Te fuiste y me dejaste, así nada más. Ahora solo somos Conocidos. Te miro siempre en mi mente. Me pierdo en las fotos que nos tomamos, concretamente en tus ojos violetas y el fuego de tu cabello que adoro. Cada vez, luego de verte a lo lejos en la calle, reúno el valor para ir a tu casa y solo consigo llenar una página más con un dibujo de tu rostro, mi eterno sueño, aquello que extraño y añoro, cada segundo de mi Vida.