Long-fic Until Dawn: efecto mariposa.

Tema en 'Fanfics abandonados de Videojuegos' iniciado por Octubre De Babilonia, 23 Febrero 2018.

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    Octubre De Babilonia

    Octubre De Babilonia Derecho de Autor. Autoría de Octubre De Babilonia.

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    21 Febrero 2018
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    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Until Dawn: efecto mariposa.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    938
    Antes del Amanecer.

    Capítulo 1: Efecto Mariposa Recargado

    "- Éramos un par de chicos tontos, creyéndonos graciosos."
    "- Es cierto oficial... "

    Unos años atrás, de adolescentes.
    Era época de invierno, y varios amigos se fueron a pasar el temporal en la cabaña de los padres de Josh y sus hermanas gemelas. Mientras tanto, se re acomodaban adentro de la casona de madera, un momento se dispuso a realizar una broma a una de las hermanas de Josh. Mike escribe una nota con tal de atraer a la inocente Hannah y que tengan un encuentro un tanto fuera de lugar. Y así fue que dentro de una de las habitaciones del piso superior de la cabaña, debajo de la cama se escondieron dos chicas; dentro del armario el que portaba la cámara de filmación y Mike que estaba fingiendo atracción por su enamorada Hannah.
    Entre tanto, en la cocina, algo ebrio Josh junto con su hermana Beth, conversaban con otra de sus amigas Sam. Aunque la misma leyó una nota sospechosa en la barra de la cocina que la alertó de una broma pesada por la hermana menor de Josh, cosa que salió de la cocina a impedir que ésta quedara mal parada ante los demás. Pero llegó tarde, dado que Hannah estaba quitándose su remera a pedido de su amado Mike, sin siquiera saber que se estaban burlando por su osadía.
    Al ingresar Sam a la habitación dónde pasaba el suceso, la inesperada reacción de Hannah fue lo mas esperado en realidad, todos fueron descubiertos.
    "- Jajaja Hannah eres una guarra.."
    Dijeron todos. Cosa que la pobre chica de cabello negro con lentes del mismo color, delgada y con buen cuerpo, se fue corriendo de la cabaña a la intemperie del frío de esa noche. Era plena tarde, aunque en sí parecía muy de noche, las nubes tapaban el sol con la nevada del medio día.
    Beth, que se encontraba en la cocina sin saber que sucedía en el piso de arriba de la cabaña, logra visualizar por la ventana a un extraño hombre, para luego intentar avisar a su hermano, pero en ese instante apareció corriendo su hermana gemela Hannah; lo que le llamó su atención. Necesitaba hacer algo. Las dudas recorrían su mente, su hermano estaba dormido sobre la barra producto del alcohol y oía a Sam gritar el nombre de su querida hermana.
    ¿Despertar a Josh? | Encontrar a los demás.
    Decisiones que comenzaban a mover ese cuerpo de Beth, con lo que eligió encontrar a los demás. ¿Para qué intentar despertar a Josh si éste estaba ebrio? Ésta fue al salón y nadie se hallaba solo la puerta del ingreso, lo cuál al ver para afuera localizó a sus amigos llamando a Hannah y justificándose.
    "- Solo era una broma, Hannah.. No te aguantas nada."
    "- Calla Em.. ¡¡Hannah!!"
    "- Sam, tu no me callas.. Oíste?"
    "- ¿Qué le han echo a mi hermana, ustedes?"
    "- Math, solo era una broma con Mike, Beth, nada grave."
    Eso hizo que Beth se preocupara por su hermana que era muy sensible y las bromas no eran lo suyo. Por lo que salió a buscarla usando su celular cómo linterna en esa densa oscuridad. El camino nevado no revelaba huellas significativas. ¿Dónde podría estar su hermana? Sabía que no muy lejos iría con el frío que hacía.
    Decidió salir corriendo esquivando troncos tirados en medio del camino, hasta que frenó al ver que un puente había colapsado.
    Prudente. | Rápido.
    Otra vez esos detalles, ¿qué pasaría en su mente? ¿Por qué detenerse a cada paso? Era mejor ir rápido, no vaya a ser que su hermana estuviera en problemas por ser despistada. Sin embargo al saltar hacia abajo de dónde estaba, hace unos metros corriendo y ve dos caminos. El de la izquierda poseía unas huellas que antes no estaban, y el de la derecha no había ninguna pero un ruido seco crujiente se oyó algo cercano a dónde se hallaba. Otra elección posible.
    Seguir huellas. | Seguir el ruido.
    El tiempo corría, mejor era el ruido, pues las huellas eran sospechosas a su punto de vista. Avanzó por el camino derecho hasta topar con dos caminos nuevamente, parecía un laberinto. Hasta que una sombra se vio lejana por uno de esos y nuevamente unas huellas aparecieron del otro lado. La luz era escasa, pues el flash del celular no alumbraba correctamente.
    Seguir sombra. | Seguir huellas.
    Probablemente esa silueta sería su hermana por lo que Beth no lo dudó ni un segundo, y fue tras ella corriendo cómo antes. Terminó cansada por lo que decidió ir caminando mas tranquila, aún le preocupaba su hermana. Pero de este modo podría visualizar mejor con el flash del celular que llevaba en una de sus manos. Al ir la brisa helada la acompañaba en cada paso o quietud de su andar. Sin percatarse de algo sobre el suelo, puso su pie sobre éste con lo que casi tropieza.
    "- Hannah! ¿Dónde es.. Ay.. casi me caigo. ¿Qué es esto?"
    Dijo para alzar ese pedazo de madera, era un tótem con una cara muy extraña, que en la parte trasera se hallaba una abertura. Le pareció extraño. Al observar...~
    Una mujer calló golpeando su espalda sobre una roca afilada, la sangre recorría su rostro. Aún permanecían sus ojos abiertos.
    "- ¿Qué.. sucede.. con esta.. cosa.. fea?"
    Beth decidió dejar el tótem en el suelo lleno de nieve, no sabía si había visto una visión o era el frío de la noche que la estaba haciendo ver alucinaciones producidas por el miedo que tenía.

    Continuará..~
     
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    1570
    Beth continuó su camino en busca de su hermana Hannah, cada vez se adentraba mas a una zona desconocida del bosque cerca de la cabaña. Era una zona montañosa, sus padres habían comprado esa propiedad para pasar los veranos lejos de la muchedumbre que causaba la ciudad, el trabajo y los problemas cotidianos. Sin embargo esa cabaña guardaba algunos secretos que los padres no quisieron revelar, no creían en mitos.
    Mientras caminaba por un claro del bosque, un sendero sin huellas, logró visualizar cómo una llamarada se alzó dentro de unos árboles. ¿Qué era y por qué? Serían para su sorpresa aquel fuego que se ubicaba a algunos metros de su ubicación del lado izquierda. Paró su andar momentáneamente tratando de comprender que pasaba. Retrocedió, pero luego recordó el verdadero motivo por el cuál aún se encontraba en medio de la nada.
    "- Hannah? Hannah!"
    "- Hola? Beth?"

    A lo lejos a los sollozos congelándose arrodillada, estaba la inocente chica de gafas secándose las lágrimas. Una broma así no era algo para perdonar, la vergüenza del recuerdo aún permanecía en las gotas que caían por sus mejillas. Ella había esperado que su amo imposible, Mike, fuera a rescatarla, pero en cambio fue su hermana gemela Beth. Que desilusión al verla de reojo. Mientras tanto, Beth se quitaba su abrigo dándoselo a su hermana para que no tuviera frío.
    "- Es hora de volver, Hannah..~ "
    "- Soy tan tonta, soy una idiota..~ Todos riéndose de mi.."
    "- Tranquila, vamos a casa.. Está re frío."

    El rojo carmesí a veces se notaba en las pupilas que durante todo el viaje las había seguido. Como si tuvieras un infrarrojo para poder visualizar mejor las señales calientes del cuerpo, así, así el espectador veía. Tan simple era percibir el aroma a temor, vergüenza y deshonra en esas dos adolescentes. Eran presas fáciles a su entorno silencioso, nevado y alejado de la civilización urbana.
    De lejos un chillido interrumpió sus sentidos.
    "- Qué... es.. "
    "- Beth.., ¿qué fue..eso?"

    Ambas sin pensarlo demasiado comenzaron a correr por dónde habían venido, aunque en realidad no fue así, pues estaban equivocadas en orientación. Una de ellas se tropezó cayendo en una especie de tablas puestas cómo si de estas se tratasen en una formación de un ligero puente invisible en la noche oscura; Beth sin embargo, fue a ayudar a levantar a su hermana pero desde el bolsillo de la campera cayó el celular entre la rencilla del puente perdiéndose frente al que las seguía con mucho ímpetu. El camino daba a un precipicio, era el final, antes parecía haber un puente colgante, todavía estaban los postes y unas sogas colgadas cubiertas de escarchas. Éstas se agarraron de la mano, sabían que estaban acorraladas a lo que fuera que las arrinconó hasta esa parte.
    Desde lejos una sombra se arrimaba a pasos extraños sin sentido alguno, ¿qué podría ser? No se veía claro, por la ventisca que se había formado justo en ese instante. Hannah asustada y desorientada comienza a retroceder cómo su mecanismo de defensa inconsciente pero deja su pie de tocar suelo y cae, arrastrando a su hermana junto con ella. Era inminente, ambas pasaron de largo, excepto Beth que se sostenía de una mano en una raíz gruesa seca que sobresalía al filo de lo que alguna vez fue un puente colgante. Tenía a su hermana colgando desde su mano, y ese extraño hombre que apareció estirando su mano, ¿para ayudar?
    Soltar a Hannah. | Dejar caer.
    Nuevamente esas decisiones surgieron en su mente. Beth no tenía mucha fuerza, siempre tuvo que cuidar a su débil hermana gemela, muchos recuerdos de responsabilidades surgieron en su mente, entre tanto; Hannah se bamboleaba asustada. Pero prefirió dejarse caer antes que el hombre las ayudase o las matase, es que no podrían averiguarlo.
    Varios metros de caída, una de ellas cayó golpeando su espalda con una roca puntiaguda, aterrizó Beth de lleno contra ella. Sus costillas se rompieron y parte de la sangre que bombeaba su corazón salió disparada por sus labios. En cambio su hermana Hannah rodó por la nieve junto con el cuerpo blando de la única persona que se preocupaba siempre por ella, hasta una cueva que estaba escondida bajo la vista de muchas personas. Y así sucedió, el tótem de la muerte predijo quién iba a sucumbir bajo aquella visión. Hannah quedó con sus orbes al descubierto con los lentes sobre el suelo terroso de aquella cueva, junto con su malherida hermana Beth que juntas, sus rostros sangraban al son de sus miradas perdidas.

    El Analista

    Doctor A. J. Hill. Es un hombre poco común. Un psiquiatra, que aparenta a ser un psicólogo. Situados ahora en un despacho, un consultorio de escenario color sepia a dónde se mirase, parado frente a una ventana con la resolana de la mañana, ese hombre de edad promedio a un anciano que no llega a serlo inicia su interrogatorio al que está sentado en ese cómodo sillón de torturas pasadas.
    "- Déjame aclarar algo, es necesario que sepas diferenciar la realidad de la ficción. ¿Entiendes?"
    ¿Pero a quién le hablaba y con que necesidad uno debía aceptar que un personaje de este tipo nos cuestionase? Sostenía en su mano izquierda una taza de café o té, la cuál aún portaba un aroma a dulzor en su interior pero no se dejaba ver que había en su interior. Ya estaba por dar su sermón, tomando asiento el sujeto profesional se dispone a hablar.
    "- El pasado no volverá, nadie posee control sobre él. Las decisiones que tomes ahora, si tú. No me mires de ese modo, ¿a quién mas me dirijo? Te preguntarás, a ti, lector. Prosigo, las decisiones que tomes ahora, dibujarán el destino de todo paso que des mas adelante. Cada página dependerá de tus elecciones. Es cruel, pero es lo que has elegido ahora. Quiero que lo recuerdes, no lo olvides mientras leas. Cada vez que las dudas aparezcan tendrás que decidir tu destino y de los que te rodeen. "
    Tenerlo tan cercano daba mal espina, esa forma de dialogar le al lector con tanta confianza, no iba a causar mucha impresión de si esto era una novela o si era un simple juego con instrucciones. Pero ese no era punto, puesto el profesional seguía con su explicación a aquel que debía prestar atención en esa sesión de terapia.
    "- Perfecto, has aceptado seguir con este juego, participando cómo a mi me gusta. Yo te ayudaré durante el proceso." -poniéndose cómodo en su propio sillón. "- A veces, solo a veces esas cuestiones se tornan siniestras y terroríficas, pero descuida, estoy aquí para ayudarte."
    No se sabría con exactitud que tenía que ver este hombre profesional con la historia de los adolescentes, pero él estaba en su despacho indicando los efectos mariposa muy tranquilo. Estiró su brazo alcanzando a su frente y al de la persona que estuviera presente, una planilla junto con un bolígrafo. Era hora de que la terapia tomase su curso inicial.
    "- Bueno, las adversidades que vayas viviendo, las pondré bajo el tapete. Es hora de hacer unos ejercicios, ¿estás listo? Si, bien."
    No había posibilidad alguna que se tratase de un mero sueño de Hannah o de Beth, o de Josh si es que estaba dormido aún en la barra de la cocina. No había ningún indicio de tal cosa. Aún así, tampoco era que se podía mencionar muchas palabras cuando el hombre era el único que tenía permiso de mencionar algo allí. Mientras decía algo, agarró vaya a saber uno de dónde, una carta colocando la sobre el escritorio boca abajo.
    "- Te daré unas cartas, y tendrás que mencionarme las imágenes que ves, qué son. Que te hacen sentir. Es esencial que respondas con sinceridad, por que de este modo podremos averiguar por qué estás aquí. "
    Una mano masculina con guantes negros apareció al frente, parecía que el individuo no era el lector, o tal vez si. Sin embargo con cierto cuidado y desconfianza tomó con su mano derecha aquel pedazo de papel y al voltear lo una imagen con un granero pastizales altos verdes y un espantapájaros algo borrosos fue lo que tenía. ¿Una fotografía? Parecía. Y el silencio se interrumpió cunado el psicólogo indagó, que producía otra vez. Opciones aparecieron otra vez.
    Me hace feliz. | Me incomoda.
    Sinceramente no le producía ningún sentimiento, de esas dos opciones que habían salido en su mente. ¿Lo era? Eligió la parte que lo incomodaba, cosa que el profesional lo agendaría escribiendo tal sentimiento en su planilla.
    "- Bien, dime por que te incomoda la imagen."

    Espantapájaros. | No lo sé.
    "- Ya veo, ya veo, si suponiéramos que el espantapájaros no estuviera allí. ¿Te incomodaría pasar un tiempo allí en soledad, una semana?"
    Estaría bien. | Me incomodaría.
    "- Así que le incomodaría.. Por qué?"
    Soledad. | Daría miedo.
    "- Ah..~ existe una delgada línea entre la soledad de la sociedad y la tristeza del 'aislamiento', quizá podamos explorarlo en el futuro. Bueno." -mirando su reloj. "- Se nos acabó el tiempo, hasta la siguiente sesión."
    Realmente no procesaba tanta confianza, mas cuando resaltó la palabra aislamiento con cierto tono de vacilar a aquel que fuese su paciente. Y rápidamente todo se desvaneció.
     
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