Vidas Imperfectas.

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por GianmarcoPerú, 25 Marzo 2012.

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    GianmarcoPerú

    GianmarcoPerú Entusiasta

    Piscis
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    Título:
    Vidas Imperfectas.
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    627
    VIDAS IMPERFECTAS



    “Después de un adiós”
    Condujo la mirada en dirección a la calle paralela al parque, en el letrero del hombre alto y vigoroso de sonrisa radiante, aún pensaba que era absurdo alimentarse a base de pizza y conservar esa distintiva figura. Pero era creíble para él, y eso era una desventaja para el reducido juicio que le quedaba a Miranda ya que le convencía a seguir también esa idea.
    La lluvia había sido su aliada aquella noche, impetuosa y fría, como si de alguna manera le recriminase sus actos. Quizás se estaba dejando llevar por su consciencia así que optó por alejarse del alféizar de su ventana e irse al colegio. Mientras caminaba hacia el paradero del autobús comenzó a decirse que todo saldría bien, que había hecho lo correcto, no tenía porqué temerle a las consecuencias… mas al repetirse cada oración aumentaba su preocupación.
    -Los recuerdos son mágicos, te transportan a ese lejano horizonte de tu vida permitiendo que vuelvas a sentir, ¿y sabes qué es lo más fascinante?, que sólo necesitas cerrar los ojos y dejarte llevar por tus sentimientos.
    Tuvo la impresión de que su abuela se había infiltrado en su mente para recordarle esas retóricas palabras. Antes de ponerse a reflexionar apareció el autobús y abriendo sus puertas subió casi corriendo. Entonces experimentó un paro en su corazón, de esos que duran apenas un segundo exacto. Él se encontraba sentado en el primer asiento, junto con una chica menuda de dos trenzas que le hablaba locuazmente sobre temas triviales.
    -Ayer soñé que una silueta rodeaba mi recámara y me despertaba con una serenata mexicana, ¡no tenía forma pero aun así me cantaba!-decía sumergida en su extraña historia.
    Él por su parte, mantenía los ojos cerrados fingiendo dormir. Sabía a la perfección que la escuchaba, a duras penas pero lo hacía. Sintió el deseo de ayudarlo, echar a la niña Bla Bla y hablarle finalmente. Su mano ya estaba a punto de tocar el hombro de ella cuando el autobús frenó en seco e impulsó su cuerpo hacia adelante, llevándola al suelo.

    Le parecía inverosímil el pasado, cada momento compartido con ella ahora seguramente no formaba pieza en su novela, porque así debería llamarse su vida, una novela, donde lo quiera o no iba a desencadenarse en un final. Claro está que nunca lo imaginó de esa manera, debía admitir que en sus planes se veía a él y a Miranda longevos, contemplando el crepúsculo.
    Ahora que lo cavilaba él era un total idealista, por no decir tonto. ¡Mirar un arco iris!, ¡sonreír!, ¡seguir siempre a la luz!, aquellas frases las había dicho el un sinfín de veces, pero hasta entonces ya no le servían de mucho que digamos. Necesitaba algo de lo qué sostenerse y no caerse al vacío de sus propios engaños, una palabra… un hecho… o alguien…
    La imagen de Miranda se representó enseguida, como un reflejo, y él prefirió hundirse en el abismo de su dolor porque la decepción era mucho más difícil de sobrellevar.
    Entonces se oyó un estrépito y abrió los ojos.


    ¡Hola, hola! Hace un buen tiempo que no escribo y hoy me entraron unas ganas incontenibles de hacerlo jaja espero que les agrade porque me sentiría mejor de lo que me siento ahora por haber hecho este capítulo. Perdón si resulto corto de antemano. Cuídense.
     
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