Una Noticia Perturbadora [Cap.1] InuxKag

Una Noticia Perturbadora [InuxKag]

Hola!! Yo soy una de las muchas nuevas... Y Bueno... Queria comenzar con un fic que e tenido la esperanza de publicarlo por 3 años... Y bueno... Alfin lo voy a compartir con ustedes!! ojala y sea de su agrado, aqui esta:

Una noticia perturbadora [Cap.1]​

Todo comienza en un jardín del palacio Shikon en el año 1816 en épocas de primavera, en el jardín se encontraban una joven reina y su pequeña hija de 5 años, ellas eran la reina Sonomi de Higurashi y la princesa Kagome Higurashi. La niña se hallaba buscando flores para darle a su madre que estaba sentada en una banca de ese hermoso lugar. El jardín era un lugar mágico, lleno de flores por todos los alrededores, con árboles los cuales sus hojas eran de un verde brillante y de tal altura que diera la impresión de que tocaran el cielo, lleno de aves cantarinas y mariposas de todos los colores, a la reina y a la princesa les gustaba salir a pasar la tarde en este hermoso lugar.
Kagome era una pequeña muy extrovertida que le encantaba salir a jugar a la pelota con sus amigos Sango y Miroku, oír música con sus padres y salir al pueblo. Kagome tenía unos ojos grandes y hermosos con un color marrón chocolate, el cabello un poco más debajo de sus hombros de color azabache liso. A la reina le parecía una niña única.
En ese momento Kagome profirió un grito de emoción y busco de entre los rosales la flor que mas le había llamado la atención, la agarro de entre el montón y corrió hacia su madre para mostrársela.
-¡Mami! ¡Mami! ¡Mira!- Gritaba Kagome mientras corría hacia su madre
La reina se levanto y se agacho para ver la flor que Kagome le había traído.
-Mira mami que ¡bonita!- Le digo Kagome mientras se detenía y le mostraba la flor a su madre.
-Para ver...- Dijo moviendo la flor para verla mejor- Vaya, es muy hermosa.
En sus manos se encontraba una flor de ocho pétalos traseros y cuatro delanteros, tenia un color rosa suave en las puntas e iba descendiendo hasta llegar al centro donde el color cambiaba a un azul cielo, en el centro el polen parecía como microscópicos diamantes que brillaban a la luz del sol.
-¿Quieres saber como se llama?- Dijo la reina observando a Kagome.
-¡Si!-Dijo la niña emocionada.
-Esta hermosísima flor se llama...- Decía mientras le quitaba delicadamente la flor de las manos y se la ponía en sus cabellos- Kagome.
Se hizo un silencio y soplo el viento, con ese soplo los cabellos de Kagome y la reina se movieron.
-Kagome ¿Como yo?- Pregunto la niña confusa.
-Si... Como tu... Mi querida y hermosa Kagome- Le dijo tiernamente mientras le daba un abrazo- Mira esto –Murmuro y soltó a Kagome para meter la mano en el cuello de su vestido y sacar un collar- Que te parece?.
Entonces le empezó a mostrar el dije de el collar, que estaba conformado por una cadena de plata y el dije tenia una forma similar al de la flor que se encontraba en los cabellos de Kagome, pero en el centro había una perla de mas o menos el tamaño del puño de un bebe, era de un color rosado, una joya realmente muy llamativa.
-Es muy bonito, que es esto mami?- Dijo Kagome apuntando a la perla.
-Esta Hija, es la perla de Shikon, la que mantiene en pie la paz y la unidad de nuestro reino con los demás.
-Me la puedes dar ¿mami?- Dijo Kagome tomando el collar
- No, hijita, cuando seas mayor y estés casada, esta perla te pertenecerá a ti y tu deberás cuidarla, sino lo haces puede caer en las manos equivocadas y nuestro reino se caería en pedazos, lo harás verdad Kagome?- Dijo su madre tomando las manitas de su hija que aun estaban puestos en el collar y mirándola a los ojos.
-Hacer ¿Qué mami?
-Cuidar a la perla como si fuera tu propia vida... ¿Lo harás?
-Si mami, cuidare la perla y la querré tanto como te quiero a ti- Dijo mientras agarraba con mas fuerza el collar.
-Así me gusta hijita y no has oído lo mejor, esta perla tiene poderes mágicos- Le dijo su madre mientras que una sonrisa se marcaba en su rostro.
-Enserio ¿mami? ¿Poderes mágicos?- Dijo con emoción.
-Si, cuando necesites algo sumamente importante, pídeselo a la perla y ella te lo cumplirá.
-¡¿Como un hermanito?!
-Jajaja –Rió la reina nerviosa ante la pregunta que le había hecho su hija- No hijita, eso no, un deseo que provenga de tu corazón, no un capricho, un deseo de paz, amor o felicidad, cuando seas mayor lo entenderás.
-¿Un hermanito es un capricho? –Pregunto dudosa.
- Bueno hijita, hablaremos de eso mas tarde ¿si? –Dijo la reina mientras se ponía firme y agarraba la mano de su hija y la ponía firme también- Ahora, porque no entra...
Antes de terminar la oración la reina dio un paso, flexiono las rodillas y cayo directamente al suelo.
-¿Mami?- Dijo Kagome asustada esperando una respuesta de su madre- Mami!
-Ka...go...me – Fue lo único que logro pronunciar la reina, ya que cerro los parpados lentamente y se sumió en un sueño eterno.
-¡Mami! –Grito Kagome mientras las lagrimas salían de sus ojos y caían por sus mejillas sin parar.

******* 13 Años Después *******​

Me desperté esa mañana con la luz del sol relumbrando en mi rostro, me quite la sabana y me levante para ver la hermosa mañana que había, al frotarme los ojos recordé una cosa.
¡Hoy era mi cumpleaños!

Continuara...

Bueno... Hasta alli... u_u Pongo conti cuando tenga tiempo...
Ojala y les haya gustado, y acepto criticas ya sean buenas o malas
Chao!! Cuidence!! Y Diganme si quieren conti o no.
(Nota: Para la/os Fans del Lemon... Bueno... tal vez haya, avisenme si quieren lemon o no!!)

 

Re: Una Noticia Perturbadora [InuxKag]

Hola!! Bueno... veo que no comentaron muchos... pero no importa... gracias ~Sunzure Russo~ por haberte tomado la molestia ñ_ñ Bueno... ya veremos si con el tiempo se une mas gente... sino se une mucha... temo que tendre que dejar de escribir contis =( y que bueno que quieres Lemon xD tranquila... que no eres la unik perver aqui... *Cara Perver* jejeje... Bueno... Aqui la conti:

Una Noticia Perturbadora [Cap.2]​

En el capitulo anterior:
Me desperté esa mañana con la luz del sol relumbrando en mi rostro, me quite la sabana y me levante para ver la hermosa mañana que había, al frotarme los ojos recordé una cosa.
¡Hoy era mi cumpleaños!
Capitulo #2:
Me alegre ante la idea ya que era mi cumpleaños numero 18. Mientras observaba como un ave pasaba de la copa de un árbol hacia otro, tocaron la puerta de mi habitación.
*Toc, Toc*
-¡Pase!- Dije lo suficientemente alto como para que me oyeran y volteé para ver quien era.
Empezaron a abrir la puerta y se asomo una chica de cabellos naranjas con un moño alto y ojos azules, traía puesto un vestido con colores crema, sencillo.
-Buenos Días, Princesa, ante nada feliz cumpleaños- Saludo la chica mientras hacia una reverencia y me dedicaba una sonrisa.
-Buenos Días, Ayame, muchas gracias y por favor no andes con tantas formalidades, dime únicamente Kagome -Le dije mientras le correspondía la sonrisa, ella se puso nerviosa.
No me gustaba que Ayame me dijera Señorita o Princesa, ya que nos habíamos criado juntas y no la veía como mi sirvienta, sino como a una hermana, le tenia mucho cariño ya que me daba buenos consejos siempre y me ayudaba con todo.
-Es que ya es la costumbre, “Kagome” – Pronuncio mi nombre no muy segura- Además a su padre le molesta que yo use términos sencillos para llamarla –Dijo algo apenada.
-Entonces solo llámame por mi nombre cuando no este mi padre presente.
-E...Esta Bien... Kagome.
-Entonces, ¿que me venias a informar? –Camine hacia mi cama y me senté enfrente de ella y ella me siguió con la mirada hasta que me detuve.
-Cierto... Su padre la esta esperando abajo en el gran salón... El desea darle sus felicitaciones personalmente.
-¡Ah!, esta bien, gracias por la información, Ayame –Dije mientras me ponía de pie- ¿Me ayudas a vestirme?
-Claro, Kagome, para eso estoy aquí.
Nos dirigimos a mi gran closet y empezamos a buscar una vestimenta, al revisar entre unos vestidos nuevos, encontré uno que pude jurar no haberlo visto jamás, ni recordar haberlo comprado durante mi visita a la ciudad, lo tome y lo observe un buen rato.
Era realmente hermoso, era de un color crema con perlas doradas en los bordes del cuello y las mangas que eran cortas y de forma circular infladas, tenia mucho brillo, la parte inferior del vestido tenia unas figuras extrañas que no lograba identificar que era, hasta que me acerque a las figuras todas unidas y pude ver que eran ramas y rosas, ramas y rosas todas unidas en una sola, se parecía a la enorme pared de piedra que se encontraba en el jardín.
-¿Qué es esto?-Pregunte mientras le mostraba a Ayame el hermosísimo vestido.
-Oh... Lo encontró... Bueno... ese vestido es un regalo de su padre.
-¿De mi padre?-Pase mi mirada de su cara al vestido- Vaya esta mejorando al elegir vestidos-Dije en forma de broma.
- Bueno... Es muy hermoso... ¿Se lo quiere poner?- Ayame camino hacia mi y me quito el vestido de las manos delicadamente, yo se lo entregué sin dudarlo.
-Claro, a mi padre le encantara vérmelo puesto.
-Esta Bien.
Empezamos a vestirme, me maquillaron y peinaron. Al terminar baje hacia el gran salón a darle los buenos días a mi padre.
Al llegar los guardias me dieron los buenos días, me desearon un feliz cumpleaños y empezaron a abrir las puerta.
Cuando ya estuvieron completamente abiertas, visualice a mi padre sentado en su trono arreglando unas piezas de ajedrez.
-Buenos Días, Padre-Dije mientras caminaba hacia su trono.
-¡Hija!-Dejo las piezas y camino hacia mi o mas bien debería decir que corrió, al estar en frente me abrazo dulcemente- Feliz cumpleaños, hija.
-Gracias, papa-Dije correspondiendo a su abrazo.
-Vaya-Me saco de entre sus brazos delicadamente y me empezó a observar- Encontraste mi vestido.
-No fue difícil- le dije mientras le guiñaba un ojo.
-Nunca fui bueno escondiendo las cosas-Soltó un suspiro y en ese momento bajo su rostro y puso una cara de falsa tristeza- Pero te queda hermoso-Me agarro la muñeca y me dio una vuelta- Realmente bella.
-Gracias- Le dedique una sonrisa
-Ojala... Y tu madre se encontrara aquí- De repente su rostro se volvió triste- Y presenciara con nosotros lo hermosa e inteligente que te has vuelto, ella realmente te amaba, cariño-Puso su mano en mi mejilla y me la acaricio.
-Si... Realmente... La extraño... Me hace mucha falta-Sentí como mis ojos se humedecían y pequeñas lagrimas brotaban de ellos.
-Pero no llores-Me agarro el rostro con sus dos manos y me seco las lagrimas- Ya no se puede hacer nada... Mama no esta en forma física ante nosotros pero si en nuestros corazones.
-Si... Tienes razón...-Mi padre me soltó y me seque las lagrimas- Pero... fue horrible haber tenido que verla morir ante mi...
-Bueno hija... No hay que ponernos tristes, es tu cumpleaños y no quiero que llores... Te tengo otra sorpresa-El rey sonrió satisfecho.
-¿Otra sorpresa?
-Es tu cumpleaños... Puedes tener todos los regalos que quieras-Se dibujo una sonrisa en su rostro, acompañada por algunas arrugas y se dio la vuelta hacia su trono, ya allí, empezó a buscar en la parte trasera, saco de ahí una pequeña caja de color rosa y se volvió a acercar a mi.
-Feliz cumpleaños, hija, de parte de mi... Y de tu madre-Entonces abrió la pequeña caja... Y... No lo podía creer...Era... Ese collar... Ese recuerdo... La Perla de Shikon.
Continuara...
Bueno! Eso fue todo por hoy! Ojala y comenten!! Y... Tranquilos...
Que pronto empieza lo bueno!
Chao!! Y los que no me han dicho si quieren lemon, contesten!!
Si la mayoría quiere, habrá!!

 

Re: Una Noticia Perturbadora [Cap.1] InuxKag

Hola!! guao... mejoraron los posts!! ^^ Me alegro!! Bueno... veo que muchas tienen dudas de como murio la madre de Kagome... Aqui lo explico todo asi que lean la conti!! disculpen la tardanza!! Pero es que el cole me tiene lok... aqui esta:

Una Noticia Perturbadora [Cap.3]​

En El Capitulo Anterior:

-Bueno hija... No hay que ponernos tristes, es tu cumpleaños y no quiero que llores... Te tengo otra sorpresa-El rey sonrió satisfecho.​

-¿Otra sorpresa?​

-Es tu cumpleaños... Puedes tener todos los regalos que quieras-Se dibujo una sonrisa en su rostro, acompañada por algunas arrugas y se dio la vuelta hacia su trono, ya allí, empezó a buscar en la parte trasera, saco de ahí una pequeña caja de color rosa y se volvió a acercar a mi.​

-Feliz cumpleaños, hija, de parte de mi... Y de tu madre-Entonces abrió la pequeña caja... Y... No lo podía creer...Era... Ese collar... Ese recuerdo... La Perla de Shikon.​

Capitulo #3:

-E...St...To...Es...Verdad?-Balbucee paralizada​

-Si... Es Para ti... Tu... Madre... Quería que tú lo tuvieras... Ese fue... Su ultimo deseo...​

Sentí como mis ojos se humedecían ante los recuerdos...​

Flash Back​

Me observe a mí corriendo hacia mi madre con una enorme sonrisa y a ella con los brazos abiertos esperando a que yo llegase.​

Entonces la imagen cambio y apareció cuando ella me leía mientras yo jugaba con el collar que se encontraba frente a mí.​

Y de repente la imagen volvió a cambiar y aparecía ese día... El ultimo que compartí con ella, vi como caía hacia el suelo, como me decía que me quería, su cálido abrazo...​

Fin Del Flash Back​

-Gracias... De... Verdad- Sollozaba mientras observaba el collar entonces trate de sonreír y mire a mi padre- Te quiero, papa- Lo abrace dulcemente y el me correspondió.​

-Ya... Tranquila... No llores...- Me volvió a agarrar el rostro y a limpiar las lagrimas- Ven... Póntelo...​

-Esta Bien...​

Me puse de espaldas a el y me recogí el cabello, el delicadamente me coloco el collar y en ese momento en el que me solté los cabellos me sentí... Distinta... Me sentía acompañada por alguien y también me sentí mujer, una adulta, con metas, fuerza, fe y mucho mas amor, me di la vuelta para que mi padre me observara y pronuncio las palabras que nunca pensé que me dirían.​

-Vaya, me recuerdas a tu madre, tienen gran parecido.​

-Gracias- Le sonreí y me empecé a limpiar las lagrimas que habían seguido después de las que el me había limpiado.​

En ese momento tocaron la gran puerta.​

* Toc, Toc, Toc*​

-¡Pase!-Grito mi padre.​

Al estar las puertas abiertas un guardia se coloco en el centro del salón y nos dio la noticia:​

- Muy Buenos Días Sus Altezas- Dijo el hombre mientras hacia una reverencia- Tengo el deber de informarle que el profesor de la princesa se encuentra en la entrada esperando poder empezar su trabajo.​

Puse una cara de fastidio y voltee a ver a mi padre.​

Odiaba las clases de ese profesor, eran muy aburridas y mientras te escupía quien lo soportaba, pero era necesario ver clases con el, ya que era el mejor profesor de todo el reino.​

- Bueno hija... Te tienes que ir.​

-Esta bien, adiós papa –Le di un beso en la mejilla y me retire.​

Al llegar a la entrada no había nadie y le pregunte a los guardias que en donde se encontraba el profesor, solo me dijeron que se había ido hacia la fuente.​

Comencé el recorrido hacia la vieja fuente y al estar a menos de 200 metros se empezó a oír un sonido melodioso, que venia de no muy lejos. La melodía parecía ser tocada por ángeles, era realmente hermosa. Quería saber quien era el compositor de esa belleza o la compositora, así que comencé a caminar mas rápido, recogiendo un poco mi vestido, ya que se enganchaba con algunos arbustos, mientras más me acercaba, mas hermosa era la canción. Al llegar divise a una figura masculina en el borde de la fuente tocando con una flauta de plata la bella melodía, no solo la canción era hermosa, el también lo era, tenia un traje parecido al de los duques con azul y blanco su piel era del color de la arena del mar, sus ojos de un color marrón y su cabello hacia atrás del mismo tono de sus ojos, me acerque lentamente y por mi imprudencia me caí y el se dio cuenta de mi presencia, así que paro de tocar y me observo.​

-Disculpa, de verdad, no quería interrumpirte, fui muy curiosa, no debía haber venido pero es que... –Me levante torpemente completamente sonrojada y dije todo tan rápido que imagine que el no habría entendido, el solo sonrío de medio lado, que hermoso se veía, ¡Pero que cosas pensaba!​

-Tranquila, no hay problema, me imagino... que usted ha de ser la princesa Higurashi...-Me dijo mientras bajaba su flauta y la colocaba a su lado.​

-Esta en lo cierto –Le devolví la sonrisa- Y usted es...​

-Oh, disculpe... No me e presentado... Soy su tutor... Houyo –Me Dedico otra sonrisa y me hizo una reverencia.​

-¡Oh! Mucho gusto, joven Houyo –Le correspondí con otra sonrisa y le hice una reverencia- ¿usted va a ser mi tutor? –Pregunte confusa.​

-Si​

-¿Y el señor Takahashi?​

-Bueno... El señor Takahashi se encuentra enfermo, así que yo seré su tutor hasta que se recupere​

-¿Enserio? ¿Se encuentra enfermo? Dios mío... Dígale por favor de mi parte, que espero que se recupere pronto –Puse una cara de tristeza y pensé “Si claro... Por mi que no vuelva”.​

-Por supuesto, yo le aviso, y... Bueno... ¿Me podría decir en donde desea ver clases?, para comenzar –Entonces agarro su flauta y la guardo en un bolso que traía encima, era de lado y de cuero, realmente hermoso.​

-¡Cierto! Jejeje –Dije nerviosa y el sonrió- Vamos para el palacio –Entonces señale la dirección.​

-Esta Bien.​

Caminamos hacia el palacio y mientras estaba en clase le pregunte muchas cosas, incluyendo su edad, ¡tenia apenas 19 años! Parecía mucho mayor a eso realmente, no tenia novia, ni estaba comprometido y nunca se había divorciado, su padre era banquero y su madre siempre estaba en su casa leyendo o limpiando, ya que no tenían sirvienta.​

El resto del día fue normal, me cantaron cumpleaños, junto a todos mis amigos y le dije a Houyo que se quedara y el acepto con mucho gusto, me trajeron muchos regalos, unos mas extravagantes que otros, pero a pesar de eso todos me gustaron.​

​

A la mañana siguiente Áyame me despertó como siempre, su tímido “Buenos Días”, me levante, me cepille, me bañe, me arregle y fui a tomar el desayuno, al terminar tome un libro de la gran biblioteca y Salí al jardín para leer, hoy no tendría clases ya que era sábado así que me la pasaría todo el día dando vueltas.​

Al llegar a mi árbol favorito, me senté bajo la sombra abrí mi libro y comencé mi lectura. Estuve unas 2 horas sentada leyendo, hasta que Áyame me llamo, diciéndome que mi padre me quería dar una noticia.​

-Claro, Áyame, ya voy –Me levante de donde me encontraba y fui hacia el gran salón, al entrar mi padre me dijo que por favor me acercase a el.​

-¿Qué sucede padre?- Le dije mientras me detenía frente a el y tomaba mis muñecas.​

-Hija... Te tengo que... Decir algo... –Dijo nervioso.​

-¿Si?​

-Bueno... Es una ley, la cual tienen que cumplir tanto reyes como reinas.​

-No... Entiendo...-Dije dudosa.​

-Bueno... Ya sabes la historia de la perla y todo eso, ¿cierto?​

-Si...​

-Bueno... Debido a la muerte de tu madre hace 13 años... La perla... Tiene que ser cuidada por una reina... No es que considere que esta en malas manos, ya que se que esta en las mejores... Pero...​

-Papa... Solo... Dilo​

-Esta bien... Kagome... –Espero un momento y lo dijo- Te tienes que casar...​

Quede paralizada, ¡¿Qué?! ¡¿Cómo era eso de que me tenía que casar?! ¡No puede ser!​

-¡¿Qué?! ¡¿Casarme?! ¡¿Por qué?! –Grite desesperada.​

-Hija... No te exaltes... Es... Necesario... Es una ley que todos deben cumplir, al tener la mayoría de edad...​

-¡Pero, porque! ¡Yo no quiero casarme! ¡No tengo novio! ¡Ni siquiera tengo muchos amigos que sean chicos!​

-Lose... Por eso... Tengo que buscarte a un esposo.​

-¡No! ¡Porque, papa! ¡Tú no puedes elegir por mí! ¡No puedes elegir a alguien que yo no ame, papa!​

-Kagome... Entiende... Tu madre ha estado ausente durante 13 años... Milagrosamente hemos sobrevivido a las guerras y a los problemas económicos... Pero ya no mas Kagome... Nada mas nos queda un año de paz, sin tener que poseer a una reina, ya que sino se consigue a un corazón puro la perla se tornara negra y el reino entero se caerá en pedazos, Kagome te necesitamos, el reino te necesita... Ya yo estoy muy viejo para este trabajo, en cualquier momento podría fallecer... Por favor hija... Ayúdame... Ayuda al reino... Has feliz al espíritu de tu madre... Por favor...​

-Papa... Esto es algo que yo no te puedo responder ahora... Es algo muy repentino... Lo siento... Pero necesito tiempo... –Le dije un poco mas calmada mientras retrocedía.​

-Pero Kagome...​

Y no lo deje terminar ya que salí corriendo de allí, no quería seguir con eso... Mi padre me lo había suplicado... Pero... No podía, necesitaba pensarlo un poco.​

Salí corriendo hacia el establo y agarre a mi yegua, Cabalgue en ella un buen tiempo, pensando en lo que me había dicho mi padre “Te tienes que casar...” Fue una de las noticias más perturbadoras de toda mi vida, además del paro cardiaco que sufrió mi madre... En ese momento mi yegua comenzó a cabalgar más lento y se adentro en el bosque.​

-No -Le dije tratando de dar la vuelta.​

Pero no me hizo caso y comenzó a caminar mas rápido, en ese momento oí un sonido proveniente de una cascada, al llegar al lugar de donde provenía el ruido, me quede paralizada... Era... Realmente bello... Un paraíso tropical... Había aves de todos los colores... Mariposas... Una bella cascada de aguas cristalinas y al observar bien... Pude divisar una figura... Era una persona... Pero no podía distinguir si era hombre o mujer... Así que me acerque un poco mas hasta que llegue al borde del rio, entonces solté las cuerdas de mi yegua y esta sin previo aviso se agacho a tomar agua, entonces me caí hacia el rio y quede empapada de pies a cabeza, lo que hice fue cerrar los ojos y esperar a que esa persona que se encontraba allí me dijera que, que hacia en ese lugar observándolo o observándola, pero no oí nada hasta que escuche unos pasos en el rio...​

Abrí los ojos lentamente y observe a la persona, era... demasiado hermoso... tenia un rostro... tan liso como la seda... los labios mas sexys que pudiera haber visto jamás, el torso mas impresionante del mundo –Esto lo supo, ya que no tenia camisa- , cabello plateado que caía como cascada por su espalda y unos ojos dorados que relucían de una manera seductora bajo la luz del sol...​

Continuara...
Bueno!! Eso fue todo por hoy!! Proximo capitulo, tal vez el fin de semana!! espero que les haya gustado y repito... Disculpen la tardanza ñ_ñ Chau!!

 

Re: Una Noticia Perturbadora [Cap.1] InuxKag

Hi!! Bueno... Volviii!! Conti para el dia de los enamorados!! Espero que les guste!! Este lo hice mas largo!! Un regalito para todas!! ^^ No lo puse antes, para poder hacerlo mas largo, espero que les guste!! Y gracias por sus comentarios!! Y Bienvenida SeSshyAndRiN y disculpen las demas, si no les di la bienvenida antes!! Se las doy ahora!! Bienvenidas sean todas y espero que lean mi fic!! Les agradesco sus posts, la otra vez no les pude dar la bienvenida porque andaba apurada, bueno... me callo ya... ñ_ñ aqui la conti, disfrutenla!!:

Una Noticia Perturbadora [Cap.4]​

En El Capitulo Anterior:
Abrí los ojos lentamente y observe a la persona, era... demasiado hermoso... tenia un rostro... tan liso como la seda... los labios mas sexys que pudiera haber visto jamás, el torso mas impresionante del mundo –Esto lo sabia ya que no tenia camisa-, cabello plateado que caía como cascada por su espalda y unos ojos dorados que relucían de una manera seductora bajo la luz del sol...
Capitulo #4:

Me le quede observando como 1 minuto y el me observaba de esa manera seductora, intente hablar pero la voz no me salía, estaba paralizada, no sabia que hacer.​

-Eh –Dijo el- Niña, ¿que haces aquí? –Me dijo con ese tono grave y frio, pero igualmente sexy.​

-Y...yo... –Balbucee tratando de excusarme.​

-¿Qué pasa? ¿Eres muda o que?​

-N...No... Disculpa... No era mi intención molestarte –Le dije y baje mi cabeza para que no notara mi sonrojo.​

-¿Y que era lo que intentabas con espiarme? ¿Eres una de las espías de las que intenta matarme?​

-¡No! ¡Nada que ver! –Exclame y levante mi cabeza para observarlo, asombrada por lo que me había contestado.​

-Mmm... Bueno... ¿Porque no te levantas?, estas empapada –Al decirme esto me tomo el brazo y me puso en pie.​

-Emm... Bueno... Gracias... –Entonces comencé a observar mi vestido todo mojado- Ashh... Que problema...​

-Que torpe eres... caerte del caballo, ¡ja!, eso no se ve todos los días y mucho menos de la manera en la cual sucedió –Dijo burlonamente.​

Entonces le puse una mirada matadora y el se siguió burlando, ¡Dios! ¡A pesar de ser tan lindo, era un arrogante! Me di la vuelta dándole la espalda y pude observar como su rostro se torno serio, tome las cuerdas de mi yegua y la empecé a guiar de regreso, completamente molesta.​

-Oye, niña, ¿a donde vas? –Pregunto siguiéndome.​

-Ah un lugar lejos de ti –Le dije mientras me quitaba las botas que traía puestas, ya que estaban mojadas y las metí en el bolso que traía mi yegua, comencé a sacar un traje que traía allí- Porque no te vas y dejas de perseguirme.​

-¿Piensas irte toda mojada? –Me pregunto, me tomo la muñeca y me dio la vuelta para observarlo.​

-Por si no lo has notado aun, pienso cambiarme de camino a mi palacio, así que ya puedes soltarme –Jale lo mas fuerte que pude para zafarme de su agarre pero era demasiado fuerte.​

-Mmm... Y... ¿Tienes la menor idea de por donde queda “Tu Palacio”? –Me pregunto, con una mirada dudosa, ¡Pero que sexy era!​

-Bueno... –Logre mencionar embobada.​

Ahora que lo recordaba, no le había prestado atención al camino que había tomado, me encontraba perdida en este bosque.​

-¿Y? ¿Sabes por donde queda?​

-Bueno... Seguiré algún camino hasta que lo encuentre...​

Entonces soltó mi mano, se empezó a formar una sonrisa arrogante en su rostro y bajo la cabeza.​

-Y cuando te encuentres totalmente perdida, unos ladrones llegaran y se llevaran todo lo que tengas ¿verdad?​

-Bueno... Es que con la mente tan positiva que tienes cualquiera volvería sano y salvo, ¿Qué mas podría hacer, si estoy perdida?​

-Porque no te cambias primero que nada... O te enfermaras y si quieres yo te llevo a tu palacio después.-Levanto su cabeza y me observo fijamente.​

-¿Y si me niego?​

-Eso ya es problema tuyo si te quedas aquí o no.​

Lo pensé un segundo y le conteste.​

-Esta bien... –Acepte, admitiendo que me venció- Confió en que me vas a llevar a palacio sana y salva, joven...​

-Inuyasha.​

-Inuyasha. –Repetí mientras asentía.​

-Bueno, niña, vete a cambiar. –Me dio la espalda y camino hacia una roca.​

-No me digas niña, me llamo Kagome Higurashi.​

-Como sea, niña. –Llego a la roca y recostó la espalda de ella, aun evitando observarme directamente.​

Lo observe molesta, ¡Nunca me gusto que me dijeran niña! Ni cuando tenia 8 años me gustaba, pero no le preste atención y me fui a una roca detrás de la cascada.​

Comencé a cambiarme y lo observe, como veía el agua de forma tan tranquila, era realmente lindo y no lo podía negar, comencé a pelear con mi ropa ya que este traje era demasiado difícil de poner, por que era un traje para cabalgar y me quedaba muy pegado al cuerpo, por suerte conseguí una roca con la punta filosa y corte un poco el doblillo del pantalón para que me quedara mas suelto, el pantalón era de un marrón oscuro y la camisa era blanca que me quedaba un poco suelta, pero no mucho ya que mis pechos que eran un poco grandes, hacían que me quedara mas ajustada de lo normal, nunca me había puesto este traje, ya que me parecía horrible, pero no le tome importancia y Salí.​

Inuyasha​

Me encontraba en la roca sentado pensando en esa chica, tenía un gran parecido con mi prometida, incluso pensé al principio que era ella, pero no lo creía mucho ya que Kikyo no tenía tan malos reflejos, ella no se caía del caballo por que esté se agachara a tomar agua, era muy extraño, aun no se porque acepte llevarla, fue un impulso haberme propuesto a eso, aunque a pesar de ser una torpe, era muy linda, Kagome Higurashi, creo que la conozco...​

En ese momento escuche las ramas de detrás de la roca en donde se encontraba esa niña, así que imagine que ya había acabado, pero yo solo espere a que apareciera, cuando apareció, abrí los ojos como platos, se veía tan impactante, traía un traje para cabalgar, pero no le quedaba como normalmente le quedaba a todos, a ella la hacia ver de una manera realmente sexy, se acerco a mi con un paso lento, era como si tuviera vergüenza de cómo se veía.​

-Ya nos podemos ir...-Me dijo y se arreglo el cuello de su camisa- Perdona por mi vestimenta, si es muy atrevida, pero no tengo mas ropa seca en el bolso.​

-¿Ya te necesitas ir? –Le pregunte decepcionado, ojala y pudiera pasar mas tiempo con ella.​

-Bueno... Mi padre debe de estar preocupado por mi, ya que no llegue al almuerzo...​

-¿No has almorzado?​

-Tranquilo... No tengo hambre... jejeje –Me dijo ella pero su estomago me demostró lo contrario, se sonrojo levemente y puso las manos en su estomago- Vámonos –Entonces comenzó a caminar hacia su yegua, pero me levante y la detuve.​

-No, tienes hambre...No te voy a permitir que nos vayamos y a mitad del camino te desmayes –Le dije tomando de nuevo su muñeca y mirándola directamente a los ojos, ella desvió su mirada y se sonrojo levemente, no entendía porque.​

-Pero... No tengo nada de comer aquí...​

-Tranquila... Yo como siempre duro aquí mucho tiempo, siempre tengo comida, así que estas de suerte –Le dije sonriéndole.​

-Bueno... Gracias... –Me devolvió la sonrisa y volvió a mirarme fijamente.​

-Vamos, tengo Onigiri –Entonces la jale de la muñeca.​

Kagome​

Me empezó a jalar delicadamente hacia la roca donde antes se encontraba, Me le quede observando “Tiene un lado amable” pensé, “No todo el mundo haría esto por mi”, al llegar a la roca, me soltó, camino hacia su caballo, tomo la comida y se volvió a dirigir hacia mi, me senté en el suelo y el se río.​

-¿Qué? –Le pregunte dudosa.​

-¿Y pensabas que íbamos a comer aquí? –Me contesto riendo de lado, no comprendía que era lo gracioso.​

-Ah, ¿No? Yo creía...​

-Que tonta eres.​

Me levante y el subió hacia la roca, entonces comenzó a saltar sobre las rocas de la cascada hasta llegar a la cima, pude notar que dejo la comida en el suelo y se devolvió, se detuvo frente a mi.​

-Ven –Entonces me dio la espalda y se puso en posición para que yo me montara allí- Sube –Me dijo y voltio a verme.​

-¿Qué? ¿A tu espalda? ¿Estas loco? ¿Y si te caes? –Le dije nerviosa retrocediendo.​

-Ashh... ¿Crees que vivo haciendo el vago? Ven, sube, no te preocupes no soy como el debilucho de tu novio y te aseguro que no te caerás gracias a tus malos reflejos, ya que te voy a sostener lo mas fuerte que pueda –Me dijo muy confiado y me sonrió.​

Molesta, me le acerque y me subí a su espalda, el tomo mis piernas, entonces me acerque a su oído y le susurre.​

-Primero, no me interesa si haces el vago o no, Segundo, no tengo, ni e tenido novio y Tercero, si me mato es culpa tuya, ¿Entendiste? –Entonces puse mis manos en sus hombros y el voltio a observarme.​

-Por supuesto, princesita –Se rio y comenzó a saltar.​

No fue como creía que iba a ser, no me asuste en lo mas mínimo, todo lo contrario, sentí excitación, me encanto, estar en su espalda y que las gotas de la cascada cayeran sobre nosotros, Inuyasha me molesto 2 veces, aflojando las manos y haciendo como que me soltaba, en una de esas 2 “Sin querer” me soltó y comencé a caer, juraba que iba a morir por culpa de ese idiota, entonces el se dejo caer y me tomo en brazos, lo que hizo fue reírse a carcajadas de la cara de espanto que puse, al llegar a la cima me bajo de su espalda y me tomo de la mano.​

-Vamos –Me dijo y tomo la pequeña caja con el onigiri.​

Comenzamos a caminar al lado de la cascada y al cabo de unos minutos llegamos a un lugar parecido a una sabana, solo que más pequeño, estaba repleto de flores y de mariposas.​

-Guao... –dije asombrada.​

-¿Te gusta? –Me preguntó, entonces voltee y pude ver su sonrisa deslumbrante a la luz del crepúsculo.​

-Es... Hermoso... No sabía que este lugar existía –Entonces lo solté y el a mi, comencé a caminar observando cada uno de los detalles, el solo me veía.​

Camine hasta un lugar en el cual no había flores y me senté, volteé a verlo y palmee el suelo como señal de que se sentase, el camino hacia mi y se sentó a mi lado, dejo la caja enfrente de nosotros y la abrió, saco 2 Onigiri con muy buen aspecto, en realidad tenia tanta hambre, que podía ser capaz de comerme los 2 yo sola.​

-Toma –Me entrego el Onigiri- Espero que te gusten.​

-Gracias –Lo tome y comencé a comer- Vaya... Están muy buenos... Ni los sirvientes de mi palacio cocinan así de bien, ¿Quién los preparo?​

-No me creerías...​

-¿Por qué no? Anda, Inuyasha dime...​

-Bueno... Yo...​

-¿Tu? Vaya... Cocinas muy bien... Creo que hasta mejor que yo...​

El sonrió de lado ante mi respuesta.​

-Eso si lo dudo.​

-No, es verdad, creo que hasta mejor que yo.​

-Me tendrías que probar eso, yo cocine esto, la próxima vez, tu tienes que cocinar algo y traerlo, pero sin trampas.​

-¿Crees que soy tramposa?​

-No se sabe nunca de lo que seria capaz la gente...​

-Muy bien dicho, en eso tienes toda la razón.​

En ese momento me di cuenta de que me había acabado ya, mi onigiri, pero a pesar de eso... seguía hambrienta... Inuyasha me observo y me acerco su onigiri, el cual no tenía ni un solo mordisco.​

-Tómalo, no tengo hambre.​

-No quiero parecer una vagabunda, muerta de hambre.​

-Ashh, nadie dijo que me parecieras eso... Tranquila, come, sin pena, lo que tienes que hacer ahora es alimentarte y eso implica a que comas lo suficiente como para llegar a tu palacio sin haberte desmayado ni una sola vez.​

Mire dudosa su onigiri.​

-No se...​

-Anda, tómalo –Entonces agarro mi muñeca y coloco en ella su onigiri- Come.​

-Bueno... Gracias...​

Comencé a comerlo y note que el me observaba detenidamente, me preguntaba que ¿andará pensando?​

-Disculpa, Kagome, pero ¿me podrías decir que es esto? –Y señalo el collar en el cual se encontraba la perla de Shikon.​

-Ah... Este... Es el collar que representa a mi reino... El Reino...​

-Shikon –Me interrumpió-​

-Si... Ese...​

-Mmm... Y... ¿Por qué lo tienes tu? ¿No se supone que solo las reinas deben de poseerlo? –Me dijo y me asombre ante su respuesta.​

-Si... Pero, mi reino aun no posee a una reina, más bien... Lleva 13 años sin poseer a una... Así que para que la perla no se tornara negra, se la tenían que dar a la futura heredera que tuviera el corazón más puro, que en este caso soy yo, Inuyasha... ¿Cómo sabes todo eso?​

-¿Saber que? ¿La historia de la perla de Shikon? Kagome, todos la saben...​

-Si... Pero... ¿Como sabias que solo las reinas lo deben de poseer? Si... Esa es una información que solo los reyes de otros reinos y los del mismo, saben, ¿s que acaso tu eres un duque? ¿O un conde? No se...​

-Por favor... No me des rangos tan bajos como esos... Yo no soy ni duque, ni conde, ni marques...​

-Y... ¿Qué eres?​

-Kagome... Yo soy un príncipe... Yo soy el Príncipe Inuyasha Taisho del Reino Colmillo ¿No me conoces?​

En ese momento me acorde de su rostro... Inuyasha Taisho... El es el futuro rey del reino Colmillo, el cual en un pasado estuvo en guerra con el reino Shikon... El es ese niño... El cual estuvo junto a su padre y su hermano, en el gran salón de mi palacio hace 5 años atrás, lo recuerdo muy bien... Intente hacer amistad con el... Pero mi padre me lo prohibió... ​

Flash Back​

Me encontraba caminando por un pasillo del palacio leyendo un libro cuando escuche otras pisadas que se acercaban... En ese momento levante la mirada y pude observar a un joven de cabellos plateados y ojos dorados, de traje rojo caminando hacia la biblioteca.​

-Disculpa –Me atreví a decirle, cuando ya me había pasado y me puse de frente a el.​

-¿Qué quieres, niña? –Se detuvo y voltio para observarme.​

-Emm... Bueno... Yo... –Balbucee buscando algo que decirle.​

-Si no tienes nada que decirme... Adiós –Entonces voltio su rostro y siguió caminando.​

-No, espera –Le dije y en ese momento me tropecé y caí – Au...​

-Ja... Que torpe eres, mira por donde caminas, ¿Qué me ibas a decir?.​

-Bueno... que... –En ese momento me pare y recogí mi libro- ¿Hacia donde te diriges?​

-Ah la biblioteca, por si no lo has notado...​

-Pero... Me habían informado que ustedes los del reino enemigo no tenían permiso de entrar, ni al gran salón sin el permiso de mi padre, ni a la biblioteca.​

En ese momento alguien grito mi nombre y al voltearme pude notar que era mi padre.​

-Kagome, ¿Qué haces con este chico? No te permito que hables con el, y tu, muchacho, vete con tu padre, que no tienes permiso de entrar a la biblioteca.​

Me le quede observando como el joven observaba a mi padre fríamente​

Fin Flash Back​

-¡Ya me recuerdo de ti! ¡Tú eras el chico que vino a mi palacio hace 5 años!​

-Mmm... Con que ya te acordaste... Si... Soy yo... Y veo cuanto has cambiado Kagome... Estas muy linda...​

En ese momento, me sonroje hasta mas no poder y quise decirle “Tu también...” Pero yo no seria capaz de soltar esas palabras.​

-Emm... Gracias... Tú no has cambiado en nada...​

-¿En nada? Guao... yo pensaba que si...​

-Bueno... Un poquito... Si cambiaste... Esta Bien... Te voy a ser sincera –Entonces me termine mi Onigiri y observe el crepúsculo- Cambiaste... Tu físico... Tu cabello es mas largo... Tus rasgos... De personalidad en nada... Sigues siendo un orgulloso, idiota y arrogante...​

-Vaya... Eso si me dolió –Dijo sarcásticamente- Pero yo si te soy sincero y te digo que sigues siendo una torpe, me recuerdo cuando estábamos almorzando... Estabas sentada comiendo y entonces cuando fuiste a agarrar el cuchillo, este se engancho al mantel y lo rompiste, ¡jajaja! –Estallo a carcajadas.​

En ese momento me sonroje hasta más no poder... Ese día fue muy vergonzoso, le di un codazo suave y le dije.​

-Bueno... Ya deja de burlarte de mí... Vámonos... Mi padre debe de estar preocupado.​

-Esta bien –Dijo controlando su risa.​

Entonces recogimos todo y Inuyasha me llevo al Palacio.​

Continuara...
Espero que les haya gustado!! Noc cuando ponga conti... Lo mas probable son los fines de semana!! Bueno... Gracias por todos sus pots!! Y si tienen alguna duda o critica, diganmela!! Chao!! Cuidence!! Comenten!! ^^

 

Re: Una Noticia Perturbadora [Cap.1] InuxKag

Holaaaaa!! Perdon el pequeño retraso u_u pero sque fui para casa de mis abuelos y los examenes tambien me tienen mareada, acaso esos profesores nunca se cansan? Bueno... No importa, Gracias por sus coments: Jesireth y Izayoimywill. Jesireth, ¡Ya acomode el fic como me dijistes! xD Espero que ya seas feliz!! Aqui la conti:

Una Noticia Perturbadora [Cap.5]
En el capitulo anterior:
-¡Ya me recuerdo de ti! ¡Tú eras el chico que vino a mi palacio hace 5 años!

-Mmm... Con que ya te acordaste... Si... Soy yo... Y veo cuanto has cambiado Kagome... Estas muy linda...

En ese momento, me sonroje hasta mas no poder y quise decirle “Tu también...” Pero yo no seria capaz de soltar esas palabras.

-Emm... Gracias... Tú no has cambiado en nada...

-¿En nada? Guao... yo pensaba que si...

-Bueno... Un poquito... Si cambiaste... Esta Bien... Te voy a ser sincera –Entonces me termine mi Onigiri y observe el crepúsculo- Cambiaste... Tu físico... Tu cabello es mas largo... Tus rasgos... De personalidad en nada... Sigues siendo un orgulloso, idiota y arrogante...

-Vaya... Eso si me dolió –Dijo sarcásticamente- Pero yo si te soy sincero y te digo que sigues siendo una torpe, me recuerdo cuando estábamos almorzando... Estabas sentada comiendo y entonces cuando fuiste a agarrar el cuchillo, este se engancho al mantel y lo rompiste, ¡jajaja! –Estallo a carcajadas.
En ese momento me sonroje hasta más no poder... Ese día fue muy vergonzoso, le di un codazo suave y le dije.

-Bueno... Ya deja de burlarte de mí... Vámonos... Mi padre debe de estar preocupado.

-Esta bien –Dijo controlando su risa.

Entonces recogimos todo e Inuyasha me llevo al Palacio.

Capitulo #5:

Al llegar a las afueras de mi palacio Inuyasha me dijo que hasta allí podría ir el, ya que si lo cachaban conmigo, estaría en graves problemas.

-Oh... Bueno... No hay problema, A partir de aquí puedo ir yo sola, gracias Inuyasha... Etto... –Buscaba que decirle- Adiós... –Entonces puse a mi yegua en camino hacia el cobertizo.

-Espera, Kagome... –Me detuve al oír mi nombre y di la vuelta rápidamente- Emm... ¿No veremos de nuevo? No se... ¿En la cascada?

En ese momento me alegre y le dedique una sonrisa.

-No lo se... Puede ser... Tu solo esta pendiente si me paso por allí o no –Entonces le guiñe un ojo- Y... ¿Tu siempre estas en esa cascada?

-No... Pero... Como sé que un día de estos pasaras por ahí, siempre estaré esperándote, Kagome.

Entonces mi sonrisa se ensancho mucho más ante la idea de verlo todos los días.

-Esta bien, Hasta pronto... Inuyasha.

-Hasta pronto, Kagome.

Entonces me despedí con la mano y me aleje rápidamente con mi yegua a toda velocidad, ya que si llegaba en la noche al palacio, mi padre me daría un sermón.

Llegue al cobertizo y deje a mi yegua.

-Adiós –Le di un beso en su hocico y se lo sobe- Nos vemos mañana.

Se que parecía de locos despedirse de los animales, pero yo no podía evitarlo, no me importaba que me llamasen loca. Entre por la cocina para que no me observara mi padre al entrar y al estar en el segundo piso fui hacia la biblioteca y abrí un pasadizo secreto que yo tenia allí, por suerte nadie lo conocía, ni siquiera mi padre, subí las escaleras de este y llegue al 5to piso en donde se encontraba mi habitación, abrí la puerta que se encontraba en el techo y subí las ultimas escaleras, corrí hacia mi habitación y al estar en ella, tome un baño y me comencé a vestir, mas apropiadamente. En ese momento escuche la puerta de mi habitación abrirse ¡Maldición! ¡Seguro que algún sirviente me vio pasar por un pasillo y le dijo a mi padre! Entonces me asome un poco y pude observar que no era mi padre, era Áyame que venia a traer mis vestidos limpios, me le quede observando esperando a que se fuera pero al moverme, se cayeron del perchero 2 vestidos y se hizo un ruido que me aturdió.

-¿Quién esta allí? –Pregunto tímidamente, acercándose al armario -¿Quién...? –Entonces me vio parada, vestida a medias y toda despeinada- Señorita Kagome... Pero... Que es... ¿Qué hace usted así?

-Jejeje... Hola Áyame... No te veía desde esta mañana, ¿Cómo estuvo tu día? –Le pregunte nerviosa, no la culpo si mal pensó por que me encontraba así, yo también lo haría, me encontraba con nada mas la parte inferior del vestido y arriba solo llevaba el vestido que se utilizaba debajo del que me estaba poniendo, además de que tenia el cabello casi seco y todo despeinado.

-Señorita Kagome... ¿La ayudo?

En ese momento cambie mi gesto.

-Por favor...

Me comenzó a poner la parte superior del vestido y a peinarme, mientras que hacia eso me pregunto.

-¿Qué le paso, Kagome?

-Hay, Áyame, es una historia muy larga... Pero... Necesito compartirla con alguien...

-Puede contármelo si lo desea... No le diré nada a su padre –Entonces voltee a verla y me dedico una sonrisa, con eso me convenció.

-Bueno... Es que... Conocí a un chico... –En ese momento ella dejo de peinar mis cabellos.

-Señorita Kagome... ¿Un campesino? Usted sabe que eso no es correcto...

-Si, lo se Áyame, pero no es un campesino...

-Ah... Bueno... Continúe.

-Es un príncipe... Se llama Inuyasha Taisho... Es el futuro heredero del Reino Colmillo...

-¿El reino Colmillo? ¿Pero ese reino no esta en guerra con el Shikon, señorita?

-Estaba... Ahora somos casi aliados... Casi...

-Ah... Esta bien, entonces... Continúe.

-Lo conocí y... Me agradó... –Entonces voltee a verla con una sonrisa y ella me la devolvió a mi.

-¿Le agradó? Que bueno... Nunca había oído salir esas palabras de sus labios, señorita.

-Si... Pero... Aun no se si tiene prometida...

-Bueno señorita... Apresúrese... Porque podría perderlo, con que, por eso fue que llego tan tarde.

-Si –Voltee a ver el suelo- Me dijo que nos encontráramos... Todas las tardes... En donde lo vi hoy...

-¡Que romántico! Entonces, ¿si va a ir?

-No lo se... Ya que, mi padre es el problema.

-¡Esta bien! ¡Me convenció! –me dijo de repente y no entendí nada de lo que me decía.

-¿Ah? ¿Cómo que te convencí? No entiendo...

-Yo la cubriré, cuando su padre pregunte por usted, le diré que esta en el pueblo con la señorita Sango.

-Pero... Áyame... Sango esta con Miroku, que es su prometido... No te creerá que ellos dos se separaron por unas horas solo para que Sango vaya al pueblo conmigo.

No serviría ese plan, ya que Sango y Miroku son como uña y mugre, no se separan por nada, ahora que lo recordaba, yo era la única princesa que no estaba comprometida o casada, que triste es mi vida...

-Bueno, entonces diremos que la señorita Sango, el joven Miroku y usted, están juntos en el pueblo, solo tendría que informarles a ellos.

-Gracias, Áyame... Pero... No... Solo le diré a mi padre que voy a dar un paseo, no creo que me lo niegue.

-Esta bien, entonces, ya puede salir, esta lista, debería de ir a decirle a su padre que ya esta aquí... Me dijeron que lleva preocupado toda la tarde...

Entonces me pare de mi cama y voltee a verla, suspire.

-Esta bien, ven, acompáñame.

Fui para donde mi padre y el se empezó a disculpar, que a el tampoco le parecía bien que me casara con la persona que el eligiera y que, etc, etc. Pero igualmente tendría que casarme, en el transcurso de este año, solo me quedaban 9 meses, en alguno de esos meses tendría que contraer matrimonio por el bien del reino.

Esa noche soñé con el, soñé que nos encontrábamos en la playa viendo el atardecer pacíficamente y el intentaba tocar mi mano, cada vez se acercaba mas y cuando me toco, todo el escenario romántico se acabo, aparecí en una habitación con solo una vela encendida y amarrada a una silla, desesperadamente busque el rostro de Inuyasha pero no lo encontraba, entonces escuche 2 risas, una de una mujer y una de un hombre, se burlaban de mí, se burlaban de mi intento por ver a ese chico de ojos dorados. Entonces lo vi, en una pared todo golpeado y había gotas de sangre en el suelo, en ese momento comencé a llorar, era horrible verlo de tal manera.
Comencé a moverme sin parar en mi cama e intentaba abrir los ojos, no quería seguir observando eso, era horrible, entonces en ese momento en que en el sueño me enseñaban un cuchillo como señal de que me iban a asesinar, abrí los ojos y me senté jadeando, bañada en sudor, entonces cuando me pase las manos por los ojos, los tenia húmedos, estaba llorando. Me limpie las lagrimas y camine rápidamente hacia mis ventanas, era de día, bueno... casi, era de madrugada, pero yo no quería seguir durmiendo, no quería volver a ver esa espantosa imagen. Así que me fui a tomar un baño y al terminar busque entre mis vestidos uno sencillo de color azul, que me quedaba un poco mas debajo de las rodillas, era manga corta y busque unas botas para cabalgar, me peine y salí de mi habitación. Fui hasta el establo y agarre a mi yegua, la comencé a guiar hasta la cascada, con la esperanza de que el, se encontrara allí, quería verlo... Quería asegurarme de que estuviera bien y borrar esa horrible imagen de mi mente, al llegar amarre mi yegua a un árbol y camine hasta la orilla del rio, levante la cabeza y grite:

-¡Inuyasha!

Espere una respuesta, pero no sucedió nada, entonces me decepcione, esperaba verlo, pero no se encontraba aquí, me senté a orillas del rio, me quite las botas, las puse a mi lado y hundí mis pies en esas aguas cristalinas, observe como llegaba el alba, como el sol se asomaba por la cascada y todo lo que estaba a mi alrededor se llenaba de luz, un viento refrescante paso cerca de mi y me sentí aliviada, nunca había visto un lugar mas mágico que este, pero... Aun no era mágico del todo... El bosque lo sentía como los artefactos de un mago, te entretiene verlos, pero la verdadera ilusión y belleza se ven cuando el mago comienza su truco, así me sentía, me hacia falta mi mago, el que comienza a crearle ilusiones a mi corazón, no podía creer que yo estuviera pensando en Inuyasha de esa manera, pero era cierto... Así me sentía.

En ese momento no me importo mi vestido, me levante, tome aire y me lance en el rio, comencé a nadar y a observar los peces que pasaban a mi alrededor, como la luz impregnaba al rio, me quedaría allí toda mi vida si fuera posible, entonces por falta de aire nade hasta la superficie y me acerque a la caída del agua, me monte sobre una piedra que se encontraba allí la cual dejaba mi cuerpo, de mis rodillas para arriba afuera del agua, me puse debajo de sus aguas y me relaje, viendo como los pájaros pasaban y también observe las nubes intentando descifrar sus formas.

Inuyasha

Necesitaba relajarme un rato y olvidarme de mi fastidiosa prometida, qué quería que pasara cada segundo con ella, ¡¿Acaso no comprende que no puedo estar todo el día jugueteando?! Así que cabalgue hacia la cascada y al estar a pocos pasos me baje de mi caballo y lo comencé a guiar, camine hacia el árbol donde siempre lo amarraba y al terminar de amarrarlo me quite la camisa y camine hacia la cascada, pero al estar a pocos pasos pude ver algo... Era una diosa, que belleza tan grande tenia esa criatura... Realmente asombrosa, me acerque un poco mas para apreciarla mejor pero me di cuenta de algo... No era una diosa... Era Kagome... Se encontraba sobre una roca sentada, viendo el cielo y completamente mojada, su vestido se pegaba a su cuerpo y su figura resaltaba mas, no podía creer que Kagome fuera así de hermosa... Si había venido a pesar de haber estado burlándome de ella, vaya... No le importa lo que le digan los demás, eso me gusta.

Me acerque lentamente hacia el rio, tratando de no hacer ruido para tomarla por sorpresa y al estar en la orilla me quite mis zapatos los puse a un lado y en ese momento ella se levanto, me detuve, creyendo que me había oído y espere a que me dijera algo, entonces vi, que pensaba saltar al rio así que aproveche la ocasión para saltar al mismo tiempo que ella, al estar dentro del agua la comencé a perseguir y ella no se había enterado aun de mi presencia, me acerque mas y en el momento que la tuve lo suficientemente cerca, tome su pierna y esta voltio asustada, la acerque hacia mi y ella comenzó a jalar hacia adelante, pero iba a ser inútil, entonces comencé a notar que ya estaba perdiendo todo el oxigeno así que la jale completamente hacia mi pecho donde puse sus piernas alrededor de mi cintura y ella puso sus manos en mi cuello, ella ya no aguantaría mas, pero el problema era que estábamos en una parte del rio un poco profunda así que nade lo mas rápido que pude con Kagome encima, hacia la superficie.

Kagome

Sentía que me asfixiaba, ya no aguantaba mas, tenia que respirar nuevamente, pero si moría en brazos de Inuyasha al menos moriría feliz y tranquila al saber que esta a salvo, en ese momento me empecé a marear, ya no me quedaba mucho aire y el comenzó a subir rápidamente, entonces al estar cerca no aguante y solté el aire, el agua comenzó a pasar por mi boca a chaparrones y empezó a bajar hacia mis pulmones, cuando estaba segura de que iba a morir por culpa de el, salimos.

-¡Kagome! ¡¿Estas bien?! –me pregunto Inuyasha aun cargándome, entonces comenzó a darme palmadas por la espalda para que saliera toda el agua.

En ese momento por mi nariz y por mi boca comenzó a salir toda el agua que se había filtrado, mientras tocia, de mi boca salía agua por montón.

-Vamos, Kagome, saca todo –Me dijo mientras comenzaba a nadar hacia una roca, yo solo solté mis piernas de alrededor de su cintura y seguía tratando de sacarme toda el agua.

-In...nu...ya...sha... que... im...mbe...cil...e...eres –le dije de manera entrecortada ya que no podía hablar bien, debido a que aun salía agua de mi boca.

-Bueno... al menos no perdiste el sentido del humor –Entonces llegamos a la roca, me cargo en brazos y me coloco en el suelo - ¿Segura que estas bien?

-Si... –Pude decirle- Aun tengo fuerzas para pegarte con una roca –Le dije molesta por lo que me había hecho.

-No te atreverías –Entonces me sonrió y yo quede embobada, por supuesto que no me atrevería... Nunca...

-¿Ah, no? Pruébame... –Lo rete.

-Inténtalo –Me dijo él, muy creído.

Entonces me levante y tome una piedra cuando se la iba a lanzar el me tomo la muñeca, la coloco alrededor de su cintura, me inclino hacia abajo de una manera que pareciera que estuviéramos bailando y la otra mano me la mantuvo arriba de su hombro, quede pasmada allí viéndolo a los ojos, ¡Pero que rápido era! Entonces se acerco a mi oído y me susurro:

-Vistes, no pudiste, eres demasiado lenta – Cuando le iba a responder, el se separo un poco de mi y se me quedo observando, sus ojos brillaban de una manera hermosa - Kagome...

-S... ¿si? –Le dije embobada, sus ojos parecían oro liquido, demasiado bellos y sus labios los observaba de tal manera...

El se comenzó a acercar lentamente a mi rostro y al estar a escasos centímetros de mis labios, se detuvo, era como si dudara de lo que pensaba hacer, podía sentir su aliento pegando en mi rostro y también podía observar sus ojos brillosos que aun observaban los míos.

-No debemos hacer esto... –Me susurro y después todo el momento romántico se acabo por completo.

-Tu eres el que intenta hacerlo –Entonces decepcionada, me solté de su agarre y me aleje de el, dándole la espalda.

-Tu eres la que me esta provocando –Me dijo y yo me sobresalte por su respuesta, voltee rápidamente para observarlo con la duda marcada en mi rostro.

-¿Provocándote? Yo no intento nada... Y mucho menos, provocarte –Le dije y camine hacia la orilla, me senté en ella y sumergí mis pies.

-Si, claro, lo que tú digas, ¿ese vestido no crees que te queda un poco ajustado? –Me pregunto, baje la vista, para observar el vestido pegado completamente a mi cuerpo y yo me sonroje. Ya comprendía porque me había dicho que lo estaba provocando.

-Disculpa, no creía que se veía así –Esta vez, no tenia mas ropa que me pudiera poner, así que tendría que irme para que no me viera de esta manera- Me iré... Para ponerme otro vestido.

-¡No! –Grito el rápidamente, no creo que le molestara, el hecho de que yo estuviera prácticamente desnuda frente a el- Digo... Yo tengo mi camisa... Si quieres te la pones para taparte, dentro de unas horas ya tu vestido estará seco –Me ofreció el, amablemente.

-Oh, bueno, si tú insistes.

-Claro, quédate aquí –Me pidió y comenzó después a saltar sobre las piedras para llegar a la orilla, al estar en ella corrió hacia su caballo, tomo su camisa y se regreso, al estar frente a mi me la estiro-Toma, utilízala el tiempo que la necesites.

-Gracias –La tome y me la coloque, al tenerla puesta, la olí disimuladamente, olía a Inuyasha, estaba impregnada por su maravilloso olor, me podría quedar pegada a la camisa todo un día oliéndola si fuera posible.

-Kagome –Me llamo y en ese momento rápidamente para que no notara que olía su camisa lo observe a el, se había sentado junto a mi.

-¿Si?

-¿Por qué viniste? Tu misma me habías dicho que vendrías otro día, ¿Paso algo? –Me preguntó y yo no sabia que decirle, no le iba a contar que soñé con el y que quería saber como se encontraba a causa de mi mal sueño.

-Bueno... Yo... Es que... Quería volver a ver este lugar, ya que me pareció muy lindo –Lo de que era lindo era cierto, pero no era cierto que solamente venia a ver la cascada.

-Oh... ¿Segura de que era solo eso? Porque... Te eh visto rara desde que llegue, cuando te vi, te note triste.

-Es que, estaba pensando en algo que me había dicho mi padre ayer.

-¿Y se puede saber que fue?

-No te incumbe... –Le dije fríamente, no quería mencionarle el tema.

-Hay vamos Kagome, no te vas a empezar a comportar como una bebe de nuevo ¿verdad?

-Es una decisión mía... Eso es todo lo que te pienso decir...

-¿No confías en mi?

-No es que no confié, sino que no se que voy a elegir o mas bien... A quien...

-¡Ya empezaste con indirectas! Vamos Kagome... Dímelo...

- Esta bien... Pero... Si me dices primero, porque viniste TÚ –Subí un poco el tono en la última palabra y lo señale.

-No hay problema... –En ese momento hizo una pequeña pausa y después continuo- Quería alejarme de los compromisos por un rato, estoy cansado de que mi padre se pelee con mi hermano y me meta después a mi en la pelea, porque Sesshomaru no quiere ser Rey y entonces mi padre esta haciendo los preparativos para que yo tome su lugar, en vez de Sesshomaru.

-Oh... Que problema... Pero... ¿Para ser Rey, no necesitas contraer matrimonio? –En ese momento me temí lo peor, que ya estuviera casado o comprometido.

-Si, eso es de lo otro que intento escapar.

-¿De casarte? ¿O conseguir una prometida?

-Ya tengo una prometida... –En ese momento paro y a mi se me cayo el mundo encima, ya tenia una prometida... Saque las piernas del agua, las pegue contra mi pecho mientras las tomaba con mis manos, entonces deje de mirarlo y baje mi vista al rio.

Me sentía sola, todos mis amigos, familiares y conocidos, ya estaban comprometidos, casados o unos que otros ya tenían hijos, yo era la única que no había conseguido a nadie aun... Y solo me quedaban 10 meses para conseguir a un prometido, se que era bastante tiempo, pero con mi suerte... Estaba segura de que no lo conseguiría a tiempo...

Continuara...

Estoy haciendo el fic un poquito mas largo, por eso tardo mas en poner conti, solo espero que me tengan un poquito de paciencia xD
Bueno, espero sus coments!! Ojala y les haya gustado!! Proxima conti... Lo mas probable es este fin de semana, o tal vez no... Noc!! xD Solo espero que no me dejen, por mis retrasitos... Chau!! Cuidense!

 

Re: Una Noticia Perturbadora [Cap.1] InuxKag

Hola!! Disculpen mi SUPER tardansaaa!! El colee!! Llege al punto de que me cerraran el fic Bueno, como recompenza hice, la SUPER conti ñ_ñ me senti mal asi q la hice muchisimo mas larga, espero que les guste, este domingo puede que les ponga la conti que viene! Ojala y les guste:

Una Noticia Perturbadora [Cap.6]​

En el capitulo anterior:

-Ya tengo una prometida... –En ese momento paro y a mi se me cayo el mundo encima, ya tenia una prometida... Saque las piernas del agua, las pegue contra mi pecho mientras las tomaba con mis manos, entonces deje de mirarlo y baje mi vista al rio.

Me sentía sola, todos mis amigos, familiares y conocidos, ya estaban comprometidos, casados o unos que otros ya tenían hijos, yo era la única que no había conseguido a nadie aun... Y solo me quedaban 10 meses para conseguir a un prometido, se que era bastante tiempo, pero con mi suerte... Estaba segura de que no lo conseguiría a tiempo...

Capitulo #6:

-Pero, en verdad no la soporto –Continuo- Me tiene cansado, quiere que pase cada segundo con ella, pero no entiende que no puedo, ya que tengo deberes, si es así ahora que estamos comprometidos, no me imagino como será cuando nos casemos –Entonces tembló levemente de manera sarcástica- Y no puedo evitar el compromiso, ya que mi padre me dijo que es una de las chicas con mas dinero en el mundo y su familia tiene clase y bla, bla, bla. Ya sabes como son los padres... No comprendo como ellos se casaron, con nuestras madres, porque sus padres también los obligaron –Se detuvo y me observo- Ya cumplí mi parte, ahora tú debes decirme que te sucede.

Solté mis piernas y las estire, luego estire mis brazos hacia atrás y me apoye del suelo, voltee el rostro para observarlo.

-¿La quieres? –Le pregunte repentinamente, cambiándole el tema.

-¿A quien? –Me dijo el confuso.

-A tu prometida...

-Bueno... Si... Creo... Me agrada... Es una buena compañera... Pero... Ya sabes... Con el tiempo se les tiene mas aprecio a las personas... –Dijo inseguro.

-¿Es bonita?

-Kikyo, es hermosa, para serte sincero... Se... Parece mucho a ti, Kagome.

Mi cara mostro desacuerdo y le pregunte:

-¿A mi? ¿En que?

-¡En todo! Ojos, cabello, nariz, cuerpo, labios...

-¿Te puedo preguntar algo?

-Si, claro...

-¿Quién te parece que es la mas bonita... Ella... O yo? –Le solté la pregunta tímidamente mientras desviaba la mirada.

-¿A que se debe esa pregunta? –me dijo asombrado.

-Quiero saber... Al menos... Yo debo tener algún privilegio que ella no tenga.

-Lo único que tienen distinto, es la personalidad. Kikyo, es más fría, no le gusta estar con la gente, es muy posesiva, se molesta fácil, le importa lo que la gente piense de ella. Y luego estas tu... Que eres, torpe, graciosa, fuerte, insistente, inteligente y sobretodo muy linda.

Cuando voltee a verlo, pude notar que estaba a escasos centímetros de mi rostro, levanto la mano y con el dedo índice me acaricio la mejilla, me observo a los ojos intensamente, cambio su dedo por toda su mano y tomo mi rostro.

Mi corazón empezó a latir rápidamente desenfrenado, podía sentir su aliento nuevamente y también saborearlo, sentía mas calor de lo normal, el estomago lo tenia repleto de mariposas, las cuales no me permitían detenerlo ya q no podía hablar, y no pensaba hacerlo. Se empezó a acercar lentamente, cada vez que se acercaba sentía mas calor y mas mariposas inundándome, empecé a cerrar los ojos cuando note que el también lo hacia, cuando estuvo a escasos centímetros, se detuvo exactamente como lo hizo hace un rato, en ese momento no podía aguantar las ganas de saborear sus labios, ¡los tenia tan cerca! Entonces no me importo nada, mi padre, amigos, el reino, nada; solo el y yo, así que subí mis manos por su pecho desnudo, por lo cual el se estremeció y pude oír como sonrió ya que hizo un sonido similar a “ja”, así que pensé que era de placer, comencé a tocar con mis manos sus fabulosos músculos y fui subiendo los brazos recorriendo el mismo camino, hasta su cuello, lo entrelace y en ese momento el se acerco mas y me beso, me sentía feliz, libre; comenzó a mover sus labios contra los míos y yo seguí sus movimientos como si no fuera la primera vez que hacia esto, comenzó a besarme cada vez mas intensamente y yo me sentía, ¡extraordinariamente! Pasamos unos minutos en eso, pero entonces por falta de aire nos separamos y comenzó a besar mi cuello, después de haber estado besando mi cuello por un buen rato, subió hasta mi oreja y la mordió levemente, solté un gemido, Tome su rostro, lo acerque al mío y comenzó a besarme otra vez, pero esta vez era mas apasionadamente, comenzó a abrir su boca y yo imite su movimiento, entonces dio paso a su lengua y comenzamos un juego, me sentía extraña haciendo esto, pero no podía negar que era muy excitante.

Tomo mi cintura y me apretó mas contra el, en ese momento comenzó a empujarme hacia atrás, yo me encontraba tan fuera de mi, que solo empecé a retroceder. Al darme cuenta, ya estaba pegada contra una roca, con su mano en mi muslo, intentando subir mi vestido, entonces me di cuenta de lo que pretendía hacer y con la poca fuerza de voluntad que tenia, lleve mis manos a su pecho y lo empuje levemente hasta que nos separamos, se me quedo observando y sus ojos eran unos soles, dos soles que brillaban de una manera apasionada, su respiración era tan agitada como la mía, en ese momento me pregunto:

-¿Por qué te detuviste? –Me dijo desilusionado, pero sonriente.

-Inuyasha... Yo... No puedo hacerlo, yo no soy una cualquiera, soy una princesa a la cual le enseñaron que solo se debe de entregársele a su esposo, no tomes mis preguntas a mal, tú estas comprometido y yo lo estaré muy pronto. Actuemos como adultos responsables y dejemos esto, por favor. No quiero que cuando este comprometida me persigas, ni yo estarte persiguiendo a ti. –Le dije mirándolo fijamente y seria.

Cambio la expresión de su rostro inmediatamente, se alejo de mí y se sentó a mi lado, yo acomode mi postura y me senté también.

-¿Y si no quiero ser un adulto responsable? Kagome, yo no amo a Kikyo, no me quiero casar con ella, nunca quise –Se detuvo y me observo- Kagome... Cuando... Yo te vi, me gustaste, se que solo tenia 15 años, pero siempre estuve claro de lo que quería, y te quería a ti, me pareciste interesante, te observaba cuando leías en el jardín, te observaba cuando hablabas con los sirvientes y sonreías junto a ellos, eras y sigues siendo una chica única Kagome y se que yo mostraba indiferencia, pero es porque soy bueno para ocultar lo que en verdad siento, ¡Odio eso! Hay veces que quiero que me crean, pero no puedo, porque siempre oculto la verdad, maldición... –La última palabra la dijo en un murmullo, pero pude escucharla, desvió la mirada y observo triste el agua, yo solo me quede paralizada observándolo, por tal confesión.

-Inuyasha, yo... No se que decir...

-Solo dime la verdad, por favor, Kagome, ¿Tú me quieres? –Me pregunto y volteo a verme.

-Yo... Creo que siento lo mismo... Me parecías un chico interesante, no todos tienen los ojos dorados y el cabello plateado -Sonreí y le guiñe un ojo, entonces el rio junto a mi.

-Claro, no todos tienen ese privilegio –Dijo mas contento- Me asombra como logras que me suba el animo.

-Es que soy bruja, por eso te hago feliz tan rápido.

-Si quieres, pero una bruja muy bonita.

-Gracias ¿y tú? ¿Qué eres? ¿Un sapo?

-Uy, ¿Soy tan feo, que crees que puedo ser un sapo?

-Bueno, ya que soy bruja te puedo convertir en un príncipe.

-Pero solo, si para convertirme me tienes que besar. –Acerco a mi su mejilla para que la besara, puse los ojos en blanco y cuando me acerque a besarla movió la cabeza de frente hacia mi, le di un pequeño pico y me aleje rápidamente de el- Eso fue agradable -Dijo con una sonrisa.

-Que yo sepa, el trato era en la mejilla –Dije mostrando falsa rabia- ¿No estamos un poco grandecitos como para jugar esas cosas?

-Si, pero me gusta. Si quieres también jugamos a caperucita y el lobo, así te tengo que comer –Entonces comenzó a observarme de arriba hacia abajo.

-Ah, ¡No! Ahí si te pasaste –Le dije y aparte mi vista de su rostro, mientras me cruzaba de brazos.
-Esta bien, disculpa si te ofendí.

Estuvimos un rato en silencio y todo el escenario tranquilo y pacifico se acabo cuando escuche a mi estomago pidiendo comida.

-Ups –Dije y puse mis manos alrededor de mi estomago- Se me olvido comer antes de venir, jejeje.

-¡Ahora que lo recuerdo! Tú y yo teníamos un trato –Y me miro de manera amenazadora- Tu tenias que traer algo de comer hoy.

-Jejeje... Creo, que se me olvido –Dije nerviosa.

-Sabia que lo olvidarías, tienes suerte de que aquí hay un árbol de manzanos –Entonces tomo mi mano y nos levanto al mismo tiempo.

Me pidió que subiera otra vez a su espalda y así lo hice, lo bueno fue que esta vez no se puso a hacer ridiculeces y solo subimos hasta la cima de la cascada, al llegar entrelazamos nuestras manos y me guio hasta el árbol, lo único malo es que este era un poco alto y yo no alcanzaba las manzanas así que el me monto sobre sus hombros y tumbe algunas, hubo una que se me resbalo de las manos y callo en la cabeza de Inuyasha, se molesto un poco, pero yo lo que hice fue reírme por la cara que puso.

Hablamos toda la mañana sobre todos nuestros problemas, enredos, jugamos una que otra vez y reímos todo el tiempo, caminamos hacia la sombra de un árbol y nos recostamos sobre la fría hierba –Kagome recostada en el pecho de Inuyasha- y nos quedamos observando como pasaban los pájaros, también nos pusimos a descifrar las formas de las nubes, pero hubo un momento en el que mis ojos no aguantaron mas y caí en los brazos de Morfeo.

Inuyasha​

Observe como cerró sus ojos delicadamente y como se acomodaba sobre mi pecho suspiro y quedo profundamente dormida, en ese momento, comencé a acariciar su sedosa cabellera, a olisquearla y a besarla. Yo tampoco había dormido muy bien en la noche así que también acomode mi postura un poco y me quede profundamente dormido.

///////////////////&////////////////////.

Las horas pasaron y los dos seguíamos recostados en la hierba, profundamente dormidos, hasta que un haz de luz pego en mi rostro y me desperté, abrí los ojos lentamente y coloque mi mano cerca de mis ojos para taparlos de la luz, al bajar la mirada pude notar que Kagome seguía dormida, no quería despertarla, así que la quite delicadamente de mi pecho, le desabotone mi la camisa se la quite y se la coloque como si fuera una manta para que no se acalorara tanto, me levante y baje hasta la cascada, fui hasta donde se encontraba mi caballo y tome una del millón de invitaciones que me había dado mi padre, para el baile que se haría en mi castillo esa noche, ya que éramos aliados ahora, no creía que fuera tan malo invitar al rey del reino Shikon y a su hija. Ahora que lo recordaba, tenia que ir a arreglarme para el gran baile, no quería dejar a Kagome sola en ese lugar, así que tendría que ir a despertarla. Subí rápidamente con la invitación y al estar frente a ella, me agache y comencé a moverla delicadamente diciendo su nombre, ella abrió los ojos lentamente y pronuncio:

-Mmm... ¿Q-que? –Entonces levanto la mirada y me observo, aun somnolienta- ¿Inuyasha? ¿Q-Que? ¿Qué hora es?

Baje la mirada hacia mi muñeca y observe mi reloj.

-Las... tres y cuarto.

En ese momento Kagome pego un salto se quito mi camisa de encima y comenzó a limpiar su vestido rápidamente.

-¡Dios Mío! ¡Mi padre me va a matar! ¡Si se llega a enterar de que no estoy en el palacio desde las 5 de la madrugada, mandara unos guardias a buscarme! ¡¿Por qué no me despertaste antes?! –Dejo de limpiar su vestido, comenzó a arreglar sus cabellos y me observo, su rostro se veía preocupado.

-Yo me acabo de levantar también, cielo –Me levante, agarre mi camisa y me la puse.

-Tengo que irme, me van a empezar a buscar sino llego ahora mismo, vamos Inuyasha ayúdame a bajar.

Comenzamos a ir hacia la cascada, bajamos y ella corrió a colocarse sus zapatos. Guarde la invitación en un bolsillo de mis pantalones y cuando estuvo lista, nos fuimos hacia su palacio. Cabalgamos un buen rato y al llegar ella se despidió, ya lista para irse, pero la detuve y giro a verme.

-Kagome, quería invitarte a un baile que habrá en mi palacio esta noche a las nueve, ¿puedes asistir?

-No lo se, tendría que consultarlo con mi padre, pero hare lo posible por ir, gracias –Acerco su yegua a mi y al estar a mi lado me dio un beso en la mejilla- Adiós, cuídate y tal vez, hasta esta noche.

Entonces se alejo de mi rápidamente, me quede observando como se alejaba cada vez mas, cuando se perdió a lo lejos yo hice lo mismo y me dirigí a mi palacio, al llegar me encontré a mi hermano en las escaleras de manos cruzadas, observando como entraba.

-Oye, Inuyasha, ¿No es un poco tarde? ¿En donde estabas?

-Y a ti que te importa, estaba dando un paseo –Le dije fríamente y me dirigí a la cocina para comer algo.

-Pues a mi me pareció un paseo demasiado largo –Me dijo en tono de amenaza y siguiéndome.

-¿Qué hacías vigilándome, Sesshomaru? A ti que te importa a donde yo vaya o que haga –Al estar frente a una cesta de frutas tome una manzana y comencé a comerla.

-Pues, para serte sincero, tu no me preocupas en lo mas mínimo, me preocupa es el bienestar del reino, no vayas con tus imprudencias a cometer una estupidez y por cierto, Kikyo lleva buscándote todo el día, me tiene mareado de tantas veces que me a preguntado por ti.

-Si, claro, después la busco.

Tire las sobras de la manzana a una papelera cercana y comencé a caminar hacia mi habitación con Sesshomaru a mis espaldas, me persiguió hasta que llegue a la puerta.

- ¿Por qué me estas persiguiendo?

-Estoy esperando a que me digas en donde estabas.

-Pues sigue esperando, porque no pienso decirte nada, deja de estar molestando –Entre y le cerré la puerta en la cara.

Camine hacia mi cama, sin tener la molestia de encender la luz y me lance allí, se que debía arreglarme para el gran baile, pero necesitaba unos minutos para pensar
“Maldito Sesshomaru, ¿a el que le importa que estaba haciendo yo? Si esta tan preocupado por su reino, porque no se vuelve Rey el, en vez de ser yo el que tenga que asumir con toda la responsabilidad”
Tome una almohada y me tape el rostro con ella, cerré los ojos y pensé mas a fondo. Comencé a recordar la figura de Kagome en la cascada, sus risas, nuestro beso, el olor de sus cabellos. Me encontraba sumido en mi imaginación, recordando cada detalle. De repente escuche la puerta de mi habitación abrirse y quería maldecir al que no toco.

-Inu –Me llamo la voz de una mujer y enseguida supe de quien era, me quite la almohada del rostro, me senté y la observe como se acercaba hacia mi de manera lenta y con movimientos seductores.

-Kikyo, ¿Por qué no tocaste? –Al estar frente a mi se sentó sobre mis piernas y comenzó a arreglar mis cabellos.

-No creí que fuera necesario tocar la puerta de mi prometido.

-Pues si, es necesario –Le dije mirándola fríamente, pero a pesar de eso tome su cintura y la apreté contra mi, eso ya era algo de costumbre.

-Vaya, llegaste un poco amargado, que yo sepa, nunca te importo que yo entrara sin avisar, ya que siempre sabias que cuando nadie llamaba y entraban, sabias que era yo que venia a jugar un rato contigo... –Me dijo de manera seductora, Kikyo siempre era así, incluía a sus “jueguitos” en todo.

-Si, llegue un poco amargado, porque a Sesshomaru le fascina interrogarme, cada vez que llego mas tarde de lo habitual.

-Bueno, yo te puedo subir los ánimos.

Acerco su rostro al mío, comenzó a besarme, me recostó en la cama y puso sus piernas cada una al lado de mi cintura, comenzó a quitarme la camisa y a acariciarme, yo hice lo mismo y le quite el vestido.

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Pasamos un buen rato con nuestros “jueguitos” y cuando no pudimos más y estuvimos completamente agotados, caímos cada uno en un lado de mi cama, pero ella se arrimo hacia mí y se coloco sobre mi pecho –Por supuesto las sabanas los cubrían-.

-Inu, ¿me vas a decir en donde estuviste?

-Ya te dije que estuve dando un paseo, tu sabes que a mi me gusta sumirme en mis pensamientos, bueno, quise pasar un rato pensando en varias cosas.

-Mmm...

-¿No me crees?

-Nunca dije eso, claro que te creo, tu no eres de esos que se ve a escondidas con otras porque esta aburrido de su prometida ¿Verdad?

En ese momento sus palabras fueron un golpe muy duro, no tenia idea de que contestarle así que solo le pude decir:

-Por supuesto, son unos desvergonzados los que hacen eso.

-Bueno, vamos a bañarnos y a arreglarnos que en dos horas es el baile –Se levanto, me tomo de la muñeca y me dirigió hacia el baño.

Kagome.

Cuando llegue al palacio mi padre comenzó con su interrogatorio, lo que hice fue contestarle la verdad, solamente que en esa verdad no incluí a Inuyasha, le entregue la invitación y el acepto ir con mucho gusto, por suerte me zafe de el. También me informo que en el castillo se encontraba Sango, mi mejor amiga de toda la vida, me habían dicho que estaba en el jardín trasero así que corrí a verla, al llegar la vi sentada en un banco, viendo el cielo.

-¡Sango! –Grite y ella volteo a verme.

-¡Kagome! –Grito ella también y se levanto con mucho cuidado del banco.

Corrí hacia ella y la abrace.

-¡Amiga, cuanto sin verte! –Le dije mientras la abrazaba.

-Tienes razón, Kagome, tenia mucho tiempo sin venir –Se alejo y se me quedo observando- pero es que Miroku no me permitía visitarte, porque decía que era nuestra Luna de Miel y que solo debíamos pensar en nosotros –Puso los ojos en blanco y sonrió.

Miroku y Sango siempre fueron mis mejores amigos, pero ellos dos fueron algo mas que eso, puede que se peleen por lo mujeriego que es Miroku pero siempre se perdonan, se habían casado hace mas o menos un mes y medio y no había visto a Sango desde entonces.

-¿Y? ¿Cómo esta la feliz pareja? –Le dije y la guie hasta el banco para sentarnos.

-Muy bien, ya tenemos nuestro castillo propio, después te doy la dirección para que nos visites y... bueno... se que es demasiado pronto pero... –Entonces Sango bajo sus manos hasta su vientre y comenzó a acariciarlo, cuando vi el movimiento de sus manos supe a que se refería.

Puse una cara de asombro y le dije:

-¡¿Estas esperando un bebe?!-

Ella sonrió y continúo acariciando su vientre.

-Se podría decir que si.

-¡Ah! ¡No me lo puedo creer! ¡¿Tan pronto?! ¡Oye, pero Miroku no pudo esperarse, eh! –Dije feliz y pegando brincos.

-Kagome, tranquila, no grites, que todavía ni siquiera Miroku lo sabe, te quería contar a ti primero, por nuestra promesa.

Sango tenia razón, de pequeñas nosotras nos habíamos jurado contarnos todo, antes que a nadie, ya que éramos las mejores amigas.

-Que bueno que sigas cumpliendo la promesa y ahora... yo también tengo que cumplirla, así que... te cuento –Hice una pausa y tome aire- Conocí a un chico... ¿recuerdas a la familia Taisho?

-Si, no me digas que...

-Si, me encontré con Inuyasha Taisho y... Bueno, nos hemos visto nada mas dos veces, pero... Hoy me beso.

Sango se quedo paralizada frente a mí y me observaba fijamente.

-Sango... ¿Sango? S-

-¡Ah!

Grito repentinamente y yo salte en el banco

-¡Tu primer beso! ¡Que feliz estoy por ti, amiga! Y ¿Cómo fue? Ese chico es tan lindo...

-Bueno... Fue... Extraordinario... Se sentía muy, bien.

-¡Kagome! ¡No puedo creer que tú me estés diciendo esto! Y ¿Es agradable? ¿Es gracioso? ¿Es caballeroso? ¿Es...

-¡Sango! –La detuve, a ella le encantaba ponerse a preguntar todo detalle sobre las personas- El es... Buena persona... a veces... Es muy engreído, a veces hipócrita, es demasiado insistente, fastidioso, lindo, amable, amoroso...

-Guao amiga, si que te gusta.

-¿Ah? ¿Por qué lo dices?

-Porque, una simple “amiga” no habla así de su “amigo”, ¿Te gusta?

-¿Qué si me gusta? No lo se, no lo conozco mucho, así que...

-¿Te gusta? –Me volvió a preguntar, interrumpiéndome.

-Bueno... –Me comencé a sonrojar- ¿Si?

-No te estoy pidiendo que me lo preguntes a mí, yo te lo estoy preguntando a ti, ¿Te gusta ese tal Inuyasha Taisho?

-Puede que... Si...

-¡Ah! ¡Pero que alegre estoy por ti, amiga!

Continuamos conversando mas o menos una hora mas, pero llego un guardia a informarme algo.

-Princesa Higurashi –Digo el guardia arrodillándose.

-Si, ¿diga?

-Su padre le informa que son un cuarto para las seis, y pide que por favor vaya a arreglarse.
-Esta bien, gracias.

El guardia se puso en pie y camino de vuelta a adentro, gire mi rostro para ver a Sango con cara de fastidio.

-¿Arreglarte? –Dijo ella- ¿A dónde vas?

-A una fiesta –Le dije sonriendo.

-Guao, ¿Una fiesta? ¿Quieres que te ayude?

-Claro, porque no.

Nos dirigimos a mi habitación y deje que Sango se hiciera cargo de todo junto con Áyame. Mi maquillaje fue sencillo, un poco de polvo, una pintura clara de labios y sombra de ojos blanca. El vestido, era de gala, color verde escarchado, la parte inferior era doble, verde de fondo y encima de ese fondo la otra parte del vestido de color beige. La parte superior era un estraple, tenia en vez de mangas, dos tiras que caían en mis hombros y tenia unas figuras abstractas. Mi peinado consistía en varias separaciones, eran como círculos, unos 8 círculos y a Sango se le había ocurrido la idea de agregarle a mi cabello un poco de escarcha para que se viera mejor. Al estar lista me mire en el espejo; no creía lo que veía, esa no parecía yo, me veía muy hermosa vestida, maquillada y peinada de esa manera.

-Bueno –Dijo Sango- Esto es lo mejor que podemos hacer, quedaste muy hermosa –Se acerco a mi, tomo mis hombros vio mi reflejo en el espejo y sonrió- Ojala y llegues justamente como te deje –Cambio su cara dulce a una amenazadora.

-Jejeje, claro Sango, hare lo que pueda.

Áyame se acerco a nosotras y me dijo:

-Señorita, ya son las siete y media, su padre la debe de estar esperando abajo.

-¡Cierto! Ya me tengo que ir... Gracias Sango –Me acerque y le di un beso en la mejilla- Gracias Áyame –También le di un beso en la mejilla- Me voy, ¡adiós!

Tome mi bolso de mano y camine por los pasillos hasta llegar a las escaleras. Al estar en la planta baja, vi a el marques esperándome en la puerta para guiarme hasta el carruaje.

-Princesa Higurashi, su padre la espera en el carruaje real, por favor, déjeme guiarla hasta el mismo –Camino hacia las escaleras y me ofreció su mano.

-Por supuesto, gracias –Tome su mano, me acerco a el y tomo mi brazo, lo coloco cruzado con el suyo y me guio hasta el carruaje. Al estar frente a el, abrió la puerta, tome mi vestido lo levante un poco y subí las pequeñas escaleras.

Al estar adentro, mi padre se encontraba sentado del lado izquierdo, lo cual significaba que a mi me tocaba del lado derecho, me senté en mi lugar y el carruaje comenzó su ruta.

Durante la hora y media de viaje, mi padre lo único que me dijo fue que me veía hermosa y que el collar de la familia me hacia ver muchísimo mejor, del resto, el viaje transcurrió en silencio. Al estar en el Reino Colmillo, el carruaje se dirigió al palacio, yo me había puesto a observar por la ventana del carruaje, el reino. Era muy hermoso, todo estaba muy bien acomodado, lleno de gente humilde, un pueblo muy limpio, la gente caminaba por las calles pacíficamente y otras compraban sus alimentos. De repente el escenario cambio y todo se volvió lujoso, pude notar que habíamos llegado al palacio, el carruaje siguió su recorrido unos cuantos metros mas y después se detuvo, la puerta se abrió y mi padre bajo, me ofreció su mano y yo se la di, baje del carruaje, nos dieron la bienvenida y entramos al palacio.

Inuyasha

Ya estaba listo para salir, pero tenía que esperar a que mi padre diera el permiso para comenzar. Estaba parado al lado de Sesshomaru y tomado de la mano de Kikyo, viendo como el salón se llenaba de gente, pude notar que habían traído niños, así que advertí a los guardias de que estuvieran atentos.
Bostece y volví a observar el gran salón esperando con poder ver a alguien que lo iluminara, yo sabia muy bien a quien estaba esperando.

-Voy a bajar a socializar, no pienso quedarme aquí arriba viendo a la gente –Dijo Sesshomaru con un tono impaciente, lo observe como bajaba las escaleras apurado y sabia el porque.

Sesshomaru había estado enamorado de una campesina desde hace 2 años atrás, se llama Kagura, ella también estaba embobada con el y el día de hoy el quería pedirle su mano en matrimonio, por eso no quería ser Rey y después decía que yo era el niño inmaduro e imprudente...

-Sesshomaru esta muy apurado, ¿no crees, Inu? –Me preguntó Kikyo, la cual estaba recostada de mi hombro y aun tomada a mi brazo.

-Hmp –Fue lo único que le dije, ella sabia que respondía así cuando estaba aburrido.

-Oh... Inu, ¿estas aburrido?

-Si, ¿a que hora se supone que mi padre empezara la fiesta?

-Bueno, a mí me dijo que la comenzaría cuando como mínimo un 80% de los invitados se encontraran presentes.

-Hmp.

Seguí observando la puerta y pude notar algo, piel nívea, cabello color azabache casi por la cintura, mejillas de un ligero color rosado, vestido verde de gala, Kagome, había llegado con su padre y yo arriba sin ir a darle la bienvenida, pero, no podía bajar, estaba con Kikyo y si me veía con otra se molestaría, así que tendría que esperar a que comenzara la fiesta y se pusiera a conversar con las demás damas.
Pasó como media hora más y yo no dejaba de observar a Kagome, parecía un ciego que veía por primera vez en su vida un punto de luz, veía cada movimiento que daba, estaba sentada en una mesa privada bebiendo una copa de champan sola, ya que su padre se encontraba conversando con otros duques y reyes, quería bajar a acompañarla pero Kikyo no se creería ninguna excusa así que tendría que ser paciente y esperar. En ese momento mi padre apareció y comenzó a dar la bienvenida y a decirles a los invitados el motivo de la fiesta, Gracias a Dios.

Kagome

Estaba parada junto a miles de personas con mi copa en la mano, escuchando lo que el Rey Taisho decía, era realmente aburrido, estuvo unos 20 minutos explicando el porque de la invitación, hablo media hora de sus hijos y el futuro del reino. Después dio el permiso para comenzar la fiesta, di gracias a Dios y me fui a sentar otra vez, ¿Dónde estaba Inuyasha? De seguro estaba con su prometida... Disfrutando de la fiesta... Y yo como una tonta esperándolo sentada. Mi estomago profirió un ruido y yo me sonroje, no había comido nada antes de venir. De repente alguien toco mi hombro y yo voltee rápidamente con la esperanza de que fuera mi príncipe de ojos dorados, pero no, era una de las sirvientas que me observaba con una sonrisa, era una señora ya mayor, tenia una vestimenta típica de camareros, así que pensé que me preguntaría si quería algo.

-Muy buenas noches, princesa Higurashi –Me dijo amablemente, me asombre de que supiera mi nombre- Soy Kaede, una de las camareras, creo que usted tiene un poco de hambre, ¿verdad?

Me sonroje, había escuchado a mi estruendoso estomago pidiendo alimento, ¡Que vergüenza!

-Eh... jejeje, gracias señora Kaede, pero no –Le dije apenada.

-Vamos, señorita, no se avergüence, esta en su casa, puede venir a la cocina conmigo si quiere y le daré algo de comer, porque, la comida no se servirá hasta las diez y media –Me ofreció amablemente.

-Emm –Baje mi vista hacia mi reloj y vi que apenas eran las 8:45, así que me di por vencida y acepte- Esta bien, gracias.

-Muy bien, sígame.

Me levante de mi silla y seguí a la señora hasta la cocina.

Inuyasha

Tenia que aprovechar que había aparecido Yura a hablar con Kikyo, para buscar a Kagome, me encontraba caminando entre los invitados buscando la mesa en donde la había visto de lejos, pero cuando llegue, vi que no estaba, así que me pregunte en donde se podría haber metido, no me di por vencido y seguí buscando en la pista de baile y en la mesa de comida, incluso la busque por donde estaba su padre, pero, nada, no se encontraba en ningún lado, me decepcione, puede que se haya ido a su palacio... pensé, era posible, cualquiera se aburriría en una fiesta como esta, así que camine hacia la cocina del palacio para servirme un trago algo mas fuerte que la champan, pensaba en tomarme unos cuantos tragos de ron, siempre que me deprimía, bebía, al estar en las puertas de la cocina a punto de abrirlas, escuche unas risas, una de las risas se escuchaba un poco vieja, sin duda era Kaede, pero la otra era joven y se escuchaba llena de energía esta risa la había escuchado recientemente, Kagome pensé, se encontraba en la cocina con Kaede, abrí un poco la puerta y la vi sentada en la mesa de la cocina al lado de Kaede, las dos conversaban energéticamente y se reían.

Kaede en un momento se levanto de su asiento y le dijo a Kagome que tenia que servir la comida, que se iba a retirar, Kagome le dijo que se quedaría allí, esta era mi oportunidad, me quite de la puerta y me oculte detrás de una planta para que no me viera, Kaede se retiro por el pasillo que iba al salón principal y yo aproveche para entrar, vi a Kagome tomando un vaso con agua.

-Buenas –Dije mientras me acercaba a ella y esta se ahogo con el agua, dejo el vaso en la mesa e intento hablar.

-¿Inu-Yasha? –Dijo un poco entrecortada.

-Claro, ¿Quién mas? –Camine hacia la silla que se encontraba a su lado y me senté allí.

Kagome

-No lo se –Dije ya recuperando el tono- ¿No estabas con tu prometida, esa tal Kikyo?

-Si, pero esta conversando con una amiga, además yo quería verte a ti, no tienes idea de lo difícil que fue zafarme de ella.

-Mmm.

Fue lo único que dije y después observe el plato de comida ya vacio, el también hizo lo mismo.

-¿Habrá un día en el cual no te vea comiendo? –Dijo en tono de burla y tomo el plato y enarco una ceja.

-Jejeje, es que vine sin cenar y bueno... Kaede escucho a mi estruendoso estomago y me ofreció comida, así que no me negué.

-Kaede como siempre tan buena gente, podría tener a un preso en el palacio y ella va a querer mantenerlo como si fuera hijo suyo –Dejo el plato frente a el y lo solto.

-Jajaja, eso es bueno.

-¿Sabes? –Me dijo en tono dulce y me observo- Estas muy bonita.

-Gracias –Me sonroje levemente.

-¿Por qué te sonrojas? Es la verdad... –Entonces sin previo aviso, tomo mi rostro y me robo un beso, fue un beso muy dulce, comparado con el que nos habíamos dado esa mañana, después de un rato, nos tuvimos que separar por falta de aire.

-¿Por qué mejor no salimos? –Se levanto de su asiento y tomo mi mano.

-Claro –Dije y me levante.

Caminamos hacia el gran salón y al pasar un camarero con copas de champan Inuyasha tomo dos y me paso una.

-Gracias –Le dije cortésmente y la tome.

-No hay por que –Dijo mientras comenzaba a beber su copa.

Caminamos hasta una mesa cercana y nos sentamos allí, hablamos un buen rato hasta que terminamos en silencio los dos.

Inuyasha había estado preguntándome sobre mis amigos, pero se refería a “amigos” con derecho, el lo que hacia era burlarse de mí, por nunca haber tenido nada formal, la conversación iba muy bien hasta que vi que unos brazos pasaron por el cuello de Inuyasha y tomaron su rostro. Una chica de cabellos azabaches, piel nívea y de un vestido color rojo comenzó a besar a mi príncipe, lo cual me molestaba completamente, ¿Quién era esa? ¿Qué se creía? Yo solo espere quieta en mi silla a que se separaran, pero lo peor era que no se separaban y la cosa ya se estaba poniendo incomoda, desvié la vista hasta que escuche que terminaron

-Kikyo, no era necesario eso –Le dijo Inuyasha a la chica mientras la observaba.

-Es que te extrañe, Inu –Le dijo de manera triste.

¡¿Inu?! Le decía Inu... Con que... Esta era la supuesta prometida de Inuyasha, Kikyo, Que interesante...

Continuara...

Ojala y les haya gustado la conti u_u me esmere en hacerla, hasta luego! Comenten!

 

Re: Una Noticia Perturbadora [Cap.1] InuxKag

Holaa!! Bienvenidas sean: KagomexInu, Diana Vianey, Windmiko, LifeInu, ixk nuts y gracias amiga Jesireth por pasarte siempre!! ^^ Bueno, no me retrase mucho!! No coloque conti el sabado pasado por los examenes y trabajos u_u ultimamente mis profesores no se cansan de mandar trabajos -.-, pero esta semana puede que continue mas seguido ya que es la semana del colegio y practicamente no tengo clases!! WI!! xD Bueno u_u ya, me callo xD Aqui la conti!! Espero que les guste!!:​

Una Noticia Perturbadora [Cap.7]​

En el capitulo anterior:

Inuyasha había estado preguntándome sobre mis amigos, pero se refería a “amigos” con derecho, el lo que hacia era burlarse de mí, por nunca haber tenido nada formal, la conversación iba muy bien hasta que vi que unos brazos pasaron por el cuello de Inuyasha y tomaron su rostro. Una chica de cabellos azabaches, piel nívea y de un vestido color rojo comenzó a besar a mi príncipe, lo cual me molestaba completamente, ¿Quién era esa? ¿Qué se creía? Yo solo espere quieta en mi silla a que se separaran, pero lo peor era que no se separaban y la cosa ya se estaba poniendo incomoda, desvié la vista hasta que escuche que terminaron

-Kikyo, no era necesario eso –Le dijo Inuyasha a la chica mientras la observaba.

-Es que te extrañe, Inu –Le dijo de manera triste.

¡¿Inu?! Le decía Inu... Con que... Esta era la supuesta prometida de Inuyasha, Kikyo, Que interesante...

Capitulo #7:

-Kagome, ella es Kikyo, de la chica que te había hablado –Dijo mientras se zafaba del agarre de aquella chica con delicadeza y me señalaba con la mano.

-Oh, ¿con que estaban hablando de mi?, espero no haber interrumpido nada –Dijo amablemente.
-Pues si interrumpiste –Pensé- No, para nada –Dije- Por favor, siéntate con nosotros –Y le señale la silla a mi lado.
-Que bueno, ¿y? –Dijo mientras se sentaba en una silla al lado de Inuyasha, rechazando mi oferta y tomaba su brazo, como si estuviera tratando de decirme que el era de ella- ¿Qué decían sobre mi?

Espere a que Inuyasha respondiese.

-Que eres la mejor prometida del mundo –Dijo de manera empalagosa y la beso.

¡Que asco! Esto era realmente algo muy incomodo, y ¿Cómo era eso de que era la mejor prometida del mundo? ¡Si me había dicho hace poco que no la soportaba! Grandísimo imbécil, pensé, ¡era un casa fortunas y un mujeriego! Ya comprendía todo y no me dejaría llevar por gente como el, así que tome mi cartera de mano me levante con la copa en mano y camine hacia donde estaba mi padre, dándoles la espalda.

Note como había visto que me iba, pero Kikyo no lo soltaba, el se zafo y me siguió, al estar cerca de mi tomo mi mano y me dio la vuelta.

-¿Qué pasa? ¿Adonde vas? –Dijo agitadamente.

-¡Déjame! –Le grite mientras movía mi mano para zafarme- ¡No eres más que un mujeriego! Lo único que has estado buscando todo este tiempo conmigo ha sido pura diversión, ¿verdad?

-¡¿Qué?! ¡¿De que estas hablando?! Kagome, yo no quiero nada de eso contigo, por favor, ¿Qué te pasa?

-¡Tu sabes perfectamente que me pasa! ¡Déjame en paz! –Grite mientras seguía moviéndome desesperadamente.

-No, no te dejare ir.

En ese momento mis ojos se comenzaron a humedecer de pura rabia, entonces solté mi cartera de mano y le metí una cachetada con todo lo que pude, el se quedo quieto en su lugar, como si no pudiera creer lo que acababa de hacer y yo lo mire con los ojos llenos de lagrimas, me soltó y yo le tire la copa de champan en la cabeza.

-Esto es para que dejes de jugar conmigo, ¡Vete al diablo Inuyasha Taisho! –Me agache tome mi bolso y salí corriendo de ese lugar, ignorando al montón de espectadores que había, ya que todo había ocurrido en plena pista de baile.

Busque a mi padre y cuando lo encontré me acerque a el.

-Padre, disculpa la interrupción –Le dije haciéndole una reverencia.

-Para nada, hija, ¿Qué sucede? –Me dijo mientras le pedía a los demás reyes que aguardaran un momento.

-Mañana tengo clases y me encuentro muy cansada, ¿Puedo volver a palacio, sola?

-Por supuesto, no hay problema, ¿busco al marques para que te lleve? –Me ofreció amablemente.

-No es necesario, yo puedo ir, gracias padre, que pase buenas noches, cuando llegue a palacio, mandare el carruaje de vuelta.

-Muy bien, hija, Buenas noches y cuídate –Me dio un beso en la mejilla y yo camine hacia las puertas, siempre volteando para ver si Inuyasha venia tras de mi.

Cuando estuve frente al carruaje, subí y me dirigí a palacio, estuve en todo el camino pensando en Inuyasha, cosa que me molesto, ¡No quería pensar en el! ¡Me estaba utilizando pero aun así, lo seguía queriendo! Mis sentimientos eran una locura.

Al llegar a mi habitación, vi a Sango en mi cama, cosa que me extraño pero no me molesto.

-Hola Sango... –Dije y mi voz sonó apagada, camine hacia mi cama deje el bolso tirado en el suelo y me tire boca abajo en ella.

-¿Kagome? ¿Qué sucede? ¿Por qué esa cara? –Me dijo mientras me quitaba el vestido.

-No quiero hablar de eso... –Dije y me coloque la almohada en la cabeza.

-Vamos, Kagome, ¿Qué sucedió? ¿Y tu padre porque no esta contigo?

-Volví sola, no quería pasar más tiempo allí.

-Pero ¿Por qué? Que sucedió Kagome... –Dijo y supe por su tono de voz que no le gustaría la respuesta.

-Sango... –Empecé a sollozar- Me estaba utilizando... –Me quite la almohada de la cabeza y la mire con lagrimas en los ojos.

-¡¿Qué?! ¡¿Cómo que te estaba utilizando?!

-Si, Sango, el tiene prometida, y b-bueno, el antes me había dicho, q-que ella no era d-de su agrado, p-pero en el baile le dijo, q-que era la mejor prometida del mundo, ahí me d-di cuenta –Le dije entrecortadamente llorando sin parar.

-Ese tal Inuyasha las va a pagar por hacerte llorar... Maldito perro... –Dijo rabiosa- Pero amiga, ¡no tienes porque llorar por un hombre así! ¡Esa es gente que no vale la pena! Vamos, no llores –Se acerco a mi y comenzó a limpiar mis lagrimas con un pañuelo- Vamos a dormir y trata de olvidarlo.

Asentí con la cabeza, Sango ya me había quitado todo el vestido y solo traía mi ropa para dormir, había desatado las coletas que conformaban mi peinado y con el pañuelo que me limpio las lágrimas me quito el maquillaje, me limpie los dientes y me acosté a dormir. Sango era como una hermana mayor para mí, siempre era muy protectora y todas esas cosas, además de que yo la quería como tal.

Esa noche, soñé con la prometida de Inuyasha, soñé que ella me amenazaba, me decía que si no me alejaba de el, me mataría, y Inuyasha estaba a su lado escuchando todo pero no hacia nada, solo observaba como me amenazaba sin parar, dijo que llamaría a la pandilla mas homicida del pueblo y que con ellos me desaparecerían de la faz de la tierra. Comencé a hablar dormida, decía una y otra vez “no” y me movía desesperadamente en mi cama, hasta que con un movimiento brusco me golpee con algo en la cabeza, comencé a hacer gestos de dolor y al abrir los ojos note una bandeja de comida en mi cama y cuando mire mejor, Sango estaba a su lado.

-Sango, ¿Por qué pusiste la bandeja allí? –Dije mientras me sentaba en la cama y me tocaba el lugar en donde me había golpeado- Me saldrá un chichon.

-Disculpa, pero quien te manda a moverte tanto.

-Es que tuve un mal sueño –Deje de tocarme el golpe y tome un vaso de agua que se encontraba en la bandeja- Gracias por la comida, y esto ¿porque? –Comencé a beberlo.

-Solo... No quería que tuvieras que bajar a comer, así que te consiento y te traigo el desayuno a la cama
–Dijo y su forma de hablar me pareció extraña, deje de tomar agua y puse el vaso en la bandeja.

-¿Consentirme? Pero eso no es algo que tú harías...

-Es que... –No encontraba que decir.

-Sango... Dime que esta pasando haya abajo...

Dejo caer los hombros y suspiro.

-Esta bien, te digo, tu padre esta abajo, hablando con un Rey y no quiere que tu intervengas.

-¿Qué no intervenga? Y ¿Por qué?

-Es que... Bueno... Yo...

-Sango... Dime.

-Ash! Es que... ¡Es que te esta consiguiendo prometido! –Me dijo rápidamente y yo quede pasmada viéndola.

-¡¿Qué?! ¡¿Cómo que prometido?! ¡Pero porque! ¡Le pedí que no lo hiciera! ¡Tengo que ir a detenerlo antes de que me comprometa con alguien que yo no quiero!

Me levante corriendo de mi cama y comencé a quitarme la ropa de dormir y me coloque un vestido sencillo de seda muy parecido al azul solo que este era de manga larga y de color beige, me puse unas zapatillas de tacón bajo, me peine y salí de la habitación corriendo hacia las escaleras. Al estar en la planta baja corrí hacia el salón principal y no me tome la molestia de tocar la puerta, solo le pedí a los guardias que abrieran, al entrar divise a mi padre junto a un hombre de mediana edad con barba corta y cabello negro con algunas canas recogido en una coleta conversando con mi padre mientras estrechaban sus manos, en ese momento pensé ¡Maldición! ¡Llegue tarde! Mi padre volteo y me vio.

-¡Hija! ¡Que bueno que estas aquí! –Me dijo entusiasmado.

-Padre... ¿Cómo pudiste?

-Hija, ven acercate –Y Me hizo un movimiento en su mano para que me acercase.

-No, padre, ¡Te dije que no interfirieras! –Le grite molesta.

-Pe...

Salí corriendo del salón principal y no pude escuchar lo que me dijo, corrí y corrí, pase por el patio trasero y camine entre los arbustos del mismo, cuando me aleje de ellos llegue a una pradera inmensa, yo solo seguí corriendo, no sabia a donde ir, no quería ir a la cascada porque sino me encontraría con el y eso era justamente lo que menos quería en este momento, o al menos eso creía yo, ya que mi corazón pedía a gritos que fuera hacia allá pero mi mente me lo prohibía por completo. Seguí corriendo alrededor de 35 minutos. Mis pies no resistían mas, como quisiera que esa carrera fuera eterna, no tener que parar jamás y no tener que volver a ese palacio en donde solo había dolor y sufrimiento, hubo un momento en el que mi respiración se volvió mas agitada de lo normal y se escuchaba ahogada, no podía respirar bien y mis piernas temblaban, sentía como mis ojos se cerraban, pero estaba segura de que tendría fuerzas para continuar y alejarme lo suficiente como para no sentir mas dolor, corrí y corrí, pero no pude mas, mis piernas temblaron sin control y deje de respirar me parecía a un pez cuando lo sacaban del agua y lo dejaban por mucho tiempo afuera, mis parpados se cerraban y lo único que pude divisar por ultima vez fueron las patas de un caballo frente a mi y oír a alguien diciendo mi nombre, cerré mis ojos y quede fuera de mi por completo.

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Sentía calor, ¿Qué era esta calidez? Que yo recordara me había desmayado en plena pradera, era imposible que hubiera tal calidez en ella, al mover mis dedos pude sentir que no estaba sobre el césped, sino en una fina manta de seda, pero que... Abrí mis ojos lentamente y pude ver que estaba en una pequeña habitación de madera, Me senté en la cama y comencé a observar por todos lados, al ver hacia el piso y en frente de un caldero se encontraba un chico, sus ropas no eran de campesino, eran de la realeza, tenia el cabello largo de color negro y recogido por una coleta, su ropa consistía en colores oscuros era una camisa manga larga color negra y sus pantalones eran de un color rojo oscuro, el cuello de la camisa lo traía hacia arriba, parecido a como usa los cuellos de las camisas dracula.

-Emm, ¿Hola? –Dije temerosa.

-Oh, ya despertaste –El chico volteo y me observo, note que el chico era muy guapo, tenía los ojos azul celeste claro, tenia rasgos muy parecidos a los del hombre que se encontraba conversando con mi padre en el gran salón.

-Si... Eh... Disculpa, pero, ¿Quién eres tú? –Le pregunte.

No recordaba a este chico de ningún lado, no me parecía conocido.

-Oh, disculpa, no me e presentado, soy Kouga Woolf, gusto en conocerla princesa –Se levanto de su lugar se acerco a mi y estiro su brazo para que lo estrechara con el mío.

-El gusto es mío señor Woolf, soy la princesa Kagome Higurashi –Dije correspondiéndole.

-Me imagino que se preguntara que hace aquí –Dijo descifrando lo que acababa de pensar y sentándose al borde de la cama.

-Pues si, yo recuerdo que me encontraba en el enorme prado después del palacio corriendo y después del cansancio me desmaye, pero no recuerdo haber escuchado a un caballo galopando tras de mi.

-Bueno, yo si la seguí a caballo, pero no lo hice galopar muy rápido hasta que note que usted se detuvo y cayo al suelo.

Lo pensé un momento y realmente no me incomodo que este chico me hubiera estado siguiendo, además de que parecía ser una persona civilizada y dulce, aunque no debía de adelantarme a los hechos ya que nunca se sabe como puede ser alguien en realidad.

-Hmp, Gracias, no creo estar molesta por el hecho de que me estuviera siguiendo y agradezco que haya sido usted y no un ladrón.

-Entonces, suerte que fui yo y no un vándalo –Me dijo y en ese momento sonrió de una manera deslumbrante.

-Si –Dije correspondiendo su sonrisa.

Estuvimos un momento en silencio pero después el lo rompió.

-Y... ¿Qué tal si volvemos al palacio? –Se levanto de la cama y se me quedo observando.

-Si, deberíamos de volver, pero antes... ¿En donde estamos? –Dije mientras me sentaba en la cama.

-Pues estamos en una cabaña perteneciente a mi padre.

-Oh, y, ¿Quién es su padre?- Pregunte.

-¿No lo sabe? Es el Rey Woolf, venimos desde Italia, por petición de su padre –Se refiere al padre de Kagome- y por que el lo consideraba algo conveniente para mi futuro.

-¿Para su futuro? No entiendo...

-¿Qué tal si se lo explico de camino a palacio?

Después de eso, nos fuimos y durante el camino me comenzó a explicar porque estaba allí, pero seguía sin entender, le faltaba un detalle a su historia, sentía que no me estaba contando TODO.

Inuyasha

Estaba practicando esgrima con Sesshomaru, quería desahogarme peleando con alguien así que se lo pedí.

-¿Y? ¿Porque fue el espectáculo de anoche? –Pregunto, concentrado en intentar derribarme.

-Maldición, no lo se, pero me tortura ese recuerdo, así que mejor ni hables –Dije molesto, intentando derribarlo con un movimiento que me resulto muy torpe.

-Trata de evadirme mejor –Hizo una pausa- Soy tu hermano, puedes confiar, ¿Quién era esa? ¿No era la hija de Higurashi?

-Guao, si sabes –Dije de manera sarcástica- Si, era ella.

-¿Por qué te dijo eso? De “¡No eres más que un mujeriego! Lo único que has estado buscando todo este tiempo conmigo ha sido pura diversión, ¿verdad?”, No me digas que tuviste relaciones con ella...

-Bueno... en realidad

-¡¿Qué?! ¡¿Si lo hiciste?! –Dijo interrumpiéndome- ¡¿Estas loco?! ¡Apenas y nos estamos volviendo aliados y tú vas a tener relaciones con la hija del rey! ¡¿Acaso has perdido la cordura, Inuyasha?!

-¡Cállate! –Lo derribe- Nunca dije que las tuve, nada mas hemos hablado y nos hemos visto últimamente eso es todo

Se levanto lentamente y me observo amenazadoramente.

-¿Es cierto?

-Si, no me vengas con eso, aun no estoy completamente loco, como para hacer algo así.

-Eso espero… Si llegaras a cometer alguna estupidez nuestro padre se molestaría bastante.

-Si, claro, no seria nuevo, ya que vive molesto con todos.

Continuamos peleando por un rato mas, al final Sesshomaru me gano 4 a 2, normalmente siempre ganaba yo, pero como andaba distraído pensando en lo sucedido en la noche, me desconcentraba. Nos encontrábamos recogiendo todo cuando escuche una voz llamándome desde la puerta del salón.

-Inu, ven, ¿Qué tal si caminamos un rato?

-Kikyo, de verdad no estoy de humor, puede que mas tarde, voy a dar una vuelta solo –Me retire.

Kagome

El día fue realmente aburrido, no tuve clases ya que mi profesor Houyo salió del pueblo por problemas familiares, así que no vería clases durante dos semanas, lo cual me molestaba bastante porque así tendría más tiempo de pensar y era lo que menos quería hacer. Me pase el día con Kouga conversando y conociéndolo, era un chico muy agradable.

Esa noche, me encontraba en mi habitación ya con mi pijama puesta y peinando mi cabello, cuando escuche un ruido. Me levante y comencé a buscar de donde provenía.

-¿Quién esta allí? –Dije asustada.

De pronto se escucho el golpe de unos nudillos en mi ventana.

-Pero que...

Me acerque y corrí las cortinas, pude divisarlo... Inuyasha... Estaba justamente detrás del vidrio y parado en el pequeño balcón que era parte de mi habitación, lo mire asombrada, pude sentir como mi corazón comenzó a latir sin control, me miro de manera triste y me hizo un movimiento con las manos el cual me indicaba que abriera las puertas.

-No –Dije lo suficientemente alto como para que me escuchara.

-Por favor, Kagome... Tenemos que hablar –Cuando me hablo me sentí en el cielo, extrañaba su voz, sus ojos, su hermoso rostro...

-Hablar ¿de que?

-Por favor –Me pidió nuevamente.

No podía resistir verlo rogándome, me di por vencida y abrí la puerta. Camine un poco y lo mire a los ojos.

-Gracias –Dijo y sonrió.

-¿Qué quieres? ¿Qué haces aquí? –Dije fríamente.

-Vine para saber porque te molestaste anoche.

-Deberías saberlo, se lo dijiste muy claro.

-¿Se lo dije muy claro? –Me pregunto confuso, no sabia de lo que yo estaba hablando.

-Si, que era la mejor prometida del mundo –Dije molesta, cruce los bracos y desvié la mirada
Lo pensó durante un momento hasta que lo recordó.

-Kagome... No me digas que te creíste eso

Comencé a sentir como mis ojos se humedecían y mi respiración se volvía entrecortada.

-¿Qué querías que pensara? ¿Ah? Me habías dicho que no la querías, que la detestabas, que estabas cansado de ella y de repente ¡¿me vienes con eso?! –Le grite solté mis manos las torne puños y mis lagrimas comenzaron a salir de mis ojos sin control- Inuyasha, dime, ¿acaso me crees un juguete? Pues no, yo soy una mujer de respeto, no te creas que puedes venir hasta acá a decirme cosas bonitas para que caiga embobada en tus brazos.

Note como me observaba de manera confusa pero comprensible, así que continúe hablando.

-Yo no soy la misma inmadura de hace 5 años, ya tengo mas cordura, se lo que debo hacer y lo que no, se cuando cometo un error y cuando no, como... esto. Esto, Inuyasha, es un error, tú deberías de estar con tú prometida no aquí, y yo... debería de estar con mi prometido, así que porque no...

-¡¿Qué?! –Dijo interrumpiéndome, su cara cambio de comprensión a asombro-¡¿Prometido?! Kagome... Dime que eso no es cierto...

-¡Pues si! ¡Créelo! –Note como se ponía molesto poco a poco- Porque es así, estoy comprometida, así que mejor vet...

En ese momento me tomo del brazo, me acerco a el, me tomo por la cintura y me aprisiono, tomo mi rostro y me robo un beso desesperado, estaba pasmada, ¿Qué le pasaba? Cuando se quedo sin aire, me abrazo tomando mi cabeza y mi cintura para que no me escapara, se acerco a mi oído y me dijo.

-No lo permitiré, solo yo puedo poseerte, Kagome, solo yo.

No sabia que contestar, esas palabras fueron el cielo para mi, mis ojos se llenaron de mas lagrimas, volvió a tomar mi rostro y me volvió a besar, esta vez apasionadamente, intente volver a tener cordura y soltarme de el, pero mi cordura se fue a la basura, solo quería estar a su lado y no separarme jamás.
Al darse cuenta de que correspondía su beso, me soltó y tomo mi cintura con sus manos, yo alce mis brazos y los entrelace en su cuello, acercándolo más a mí, al quedarnos sin aire, paso a mi cuello y comenzó a besarlo, no podía contener los gemidos, después se acerco a mi oído, mordió el pómulo y me dijo.

-Kagome, esta noche, aquí, se mía.

Esas palabras me dejaron perpleja, yo, de Inuyasha, dios mío, que iba a hacer, se acerco nuevamente a mi cuello y comenzó a besarlo desesperadamente tratando de provocarme y así subía lentamente hacia mi boca, este hombre era un experto en todo, madre mía.

-Lo que quieras, lo que tu quieras –Dije aguantando un gemido.

Con un rápido movimiento tomo mis piernas y las entrelazo en su cintura, comenzó a moverse lentamente hasta q sentí como caímos en mi cama, tomo mi vestido y comenzó a subirlo un poco, yo imite el movimiento y comencé a desabotonar su camisa.

Continuara...

Fui muy corta nota? n_n xD No se vayan a molestar, las dejo con las ganas de mas ^^ Ojala y les haya gustado!! Esperen la conti para estos dias!! Les agradesco por leer mi fic!! Chau!! Cuidence!!