Salgo para allá, dispuesto a besarte y quizá a tener algo más… algo de susto, algo de anhelo, algo de ensueño. Me dejo coger de la tarde por la pereza pero sigue ahí la ansiedad, las ganas de ir, de verte, de vivirte… Se acerca la hora, casi las cuatro de la tarde para empezar el rumbo hacia donde estás… por miedo a la noche decido no parar en ninguna parte… 99km de distancia… el viaje empieza muy bien, lleno de esperanza… quería motilarme para que me vieras lindo, no sé dio… el viento golpea fuerte en la moto, mis cabellos se escapan como queriendo volar, apenas estoy comenzando. Saliendo de aquí veo árboles y paisajes de tarde preciosos… pienso en vos, te llamo, ¿Estás aun dispuesto a que vaya? Puedo devolverme, una sonrisa responde que no, que quieres que vaya… El viento sigue golpeando la cara, los paisajes y las carreteras son de película, las montañas son retratos inolvidables, el frio, el calor, el frio el calor, una constante que sube y baja… Ya está más tarde ¿Prendo las luces de mi moto? Aún no, esperemos a ver hasta que deje de ver… ¿Me querrás? ¿Tendrías algo conmigo? ¿Cómo sería verte y vivirte? ¿Qué sientes cuando me ves? ¿te gusta volar? ¿Estaré mirando fuera de la convención a la que me permites llegar? Serpientes, zorros, perros, un pájaro muerto en el camino, gallinazos volando… niños solitarios caminando carreteras solitarias… es de noche… los mosquitos invaden el camino, bajaré mi visera, prenderé las luces. Subidas y bajadas hacia ti… interminables caminos, personas que sueñan y otras que no… el cielo está precioso, estoy solo, atrapado en la inmensidad de la noche, bajo la luz de un farol de motocicleta a 60km por hora. Qué se sentirá llegar a tu casa, a tu pueblo, a tu gente, a tus costumbres, a tus comidas? ¿Qué se sentirá ser parte de tu familia, de tus sueños, de tus deseos?. ¿Qué hacer para conquistarte, para llenar tu alma de libertad, de pasión y aventura? ¿Seré acaso yo un alma falta de aventura, es acaso eso lo que estoy yo persiguiendo en vos? ¿Cómo brindarte lo que al parecer me hace falta? Que me cantes, que me cantes, quiero que me cantes… una cámara escondida en la oscuridad de un maletín… Y si se pinchan las llantas? Y si se cae la cadena? ¿Y si se dañan las luces…? ¿Qué me pasa? ¿Por qué pienso siempre hacia un lado fatalista? No será acaso este un viaje de ensueño? Te llamo, he llegado, estoy con mis dos pies en tus tierras, o bueno aun no yo, pues quien pisa por mi es la motocicleta. Mi nariz huele tu aire, mis cabellos vuelan con tu viento… te llamo… te llamo… he llegado, estoy cerca a tu casa… doy vueltas antes de llegar a tu casa… he llegado… te he visto… he llegado… me ayudas a entrar en tu casa… todo es raro, tengo frio, un gato me saluda desde lejos, abruma tanta cosa desconocida… es tu casa… es tu casa… son tus sueños… son tus juegos… son tus matas… son tus suculentas… Es tu música la que suena… esta es tu habitación me dices… me entregas a un espacio solitario, un espacio que no huele a ti, que no es tuyo. Estoy parado en un patio lleno de frio, me ofreces un chocolate… es tu sonrisa… es tu mirada… es tu juego hacia la nada que me enciende por dentro… me siento feo… me siento frágil… me siento… eso es… de nuevo después de mucho tiempo me estoy sintiendo… Es tarde, no me siento tan cansado como debería estarlo… ¿Será acaso la extrañeza de verte la que se ha llevado el cansancio? Ahhh ese chocolate, como me sube el calor… Tu abuela es una señora bastante extraña, pero de esas extrañezas bellas, ¡qué raro! Parece que le alegra el verme… Tu gata ahí postrada en el suelo me mira, corre y vuelve a mirarme… qué dirá en su pequeña cabeza… ¿me querrá? ¿Le importaré? Que bobadas pienso... A esa gata no le importa mi existencia. Quizá si fuera esa mariposa podría jugar con ella, el juego del gato y la mariposa, quizá así le importaría más. Ya han pasado varios minutos y la gata juega conmigo. Salimos a la calle, conseguimos comida, nos la llevarán a tu casa en un rato, mientras tanto me presentas la Secuoya y dices que solo hay dos en Colombia, me presentas tu escuela de música, afortunado yo de ver el balcón más lindo de Antioquia sólo, a altas horas de la noche. Me gusta ver desde allá la secuoya enferma, esa que necesita ayuda después de un golpe que le dio el cielo al lanzarle un rayo, te preocupa, haces que me preocupe por ella. Todos en este pueblo se conocen… todos en este pueblo te conocen… ¡Oye! Eres tan diferente a mi… eso me gusta… ver una película, acostado en tu cama: Fragmentos somos fragmentos, nos dividimos, somos muchos, ese que ama y ese que odia, aquel que mira y aquel que no mira, la que desea el que desea, el que implora, el que detesta, el que se arrepiente, el que se ahoga, el niño, la niña, el padre, el que protege al que ama, sobre todo el que ama, el que no sabe para dónde va, el que sabe para dónde va… el guía, el maestro, el que oye, el que canta, el que vuela. La película se a acabado, me hayo acostado en tu cama, abrazandote, recordando el olor de tu cabello, no te beso, pero si te toco, si te abrazo, si siento que quiero estar ahí… Duermo un rato ahí en tu cama, contigo, ¿Contigo? ¿Estás ahí de verdad? Siento como un hueco, como que no quieres estar ahí conmigo… aún tengo mi pantalón, no me he cepillado, necesito ir al baño… el calor del pantalón me hace descobijar… me voy… después de un rato el calor me hace ir… Estoy en otro cuarto, me organizo para dormir… me acuesto en esa habitación de casa antigua, solitaria que no te tiene encerrado en sus paredes blancas, en su techo y suelo de madera… en su closet de madera… Me adentro más en la noche… duermo… me despierta un extraño sueño donde el novio de un amigo está terminando un noviazgo conmigo, se arrodilla en mitad de una calle, me alejo, no miro hacia atrás… una directora de coro viaja en un carro aprendiendo a manejarlo y de un golpe lo mata… llega la policía y gente extraña… Aparezco en un velorio, debo cantar una voz metida en la mitad de dos notas, la más compleja de cantar… me asusta no hacerlo bien… me despierto… estoy en una cama sólo, sin frio a pesar de estar en tierra fría… huele a noche… suenan unas campanas de una iglesia cercana… es tan real el sonido que sé que son tocadas de verdad y no una grabación…. Estoy a punto de dormir con una extraña sensación como si algo malo hubiese sucedido en otro lugar… anulo ese sentimiento antes de dormir. Es temprano... me levanto mucho más temprano que el despertador… son las 6:50 duermo otro rato… quedé de levantarte tipo 7 u 8 se llegan las 10 de la mañana y aun sigues durmiendo… jamás te desperté… sentí pena levantarme e ir a verte… Pasadas las diez de la mañana pasas cerca de la habitación y dices que abra la puerta, que deje la pena… te bañas antes de que pueda verte… me baño antes de que puedas verme… vamos a subir a tierra caliente… salimos… manejas mi motocicleta en una carretera destapada… tengo frio… tengo miedo… los paisajes son aún más hermosos… me presentas el mortiño, las yarumas blancas, pienso, que hermosura de árbol… señalas muchos lugares y hablas de tus experiencias en ellos… Me hablas de los cultivos de igo, le pides aun campesino uno para mi, el señor campesino con sus manos negras, astilladas y entierradas parte el igo con la técnica que sólo el tiene y me lo da… sabe muy rico… me robas una mordida… avanzamos… nos encontramos con tu amigo, ese que parece que está más allá que aquí, ese que sueña y tiene deseos, ese que es valiente, ese que monta tu bicicleta en vez de una moto, ese que está a punto de graduarse de abogado… ese que ama el aire, la naturaleza, la comida, el dinero, el descanso, el sol… Vas manejando, no frenes dice tu amigo, estamos en un pantano… frenas… nos resbalamos… caemos… se te encalambra la mano, el pie, no pasa nada… tu amigo, ese que no se mete al agua del lugar en donde estamos, arma un cigarrillo de marihuana… donde estamos hay comida… cerveza…hay una Ceiba.. Ese lugar se va llenando de gente, por momentos huimos de ella, se hace más tarde… almorzamos… te de limoncillo después de almuerzo… una conversación con un señor de avanzada edad sobre la vida… sobre la riqueza… sobre las perdidas, sobre los cocos, los mangos, las cañas, la panela… Avanza la tarde, tu amigo se va primero que nosotros, él tiene una tarea mucho más dura que la nuestra, subirá una montaña a carretera destapada en tu bicicleta. Nosotros subimos, avanzamos, lo alcanzamos. Decides ayudarle un poco, avanzas, me quedo con él un tiempo dándote ventaja… 1km y 10 Mtr son tu ayuda… mientras yo manejo llevo a tu amigo atrás… te recojo, te veo cari rojo… varias paradas esperándolo… aparece otra persona… un locutor de radio, no me cae tan bien… paramos, comemos empanadas con cerveza… paramos, coges mortiño para hacer jugo.. paramos, coges mortiño para hacer jugo… paramos coges mortiño para hacer jugo… hace frio, estamos ya cerca al pueblo… llegamos… te duele la cabeza… te bañas… te duela la cabeza… salimos a comprar comida… te duele la cabeza… llegamos me pides el favor de hacer la comida… te duele la cabeza… te acuestas… te duele la cabeza… te llevo la comida a la cama y dices que comerás conmigo en la cocina… intentas comer… te duele la cabeza… no comes nada… te duele la cabeza… te acuestas… me baño… me organizo… organizo mi cama… me dices que te abrace un rato… te abrazo… solo te abrazo y te acaricio… no te beso… no te beso… no te beso… dos horas en tu calor… con el calor de tu gato… me voy… me acuesto en la otra habitación… duermo mejor que la noche anterior… no recuerdo sueños… me despierta el despertador… te llamo… me levanto, uso el baño, te levantas, salgo del baño. De nuevo no te veo sin bañarte, vas a mi habitación recién bañado, no te miro. ¿Tienes cara de dormido?... no te miro… corro al baño… me baño e inicia nuestro viaje, te llevaré… te llevaré… hace frio… hace mucho frio… conoces la carretera y sus curvas… hace frio… hablamos… cantas…. Cantas… cantas… hablamos…. Cantas… cantas… Mira una araucaria, otra araucaria y otra y otra y otra… que rápido se hace este viaje de regreso contigo... Llegamos a la Unión… comemos… hace frio… un tinto… un café con leche… bueñuelos… pastel de pollo… seguimos… hace frio…. Hace frio… te siento ahí atrás… por momentos pareciera que me abrazas… pero todo sucede en mi cabeza… hace frio… Otra araucaria… 60km 70Km 80Km 90Km llegamos… te vas, con tu energía y tu belleza, me das un beso en el cuello y me agradeces mi energía y mi presencia… ¡Te vas!
Qué relato tan bonito y arriesgado. Me encantan esta clase de textos experimentales que intentan transmitir ideas más allá de su semántica, con sus signos de puntuación y con su propio ritmo. Aunque el relato por sí mismo con su trama no me dice mucho, entiendo su intención. Y vivirlo fue muy trepidante. Como todo se compone de notas mentales inquietas, el texto logra emocionar al lector y sumergirlo en esta vorágine de situaciones. En fin, me gustó mucho. El único punto malo son las constantes faltas de ortografía, que a diferencia del uso de los puntos suspensivos, no se ven intencionales, por lo que habría que corregirlas para que quedara mucho más pulcro y no desconcentraran.