Hola ^.^ Esta es mi primera historia, espero que os guste y si tengo fallos corregidme por favor Entran silenciosamente en su habitación, ella no se da cuenta, está durmiendo plácidamente sin darse cuenta de lo que sucede a su alrededor, craso error, el sospechoso se le acerca, apunta y dispara — Arriba Rin, despierta, vamos a llegar tarde pasan por nosotros en 10 minutos— grita el sospechoso a su gemela —Ahhh Len, que haces... deja de lanzarme almohadas — gritaba desesperada Rin Rin y Len eran dos gemelos huérfanos, desde que sus padres murieron hacía ya 4 años vivían con su tía, pero ella solo lo había echo por lo que dirían los demás que era lo único que le importaba y si permitía que sus sobrinos quedaran en un orfanato o en la calle la reputación de la famosa familia Kagamine se echaría a perder y ella no consentiría eso. Len Kagamine, a sus 16 años era el chico más solicitado de su instituto, e incluso podría ser el chico más solicitado de la ciudad sin exagerar en absoluto, no era raro verlo cada semana semana con una chica nueva ya que su pelo largo rubio, siempre recogido en una coleta, y sus ojos verde azulado atraían a todas las chicas, fuera de la edad que fuera, su única debilidad era su gemela que siempre conseguía enfadarlo hasta límites insospechados para luego ponerle una carita de pena y el le perdonaba como tonto. Por su lado su gemela Rin Kagamine tan o más hermosa que su hermano, ella llevaba el pelo por los hombros únicamente atado por su lazo, sus ojos azules dejaban hipnotizados a cualquiera que los viese aunque, a diferencia de su hermano ella era tan inocente como un bebé, jamás había tenido ninguna relación amorosa, si muchos pretendientes, pero ella siempre les decía que no fríamente. Sin duda había algo que los diferenciaba por completo de otros gemelos y eso era que ambos eran mitades perfectas, por así decirlo, si hacían las cosas separados no daban pie con bola sin embargo cuando las hacían juntos no había manera de hacerlo mejor que ellos, y eso también se aplicaba al canto, desde pequeños siempre adoraron cantar, y la verdad es que lo hacían realmente bien, por eso cuando sus amigos les dijeron que se presentaran a las pruebas para entrar a la escuela Vocaloid y al final pasaron, hoy era el día en el que empezaban su nueva vida allí, lejos de casa, lejos de su tía, lejos de las presiones de sus familias para que no hicieran nada que los dejara en evidencia, etc... — Hermanito... tengo miedo, ¿Nos irá bien? — preguntó tímidamente Rin... — Claro que si hermana, y si no es así no permitiré que te pase nada... — juró solemnemente Len, aunque estaba muerto de miedo, el era el más débil de los dos y lo sabía, el fue el que se derrumbó cuando murieron sus padres, y su hermana lo sacó del agujero en el que se había sumergido, pero eso sería adelantarse..., ya llegaremos. Bueno, este es el primer capítulo, espero que os haya gustado, y prometo que Rin no va a ser tan buena como parece en este primer capítulo (inserte risa maligna) XD. Hasta pronto y gracias por leer
Hola, Shopie, ¿cómo estás? Que puedo decir, me a encantado mucho el primer capítulo de tú Long-fic. Me da pena que sean huérfanos, pero sigue siendo un comienzo hermoso. Sobre los errores.. él hecho Y si en este verso: Ella grita, te recomiendo que le agregues signos de admiración u interrogación en "que haces". Esperaré con ansias la continuación de tú historia ^^. Saludos, Luix.
Después de un largo viaje, por fin habían llegado a la academia vocaloid, Len se pasó todo el viaje durmiendo y Rin lo obserbaba con una sonrisa, mientras le pintaba un bigote y un unicejo, en cuanto bajaron del autobús todas las miradas se clavaron en el, tan engreído como era no pudo pensar otra cosa que no fuera que las mujeres lo consideraban atractivo y los hombres lo habían visto como alguien admirable, no podía estar más equivocado, y mientras le contaba a su gemela como todos lo miraban con admiración y lo popular que se iba a hacer, ella solo podía aguantar su risa para no delatarse pero todo se fue al traste cuando una peliverde se le acercó —Hola, soy Gumi, Megpoid Gumi, espero que no te moleste que te diga esto pero eres muy afortunado por no tener bello facial, no hace falta que te lo pintes, así solo conseguirás ser el hazme reír de toda la escuela— dijo la recién presentada, Len al principio no entendía muy bien a lo que se refería, pero al ver la cara de su hermana intentado aguantar la risa se dio cuenta de lo que sucedía, — Hermana... dame un espejo...— si las miradas hicieran daño...Rin ya hubiera ido a urgencias un par de veces en esta corta conversación, la aludida sacó un mini espejo, que siempre llevaba consigo, y apuntó a su hermano con el, al ver su reflejo en el espejo Len se apuró a limpiarse la cara con el pañuelo que le tendía Gumi y limpiarse bien la cara, Rin por su parte hizo lo que mejor sabía hacer, llevaba muchos años de práctica: escaquearse de la regañina — Hola encantada Gumi, nosotros somos los Kagamine, el es Len y yo Rin un placer en conocerte — exclamó ante la estupefacta peliverde -- Hermanita querida... no te vas a escaquear tan fácilmente -- cuando Len llamaba a Rin hermanita querida solo significaba dos cosas que estaba muy cabreado con ella y la llamaba así para no insultarla, o que le hacía la pelota, en este caso el lo primero — Bueno Gumi ¿Tu también eres nueva? — dijo la rubia pasando olímpicamente de su hermano — Si, en estos momentos me dirijia al salón de delegados, allí te asignan un guía que te muestra tus habitaciones — explicó la peliverde, mientras ambas se disponían a andar dejando atrás aun cabreado Len, no solo porque su hermana hiciera como si no hubiera pasado nada si no que aun por encima tenía que cargar con sus maletas y con las de su hermana que se las había dejado allí, esta se la iba a cobrar. Gumi no creía lo que veía, sus recién conocidos amigos estaban haciendo un escándalo porque no les habían asignado la misma habitación, ella sabía perfectamente lo que era querer a un hermano, pero hasta el punto de querer ni dormir en habitaciones separadas, eso lo miraba algo exagerado, presentía que había algo detrás de todo esto, y en ese mismo momento decidió que llegaría hasta el fondo de todo esto, lo que no sabía era que se arrepentiría, y no se imaginaba hasta que punto... Continuara...