Valora lo que tienes

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por smileeveryday, 14 Junio 2013.

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    smileeveryday

    smileeveryday Iniciado

    Géminis
    Miembro desde:
    24 Mayo 2013
    Mensajes:
    38
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Valora lo que tienes
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1247
    ¡Hola! Mi primera historia por fin, me da tanta emoción... Bueno, en fin, disfruten mucho y ya avisaré a la gente cuando actualize.

    Capítulo 1.


    El dia 11 de Febrero, San Valentín. Yo, sentada encima de un árbol.
    Un osito de peluche y un chocolate en mis brazos.
    Casi al final, cuando ya me estaba impacientando, aparece una silueta que lleva una chaqueta negra de cuero, estilo motorista.

    Sonrio ampliamente. Antes de que pueda hablar con el, intenta parecer que no me ha visto.¡Que descarado!

    -¡Kory!-grito cogiendole por la chaqueta.

    -Si eres la Tari...

    Odio que me traten de “la”, pero como es tan guapo, haré una exepcion...

    -Esto... Te quería dar una cosa-le extiendo el chocolate.

    Me mira raramente y huele el chocolate. Me asalta la terrible duda de que quizá no le gusta mi chocolate.

    -Gracias-responde. Y me clava un beso en la mejilla. Un beso tan dulce como un caramelo, pero a la vez muy suave.

    Cuando sus labios hacen contacto con mi mejilla, me sonrojo a más no poder.
    Espero, suplico que no se haya dado cuenta.

    -Bueno... Me tengo que ir- agarra el osito y se va.

    Antes de que se vaya, le agarro la chaqueta. Será el primer recuerdo de el curso en que Kory y yo nos hicimos novios.
    Aunque... Quizá me he hecho demasiadas ilusiones y aún es demasiado pronto para hacernos novios.

    ¡Pero todavia tengo esperanzas! Echo rápidamente una ojeada al reloj: ¡Casi la una!
    Tengo que darme prisa, si llego tarde, la directora me gritara y no me dejara entrar al comedor.

    Entro rápidamente y me siento en la mesa mas apartada. La tranquilidad dura tan poco como una tortuga en hacer un paso.

    -¿Se lo has dado?

    Una voz femenina me habla. Me asusto mucho. Quizás sea un fantasma de el comedor, una chica que se murió por la comida no identificada que servian en ese entonces...
    No debi ir a el cine a ver Paranormal Activity 4, soy muy asustadiza y después de verla no dormí por lo menos en cuatro semanas.

    Por suerte me doy cuenta que no es un fantasma. Veo delante mio a una mata de pelo rubio rizado que dentro esconde el cerebro mas prodigioso que jamás haya conocido.

    -Se lo he dado...-me pongo roja y le cuento palabra por palabra el suceso de hace poco, que unos dias ni tan solo hubiera visto por asomo.

    -¡Sii! ¡Genial! ¡Ya era hora, Tarita!

    Ella me suela llamar Tarita, debido al hecho de que somos amigas ítimas, sabemos todo de la otra y nos lo contamos todo. Ella és Cleo.

    Cleo proviene de la realeza, su antepassada era una maga al servicio de la antigua reina de España. De hecho, ella también tiene una pizca, de bruja.

    FlashBack

    Ayer, ella levanto una especie de varita violeta y repetio estas palabras:
    Akama BuKumu ConceKeme DemeKeme esKeme Tekeme Dekeme SeoKomo,
    Tarakama queKeme beKeme SeKeme aKama KoKomo RyKimi!
    Me metí en medio, y despues de aguardar unos segundos, exclamó:
    -El conjuro ha funcionado

    Fin del FlashBack

    -La verdad... No creo que el conjuro funcionase-comenté mientras miraba escépticamente a Cleo. Ella sacaba humo por las orejas. Seguramente le dolía que su mejor amiga desconfiase de ella. Según ella, la amistad como la nuestra se basa en el cariño, la felicidad, la confianza y sobre todo la creencia.

    -¡Pero si le has dado el chocolate! Como osas a decir q...-se calló antes de que le tapara la boca con la mano. Las SuperKemes nos estaban observando desde su mesa. Estaba claro que les interesaba lo que estaba contando. ¿Pero si les interesaba tanto porque no han mandado a Sandra Howswadle, la chismosa oficial de el instituto, chica a la cual tenian de su parte?

    Por error mio, dirigi la mirada a la mesa donde estaba Kory. Y vi que Esmeralda, la chica más estilosa, mas pija que hay en mi clase. Se sonreian y se reían todo el rato de alguna cosa de partirse. Esmeralda me miró con malicia como si me digiese: No te hubieras molestado en chocolate, Kory ya es mío.

    Me puse tan pálida que incluso Cleo se preocupo y miro mal a esa vívora.

    -Tari, no te preocupes. ¡Kory no puede estar enamorada de esa.. esa...!-no pudo acabar la frase porque se levanto y fue rápidamente a decirle cuatro cosas a Esmeralda.
    No quise verlo porque ella pensaría que he mandado a Cleo para decirle cuatro cosas.

    Pero más tarde descubrí algo que me dio la respuesta de que si le gustaba a Kory: Un enorme y rotundo ¡no!

    Le descubri tonteando con la vívora de Esmeralda, ¡y compartiendo el chocolate en forma de corazón con su nombre que me costó elaborarlo durante mucho tiempo! ¡El chocolate donde le entregaba mi amor y mi corazón! Y el va y se lo parte con Esmeralda. Me rompió el corazon como nadie me lo habia roto nunca.

    -¡Tari! Yo.. yo puedo explicartelo todo-intentó excusarse el al verme cerca de ellos.

    Me arrastro prácticamente a un lugar apartado dejando sola a Esmeralda. Me cogio de las espaldas y me obligó a mirarle a los ojos.

    -Ella vio el paquete dentro de mi bolsa, y insistio en abrirlo. Dijo que quería un trozo y yo se lo di. Entonces me contó un chiste y nos reimos. Entonces llegaste tú.

    -No hace falta que me cuentes nada... ¡Eres un idiota!

    Y le clavé una bofetada. Una bofetada que hizo que su mejilla quedase roja y quedase enmarcada la silueta de mi mano. Fue tan potente que hasta se sobo lentamente. Me llevé la mano a la boca. ¿Que demonios había hecho? ¡Pegarle un bofetón a el chico que me gusta!

    -Lo siento... Yo, yo no quería hacer esto-intenté irremediablemente que me creyese, pero el me miro y se fue, dejandome con el corazón roto y con un sentimiento de culpa que me estaba matando.

    Intenté preseguirle para pedirle perdon, o por lo menos ver si aún le dolia, pero me tropeze y me caí. Él me miro, pero se volvió a dar la vuelta y murmuro unas palabras que me marcaron.

    -Me ha encantado conocerte, Tari, pero ya veo que de mi no quieres nada.

    Me levanté valientemente y reprimí unas lágrimas. Al llegar a mi casa, saltandome las clases y demás, me encerre en mi habitación y no pude evitar soltar unas lágrimas, que poco a poco dieron paso a una increible lloradera.

    ¿Que había hecho?
     
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