Vive, ama... Deja ir One-shot — Song-fic Una gran fiesta se desarrollaba por la graduación. Tú te encontrabas sola, observando con gran pena y rabia como el supuesto amor de tu vida se besaba sin pudor con tu mejor amiga. Me acerco a ti y poso mi mano sobre tu hombro. Sigues con la mirada perdida, y yo como tu protector te saco de ese horrible estupor llevándote hasta la cocina, lejos del ruido, el olor a cerveza y esa perturbadora escena. Mi corazón se encoge como si recibiera una descarga al notar como una silenciosa lágrima cargada de sentimientos cae por tu mejilla. Mis dos manos acurrucan con suavidad tu rostro a la vez que limpio esa única gota traicionera con mi pulgar derecho; acerco mi boca a tu oído y te susurro palabras reconfortantes, de aliento para olvidar a ese que hozó herirte. Beso tu mejilla y tú me miras con ojos vidriosos, olvidándonos del resto para perdernos cada quien en nuestras miradas. No sabía qué veías en la mía, sin embargo la tuya reflejaba sorpresa, miedo, vergüenza, intriga y algo de calidez. “Y bien, te sostuve como un amante” Sin perder el contacto entre nosotros, te guié hasta mi cuarto. En pocos segundos llegamos y no pude contener la emoción que había guardado en tantos años de lealtad, sumisión y silencioso amor que profesaba hacia ti. Tomé de nuevo tu rostro, esta vez más posesivamente, y me dirigí hasta esos labios que me dejaron sin dormir durante tanto tiempo, trazando con mis dedos caminos de fuego en tu espalda. “Manos felices”Y no pude evitar sentirme dichoso al notar cómo te estremecías ante mi tacto. “Y el codo en el lugar apropiado”Como si de una muñeca de porcelana te tratases, te recosté suavemente en mi lecho. “E ignoramos nuestros otros”Miles de imágenes saltaban a mi cabeza: ella, él, amigos, padres, madres, hermanos… “Planes felices”Todos ellos ya no importaban. “Debido a aquella delicada mirada en tu rostro” Porque absolutamente todo se perdía contigo, tanto la razón como el instinto… “Nuestros cuerpos se movieron y se endurecieron” Mientras recorría una y otra vez ese cuerpo, tu cuerpo, no pude evitar suspirar y sentirme el más afortunado de los hombres al tenerte, segura y feliz entre mis brazos. “Lastimando partes de tu jardín” En algunos instantes me odié, por sentir tu dolor al notar cómo te aferrabas a mi espalda. “Sin ninguna posibilidad de perdón” Y Dios me castigará por haberme sentido así, pero luego nada se comparó a la sensación de hacerte mía, de convertirnos en una sola persona, por tu entrega, por tus suspiros. “En el lugar donde nadie sabe” Y honestamente, jamás creí que ese placer efímero me hiciera sentir tanto. “Lo que hicimos”Porque contigo, ese primer día, toqué las estrellas. Semanas han pasado ya desde aquella primera vez, y me he convertido en un esclavo de tus caricias, ansiando con desesperación tal de un adicto, un poco de ti. Ahora me encuentro en primera fila, para ti, para tu disfrute. Y no puedo evitar preguntarme, al verte vestida de blanco, más hermosa que nunca… “¿Te has venido…?”“¿Alguna vez con él?”“¿Es él lo suficientemente oscuro…?”“¿Lo suficiente como apreciar tu luz?”“¿Te lavas los dientes antes de besar?”“¿Echas de menos mi aroma?”“¿Y es tan audaz como para llegar a convencerte?”“¿Sientes como si le pertenecieras?”“¿Y hace que te vuelvas salvaje…?”“¿O sólo moderadamente libre?”“¿Qué hay de mí?” Maldigo. Una sarta de blasfemias se atropellan en mi boca, causando que mi acompañante, ella, se volteé con preocupación para ver mi rostro ensombrecido. Y yo sólo sonrío con falsedad y amargura contenida, como tú me has enseñado, al sentir como su pequeña mano rodea la mía. Con valor sobrehumano, levanto la cabeza y te veo, te veo como si fuera la última vez. “Me sostuviste como un amante” Porque eso fue lo que me habías dicho esa mañana, luego de que te entregaras a mí una vez más. Por última vez. “Manos sudadas” Y lo veo a él. Ese maldito afortunado por tenerte. Lo miro con rabia, odio… Y con envidia. Mucha envidia. “Y mi pie en el lugar adecuado” Mientras dabas pequeños y lentos pasos, cada vez más cerca de tu destino, yo rememoro esa última vez desde tu noticia… “Usamos las almohadas para tapar nuestras glándulas felices” Sólo yo, que te conocía desde hacía tantos años, como sólo un esclavo conoce a su ama, pude darme cuenta de esos gestos mientras nos entregábamos… “Y el delicado asunto de nuestra desgracia” “Nuestras mentes presionando y vigilando” De tus ojos con miedo, de tu mirada esquiva porque sabías bien que sólo yo, que te marqué como de mi propiedad infinitas veces, lograría darme cuenta de tu cambio. “Mientras nuestra piel ignoraba” Pero jamás me hubiera imaginado esto. Jamás hubiera esperado esto… “La falta de espacio por la despreocupación”“En el estruendo que golpeaba nuestro tambor” Y todavía siento como esa parte de mi muere ese día, al verte débil, sin vida en tus ojos, cuando te grité aquellas horribles mentiras por las que me tendrían que juzgar como asesino. “Ya sé que te hice llorar”“Y sé que hasta algunas veces quisieras hasta morir” Porque al verte con ese delicado anillo de oro en la mano, no me pude refrenar y preguntarte… “¿Pero realmente te sientes viva sin mí?” Y al ver que seguías sin inmutarte, seguir… “Si es así, eres libre…” Pero no poder evitar lo inevitable… “De lo contrario, déjalo y vuelve conmigo” Rogarte… “Antes de que uno de nosotros tenga”“Bebés por accidente” Y cuando observé entregarte a él, del color de la pureza que me entregaste, sólo tres palabras cruzaron por mi mente… “No somos libres” Y como idiota volver a preguntarme… “¿Te has venido…?”“¿Alguna vez con él?”“¿Es él lo suficientemente oscuro…?”“¿Lo suficiente como para apreciar tu luz?”“¿Te lavas los dientes antes de besar?”“¿Echas de menos mi aroma?”“¿Es tan audaz como para llegar a conocerte?”“¿Sientes como si le pertenecieras?”“¿Y hace que te vuelvas salvaje…?”“¿O sólo moderadamente libre?”“¿Qué hay de mí?” Para dejarte ir. “¿Qué será de mí…? Canción: Accidental babies (traducida al español).Composición y música: Damien Rice. ___________________________________Comentarios de la autora: ¿Qué tal amigos/as de FFL? Primero quiero agradecerles por leer este One, ya que gracias a él pude cerrar una parte muy importante de mi vida. Espero que les haya gustado leerlo tanto como me gustó a mi escribirlo. ¡Sigan leyendo!