Em, no pregunten. (? Solo lean. Unos Calientes y Sabrosos Bocadillos La boca de Nikolah se acercó lentamente al bulto que Alpha tenía entre sus manos, temblorosas. El rubio tenía la respiración entrecortada, ante la visión de tal suculento bocadillo, que parecía humear al frente suyo. Abrió lentamente sus mandíbulas, y metió el objeto dentro de su boca. Alpha contuvo la respiración, mientras Nikolah mordía el sánguche tostado y se separaba luego, con finos hilillos de queso como la única unión entre la boca del rubio y el candente bocadillo. El castaño lo miró nervioso, mientras Nikolah saboreaba cada detalle del sánguche, con los ojos cerrados, completamente concentrado en su tarea. Nikolah abrió los ojos, serio, mientras miraba a Alpha. Este no podía soltar un solo respiro, y sus manos traicionaban su nerviosismo. Sin embargo, exhaló de forma profundo al ver que su compañero le sonreía y alzaba el dedo pulgar, indicando que todo estaba bien. Siguió masticando, hasta que tragó todo lo que tenía en la boca. Alpha pudo ver como el bulto descendía por su garganta. El muchacho tenía que aprender a masticar mejor. Se iba a atragantar de esa manera. Alpha dejó el sánguche mordido sobre un plato, mientras se limpiaba las manos con una servilleta. A pesar de que eran ricos, estos sánguches tenían demasiado queso, y dejaban las manos llenas de migas. Ambos se encontraban sentados en el suelo, con las piernas cruzadas, con una mesa baja entre ellos. En ella había varios platos de plástico, con sánguches de diversas categorías y tamaños, todos ellos tostados y comidos a la mitad. Había también varias botellas de agua, también. Había que pasar tanto sánguche. Nikolah miró expectante a su compañero. Ambos estaban descalzos, en una choza abierta, ubicada en alguna playa, seguramente en Udan. Alpha había insistido en llevar a Nikolah allí, aunque el rubio no entendía el porqué. Tampoco es que le interesara en lo absoluto, la verdad. Siempre se había movido según el viento lo empujaba, y esta vez, el viento había tomado la forma de una enorme sierpe voladora verde, que era bastante persuasiva. Así que allí ambos se encontraban, sentados en la playa, degustando sánguches tostados. El océano soltaba un leve arrullo cada vez que sus olas acariciaban la arena, trayendo espuma y algunas algas a tierra. Alpha suspiró y se levantó, mientras Nikolah lo veía expectante. El olor a tostado ya volvía a inundar el ambiente, y el castaño se había ido a comprobar que el culpable no se quemara y dorara más que lo necesario. — Oye, Alpha, tengo una pregunta. ¿Por qué estamos haciendo esto? — Ya te dije, es tu cumpleaños, y quería hacer algo especial. No todos los días un hermano tuyo cumple años. — No, sí, eso lo entiendo. Lo que no entiendo es porque tengo que estar vestido solo con un pantalón, mientras tú me das sánguches que sostienes además peligrosamente cerca de tu boca. O sea, si quieres comerlos, hazlo, a mí no me molesta. Si total estamos dejando la mitad en el plato, es todo un desperdicio que no lo hagas. Alpha sonrió nervioso, mientras servía el nuevo ejemplar en un plato, y lo cortaba a la mitad, dejando que el queso se escurriera. — Pues, me dijeron que así las cosas se degustan mejor, ¿sabes? Además, con este calor, no quiero que estés pensando en el sudor y demás cosas, sino que te concentres cien por cien en los sánguches, ¿eh? Aparte, así se hacen las degustaciones, tienes que comer la mitad nomás. Y si lo agarras con tus manos...pues…— Alpha se quedó unos segundos pensando, mientras llevaba el plato a la mesa y se volvía a sentar en la mesa. — Puede que se manchen y no tengan el mismo sabor. Sonrió satisfecho con su excusa, mientras volvía a tomar una mitad del tostado y lo acercaba a su boca, para que Nikolah lo probara. Este se encogió de hombros. — Ok, si tu lo dices.— y volvió a agacharse, para robarle otro mordisco al suculento y caliente bocadillo que tenía al frente. Nikolah podía ser distraído, infantil, inmaduro, algo lento, inocentón hasta rayar lo idiota, con ciertos traumas de niñez y propenso a las lesiones físicas, pero no era tonto. Podía intuir lo que Alpha estaba haciendo. Ahora, que le molestara, era otro tema totalmente distinto. Un tema completamente lejano y ajeno al momento que estaban teniendo en ese momento.
Lo que me he podido reír al leer el título y después el fic en su primer momento. Creo que este one-shot es de lo más icónico dela mesa, la verdad. Ni sé qué comentarte, la situación parece algo irreal pero, por extraño que parezca, lo veo bastante accurate porque estamos hablando de dos de los personajes más random y despistados del rol y si los imaginas juntos, no creo que sea de una manera muy diferente a esta. Eso sí, aquí Alpha está siendo un pillín, vaya, sacando todas sus armas para hacer que Nikolah se una a su harem, que lo conozco yo. Y bueno, normalmente me lo imaginaría más despistado, tipo que ninguno sabría por qué están ahí haciendo eso realmente, pero por otro lado, no me resulta extraño verlo así tampoco, planeándolo de antemano, porque bueno, Alpha y sus cosas. Me ha resultado gracioso pero también lo he disfrutado mucho, son dos personajes muy entrañables y su relación lo sería también, so bien hecho Reu, sigue así uwu