Vampire Heart

Era un día más en el cual, aquel joven se encontraba más en la soledad, su vida era una rutina de la cual no podía escapar, sabía muy bien qué hacer en caso en todo a sus padre los hacía muy felices, pero más sin embargo el nunca era Feliz. Era un día mas, con la rutina de siempre en su vida nunca había pasado algo emocionante, se llego la mañana, salió con su padre rumbo al trabajo, transcurrió el día, y por fin llego la tarde, era momento de regresar a su casa, su único lugar en donde podía estar tranquilo y pensar todo lo que le pasaba, aparte de que disfrutaba mucho pelear con su hermanita, al llegar lo único que anhelaba era llegar a su casa y poder platicar con su hermanita, todo lo que había pasado el día de hoy.

Al llegar a casa ella no se encontraba, pensó… de seguro fue al columpio suele ir ahí para poder pensar y estar un momento a solas…. Dirigiéndose hacia allá, al llegar pudo lograr ver a su pequeña hermana, la cual se encontraba un poco desconcertada y asustada, al ver aquel estado, la cuestiono el porqué, pero su respuesta fue ausente y pensativa, entraron a la casa y pasaron al comedor, como todas los noches, en la cena el señor Lawrence les pregunta a sus hijos como les había ido en el trabajo.

Alexander dime como van los negocios?

−Pues bien Padre, aunque para hacerte sincero hay algo que me preocupa hay que ver eso, nos puede traer problemas más adelante—. Dijo el Hijo.

Lo mismo paso con su hija, le pregunto qué tal su día, como le habían ido en las clases de Piano, a la cual la joven Euphie, no respondía, se encontraba totalmente ausente, lo único que hacía era jugar con la comida y no prestar la mínima atención lo que decía su padre, su hermano entre risas dijo:

—Padre que se me hace que Euphie está enamorada, desde la tarde anda así, ausente, si como pensara en otras cosas, o más bien en alguien.−

−Como crees Alex, tu hermana está muy chica para que ande pensando en esas cosas o no crees o tu qué piensas Elizabeth, crees que nuestra hija ya este enamorada—. Dijo el padre en tono sarcástico, esperando que su hija reaccionara.

—Como crees, no creo, déjenla en Paz, tal vez tiene un problema y ustedes la estay atosigando con cosas absurdas. — La madre al ver aquella situación se levanta y va hasta donde está su hija, y le pregunta. —Hija te pasa algo, has estado ausente toda la cena, ni atención le prestaste a los comentarios de tu hermano y tu padre, te ocurre algo tienes algo que nos quieras contar.−

La joven solo dijo:

−No para nada madre, no me pasa nada y descuida que no estoy enamorada ni nada por el estilo, solo que me quede pensando, además no me siento bien, pero descuida estoy bien no me pasa nada. —

El resto de la cena, la joven solo se la paso jugando con la comida y muy pensativa, a lo cual despertó la curiosidad de su hermano, la cual la conocía muy bien y sabía perfectamente que esto no era un simple malestar, algo le ocurria su hermanita mas no lo quería decir, todos se levantaron de la mesa y se dirigieron a la sala, mas sin embargo la joven Euphie se fue rápidamente a sus habitaciones, lo cual hizo que más se preocupara Alexander, la dejo que descansara, así estaría más tranquila y tal vez al día siguiente le pudiera tener confianza y le digiera que ocurría con ella.

Al dia siguiente a muy temprana hora, la Joven Euphie ya se encontraba despierta, se encontraba en la sala, practicando sus clases de piano, en poco tiempo ya había aprendido a tocarlo magníficamente, la melodía que entonaba era algo conmovedora, provoco que su hermano despertara y bajara a la sala, al llegar su hermana, se encontraba inundada tocando aquella melodía, no dijo nada y solo espero que terminara para decirle.

—Euphie, estate lista, hoy iras conmigo al trabajo tienes que aprender el negocio de la familia además no te la puedes pasar todo el día aquí, tienes que des aburrirte con algo, que mejor forma de hacerlo, que trabajando.− Dijo el joven, esperando que su hermana estuviera de acuerdo con él.

La Joven regresándole la mirada, sonrió y le dijo:

−Está bien hermanito como tú digas, yo te acompaño y así no te aburres tanto—. Respondió la joven, aunque en su respuesta era algo divaga y ausente, como si solo lo hiciera por compromiso.

Alexander no dejaba de pensar en lo que le pasaba a su pequeña hermana, se mostraba algo pensativa y ausente como si algo en el fondo le perturbara, esto hacia que el Joven, se sintiera inútil, ante ver el estado de su hermanita y no poder hacer nada ni decir nada de consuelo porque no sabía cómo hacerlo.

Se llego el momento de ir al trabajo, ambos jóvenes partieron, subieron al carruaje y se marcharon, en todo el camino Euphie no comento y no dijo nada, seguía en el mismo estado, pensativa y ausente, ante las preguntas de las demás personas. Entraron a la oficina, Alexander le empezó a explicar todo lo referente al trabajo, para que le pudiera ayudar, en algo y así mantuviera aquella mente ocupada en algo, se pararon justo en frente de la ventana, de repente la joven Euphie salió corriendo hacia la puerta y empezó a correr en busca de algo, al ver aquello el Joven inmediatamente salió en busca de ella, esperando que no le fuera a pasar nada malo, se preguntaba que habría visto, porque de un momento a otro salió corriendo, ante la expectativa, el joven solo buscaba a su hermanita, esperando dar con ella.