Long-fic Vampire.

Hola chicos y chicas, hace muy esto... MUY poco que me uni a este foro, y la verdad espero pasarla bien , y por supuesto amo el anime/manga Naruto y tengo un par de ideas que pues me gustaria publicar, espero que les guste.

AUTOR: Rememeberme.
Publicaciones: Mundo SS Y Fanficslandia.
Resumen : Cerraba un oscuro y triste capitulo en su vida, un cambio de ambiente era lo que la chica necesitaba ¿verdad? Nuevos amigos, nuevo colegio, nueva ciudad, ¡nueva vida! Claramente no seria una labor nada fácil, “chica nueva” se supone que nunca son bien recibidas, mas cuando tienes dieciséis años y estas en tu ultimo curso escolar ¿Quién rayos pretendería cambiar a un nuevo colegio a esas alturas de la vida?, por desgracia las circunstancias obligaban a Sakura hacerlo, no podía soportar vivir en la misma casa en donde ocurrió ese terrible asesinato, en esos corredores en los cuales al llegar del colegio encontró a su madre y padre bañados en sangre, no soportaba la idea de que hace tan solo un año sus padres había sido asesinados de una manera tan brutal y lo que mas le producía asco era que el asesino de sus progenitores no había sido capturado, que ese terrible ser seguía en libertad y gozando de varias victimas mas.

Si quisiera podría vivir perfectamente sola gracias a la enorme fortuna que sus padres le habían dejado, sin embargo la soledad no seria su mejor compañía así que tratando de cerrar ese oscuro pasado la chica accedió en vivir con su adorada tía en la ciudad de Konoha.

Antes de subir al coche, observo por última vez su antiguo hogar, no pudo evitar que pequeñas lágrimas saladas recorrieran sus mejillas, dolía la idea de dejar atrás el único lugar que amaba y conocía, pero sabía que era la mejor decisión que podía tomar. Llevaba consigo dos cosas que le importaban más que su propia existencia, el collar que su madre le regalo antes de fallecer, y la carta escrita por su padre cuando su única hija nació. Al entrar al coche , y ver como se alejaba poco a poco de su hogar ,recordaba la sensación que recorrió su cuerpo al encontrar los rostros sin vida de sus padres, su mente la traicionaba haciéndola memorizar las facciones del hombre que salía por la ventana esa oscura tarde, el hombre quien asesino a sus amados padres, los labios cubiertos de sangre dibujaban una sonrisa de satisfacción en su rostro, mientras los grandes ojos de Sakura se encontraban con los de el color carmesí, el color de la sangre, sangre derramada por todos lados , sangre , ¡SANGRE! El recuerdo mas doloroso de la chica atravesaba su mente cada día de su vida, aunque doliera nunca olvidaría el rostro de el hombre, Solo lo podía catalogar como un monstruo, todos los que se atrevieran a asesinar de esa manera, Todos sin excepción para Sakura Haruno eran seres humanos sin piedad y corazón, muertes vivientes que buscaban satisfacción en el sufrimiento de otros, Monstruos.


Primer Capitulo. "Clases Nocturnas"

Cuando eras pequeño, seguramente tu madre solía contarte historias para dormir, por lo menos la mía lo hacia “la princesa y el sapo”, “caperucita roja”, “las brujas”, “los vampiros” son algunos de los nombres que vienen a mi cabeza al pensar en esos cuentos. No hables con extraños ni aceptes cosas de ellos, seguramente lo que toda madre le dice a sus hijos con un solo propósito, protegerlos.


La pregunta perturbadora que rebota en mi mente desde aquella noche es la siguiente ¿mito o realidad?, ¿son estos llamados cuentos productos de la imaginación de alguien? , o la realidad distorsionada para que la sociedad no viviera con miedo….

Siendo más específicos y entrando a la historia que estoy a punto de narrarles, ¿son los vampiros reales?, seres sin conocimiento de la naturaleza humana, sedientos de sangre, amos de la noche, criaturas seductoras que con una mirada pueden atraparte gozando del sufrimiento ajeno, esa es mi descripción para estos seres, para estos monstruos. Se preguntaran por que mi descripción esta llena de acusaciones hacia estos animales….

Una sonrisa arrogante se dibujaba en el perfecto rostro del pelinegro mientras leía el pequeño libro que sostenía con una mano “Vampire. By: James L. Lenous” a pesar de la mediocre narración del escritor, la historia empezaba a entretenerle cada vez mas. Mantenía la bella sonrisa mientras continuaba con su lectura.

¿Mito o realidad? Repito nuevamente. Mi historia a muchos les parecerá basura y mentiras de un borracho, y muy pocos creerán en mis sinceras palabras y se apiadaran de mi al leer la desgarradora historia, de cualquier manera lo dejo completamente a su criterio, que decidan o no confiar en mi me tiene sin cuidado, tan solo puedo asegurarles que esta es mi verdad y deseo compartirla con ustedes.


-Sasuke-kun ya es hora- se había entretenido tanto en la pequeña lectura que la interrupción de la chica lo enojo un poco. Cerró el libro y lo coloco encima de la mesa al lado del enorme sofá de la sala. Se preparo mentalmente para una nueva jornada escolar nocturna.


-Entiendo- dijo mientras sus piernas seguían los pasos de la chica fuera de la habitación.

Aproximadamente quince adolescentes esperaban en el pasillo a fuera del salón de clases, todos parecen tener la misma expresión de aburrimiento y cansancio; al escucharse una suave campana todos empezaron a entrar lentamente al salón.


-Buenos días alumnos, abran sus libros en la pagina 245. Nos explica sobre la guerra que ocurrió en mil ochocientos dieciocho en contra del presidente a cargo del país en ese entonces. Konoha tuvo que enviar a veinte mil de sus mejores hombres a combatir y…- el mayor fue interrumpido por un joven de cabello rojo y ojos verdes, tenía una mirada seria y atenta a cada explicación del profesor, uno de los pocos
que en realidad estaba escuchando la clase.


- En verdad esta guerra fue organizada y planeada por batallones ilegales que no concordaban con los ideales del presidente de Konoha, tuvo campo en mil ochocientos dieciséis y en mil ochocientos dieciocho fue el acuerdo de paz entre el país y los batallones ilegales, se enviaron tan solo diez mil hombres puesto que Konoha debía contar con respaldo por si se presentaba mas de un atentado- la seguridad en cada palabra que salía de la boca del chico daba a entender a cualquiera que el mismo presencio ese suceso.


El profesor concordó con la explicación de su alumno, y borro del pizarrón algunos datos erróneos que había anotado. Hatake Kakashi el nombre del maestro de historia de la institución, un hombre bastante apuesto, ojos negros cabello extrañamente plateado y facciones encantadoras que deslumbrarían a cualquier mujer, probablemente de unos treinta años o más. Por alguna razón Kakashi no estaba sorprendido con la corrección de su alumno tan precisa y perfecta, mas bien parecía algo mundaneo que sus alumnos corrigieran ciertas enseñanzas que los maestros dictaban.

Un joven en particular resaltaba entre todos sus compañeros, Uchiha Sasuke, perfecto era la palabra que mejor describía a este chico su actitud seria lo hacia ver interesante y misterioso, sus perfectas facciones resaltaban su belleza , sus ojos parecían penetrar en el alma de cualquiera que volteaba a observarlos, siempre mantenía una expresión de serenidad y autocontrol que no era muy común en jóvenes de diecisiete años, se supone que a esta edad las hormonas disparan y pueden cambiar tu humor en segundos, sin embargo este no parecía ser el caso de Sasuke… de echo este no parecía ser el caso de ninguno de los presentes en ese salón de clases. Todos se mantenían serenos y despreocupados a la vez se ven educados Y todos sin excepción son muy atractivos. Las chicas parecen muñecas de porcelana sacadas de una caja, los chicos lucen como modelos, era bastante único encontrar una clase tan perfecta en apariencia como esta.

Faltando cinco minutos para que sonara la campana, el profesor se despidió de sus alumnos, y salio por la puerta principal del salón.


-Podemos irnos- hablo el pelinegro recogiendo el libro que permanecía en la mesa y dirigiéndose a la puerta.

La misma muchacha que interrumpió al pelinegro hace tan solo unas horas se encontraba ahora mirándolo alejarse del salón con una
expresión triste en su rostro.

-¿Que sucede Yuuna? –

- Naruto, no lo soporto mas - los negros ojos de la chica empezaron a aguarse, mientras inútilmente trataba de resistir ante las enormes ganas de llorar.

-Yuuna, deberías estar acostumbrada de una vez, te prestaste para eso – las palabras que salían del encantador rubio eran secas y a la vez dulces, hacia su intento por consolar a su amiga sin obtener un buen resultado.

-¿Entonces que se supone que debo hacer?- sus ojos negros se encontraron con los deslumbrantes azules del chico.

- Deberías dejar a Sasuke-kun en paz y aceptar que solo fuiste una de sus diversiones- esta vez hablo una peliroja de ojos también negros, demostrando desprecio y rencor hacia el sufrimiento de Yuuna con tan solo unas pocas palabras.



Las lágrimas de la chica empezaron a salir al escuchar las palabras de su compañera, recordó la noche anterior, esa noche llena de pasión, de caricias, besos y placer donde los dos se convirtieron en uno, esa noche donde la joven chica se entrego a su amado sin ser completamente correspondida. Lloraba pues sabia que Karin tenia razón, no es la primera ni la ultima vez que el pelinegro la utilizaba de esta manera, sin embargo ella no hacia nada por evitarlo, le dolía su actitud fría e indiferente hacia ella, ¿solamente era un juguete mas de su colección? Si, la respuesta es bastante obvia, ella misma sabia que es cierto aunque no quisiera admitirlo. Sasuke Uchiha el hombre que tanto admiraba solo la utilizaba de vez en cuando como juguete sexual, ¿que esperaban? ¿Cuando se ha conocido a un vampiro con sentimientos?.



Espero que les guste :)

 

Segundo capitulo. "Cambios".

Narrando Sakura.

Estaba sentada en el borde de la cama sin saber que hacer, ya tenia el uniforme puesto y los libros organizados en la maleta según el horario que me habían entregado. Mi cabeza ardía de una manera absurda, pensaba que el cualquier momento mi cerebro iba a colapsar. Demasiada información, demasiados cambios, se supone que viviría con mi tía Kameko, me alegraba y me daba fuerzas la idea de tener por lo menos a un familiar cerca, absolutamente Nadie me había advertido sobre este internado, no sabia que me convertiría en semejante carga para todos que decidieran dejarme en este lugar.


Desafortunadamente no puedo hacer un reclamo estúpido como “la enseñanza no es buena”, el dichoso internado es uno de los más prestigiosos e importantes de la ciudad, solamente los alumnos mas calificados son aceptados en esta institución, pero no me importa nada de eso, solo quiero largarme de este maldito lugar, extraño mi casa, mis amigos, mis abuelos, sinceramente pensé que mudándome aquí las cosas mejorarían, supongo que estaba equivocada por que solo veo que mis planes se alejan cada vez mas. En cualquier momento ahora sonara campana y tendré que bajar y empezar mi jornada escolar, aun no estoy preparada para compartir un salón de clases con veinte desconocidos, no quiero hacerlo, prefiero quedarme en esta habitación durante todo el día.

--¡Demonios!- exclame al escuchar el estruendo de la campana retumbar en mis oídos haciendo que el dolor de cabeza solo empeorara.
Antes de bajar las escaleras me mire en el gran espejo ubicado en una esquina de la habitación y analice el uniforme, bastante simple en verdad, una falda negra aunque algo corta, una camisa de mangas largas ajustada y un saco elegante negro, los zapatos del mismo color que el saco y medias cortas blancas. Empecé a jugar con mi cabello tratando diferentes peinados, escuche murmullos en los pasillos supuse que eran estudiantes dirigiéndose al salón de clases así que rápidamente lo recogí en una coleta alta. Respire profundamente antes de abrir la puerta y salir.

Me las arregle para encontrar el camino a clase de literatura. Ni siquiera me había dado cuenta que ya había empezado la lección cuando entre al salón.

--Gracias por acompañarnos señorita Haruno- dijo el maestro cuyo nombre aun no sabía en un tono bastante cínico.

Sentí que la sangre subía a mi cabeza haciendo que me sonrojara levemente, prácticamente corrí hacia el asiento disponible mas cercano. Escuchaba comentarios de mis compañeros que hacían que me sentiría cada vez mas incomoda, aun así trate de ignorarlos y dedicarme a mirar el pizarrón y el tablero.

--Muy bien al parecer tenemos una nueva alumna…

--“Demonios”-pensé mientras agachaba lentamente la cabeza, no pretendía levantarme y presentarme a menos que fuera petición del maestro, por el momento solo rogaba que no lo hiciera.

--Por favor, preséntate – dijo el mayor con una sonrisa.

--“DEMONIOS”- no había escapatoria, me levante del asiento y trague en seco antes de hablar.- Me llamo Sakura Haruno y tengo dieciséis años- aliviada trate de acomodarme de nuevo antes de ser interrumpida nuevamente.

--¿Por qué te transfirieron a este instituto?- hablo un estudiante, su mirada me incomodaba bastante, era insinuadora y a pesar de ser bastante apuesto, no me interesaba en lo mas mínimo tener algo con alguien.

Pensé que el profesor le diría algo, pero en cambio se quedo callado observándome atentamente esperando una respuesta de mi parte.

--Me mude a Konoha hace pocos días- respondí cortante.

--Mi nombre es Hatake Kakashi, soy el maestro de Historia y literatura de la institución, cualquier duda que tengas puedes buscarme- debo admitir que el hombre era bastante apuesto.

Cuando pude sentarme por fin, abrí la página en mi libro que el profesor había indicado, empecé a leer y me alivio saber que tenia el mismo nivel académico que mis compañeros, recordé que el tema que estábamos estudiando, hace poco lo había repasado en mi antiguo colegio, me preguntaba si mi tía me enviaría mis cuadernos anteriores para realizar las tareas mas rápido, o seguramente pensaría que eso seria hacer trampa, pensé en varios argumentos que podía darle mientras el maestro retomaba la clase.

Fin narración de Sakura.

Había terminado la jornada escolar, la chica de cabellos rosados aun permanecía en su habitación desde que sonó la última campana de salida, daba vueltas y vueltas en la cama pensando en el lado “positivo” de la situación, sin embargo la joven no parecía encontrar alguno. Se sentía como una actriz de telenovela donde puede cambiar de vida como cambiar de canal.

“Vamos Sakura, las cosas mejorarán, deja de quejarte como una niña de cinco años y supéralo”- pensaba mientras se levantaba de la cama y sacaba un par de cuadernos de su maleta.

Planeaba terminar un par de ejercicios de algebra que habían dejado como tarea. Muy bien tenia el lápiz afuera el cuaderno abierto también el libro, pero su mente estaba completamente en otro lugar, a pesar de que tratara constantemente de concentrarse en un ejercicio, su mente la traicionaba haciendo que su concentración se dirigiera a cualquier otra cosa menos en los números y letras anotados en las pálidas hojas del cuaderno. Quería…necesitaba encontrar una manera un método algo con que distraerse, lo que sea… lo que fuera lo primero que pasara por su mente no importaba cualquier cosa le serviría. Nada no aparecía absolutamente nada con que entretener la mente de la chica ¡nada!

--Tengo que salir de estas cuatro paredes- dijo en un tono divertido al recordar que había permanecido durante horas encerrada en su oscuro cuarto.

Grandes habitaciones, hermosos salones de música disponibles para los alumnos las veinticuatro horas del día, amplios y bien cuidados jardines… todo eso decía en el folleto que el mismo instituto le había entregado cuando ingreso. Decidió que si en su habitación no había nada interesante iría a comprobar si las cosas escritas en los dichosos folletos eran ciertas.


Bajo por la amplia escalera, paso por varios corredores, la mayoría de los estudiantes ya estaban dormidos, trato de no hacer mucho ruido al caminar para evitar conflictos. Llego a la puerta principal de su torre por supuesto se dividían por sexo “Torre femenina A.” “Torre masculina B.” Claro que estas dos torres solo pertenecían a la clase diurna, se preguntaba si se dividían de la misma manera en la clase nocturna. Al salir por la puerta noto un maravilloso jardín persa ¿Cómo rayos no lo había visto antes? Paso por ese mismo lugar seguramente diez veces ese mismo día era difícil creer que andaba tan distraída

Aunque estuviera oscuro, la luna se reflejaba en la gran fuente de agua haciendo una iluminación casi perfecta a las flores de diferentes tipos ubicadas alrededor de la fuente. Empezó a recordar una lectura que había echo sobre este tipo de jardines, daban tranquilidad y armonía a cualquier lugar en donde estuvieran ubicados, y siempre se construían con el objetivo de tranquilidad espiritual.


Andaba completamente distraída, había sido una buena idea Salir de su habitación.

Llego a una parte del colegio donde el jardín era aun más bello y amplio, las torres mucho más altas y elegantes, extrañamente esta parte estaba ubicada en la región trasera de la institución.

--¿Sabias que esta prohibido andar por esta zona a esta hora?- la voz
grave del hombre que le hablaba la sorprendió bastante. Al voltear y encontrar al culpable de este sobresalto, vio que no estaba solo, habían dos chicas junto a él y tres chicos todos con libros en la mano y el uniforme del colegio. “Clase nocturna” concluyo finalmente la pelirosa.

--Lo siento, soy nueva no estoy muy enterada de las normas.-

--Pues deberías- de las seis personas que se encontraban presentes la chica que acaba de hablarle era la única que la había mirado de una manera arrogante y autoritaria.

--Cállate Karin – ordeno Yuuna mirando de reojo a la peliroja.

Por alguna razón esos adolescentes seguían observándola de manera misteriosa y atenta, al reconocer al hombre que iba detrás de ellos
Sakura se sintió un poco mas aliviada.

--Sakura, ¿Qué rayos haces aquí? – Kakashi le hablaba en un tono preocupante, haciendo que la chica se retorciera por dentro.

Espero que les guste chicos.


--Lo siento, solo me distraje caminando.

--Sensei no es necesario gritarle, solo es una niña- “¿Niña?” pensó la ojiverde algo indignada por el comentario del rubio que seguramente no era mayor que ella por mas de un año.

--He dicho que entren Naruto.-


--Puede tranquilizarse Sensei, no ha sucedido nada – Absolutamente atónita quedo Sakura al ver de quien provenía esa voz tan perfecta… tan sensual. Un muchacho de ojos negros como la noche y cabellos del mismo color aun con el uniforme escolar se veía completamente despampanante, resultaba difícil de creer que alguien tan perfecto siquiera existiese ; cuando por fin salió de su “trance” Sakura analizo las palabras “no ha sucedido nada “ y es que acaso ¿debía suceder algo?
Detrás del desconocido que había sido el único que logro captar la atención de la joven se dirigían las otras cinco personas en dirección al salón de clases.


--Sakura quiero que tengas muy claro lo peligroso que puede ser andar por estos sectores sin autorización de los directores o profesores, si vuelves a cometer la misma falla deberás presentarte en rectoría ¿entendido?- ¿Un poco exagerado no? Era entendible que la chica había cometido una falla, pero alterarse de esa manera…por favor solo llevaba un día en el colegio, por supuesto que cometería alguna falla menor como esta. ¿Por qué tanto alboroto por algo tan mínimo?.

Espero que les guste chicos.
Cuídense :)

 

Capitulo 3 “Empieza el juego”





El pelinegro ahora dominaba a la chica con besos más bruscos y apasionados, subía su mano lentamente por su pierna apretando suavemente sus muslo, con un rápido movimiento hizo que la espalda de su compañera se encontrara con la fría pared mientras el seguía besándola ferozmente, cada toque cada caricia del chico solo hacia que la peliroja se excitara mas y más. Sabia exactamente lo que quería lo deseaba de tal manera que estaba dispuesta a hacer lo que fuera por que el fuera suyo.


De repente los besos del Uchiha cesaron tan rápido como habían empezado, ahora tentaba a la chica con su lengua que juagaba en su cuello, casi instantáneamente la chica empezó a soltar pequeños gemidos. La sed por placer y el miedo que ahora invadía todo el cuerpo de la peliroja se juntaron formando una extraña mezcla, a pesar de saber ahora las intenciones del azabache no pensaba en rendirse ante sus sentimientos, tan solo le permitió que continuara.

Sus ojos antes negros ahora lucían un color carmesí profundo. Pronto Karin sentía como los finos colmillos penetraban la piel de su cuello, sintió como el frio líquido que recorría sus venas era succionado por el Uchiha de manera lenta. Extrañamente el miedo había desaparecido por completo del cuerpo de la joven quien ahora se encontraba en un estado de placer indescriptible, nunca se arrepentiría de haber cedido ante los deseos de su amado.


--Suficiente-“suficiente” repitió mentalmente la chica, por supuesto había entendido claramente lo que él había querido decir con tan solo esa palabra. Se alejó de Sasuke con la cabeza agachada notablemente avergonzada “¿eran mis deseos tan obvios?” se preguntaba la chica mientras arreglaba su falda y abotonaba un par de botones.

--Sasuke-kun – un susurro bastante audible para el moreno.
Involuntariamente los ojos negros de la chica empezaron a llenarse de agua fría- Porque…. ¿Por qué haces esto?- pregunto al fin con la voz quebrada gracias al llanto.

--¿Hacer que?- ahora su tono de voz demostraba el interés que tenia por la respuesta de su compañera.

--¿Por qué me utilizas de esta manera?-su voz era apenas audible, sin embargo las lagrimas recorrían rápidamente sus pálidas mejillas.

--Por favor, no actúes como una colegiala herida, Karin- sonrió cínicamente pero sus ojos se mostraban serios.
El pelinegro hablo nuevamente antes de que la chica pudiera protestar- Ten un buen día.- pronuncio antes de cerrar la puerta detrás el.

--¿Qué sabor tiene Karin?-

--¿Qué dices Itachi?-respondiendo con una pregunta era algo bastante común en el azabache.

El joven pálido observo a su hermano con una sonrisa hipócrita en el rostro al responderle- El olor de la sangre llego hasta mi habitación, al parecer todos lo notamos.
--¿Debemos irnos verdad?-
No insistió en la pregunta y decidió responderle al pelinegro.- Si, es extraño que nos permitan entrar al edificio de la clase diurna-

--Confían en el autocontrol Itachi.

--Autocontrol- dijo divertidamente – Toda una noche encerrados con hermosas adolescentes, estoy seguro que alguno se rendirá ante los encantos de la sangre.

--Quien lo haga será castigado y lo sabes.- su tono de vos y su mirada reflejaban amenaza.

--Lo se- suspiro vagamente antes de caminar junto al azabache-.

El camino hacia el mencionado edificio no era largo, aun así ambos caminaban en silencio. Itachi se distraía leyendo la información que tenia en su mano derecha.

“Demonios” exclamo mientras prácticamente saltaba de la cama hacia el baño de su cuarto. Gracias a su tonta idea de “dormir tan solo unos minutos más” ahora esos minutos se habían convertido en casi una hora completa, ahora la chica necesitaría mas que un par de minutos para llegar a tiempo a clases.

Abrió la llave del agua se desprendió rápidamente de su corta pijama e ignoro los impulsos de gritar cada vez que el agua helada recorría su delgado cuerpo.

--Diez minutos – menciono al revisar nuevamente el reloj y empezar a vestirse.

Agarro la mochila que aun tenía los libros del día anterior, y salió corriendo de su habitación.
Por suerte no tropezó con ninguno de los escalones, hubiera sido una fea caída si así lo hubiera echo. Entre tantas puertas, y entre tantos corredores la chica luchaba por encontrar cuatro números pegados en alguna de las puertas “1102”, cuando al fin pudo reconocer los números, abrió la puerta sin darse cuenta que interrumpía a los jóvenes que en ese momento tomaban el lugar del maestro.

--Sakura Haruno, tarde nuevamente- hablo el mayor observando a la chica con una mirada de desaprobación.

--Lo siento- bajo la cabeza y se dirigió a su asiento.


Verdaderamente había logrado captar la atención del azabache y por supuesto de su hermano mayor, y ¿como no? La joven era una verdadera belleza de ojos verdes claros y piel suave y clara, su rostro angelical, y su cuerpo esbelto la hacían una presa fácil ante los ojos de los hermanos Uchiha.


Cap. 4 “La cabaña”



Llovía torrencialmente. El Vidrio de la puerta estaba húmedo e impedía ver que había adentro. Empujo la puerta y entro. Un aire caliente y acogedor invadió su cuerpo por los orificios de su saco y una sensación de bienestar hizo que se sintiera verdaderamente mejor. Ya había terminado la jornada escolar, su amiga Ino le había invitado a pasar la tarde con ella y otras compañeras de clase viendo películas de terror, la ojiverde pensó si de verdad deseaba estar acompañada por alguien en ese momento, ese día Sakura no quería la compañía de absolutamente nadie mas que su propia conciencia.

Con el uniforme empapado, la chica salió del edificio enfrentándose nuevamente a la madre naturaleza quien parecía llorar como nunca. La sensación de calor que había recibido al entrar a la recepción de su edificio había desaparecido por completo, ahora sentía como las pesadas gotas de agua helada recorrían cada centímetro de su cuerpo casi provocando que temblara por el frio, miro como el suelo del jardín antes tan bien adornado de un color verde ahora lucia un color marrón gracias al barro que nacía por la lluvia. Camino diez minutos más hasta llegar al lugar que quería. Detrás del edificio de la clase diurna había una casa, Aun no había descubierto la función de dicho lugar en la institución, sin embargo la vio por primera vez el día anterior cuando corría por llegar tarde a clases nuevamente; pregunto a sus compañeros de quien o para que era esa casa, ninguno parecía tener respuesta concreta, solo decían
que desde que habían llegado al colegio siempre estuvo allí.

Pensó que seria un lugar perfecto para leer sin ser interrumpida por ahora sus amigas Ino y Tenten que entraban a su habitación sin siquiera tocar la puerta, o hasta para pensar un poco, como era el plan de ese día.

A pesar de ser aun las tres de la tarde, el sol se había escondido demasiado pronto, haciendo que el lugar se viera mas solitario y hasta un poco macabro. Tras un par de intentos por abrir la dura puerta de madera, la pelirosa por fin pudo entrar y no recibió ningún tipo de sensación cálida, al contrario parecía que aun estuviera afuera, un poco mejor ya que ahora las gotas de lluvia ya no eran un problema.
Subió las escaleras y pudo encontrar tres habitaciones distintas, a pesar de que el lugar notablemente fuera antiguo los muebles aunque gastados aun permanecían allí, la primera habitación parecía que hubiera pertenecido a una pareja, ocupaba el espacio una cama doble amplia, una mesa de noche y un armario. La segunda habitación era de un niño, juguetes de madera como trenes, coches y hasta pequeños caballos se encontraban en una mesa grande al lado de la cama.

La tercera y ultima habitación era definitivamente de una niña, el color rosado bastante sucio y gastado pero aun se podía reconocer en las paredes, en las sabanas de la cama y el las cortinas; “Aiko” decía en letras pintadas de blanco en la puerta, Sakura creyó que era el nombre de la chica que allí vivía. Al analizar más la habitación se percato que era un poco más grande que la del niño que había visto anteriormente y mucho más amplia que la de la pareja, “niña consentida” pensó la ojiverde con una sonrisa tierna en su rostro. Se agacho a la altura del gran baúl que había al pie de la cama con las mismas palabras “Aiko” no había duda ahora que ese era el nombre de la niña, al abrirlo una fina capa de polvo cubrió el rostro de Sakura haciendo que tosiera, todo lo que allí se encontraba eran juguetes, aviones de madera, coches, casitas, osos de peluche y sobre todo muchas, muchas muñecas.

Empezó a esculcar entre el baúl y agarro lo que pudo, primero saco un oso de peluche bastante sucio con un par de imperfecciones, luego un avión de madera rosado, y una que otra muñeca de trapo, sonrió tristemente ante la situación en que se encontraba, Todas las pertenencias de la familia aun se encontraban en aquel lugar, definitivamente tuvo que haber ocurrido algo bastante grave o malo, para que se fueran sin llevarse nada.

Guardo los juguetes en su lugar y vio como las gotas de agua que caían de su uniforme manchaban el suelo de madera. Se sentó en la cama y dio una mirada alrededor de todo el lugar.
Sus ojos empezaron a hundirse en lágrimas saladas, sus manos temblaban, y su corazón palpitaba muy fuerte.

En una esquina del cuarto había una muñeca de porcelana, de aproximadamente 44 centímetros de altura, su vestimenta colorida y un poco sucia, su cabello negro y largo y una expresión alegre en su rostro. La mente de la pelirosa viajo velozmente a su niñez, recordó cuando cumplió exactamente siete años, recordó la fiesta, el vestido azul que su madre había comprado el día anterior, recordó la muñeca que su madre le había regalado tan única tan similar a la que estaba en la esquina de ese lugar. La sonrisa de su madre le traía tanta alegría, tanta paz, la sonrisa de su mama era la única razón de que la suya apareciera en su rostro, ahora solo era el recuerdo que tanto odiaba, ahora su mente se inundaba de imágenes llenas de sangre, de dolor, aun peor la imagen de ver a su padre con el cuello desgarrado, y a tu madre sin vida llena de sangre, y a un hombre que parecía satisfecho ante aquel trabajo, Ojos rojos, ¡rojos! Los ojos de un demonio, el acto de un completo demonio.

Ira desprecio y sed de venganza sentía la pelirosa, apretó los puños mientras seguía recordando. Preciso ese día tenia que recordar todos esos acontecimientos, quince de abril, la misma fecha en la que sus padres fallecieron. Tanto dolor...

--¿Estas bien?- la voz gruesa hizo que Sakura se sorprendiera; antes de voltearse y dirigirse a la persona que le hablaba, limpio rápidamente sus
lagrimas con sus manos, y dejo a la muñeca en su lugar.

--Si estoy bien- respondió con una sonrisa.
Al fijarse bien con quien estaba hablando el corazón de la pelirosa casi se detiene.

--No creo que me conoces, me llamo Sasuke Uchiha, ¿y tu eres...?- el pelinegro se agacho a la altura de la ojiverde así pudiendo penetrar su mirada en la de ella.

--Sakura Haruno-dijo rápidamente mientras se levantaba del suelo, trataba de aguantar las ganas de besarlo, era tan guapo que lograba que cualquiera hasta la persona mas recatada tuviera pensamientos
indiscretos con el.

--Hola Sakura- el joven se levanto también - Dime… ¿que haces aquí? Eres de la clase diurna se supone que su horario escolar ya termino ¿estas perdida?-

El azabache parecía extrañamente educado y gentil, sin embargo no abandonaba su pose seria al hablarle a la chica.

--¿Cómo sabes que soy de la clase diurna?- pregunto algo asustada.
Sasuke rio un poco ante la preocupación de la chica- Por tu uniforme.
En ese momento la pelirosa se dio cuenta que sus uniformes eran completamente distintos; y también noto que aun permanecía mojada.

Sintió como la sangre empezaba a subir a su cabeza haciendo que se sonrojara levemente. Deseaba que el chico dejara de mirarla, quería que dejara de analizarla tanto.

--¿Conoces a la familia que vivía aquí?- hacia bastantes preguntas pero al parecer eso no molestaba a la ojiverde.

--En realidad no, ¿Tu si?-

--Se puede decir… - dijo con una sonrisa en su rostro.

--¿Qué les sucedió?- ahora la chica estaba verdaderamente interesada en la historia.

--La verdad no es algo bastante agradable de contar, o más bien de escuchar-

--Estoy segura que puedo manejarlo-

Le divirtió al azabache la seguridad de la chica al decirlo, ambos bajaron las escales y se sentaron en la pequeña sala.

--Ocurrió en 1912, Vivian cuatro personas aquí, Aiko era la niña preferida de los papas, y Kei era mas bien abandonado constantemente gracias a la atención que recibía su hermana menor, recuerdo que un día la Señora Hanako salió con su marido a una reunión con sus amigos, dejando a cargo su hijo mayor Kei. Cuando regresaron, encontraron a su hija Aiko con el cuello totalmente destruido claramente estaba muerta.

--Muerta- repitió la ojiverde algo melancólica.

Pensó que en ese momento debía dejar de contar la historia, pero el interés de la chica era bastante obvio por ello el azabache continuo con una pregunta bastante extraña - ¿Crees en los vampiros?-

--No – respondió entre pequeñas risas.

--Bueno, en esa época la gente trataba de explicar acontecimientos tan terribles como estos con este tipo de… “relatos”- haciendo énfasis en la última palabra- Según Hanako y su esposo un vampiro había entrado a la casa y había matado a sus hijos.

--¿Qué sucedió con Kei?-

--Esa es la parte insólita del asunto, el presunto cadáver del niño nunca fue encontrado, destrozados ambos padres abandonaron la casa sin siquiera llevarse las pertenencias, si observas bien, podrás ver manchas de sangre entre la madera del cuarto de la niña-

--Hablas tan seguro que podría jurar que estuviste presente cuando eso sucedió- la pelirosa le hablaba en tono sarcástico, sabia perfectamente que era imposible que un chico de aparentemente diecisiete años existiera en 1912.

Al parecer el azabache no tomo muy bien la broma que había echo, la miro seriamente antes de responder- Mi familia conocía a los padres, y esta historia ronda entre mis familiares de generación en generación. Este lugar solía ser un campo de agricultura, supongo que el colegio no ha decidido destruir la casa por respeto a los fallecidos-

--Entiendo –

--Me preocupa que un relato tan sangriento no te halla afectado los nervios en lo absoluto- dijo Sasuke con una sonrisa de lado bastante encantadora.

Analizo su rostro por un momento, era tan perfecto que en serio lograba
intimidarla demasiado- Se puede decir que estoy acostumbrada a este tipo de historias – la sonrisa que regalo la pelirosa parecía bastante sincera, sin embargo no logro engañar en lo absoluto al Uchiha.

--Debería irme, ya es bastante tarde y mis compañeras deben estar esperándome-

--Si deseas puedo acompañarte-

--No es necesario- el fuerte trueno que soltó el cielo recordó a la chica
que aun estaba lloviendo.

--Vas a resfriarte si vuelves a salir con esta lluvia –

--No hay nada que puedas hacer, veo que tampoco traes una sombrilla ¿o si?-

--Tienes razón, puedo prestarte mi chaqueta, claro si prefieres seguir mojándote lo entiendo- era increíble como el Uchiha podía mesclar el cinismo con la sensualidad tan fácilmente.

Sakura rio ante la respuesta- Si eres tan amable- extendió su mano hacia el en espera de la chaqueta.
Se la quito lentamente dejando a la chica completamente hipnotizada, cada movimiento que realizaba era completamente perfecto, se veía tan deseable con esa camisa blanca a pesar de ser larga podía notar perfectamente el buen cuerpo que poseía.

--Eh… G-gracias – tartamudeo al recibirla

--De nada-

--¿No vienes?- pregunto la pelirosa mientras abría la puerta.

--Ya que no deseas mi compañía, prefiero quedarme aquí – Lo hizo
nuevamente, mesclar dos sensaciones en una sola.

--Esta bien, hasta luego Sasuke-kun – salió de la puerta con una sonrisa en su rostro, agarro la chaqueta y la puso encima de su cabeza tratando de cubrirse un poco de la lluvia.

“Sasuke-kun” pensó el azabache, por supuesto la joven le había causado una impresión bastante buena, y ¿Cómo no? Era hermosa y al parecer ella no estaba consiente de la belleza que poseía y lo placentero que le resultaba a Sasuke haberla conocido.

--Sakura- repitió.


La chica batallaba contra el viento para divisar mejor el camino hacia el edificio de la clase diurna, cuando por fin pudo encontrarlo, entro rápidamente a la recepción.
Agarro la chaqueta aun mojada y se la puso, notablemente le quedaba grande, la tela era fría, demasiado fría, pero no le importo mucho a la chica. Subió rápidamente por las escaleras del edificio encontrando la habitación que buscaba.

--Hola chicas, me distraje en el camino- dijo con la respiración agitada.

--Sakura donde rayos estabas, te estábamos esperando- dijo algo enojada una chica de cabello castaño y ojos del mismo color.

--Me quede hablando con un chico y perdí noción del tiempo -

--¿Qué chico?- Sakura se sonrojo un poco ante la insinuación de su amiga en la pregunta.

Una chica al lado de la rubia hablo antes de que la pelirosa pudiera- ¿Te gusta?- ahora el sonrojo era mas notable en el rostro blanco de Sakura.


--Claro que si Temari, ¿entonces por qué estaría conversando con el?-

--Ino, no me gusta, de hecho lo acabo de conocer-

--¿Como se llama?- pregunto nuevamente la rubia.

--Emm creo que Sasuke Uchiha –

--¿QUE?- gritaron aparentemente todas las muchachas presentes.

--¿Como que crees?

--¿Segura que era el?

--¿Te hablo?

--¿Qué te dijo?

--¿Por qué TE HABLO?

--Cálmense dejen que conteste una pregunta a la vez- menciono Temari
ante sus amigas.

--No me dijo nada importante la verdad, solo me presto su chaqueta para que no me mojara en el camino –

--¿SU CHAQUETA?- acto inmediato todas las chicas se levantaron del cómodo sofá y empezaron a sacudir a la pelirosa.

--Cálmense- se quito la prenda- ¡Tomen!- ahora sonaba un poco molesta, ¿Cuál era el alboroto? Solo es un chico ¿no?

--¿Como es posible que hayas hablado con uno de los chicos más
populares del colegio y ni siquiera te importe?- pregunto Ino.

--¿Popular? Pues a mi me pareció bastante normal, claro es guapo pero…

--¿GUAPO?-grito la rubia- ¡Es un Dios!
La pelirosa la miro extrañada.

--Ino-chan deberíamos dejar a Sakura-chan tranquila con el tema ¿no?- La muchacha tímida de ojos perla había hablado esta vez.

--Esta bien, pero cuando termine la película tienes que contarnos todos los detalles ¿entendido?- Ino le devolvió la chaqueta

--Esta bien – respondió un poco asustada mientras recibía la prenda.

--Cámbiate, no quiero que mojes mas mi habitación- menciono Temari entre risas al ver que su amiga escurría agua.



Espero que les guste, Dejen su opinion :D