Vuelta a casa

Tema en 'Relatos' iniciado por NYcalling, 6 Julio 2008.

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  1.  
    NYcalling

    NYcalling Guest

    Título:
    Vuelta a casa
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1832
    Vuelta a casa (One-shot)

    Historia de tres páginas de word. No digo de que va porque entonces se jode el final xD.

    Vuelta a casa

    Eva continuó sacando la ropa del armario mientras, de nuevo, comenzaban a caer unas pequeñas lágrimas por su rostro. Allí estaban todas sus prendas y le costaba tener que tirarlo todo, pero esperaba que eso fuera lo mejor. Así se lo había insinuado su madre, “Deberías eliminar todo lo que te recuerde a él, dejando sus cosas sólo conseguirás apenarte”. Era fácil decir eso, pero ella no sabía lo difícil que era cumplirlo para Eva.

    Además de la ropa, pensaba deshacerse de las fotos, de su agenda, de su teléfono… E incluso pensó en regalar el perro que él le compró para celebrar su primer año juntos. Se quitó esa idea de la cabeza al pensar que, sin el can, se quedaría totalmente sola en casa. Y, de todas formas, el animal también echaba de menos a su dueño. Desde que él se fue, la típica actividad frenética del perro se había convertido en un sedentarismo que no le dejaba moverse del sofá. No ladraba, comía poco, y ni siquiera respondía cuando le llamaban por su nombre, Duki. A Eva no le sorprendía ese comportamiento, ella también lo estaba sufriendo. Sentía que su interior y su vida se iban apagando por momentos, y es que él lo era todo para la chica. Se conocieron cuando ella apenas había cumplido los veinte, se enamoraron poco después. Llevaban dos años casados cuando él desapareció. Y lo hizo para siempre.

    Las lágrimas se convirtieron pronto en un llanto incontrolable que no le dejó continuar vaciando la habitación. Esa situación se había repetido incontables veces en el último mes que había pasado sola. Siempre lo acabada recordando, y el hacerlo comportaba sentir un dolor insoportable, aunque más terrible era intentar borrarlo de su vida cuando Eva nunca quiso que desapareciera. Y menos de aquella forma tan inesperada. Aún le costaba entender que en un simple viaje de trabajo lo perdiera. Fue un fin de semana, su marido tenía que viajar unos pocos quilómetros en coche para asistir a una conferencia, nunca llegó a hacerla, tampoco llegó a su destino. La razón nunca fue conocida por Eva, ni tampoco por la policía. Simplemente, desapareció. No lograron encontrar su coche y nadie vio su cuerpo, por esa razón Eva solía mantener aún una pequeña esperanza que la reconcomía por dentro. Después de un mes sin noticias de él se le dio por desaparecido, y la mayoría le daba por muerto, pero ¿Quién era el que se lo aseguraba? ¿Y si solamente tenía ganas de escapar de la rutina?

    Eva sólo sabía a ciencia cierta que le echaba mucho de menos, y esperaba que él, donde estuviera, sintiera lo mismo. Abatida, se dejó caer sobre la cama viendo que no acabaría nunca de limpiar la habitación. Al apoyar su cabeza sobre la almohada, el aroma de su marido penetró en su cuerpo llenando sus pulmones de un aire muy agradable. Aquella sensación duró poco, ya que luego suspiró dándose cuenta de la cruel realidad: Siempre iba a estar ahí, tirara o eliminara lo que fuera, seguiría en aquella habitación. Sino su presencia, su aroma o su voz impregnada en el viento, susurrando palabras de amor pronunciadas en tiempos mejores… Cuando los dos estaban juntos y todo eran sonrisas, ignorantes a lo que iba a pasar en poco tiempo. La chica se hubiera rendido ante el deseo de permanecer cerca de esa fragancia el resto del día, si el timbre de la puerta de entrada no hubiera sonado estorbándola. En un principio, no prestó demasiada atención, pero cuando el timbre comenzó a convertirse en una melodía muy conocida a sus oídos, se levantó de la cama.

    Estaban llamando a la puerta, pero no de cualquier forma. Sólo de la manera en la que él lo hacía. Su marido creaba con cada timbrazo una melodía que correspondía a la canción favorita de Eva. Era de Frank Sinatra, una de las primeras que bailaron juntos el día de su boda. Por eso, cuando la chica se adentró en el salón preparada para abrir, lo hizo dispuesta a echar la bronca al bromista de turno que quiso destrozarle el final del día, aunque ya había llegado a destrozarlo ella sin ayuda de nadie.
    Sin embargo, al abrir, allí no había nadie, aunque un perfume familiar permanecía en el ambiente. Le recordó de nuevo.

    Cerró la puerta al instante y se llevó las manos al rostro mientras suspiraba, intentó saber si había perdido la cordura que conservaba desde su marcha. Había percibido su aroma cerca de dos veces aquel día, y no sólo era eso… Sino que algo, al abrir la puerta, la había hecho sentirse más cerca de él que nunca. Por un segundo pensó que podía haber vuelto, que estaba allí, que nunca se había ido… Que, a pesar de que todos dijeran lo contrario, su marido continuaba vivo. Y no sólo en la memoria.

    Después de unos minutos de silenciosa incertidumbre comenzó a mirar a los lados, desconfiada aún de sentir su presencia por una mala jugada de su mente. Paseó alrededor del salón, donde sólo la oscuridad fue quién la persiguió. La noche estaba al caer y la casa, con todas las luces apagadas, comenzaba a teñirse de un color rojizo procedente del cielo que se reflejaba sobre los muebles color claro, pero nada más. No había nada ni nadie. La chica se apoyó sobre el sofá preguntándose que pensaba encontrar, Duki la observó unos segundos antes de levantarse sobre sus patas, inquieto. Ella se sorprendió, el perro no solía moverse y entendió que él también había notado algo diferente dentro de la casa. Esperó de nuevo en silencio, pero nada extraño ocurrió. Derrotada, caminó de nuevo hacía su habitación, esta vez con el perro siguiéndole los talones, pero al tumbarse sobre la cama, Duki salió del dormitorio a todo correr y emitió un par de ladridos que resonaron en el salón. Para Eva aquella fue la señal definitiva.

    “¿¡Joel!?”, gritó mientras salía de la habitación. De nuevo, en el salón no había nadie, pero estaba segura de que él estaba con ella. “Por favor…”, susurró, sintiendo lágrimas en sus ojos. Todo seguía en silencio, en un demasiado sigiloso silencio. Seguía sin haber rastro de su marido, ni de nadie.
    No lo hubo, hasta que sintió unas manos heladas rodeando su cintura.
    Las reconoció al momento, aunque eran más blancas y habían perdido su calidez, seguían teniendo aquel aspecto tan delicado y perfecto que ella se prometió recordar. Joel la estaba abrazando por la espalda. Eva tenía razón, ¡No estaba muerto!, unas lágrimas de emoción substituyeron a las de angustia, las mismas que habían recorrido su mejilla desde hacía tiempo. Intentó girarse para poder mirarle la cara, pero él se lo impidió, sujetándola fuertemente de los brazos.

    “No estás muerto” Dijo ella con una sonrisa. Eva escuchó la risa de él resonar cerca de su oído, su aroma se podía sentir más fuerte en aquel momento que nunca. “Sí lo estoy”, respondió su marido. Era su voz, la dulce voz que Eva había esperado volver a escuchar en un lugar que no fueran sus sueños. La chica tardó en asimilar la información, y las palabras de Joel no la afectaron hasta que las puedo entender. Estaba muerto, se lo había confirmado. ¿Cómo podía entonces sentir sus manos rodeando su cintura?, intentó girarse de nuevo para pedirle explicaciones, pero él se lo impidió aplicando más fuerza en sus manos.
    “¿Joel, qué…?”, no pudo continuar hablando, ya que él le tapó la boca con una de sus manos, mientras con la otra seguía inmovilizándola. Joel le susurró a su mujer al oído que guardara silencio. Eva asintió y él le quitó la mano de los labios.
    El hombre acercó en silencio su rostro al de su mujer, haciendo que Eva moviera la cabeza para observarle mejor, lo único que ella consiguió fue ofrecerle su cuello. Joel sonrió victorioso al ver ese gesto. Eva pudo notar como él le besaba ligeramente la piel, para luego volver a separarse y quedar a una distancia prudencial de su cuello, desde la que podía hablar y a la vez hacer que su mujer sintiera escalofríos.

    La chica no sabía que se traía él entre manos, todo era demasiado extraño. Aquel era su marido, sin duda alguna, pero no era el mismo de siempre. A pesar de eso, se dijo a si misma que debía aprovechar aquellos momentos a su lado, tenía miedo de que se fuera de nuevo. Temiendo que volviera a taparle la boca, susurró que le quería intentando no echarse a llorar mientras lo hacía. Por el rabillo del ojo, pudo observar como Joel esbozaba una sonrisa enigmática. “Lo sé”, respondió “Por eso te llevaré conmigo”.

    Y sin previo aviso, Joel clavó sus colmillos en el cuello de su mujer.
     
  2.  
    Viiolet

    Viiolet Guest

    Re: Vuelta a casa (One-shot)

    Bunas NYCalling!!! esta historia es de PM!!! Madre mía que hermosa de verdad, yo creo que hasta se merece un premio XD y bueno, me encanta como escribes y tienes una gran y muy buena imaginación... y aprovecho para ver si eres buena persona y haces una especie de conti, no te daré ideas porque la historia es tuya y además, eres mejor "escritora" que yo (personalmente creo que la gente es escritora cuando publica un libro en condiciones XD) y buenoo... pos eso, que grandiosa historia (por el momento me gusta más esta que perdición) y esou, que a ver si logras hacer conti!!!


    See you!
     
  3.  
    cuki

    cuki Entusiasta

    Cáncer
    Miembro desde:
    8 Junio 2008
    Mensajes:
    106
    Pluma de
    Escritor
    Re: Vuelta a casa (One-shot)

    Está muy guapa. La verdad es que escribes muy bien, casi he podido sentir la pena de eva-.-
     
  4.  
    Zusura

    Zusura Beta-Reader

    Virgo
    Miembro desde:
    1 Mayo 2005
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    156
    Pluma de
    Escritora
    Re: Vuelta a casa (One-shot)

    Hola!
    Tu historia es muy buena, el descenlace,
    me sorprendió muchisímo!!! pero tu estilo
    me gustó mucho!!! quiero ver más historias tuyas
    adiosin!!
     
  5.  
    Pam

    Pam Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    25 Diciembre 2006
    Mensajes:
    484
    Pluma de
    Escritora
    Re: Vuelta a casa (One-shot)

    ¡Wow! Ni yo pude creer que ese sería el final de este one-shot. Quién diría que su marido se había convertido en un vampiro y que por esa razón había desaparecido de manera tan extraña y misteriosa de un día a otro. Le compadecí tanto a Eva, ya que sufrió mucho al pensar que su marido no volvería más.
    Pero como premio de consolación la llevó con él xD.
    Escribes super bien, te felicito.
    Suerte.
    Saludos...
     
  6.  
    NYcalling

    NYcalling Guest

    Re: Vuelta a casa (One-shot)

    Gracias por los comentarios y por tomaros un tiempo para leer ^^.

    Todos coincidís en que el desenlace es inesperado. Bueno, tenía que serlo ya que lo presenté a un concurso de escritura y quería que fuera algo diferente para sorprender al jurado xD.
     
  7.  
    Stephie

    Stephie Usuario común

    Virgo
    Miembro desde:
    16 Diciembre 2007
    Mensajes:
    263
    Pluma de
    Escritora
    Re: Vuelta a casa (One-shot)

    O_O O_O
    encontre tu one-shot por casualidad dando una vuelta x el Cz
    y...
    OMG
    me encanto esta super bien, narras de maravilla y es increible, jamas pude imaginarme k iba a acabar de esa manera ni por asomo vamos.
    Pobre Eva k lo paso muy mal intentando olvidar a su marido.
    ojala vea más historias tuyas
    Sayonara!
     
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