Una pasantía en la Guardería Seigaku

Tema en 'Prince of Tennis' iniciado por Sheska love, 28 Junio 2009.

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    Sheska love

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    Una pasantía en la Guardería Seigaku

    Holaz a tooodos!!!! este es mi primer ff, por lo que decidi hacerlo un One-shot.

    Una pasantia en la Guardería Seigaku​


    ¡Hola! Mi nombre es Suichiro Oishi, y acabo de salir de la secundaria. Estoy aquí para contarles una experiencia un algo extraña, pero tal vez… divertida.

    Todo estudiante del último año de secundaria tiene por obligación realizar algo llamado pasantía. Por fortuna podía realizarla donde deseara. Pero, por mala fortuna, no había conseguido lugar para poder realizarla, así que, hablé con la directora acerca de mi problema y me dijo que necesitaba a alguien que estuviera provisionalmente en la guardería. “Guardería”… esa palabra retumbaba en mi cabeza. No era que reprobaba la idea, es sólo que tenía que estar con niños pequeños.

    -Directora: A ver, ¿qué me dices?
    -Oishi: Este… no, no hay ningún problema…
    -Directora: ¡Perfecto! Comienzas el lunes a las 8:00 AM. ¡Sé puntual!
    -Oishi: Seguro.

    Después de esta pequeña conversación con la directora, me fui inmediatamente hacia mi casa. Normalmente camino a una velocidad podría decirse que rápida, pero ese día, iba a paso tortuga. Iba tan sumergido en mis pensamientos que me encontré ya en la puerta de mi casa. Ese día sentí que el trayecto había sido el más largo de toda mi vida.

    Al entrar, mi hermana pequeña me recibió con gran alegría, pero sólo atiné a regalarle una pequeña sonrisa. Subí hasta mi habitación, solté la mochila y me acosté en la cama mirando al techo. Estaba tan sumergido en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que mi mamá me había llamado para que bajara a cenar. Cuando llamó por tercera vez, le pidió a mi hermana menor que subiera a avisarme.

    “Toc Toc”

    -Natsumi: Hermano… ¿estás ahí? ¿Hermano?

    En realidad no me había percatado de ella, a la tercera vez que llamó, le respondí.

    -Oishi: Bajo en un momento.

    Ya abajo, me dediqué sólo a comer en silencio, cosa que no pasó por alto por mi familia. Al final mi madre me preguntó si me sentía mal, pero, en ese instante, fue que regresé a la realidad. Me había dado cuenta de la gran preocupación que tenían todos hacia mí.

    -Oishi: Lo siento, no debí de haberlos preocupado…
    -Madre de Oishi: Suichiro, dinos, ¿pasa algo?
    -Oishi: Bueno, en realidad, si, pasa algo…

    En ese momento todos se pusieron pálidos, abrí los ojos como platos y me di cuenta de que respondí demasiado serio.

    -Oishi: ¡No se preocupen! Es sólo que ya conseguí donde hacer la pasantía; es solo que…
    -Natsumi: ¿Es solo que…?
    -Oishi: Es solo que es…
    -¿Es….?
    -Oishi: Es en la Guardería Seigaku…

    Esto lo dije con algo de resignación. Pero cuando me di cuenta, todos habían suspirado de alivio y empezado a reír de lo que acababa de decir. Para mi no era ninguna gracia, además, ya no había vuelta atrás.

    El fin de semana transcurrió rápido y había llegado el lunes. Me desperté bien temprano, me había alistado y bajé a desayunar.

    En mis pensamientos sólo estaba la pregunta: “¿Saldré vivo de ahí?”. Ya a las 7:15 me disponía a dirigirme hacia la guardería. Cuando llegué estaba una señora, la cual era la encargada de la guardería.

    -Señora: ¡Buenos días! Tú debes ser Suichiro Oishi, ¿cierto?
    -Oishi: Sí, así es.
    -Señora: Bueno, ven, pasa adelante. Te explicaré cómo son las cosas aquí dentro.

    Cuando entré, observé que todas las paredes y cortinas estaban decoradas con los tonos más infantiles que podrían existir. La señora me explicó cómo debía desempeñarme. Era sencillo, sólo debía estar bien atento a los niños, si querían algo solo tenia que hacerlo. Algo no muy gustoso para mí, era que tenía que usar un delantal, por fortuna, blanco y sin detalles infantiles.

    Ya a partir de las 8, los niños empezaban a llegar. No eran la gran cantidad que esperaba. Eran alrededor de 13. Al rato, la señora me comunicó que ya eran todos los niños, que por favor le cerrara el portón de afuera.

    El portón se cerraba por seguridad de los niños, ya que al entrar hay un gran jardín con muchas flores y un gran pasto verde, donde jugaban al aire libre.

    Cuando regresé, la señora me pidió que la acompañara por lo que asentí con la cabeza. Nos dirigimos a la sala donde estaban todos sentados en pequeñas sillas.

    -Señora: ¡Buenos días, pequeños!
    -Todos: ¡Buenos días, Tía Sumire!
    -Sumire: Les presento a Oishi, él estará con nosotros por un mes. Por favor, no sean malos con él y obedezcan todas sus instrucciones.
    -Todos: ¡Sí!

    Dicho esto, no sabía que hacer, por lo que Sumire me pidió que me sentara a hablar con los niños. No tenía opción, ahí comenzaba mi tortura, que al final no fue nada desagradable. Me senté en una silla y les pedí que hicieran una ronda. Luego, les pedí que me dijeran sus nombres para así escribirlos en un papel, luego, escribirlos en cartulina y colocárselo a los niños con ayuda de una grapadora en sus pequeños t-shirts, con la esperanza de recordar sus nombres para el final del día.

    -Oishi: Primero empezaremos contigo.

    Dije esto señalando a una pequeña niña con rostro de ángel, cabello largo castaño y atado a dos largas trenzas.

    -Oishi: ¡Vamos! No seas tímida. Dime tu nombre.
    -xxx: Sa-Sakuno.
    -Oishi: Sakuno, eh? Es un nombre muy bonito.
    -Sakuno: Gra-gracias…
    -Oishi: ¿Y tú? (esto lo dije señalando a un niño con cara de entusiasmo)
    -xxx: ¡Horio!
    -Oishi: Horio, muy bien…

    Y así me pasé un rato muy agradable. Ya tenía la mayoría de los nombres, sólo me faltaba uno. Fijé mi vista en un niño en la parte de atrás sentado muy tranquilo leyendo un libro… ¡Un libro! Solo me dije a mi mismo “es un niño muy inteligente”. Me fijé que para su edad ya usaba lentes. Parecía ser que era de nacimiento que padecía de algún problema de la vista.

    -Oishi: Solo me faltas tú…

    El pequeño me miró, cerró su libro y me contestó…

    -xxx: Kunimitsu.
    -Oishi: Kunimitsu… bien, ya los tengo todos. En seguida vuelvo, ¿si?

    Me levanté de donde estaba sentado y me dirigí a una mesa donde habían cartulinas y marcadores. Tomé una amarilla y un marcador negro. Ya pasado 10 minutos, tenía todos los nombres listos y recortados con forma de nube.

    -Oishi: A ver: Sakuno, Horio, Tomoka, Eiji, Kaoru, Takeshi, Sadaharu, Takashi, Syusuke, Kunimitsu, Ryoma, Katsuo, Kachiro y Ryoga…

    Al volver a la sala, los llamé a cada uno por su nombre. Se acercaban lentamente, pero sin timidez, al parecer me había ganado la confianza de estos pequeños. Al terminar, miré el programa de actividades y decía: “9:00-10:00 AM: Jugar el jardín”. Convoqué a los niños para que salieran al jardín, dicho esto, busqué pelotas que estaban en un gran almacén y se las llevé para que jugaran.

    Cada uno de estos niños era impresionante. Habían seis, que eran los más pequeños, éstos eran: Horio, Tomoka, Sakuno, Katsuo, Kachiro y Ryoma. Habían otros dos mas grandes, de la misma edad: Takeshi y Kaoru. Y los ya mas grandecitos: Syusuke, Takashi, Sadaharu, Eiji, Kunimitsu y Ryoga.

    Estos niños, conforme pasaban los minutos, me sorprendían. Sakuno, era la más pequeña y la más tímida. Tomoka, se la pasaba gritando a Ryoma, éste sólo le respondía con un “Mada mada dane” con indiferencia. Horio, Kachiro y Katsuo estaban junto a Tomoka y Sakuno jugando. Takeshi y Kaoru se la pasaban haciendo competencias de resistencia. Syusuke, muy tranquilo y con una imborrable sonrisa en el rostro, jugaba tranquilamente en los juegos. Sadaharu, con un cuaderno en las manos, escribía datos sobre los demás. “Otro chico inteligente” dije para mí mismo y sorprendido de que había un pequeño que sabía escribir. Eiji, el niño con más energía, se la pasaba saltando de un lugar a otro. Takashi, muy tranquilo, hasta que sostenía en su mano una raqueta de tenis, comenzaba a gritar un “BURNING” a todo pulmón. Ryoga, el hermano mayor de Ryoma, le hacía bromas a su pequeño hermano. Y, finalmente, Kunimitsu, un niño extremadamente callado, se la pasaba sentado debajo de un árbol leyendo un libro. Cada uno de estos niños era especial.

    Me pasé un rato tratando de memorizar el programa, pero éstos pequeños solo hacían llamar mi atención y hacer que me riera por dentro.

    Ya a las 10:30 era la hora de un “pequeño almuerzo”, los llamé a todos y los llevé hasta el lavadero para que se lavaran las manos, algunas llenas de tierra, otras, perfectamente limpias. Cuando los lleve hacia dentro la señora me dijo que se encargaría de ellos, lo que le agradecí y fui al jardín a recoger las pelotas y llevarlas a su lugar. Luego de que terminaran su pequeño “pre-almuerzo”, encendí una enorme televisión por la que quede boquiabierto, y puse el canal indicado por Sumire. Leí el programa y decía: “Almuerzo: 12:30”. Ya eran las 12:15, fui la cocina y me dirigí directamente hacia Sumire. Me pidió que fuera colocando los platos en la mesa y así lo hice. A las 12:30 Sumire llamó a los niños, todos dejaron de ver la televisión y fueron rápidamente hacia el comedor. Cada uno se sentó en su sitio y hasta que no llego el último no habían empezado a comer. Luego, juntaron sus pequeñas manos, cerraron los ojos e hicieron la oración de acción de gracias. Aproveché que los pequeños comían para recoger un poco la sala. Había peluches por doquier, de todos los tamaños. Los recogí y los coloque encima de un gran estante.

    Cuando terminé, Sumire me llamó y me dijo que en la mesa estaba mi comida, que me estaba esperando. Le agradecí y me dirigí hacia la mesa, los pequeños ya habían terminado. Al terminar, llevé mi plato a la cocina, cuando me fije, estaba una chica que era de mi salón que también estaba realizando la pasantía. Ella lavaba los platos. Su nombre es Midori, que precisamente le encanta el color verde.

    Luego a las 2:00 era la hora de la siesta. Todos ya sentían sueño así que los llevé a una gigante habitación con muchas camas. Cada uno conocía su lugar. Los más pequeños subían con dificultad, por lo que los ayudé. Eiji, que no dejaba de llorar, me le acerqué y le pregunté el por qué de sus lágrimas.

    -Eiji: No puedo dormir sin mi peluche…
    -Oishi: ¿Eso era…?

    Me dispuse a buscar el peluche de Eiji. Era un gran oso marrón que decía su nombre en la panza. Se lo di e inmediatamente dejó de llorar y quedó profundamente dormido. En ese rato libre, hablé un rato con Midori. Ella ya tenía un par de semanas en la guardería, por lo que le faltaba menos tortura.

    -Midori: Aunque no lo creas, no es tan malo estar aquí.
    -Oishi: Así parece ser.

    Le respondí con resignación, puesto que sentía que ella lo hacía de manera voluntaria, todo lo contrario a mí.

    Nos pasamos un rato hablando acerca de las clases, de los exámenes y los resultados. Ya eran las 4:00 PM. Me dijo que fuera a la habitación donde estaban los pequeños, que ya deberían de estar despiertos. Y así fue, al llegar, ya habían algunos sentados en sus camas, y otros, aún dormían.

    Cuando ya todos se habían levantado, los llevé hacia la sala y luego me dispuse a arreglar las camas. Por fortuna Midori me ayudó. Me dijo que cuando llegué las cosas se facilitaron para todos ya que a los niños les encantaba estar conmigo.

    Ya eran las 5:00. Esta es la hora donde los padres de los chiquitines pasaban a recogerlos. Lo mas sorprenderte, y que sorprendió a todos, era que cada uno me daba un abrazo antes de irse…

    Cada uno tenía uno especial: Sakuno me abrazaba con ternura y me daba un beso en la mejilla. Su timidez era tan grande que un color carmesí reinaba en su rostro. Horio, Katsuo y Kachiro me daban un abrazo al mismo tiempo. Ryoma y Ryoga por igual. Inui me abrazaba con alegría, Takeshi y Kaoru peleaban por dármelo primero. Takashi, igual que Sakuno, me daba un abrazo con ternura, me daba un abrazo con ternura, Syusuke por igual. El pequeño Eiji, siempre saltaba a mi espalda, por lo que me arrodillaba para darle un gran abrazo. Tomoka, me daba un abrazo que me dejaba sin aire. Desde un principio pensé que iba a ser luchadora profesional. Y Kunimitsu, siempre era el último, me daba un abrazo no sólo por salir del paso, sino un abrazo lleno de amor.

    Cuando se iban, me paraba en la puerta y los despedía con la mano. Luego de tan “afanoso día”, me fui a mi casa. Todo el camino una sonrisa en el rostro me acompañaba.

    Al llegar a casa, mi mamá me preguntó como me fue en mi primer día. Sólo le sonreí y entendió todo. Subí a mi habitación a descansar un poco antes de la cena. Me acosté bocaarriba y cerré los ojos, recordé cada momento, cada segundo y cada instante de ese día en la guardería. La imagen de cada uno de ellos sonriéndole era ahora mi motivación para seguir adelante y cumplir con la ardua tarea de la pasantía.

    Cada día que pasaba junto a los pequeños se hacía cada vez más corto, y así se cumplió el último día que estaría de servicio en la guardería. No quería que llegara la hora de que todos se fueran, pero por ley llegó. Al despedirme de todos, me senté en un sofá en la gran sala. Me dispuse a recordar a recordar cada momento vivido junto a los pequeños. Precisamente veía una foto que le pedí a Midori que me tomara junto a ellos. Me prometí a mí mismo que no olvidaría ese maravilloso mes, una experiencia inolvidable junto a grandes pequeños.

    Fin.


    Bueno, espero les haya gustado mucho, en realidad me inspire en una pasantia que tuve que realizar y una visita que hice a una guarderia.xD


    besos besos y mas besos
    cuidense mucho Nyaaa!!!!!
     
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    Lola Himeko

    Lola Himeko Entusiasta

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    Re: Una pasantía en la Guardería Seigaku

    Hola! que chulo! Soy la primera en postear. La verdad, me encantó tu fic, es muy tierno imaginarse a cada pequeño de Seigaku. Los que más me gustaron fueron Kikumaru Eiji y Tezuka, y Momo y Kaidoh, que inocentemente, no dejaban de medirse! Jaja A lo largo del fic, me la pasé soltando tiernas risas porq es cierto, cada pequeño es especial.

    ¡Que chulo sería poder hacer mi pasantía del poli en una guardería, porq la verda ni siquiera he visitado una!

    ¡Eres muy chévere, sigue escribiendo! Nya!
     
  3.  
    Kirameki

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    Re: Una pasantía en la Guardería Seigaku

    waaa me encanto!! me dio risa cuando eiji no podia dormir por que no estaba su peluche! y oisho "¿era eso?" jajaj XD cuando penso que tomoka iva a ser boxeadora! XD jaja y "otro chico inteligente! XD" super sugoi! espero que pongras otro one-shot!
     
  4.  
    Sheska love

    Sheska love Usuario común

    Capricornio
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    Re: Una pasantía en la Guardería Seigaku

    Himeko y Kirameki, gracias por sus comentarios!

    pensare en una nueva historia para publicarla, pero necesito inspiracion ya que no tengo mucha....

    besos besos y mas besos
    cuidense mucho Nyaaaa!!!!
     
  5.  
    Kirameki

    Kirameki Iniciado

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    Pluma de
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    Re: Una pasantía en la Guardería Seigaku

    De nada ^^
    Puedes hacer un fanfic con todas las experiencias que as pasado como la de la guarderia, es genial imaginarcelo,
    yo tambn tengo un fanfic nuevo, esta dedicado a mi segundo nombre verdadero que es De los Angeles, por eso escribi un fanfic fantastico de POT llamado un angel caido del cielo ^o^, cuando agas otro fanfic me avisas vale ^^
     
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