Minato VILLA TOKYO [Disco]

Ubicado en el corazón de la ajetreada y dinámica Roppongi, el VILLA TOKYO se alza como una de las discos más elegidas por el público joven. De reciente apertura, sólo lleva en el negocio unos pocos meses pero eso no le ha detenido de convertirse en un punto de interés para la vida nocturna. Posee diferentes secciones acorde a la música que reproducen, cada una con su respectiva barra, pista de baile y sector de sofás. Al fondo del establecimiento puede encontrarse un patio interno acorde al estilo moderno y brillante del resto del lugar.

También cuenta con una entrada secundaria en uno de sus laterales, donde la seguridad se engrosa y los acabados recuerdan más bien a una casona antigua, occidental. Esta puerta conduce a un pasillo de mármol y azulejo iluminado en tonos violáceos, resaltando las pinturas luminiscentes distribuidas desde el techo al suelo, las escaleras con las que conecta y el primer piso. Allí se encuentra una serie de palcos privados que poseen vista directa a la disco y servicio de atención personalizada. Toda esta sección, sin embargo, es de acceso VIP y los requisitos para conformar parte del selecto grupo no son de público conocimiento.

Barrio de Tokio: Minato

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Ignorando el fiasco del famoso proyecto todo había seguido fluyendo más o menos con tranquilidad. Haríamos la estúpida reentrega y hasta entonces le diría a mi madre que nos había ido bien, porque ese maldito dos debía ser el primero de toda mi puta vida y no iba a permitir que luego mi padre lo agarrara de arma, pero para eso primero tenía que enterarse, ¿no? Y si no se lo decía a mamá la información no llegaría a él.

Además tenía una salida pendiente y ni aunque hubiese sacado un cero directamente me habría impedido salir, así que un rato antes ya habiendo atendido las cosas de la escuela y tal, me puse a prepararme para irme. No me tenía que comer el viaje en tren, porque rich kid claro, pero de todas formas me gustaba hacer las cosas con tiempo y así incluso si me atrasaba un poco ya estaba dicho. Una no llega tarde, los demás llegan temprano.

Bueno, el Villa era diferente de ir a meterse a un pub de mala muerte, pero tampoco había que complicarse la vida demasiado, así que me puse una de tantas faldas negras que tenía, una de cuerina con cremallera diagonal, un top negro de tubo y las botas de tacón, porque así era la vida de una tanuki como yo. Me estuve un buen rato pensando qué cojones hacer con el cabello, al final opté solo por acentuar las ondas naturales que tenía y en vez de dividirlo al centro lo hice a un lado, sujetado la parte que quedaba con menos cabello con un par de pins. Me había retocado las mechas rojas el viernes en la noche, en realidad todo el tinte del cabello, así que ni tan mal.

Mientras iba saliendo del clóset (bromas a parte, vaya) tomé un bolso pequeño, apenas para meter el móvil y la billetera, además de que me fui acomodando los pendientes, así ya mis orejas tuvieran bastante con las perforaciones y también la gargantilla.

Alisha me avisó que estarían por allí, me bastaba con eso porque tenía ubicado el lugar, así que ya fuera de casa subí al coche, el indiqué al chófer dónde tenía que dejarme y se puso en marcha. El recorrido no fue especialmente largo ni tedioso, cuando quise darme cuenta divisé la fila que se formaba en el club y suspiré antes de decirle al conductor que me podía dejar por allí para buscar al resto de idiotas.

No tardé en ubicar la melena rubia de Alisha, ya estaba con el chico que imaginaba era del que me había hablado Joey y estuve a nada de maldecir por lo bajo al verlo, porque el jodido era alto. Como fuese me acerqué a ellos, quedándome al lado de la rubia.

—Gringa —saludé y le dediqué una sonrisa ligera, pues porque tampoco tenía cara de moco por defecto. Ya luego me giré hacia el muchacho y al encontrar sus ojos la sonrisa se me amplió bastante al notar su heterocromía—. Otro gatito~ Tú debes ser el chico que mencionó Wickham. Un placer conocerte, soy Katrina.

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Gabi poniéndome a buscar outfits a las 9 de la mañana para encontrar el que me gustó a mediodía a thrillsome saga. El outfit y los tacones cuz extra

No sabía lo mucho que necesitaba esta canción hasta que la escuché, thanks

 

Había costumbres que nunca iba a perder, no importaba el tiempo que pasase o lo que sucediese en el mundo, y el hecho de andar ligando con cualquier que se me presentase por delante era una de ellas. Tampoco era completamente mi culpa, vaya, ¿a quién se le ocurría dejarme sola esperando en una fila llena de gente guapa que quería irse de fiesta? Si lo raro hubiese sido que no hubiese ligado, c'mon.

Así pues, para cuando Jack me encontró en la fila y se me acercó, yo ya había conseguido el número de teléfono de los chhicos que había esperando justo detrás de mi posición. ¿Demasiado rápido? Hombre, no se me podía subestimar cuando me ponía en serio, y menos con el escote que llevaba y se encargaba de hacer más de la mitad del trabajo por sí solo. Aun así, cuando el chico llegó, me giré para prestarle toda mi atención y ni siquiera pretendí disimular el recorrido que le pegué con la vista, toda descarada.

—Gracias. Tú también estás muy guapo, Jackie~ —comenté, justo después de haber negado con la cabeza a su pregunta de si había esperado mucho.

No mucho después apareció también Kat y le devolví el saludo con una sonrisa. Aproveché que posiblemente la chica querría presentarse y, ni idea, quizás tirarle también los trastos, para sacar un cigarro del bolso y encenderlo, por aquello de aprovechar el tiempo que estuviésemos fuera en algo productivo. Estaba en eso, dándole una calada al tabaco, cuando recibí de nuevo la atención de Jack y solté una risa floja al recordar la estupidez que le había soltado aquella otra vez.

>>Ah, sí, Kitty Kat aquí presente~ ¿A qué recuerda a una gatita? Bien linda, pero cuidado que no te arañe~ —solté mirando a la chica en cuestión, sin esconder el tono de broma en ningún momento, y me encogí de hombros cuando volví a centrarme en Jack—. Ni idea, quizás se quedó dormido o algo~

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Hyuna solo tiene temazos uwu

 

Nuestro gigante aquí presente tendría que perdonarme por no recordar su existencia del partido de quemados, pero no era nada nuevo tampoco, no le ponía especial atención al resto de la gente de no ser que me interesara de primera entrada y en ese momento todavía el inglés no me había hablado para invitarme, así que eso.

Era una lástima que no pudiera notar que el color se le había subido al rostro, pero bueno tampoco podía ser tan codiciosa. Lo dejé que se tomara su tiempo para unir puntos y solté una risa baja a la vez que asentí con la cabeza cuando por fin lo logró, no me inmuté al escucharlo hablar como loro ya de paso. Se veía que le decías dos palabras y te disparaba cien en respuesta, lo que explicaba que pareciera llevarse con Alisha y Joey.

Culo inquieto uno y dos conocen a culo inquieto tres.

Miré a la rubia de refilón cuando Jack siguió hablando, lo del gatito en el club me hizo su gracia incluso cuando el otro siguió haciendo asociación libre o no sé qué cojones. En realidad en su momento hubo un gato de verdad en el club, pero eso solo lo supo Wickham, Aaron y Rachel, así que le daba puntos por haberlo dicho soltando lo primero que se le ocurriera.

Me encogí de hombros cuando Alisha soltó la estupidez de que podía arañarlo y ya de paso me acerqué un poco más a ella para alcanzar a tomar prestado su cigarro un momento, no creía que le importara, así que le di una calada profunda antes de regresárselo. Solté el humo por la nariz sin prisa, regresando la atención a Jack y pasando por completo del hecho de que al parecer Joey no daba señales de vida.

—En fin, al menos parece que encontraste las personas correctas para conocer Tokyo~

 

¿Que si había notado que Jack se ponía algo incómodo cuando me lo comía con la mirada? Pues hombre, era perceptiva cuando me daba la gana y, aun si no, ya empezaba a conocerlo lo suficiente como para imaginar que era ese tipo de persona de por sí. Eso no implicaba que me fuese a importar o que pretendiese controlarme, claro, de ahí que lo hubiese recorrido con la mirada aun así.

Al menos me guardé los comentarios subidos de tono~

Katrina se me acercó para quitarme el cigarro que estaba fumando y darle una calada, cosa que más o menos intuí desde que la vi por el rabillo del ojo y que tampoco tuve mucho problema en dejarle hacer. No le rechazaba gran cosa a las chicas bonitas y mucho menos algo tan simple como un poco de tabaco, oye~

—Ni idea, la verdad, no solemos venir por aquí... se sale de nuestro presupuesto... —comenté, bajando el tono de voz a medida que mi vista bajaba hasta dar con la pierna del chico, la accidentada, y volví a levantar la vista con la sonrisa inocentona echada encima—. Oye, ¿qué tal te sale la cara de cordero degollado? Yo digo que si damos pena con la muleta y tal nos cuelan bastante en la fila.

Era una idea de mierda, como todas las que se me ocurrían, pero ya estaba claro que no tenía mucho reparo en aprovecharme de los demás para conseguir lo que quería. Y andaba generosa, ¿eh? Que así nos beneficiábamos todos~

Sea como fuere, luego Kat comentó lo de que éramos buenas personas para conocer Tokio y un poco me carcajeé, la verdad, aunque lo intenté disimular dándole otra calada al cigarro. A ver, me había despertado en todos los barrios existentes de la ciudad y siempre había logrado volver a casa sana y salva, pero eso era todo un mundo aparte de lo que el chico realmente necesitaba.

>>¿Pero qué pregunta es esa, Jackie Chan? —cuestioné, echándome encima un tono fingido de molestia, y me separé un par de centímetros para dar una vuelta sobre mí misma, acabando en una pose—. He creado esta obra de arte, of course~

Que yo me tomaba muy en serio las salidas a discotecas, eh~

 

Este chico se daría cuenta pronto, si no lo había hecho ya, de lo jodido que estaba aquí en resumidas cuentas. Alisha ya se lo había comido con la vista, nada nuevo en realidad, y yo apenas iba llegando, pero en cualquier momento se me volaba la cabeza y empezaba con las estupideces también. Estaba en lo mío como siempre, al menos tuve la decencia de no tirarle el humo encima a Jack, porque a nadie le gustaba en realidad y me puse a pensar que debía haber más de un pelo de Nova en mi ropa. ¿No le daría alergía igual? Bueno, habría que averiguarlo suponía.

Luego de haberle regresado el cigarro a Alisha hice un gesto de "más o menos" con la mano en respuesta a la pregunta del chico sobre lo del ingreso. La verdad es que casi siempre me colaba como una campeona, como había hecho en la fila de la cafetería el otro día frente a Sugawara, bastaba con acercarme al idiota correcto y montarme el teatro de turno. Además con este tamaño de bolsillo hasta ablandaba a ciertos imbéciles mucho más fácil.

La rubia soltó que no solían venir aquí porque se les salía del presupuesto, cosa bastante obvia por decir otra cosa, y me mantuve al margen en lo que se le ocurría la idea de mierda de turno. Ponía en duda la capacidad de este chico de acceder a una cosa de esas, la verdad, se le veía más del tipo bonachón, y además con ese tamaño la cosa tenía otro nivel de dificultad. La cara de cordero a medio morir tenía que ser de campeonato mundial para lograr su cometido.

—No se pierde nada intentando —dije casi en voz baja.

Alisha soltó la risa ante mi comentario, la estupidez me arrancó una sonrisa bastante divertida porque esta jodida era un desastre con patas de los grandes, pero claro, Jackie aquí presente no necesitaba el tour por la desgracia tampoco. Ya luego atendió a su pregunta, con todo lo teatral que era su personalidad cuando le salía del culo.

Mi reacción fue bastante más sosegada, agité apenas la cabeza para que el cabello siguiera el movimiento y regresé la vista a él.

—También me ocupé creando una obra maestra —atajé y una risa liviana se me coló en la voz—. Claro que antes hice las cosas de las escuela, porque soy una chica responsable~

En lo que cabía.

—¿Y tú? ¿Algo más que contar sobre tu sábado? —La pregunta fue de cajón, pero no me interesó demasiado hacerla. Un poco de small talk no mataba a nadie.

 

No había esperado que Jack aceptase mi propuesta de mierda, si tampoco era yo tan estúpida ni tan naive, solo lo había soltado por la pura gracia. Por eso, y por ver la pobre carita que se le puso, claro, mientras empezaba a explicarse e intentar justificar el que no quisiese hacerlo. Ni siquiera pretendí disimular la expresión de pura diversión que se me formó al escucharlo, aunque por algún motivo asentí con la cabeza un par de veces en un intento de parecer comprensiva.

Luego Kat respondió también, le devolvió la pregunta y yo, una vez más, no pude esconder el bufido de hartazgo que se me escapó al escucharlos hablar. Bastante igual me daba lo que quisiesen hacer en un sábado, qué va, ¿pero qué era eso de hablar de la escuela y de estudios en una noche de fiesta? ¡Pecado capital, hombre! ¡Totalmente prohibido! Menos mal que el halago de Jack a mi aspecto había logrado suavizarme y me guardé las quejas, ¡que si no se hubiesen enterado de lo que era bueno!

Seguí fumando en lo que ellos hablaban, terminando el cigarro justo cuando el chico volvió a dirigir su atención hacia mí, y le dediqué una sonrisa ladeada en lo que tiraba la colilla al suelo y la apagaba con la punta del zapato. No añadí nada más, por aquello de añadirle el encanto del misterio, y acabé por echar el humo a un lado cuando sentí que Jack se apoyaba en mi hombro. Imité el recorrido de su mirada, algo curiosa, y no tardé demasiado en darme cuenta de lo que estaba sucediendo, haciéndme entornar ligeramente la mirada.

—Respira, Jackie —murmuré, girando el rostro para alcanzar a verlo—. No planeo comerte esta noche, así que puedes estar tranquilo~

Estaba bien lindo y ganas le tenía, eso desde luego, pero ya había decidido que Jackie iba a ser de esos que intentaba conquistar poco a poco y que los tenía de entretenimiento seguro en caso de que otras opciones más directas me fallasen o algo por el estilo. Y si ligaba con alguien en esa discoteca, definitivamente sería para llevármelo a la cama esa misma noche~

>>Follow me, children~

La toma de contacto había estado bien, vaya, pero ya era hora de ponerse seria. Me liberé del codo de Jack con cuidado y les hice una seña a ambos para que me siguiesen, alejándome de nuestro puesto en la cola para recorrer la misma en dirección hacia la entrada. Después de un rato, a unos pocos metros de la puerta de entrada, me paré delante de un grupo de chicos de más o menos nuestra edad y me acerqué para hablarles en voz baja, volviendo junto al otro par después de un rato, con una sonrisa victoriosa en los labios.

>>Kitty Kat~ Dicen estos chicos tan amables que nos cuelan delante de ellos si nos damos un besito de nada —le informé a la chica, sin disimular mi propia satisfacción al soltarle aquella propuesta—. Whatchu say~?

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Si os lo preguntáis... no, no ha bebido de antes. Creo (?

 

Jack acabó por denegar la idea como era de esperarse, sus sonrisa fue un revoltijo de disculpa e incomodidad, una completa joya. Ni siquiera lo había intentado y el pobre diablo ya estaba incómodo, es que era de antología. Se veía que este muchacho estaba meado por elefantes para ir a encontrarse con Alisha y Joey de toda la gente posible en el Sakura, en fin, que ahora le tocaba comerse el show.

Su comentario a nuestra pequeña demostración tuvo su gracia, me permití una risa baja y lo dejé seguir parloteando a gusto, incluso cuando Alisha bufó cuando hice la pregunta de cajón. Ya ella debía saber que me la traían floja sus reacciones y berrinches o lo que fuese, así que seguro ni tomaría en serio que pasara de ellos. Había que darle mucho crédito a la escuela además como para irnos a arruinar la noche por una mención express.

El muchacho se apoyó en el hombro de la gringa después y me pregunté cómo estaríamos los tres el domingo genuinamente, al menos me hacía una idea del posible futuro de Alisha y el mío, el enigma era Jack, pero la noche era joven. Ya sin mucho que añadir seguí a la rubia para ver cuál sería el plan maestro en sustitución de usar a Jackie Chan de cordero y, siendo honesta, no decepcionó en lo más mínimo.

Me tragué la risa cuando escuché lo que querían los idiotas a cambio de colarnos en la fila y me hice la ofendida y todo. ¡Eso era chantaje!

Pregúntame si me importa.

El caso fue que por la gracia me incliné un poco en dirección a Jack, no lo miré ni nada, pero le solté algo lo más bajo que me lo permitió el ruido ambiental.

—Jack~ No seas como estos imbéciles cuando ya te conozcas Tokyo al derecho y al revés.

Lo dije más por joder que por ser seria, ni siquiera le di mucho tiempo de responder, me acerqué a la gringa y alcancé su hombro con la mano, delineándolo. Busqué sus ojos entonces con la diversión impresa en toda la cara.

—Pues no los hagamos esperar mucho, Ali~

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Quick note: esta tampoco bebió antes

 

Era bastante probable que la idea del beso no hubiese sido directamente del grupo de chicos, que a decir verdad parecían bastante dispuestos a colarnos incluso sin darles nada a cambio, pero digamos que nadie tenía por qué saber que todo había sido cosa mía para empezar bien la noche, ¿verdad? Claro que no~

Pillé a Kat inclinada hacia Jack en cuanto me giré, diciéndole algo que me fue imposible adivinar, y después se acercó a mi posición para delinearme el hombro con la mano. Si había montado todo el teatro había sido por añadirle un poco de diversión al asunto, porque de todas formas sabía que no había realmente posibilidad de que Katrina me rechazase ya, y menos en un ambiente como aquel.

Pero sentaba bien escucharla aceptando de manera verbal y prácticamente ronroneé después de sus palabras, inclinándome hacia delante para buscar sus labios. Ganas le tenía desde las primeras pruebas físicas y mira que la jodida se había hecho de rogar, así que por lo menos pensaba aprovechar bien la oportunidad que me había conseguido. Con los tacones estaba más alta, pero seguía habiendo cierta diferencia de altura, y aproveché la misma para pasar las manos por su cintura, alcanzándole la espalda baja para empujarla más hacia mi cuerpo.

Igual sabía que estábamos en público y tampoco quería emocionarme demasiado, que quedaba mucha noche por delante, así que solo le colé un poco la lengua para tantear el terreno antes de separarme, después de un buen rato aun así, y sonreírle con aire risueño.

—Listo, en un par de minutos estamos dentro~ —canturreé, con cierto tono victorioso, mientras me adelantaba hasta el hueco que nos habían hecho en la fila.

 

Contenido oculto: shes my little yoko oh no makes me go lOCO

Al final el almuerzo del viernes estuvo de lo más tranquilito. Había que ver nada más, el evil twin sí sabía comportarse. Tendría que agradecerle y todo al príncipe de nuestra clase por haberle echado una correa al cuello o la mierda que fuera antes de irse, vete a saber las cosas que hicieron en mi ausencia los depravados~ Además, ¿el estiradito? ¿Maricón? Pedazo de plot twist, tanto que era casi cliché si lo pensaba dos segundos. Aunque, ¿no lo había visto también con Ri-chan en la cafetería? Eh, qué misterio~

El sábado las cosas se torcieron un poco, y yo que tan bien había comenzado la mañana. Era una mierda seguir dependiendo económicamente del viejo, implicaba mucho que callar y aún más que aguantar; por ejemplo, que tuviera llave del piso. ¿Matty lo sabía? No me quedó claro, su expresión fue bastante críptica apenas oímos la puerta abriéndose. Bromas aparte, un frío de mierda me corrió por la espalda. Mira que ir a arruinarme así el fin de semana.

El puto coraje.

Pero venga, venga, que era sábado y tenía planes. ¿Matty intentó persuadirme? Por supuesto, y con muchas estupideces sobre la familia, sobre el viejo viniendo hasta acá por nosotros y yo empeorando las cosas. ¿Me importó? La verdad que no. Por mí que reventara.

Lo único que me daba miedo era dejarlo solo con él, pero Matty era lo suficientemente complaciente para que prefiriera seguir ensañado conmigo y por mí que así fuera, si eso significaba que al otro imbécil no le pasara nada malo. Como fuera, el encontronazo en la sala cuando me iba yendo estuvo algo feo pero no le di mucha cabida, ni siquiera me detuve para voltear a verlo. Un par de órdenes ridículas, algo de ser un jodido desagradecido, y el silencio de la noche.

Eh, whatever.

Salí bastante temprano de casa, de hecho, así de paso evitaba la cena en casa. Me metí en un bar a matar el tiempo y bueno, copa fue, copa vino, al final se me pasó la hora de la quedada. Si no respondí los mensajes de Ali fue porque no encontré las jodidas ganas hasta tener algo de alcohol en sangre, y ya con el alcohol en sangre, bueno, lo que encontré fueron un par de distracciones. Y muy bonitas, si debía ser honesto.

Pero va, va, va, que tenía un deber que cumplir. ¿Iba a dejarlos colgados, así nada más, sólo por haber tenido un día de mierda? No, sir~

La fila para el Villa estaba jodidamente larga, como era lo usual, y solté el humo del cigarrillo en una especie de bufido. Me acerqué por la acera contraria, eché un vistazo y fuera coñas, la melena rubia de Ali se distinguía a kilómetros de distancia en Tokyo. Me sonreí, aplasté la mierda bajo mi zapato y hundí las manos en los bolsillos, echando un vistazo a ambos lados de la calle antes de cruzar. Las vi desde allá, el espectáculo no hizo más que mejorar a medida que me acercaba y mira, ya eso había valido toda la movida. ¿Divirtiéndose desde tan temprano y sin mí?

How mean~

Aplaudí lento, lo hice de lo más teatral y con la pura intención de captar la atención de los tres. Llevaba la sonrisa de toda la vida, la barbilla ligeramente alzada, y eché los brazos sobre los hombros de las chicas, poniendo una de las manos en puño para que Jack lo chocara. ¿Ya las había observado de pies a cabeza en lo que cruzaba la calle? Por supuesto.

—Caballero, señoritas —saludé, aún montado en el teatro—. Espero que no me hayan extrañado demasiado, aunque creo que no fue el caso~ Nice show, ladies.

No sabía si Katrina iba a lanzarme un mordisco o qué coño, así que me abstuve de seguir molestándola. Les quité los brazos de encima, repasé la ponytail de Alisha a la pasada y eché un vistazo a la fila, regresando las manos a los bolsillos. Una brisa de nada se coló entre la gente, meciéndome apenas el cabello oscuro que llevaba recogido en una media coleta algo desprolija.

—¿Y bien? ¿Ya se adelantaron o tenemos la carta todavía?

Qué va, si no conocería las mañas.

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hola bitches tHE LATIN LOVER IS HERE

sale el outfit de Joey pero me le agregan estas cadenitas al cuello y eL ARITO TAMBIÉN, porfasplischu

 

No era de sorprenderse que la idea de mierda hubiese salido directamente de Alisha sin escalas en ningún otro cerebro, en eso debíamos ser honestos, pero de nuevo no me interesaba lo suficiente para rechazar la estupidez y de ahí que me subiera al tren sin titubear ni un poco. La otra idiota aprovechó el bug como una campeona, sentí sus manos en la cintura, que me empujó más hacia ella y sonreí contra su boca, recibiéndola sin mayor problema.

Estábamos a los cuatro vientos, tampoco nos íbamos a montar la porno ahí ni nada, al sentirla colar la lengua empujé la mía en su dirección, cosa de no dejarla irse sin premio, qué coño sabía yo y ya cortamos el show. Solté una risa por la nariz al volver a conectar con sus ojos y caminé para colocarme en el lugar que nos habían cedido como si nada. Me hizo gracia que Jack tuviese que comerse el espectáculo, porque con todo y su actitud el pobre no dejaba de ser un adolescente como todos nosotros, así que un poquito debía haberse emocionado tan siquiera.

Que qué fácil era manejarlos decía.

La verdad, un poco sí.​

—Ya ves, hay que tener estrategia~

Acababa de soltar la estupidez cuando escuché los aplausos pausados que claramente tenían la intención de llamar nuestra atención y cuando quise darme cuenta teníamos al inglés encima. Una sonrisa de pura suficiencia me alcanzó el rostro, como si hubiese confirmado el punto que no dije nunca de que no valía la pena estar preguntando por él si obviamente iba a aparecerse.

Ya de paso cuando nos quitó los brazos de encima aproveché para repasarlo con la vista, pues porque me daba la gana básicamente, y la sonrisa se me ensanchó un poco más.

—Nada como llegar a tiempo, ¿cierto? —atajé respecto a su comentario sobre el teatro que nos habíamos montado bastante de gratis—. El trabajo está hecho, ya casi deberíamos entrar.

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iCE QUEEN, SO MEAN, WHY SHE ALWAYS WANNA FIGHT ME

ya perdón, no me pueden aventar a Adam Jensen y esperar que no me emocione whoops

 

El comentario de Jack me sacó una carcajada divertida, ni siquiera sabía muy bien si por haber dicho que era fácil manejarlos o por el plan que se le había ocurrido y que hubiese acabado costándonos más tiempo que solo haciendo la fila. Son su metro noventa y todo, lo cierto era que el muchacho me causaba mucha ternura, especialmente con ideas como aquellas, y genuinamente me preguntaba si sería capaz de aguantar una noche completa con dos desgraciadas como Katrina y yo, que incluso relajadas podíamos dar problemas.

¿O acaso no me iría a pensar que él también se había emocionado un poquito con la escena~?

Me encogí de hombros sin más, quitándole importancia a todo el asunto porque ni siquiera era la primera vez que usaba aquel truco barato para conseguir colarme, copas gratis o cualquier estupidez que se me ocurriese en el momento, y justo en ese mismo instante apareció el tercero en discordia. Qué va, ahora sí que esperaba que Jackie hubiese puesto velitas antes de venir o algo, ni idea, solo para prevenir aunque fuese.

Ya venía siendo costumbre pero prácticamente lo sentí un milisegundo antes de escuchar sus palmadas lentas, que por supuesto consiguieron su objetivo de llamar nuestra atención. Giré la cabeza lo suficiente para repasar su rostro en cuanto nos echó los brazos por encima, con la sonrisa sedosa de toda la vida, y solté una carcajada ligera cuando acabó por halagarnos el espectáculo que nos habíamos montado.

Siempre tan buen timing~

Aun así lo pensé, claro que lo pensé, y lo hice con una intensidad estúpida; que ya había bebido antes de venir y que ni siquiera pensaba que hubiese sido en su casa para entrar en ambiente. Pero lo dejé correr, como siempre, porque igual que con los mensajes que no me había respondido, no me correspondía meterme en su vida, y mucho menos ahí. Pero había venido, ¿cierto? Así que al menos podía contribuir con lo que sí sabía hacer mejor que nadie: distraernos con alcohol, fiesta y ligues.

Seguí el movimiento de su mano por mi coleta con una leve inclinación de cabeza, prácticamente de puro instinto, y seguí sonriendo con aquella suavidad estúpida mientras me giraba sobre mis talones para observar mejor el intercambio de palabras entre él y Katrina. Ella le respondió a la pregunta y yo aproveché para repasarlo con la mirada, quedándome un par de segundos prendada de las cadenas que llevaba colgadas del cuello.

—So handsome~ —murmuré, casi más para mí que otra cosa, y volví a girarme hacia delante a la vez que la fila se adelantaba un par de metros—. Parece que ya somos los siguientes~

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Me gustaría cederle la entrada a Belu, ya que la idea del sitio ha sido suya y el sitio en sí es invención suya también uwu

 

Al final iba a agradecer mi timing y todo, porque no tenía pinta de haberme perdido nada. Es decir, llegué para el show de las damas y encima justo antes de que entráramos al club, quién sabe desde cuándo iban haciendo cola los pobres diablos y yo tan fresco haciendo mi entrada triunfal. Bueno, triunfal por decir algo.

Si me repasaron con la vista o no, pues no me molesté en comprobarlo aunque, siendo honestos, ¿cómo no iban a hacerlo? La voz de Katrina me alcanzó desde un costado y solté el aire por la nariz en una risa floja antes de deslizar la mirada a sus ojos. ¿Me sorprendía que sí se hubiera aparecido? Un poquito, I guess. Quizá la había subestimado.

—Indeed —me limité a responder, desviando entonces mi atención a Ali. Su halago sonó bajo pero aún así me las arreglé para recibirlo y le guiñé un ojo, ensanchando la sonrisa al, finalmente, enfocarme en Jack—. Well, well, my boy. ¿Listo para conocer la mejor noche japonesa? Te digo, suelen ser unos aburridos pero se ven cosas interesantes aquí, en Minato. También hay mucho extranjero, hay gente de todos los colores.

Antes me había correspondido el puño que estiré para saludarlo y avancé al notar que los chicos frente a nosotros ya habían ingresado al establecimiento. El trámite fue el mismo de siempre, le mostré al gorila mi registro falsificado, ese donde tenía veinte años, y aguardé por los demás. Estaba seguro que a Jack con semejante estatura no iban a pedirle ni el "buenas noches", así que no me preocupé por haber obviado el detalle de que aquí no entraban menores de edad. Hombres, al menos.

Las luces se redujeron de inmediato, la música comenzó a rebotarme en todo el cuerpo y, ya habiendo ingresado todos, avanzamos a la sección principal de la disco y repasé el espacio con la vista, esbozando una sonrisa ligera. Supuse que lo primero era conseguir una mesa y pedir las bebidas, así que me incliné hacia ellos y alcé la voz para que pudieran oírme.

—Voy a comprar de beber, ¿quién viene conmigo~? —Lo solté en un tono casi juguetón por la puta gracia y luego señalé a zona de mesas con un movimiento de cabeza—. Los demás busquen dónde sentarnos.

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Bueno, yo estuve esperando a Tom y Tom estuvo esperándome a mí así que con esa pelotudez aclarada procedemos a proseguir (?

 

Una cosa sí había que decir y es que Jack tenía que rezarle a todas las deidades posibles o la mierda en la que creyera si quería salir entero de aquí ahora que Wickham se había aparecido. Para qué lo íbamos a adornar, éramos la triada del desastre, que lo dijera la fiesta de la azotea, la mascarada y las ideas estúpidas todavía por venir. No seríamos una combinación ganadora, pero vaya que éramos una combinación para la desgracia.

En fin, nos llegó el turno de pasar no mucho después y antes de eso Joey se encargó de la suerte de introducción a lo que era Minato. El barrio estaba lleno de clubes, discos y cosas del rollo, además de que no era mentira que estaba lleno de extranjeros y de ahí su encanto quizás. Igual los japoneses podían darse de modosos y lo que quisieran, pero había que decir que algunos poco tenían de eso y más de uno se encontraba allí.

Hicimos el trámite de turno, como siempre, nada fuera de lo normal y entramos por fin, las luces se redujeron, la música rebotó y me permití una sonrisa bastante amplia, como si hubiese llegado a mi puta casa. Avanzamos sin más hasta que el inglés se inclinó hacia nosotros para hablarnos, el tono de la pregunta me arrancó una risa floja y me separé de los demás sin prisa, enredé el brazo en el de Wickham y lo miré de costado.

—Te acompaño —dije alzando la voz—. Te invito a la primera, ¿qué dices~?

¿Generosa de la nada? Quizás, pero digamos que no era mentira lo de que le debía su regalo de cumpleaños aún.

Igual noté que el gigantón se decidía por ir a sentarse, así que dudaba mucho que nadie tuviese la genial idea de siquiera intentar tomar el lugar que eligiera. Qué va, por ahora todo eran ventajas, eso sin duda.

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puras ideas pendejas como siempre