Mis ojos estupefactos te miran hallando en ti el ápice de belleza presencia imponente, suave fragancia, permite que mi alma toda te admire como quien contempla la mayor deidad. Por que encuentro la vida en tu mirada, paz y armonía en tus risas y tu voz, la realidad de todos mis anhelos. Y mis sueños en el calor de tu piel, para que a los mitos no puedas volver quisiera eternizar este momento. Te miro... no me canso de verte, por que me acostumbre a tu rostro infantil y parece mentira que seas tu...