Título: Under My Bed Resumen: "No pretendía entrar en pánico." En segundos comenzó a arrastrar su cuerpo a aquella persona que había hablado inclinando su cuerpo hasta pegarlo completamente al suelo. Su cabello azabache le cubría el rostro; sus manos eran el principal impulso para hacerse al frente trayendo consigo un chirriante sonido eso eran; ¿Sus uñas arañando el suelo? Clasificación: M Género: Ficción No. de palabras: 778 + Titulo --- Under My Bed Capítulo 1. 2:46am A altas horas de la madrugada no era nueva la idea de no poder dormir… Siempre había tenido problemas por el mal sueño, lamentablemente ese día no era la excepción, amoldándose contra el colchón, cerró los ojos con fuerza, colocándose las cobijas hasta sus labios… Siendo esta la cuarta vez que un golpeteo se presentaba justo al centro de la cama, provocando en esta un ligero movimiento acompañado de rechinidos esporádicos. Principalmente hubiese planteado la idea de que fuesen los propios ademanes de su cuerpo repercudiendo en algún resorte del acolchado objeto… Pero al momento de parar su respiración cubriéndose con una mano la nariz, presenció al acto una segunda; era armoniosa, lenta y paciente. ¡Demonios eso debía ser una broma por parte de su hermano!, ya vería si nuevamente eran de sus acostumbradas infanterías, no estaba de buen humor esa noche, para nada, No le pasaría una más iba a disfrutar torturándole… Planteándose esa “reflexión” en la mente decidió era momento de tener fijeza en lo que ocurría. Si bien no era normal, su valor se colocaba frágil en cuanto los golpes se volvían más firmes… Como si estos tuviesen impreso el querer llamar su atención. -¿Qué sucede?… -Exclamó por lo bajo, al tiempo que se incorporaba. Apartando las cobijas con bastante delicadeza. Afinó su vista lo más que podía, alargándose para encender una vieja lámpara en la mesa de noche, esta apenas alumbraba algunos centímetros de su rededor, pero siendo sinceros eso era mucho mejor que nada. Dispuesto a descubrir al causante de una noche más en vela, coloco una mano en el suelo con poca osadía, le recubría la paranoia que algo bajo la cama tomase esa misma mano. Luego de tantas películas de terror bien investigadas, bajó la cabeza con algo de miedo por lo que sus ojos pudiesen descubrir. Las orbes cobre hicieron un claro escaneo del sitio apenas distinguiendo costosamente una silueta inclinada justo en el punto de los golpes su mano se mantenía alzada preludio de un nuevo golpe. Era en exceso esbelta, parecía grande dado a que se encontraba encorvada bajo la cama. - ¿Lucke? – Murmuró no muy seguro, su hermano tenía el cabello corto... Sin embargo el intruso lo llevaba largo y lacio a la altura justa de los hombros. Al momento de pronunciar el nombre se maldijo por lo bajo por qué ese cuerpo comenzó a moverse lentamente, como si de un muñeco se tratase. Volteando sólo su cabeza en segundos comenzó a arrastrar su cuerpo a aquella persona que había hablado inclinando su cuerpo hasta pegarlo completamente al suelo. Su cabello azabache le cubría el rostro; sus manos eran el principal impulso para hacerse al frente trayendo consigo un chirriante sonido eso eran; ¿Sus uñas arañando el suelo? Con movimientos nada acertados, pero firmes y algunos temblores esa cosa sin duda se acercaba con el torso restregándose al duro material bajo de si lentamente estiraba su cuerpo muy lentamente… Tanto que a Eilan le pasó la idea que con esa posición un humano “normal” se hubiese roto un hueso, quizá dos o tres. Apoyando las manos en el suelo, la extraña “cosa” se incorporo pacientemente acercando la cabeza contra el otro, sus ojos que no solían marcar fijeza a algún objeto en especial… Por esta vez se clavaron en aquél chico, sus enormes iris plata opacadas por un amarillento tono. Recorrieron todo el rostro escrutando por completo sus facciones. Quizá una idea se le había formado en la mente a ese nuevo inquilino… Una idea que lamentablemente no podía colocar en palabras. Eilan sintió como su labio inferior era presa de un temblor incontrolable, no por frío aun cuando una suave brisa congelada golpeaba contra su rostro… Hubiese deseado cerrar los ojos pero era imposible su cuerpo estaba tenso, rígido… negándose a moverse. A dar la mínima señal de vida. Pero dentro de todo esto su mente seguía procesando las grotescas y poco creíbles imágenes que el otro le regalaba. Ladeando un poco su cara, sintió las pesadas orbes platinadas adentrándose en lo más profundo de su mente… Era algo extraño de explicar. Nadie más lo hubiese creído. Como una historia sin fin se sintió aterrorizado al chocar contra un gélido cuerpo, por fin cerró sus ojos, su imaginación… Deseaba cerrar su corazón completamente por qué el estremecimiento de su cuerpo le otorgaba al mismo tiempo una enorme tristeza. - ¿Por qué? – Articuló costosamente, incorporándose al instante contra su cama, cubriendo por completo su cuerpo. ‘Protegiéndose’ con tantas ganas… Impidiéndole gritar, sus impulsos fueron vanos esos temblores no cesaban. Presionando a su pecho y garganta… Sólo ganas de llorar, por horas, si era posible… Por días.
