Viva.

Tema en 'Relatos' iniciado por Francis, 21 Diciembre 2008.

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  1.  
    Francis

    Francis Iniciado

    Libra
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    Viva.
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    Viva.

    Bah, no me gustó como salió.


    Viva.


    Vieja. Inútil. Abandonada.


    Así descansaba todas las noches en la juguetería olvidada por los niños y apenas recordada por el ya anciano dueño. ¿Podía culparlo? No, hizo todo lo posible pero era difícil ver pasar los días y que ningún niño atravesara la puerta e hiciera sonar la campanita de la juguetería.


    Hubo una época que todo era esplendor. El duelo sonreía a cada instante cuando acomodaba las estanterías llenas de juguetes brillantes y llamativos.


    En Navidad, la tienda era decorada por los hijos de él, esparciendo nieve falsa sobre el piso; los renos sobre el techo llevando a un Papá Noel regordete y lleno de regalos en la parte de atrás, y las luces de colores que seguían el ritmo de una canción navideña.


    Pero todo se deterioró, como mi vestido. Antes, su color era azul brillante con encaje al final y pequeños hilos de plata adornando mi pecho. Ahora, el azul opaco sin vida, había perdido parte de mi encaje y los hilos de plata no brillaban más.


    Como los ojos del dueño.


    Rincones llenos de telarañas y polvo; la madera gastada, húmeda y a punto de romperse. Juguetes rotos, juguetes que nadie quiso comprar, juguetes pasados de “moda”, juguetes olvidados. Todo estaba lleno de miseria.


    Pero…


    Un martes de diciembre, cuando la nieve verdadera caía delicadamente sobre la calle y el dueño parecía sumergirse cada vez más en su depresión llena de soledad y fracaso…


    La campana sonó.


    Fue como si la luz hubiera vuelto por unos instantes al lugar. Los rincones cobraron vida, los juguetes brillaron para hacerse ver, como lo fue desde hace mucho tiempo. El dueño observó al posible cliente con
    gratitud. Y yo también lo miré.



    Era joven, tal vez de veintitrés años. Su cabello parecía tener el color de las maderas, en la época llena de alegría. Sus ojos, brillantes y cristalinos como el de una muñeca, clavaron su color oliva sobre el anciano y hablaba de una forma respetuosa.


    Empezó a caminar, mirando a los juguetes, que competían para ver quién llamaba la atención. Se detuvo, y pude verlo mejor.


    Y descubrí que él me estaba mirando. No quise moverme, aunque en realidad no podía hacerlo sin ayuda. Pero nuestros ojos se encontraron.


    Su mano se cerró sobre mi pecho; pequeño, muy pequeño en comparación de su mano. Sentí su calor por todo mi cuerpo. Era delicioso.


    El calor invadía por todas partes de mi enfriado cuerpo. Todo se debía por el tiempo que pasé encerrada en ese lugar, sin sentir el tacto de un niño. Estaba abrumada. Estaba encantada. ¡Nunca me había sentido de esta manera!


    Si no fuera más que una simple muñeca de porcelana, estaría llorando de la felicidad.


    Estuvo mirándome un poco más. Limpió un poco el polvo de mi cuerpo, me acomodó los rizos oscuros de mi cara y noté una pequeña sonrisa de sus labios. Todo se detuvo.


    Avanzamos, yo en su mano, hasta acércanos al dueño. Nunca había logrado verlo tan de cerca y lo noté cansado, agotado, casi moribundo pero feliz.


    Aunque esa felicidad se desvaneció cuando él me puso delicadamente en la mesa de la caja registradora.


    -No pensarás llevártela, ¿no, Evan? –habló el dueño con voz gastada y áspera.





    ¿Qué? ¿Acaso no quería que me fuera?


    Como si fuera una vela que llegaba a su final, mi brillo se apagó y en las ropas se volvió a tonar el paso del tiempo. Cruel, solitario y triste.


    -Sí. ¿Qué pasa con esta muñeca? –preguntó Evan, por su voz deduje su desconfianza ante todo.


    -Bueno… Tiene el vestido roto, y casi el color desapareció. El pelo esta duro, sucio y…


    -¿Cuánto sale?


    -Evan…


    -¿Cuánto sale?


    El dueño resopló.


    -Cinco dólares con la caja, dos sin ella.


    Sentí la mirada de Evan, y eso valía más que sólo cinco dólares.


    El dueño me agarró, su mano era fría. Me colocó con poca delicadeza adentro de una caja, y lo último que vi, fueron los ojos oliva de Evan.


    Y volví a sentirme así, llena de su cálido calor.


    -Bien- escuché su voz y la campanita de la juguetería. Estábamos afuera -. Ahora, falta el regalo de papá.


    Cerré los ojos. El calor de las manos de Evan se sentía aún sobre mi cuerpo.


    Aunque fuera una muñeca, aunque solo valiera cinco dólares para él…


    … Me sentí viva.
     
  2.  
    berlinQueer

    berlinQueer Usuario común

    Capricornio
    Miembro desde:
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    304
    Pluma de
    Escritor
    Re: Viva.

    bien, hay algo en las palabras descriptivas que no me termina de cerrar, tal vez es que las usas demasiado y se siente redundante (sobretodo ese "calido calor", que no se si se te habrá chispoteado o si fue apropósito), pero la historia está bastante bonita.
     
  3.  
    Zusura

    Zusura Beta-Reader

    Virgo
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    Mensajes:
    156
    Pluma de
    Escritora
    Re: Viva.

    Me gustó, no sé como que soy adicta a las personificaciones
    además que se expresara de tal forma la muñeca fue de mi agrado.
    a eso en literatura se le llama "epiteto" y es un recurso
    para darle mayor estetica al escrito, aunque suene repetitivo.
    Aunque no te gustó como salió, es igualmente bueno.
     
  4.  
    Ghosty Autumn

    Ghosty Autumn Entusiasta

    Aries
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    Pluma de
    Escritora
    Re: Viva.

    ¿No te gustó? Y a otros como a mí, perecen encantarles.
    Me sentí realmente como una muñeca, experimentando poco a poco las sensaciones de estar vacía, a viva.

    Me gusta seguir repitiendo que tu forma de escribir me encanta, es única. Ojalá pueda seguir disfrutando de más escritos tuyos <3
    Sayonara...
     
  5.  
    Maho

    Maho Usuario común

    Virgo
    Miembro desde:
    20 Abril 2007
    Mensajes:
    204
    Pluma de
    Escritora
    Re: Viva.

    A mí me gustó bastante, el final sobretodo.
    Narraste muy bien las sensaciones de esa muñeca de porcelana y por un momento me sentí con si estuviera en su lugar (?), muy lindo.
     
  6.  
    Arthur

    Arthur Usuario común

    Sagitario
    Miembro desde:
    6 Febrero 2007
    Mensajes:
    496
    Pluma de
    Escritora
    Re: Viva.

    Es de lo más gay y cute. Quiero decir, es tierno y lindo, algo de angst; de esos que a ti te quedan bien (como siempre).
    Se siente la emoción de soledad y tristeza. De lo más rlz. Pero, hay una parte en la que me quedé pensando...
    Pienso que es dueño, y que fue un error de dedo.

    En fin. En general está lindo, es muy drama, como me gustan los fics. (Por un momento pensé que el comprador se llamaría Gerard :ar: ).
    No sé por qué no te gustó. Debe ser cosa de todas las escritoras, porque yo tampoco me conformo con mis fics. Ah.

    Bites!
     
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