Venganza Vampírica

Venganza Vampírica

Aqui vengo con un UA. No crean que no continuare con mi long-fic, es solo que este fic se me habia ocurrido y queria subirlo. Espero les guste.

Capitulo 1

El aire se podía sentir fresco, en cambio, el cielo estaba lleno de esas brillantes estrellas llenas de deseos de mortales. Dentro de la mansión Takeshi, habitaban una gran cantidad de personas. Gracias al prestigioso evento, que los dueños de la casa, habían organizado.

Todo este evento se debía a la fecha de casamiento de la joven Ann Tachibana, y el señor Momoshiro Takeshi. Las únicas personas invitadas al festejo, eran íntimos amigos, familiares, y algunos compañeros de la infancia.

Poco a poco, la mansión comenzaba a llenarse de más gente. Alrededor de las diez, todos los invitados habían llegado. O eso querían creer. El joven Momoshiro platicaba cómodamente con sus compañeros de la secundaria. Entre ellos, Eiji, Fuji, Kaoru, Tezuka, Oishi, Kawamura, Inui, y Ryoma.

Tomoka y Ann acababan de incorporarse a la pequeña charla, que los ex titulares tenían.

Todos portaban elegantes trajes muy caros. Ann y Tomoka tenían vestidos largos. El de Ann era de tirantes color azul marino con una caída simple. Pero se ajustaba muy bien a su cuerpo. Su pelo estaba rizado y se agarraba en una media coleta con decorados en esta. El maquillaje se componía de la línea de abajo, rubor, una sombra azul marina clara, brillo labial y rimel. Por último, sus zapatos eran abiertos en el frente, y de color negro.

Tomoka usaba algo más provocativo para cualquier hombre, pero solo se había arreglado así para Ryoma. Su vestido era estraple mostrando sus pechos, y de color rojo sangriento. El pelo lo traía suelto, pero algunos mechones estaban agarrados en una media coleta. Tenía muchos accesorios en este, como pincitas, florecitas, incaibles, etc. Su maquillaje era, una sombra rojo, rimel, rubor, la línea de abajo, y los labios rojos. Para finalizar, llevaba unos zapatos de tacón color rojos.

Los hombres en cambio, llevaban un traje negro, con corbatas de diferentes colores, sus zapatos boleados, el pelo algo arreglado y algún accesorio que otro.

-Y, ¿Por qué se casaran dentro de un mes?- pregunto Eiji tomando un sorbo de champagne.
-Lo que pasa es que, la agencia en la que me especializo, tiende a darme poco dinero por tantos viajes que hago. Entonces, pienso que debería casarme lo antes posible, para poder renunciar al trabajo, y abrir una nueva compañía- comento decidido Momo.

Las personas que estaban escuchando asintieron levemente apoyando a su amigo. Como en esos momentos, nadie realmente tenía un trabajo estable, decidieron darle algunos recursos en los cuales pudieran apoyarle.

Por primera vez en toda la noche, Tomoka se atrevió a comentar algo que esperaba decir hasta estar asolas con Ryoma, pero viendo mejor las cosas, decidió hacerlo en esos momentos.

-Ryoma, ¿querrías darme apoyo con la escultura que estoy preparando?- pregunto por primera vez nerviosa Tomoka.

Lo dudo unos segundos, pero decidió estar con ella algunos días, para poder aclarar bien las cosas con ella, y que no hubiera confusiones entre los dos.

-Si- respondió cortante.

Tomoka mostró una sonrisa enorme de agradecimiento, y sobre todo felicidad, que fue vista por el genio de Seigaku. Continuaron platicando, y conforme el tiempo pasaba, Ann se dio cuenta que alguien muy importante para ella faltaba.

La joven prometida no paraba de mirar la hora en el gigantesco reloj, que se encontraba en el gran salón. Momoshiro se dio cuenta de su interés en la hora, y decidió preguntarle que era lo que andaba mal.

-Cielo, ¿Qué ocurre?- pregunto Momo.
- Nada amor, es solo que ella aun no llega, y comienza a preocuparme- le respondió Ann.
-¿Quieres que le llame?- pregunto su prometido sacando su teléfono.
-Gracias- contesto su novia regalándole una sonrisa.

En eso, el mayordomo da paso a una linda joven que aparentaba unos veinticuatro años. Muchas miradas masculinas se posaron en ella mascullando cosas. Mientras que las miradas femeninas, viboreaban a la linda joven.

Era una joven muy bella. Portaba un vestido color negro con unos pequeños puntos rosas. Era un vestido muy a la moda diseñado por la mejor diseñadora en esos momentos. Este era colgado en el cuello, con un escote en “V”, no dejando ver mucho. Ajustado en la cintura mostrando sus curvas y la espalada algo descubierta. Le llegaba un poco más arriba de las rodillas.

Su maquillaje era leve, rubor, la línea de abajo, las pestañas rizadas, y brillo labial. Esta chica no necesitaba de maquillaje para lucir linda, ya que lo era y mucho. Su pelo estaba suelto y en curvado, por lo que su cabello finalizaba en algunos rizos. Sus zapatos eran de poco tacón a comparación de Tomoka. Eran de color negro entre abierto en el frente, y con una tira atándose a su tobillo.

Ann al ver a la joven, se lanzo hacia ella dándole un fuerte abrazo. La chica correspondió saludándola, y regalando una de sus más hermosas sonrisas. Ann la guió junto con sus amistades, para poder presentárselas a todos.

Momoshiro al igual que Ann, la abrazo como buena amiga. La chica lo felicito por su compromiso, y se dirigió a los otros junto con Ann y Momo.

-Chicos, ella es Sakuno Ryuzaki, una gran amiga- la presento Ann.
- Mucho gusto- saludo Oishi.
-Un placer- comento Tezuka.
-Que tal- dijo Kaoru.
-¡Hola!- grito eufórico Eiji.
-Syusuke Fuji- se presto el genio.
-Echizen Ryoma- lo imito el peliverde.
-Soy Inui y el es Kawamura- los presento Inui.

Sakuno escucho atentamente a todos los amigos de Momo y Ann. Noto que todos vestían formalmente, y la saludaban con cortesía. Les respondió con una sonrisa, ya que su amiga Ann ya la había presentado. Se fijo que la muchacha del lunar la miraba con envidia, ya que su cuerpo era una escultura.

Como todos los piropos que le decían sus compañeros de trabajo: “Tu padre a de ser arquitecto, porque creo una hermosa escultura.” Siempre reía a esos comentarios. Ella pensaba que si tenia un lindo cuerpo, pero no para que le dijeran tales piropos. Joan, su amigo, era muy directo y sincero, por lo que difícilmente decía criticas buenas. Pero con Sakuno, no podía parar de decirle que realmente tenia un hermoso cuerpo, y que seria mucho mejor que todas esas tontas modelos.

Joan era un tipo mujer, podías contarle todo y te daba consejos de mujer, pero no le gustaban los hombres. Estuvo apunto de pedirle a Sakuno que fuera su novia, pero al paso del tiempo, vio que era su mejor amiga, y que si cometía ese error, talvez perdía su amistad para siempre.

El era un gran muchacho, y muy guapo de cierta forma. Alto, con buen cuerpo, ojos marrones, piel blanca, cabello negro un poco largo, y de un carácter afeminado pero fuerte.

Sakuno en cambio, se consideraba torpe, sensible, tímida y en cierta forma, un poco fea. Cuando en realidad ella era muy hermosa, de ojos rubí, piel pálida pero con labios carnoso, cabello largo castaño, algo alta, y de un cuerpo envidiable.

Eiji no paraba de recordarle lo hermosa que era. Fuji platicaba con Sakuno sobre su trabajo y esas cosas. En cuanto a Ryoma, el no dejaba de devorarla con la mirada. Pero al parecer no era el único. Tal vez, en la otra parte del salón, un joven la inspeccionaba de pies a cabeza de lejos.

-Y dime Sakuno, ¿en que trabajas?- pregunto con curiosidad Fuji.
-Ella es-
-Ann, ¿podrías permitirme hablar a mi?- le pidió Sakuno con una sonrisa.
-Ups, lo lamento Saku- se disculpo su amiga.
-En estos momentos, trabajo en una empresa de moda. Soy una diseñadora- contesto a la pregunta de Fuji.

En ese instante, todos dejaron de hablar, y prestaron atención a lo que la amiga de la pareja decía.
Syusuke asintió levemente y miro de reojo a Momo. Quien tenía la mirada atenta a los pastelillos. Eiji se acerco a ella, y le pregunto algo incomodo.

-¿Tienes novio?-

Sakuno se sonrojo un poco y rió nerviosamente, por lo que todos interpretaron como un si. Se recupero de su momento de debilidad, y respondió a la pregunta del pelirrojo.

-No Eiji, no lo tengo- dijo algo apenada
-Usted es muy hermosa como para no tenerlo- comento algo sonrojado Kawamura.

Ella se limito a sonreírle, a lo que el joven se sonrojo más. Ryoma, quien estaba “hablando” con Tomoka, se acerco a la pequeña bolita en excusa para ya no escuchar a la gritona. Como le apodo el en la secundaria.

-¿Cuántos años tienes Sakuno?- pregunto interesado Oishi.
- Veintiuno- le respondió ella mirándolo.
-Creí que eras mayor- supuso Eiji.
-Igual yo. ¿Que no debería estar aun en la universidad?- pregunto algo confundido Tezuka.
-Eso debería, pero como tengo el conocimiento mas avanzado que los de mi edad, decidieron graduarme con los de su edad- respondió Sakuno.

Los del grupo se sorprendieron con esa respuesta. Era muy bueno que una joven de su edad pudiera comprender temas que los demás no. Ryoma que permanecía callado hasta el momento, decidió comentar algo.

-Es bueno saberlo- dijo Ryoma

La chica, que no había mirado al joven, se predio en sus ojos ámbar. Eran tan profundos y misteriosos que hacían que ella perdiera el equilibrio. Tomoka se molesto al ver las miraditas que se daban esos dos, por lo que decidió entrar algo ruda en la conversación.

-Igual es algo que todos podemos lograr- comento rudamente ella.

Los demás se dieron cuenta de lo grosera que fue, pero Sakuno no lo hizo. Ella aun seguía perdida en esos ojos ámbar, hasta que escucho el quejido de Tomoka.

-Discúlpala Sakuno, ella tiende a ser algunas veces algo tosca- pidió disculpas Oishi-
-No hay problema- contesto ella entrando nuevamente a la conversación.
-“Tiene lindos ojos”- pensó Ryoma en su mente.

Todos seguían conversando entre si, mientras que Tomoka pidió hablar a solas con Ryoma. Estaba decidida a que ese día le confesaría todos sus sentimientos.

Ryoma, de mala gana, accedió a ir con ella para hablar de lo que esta quería.

Llegaron al jardín lleno de toda clase de flores, el cual era muy abundante. Esa era una de las cualidades del país en el que Momo, ahora habitaba. El clima siempre estaba fresco por las noches, y calido en las mañanas.

-¿Que quieres decirme Osakada?- pregunto fastidiado Ryoma.
-Yo… quiero decirte… que tu… me-
-Dilo ya Tomoka- pedía Ryoma desesperado.

Por el temor que la habitaba en esos momentos, decidió decirle cualquier tontería improvisada. Sabia que si le decía sus sentimientos, el la rechazaría, aun cuando la quisiera realmente. Por que ahora, no estaba de humor, el simplemente quería dejar de escucharla tan solo unos segundos.

Regresaron al salón con sus compañeros. Ryoma la dejo en la mesa del pequeño bar tomando un whisky, y el se fue a platicar con sus amigos.

De momento, a Sakuno le sonó el celular, y tuvo que disculparse para contestar, cosa que no molesto a nadie.

-Sakuno Ryuzaki- dijo ella contestando.
-Si Joan, te eh dicho que los catalogo de invierno serán entregados mañana en la tarde- volvió a decir la joven.
-De acuerdo, seremos entonces tú y yo mañana en la noche en mi casa- finalizo Sakuno cortando la llamada.

Volvió a donde sus nuevos amigos estaban, y se dio cuenta de la mirada amenazadora de Ann. Se acerco a su amiga para aclararle todo lo que ella mal interpretaba y comentarle de su reunión de mañana.

-El es mi mejor amigo, me pregunto sobre los catálogos que hay que entregar mañana, y me dijo que si después de eso celebrábamos- le aviso Sakuno defendiéndose.

Ann rió cómicamente, causando más risas entre los invitados. Entre ellos estaba Sakuno, quien soltó una leve risita. Ryoma sonrió de una forma poco habitual al oír reír a Sakuno. Esa mujer se le hacia fascinante en todos los aspectos. Pronto, el día lleno de esa luz se convirtió en todo oscuro.

Los invitados se despedían de los anfitriones y se marchaban a sus casas. Los únicos que en esos momentos estaban, eran Ryoma, Tezuka, Syusuke, Eiji, Sakuno, y pues la parejita feliz.

Tomoka y los demás se habían marchado hace algunos minutos por el trabajo de mañana, pero habían acordado verse en dos días en casa de Oishi para un juego amistoso de cualquier deporte. Sakuno se sirvió agua para despertarse, aun quería acompañar a s amiga Ann en ese momento.

-Saku, ¿te quedarías a dormir?- pregunto Ann viendo a su dormida amiga.

Le dio pena despertarla, así que pidió a Ryoma que la ayudara a subirla al cuarto. Este al verla tan calmada y cómoda no pudo decirle que no a Ann. La cargo sin ninguna dificultad, como si cargara a un bebe, y se la llevo a la habitación de huéspedes en la planta alta.

Al subir las escaleras, se fijo en sus finas facciones. En ese momento un sonrojo apareció en sus mejillas, por pensar, según él, en tanta bobería. La dejo con delicadeza en la cama, y la acomodo de forma que quedara cómoda. LA vio moverse, y después despertarse. Se sobresalto al ver que Ryoma estaba ahí.

-Di-disculpa, ¿pero qué haces a-aquí?- pregunto algo sonrojada.
-Te cargué hasta aquí- le respondió sin dejar de mirarla.
-Debí haber pesado mucho, lo siento- se disculpo ella invitándolo a sentarse.
-No fue problema- contesto sentándose a lado de ella.

Un silencio momentáneo se formo en la habitación, el cual no tardo en romperse gracias a Ryoma. A lo que muchos ya se hubieran sorprendido.

-¿Eres de aquí?- pregunto él.
-No, yo soy de Tokio, solo que conocí aquí a Momo y Ann por el trabajo- respondió ella sonriendo.
-Que bien, yo nací en Estados Unidos, pero me criaron en Tokio- comento Ryoma.
-¿Y tú, en que trabajas?- pregunto ella.
-Pues, yo soy un tenista profesional que viaja mucho, pero no lo considero un trabajo. Pienso crear un lugar en el cual todo sea deportes, donde yo les enseñe a los socios tenis, y las personas hagan ejercicio y esas cosas- respondió indeciso Ryoma.
-Mmm, es una muy buena opción- susurro Sakuno.

El sueño ya la estaba envolviendo, y no podría contener mas las ganas de dormir. Ryoma se dio cuenta de eso y decidió irse. Se despidió de Sakuno y salio de la habitación. Al bajar las escaleras se encontró con la mirada fija en el de Ann.

-¿Qué pasa?- pregunto el joven llegando a la planta baja.
-Es solo que ella-
-¿Ella que?- volvió a preguntar interrumpiéndola.
-No nada- se retracto Ann.

Caminaron a la entrada de la mansión, y se despidieron de Tezuka, Syusuke y Eiji. Ryoma se sentó en el sofá de la sala, y se quedo mirando las escaleras. Momoshiro y Ann se dieron cuenta, y optaron por preguntarle que era lo que le sucedía en esos momentos, aunque la respuesta era muy obvia.

-Ryoma, ¿te encuentras bien?- pregunto Ann acercándose a el.
-No, me duelen las manos- dijo arrogantemente.
-Ella no pesa nada Echizen, eres un maleducado- lo reprimió Momo.
-Pues si no pesaba nada, ahora subió de peso- volvió a decir volteándose.

Se oyó un fuerte golpe. Ann lo había cacheteado por lo que acababa de decir. Para ella, Sakuno era una gran amiga y no permitiría que nadie dijera esas cosas de ella. Ryoma se sobresalto y se paro del sofá. Se dirigió a la puerta y salio de la mansión azotando la puerta.

El peliverde ya estaba enojado y no pensaba ir a su casa donde su hermano Ryoga lo esperaba seguramente con una mujer en la cama. El muchacho ya tenía veinticinco años y era lo suficientemente grande como para cuidarse solo.

Subió a su deportivo, y salio hacia un hotel cerca de ahí. Ryoma conducía con gran velocidad, por lo que recibió una multa no muy cara. Ya se estaba enojando más y si seguía conduciendo, podría ser que chocara contra algún poste en la calle.

Llego a un pequeño río donde el agua corría con fuerza, y los pequeños renacuajos se movían con libertad. Respiro hondo, y soltó el aire. Miro su reflejo en el agua, y sintió como si lo observaran. Miro a los dos lados, y no vio nada. Volvió a mirar su reflejo y vio en el agua dos puntos rojos. Volteo hacia tras y se encontró con los ojos rojizos de una hermosa joven que la cubría una capa negra.

La joven lo miraba con desprecio, como si el fuera la persona que la había echo sufrir durante años. El, simplemente no entendía por que le enseñaba esa mirada tan furiosa. Se paro para estar al mismo nivel que ella, y poder observarla mejor. Pero cuando subió la mirada, nadie estaba frente a el. Busco por todos lados, pero no encontró nada. Pensó que fue su imaginación, o que talvez ya estaba delirando por el sueño. Volvió a subir a su auto, y se fue a un hotel.

En un árbol, en el mismo lugar donde Ryoma había parado, estaba la misma joven de esos ojos rojizos. Su capa la tapaba completamente, por lo que nadie podía verla. La joven miraba como el carro de Ryoma se marchaba a una velocidad accesible, y murmuraba unas palabras.

-Como pude ser tan torpe-se decía en voz alta.
-El es el hermano de Ryoga- murmuro por ultimo.

Salio de aquel lugar tan rápido que solo se veían ráfagas. Era porque aquella joven de mirada rojiza tenía una clase de habilidades sobrenaturales, que los demás no tenían. Esa joven era extremadamente veloz, podía leer la mente de las personas, o como ella les decía mortales, y era muy fuerte.

Llego a la mansión de los Takeshi, y se metió por la ventana al cuarto donde Sakuno estaba. Se quito la capa, y unos cabellos castaños se mostraron a luz tomados en una coleta. Era Sakuno la que tenía aquellas habilidades, y ella misma fue la que vio a Ryoma. Esa muchacha tenía un gran problema con Ryoga Echizen, por lo que miraba a Ryoma con tanta furia. Sakuno se había confundido con el, pero en la fiesta no había dicho nada para que no sospecharan.

-Ryoga Echizen, prometo que te are pagar por cada lágrima que me hiciste derramar- juro a sus adentros.

Después de su juramento, cayo en la cama durmiéndose. O eso parecía, pero lo que realmente hacia, era que recuperaba fuerzas para poder salir mañana con su amigo Joan.