Vampiro Conversión

Ragnar

Mientras escuchaba a Crow y toda su palabrería, trataba de analizar lo más posible esa nueva información, que siendo honesto no se diferenciaba mucho de las leyendas que muchos conocíamos.

"-Inmortalidad-" Me gustaba el echo de nunca envejecer y conservar mi atractiva apariencia, pero al final esa inmortalidad se volvería aburrida para mi, tal vez emocionante al inicio, pero estar atado a esta "vida" por la eternidad era más como un castigo que como algo bueno.

"-Los vampiros son muertos vivientes que obtienen su sustento de la sangre de los vivos-" Siempre creí que los muertes vivientes serían zombies come cerebros, pero al menos no estaría cayéndome a pedazos mientras mi cuerpo se pudre, así que agradecí internamente por primera vez ser un vampiro.

"-La luz del sol quema a los vampiros, Las estacas son peligrosas-" ¿A quién no mataría eso?, aunque al menos las estacas solo es algo temporal y no definitivo, lo que si es que debía decir adiós a mis entrenamientos al aire libre por el día.

Cuando escuche todo lo de las tradiciones, no me parecieron tan extravagantes como hubiera pensado, incluso ver la transformación de Crow me parecía algo linda y no pude evitar también pensar en que me podría transformar yo; un ave como el aburrido, o tal vez en murciélago como decía el otro tipo... Igual esas opciones eran poco atractivas para mi, ojala fuera algo más hermoso como un lobo, o algún felino estilizado y ágil.

"— Primero, os enseñaré a cazar.— Observó a Ragnar de reojo su expresión se suavizó.— Animales... Por ahora."

Antes de seguir con mis delirios por en que animal me podría transformar, Crow de nuevo me saco de mis pensamientos, a esas alturas parecía que ya me estaba haciendo un poco más a la idea de todo lo que pasaba e incluso lo estaba aceptando. Era patético como antes había visto mal la emoción de nick y ahora yo mismo me ponía a imaginar como me transformaría, al final si tenia corazón de niño aún y me emocionaban cosas como esas, haciéndome olvidar un poco todo lo malo que incluía poder transformarse en un animal.

—¿Tienes alguna camisa que pueda ponerme antes?— Tocando mi pecho y tratando de ignorar mi emoción anterior tome en cuenta mi propia desnudez que había tenido desde que desperté —No me molesta estar así, pero tal vez sea incomodo cazar— De alguna forma no quería pensar en todo eso de la cazaría y ese "por ahora" que siempre estaba repitiendo Crow, que me atreví a bromear de nuevo como una forma de escape a mis miedos — A menos que te guste verme así, puedo complacer a mi creador si lo desea— No le diría "padre" aunque diga ahora somos como sus "hijos" , pero si aprovecharía eso para jugar en el futuro con él. Al fin pude sonreírle de manera real y natural como antes mientras lo miraba a los ojos —Igual a mis nuevos "hermanos"— Giré a ver a Nick y a Gianna, a ellos si podía decirles hermanos.

 

Marcel Ribas

Enarque una ceja al ver como la calentura del tipo se reflejó en sus pantalones, menudo tío cualquiera pensaría que estaría feliz de estar entre hombres. Si lo que decía Seth era cierto tendría mucho tiempo para leer la dichosa recomendación del ebrio.

Antes de continuar Seth saco unos panfletos mientras hablaba sobre cómo existía más de un grupo de familias de vampiros, nunca imaginé que tendriamos a una civilización bien formada frente a nuestras narices y que debíamos castigar a cualquier busca salseos.

Tome un panfleto y leí detenidamente cada linea...

—¿Chusma? Espero que más nadie se tome el derecho de creerse mejor que yo ¡sino quiere acabar como abono!

Bufé en un arranque de enojo (seguro por mi paso de mortal a no muerto) pero fue breve, luego leí la parte de la maldición de Caín...así que eso había ocurrido con el, cuando estuve en primaria lei la Biblia y siempre me pregunte que había sido del asesino de Abel luego de ir a la tierra de Nod.

—Mmmm clasico—dije al leer sobre lo mortal que podía ser la luz solar y una estaca al corazón, vi al barbudo quejarse de no poder ir nuevamente a la playa por lo cual no pude evitar reir—Podrias pillar un bronceado si estás a segundos del amanecer ¡Claro! Solo unos segundos jeje


Al leer las tradiciones me di cuenta que en serio pertenecía a un "clan" que debía mantener a raya a cierto grupito agitador... interesante.

—Entonces nuestro deber es patear el culo de estos gandules y bajarlos de su nube, suena divertido a decir verdad—dije guardando el panfleto en mi bolsillo.

Debía despedirme de trotar por las mañanas y ¿Debía evitar el ajo? El panfleto no especificó un detalle como ese, como sea parecía que no iba aburrirme del todo y destacar como el campeón, en este caso de los vampiros ¡Vaya como sorprende el destino!

 

.PRESTON.
​

Fui el primero en ingresar en aquella estancia tras seguir las indicaciones de Anka, a estas alturas me había convertido en el único del grupo que estaba dispuesto a darle una oportunidad a esa mujer... ¿o bestia, debería decir? No lo sé, para entonces yo ya era lo mismo que ella. No tenía miedo, ni me sentía amedrentado; por alguna extraña razón confiaba casi ciegamente en lo que me instinto me decía. Y mi instinto estaba hablando sin parar.

Me desplacé por la habitación con paso firme pero pausado, observando cada busto y cada retrato, escuchando con atención la historia que ahora sentía propia. Tal vez era la mera adrenalina corriendo por mis ¿venas?, pero me sentía a gusto con lo que nuestra anfitriona planteaba. Estaba dispuesto a seguirla, independientemente del recelo que las mujeres del grupo sentían. Podía entenderlas, así como yo había despertado con una nueva ambición, ellas se habían vuelto temerarias y se sentían capaces de enfrentarse a Anka, tal vez lo fueran... ¿pero valía la pena?

—Hay algo que quisiera que contestaras, Anka —hablé, mi voz hizo eco en aquella habitación antigua—: ¿por qué nos has escogido a nosotros?

Recordaba muy bien aquella fiesta funesta que había terminado con una matanza que, a mi antiguo yo, habría puesto los pelos de gallina. Había decenas de personas, todas variopintas y muy diversas, pero habíamos sido nosotros quienes terminamos despertando con una nueva vida mientras que los otros estarían siendo buscados en vano por sus familias y amigos.

—Te hemos seguido y escuchado, ahora queremos respuestas —continué, mirando a la rubia.

Podía notar que ella sabía que yo iba a seguirla, había cierta seguridad en sus ojos cuando me miraba y los míos no le rehuían, tal vez había escogido muy bien sus cartas al elegirme porque sabía que era un hombre fiel que la seguiría, era mi líder ahora, pero aún así quería ciertas respuestas. ¿Me habría seguido desde que era humano? ¿Conocería mi historia? ¿Sabría realmente quién solía ser? ¿O, simplemente, había jugado con el destino y obtenido una victoria en respuesta?

Miré a Bleke Middel, su rostro hermoso que no mostraba emoción alguna, siempre me había parecido temeraria, incluso cuando era tan sólo una adolescente que acudía con su familia a las fiestas que daba Duke Carter en su penthouse en Manhattan, disfrazando de diplomacia y negocios su turbia relación con el narcotráfico. Por tanto tiempo la contemplé a sabiendas de que nunca podría acercarme, yo era tan sólo un peón en aquel juego de ajedrez y ella... ella era la Reina. Ahora estábamos allí juntos, en aquella habitación hexagonal, observando la historia de la que ahora formábamos parte y ahora todos éramos peones.
Si había algo humano en mí aún, me decía que debía proteger a Bleke. Pero ella, en su aspecto vampiro, parecía no necesitar protección alguna.

Me crucé de brazos, de pie junto a un retrato de una mujer, y aguardé pacientemente una respuesta. De todas maneras, ¿para qué impacientarme cuando ahora tenía toda la eternidad por delante?

 

Nick

La chiquilla que durante la fiesta lo había reprendido, repetía su accionar, parecía odiarlo o mínimamente caerle muy mal. De todas las personas en la fiesta, ella había terminado en su grupo, ahora la reprimenda venía por no entender el peligro de la situación —Lo entiendo, pero... sigue siendo muy divertido— se encogió de hombros, pues había ido a esa fiesta buscando algo que lo sacara de la rutina y lo había encontrado, lo habían sacado de su rutina para siempre... No podía pintar mejor. Al menos el otro sujeto lo entendería, había estado agitando el bote con un teletubie hacía un rato, él sí sabría divertirse.

Luego Crow les contó la historia de los vampiros, parecían estar dentro de los engranes de algo mucho más grande y organizado, algo de lo que Nick no entendería ni la mitad, pero lo confortaba pensar que Ramón podría haber sido reclutado por otros vampiros y seguiría vivo... o algo así.

Después Crow realizó una pequeña demostración de su poder para cambiar de forma y Nick quedó boquiabierto —¡Increíble! ¡A eso me refiero!— celebró con entusiasmo.

Por último, les mencionó que era hora de cazar animales —Que bien, porque tengo tanto hambre que me comería un caballo, vayamos cuanto antes—

Al parecer sería un vampiro con un gran apetito...

 

Enya

Enya aun tenía dudas, demasiadas; pero comenzaba a comprender el método de enseñanza de Isha; no era a base de demasiadas palabras, era más ejemplos con base a la experiencia. "Tomar el control" era algo que Enya había dejado ir hace mucho tiempo, pues comprendía que su vida ya estaba más próxima a extinguirse que a prosperar, y con ello, había aceptado su mortalidad; pero en su interior, siempre deseaba poder tener más tiempo. Y ahora lo tenía, con consecuencias sobre aquel deseo que sin saberlo se había cumplido de manera tan inesperada.

—Matar para sobrevivir...— mencionó —... ¿Y cómo vamos a mantener nuestras mentes alejadas del descontrol que eso puede causar? —llevó su mano al pecho —Yo jamás he matado — dijo su mayor temor, pues aun se sentía bastante humana, y aquello sería matar a alguien como ella.

Enya sabía que esta era su nueva realidad; y si quería seguirla debía seguir los pasos de Isha, debía escuchar y aprender todo en muy poco tiempo; pero aun sentía esa falta de vínculos. ¿Cómo pelearía por una causa si no creía en ella con todo su ser? Debía conocer lo que ahora sería su normalidad —Se que ahora mi cuerpo te pertenece... — Enya no era tonta, entendía perfectamente su situación, Isha le ha dado una vida nueva y podría quitársela si ella quisiera, aun así; no eran esclavas, o al menos sus anfitriones no las estaban haciendo sentir de ese modo —Pero mi mente y espíritu aun son míos; pero quiero entender por completo tus ideales. Y es por ello que seguiré tus pasos e internalizaré tus palabras con el tiempo—mencionó tanto como a Isha y a Leo; después miró a su nueva compañera; mientras observaba también a la que aun no había despertado —Mi nombre es Enya —se presentó, abandonando su apellido; pues ahora permanecía a una nueva familia— Y estaré a su lado de ahora en adelante.

 

Seth se volvió hacia André enarcando una ceja sin terminar de comprender.
— ¿Qué te impide ir a la playa? El mar sigue estando ahí.— Se encogió de hombros mientras Marcel respondía a su vez y se carcajeó con sus palabras. — Já. Lo vais pillando. ¡Me gusta que mis muchachos sean tas espabilados!

En ese instante el sonido del timbre interrumpió la conversación. El vampiro se puso en pie de un salto, no sin antes dirigiros una mirada divertida.

— La cena está lista. ¿Qué tal si jugamos al escondite?

Dicho lo cual posó la mano sobre el pomo de la puerta y se volvió a miraros antes de abrir. Parecía ir en serio con lo de esconderse, pues empezó una pequeña cuenta atrás con los dedos de su mano libre en alto para abrir la puerta al llegar a cero.

Red rapuma Kuno Vizard

Contenido oculto

Es el momento de cazar.
Tenéis los pasos a seguir en el hilo de información pero cualquier duda al respecto podéis plantearla antes de intentarlo.

Crow nunca había dado demasiada importancia a su vestuario pero podía entender la incomodidad de Ragnar por lo que se revolvió el cabello visiblemente incómodo ante la petición y la sugerencia siguiente del joven y dejó escapar un leve suspiro.
No tenía muchas pertenencias y aun menos en aquella cueva abandonada por lo que simplemente se quitó su propia camiseta y se la tendió. Era vieja pero estaba limpia.
Probablemente le quedaría pequeña de todos modos pero no tenía nada más consigo... Ya encontrarían algo más apropiado por ahí.

Sonrió ante el entusiasmo de Nick y avanzó con sigilo a la entrada de la cueva.

— Bien, seguidme.— Indicó. — Veamos qué podéis hacer.

Hitomi-chan Mori Slam

Contenido oculto

Es el momento de cazar.
Tenéis los pasos a seguir en el hilo de información pero cualquier duda al respecto podéis plantearla antes de intentarlo.

Una vez hubo terminado con su historia Anka finalmente pareció relajarse un tanto. Sabía que sus Vástagos tendrían infinidad de preguntas pero ya había pasado aquel proceso tantas veces que sabía que lo mejor era exponer toda la información de golpe antes de prestarles su debida atención.
Probablemente muchas de las dudas iniciales habían quedado resueltas con aquel relato pero siempre había más...
Y no tardaron en llegar.
Volvió la vista a Preston y asintió en silencio.
— Elijo a mi prole tras un seguimiento minucioso. He visto algo en todos y cada uno de vosotros que os hace dignos de formar parte del clan Ventrue. — Explicó.— Llevo días espiando todos vuestros movimientos y e indagado en vuestro pasado. No me cabe duda de que estoy ante un grupo de líderes.

Sonrió, deslizando su mirada por cada uno de los rostros presentes.

Y los líderes rara vez se dejan liderar. Se recordó a sí misma.
Domenica Amane Gigi Blanche Juniper


Leo se volvió hacia Enya, interrumpiendo a Isha antes de que pudiera responder.
— Ésta mujer hace tiempo que rindió su mente a la Bestia.— Rió. Pero su risa no sonó burlona ni divertida, sino más bien reverencial.

Ella lo silenció con un ademán poniendo los ojos en blanco, y finalmente habló.
— La primera vez es la más dura.— Su voz sonaba suave, como un arrullo. — Pero yo estaré con vosotras y guiaré vuestros pasos.

Se detuvo unos instantes, dejando que la calma que desprendía hiciera mella para ayudar a sobrellevar el horror.

— Se irá haciendo más fácil... Después de todo, ¿Se siente culpable el lobo cuando se alimenta del cervatillo? — Acarició un mechón oscuro del cabello Enya y sonrió con calidez.— Es el orden natural de las cosas.

Amelie Gigavally madarauchiha

 

Ragnar:

Al ver como me entregaba su vieja camisa después de su decimo o no se cual suspiro más desde que lo conocí, no pude evitar ser yo quién esta vez sintiera algo de lastima por ese sujeto, desde el momento que me había mordido lo note, pero esta vez era mucho más claro lo aburrido que era y lo fastidiado que estaba de todo eso.
Con delicadeza me acerque a él por la espalda y coloque de nuevo su camisa sobre sus hombros para inclinarme un poco y poder susurrarle al oído.

—Gracias, estoy acostumbrando a estar medio desnudo— Sonreí sin querer al darme cuenta que eso era más que una verdad y siempre estaba entrenando o compitiendo con poca ropa —Luego buscaré por mi cuenta algo que ponerme— Me acerque más a él y esta vez pegue mi mejilla a la suya —Perdón por incomodarte, pero luego de lo que me has echo, créeme ....— Giré un poco mi rostro para ver el suyo a la vez que deslizaba mis manos sobre sus brazos —... Incomodarte será lo mínimo que haré, te fastidiaré tanto, que tal vez termines odiándome— Sonriendo bese la mejilla del sujeto para luego pasar mi lengua por su piel y alejarme del él hasta rebasarlo y salir de esa cueva.

—Nick, Gianna vamos, no creo que la noche sea eterna y ya saben que el sol no es nuestro mejor aliado ahora— Miré a los dos chicos para luego comenzar a ver a mi alrededor y tratar de recordar esos veranos junto a mis tíos y sus cacerías, ya sabia que "por ahora" serian animales, y al menos "por ahora" estaba en un terreno medianamente conocido para mi.

—Creo que por aquí debe haber ciervos, o jabalíes ...— No conocía el lugar, pero si estábamos en una cueva y afuera abundaban los árboles, seguro habría animales como esos para cazar —... Pero no ataquen hembras, pueden estar preñadas— Antes de comenzar a buscar alguna posible presa, me gire a mis dos nuevos hermanos —Hagámoslo juntos, será más cómodo ¿ no creen?—

Sonriendo una última vez, y sin saber muy bien por que pude escuchar el crujir de algunas ramas al ser pisoteadas no muy lejos de nosotros, parecían ser varios animales, tal vez un grupo de jabalíes que buscaban alimento de noche, y sin evitarlo sentí como mi cuerpo se tensaba de inmediato y el hambre se apoderaba poco a poco de mi.

PD: Si algo esta mal decirme Ayeah *_*

 

Nick

Caminó junto al resto por el bosque, Ragnar parecía haber sentido algo, él también olfateó al aire y pudo percibir de alguna manera que algo se acercaba. Se detuvo y se agachó, estirando el brazo como indicándole a los otros que también lo hicieran y fueran sigilosos. Se mantuvo unos escasos segundos quieto, a la expectativa, hasta que unos arbustos se movieron y de allí salió un conejito.

Nick lo miró unos instantes y luego se giró hacia los demás, aunque se moría de hambre, la carita del conejo le había dado algo de pena —Yo...— exclamó bajito, intentando no espantar a la criatura —...trabajo en el banco de sangre del hospital ¿No podríamos meternos a mi oficina ahora y ya saben, preparar Bloody Mary's con sangre de belgas?— preguntó mirando especialmente a Crow y luego sí, su mirada se volvió más abarcativa para la siguiente consulta —¿Alguien tiene auto?—

Contenido oculto: ACCIÓN

Lancé mi dado de búsqueda en mi post anterior. Los demás los lanzaré luego de que Crow me responda.

 

André

Esta mierda va en serio o al menos eso noto al sentir cómo mis pupilas se dilatan pero no por fármacos comprados a un paki en una oscura esquina belga, no, todo lo contrario; es algo innato, algo que crece en mí, como si fuera el retumbar de un tambor interno que en cada golpe inyecta en mi sangre una dosis de adrenalina que me sube como el mejor de los viajes astrales... pero sin ser un viaje astral. Miro a mis compañeros y doy un paso hacia atrás para camuflarme en las sombras mientras veo cómo el Mc Donalds entra al cuarto.

 

Rafael Castro

Y se escondió de verdad, el tal André, de una forma tan sutil que casi me costó darme cuenta de que lo había hecho. Miré hacia la puerta, y mientras escuchaba el taconeo de los pasos y el retumbar del latido de los corazones, sonreí. No sé muy bien cuando lo hice, pero ya me había apartado de donde estaba, prestando una particular atención a la cuenta atrás de Seth. Todo iba a un extraño y pausado ritmo, no era exactamente a cámara lenta como tanto había mostrado el cine, pero era un efecto similar, como si me diese tiempo a darme cuenta de cada pequeño detalle que me rodeaba, notando cada cambio en la temperatura, cada sutil sonido, cada imperceptible aroma.

—Escondite, ¿eh? —susurré para mi mismo, dándome cuenta en ese momento de que los que se esconden en realidad no son los que les toca pillar.

 

Marcel Ribas

Según las palabras de Seth sabía que estaba adoptando una nueva forma de vida...o mejor dicho "no vida". El timbre repico y mi sentido del olfato dio con la fragancia de las feminas, no era la primera vez que sabía de los encantos que una mujer podía brindar, pero ya que el destino dictó pasar mi eternidad como vamporo, el aroma y la belleza de una mujer eran lo de menos, al pensar en la palabra vampiro, pensaba en sangre y al pensar en sangre mi lengua relamio mis nuevos colmillos ansiosos por ver a la primera "chica de compañía" cruzar la puerta.

Tanto Rafael cómo André comenzaron a acechar en las sombras, los imite sin apartar la mirada de la puerta, Seth muy pronto abriría la puerta y el festín daría inicio.