One-shot de Pokémon - Unos petálos

Unos pétalos
Romance/Drama/Comedia

-Corre Ash- gritaba una hermosa rubia mientras tomaba la mano de un joven de cabello negro desordenado. La rubia corría con una sonrisa en su cara mientras el joven estaba preocupado de no tropezarse o de que ella se tropezara y se lastimará. –Ven no te detengas-

El azabache de ojos chocolate claro estaba mirando con duda a la joven de cabellos dorados. Ash estaba un poco sonrojado debido al contacto con la suave piel de ella ya que las manos de ambos estaban entrelazadas.

-Quiero… Quiero mostrarte algo- decía ella mientras sentía que su corazón latía de manera rápida. De repente ella se tropezó con su gran falda verde haciendo que ambos jóvenes cayesen a un charco que casualmente estaba ahí. – ¡AYYY!-

La de ojos esmeraldas se sobaba la frente ya que había impactado con su rostro lo cual le provoco raspones a la chica. El sombrero de ella rodo y se manchó de lodo al igual que ella a diferencia de su amigo que estaba un tanto mojado por no decir completamente.

-Eso duele- ella estaba al borde del llanto. Ash rápidamente noto esto, era la primera vez que pasaba algo como eso. Ella estaba avergonzada de lo que pasó ya que quería demostrarle a

-Bi-Bianca ¿E-Estas bien?- preguntaba el de ojos color caramelo a la de ojos color esmeralda. Por cierto, el azabache estaba empapado pero él había logrado caer sin lastimarse. La joven estaba con lágrimas en los ojos mientras Ash no sabía qué hacer.

-¡¡¡BUAAAH!!!- chilló ella mientras empezaba a llorar por el inmenso dolor que tenía al impactarse contra su rostro.

-Bianca no llores por favor, por favor Bianca- Ash trataba de hacer lo que pudiera para poder calmar a la chica quien estaba derramando muchas lágrimas por nada.

-P-Pero du-duele- decía ella entre sollozos mientras trataba de limpiarse las lágrimas.

Ash no sabía ni qué hacer. La rubia lloraba más y más sobre todo por qué arruinó lo que quería hacer. El de ojos color chocolate estaba mirando a su amiga en el suelo pero se dio cuenta de que ella tenía más dolor del que parecía. Ash miró la falda de la rubia quien traía en unas zonas un líquido rojizo.

-Bianca- dijo él llamando la atención de la rubia. –Por favor Bianca, no llores ya que no me gusta verte así.- esa voz comprensible de él había calmado un poco a la rubia quien estaba temblando.

-Me duele- decía ella de manera poco entendible.

-Descuida… déjame sacar unas banditas- el de ojos color chocolate sacó de uno de los bolsillos de su pantalón una caja con benditas como un mini botiquín. –Bianca, ¿puedo?- preguntó Ash a su amiga que entendió, ella solo asintió.

Ash delicadamente rasgo la falda de ella en el área de las rodillas. Tanto él como ella notaron unas heridas, no eran severas, pero si no se trataban podían complicarse.

-Necesito limpiarlas- habló Ash quien sacó un pequeño frasco de alcohol en gel. Bianca se asustó un poco ya que sabía cómo ardían las curaciones.

-Dolerá Ash- dijo ella con miedo.

-No te preocupes- dijo él mientras tomaba la mano de ella y le daba una sonrisa.

-Ok.-

Así Ash prosiguió para limpiar la herida mientras ella trataba de soportar el dolor. Después de unos momentos Ash ya había puesto las banditas en las heridas de Bianca pero ella estaba enojada consigo misma.

Ella se odiaba en esos momentos, ella arruinó el regalo de su mejor amigo… ¿solo amigo?

Ash tomó de los hombros a Bianca mientras le sonreía cálidamente… ella se sentía extraña. No era la primera vez que pasaba esto. Durante la batalla que tuvo Ash contra su padre por los sueños de ella, esa sensación hacía sentir unas cosas extrañas en su estómago. Una admiración profunda por el chico de “z” en las mejillas quien siempre le brindaba su apoyo.

-Bianca, tranquila.- Aquella sonrisa era diferente a otras sonrisas que ya el peli negro le había regalado.

-Ash- dijo ella mientras sentía que su corazón latía muy rápido. Unas lágrimas se empezaban a formar de nuevo en sus ojos. Al azabache le preocupo esto pero antes de decir algo estaba siendo rodeado por los brazos de la joven.

Había algo en ese abrazo que era distinto a los anteriores.

Había algo especial.

Bianca era especial.

Bianca empezaba a llorar nuevamente pero con un sentimiento presente.

-M-Me pu-puedes a-abrazar- preguntaba la rubia mientras las gotas de agua que salían de sus esmeraldas humedecían la camisa de su amigo.

Ash no sabía que decir ante esa petición. Él la quería ya que a pesar de las veces que por causa de ella había caído al agua o ni si quiera podía entrenar a gustó, en realidad sentía algo especial por la rubia que le abrazaba. Había cosas que ella había compartido con él, días felices como días tristes.

Ash rodeó a Bianca, abrazándole de manera afectuosa pero sentía otras sensaciones en su pecho. Bianca sonreía al sentir como Ash le rodeaba con sus brazos. Ella se sentía segura… ella se sentía feliz.

-Bianca… ¿dime a dónde vamos?- preguntaba Ash mientras se separaba un poco. Él sabía que Bianca sufría un poco por la personalidad que tenía ya que al ser inocente la gente aprovechaba para herirla.

-Q-Quería llevarte… quería llevarte… a mi lugar especial- habló la joven quien ya no estaba llorando sino que disfrutaba del grato acercamiento del joven con ella.

-¿Quieres ir aún?- le preguntaba Ash mientras los ojos de Bianca brillaban para después poner una mirada triste.

-Me duele mucho… además no creo que debamos de ir- explicó ella.

-¿Por qué?- cuestionaba Ash ya que momentos antes la joven estaba entusiasmada por ir a ese lugar especial.

-Porque… porque…- Bianca sabía muy bien el por qué. –Porque hay un lago y siempre que hay un lugar con agua terminó tirándote en él.- explicó la joven quien estaba avergonzada por poner a Ash en cada situación.

-Vamos no es para tanto. Es como cuando mi Gible me muerde la cabeza.- Ash era muy bueno comparando personas con pokémon.

-Pero siempre nos pasa lo mismo… a veces creo que yo soy un imán de caídas al agua- dijo la chica quien ocultó su rostro en el pecho de Ash. -¡TENGO MALA SUERTE!-

-No es cierto… gracias a ti siempre me sacas una risa.- decía Ash mientras intentaba hacer sentir mejor a Bianca.

-Siempre pierdo mi boina- dijo sin despegar el rostro del pecho de Ash.

-Sabes preparar unos ricos sándwiches- dijo él mientras buscaba cualidades de su amiga.

-Queme mi tienda de campaña por cocinar una sopa maruchan-

Bueno, tal vez Bianca si tenía un poco de mala suerte.

-Bueno tienes buen sentido de la moda- eso era, todas las chicas sabían sobre modas incluida Misty.

-Mi falda la escogió mi mamá al igual que mi ropa- dijo ella mientras un aura depresiva la rodeaba.

-Bueno, sabes… sabes ser feliz.- dijo Ash ya que sabía que Bianca era alegre aunque no entendía porque estaba de un humor tna malo el día de hoy.

-¡BUAAAH! Mentira yo lloré momentos antes por nada- decía otra vez llorando Bianca unas lágrimas cómicas.

Ash trataba de pensar ya que para él era importante el cómo se sintiera.

-Me ayudaste a sentirme mejor después de mi batalla con Elesa- Bianca levantó su mirada; Ash dio en el clavo. –Además de que según la profesora Juniper, los pokémon aman que tú estés con ellos.- de repente una sonrisa casi visible aparecía en el rostro de la rubia.

-Eso es lo único-

-No hay más… de hecho a los niños les gusta ver tus dibujos- Bianca sabía dibujar, era como si tuviera el talento natural. –Además de que cuando esa niña se perdió la ayudaste a buscar a su madre según me dijo Trip- a pesar de que Trip era un aguafiestas para Ash, la hazaña de Bianca hablaba bien de ella.

-Tú me enseñaste a ayudar a los demás… de hecho desde que te vi en la liga Johto en la pelea de Gary me dejaste maravillada.- decía Bianca con estrellas en los ojos al recordar la batalla de Ash contra Gary en donde dieron una de las mejores peleas de sus vidas.

-Hay no es para tanto- decía Ash rascándose la cabeza nerviosamente.

-¿No es para tanto? Ash tú eres mi ídolo- Bianca estaba confesando un secreto profundo que nadie más sabía salvó su familia. Un pequeño rubor en las mejillas de la rubia se hizo presente. –Me gusta tu manera de ser, sobre todo como tratas a las personas y de cómo me tratas a mí.- esto último tenía cierto grado de tristeza.

-Bianca… ¿Pasa algo?- preguntó Ash preocupado.

-Sabes Ash.- una sonrisa triste se vio en la mirada de la joven. –Las historias de ti me han alentado mucho. Yo crecí en medio de una familia sobre protectora; amigos era una palabra rara en mi niñez. No tenía a nadie de hecho.- los ojos de ella empezaban a brillar mientras sentía como Ash le generaba una confianza en ella.

-Bianca… yo no-

-Déjame continuar- interrumpió la rubia al peli negro. –Yo desde pequeña siempre fui traviesa o me metía en problemas. Papá y mamá decidieron no enviarme a una escuela normal o tener amigos. A veces me preguntaba qué era ser una niña con amigos-

Ash no podía creer que Bianca jamás haya tenido amigos de pequeña. Entonces algunas piezas encajaban en su lugar como la actitud infantil de ella, la falta de tacto femenino en la moda, la facilidad con la que llora debido a que ella es muy noble. Bianca en sí era una niña aún que deseaba ser feliz.

-Tú, de hecho… fuiste mi primer amigo- los ojos de Bianca derramaron lágrimas de felicidad y tristeza. –Por eso te apreció mucho- esto último causo cierto efecto en Ash.

Los ojos esmeraldas de ella siempre le pedían a Ash a gritos que estuviera con ella. Cuando viajaban juntos a veces ellos dos se quedaban viendo las estrellas que para Bianca era algo sumamente bello. Ash poco a poco comprendía un poco sobre aquella joven que lo tiró al agua tantas veces.

-Bianca- el joven de Kanto solo se limitó a abrazarla mientras acariciaba su sedoso cabello. –Te quiero- dijo él mientras la chica que muchos consideran “boba” lloraba en el hombro de él.

-Ash- ella no podía decir más que el nombre del chico que no solo era su amigo sino alguien especial para él.

Tanto Bianca como Ash no parecían ceder del abrazo en el que estaban mientras sentían el calor de ambos, un calor que sencillamente los hacían sentir bien. Poco a poco ambos se separaron y se miraban a los ojos. Ash le acomodó algunos mechones de cabello y le limpió la cara un poco. Bianca estornudó cuando Ash pasó su mano por su nariz y ese estornudo hizo que ambos rieran. Después de eso el azabache cogió la boina de la rubia y se la puso de nuevo.

-Gracias- dijo de manera apenada la rubia pero después sintió como si flotara. Bianca abrió los ojos para ver como Ash la sostenía en brazos. –Ash-

-Bueno, me dijiste que me mostrarías un bello lugar.- dijo el azabache mientras le daba una sonrisa para después Bianca rodeara el cuello con sus brazos.

-Bueno… ese lugar está a diez metros- dicho esto Ash caminó los diez metros que Bianca le dijo para llegar a un hermoso lugar donde había pequeños lagos con pokémon de diversas regiones; un mini santuario era lo que estaban contemplando. Bianca recordaba aquel lugar como la única escapatoria cuando era niña ya que en el lago más grande había un árbol en medio. –Es este lugar Ash-

-Wow- Ash estaba impresionado con tal belleza mientras caminaba un poco a la orilla del lago.

Delicadamente el azabache puso a Bianca en el suelo mientras la rubia contemplaba el paisaje lleno de árboles y flores y a su vez como los pétalos caían dando un paisaje diferente al usual de Unova. Los pétalos caían sobre ambos jóvenes mientras veían unos butter-free así como unos butter-fly; los Pidgey también estaban presentes juntos con algunos Aipon y Aibipom así como muchos más pokémon.

-Valla, que hermoso lugar- dijo el azabache mientras se sentaba a lado de la rubia quien se acercó un poco a él y acurrucaba su cabeza en el hombro de él. –“Bianca, parece que solo querías desahogarte el día de hoy. Lo único que deseas es ser feliz y yo te ayudaré a serlo- pensaba Ash mientras miraba a una sonriente Bianca mirar a unos Buizel dar saltos en el aire.

-Bianca- la nombrada alzó su mirada para ver a Ash. -¿Deseas viajar conmigo a Kanto?- preguntaba el azabache mientras una gran sonrisa se formaba en el rostro de la rubia.

-SÍ QUIERO- grito ella mientras se lanzaba a abrazarlo pero por la fuerza de la rubia cayeron al agua pero además pasó algo más.

Los labios de ambos se tocaron y estaban en un beso, el primer beso de ambos. Los ojos abiertos de ambos mientras miraban las esmeraldas de ellas y los caramelos de él. Los pokémon nativos de las demás regiones contemplaban aquel espectáculo y dos pokémon acuáticos en forma de corazón saltaron sobre ambos. Poco a poco ambos jóvenes se despegaban un poco del otro mientras un sonrojo era evidente en ambos.

-Ash

-Bianca

Los dos jóvenes solo podían articular sus nombres para que Ash se levantará y le ofreciera su mano a Bianca quien la agarro sonriendo.

-Bianca te prometo estar contigo siempre- decía un muy sonrojado Ash a una sonrojada Bianca.

-Gracias Ashy- y así la rubia abrazaba a Ash mientras más y más pétalos caían sobre los dos jóvenes quienes estaban abrazados. Bianca aprovecho un poco para darle un beso en la mejilla. –Te quiero- dijo después del tierno beso que hizo sentir a Ash como un niño nuevamente. Y como si de la ocasión se tratase Ash sentía que por fin había caído rendido ante el amor… el amor de Bianca, la joven que lo tiraba al agua pero que a la vez le traía aquellos lugares hechos para soñar.