Veo… ¿lo que quiero ver?Era una noche fría y silenciosa en Tomoeda. El alumbrado público dejaba ver las calles vacías pues todos aparentemente ya todos se encontraban descansando en sus casas. Bueno, casi todos… -¡Espera!- se escuchaban voces agitadas. -Es rápida- decía una voz muy aguda justo en el momento en que su objetivo tomaba más velocidad. -Bien- dijo Sakura tomando su llave y transformándola en báculo - La seguiré. Su objetivo esta vez era una carta Clow cuya identidad no sabían todavía. Solo un destello de luz se posaba frente a ellos y cada vez que habían intentado tocarla o utilizar una carta para atraparla, esquivaba sus movimientos, hasta que decidió marcharse de una vez por todas dirigiéndose al Parque Pingüino. -¡Vuelo!- gritó la pequeña card captor transformando el báculo y ganando velocidad en la persecución aunque ya había perdido su pista. Sabía que por más que hubiera pérdida contacto visual, la carta se dirigía allí, entonces y era precisamente por eso que le sorprendía encontrarse con tanta calma. ¿Donde estás? - interrogo con su báculo listo para defenderse. -¡Sakura! -gritaron Tomoyo y Kero que recién llegaban - ¿Qué pasó? -Yo...no sé. - sacudió la cabeza confundida. -Con que ahí estás- interrumpió de pronto otra voz que se acercaba al grupo. -¿Li?- dijo Sakura sin poder distinguir su presencia hasta que estuvo iluminado por las luces del parque. -¿Sabias de la carta? -Claro, sentí su presencia- dijo cruzándose de brazos mientras miraba alrededor- ¿La capturaste? -Ehh...la hemos estado siguiendo desde la biblioteca que queda cerca a la escuela..-dudó Sakura- Pero aún no lo he conseguido. -Lo que pensé- gruño el joven chino tomando su espada. -¿Que harás? - preguntó Tomoyo -Sentiré su presencia- dijo como si fuera lo más lógico del mundo y se dio la vuelta para concentrarse. Sakura miraba atenta. Llevaba casi tres meses en su misión de capturar las cartas y aún se le hacia algo difícil la tarea ¿Cómo es que parecía ser tan fácil para Li? Otra vez el intervenía para ayudar, sabiendo siempre que hacer, lo que la desanimo un poco y la llevó a pensar que a lo mejor no estaba lo suficientemente preparada. Kero confiaba mucho en ella, pero, ¿en realidad tendría lo que se necesitaba? -Ahí está - índico Shaoran señalando debajo del pingüino del parque, después de un rato.- Yo me encargo- -Pero... -Déjalo Sakurita- comenzó el pequeño guardián cruzando los brazos- -¿Estás seguro de lo que haces, Li?- . -Claro- dijo seguro de que su plan daría resultado- para capturar una carta primero debes conocer su identidad. -Sakura- llamo una voz que venía de donde se suponía estaba la carta en tanto que Li intentaba acercarse. -¡¿Eh?!- se preocupo abriendo los ojos.- Es... -Sakura, ¿Qué haces aquí? - sonrió dulcemente el joven mientras con una mano la invitaba a acercarse a él. - Ven conmigo, mi pequeña Sakura. -¿Qué dices?- preguntó confundida. En ese momento Sakura se preguntaba que podría estar haciendo él ahí ¿había visto a Kero o al la carta? ¿Y si la carta lo atacaba por llegar a ella? No, no podría exponerlo, así que lo mejor sería intentar convencerlo de irse a casa. -Mi pequeña Sakura- decía él con ternura - Siempre has sido tan amable...-sonreía. -Yukito...-Susurraba ella- Yukito yo.... -¿No quieres seguirme?- seguía diciendo Yukito con su mano extendida, mientras borraba la sonrisa de su rostro. -No es eso...yo...-intentaba organizar sus ideas. Pero de pronto varias preguntas vinieron a su cabeza. ¿ Por que él no había preguntado nada sobre que hacían allí en la noche? ¿No había visto a Kero? Los llamativos trajes que ella y Li llevaban al parecer no habían llamado su atención y de pronto el destello lo rodeaba. -Kinomoto...-susurró Li pero extrañamente sin mirar a Sakura sino al lugar donde sentía el poder de la carta, acto que no paso desapercibido por Tomoyo. ¿Sakura? ¿Li?- decía Tomoyo mirándola con preocupación - ¿Con quien hablan? -No eres Yukito...- seguía hablando Sakura, esta vez con tristeza. -¿Yukito? - repetía Kero asombrado mirando a la card captor - Yo no veo nada. -Tampoco yo- decía Tomoyo enfocando la videograbadora hacia Li y su amiga, con la esperanza de ver algo que sus ojos no alcanzaban a percibir. -¡Es la carta!- gritó Kero de pronto a la vez que intentaba apartar la mirada de la card captor de la escena- Si te muestra diferentes cosas…lo que quieres ver. ¡ es la carta ilusión! -¡Li! gritó Tomoyo al ver que su compañero al parecer estaba teniendo también una visión- ¡Reacciona! ¡Li! Los jóvenes reaccionaron al fin ante las palabras de Kerberos y Daidouji. Después de todo el guardián tenía razón. La chica apartó con tristeza su mirada e intento concentrarse en la realidad ¡No es Yukito! ¡No es Yukito! pensó y aferró fuertemente el báculo en sus manos. Alzó la mirada lista para capturar a la carta. -¿Lista?- Preguntó Li, avanzando con ella. -¡Eres una carta Clow!- gritó Kinomoto acercándose al falso Yukito, que soltó una carcajada antes de que un brillo intenso lo envolviera. -¡Ahora Sakura! - gritó el pequeño guardián. -Bien, ¡Regresa a la forma humilde que mereces!- dijo la chica levantando el báculo - ¡Carta Clow! - Y la tomó en su mano una vez que esta se transformo. -¡Que bien Sakura!- la felicitaron su amiga y su pequeño guardián, muy alegres. -Bien hecho- dijo Li simplemente con la mirada baja -Gracias, Li- dijo la card captor sonriente. – Oye, no te he preguntado, ¿qué te hizo ver la carta? -No hice gran cosa- dijo él muy serio y con la vista en otro lugar como sintiéndose incomodo- ¿La carta? Ah, no fue nada importante. -¿Te pasa algo Li?- preguntó la chica mirándolo fijamente, algo preocupada por la repentina reacción de su compañero de clase ¿pasado algo? -N-no...- Respondió algo... ¿Sonrojado? -Tal vez vio mal- rió Tomoyo con complicidad haciendo que Li se sobresaltara. Definitivamente su compañera había adivinado lo él había visto. -¿Eh?- dudó Sakura sin entender a que se referían. -Digo...que tal vez tú viste mal- rió de nuevo Tomoyo refiriéndose a su amiga - Tal ves a Li no le pasa nada. Lo que vio no debió ser importante como él dice. -Bien eso creo- sonrió Sakura mientras el joven chino muy sonrojado, se alejaba ya del parque y avanzaba hacia su casa con paso decidido. -¡Adiós Li! A una llamada los guardaespaldas de Daidouji llegaron por ella. Sakura por su parte usó la carta vuelo una vez más para irse a casa con el guardián, que solo hablaba de lo hambriento que se sentía.