Una ultima navidad

Tema en 'Relatos' iniciado por Error Akazami, 5 Enero 2016.

  1.  
    Error Akazami

    Error Akazami Princesa de Dragones y Guardiana de Ilusiones

    Piscis
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    Título:
    Una ultima navidad
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    Para todas las edades
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1682
    El día de alegría se acercaba, las calles estaban cubiertas con un manto de nieve fresca al igual que los techos de las numerosas casas, pero, ¿se podría decir que realmente era una época de alegría cuando, los zombies ya habían acabado con la mayoría de la población?

    Aun en estos casos, hay personas que no dejan que unos simples muertos les quitan el motivo de juntarse con sus seres queridos—o los que quedan de ellos—y celebrar una de las mayores fiestas del año: la navidad.
    Una de esas personas era Dylan Lewis, de tan solo 16 años que se encontraba saliendo en fuga de una de las pocas tiendas que quedaban en pie de aquella ciudad cargado de unas cuantas cajas.

    —Demonios, eh hecho bastante ruido...—murmuraba el chico mirando de reojo aquella tienda—que bueno que con el frio ellos no se ven con tanta frecuencia, al menos estaremos más seguros por una noche

    Aquel día era 24 de diciembre conocido como noche buena, y Dylan tenía la esperanza de poder celebrarlo como lo hacía antes de que todo aquello ocurriese, todo esto con la única persona que quedaba en su vida: Madelyn. Se llevaban 3 años de diferencia, pero eso no impedía que se hubieran convertido en los mejores amigos desde un tiempo atrás, y después de la tragedia, cada uno cuidaba del otro como si fueran inseparables hermanos, lo cual, era muy obvio.

    Dylan recorrió las nevadas calles con un poco mas de tranquilidad al saber que había dejado aquella tienda atrás, tenía que tener mucho cuidado de no tener un encuentro imprevisto ni de resbalar y romper lo que aquellas cajas contenían, hablando de estas, ¿que era lo que guardaba que tanto se aferraba a tener cuidado? lo han adivinado fácilmente, ¿no es así?

    Llego a una desolada casa, la más entera en el vecindario y pintada de un color piel que casi se camuflaba con el entorno nevado, se quedo observándola por unos minutos con una mirada enigmática para finalmente entrar en esta.

    — ¡Mady, eh llegado!—aviso al entrar y cerrando la puerta con el pie— ¡Eh traído unos pequeños regalos!

    — ¡Viva, pato ah llegado!—le recibió una niña en muletas con una gran felicidad en su rostro— ¿Que me has traído? ¿Eh, eh?

    El azabache al verla sintió un nudo en el estomago, así era cada vez que la miraba con aquellas muletas "apoyándole" por el accidente de semanas atrás, cada vez mas pálida, siempre se culpaba a sí mismo por aquello.
    Pero aquel estorbo no molestaba a la chiquilla, seguía siendo feliz aunque su pierna estuviera causándole un dolor cada vez más agudo.

    —Eh pato, te estoy hablando—interrumpió la pelirroja los pensamientos de Dylan

    — ¿Eh?, oh lo siento Mady—Rio el azebache—Y espera, que lo que te eh traído debe esperar a mañana, ¿que acaso olvidas que hoy es noche buena? y ni unos inmundos muertos nos van a quitar las fiestas—le revolvió el cabello

    — ¡¿De verdad?!—Pregunto la pelirroja con un brillo en sus ojos— ¡Geni...! ¡Ick!—se quejo tras haber hecho un movimiento brusco con su pierna.

    Cada vez que Madelyn hacia cualquier movimiento, no importaba lo mínimo que fuese, le causaba un dolor en la pierna, y el tiempo no le hacía sanar ya que contaba con una herida grave, que se iba infectando cada vez más al pasar los días.
    Dylan al ver que la joven caía rendida ante aquel malestar se apresuro a tomarla en brazos y dejarla en el sillón menos empolvado del lugar.

    —Je, me eh dejado llevar por la emoción otra vez—dijo en un hilo de voz—estoy bien, ya me estoy acostumbrando

    —¡Dios Mady no me asustes así!—Se sentó de golpe en el suelo—Sera mejor que te quedes sentada mientras arreglo todo para la cena, ¿vale?

    —De acuerdo

    Después de aquel susto, Dylan se levanto a preparar todo para la cena. Quería que aquella fuera la mejor navidad de su “hermanita” ya que, aunque no quisiese, sabía que sería la última.

    Unas cuantas horas después, ya estaba todo listo, en la pequeña mesa había una improvisada cena, lo máximo que Dylan pudo conseguir eran unas cuantas latas de frijol, una de carne enlatada y dos botellas con agua…bueno, al menos era algo.

    —Bueno…lo siento Mady, no conseguí mucho esta vez.

    —¿Estas bromeando? ¡Es la mejor cena de navidad que hemos tenido! Y eso solo porque estamos juntos, ¿no crees?

    —Si…tienes razón, ¡venga, cenemos!

    La niña asintió con una sonrisa en la cara. Aquello era lo que más iba a extrañar el azebache, la humildad y la alegría de su hermana, entre aquel mundo muerto ella era una de las pequeñas luces que le permitía avanzar.
    Y así la noche transcurrió, entre los dos hermanos abundaba el espíritu de esa celebración, ¿Quién diría que en un mundo muerto aun quedaba el porqué de celebrar? Y aquel par lo había encontrado.

    Hasta que el reloj anuncio las 12:00a.m.

    Era un reloj de los antiguos, así que cuando la manecilla llego a la hora indicada se escucho un fuerte ruido en toda la casa, provocando un gran silencio poco después. Hasta que Madelyn lo rompió.

    —Para ti, feliz navidad pato—Le entrego una carta

    —¿Qué?, ¿Qué es esto?

    —¿no es obvio? Es tu regalo de navidad, lo estuve haciendo mientras no estabas.

    —Je, vale. Veamos, “para: mi hermano, de: Madelyn”—Rió, pero su expresión cambio totalmente al ver su contenido

    —Son mama y papa, aquí, ¿los ves?. También esta Wird. ¿T-te gusta?.

    En aquel dibujo estaban todos, los dos hermanos y sus padres, al igual que un pequeño y regordete hámster en la cabeza de la niña, todos los que ya no estaban con ellos contaban con una aureola en la cabeza. Los ojos de Dylan se cristalizaron, no decía nada, solo estaba ahí, en silencio, contemplando el humilde regalo de su hermana. Una pequeña lágrima cayó encima de la hoja de papel, dejando una tenue marca de agua, seguida de esta fueron múltiples gotas más.

    —¡Pato!, ¿Qué te sucede? estas llorando

    —N-no es nada—Rió un poco nervioso—, es que tu regalo me ah gustado mucho, es muy bello—Se paso la manga de la camisa por los ojos.

    —Me hubiera gustado que nuestros padres también lo hubieran visto, ¿crees que lo estén viendo en donde quiera que estén?

    —Claro que si, de seguro les ah de gustar tanto como a mí.

    —¡Si!

    Después de la escena que se había montado, fue el turno de Madelyn de recibir su regalo, una pequeña muñeca de trapo la cual, le fascino completamente.
    Se quedo toda la noche jugando con ella y con su hermano, ¿a quien le importaba si era el fin del mundo? Aquellos chicos eran felices, y eso nada lo cambiaria.

    O al menos, eso quisiera creer.

    Casi en la madrugada, Madelyn comenzó a toser, lo cual altero a su hermano. Al llegar al lugar en donde la pelirroja descansaba se dio cuenta lo mal que se estaba poniendo, su piel se había puesto demasiado blanca, se miraba débil y la herida de su pierna había empeorado, lo que se temía había sucedido.

    —¡¿E-estas bien?!

    —Y-yo—Tartamudeaba débilmente—n-no quiero…

    —T-tranquila, no vas…vas a estar bien, ¿ok? Solo, solo es un pequeño contratiempo.

    —…v-voy a q-quedarme con mama y papa, ¿no?—Aquellas palabras terminaron de destrozar al mayor—también con Wird, extraño su suave pelaje.

    Aun en sus últimos momentos la niña esbozaba su mejor sonrisa, ¿Por qué las personas así se esfuman tan rápido? Eso jamás lo sabría, lo único que quería era otro día más con ella, con su hermanita.

    —V-vamos, te voy a curar eso, aun tenemos tiempo—sintió como sus mejillas se humedecían—te vas a quedar más tiempo, yo lo sé.

    —Ambos sabemos lo que me va a pasar—Se sentó tambaleando—tu mismo me dijiste, cuando a alguien lo muerden no hay vuelta atrás, eso le paso a papi.

    — ¡Lo sé!, pero eso no te incluye. ¡No a ti!—Exploto en llanto

    —…No dejes de celebrar lo bueno que aún queda solo por mí—Le seco los ojos a su hermano—, ¿de acuerdo, Dylan?

    El joven asintió, seguido de una pequeña risa de la niña la cual, tuvo que dejar descansar de una buena vez.

    ~2 años después~

    —Nos dirigimos al norte, ahí el frio es más fuerte y ellos no nos atacaran. Supongo—Opinaba un hombre de barba y lentes.

    —Es razonable—Contesto una rubia—Entonces, ¿Dylan, verdad? ¿Podrías cuidar a Daniel mientras arreglamos esto?

    El nombrado asintió y volteo a ver a una niña de unos 10 años jugando con una mariposa. Se acerco a ella y se sentó en un tronco de árbol caído, “cuidando” a la menor como le habían ordenado.

    —¡Hola!, soy Daniel—Se sentó junto al chico—¿Por qué has estado tan callado, no te agradamos?

    —¿Qué, no, no es eso?—Rio—Es solo, que no soy muy buen conversador.

    —Oh, es eso. Entonces, yo te puedo dar buenos temas. Como estuvo tu día, o cuáles son tus dulces preferido, o quizá, ¿Cuál es tu celebración favorita?—Esta última si había sido una pregunta—La mía es navidad, es el único día en el que estamos todos juntos tranquilos y sin estar escapando de esas cosas

    —Je, ¿sabes? Me recuerdas a alguien. A ella también le encantaba la navidad, en especial cuando estaba toda mi familia junta y cantábamos aquellos villancicos

    —¿De verdad?, ¿Qué paso con ella?.

    No contesto, solo desvió la mirada. La pequeña, de nombre Daniel, se percato de lo que significaba aquello por lo tanto intento disculparse. Dylan sonrió y le revolvió el pelo a la chica en modo de que no se preocupara, hasta que la mujer de cabellos rubios les interrumpió.

    —¡Ya vamos Tía! Venga Dylan, nos esperan.

    —En un momento los alcanzo—Daniel asintió y se dirigió hacia la rubia—¿Lo ves? Te prometí que no dejaría de celebrar lo bueno, y veme aquí—murmuro al aire—todo esto gracias a ti, te lo agradezco.

    Feliz navidad Madelyn.
     
    • Adorable Adorable x 2
  2.  
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Es precioso, que malo que muera Madelyn :( me ha gustado, sobretodo el "2 años después", que Dylan halla encontrado otro grupo, y que tenga que haber vivido sin su hermana... todo eso me trae cierto parecido al juego de Telltale Games, The Walking Dead (no sé si lo conoces) pero me ha recordado al juego XD No veo nada raro, ninguna falta en particular y eso. En definitiva, un muy buen fic, y muy bonito :D ¡gracias por participar! :)

    4/5
     
  3.  
    Fénix Kazeblade

    Fénix Kazeblade Creador de mundos Comentarista destacado

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    Oh...apenas que Resistance y yo habíamos superado esto...¡Lee!.... espera también estaba el chico que se llama curiosamente también Duck... ellos iban a ser Batman y Robin pero Clem tuvo que seguir solita...además que ahora mismo lluve y a mi me da eso melancolia...¡¿Por que tenían que morderla?!
    Ok, ok, ya un poco más repuesto, te comento me ha agradado la historia, sobre todo esa parte de la promesa cumplida, , cuando el mundo se viene abajo y pierndes a alguien muy querido es lo que resta, la forma de hacerlos vivir, uno de los mejores regalos para la navidad.

    4/5


    Te agradece la participación tu amigable -ahora mismo melancolico- vecino y colega Fenix Parker.
     
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