Buenas noches Isaias Hasta ahora las pruebas han sido relativamente sencillas. Pensándolo bien, ya no van a ser tan fáciles. Has vencido dos demonios, la pereza y la glotonería, te acuerdas... Te faltan cinco pruebas por superar para hacer tus deseos realidad... Retomemos la historia. Isaias se aleja del gran banquete seguido por Mahmoud. Lleva puesto un pantalón de drill y una camisa blanca. Camina por un gran bosque de robles. Se sienta debajo de uno de ellos, saca una botella de su mochila y bebe un liquido mágico de color azul morado. -Me pregunto que sigue ahora- le dice a su amigo el felino. -A veces quisiera tener una bola de cristal para predecir mi futuro- - El futuro solo lo sabe Dios... con su ayuda, tu lo construyes...- le responde el felino negro. -Ahora resulta que hablas, este mundo esta completamente loco- le dice Isaias. -Siempre te he hablado, solo que antes no me escuchabas- le responde su amigo felino. -Si claro, como tu quieras, oye, que eso- pregunta Isaias. Aparece frente a ellos un gran reloj suspendido en el aire en el cual son las 10:00. El viento les trae un mapa antiguo que indica el camino a un tesoro... -Bien y ahora esto que significa-pregunta el joven. Isaias lee al respaldo del mapa las siguientes palabras: Muy bien caballero, hasta ahora lo has hecho bastante bien. La siguiente prueba esta en el salón de la felicidad. Camina hacia tu derecha y la encontraras. Tienes 12 horas a partir de este momento para superar las cinco pruebas que te faltan y tus deseos conquistar. Isaias camina por el gran bosque. Encuentra frente a el una sencilla cabaña de madera. Cuando esta a punto de abrir la puerta, Mahmoud se devuelve. -Lo siento Isaias, te espero afuera- le dice el gato. -Que pasa Mahmoud, te da miedo- -No es eso, es solo que hay lugares que prefiero no visitar- -Bueno esta bien, nos vemos luego- Isaias abre la puerta de la cabaña. Adentro, es muy diferente de lo que aparenta por fuera. Es un salón de techo muy alto, piso de marmol y paredes con piedras preciosas encrustadas en ellas. Hay mucho oro, custodiado por hermosas mujeres. Una de ellas se dirige a Isaias -Hola Isaias, todo el oro del mundo es para ti.- -Y quien lo envia- pregunta Isaias Isaias es un joven bastante listo, lo suficiente como para saber que no todo lo que brilla es oro. La mujer le extiende un saco para que guarde el oro. -Quien importa quien lo envia, lo importante es que es para ti, todo para ti.- Isaias duda antes de recibir el saco, pero luego piensa que su familia no tiene mucho dinero, que en el lugar de donde proviene hay mucha pobreza y que muchas personas se podrían beneficiar del oro que recoja allí. Así que acepta el saco que le ofrece la mujer y camina por el gran salón llenando su saco de oro, el cual curiosamente, se agranda cada vez más para que Isaias pueda introducir en el más y más oro. El oro en el salón parece no terminar, es como si de la nada brotara, es como si hubiese una fuente inagotable de este precioso metal. Isaias se detiene y mira su reloj. Son las tres. Han pasado ya cinco horas y ni cuenta se ha dado. Cuando esta por atravesar la puerta de salida una de las mujeres le dice: -No te despides Isaias, no agradeces lo que de aquí te llevas- -Lo siento señora, ha pasado ya mucho tiempo y debo continuar mi viaje- -Eres diferente a todos los demás, hay quienes pasan toda su vida acá y no logran saciar su sed de oro- -No entiendo que quiere decir con eso- -Acércate tengo algo para ti- Isaias se acerca a la mujer, quien deposita en su mano un antiguo espejo de bolsillo. - Guárdalo bien, el camino te indicará- -Es usted muy amable señora, gracias por todo.- Isaias guarda el espejo en su bolsillo y salé del salón de la felicidad arrastrando tras de si, el gran saco de oro. Afuera se encuentra con su amigo Mahmoud. -Mahmoud, mira cuanto oro, ya no habrá mas niños con hambre, ya no habrá mas ancianos sin techo, podremos construir hospitales, escuelas, cuan grande es Dios...- dice Isaias -Te ibas demorando muchacho, por momentos pensé que no volverías- -Era un lugar muy extraño, había tanto oro, infinito, y unas hermosas mujeres, a proposito una de ellas me dio esto- Isaias saco el espejo de su bolsillo y se lo mostró a su amigo felino. En el espejo estaban escritas las siguientes palabras: Felicitaciones Isaias. Has superado la tercera prueba. Aunque te agrado la idea de tener mucho oro, pensaste en compartirlo con otros. La siguiente prueba se llevará a cabo en el salón de los espejos. Cierra los ojos, cuenta hasta tres y allá llegarás. Isaias cerró los ojos y contó hasta tres. De repente apareció en un laberinto de espejos, en medio de un desconocido desierto. -Sabes Isaias- dice Mahmoud -Hay quienes no salen de acá- -A que te refieres- pregunta Isaias mientras camina por el laberinto contemplando su imagen en cada uno de los espejos. -Si hay quienes pasan toda su vida dando vueltas por este laberinto una y otra vez- responde el felino. Isaias esta demasiado concentrado en su propia imagen e ignora las palabras de su sabio amigo felino. Analiza su reflejo cuidadosamente, su atuendo, su figura, es un muchacho bastante apuesto Isaias. El espejo retrata bastante bien sus fuertes y varoniles facciones, sus ojos profundos color avellana, su aspecto juvenil e imponente... - No sabía que me veía tan bien, con razón tantas chicas se mueren por mi- le dice Isaias a su amigo Mahmoud. Mahmoud permanece en silencio. Isaias sigue paseandose por el laberinto de espejos contemplando su imagen. La luna hace su aparición en el cielo. -Isaias se esta haciendo tarde- le comenta Mahmoud. -Tarde, tarde para que- pregunta Isaias. -El viaje Isaias, debes continuar tu travesía- le responde el gato. Isaias mira su reloj, son las siete, ya lleva varias horas dando vueltas por el salón de los espejos sin llegar a ningún lugar. -Tienes razón, no se que me pasa- -Se llama vanidad- le responde el gato. -Los humanos pasan tanto tiempo contemplandose a si mismos que se olvidan que hay otros ademas de ellos- -Si esta bien no me regañes- Isaias saca el espejo mágico de su bolsillo. Aparece el siguiente mensaje: Te has perdido en el laberinto de los espejos externos y te has olvidado de mirarte en el espejo interno, aquel que revela la verdadera belleza y los verdaderos defectos. El tiempo pasa Isaias, no es bueno desperdiciarlo. La siguiente prueba tendrá lugar en el palacio del deseo, ya vamos para allá. Isaias y Mahmoud aparecen frente a un gran palacio. Cuando están frente a la puerta de entrada, Mahmoud se detiene. -Yo no entró aca- dice el gato -Que pasa gatico, te da miedo- -No, pero no te puedo acompañar- -Pero este lugar se ve tan agradable, adentro debe ser un lugar ideal- -Precisamente por eso no quiero entrar- -Esta bien gato traidor, como quieras- Isaias entra en el palacio dejando a Mahmoud atrás. Adentro es un lugar verdaderamente hermoso. Fuentes de aguas cristalinas rodeadas por jardines de las más hermosas y exóticas flores. Al final del gran salón hay una bella mujer sentada en un trono. Su apariencia es tierna, su vestimenta es sencilla, su pelo esta cubierto por un velo. Isaias se dirige hacia ella, pero se distrae por un para de seductoras damas sentadas frente a una de las fuentes de agua. Sus trajes son de seda dejando entrever su femenina y atractiva silueta, su piel es blanca como la nieve, sus labios rojos como el granate, sus cabellos largos y sedosos, sus ojos hipnotizantes y su voz tan suave que podría ser aquella de un ángel... -Hola Isaias, te estabamos esperando- dicen las dos damas a la vez -Realmente son ustedes muy hermosas pero voy de paso- -Porque tienes tanta prisa, alguien te espera- pregunta una de ellas -Si no puedo perder mi objetivo de vista, lo siento, debo seguir- La mujer acaricia el rostro de Isaias con sus manos suaves como el terciopelo y le ofrece una copa para beber. -Lo siento señora- dice Isaias - No bebo- -Anda solo un poquito no te hará mal, al contrario te puede hacer bastante bien- Isaias no puede resistirse ante los encantos de la mujer y finalmente accede y bebe. Las mujeres empiezan a bailar sensualmente alrededor de Isaias, sumiéndolo en un extraño transe. Pasan las horas e Isaias parece no despertar del estado narcótico que le ha causado la maléfica danza de aquellas damas. Un rayo de sol se filtra por el techo del gran palacio. Isaias despierta de su sueño lúcido y mira su reloj, son las 5:45. Isaias se dirige hacia la puerta. -Porque te vas Isaias, algo te molesto- le pregunta una de las bailarinas. -Son ustedes dos muy hermosas pero no me puedo quedar.- Isaias cruza la puerta con la sensación de haber perdido mucho tiempo. En su mente tiene la imagen de aquella dulce mujer que no pudo conocer por haber preferido la engañosa belleza de las bailarinas... Mahmoud duerme bajo un arbol. -Despierta, despierta, estoy de vuelta- -La pasaste bien Isaias- le pregunta el gato -No, fue horrible, me engañaron, me robaron el tiempo- -No te gusto lo que viste allá adentro- -Al principio si pero ahora descubro que todo es un engaño, y sabes que es lo peor de todo- -Que- -Nada olvidalo, debemos continuar- -Sabes Isaias, hay quienes nunca se dan cuenta que lo que ven allá adentro es un engaño y pasan toda su vida viviendo en el engaño- El viento trae un papel hasta las manos de Isaias en el cual dice: Te ibas perdiendo en el palacio del deseo Isaias.... En este mismo palacio estaba Mawa, una princesa que mucho te ama, pero tu elegiste el deseo sobre el amor... Y ella ya no esta... Pero bueno, saliste de este lugar, tarde, pero a tiempo. Faltan dos pruebas por superar. La siguiente tendrá lugar en el palacio del sultán... Dirigite hacia allá. ESTA HISTORIA CONTINUARA -
