permanecía con los ojos cerrados, con una pequeña sonrisa en la cara.

Darek: ¿Que es lo que quieres Mena? ¿Que te ha pasado?
Mena: Humanos, creen que lo saben todo. - Dicho esto, Mena abre los ojos. Lentamente un aura negra la envuelve, y un espectro negro comienza a levantarse de su cuerpo. Darek se levanta rápidamente, corre hacia atrás, sujeta a Mogran y ambos saltan hacia la ladera de la pequeña montaña, y bajan deslizándose por la ladera. Al terminar, empezaron a correr hacia el bosque.

Mogran: Que le pasa a Mena, ¿por que nos ataca?
Darek: No tengo idea, pero no parecía ella, ¿no lo notaste? Algo le ha pasado.

Darek y Mogran corrieron durante algunos segundos en el bosque, para luego ocultarse en la base ahuecada de un viejo árbol, se quedaron ahí durante unos minutos. Escuchando el silencio de la noche y sus propias respiraciones semi-agitadas.

Mogran: Debemos hacer algo... No podemos quedarnos aquí escondidos.
Darek: Tienes razón, debemos ir y buscarla.
Mogran: Estas de broma, ¿cierto?
Darek: ¿A que te refieres?
Mogran: Es literalmente, ¡la PEOR IDEA QUE SE TE PUDO HABER OCURRIDO!
Darek: Baja la voz, simplemente no podemos dejarla sola.
Mogran: ¿Después de lo que nos hizo? ¿Después de lo que podría llegar a hacernos?
Darek: No es ella, puedo sentirlo. Algo no anda bien aquí. Simplemente no...

Pero un sonido a la lejanía detuvo la frase de Darek, era un llanto que rompía el lúgubre silencio de aquel bosque en la noche. Darek se levanta lentamente, y observa hacia donde el creía que venia el llanto.

Mogran: ¿No estarás pensando en ir verdad?

Darek, haciendo caso omiso a lo que su hermana le decía, empezó a caminar hacia la oscuridad del bosque, dirigiéndose hacia la raíz del llanto. Manteniendo una lenta y atenta caminata, sin perder la concentración de lo que lo rodeaba, se acercaba hacia aquel sonido. Incluso Mogran, desde lejos, lo seguía. Fue entonces cuando vio, en la lejanía, una silueta conocida. Era Mena, llorando en el piso cerca de un árbol caído, pero estaba cambiada devuelta. Su cabello volvía a ser tan esponjado como antes, y de un rosa fácilmente distinguible en la oscuridad de aquel bosque. Lentamente se acerco a Mena, la cual parecía no haberse percatado de su presencia. "¿Que debo decirle?", "¿Que debo hacer?" se preguntaba Darek. Aun con espada en mano, decidió acercarse, pero pisa una rama, la cual llama la atención de Mena, y levanta la vista. Ambos se miran mutuamente, estaban a una distancia de menos de metro y medio.

Darek: Te dije que te quedaras en la cueva. - Dijo Darek, en un intento de calmar a Mena, ignorando los hechos que habían pasado hace unos momentos.
Mena: *entre sollozos* Pero...

En ese momento, Mena se levanta y, aun con lagrimas en los ojos, corre hacia Darek y se deja desplomar en el.

Mena: Estaba tan asustada, ¿por que se fueron?
Darek: *Miente* Te habíamos dicho que salimos por que habíamos escuchado unos ruidos.
Mogran: *sale de atrás de un árbol* Tendrías que haberte quedado en la cueva.
Darek: Al parecer, estabas muy dormida.
Mena: No vuelvas a abandonarne Darek.

Dicho esto, el sol comenzó a elevarse, sus primeros rayos comenzaron a ser visibles, y el camino hacia Peace Army volvió a ser visible.

Darek: Tenemos que avanzar.
Mogran: Vamos.
Mena: Por aquí...

Y así, siguieron su camino hacia Peace Army, sin todavía imaginar los sucesos próximos que les avecinaba en aquel pueblo.

 

Cap 5: La ciudad maldita.

-En las afueras de Peace Army, caminando hacia el pueblo-
-Durante el medio día-

Mena: Bueno, hemos llegado, Peace Army!

En efecto, habían llegado a Peace Army, un pequeño pueblo granjero, con edificios bajos, su mayoría de madera, a excepción de la gran capilla que podía admirarse incluso desde fuera de la ciudad. Un pequeño pueblo con algunas granjas a la lejanía junto con algunos molinos que destacaban entre las plantaciones. Incluso había un pequeño lago. Era una linda imagen, si se la comparaba con los eventos ocurridos en los últimos días. Sin embargo, no se vea gente en las afueras. Pero no les pareció preocuparles, al fin y al cabo, seguramente encontraran a alguien al apenas entrar al pueblo. Desgraciadamente, la tranquilidad recientemente adquirida comenzó a desvanecerse, cuando de repente una nube de humo comenzó a elevarse desde un costado del pueblo.

Mogran: Oh no, ¡el pueblo esta en llamas!
Darek: No lo creo, se verían las llamas, debe ser una fogón.
Mena: ¡Uno muy grande!
Mogran: ¿A que esperamos? ¡Apresurémonos!

Luego de decir eso, Mogran comenzó a correr hacia el pequeño pueblo, seguido de Darek y Mena.
Al llegar, vieron una calle ancha de adoquines, la cual parecía ser la calle principal. Se veían en su mayoría tiendas pequeñas. E incluso había un bar. Mientras caminaban, se produjo un sonido desde la izquierda, una ballesta había sido disparada, y el virote quedo clavado en el piso, a medio metro de de Darek, en la dirección a la que estaban caminando. Darek se dio media vuelta para buscar al agresor, mientras Mena y Mogran se escondían detrás de el. Al elevar la vista, vio a una mujer parada en el tejado de una de las tiendas, y tenia una ballesta en mano.
Sin decir una palabra, la agresora salta del tejado hacia la calle. Era alta y de pelo negro, el cual estaba atado. Traía puesta una chaqueta larga negra, y llevaba el carcaj amarrado en su pierna derecha.

Ballestera: Bueno, bueno, que andan buscando tres extranjeros con caras pálidas y mochilas vacías, ¿comprar algo, quizás? Déjenme ahorrarles el trabajo, no encontraran nada aquí.
Darek: ¿A que te refieres con eso? - Dijo Darek, al mismo tiempo que desenfunda su espada en posición defensiva -.
Ballestera: Exactamente lo que he dicho. - Dice la extraña mujer, la cual comienza a caminar en dirección hacia Darek.
Darek: ¡Ni un paso mas! - Le dice, mientras le apunta con su espada.

La extraña mujer, haciendo caso omiso a la advertencia de Darek, continúa avanzando hacia el, el cual comienza a retroceder lentamente hacia un costado. Ella continua caminando y pasa de lado de Darek, ignorándolo completamente, mientras el grupo observaba cuidadosamente cada uno de sus pasos. Se dieron cuenta de que no buscaba a Darek, sino a su virote, el cual aun yacía estacado en aquel camino. Se agacha, toma su virote, y lo vuelve a guardar en su carcaj. Luego de eso, le da la espalda al grupo, y mientras pone en descanso la ballesta en su hombro, les dice:

Ballestera: La luz ha abandonado este lugar, no deberían quedarse.

Y, tras decir eso, se aleja del grupo, saliendo del pueblo. El grupo se queda en silencio durante un momento, al cabo de un rato, Mogran es la primera en hablar:

Mogran: Bueno, que persona tan grosera -dijo en tono burlón-, te encuentras bien Darek?
Mena: Si, ¡pudo haberte lastimado!
Darek: Si, estoy bien, no creo que haya querido herirme apropósito. -Dijo en tono de preocupación-
Mogran: ¿Estarán todos así de locos en este pueblo?
Mena: Pues si es así, ¡Darek nos protegerá! -Dice mientras mira a Darek-
Darek: Si, si, gracias. Tendríamos que ver por donde viene el humo.
Mena: Tu delante Darek! -Grita Mena, idolizando a Darek-

Entonces, se disponen a adentrarse más en aquel pueblo, en dirección a la cual parecía que estaba el humo. No pasa mucho tiempo hasta que se dan cuenta de que, indudablemente, algo andaba mal en aquel lugar, varias ventanas estaban tapiadas, y que de las pocas personas que estaban afuera en ese momento, a todas se les notaba un claro gesto de preocupación e infelicidad. Como si algo malo estuviese a punto de pasar. Luego de solo ver caras tristes y edificios cerrados. Llegaron hasta el foco del humo. Como era de esperarse, no era un edificio en llamas ni ningún incendio accidental, es mas, estaba alejado de los edificios, a un costado del pueblo. En cambio, parecía ser un fogón, hecho por el mismo grupo de personas que estaba rodeándolo. Pero parecía ser que se había cavado un hoyo donde se inicio el fuego, ya que las llamas no eran tan altas para el ancho del fogón. En su mayoría eran campesinos, a acepción de algunos sacerdotes, con el símbolo del sol de Solaria en la parte trasera de sus túnicas. Pero se destacaba de entre la muchedumbre una persona en especial, la cual llevaba una espada con la hoja cortada en la espalda, se podía suponer que tendría que haber sido una espada bastante larga, puesto que aunque estuviera cortada la espada media poco mas de medio metro. Además llevaba una armadura de cuero. Se podía suponer fácilmente que se trataba de un soldado.
El grupo se acerco a la muchedumbre, en ese momento, el soldado se da vuelta, observa al grupo y se acerca a el.

Soldado: Ustedes no son de aquí, ¿verdad?
Darek: Solo estamos de paso.
Soldado: Las cosas no andan muy bien por aquí, no les recomendaría quedarse.
Darek: Curiosamente, es lo mismo que dijo el comité de bienvenida.
Soldado: Oh, deben estar hablando de Andoria. Espero que no les haya causado muchos problemas.
Mena: Le disparo a Darek! - Dice Mena, mostrando un carácter serio, raro de ella-.
Soldado: Créeme, si hubiera querido dispararte, no habría fallado.
Mogran: Pudo haber sido peligroso.
Soldado: Cuando se habla de ella, todo es peligroso. Ya que involuntariamente te has presentado, déjame decirte mi nombre. Me llamo Orlandu, un placer conocerte incluso en estas malas circunstancias.
Darek: Mi nombre es Darek, y ella es mi hermana Mogran y Mena, una amiga. Por curiosidad, ¿están quemando algo? -Dijo en tono de intriga-
Orlandu: Deberán de saber que no es uno de los mejores momentos de este pueblo, como seguro han de notar. Acerquense y descúbranlo por ustedes mismos.

Luego de esas palabras, Orlandu les pidió a la muchedumbre que hagan un espacio. Darek y su grupo se acerco a las llamas. Efectivamente había mucha madera quemándose, pero también había otras cosas en la fogata, costaba un poco diferenciar que era, pero a los pocos segundos, una brisa de viento soplo y movió las llamas hacia un lado, y permitió ver mejor la situación. Sin embargo, lo que había en aquel agujero, no era para nada lo que esperaban. Había varios cuerpos quemándose, cuerpos humanos, siendo carbonizados por las llamas que parecían quemar con más intensidad luego de ser avivadas por la reciente brisa. El horror fue visible en las caras de Darek, Mogran y Mena, puesto que ninguno se esperaba semejante acto. Mientras el grupo continua viendo entre las llamas, Orlandu se acerca y les dice:

Orlandu: Desde hace 3 días, han estado apareciendo unas grotescas abominaciones, lideradas por un poderoso mago oscuro. Ha estado mandando a sus hordas a atacar la aldea cada noche. Cada noche en mayor numero. Estoy aquí para comandar la milicia y proteger a esta gente.
Darek: ¿Por que no simplemente se van de la aldea?
Orlandu: Nos seguirían, además no podríamos ir a ningún lado, hay ancianos y niños que no podrían afrontar el viaje. Hemos estado resistiendo lo que pudimos con las cosas que tenemos. Estas personas no son guerreros, pero hemos podido mantenernos en pie hasta ahora. Aunque temo por lo que podría pasar en los próximos días.
Mogran: Quizás no haya próximos días.
Orlandu: Eso se decidirá a la noche. Den una vuelta por la capilla antes de marcharse, no hay nada para hacer aquí.

Dicho esto, Orlandu se retira, con varias de las personas de la muchedumbre siguiéndolo. Luego de pensar y discutirlo entre ellos, el Grupo decide hacer una visita a la Capilla del pueblo. Cuando llegaron, se encontraron con que la Capilla tenía una decoración claramente detallada. Se destacaba la gran puerta de madera de la entrada, y el símbolo de los Solarias dibujado en ella, y debajo en la base de la puerta, estaba escrita una frase: "Sean bienvenidas todas aquellas almas iluminadas por el manto de luz solar". La gente parecía tomárselo muy a pecho, pues la Capilla estaba a rebosar de gente, cada uno con más preocupación que el siguiente.
Luego de caminar un rato por la Capilla, se encuentran con una de las Clerigas de la Capilla, llevaba una tunica blanca con el símbolo de los Solarias atrás, tenia el cabello rubio oscuro, un poco mas bajo que los hombros, y estaba arrodillada en frente de una anciana, la cual estaba acostada en el piso. La Cleriga tenía sus manos al rededor de la anciana, como si estuviera utilizando algún tipo de magia en ella. El grupo se acerca para hablar con ella.

Darek: Buenos días, ¿necesitas ayuda?
Cleriga: -mira hacia el grupo, sin alejar sus manos de la anciana- Oh, no gracias. No sois de aquí, ¿cierto? Bienvenidos.
Mena: -en tono enojado- ¿Por que todos repiten lo mismo?
Cleriga: Disculpen, en este pueblo nos conocemos todos, por eso supuse que no eran de aquí. Además no solemos recibir a muchos visitantes. Y sinceramente no lo esperaba en estas condiciones. Me presento, soy Celia.
Darek: Quizás puedas explicarme mejor lo que esta pasando aquí.
Celia: No hay mucho que pueda contarte, en comparación con lo que podría decirte cualquiera de aquí. Hemos estado siendo atacados por un Mago y sus abominaciones del Demi durante las 3 ultimas noches.
Mogran: Que es exactamente, el Demi?
Celia: Es el mundo espiritual en el cual viven los demonios. Algunos magos poderosos son capaces de abrir un portal y controlar a esos demoños que buscan constantemente entrar a nuestro mundo.
Darek: ¿Tienes idea de por que el mago los esta atacando?
Celia: ¡Nosotros no le hemos hecho nada!
Mogran: No dudamos de tus palabras. Pero tiene que haber algún motivo.
Celia: Simplemente no lo se, seria bueno preguntarle para arreglar nuestros problemas.
Darek: Si... Dudo que quiera hacer eso.
Mena: Tendríamos que ir a buscarlo... ¡Y preguntarle que problemas tiene! -dice en tono alegre-
Mogran: Si, y los mas probable seria que nos mate luego de eso.
*se abre una de las habitaciones laterales, y sale Andoria de ellas*
Andoria: Yo apostaría a ello.
Celia: Bienvenida seas de nuevo Andoria. ¿No te marchabas?
Andoria: El muy idiota no quiso irse, y además, supuestamente USTEDES -dirige la vista hacia el grupo de Darek- eran los que debían irse.
Darek: Nos quedaremos a ayudar a esta gente.
Mogran: ¿QUE? -grita-
Mena: ¡Hurra!
Andoria: Que, hermoso acto de compasión tenemos aquí. Si me disculpan, estaré afuera vomitando. -comienza a caminar hacia la puerta-.
Celia: No seas tan grosera Andoria. Van a ayudarnos.
Andoria: ¿Para que evitar ser honesta? Esta claro que todas estas encontraran su descanso durante la noche. Hasta entonces. -Sale de la capilla-

 

Cap 6: La defensa de Peace Army.

-Durante la tarde-

Darek: ¿Pero que demoños le pasa?
Celia: Es su manera de ser...

Luego de que Andoria se fuera, los murmullos de aquellas personas que se escondían en la capilla se intensificaron, se denotaba su terror.

Darek: Dime Celia, ¿que podríamos hacer para ayudar?
Celia: Mmm.......-se queda pensativa por unos momentos- Aquí adentro estamos bien, ¿por que van a ver si Orlandu necesita de su ayuda?
Darek: De acuerdo.
Celia: Seguramente esta afuera con la milicia.
Mogran: Lo de recién, ¿estabas usando magia con la anciana?
Celia: Intentaba ver si podía aliviar su fiebre.
Mogran: Entonces, ¿eres una maga?
Celia: Se podría decir que si. Solamente tengo algunos conocimientos de la magia blanca. Puedo apostar que también lo eres, ¿no?
Mogran: Solo soy una aprendiz. No puedo autodenominarme como una verdadera maga.
Celia: Hay una pequeña librería aquí en la Capilla, ¿te molestaría quedarte un rato?
Mogran: -mira a Darek- Puedo Darek?
Darek: Si, igualmente no ibas a ayudarnos mucho -dice en tono burlón-.
Celia: Bueno, bueno. Ya nos veremos luego. Vayan con cuidado.
Darek: Lo haremos.

Darek y Mena salen de la Capilla y van en busca de Orlandu. Mientras caminan por el pueblo se ponen a charlar.

Mena: Oye Darek...
Darek: ¿Que pasa Mena?
Mena: ¿Que piensas sobre... lo que dijiste en la capilla?
Darek: ¿Sobre lo de ayudar a Peace Army? Nuestra aldea fue destruida por los Lunaries. No tuvimos oportunidad de defendernos. No permitiré que pase lo mismo aquí.
Mena: Pero... ¿Que piensas hacer Darek?
Darek: Lo que sea necesario para salvar a esta gente.
Mena: Entonces, te ayudare - Dijo, con un gesto decidido.
Darek: Gracias...
Como puede ser, pensó Darek, como era posible que ella dijera eso, si fue tan solo ayer cuando Mena trato de asesinarlo, incertidumbre y dudas llenaron la mente de Darek, a los cuales, en un intento por ocultaros, dejo mostrar una sonrisa, y le respondió
Darek: Es bueno saber que tengo tu apoyo.
Mena: Pero, ¿Contra que se supone que debemos enfrentarnos?
Darek: Eso me gustaría saber.

Al llegar al lugar, se toparon con Orlandu y algunos miembros de la milicia local. Estaban preparando el plan para la defensa de Peace Army. Darek y Mena se acercaron para observar mejor el plan táctico que estaba desarrollando Orlandu. Básicamente, se trataba de proteger la capilla colocando hombres y barricadas en las 6 calles con las cuales tiene salida, y reforzando los tejados de los edificios y el de la capilla con arqueros. Parecía un buen plan, todos estaban muy entusiasmados de que Orlandu dirigiera la defensa. Todos pasaron el resto de la tarde preparando la defensa, construyendo las barricadas y buscando las pocas armas que había en el pueblo. Todo estaba listo, las barricadas estaban colocadas, cada cual sabía su puesto. Solamente faltaba que cayera la noche. Faltando unos 30 minutos para que el sol desapareciera en el horizonte. Darek (y Mena, puesto que no se alejo en toda la tarde de el) decidió hablar con Orlandu para calmar sus inquietudes.

Darek: Ya esta todo listo Capitán, ¿como esta la moral?
Orlandu: Se ven animados, aunque temo que eso no será suficiente. Temo que flaqueen en habilidad.
Darek: ¿A que se refiere?
Orlandu: Estas personas no son soldados, alguno de ellos incluso nunca han levantado un arco. Eres solo un niño Darek, deberías estar en la capilla con los demás, pero sin embargo...
Darek: ¡Se usar una espada!
Orlandu: ... por eso mismo te necesitamos aquí. - Orlando hace una pequeña pausa para mirar al cielo - Debemos prepararnos, se acerca el momento.

Dicho esto, Orlandu dio media vuelta y fue hacia la milicia. En ese mismo momento, las puertas de la capilla se abrieron, y de ellas salio Mogran.

Darek: ¿Y? ¿Como han estado las clases de Celia?
Mena: ¿Has aprendido algún truco nuevo?
Mogran: Aburridas, esos viejos libros no eran muy útiles.
Darek: Entonces, ¿no aprendiste nada?
Mogran: Solo un viejo hechizo de como iluminar una habitación, muy básico y totalmente irrelevante.
Darek: Pero bueno, con algo se empieza, ¿no?
Mena: Darek tiene razón, ¡deberías darle las gracias por que te haya enseñado!
Mogran: Si, como digan. ¿Ya esta todo preparado?
Darek: Si, ya estamos todos listos.
Mena: ¡Es hora de pelear!
Darek: Oye Mena, ¿podrías hacer una cosa por mi?
Mena: Por supuesto Darek, ¿que necesitas?
Darek: Necesito que te quedes dentro de la capilla, con Celia.
Mena: Pero... ¿y eso por que? ¡Yo quiero luchar con tigo Darek!
Darek: Es muy peligroso, y no quiero que te pase nada. Además, estaremos bien, Orlandu cuidara de todos nosotros.
Mena: Pero...
Mogran: Estaremos bien, yo cuidare de Darek en tu ausencia.
Darek: Además, puede que Celia necesite tu ayuda ahí dentro.
Mena: Bueno, esta bien. Lo haré.

Luego de esto, Mena se retira. Quedan Darek y Mogran solos, a momentos del anochecer. Comenzaron a caminar lentamente hacia Orlandu y la milicia.

Mogran: Se por que lo hiciste Darek.
Darek: ¿De que hablas?
Mogran: Tienes miedo de que vuelva a suceder.
Darek: No se de que me hablas. - Responde, fingiendo ignorancia -
Mogran: Darek, soy tu hermana, se cuando me estas mintiendo. Temes por que le pase algo a Mena, o incluso que pierda el control como lo que paso en el bosque.
Darek: - Suspiro - No se ni por que intento engañarte. Es imposible contigo. Tengo miedo de lo que podría pasar si Mena pierde en control durante el ataque. Quizás que fue solo una cosa del momento, quizás si pelea ahora, no pasara nada. Pero no quiero arriesgarme. No quiero tener que perder a nadie más.

Luego de decir esto, comenzaron a caminar lentamente hacia Orlandu y la milicia. Estaban Orlandu y Andoria hablando, y mientras tanto, su milicia formada a unos metros de ellos.

Darek: Estamos listos.
Orlandu: Muy bien, esperen a mis ordenes, vayan con los otros. - Darek y Mogran fueron con el resto de la milicia, que estaba formada enfrente de Orlandu. -

“Benevolente en todo momento, la sagrada luz que siempre guía nuestros actos y nos protege, seguirá haciendo hoy en este día. ​

Presente en todo momento, protegerá a estos valientes hombres y mujeres que hoy, mezclaran acero para protegerla a ella. ​

Incluso en la oscuridad más profunda, nuestro camino será iluminado con la luz y la llama de nuestros corazones. ​

Sépase que, si nuestra voluntad flaqueara, y nuestro cuerpo sucumbiera ante las heridas de la batalla, habremos caído, por defender la luz, la esperanza, y la verdad. ​

Y sépase también, que mientras quede un hombre en pie, la luz siempre prevalecerá. Alejando a las sombras e iluminando nuestro futuro. ​

Hoy, esa luz, iluminara el camino hacia nuestra victoria. "​

Orlandu: ¡Todos a sus puestos! - Grito Orlandu, manteniendo la misma fuerza que con la que recitaba su discurso a sus hombres. Todos fueron rápidamente a cubrir sus puestos, motivados por las palabras de Orlandu. Mientras la milicia se movía, Andoria seguía parada a un lado de Orlandu. Mirando en el horizonte los últimos segundos de la luz del sol.

Andoria: La luna, se alzara. - Dijo Andoria para si misma, casi susurrándolo. Mientras tanto, Orlandu, quien estaba observando a su milicia, dio un rápido giro hacia Andoria. -
Orlandu: ¿Dijiste algo?
Andoria: No, nada. Voy a mi puesto. - Dicho esto, Andoria se retiro del lugar, yendo hacia el puesto que le había designado Orlandu. Luego de unos momentos, también se retira Orlandu.

Durante los primeros 10 minutos, no había pasado nada. Cada uno permanecía atento a que, en cualquier momento, podría empezar el combate. Andoria parecía la mas concentrada de todos, mirando fijamente la arbolada cerca del lago a la izquierda del pueblo, por donde, supuestamente, habían llegado los demoños los últimos 2 días. Luego de unos momentos de espera, sucedió. Andoria pudo ver un pequeño haz de luz entre los árboles. Esto llamo la atención de Aurora, más no lo suficiente como para que lo comunicara con el resto de las personas. Luego de un momento, logro ver a una criatura saliendo de entre los árboles, estaba muy a la distancia, pero aun así, Aurora logro verlo con claridad. Esa criatura era, indudablemente, un demoño del Demi. Era un pequeño ser cuadrúpedo, de aproximadamente un metro de alto. Rápidamente, comenzaron a salir más de entre los árboles. Andoria aviso a los demás desde su puesto que se prepararan. Que comenzaran a tensar los arcos, y desenvainar las espadas. La defensa de Peace Army, había comenzado.

 

Cap 7: Entre las sombras.


Allí estaba ella, observando como comenzaban a acercarse unos seres que de los cuales solo se había oído hablar en relatos e historias. Era algo a lo que Andoria nunca imagino que iba a enfrentarse. Por unos momentos, no sabia exactamente que pensar, hasta que la razón logro invadir sus pensamientos. "Es imposible que estos demonios hayan logrado penetrar en nuestro mundo sin ayuda, alguien debió haberlos convocado. No existe otra solución lógica.", pensó Andoria, al mismo tiempo que más y más demonios salían de entre los árboles. Ellos comenzaron su marcha contra el pueblo, irremediablemente ellos iban a llegar. Ella podía verlos acercándose. Sabia que en no mas de 3 minutos ellos ya estarían luchando y que si ella iba a hacer algo, debía hacerlo rápido. Aprovechando que no había nadie cerca que pudiera delatarla, abandono su puesto y comenzó a correr hacia la pradera que estaba entre aquel bosque, y la aldea. Dejándose llevar por sus afilados sentidos, Andoria encontró la manera de cruzar la pradera sin ser vista por aquellos demonios que seguían su marcha hacia el pueblo. Luego de haberlo conseguido, se adentro sigilosamente a través de los árboles en busca de la causa del ataque de los demonios. No le fue necesario vagar sin sentido por el bosque, puesto que rápidamente logro encontrar lo que se proponía. A unos pocos metros a la distancia logro ver unas siluetas escondidas bajo la sombra de aquella noche de escasas estrellas. Al acercarse pudo notar que eran varias personas que estaban en el lugar, todas llevando el negro uniforme de los Lunarias.

Lentamente, Andoria se fue acercando hacia ellos, mientras lo hacia, noto algo bastante peculiar, al mismo tiempo que un viejo recuerdo golpea su mente. Logro reconocer a uno de aquellos Lunarias que estaban allí. Abandonando toda cautela, se acerco al grupo de Lunarias.


— Me sorprende encontrarte en este lugar, aunque no lo suficiente, Maverick— dijo Andoria, mientras salía de entre los árboles. El grupo de Lunarias no se había percatado de su presencia. Por un momento se mantuvieron a la espera, hasta que uno de ellos hablo.
— ¿Andoria? Pero si eres tú, no sabes como me alegro de verte.
— Lamente decepcionarte, pero el sentimiento no es mutuo, ¿Que haces aquí?
—suspiro Maverick— Después de tantos meses, ¿así va a ser nuestro reencuentro? Triste, sinceramente muy triste... —dijo sarcásticamente, casi mofándose de ella.
— No tengo tiempo para tus inútiles juegos Maverick, ¿Quien te mando aquí?
— Son órdenes de arriba.
— La gente de los pueblos no tiene la culpa, no hay que desviar el objetivo de la capital.
— Todo pueblo que siga fiel a la capital es nuestro objetivo.
— Ya, ¿y desde cuando son capaces de abrir portales al Demi?
— Muchas cosas han cambiado desde que te fuiste, por ejemplo, logramos interceptar un gran cargamento de Trilemita que se dirigía a la capital. Trilemita de alta pureza, no ese sucio material rustico que usan en los bastones arcanos, esencia mágica pura. ¡Imagina el poder que podríamos canalizar con este metal mágico! —dijo eufóricamente Maverick.

— Y no se les ocurrió mejor idea que usarlo para abrir un portal a un mundo del cual solo se conoce por fabulas, para contactar demonios que no controlan, para hacerlos luchar contra gente indefensa que ni siquiera es enemigo de ustedes —dijo Andoria, reprochando las acciones de Maverick—. No te olvides del motivo por el cual fue creado originalmente nuestra orden, debemos liberar a los pueblos de la capital, ¡no destruirlos Maverick!
— Supongo que tienes razón, como siempre... —dijo Maverick, resignándose a continuar con esa conversación y dándole la razón a Andoria que, sinceramente, la tenia— ¿Que propones?
— Necesito ver el portal primero. Luego podré pensar como arreglar todo el embrollo que han armado.


Maverick entonces le señalo la dirección en la cual estaba localizado el portal, el cual estaba a escasos 4 minutos a pie. Ninguno se dirigió la palabra hasta que llegaron a su destino. Siguieron caminando hasta llegar a un pequeño claro en el bosque. Al llegar, Andoria tuvo ante ella una imagen que se quedaría grabada en su memoria por el resto de su vida. Frente a ella estaban dos grandes pilares de Trilemita, de casi 3 metros de alto cada uno. Estaban siendo utilizados de soporte mágico por poco más de la docena de magos que estaban allí en el momento. Entre ambos pilares, se podía ver el portal. Aquel agujero de un violeta, mas oscuro que una noche sin luna, parecía secar toda la naturaleza que tenia alrededor. No era de extrañar que el aire de alrededor oliera tan mal. Incluso aquel metal tan blanco que naturalmente podia brillar por si solo, aun en la noche más oscura, se veía opacado e imposible de distinguir.


— Muy bien, ¿que opinas? —dijo Maverick, rompiendo el silencio del momento entre el y Andoria, con un tono soberbio.
— Sinceramente, no puedo creer que incluso esto sea posible.
— No es tan difícil cuando se tiene el libro adecuado.
— ¿Libro...? ¿De que libro hablas? —le pregunto Andoria.
—Lo encontré en los cuarteles, en mi despacho para ser mas especifico. No tengo idea de quien lo haya traído.
— ¿A que te refieres con que lo hayan traído, Maverick?
— Por favor, no te esperaras que un libro tan poderoso como este sea mío. Alguien lo habrá dejado allí.
— Entiendo... ¿Son muy difíciles de controlar?
— Ya veo —exclamo Maverick—. Sabía que te iba a interesar eso.
— No te apresures a hablar, solamente quiero saber si son tan estúpidos como para traer una fuerza que, además de potencialmente devastadora para nuestro mundo, fuera incontrolable.
— En eso, te voy a dar un punto, en el libro se detalla un pequeño enunciado sobre como controlarlos. Pero peculiarmente, no fue necesario utilizarlo, los demonios fueron casi inmediatamente hacia su objetivo sin siquiera pedírselos.
— ¿A que te refieres? —pregunto Andoria.
— Hace 2 noches que estamos probando este portal, por lo tanto solo lo hemos abierto tres veces, y cada vez que lo hemos hecho, los demonios fueron hacia la aldea.
— Entonces solo queda una cosa que hacer—sentencio Andoria—: desactiva el portal, cancela el ataque y llévate a tus hombres.
— No puedo hacerlo Andoria, sabes muy bien que son ordenes de... —Maverick no logro terminar su frase, puesto que con la velocidad de un pestañeo, Andoria había sacado su ballesta y estaba apuntando a uno de sus hombres.
— Vas a detener este portal ahora mismo. ¡Tu capitana te lo ordena! —durante unos instantes, todo el lugar se cubrió con un helado silencio, nadie se movía, nadie hablaba. Incluso las nubes mismas parecían haberse paralizado ante las fuertes palabras de Andoria—. Tengo un plan.
— Bien, te escucho.
— Tengo espías en la capital, gente confiable, e incluso contactos dentro del castillo. ¿Que serias capaz de hacer si te digo que es posible traer a Aurora devuelta?
— No, es imposible... Nuestra orden lo ha tratado durante muchos años, además, nadie sabe como realmente...
— En lo profundo del castillo, existe un artefacto capaz de liberarla de su prisión, y yo se exactamente como llegar hasta el. ¡Este es el momento en el que mas cerca estamos de liberar a Aurora y acabar con la tiranía de Harmona en trono de Solaria!
— Estas demente, supongamos que logras entrar al castillo, la reina Harmona seguramente tendrá gente protegiendo ese tal artefacto, ¿Como planeas obtenerlo?
— Tengo un as bajo la manga, mas precisamente en la aldea que ustedes están atacando —insinúo Andoria—.
— No tienes una idea del problema en el que me estas metiendo.
— Si alguna vez confiaste en mi, te pido que lo hagas de nuevo —baja su ballesta—. Solo te pido que confíes.
— De acuerdo, tu ganas —dice Maverick, al mismo tiempo que mira hacia sus hombres y, con un gesto con la mano, les dice que cierren el portal y comiencen a guardar todo—. ¿Y ahora?
— Vas a ir, y les vas a convencer de que paren con los ataques, y cualquier actividad, han estado muy movidos actualmente. Harmona esta atenta dentro de sus muros, según tengo entendido. Necesitamos que las aguas se tranquilicen. También, voy a necesitar un báculo de uno de tus magos.
— ¿Algún motivo en especial?
— Puede ser que te consiga una pupila, si todo marcha según lo planeado.
— En ese caso, dalo por hecho —Maverick se da la vuelta y va en busca de una bolsa que estaba a unos metros de el, de la cual saca un bastón, el cual arroja a Andoria, el cual lo atrapa con la mano derecha—. Otra cosa antes de que te vayas... ¿Nunca pensaste en volver con nosotros?
— Son los Lunarias los que me necesitan... ¿o lo eres tú?
— Bueno...
— Abandone la orden hacer ya mucho tiempo, aunque aun sigo firme en sus ideales. Sigo siendo leal a la orden de los Lunarias, caso contrario, no estaría haciendo las cosas que hago. Simplemente encontré una forma mejor para ayudarlos que estando desde dentro.



Ya me ausente lo suficiente, debo volver—dice Andoria, al mismo tiempo que se da la vuelta, al cabo de unos pasos, se detiene en seco y, sin siquiera entablar contacto visual, dice—. El cristal... sigue a salvo, ¿no?

— Protegido y en constante vigilancia, como siempre —respondió Maverick, mientras ayudaba a sus hombres a empacar las cosas.
— Entiendo. Que la luna ilumine tu camino Maverick —se despidió Andoria, y sin perder más tiempo, comenzó a volver hacia la aldea.


Mientras Andoria regresaba, la luna seguía alta en el cielo, más notable y brillante ahora que las nubes se habían ido. Andoria vio esto como un buen presagio, y la motivo a darse prisa en regresar. Al llegar, se encontró con los lugareños festejando por su victoria, sin saber realmente lo que había ocurrido ni de la participación de Andoria. La pequeña ciudad se encontraba sumida en los festejos de aquellos que habían luchado nuevamente para defenderla, excepto por Andoria, ella no estaba festejando. Algo andaba mal, algo que no estaba marchando de acuerdo a su plan. Ella estaba buscando a alguien que no estaba allí. Los minutos pasaron mientras Andoria buscaba incansablemente entre los festejos a una persona. Habrán pasado 30 minutos y ella seguía buscando, ya comenzaba a perder la cordura, y quizás lo habría hecho de no haberse cruzado con aquella peculiar clériga de la capilla, que estaba caminado a unos metros de ella. Estaba corriendo y parecía preocupada. Luego de esto, Andoria se distrajo no más de medio segundo con sus pensamientos, mas fue lo suficiente como para permitirle a Celia aparecer detrás de ella.


— Andoria! —exclamo Celia— vendita sea la luz que te he encontrado. Tenemos problemas, ¡no puedo encontrar a Mena!
— ¿Y eso por que tendría que preocuparme?
— Salio corriendo de la capilla unos momentos antes de que la batalla terminara, y no la encuentro por ninguna parte —esta última frase, alboroto las ideas en la mente de Andoria, y la hizo darse cuenta de un detalle que hasta ahora había pasado por alto. El número de demonios que había visto salir del bosque era muy grande como para acabar con ellos en lo que tardo en regresar.
— Habrá salido a buscar algo... ya volverá —dijo Andoria, en un intento de terminar la conversación.
— Es que... —insistió Celia— Mogran me dijo que debía vigilarla. Hablando de ello, tampoco se donde esta ella, ni Darek u Orlandu —repentinamente, la total atención de Andoria se vio enfocada en Celia.
— ¿¡Como que no sabes donde están!? —le respondió Andoria, casi gritándole. Celia parecía haberse asustado por el repentino cambio de tono de Andoria.
— Simplemente se fue, no fue mi culpa. Estaba ocupada tranquilizando a unos niños cuando ella salio de la capilla, no me di cuenta en el momento.
— Entonces, ¿no tienes ni la más mínima idea de donde pueden estar los otros? —dijo Andoria, al mismo tiempo que comenzaba a perder la paciencia.
— Por favor Andoria, te suplico que me ayudes a buscar a Mena
— Esta bien, vamos a buscar a Mena. —ya totalmente resignada ante la situación en la que estaba, lo único que Andoria podía hacer en este momento, era buscar a Mena.


Buscaron por el pueblo sin resultado alguno. No fue si no hasta que, por idea de Andoria, decidieron ir a buscar en los alrededores del pueblo. Quizás fue suerte, pero al apenas alejarse para empezar a buscar en la planicie que rodeaba el pueblo, lograron ver unas siluetas en una pequeña elevación del terreno. Estaban escondidas entre la espesura y los pastos altos, pero la gran visión de Andoria logro ver que eran tres. Andoria y Celia se acercaron sin dudarlo ni por un momento, aunque la despreocupada Celia le gano rápidamente velocidad a la cautela de Andoria. En efecto, eran Orlandu, Mogran y Darek quienes estaban allí. Andoria recobro su tranquilidad y comenzó a caminar hacia ellos, mas no sin bajar la guarda, puesto que le parecía extremadamente raro que estén allí, tan alejadas del pueblo. Celia, quien había llegado primero con ellos, se detuvo en seco al llegar donde estaban los otros.


— Oye Andoria... —Dijo Celia, sin siquiera molestarse en darse la vuelta.
— Que... ¿que ocurre?
— Encontré a Mena.