Long-fic Una decisión difícil de tomar (kikyoXinuyashaXkagome)

Una decisión difícil de tomar (kikyoXinuyashaXkagome)

Hola a todos los lectores.
Este es mi primer fanfic que lo estoy haciendo con la ayuda de una querida amiga mafer sussin, la historia comienza en este caso desde Inuyasha kanketsu hen, es algo triste, llena de nuevos descubrimientos y con muchos sentimientos difíciles de expresar, es decir este será un final alternativo para esta serie la cual es mi preferida. Bueno sin mas que decir les dejo con el prólogo.

Una decisión difícil de tomar​

Prólogo
Que sucedería si todo lo que alguna vez pensaste o te hicieron creer era falso, con un destino ya escrito en ti que no sabes como escapar de el o solo cumplirlo. Arriesgar la vida por tus seres amados, aunque eso implique ya no estar junto a esa persona especial de la cual te enamoraste.
Y todo esto causado por un fragmento de la perla shikon a pesar de eso ahora te encuentras en un sendero que tiene dos caminos; el primero olvidarlo todo y el segundo cumplir tu destino.
Es decir a pesar de tener decisiones difíciles de tomar siempre habrá una luz en tu camino que te ayudará y no te dejara sola en especial nunca te olvidará, a través del tiempo, así sean borrados todos sus recuerdos sobre ti por un deseo egoísta aunque a la vez todo por amor a un hanyou.
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Espero que les agrade esta historia y por favor dejen sus comentarios y criticas, buenas o malas ya que de los errores se aprenden.
De antemano les agradezco.

 

Re: Una decisión difícil de tomar (kikyoXinuyashaXkagome)

Capítulo 1. Un extraño sueño

En la era Sengoku, se encontraba un hanyou de cabello largo y plateado, con unos ojos color ámbar, discutiendo con una hermosa joven de cabellos azabaches y hermosos ojos chocolate. Mientras discutían, sus amigos, los veían con una expresión de -ya empezaron de nuevo-, y como no decirlo si discutían por cosas sin sentido; aunque esta vez había una buena razón para aquella discusión.
-¿Por que a cada rato quieres ir a tú época?-decía Inuyasha algo molesto. -Es que tengo que retirar la credencial, para dar los exámenes de ingreso a la preparatoria, personalmente-decía Kagome casi gritando. Pero Inuyasha no entendía el porque de la importancia del asunto.
-Bueno si tanto te interesa ir pues vete- pero debes volver pronto-decía Inuyasha un tanto inconforme- ya que no quiero perder más tiempo. -Esta bien me voy y prometo regresar lo más pronto que pueda- dijo Kagome más calmada.
Kagome saltó al pozo y desapareció, mientras se encontraba en el pozo se sintió un poco débil, pero después se le paso. ¿Por qué me estará sucediendo esto?, últimamente he sentido mi cuerpo muy débil-pensó ella.

Mientras en la era feudal, Inuyasha, Miroku, Sango y Shippo se encontraban descansando en la cabaña de la anciana Kaede. -Espero que esa niña tonta no se demore en sus cosas- dijo Inuyasha. -Vamos Inuyasha no es para tanto, debes entender a la señorita Kagome, ella también tiene cosas que hacer en su mundo-decía Miroku para apaciguar el mal humor del hanyou.
Ya por la noche, cuando todos se encontraban durmiendo dentro de la cabaña, Inuyasha vio las cazadoras de almas de Kikyo rondando cerca de allí, el hanyou decidió ir a encontrarse con la sacerdotisa.-Kikyo ¿que haces por aquí?- dijo Inuyasha al ver a la sacerdotisa.-Vine a verte Inuyasha- simplemente ella contesto. -Acaso necesitas de mi ayuda para algo-respondió el hanyou. –La verdad es que quería hacerte una pregunta muy importante para mí- dijo Kikyo con una expresión seria. -Bueno ¿de que se trata?-dijo Inuyasha.
-¿Qué pasaría si yo ahora estuviera viva y no fuera un cadáver?, es decir a pesar de que existiera Naraku y Kagome, ¿cuál sería tu decisión sobre mi?- dijo Kikyo un tanto ansiosa.
Inuyasha se quedo pasmado no sabia que responderle ante tal pregunta.-La verdad no lo se Kikyo, con tantas cosas que han sucedido no se que podría pasar-dijo el hanyou un poco nervioso.-Bueno es decir que ya no querrías estar junto a mi, como antes, hace cincuenta años- dijo Kikyo algo triste, como si eso no hubiera sido lo que quería escuchar.
-Tal ves esa es tu respuesta porque conociste a Kagome ¿cierto?- dijo la sacerdotisa. –Kagome- pensó Inuyasha. -Ojala nunca nos hubieran separado Inuyasha, así hubiéramos llevado una vida tranquila, quizás no, pero estaríamos juntos-dijo Kikyo con la voz quebrada
La secerdotisa, estaba por irse, triste, pero un brazo la detuvo. –Kikyo, a pesar de todo lo que nos ha sucedido, esa vez, hace cincuenta años, mientras nos encontrábamos en aquel río, todo lo que te dije era verdad, es decir mis sentimientos hacia ti-dijo Inuyasha finalmente.
Al escuchar eso Kikyo se acerco al rostro de Inuyasha y le dio un tierno beso, el cual él lo correspondió. Después la sacerdotisa se marcho sin antes decirle “Inuyasha veras que algún día estaremos juntos”, -como siempre debió ser- pensó la sacerdotisa mientras desaparecía ante los ojos de su amado Inuyasha. El hanyou quedo, desconcertado ante las últimas palabras que dijo Kikyo antes de marcharse de allí.

En una cama muy confortable se encontraba una chica descansando después de darse una ducha. –Hay que bien se siente estar en casa- decía Kagome muy contenta, -espero que Inuyasha ya no este molesto conmigo- pensó ella, -pero bueno es hora de ponerse a estudiar, debo aprovechar cada momento que este aquí en mi época para poder ingresar a la preparatoria con todas mis amigas del colegio-decía Kagome mientras se acomodaba en su escritorio.
Muchas horas después, Kagome vió su reloj y se dio cuenta que ya era muy tarde,-no puede ser ya es la media noche, tengo que acostarme a dormir, sino mañana no podré despertar- dijo ella un poco somnolienta. Kagome empezó a tener un sueño muy extraño, en la que una persona, a la cual no podía ver de quien se trataba, le decía que tenga cuidado, que su vida está en peligro, “tus almas están siendo……….”-dijo aquella voz. Pero no pudo terminar de escuchar porque, su despertador ya había sonado, sacándola de aquel extraño sueño.
-¿Qué habría sido ese extraño sueño?, se preguntaba ella muy confundida. –Kagome, hija, ya baja a desayunar, sino se te hará tarde otra ves, para ir al colegio; además debes pasar a retirar tu credencial, no lo olvides-dijo la madre de Kagome, -es cierto debo darme prisa- dijo ella un poco apurada,-ya voy mamá-.

Muy temprano por la mañana se veía a un hanyou un poco distraído, pensando en la noche anterior.-Buenos días Inuyasha, te despertaste muy temprano hoy, ¿acaso no pudiste dormir bien?- dijo Sango, -tal ves se debe a que ayer te viste con la señorita Kikyo, ¿cierto Inuyasha?-dijo Miroku con una cara pícara, -es cierto eso Inuyasha- dijeron al unísono Sango , Shippo y la anciana Kaede.-Si, yo lo vi cuando él fue detrás de las cazadoras de almas, de Kikyo- dijo Miroku.
Mientras esto sucedía, Kagome saltó al pozo con una gran mochila sobre su espalda.
-Hay ya no molesten, suficiente tengo con los reclamos que Kagome me hace, sobre el tema-dijo Inuyasha algo furioso. - ¿Qué reclamos te he hecho Inuyasha?- decía la chica mientras dejaba su mochila en el suelo, -Hay por fin hasta que regresaste, ya te habías tardado-dijo Inuyasha un poco nervioso queriendo cambiar el tema; -pero si solo he tardado un día, además no has contestado a mi pregunta-dijo la azabache molesta.-No era nada Kagome, mejor alístate que saldremos pronto de viaje-dijo el hanyou más calmado; -¿a que reclamos se estaría refiriendo?-pensó Kagome.
-Inuyasha iré primero al río, a llenar las botellas con agua para el viaje-le dijo la azabache. Cuando Kagome se encontraba en el río, empezó a recordar aquel extraño sueño que tuvo la noche anterior, -¿qué significará ese sueño? -pensó ella.
Algo se estaba acercando a Kagome sigilosamente, que no se podía distinguir de que o quién se trataba. Pero de pronto la chica se empezó a sentir extrañamente mal, era como si algo le estuvieran sacando de su cuerpo, ella se giró rápidamente porque sintió una presencia detrás de su espalda, pero al girarse no vio nada, mas que solo árboles.
-¿Por qué siento estas cosas extrañas de pronto, además me duele cada vez que sucede, que podría ser?-pensó Kagome, -debo averiguar porque me está sucediendo esto, quizás deba preguntarle a Kaede-dijo la azabache mientras se levantaba del suelo, pero ella sintió un dolor muy intenso en el pecho, sus ojos se cerraron levemente y cayó desmayada al piso.

Bueno lo dejo hasta ahí, quizás ponga la conti este viernes si tengo tiempo, espero que mas personas lean mi fanfic. Especiales agradecimientos a mi amiga mafer sussin que es la persona que me apoya en todo esto​

LiFeInu gracias por tu post y tomare en cuenta tus recomendaciones, espero que leas la conty de mi fanfic​

 

Re: Una decisión difícil de tomar (kikyoXinuyashaXkagome)

Muchas gracias por tus consejos LifeInu los tomare en cuenta y no te preocupes, la verdad es que cuando lo lei, tenias razon tenia muchos errores, pero espero que ahora hayan mejorado.


Este capitulo se lo dedico a KagomeG. Bueno sin mas que decir aquí el nuevo capitulo:


Capítulo 2. Un mensaje importante

-¿Qué sucedería con Kagome?, ya se tardo bastante-dijo el hanyou molesto,-lo mejor será ir a buscarla- pensó Inuyasha.


-Ya regreso- simplemente dijo él.


-Seguramente fue a buscar a la señorita Kagome- dijo Miroku.

–Es cierto, Kagome ya se ha tardado demasiado- dijo Sango.

Cuando Inuyasha llegó al lugar, se asustó al ver a Kagome tirada, cerca de la orilla del río. Luego él se acerco a ella, y la tomo entre sus brazos,al ver que ella no reaccionaba, empezó a sacudirla.


-Kagome despierta por favor, que te sucedió- dijo Inuyasha desesperado.


Pero ella no reaccionaba, entonces Inuyasha la llevo deprisa con la anciana Kaede, para que la atendiera.


-¡Kaede, Kaede!- gritaba el peliplateado.


-¿Qué sucede Inuyasha, porqué gritas así?- dijo la anciana preocupada.


-Encontre a Kagome desmayada cerca del río- dijo el hanyou finalmente.


-¡Kagome, kagome!- corría Shippo, al ver desmayada a la azabache.


–Pero que fue lo que le sucedió-dijo Sango alterada.


-No lo se, solo la encontré así, desmayada- dijo Inuyasha.


-¿Crees que haya sido algún monstruo?- dijo el monje, dirigiéndose a el hanyou.

Mientras Kagome se encontraba en ese estado, ella empezó a ver una sombra, la cual no distinguía de quien se trataba, pero escucho la misma voz de su sueño.


-Sacerdotisa-dijo aquella voz llamándola.


–Sientes tu cuerpo muy débil ¿cierto?-pregunto aquella voz.


-¿Quién eres?- pregunto Kagome ansiosa.

-¿Porqué te encuentras dentro de mis sueños?, si yo no te conozco- dijo la azabache.


-Es verdad, no me conoces, pero yo siempre he estado dentro de ti, pero no fue que vine aquí, para presentarme ante ti, la razón por la cual te hablo, es para darte un mensaje muy importante- dijo aquella voz calmada.


-¿Cuál es aquel mensaje?-dijo Kagome tranquila.


-Alguien está robando tus almas sacerdotisa- dijo aquella voz.


-¿Pero cómo, sucedió esto?- dijo Kagome alterada.


-No lo sé, pero se quien te lo puede decir, cerca de las aldeas de la región Norte, existe un árbol sabio, de magnolia de hace 2.000 años, quizás aquel árbol pueda saber la razón del porque, tus almas están siendo robadas de tu cuerpo- dijo aquella voz finalmente


-Es decir, que todo este dolor que he tenido últimamente, ha sido debido a esto- dijo Kagome triste ante la noticia


-Debes encontrarlo rápido, porque tu vida corre peligro, morirás si se llevan todas tus almas- dijo aquella voz, sonando preocupada.


-Morir, no puede ser- pensó la azabache.


Entonces en ese momento Kagome empezó a escuchar varias voces, que le decían que despierte, y otra voz que lloraba amargamente. Luego ella salió de aquel sueño y empezó a abrir sus ojos lentamente, al despertarse vio a todos sus amigos, que parecían estar muy preocupados por ella.


-Kagome ¿te encuentras bien?- dijo Inuyasha más calmado, al ver que ella por fin, había despertado.


-No se preocupen, me encuentro bien- dijo Kagome con una sonrisa.


- Pero ¿por qué entonces, te desmayastes?- dijo Sango preocupada.


-Bueno es que, de repente empecé a sentir un gran dolor en el pecho, tal vez esa fue la razón- dijo Kagome calmada. –Pero ya no se preocupen, en verdad me encuentro bien, es más, creo que ya deberíamos irnos de viaje- dijo ella muy entusiasmada.


- Esta bien Kagome, si tu lo dices- dijo Inuyasha, pero no completamente convencido.


En ese momento Kagome se acordó de aquel sueño que tuvo, mientras estaba desmayada, -debes encontrarlo rápido, porque tu vida corre peligro, morirás si se llevan todas tus almas-.


-Es verdad tengo que encontrar a aquel árbol sabio- pensó Kagome.


-Inuyasha- lo llamo Kagome.


-¿Qué sucede Kagome?- pregunto el hanyou preocupado.


-No, no se lo puedo contar, no quiero preocuparlo más de lo que esta-pensó Kagome, viendo los ojos de Inuyasha.


–Es que quería que me ayudaras a levantarme, porfavor- dijo ella un poco nerviosa, ya que nada más se le ocurrió.


-Claro Kagome-dijo el peliplateado, -acaso se puso nerviosa- pensó él.


Cuando ya estaban listos para marcharse.


-Inuyasha, puedes venir un momento aquí- dijo Kaede llamándolo.


-Está bien- dijo él, acercandose hacia la anciana.


-¿Para qué me llamaste?- pregunto Inuyasha.


-Quería pedirte que cuides de Kagome, esa muchacha me tiene preocupada, para que se haya desmayado debió haber tenido un dolor muy intenso, la verdad no creo que se encuentre bien del todo- dijo Kaede preocupada.


-Yo también pienso lo mismo, y no te preocupes que yo cuidare de ella- dijo Inuyasha firmemente, -además yo nunca permitiría que a ella le pasara algo grave- pensó el hanyou.


-Bueno entonces nos vamos anciana Kaede, cuídese mucho- dijo Kagome a lo lejos.


Durante el viaje, Kagome se puso a pensar si debía contarles a sus amigos, lo que le estaba sucediendo, pero a la vez ella no lo deseaba hacer porque no quería preocuparlos.


-No se si contarles, y que tal si aquel sueño fuera algo creado por mi mente, y todo eso fue producto de mi imaginación, pero si, sigo teniendo este dolor de repente, ¿cómo se lo explicaría a mis amigos?, además tengo miedo de morir- pensaba Kagome algo triste, mientras caminaba.


-Kagome ¿te sucede algo?, estas algo pensativa- pregunto Sango a su amiga


-No, no me sucede nada, solo pensaba en lo hermoso que es el atardecer- dijo Kagome alegremente.


Pero sus amigos no quedaron muy satisfechos ante la respuesta de esta, en especial Inuyasha.


-Es cierto ya es tarde, no será mejor encontrar un lugar en donde pasar la noche- sugirió Shippo.


-Tienes razón Shippo es mejor que encontremos un lugar en donde acampar- dijo Miroku.


Entonces todos se dirigieron hacia el bosque.


Ya era de noche y todos se encontraban alrededor de una gran fogata, esperando a
que los peces que habían pescado ya estuvieran listos.




Hasta ahí lo dejo, si me siguen apoyando, lo seguire haciendo, y publicaré el proximo capitulo el día miércoles.

 

Re: Una decisión difícil de tomar (kikyoXinuyashaXkagome)

Capítulo 3. Un encuentro no esperado

Después de merendar, todos ya se disponían a dormir, pero Kagome seguía inquieta con lo sucedido en este día.

-Kagome acaso no puedes dormir- dijo el hanyou, cerrado los ojos.

-La verdad es que, no tengo sueño- respondió ella, sentándose.

-Es mejor que duermas, sino, mañana no podrás despertarte rápido- dijo el
peliplateado, con un bostezo.

-Inuyasha, mañana podríamos dirigirnos, hacia las aldeas del norte- dijo Kagome, suplicando.

-Es que, he escuchado, que en aquella región, existe un árbol sabio, que
puede responder a tus dudas o preguntas, y yo quisiera ir para preguntarle, el porque de los dolores repentinos que tengo- dijo Kagome firmemente.

-Pero estas segura, que aquel árbol pueda decirte, lo que te sucede; además ¿quién te hablo acerca de ese árbol?- dijo Inuyasha un poco incrédulo.

-Bueno, es que, hemos viajado por tantos lugares, que ya no me acuerdo en que aldea lo escuche, pero recuerdo muy bien, el lugar que mencionaron y de su gran efectividad- dijo Kagome alentada.

-Esta bien Kagome, si tu lo dices, mañana nos dirigiremos a aquel lugar- dijo Inuyasha calmadamente.

-Gracias Inuyasha-dijo ella feliz.

-No solo vamos a ir a aquel lugar, porque tu me lo pediste, sino también, porque estoy muy preocupado por ti- dijo el hanyou, algo sonrojado.

Al escuchar eso, Kagome recostó su cabeza, en el hombro de Inuyasha, y él también hizo lo mismo, pero sobre la cabeza de la muchacha, y ambos cerraron los ojos, en aquella noche, llena de estrellas.

Ya en la mañana, Inuyasha despertó a todos, para ir rápido en dirección a las aldeas del norte.

-Hoy partiremos hacia la región del norte- dijo Inuyasha altivo.

-¿Por qué nos dirigimos hacia el Norte?-dijo curioso Miroku.

-Es que tenemos que encontrar, al árbol sabio, para que ayude a Kagome- dijo el hibrido.

-Es cierto eso Kagome, es decir por lo de tus desmayos repentinamente- dijo Sango sorprendida.

-Si- dijo simplemente la miko.

-Bueno, si es por el bien de la señorita Kagome, entonces hacia allá iremos-dijo Miroku alentado.

Todos se dirigieron hacia el Norte, con la esperanza de poder encontrar al árbol sabio, después de todo, de eso dependía la vida de Kagome, aunque los demás, no supieran aquello.

-En una media hora, de seguro llegaremos, a aquellas aldeas- dijo Shippo.

-Si, tienes razón, ya estamos muy cerca- dijo Sango, con una sonrisa.

Pero ellos no sabían con lo que se iban a topar más allá en el camino. El hanyou empezó a percibir un olor conocido, pero nada agradable por cierto, ya que se trataba de aquel ser ruin que deseaba apoderarse de la perla de Shikon.

-Inuyasha, acaso percibes algo- dijo Kagome preocupada.

-No puede ser, es el olor de ese maldito de Naraku- dijo el hibrido gruñendo.

-Cuidado- dijo Inuyasha a Kagome, mientras la retiraba de aquel lugar.

Naraku había lanzado sus tentáculos, como lanzas, hacia la miko, para lastimarla. Pero afortunadamente Inuyasha fue más rápido y logro salvarla a tiempo.

-¿Por qué te encuentras aquí Naraku?, acaso nos estabas siguiendo infeliz- dijo Inuyasha muy enojado.

-He venido a quitarles, el fragmento de la perla, que tiene aquella miko- dijo
Narku arrogantemente.

-Y tú crees que voy a dejar, que lastimes a Kagome, asi como asi- dijo Inuyasha gritando.

- Sango es mejor que te marches, a un lugar seguro con la señorita Kagome, mientras yo e Inuyasha nos encargamos de Naraku- dijo el monje.

-Esta bien, como usted diga su excelencia- dijo Sango, mientras iba por Kagome para irse de aquel lugar.

Pero en ese momento, cuando Inuyasha, se disponía a atacar a Naraku.

-Mira con quien me tope, por este lugar- dijo Naraku arrogantemente

Inuyasha no lo podía creer, lo que vio, entre los tentáculos de Naraku, se encontraba la hermosa Kikyo, parecía estar desmayada.

-Maldito, ¿Por qué tienes a Kikyo en tu poder?- dijo Inuyasha furioso.

- La muy tonta, quería enfrentarse a mí, ella sola, no puede hacer nada contra mí- reía aquel maldito.

Kagome, observaba aquella escena, y le daba mucha pena, ver a Kikyo así en ese estado, que decidió quedarse, por si algo se le ofreciera a Inuyasha, además de ayudar a aquella sacerdotisa.

-Es mejor que nos quedemos, Sango- dijo la azabache.

- Tienes razón Kagome debemos ayudarlos, en lo que podamos- dijo Sango.

-Suéltala ahora mismo maldito- ordenó Inuyasha furioso.

Pero Naraku solo reía arrogantemente.

-Si quieres que libere a Kikyo, tienes que entregarme el fragmento de la perla de shikon- ordenó Naraku.

-No entregaré el fragmento de Shikon a un ser tan despreciable, como tú- dijo Inuyasha.

-Bueno, si no lo haces me llevare a Kikyo- dijo Naraku enojado

-Es mejor que le entreguemos el fragmento de Shikon, Inuyasha, es por el bien de Kikyo- dijo Kagome preocupada por la sacerdotisa.

-Si quiero salvar a Kikyo, pero si le entregamos el fragmento de Shikon a Naraku estará más cerca de completar la perla de Shikon- pensó Inuyasha.

-No te preocupes Inuyasha, después recuperaremos el fragmento- dijo Kagome animándolo.

-Tienes razón, Kagome, lo importante ahora es salvar a Kikyo de ese maldto de Naraku- dijo Inuyasha más tranquilo.

-Entonces Inuyasha me entregarás el fragmento de Shikon- dijo finalmente Naraku.

-Si, te lo entregare, pero más te vale que ella se encuentre bien- dijo Inuyasha enojado.

En ese instante la sacerdotisa, Kikyo, despertó.

-Inuyasha- dijo debilmente la sacerdotisa, al abrir los ojos.

-Kikyo- dijo el hanyou desesperado.

-Por fin Kikyo, despertaste, espera Inuyasha, quiero que el fragmento de Shikon, me lo entregue Kagome, así no harás nada imprudente- dijo arrogantemente Naraku.

-Esta bien, yo te lo entregare- dijo Kagome.

-No, Kagome eso es muy peligroso, podría hacerte algo- dijo Inuyasha preocupado.

Pero Kagome no le hizo caso a Inuyasha y se acerco lentamente hacia Naraku. Pero lo que no se esperaban es que Naraku, al momento en que Kagome se acerco, él esparció una nube de veneno.



Gracias por sus post, eso me da ánimo para seguir escribiendo, ah por cierto, les pido perdón por la tardanza, es que he estado ocupada, por eso no tuve tiempo de publicar la conti, pero en recompensa a mis lectoras, les prometo que el proximo capitulo sera más largo, y lo publicare este viernes, en verdad esta vez no les fallaré.

 

Re: Una decisión difícil de tomar (kikyoXinuyashaXkagome)

Capítulo 4. Secuestro

-Cuidado- grito Inuyasha.

Pero Kagome, no lo escucho, porque ella se encontraba desmayada por el veneno. Inuyasha simplemente corría dentro de aquella nube de veneno, buscando a Kagome para sacarla de allí, ya que él sabía que ese veneno era letal para los humanos.

Sango se puso su mascarilla para no ser afectada por el veneno. Mientras Miroku se tapaba la nariz con la manga de su túnica. Shippo en cambio fue llevado lejos por Kirara.

Todo parecía estar empeorando, ya que Inuyasha no encontraba a Kagome, ni a Kikyo, y ya estaba cerca de caer la noche, hasta que por fin la nube de veneno se esparció, gracias a que el hanyou saco su espada, y utilizo su técnica VIENTO CORTANTE.

Pero lo único que pudo divisar, fue un cuerpo tirado en el suelo, él se acerco a ver de quien se trataba, y diviso que era la sacerdotisa.

-Kikyo te encuentras bien- dijo el hanyou, mientras la alzaba entre sus brazos.

Ella solo asintió, dando la señal de que se encontraba bien.

-Señorita Kagome ¿dónde se encuentra?- gritaba Miroku, buscándola al igual que Shippo y Sango.

-¿Acaso buscan a esta muchacha?- dijo Naraku con una sonrisa.

Era Kagome, quien se encontraba dentro de un campo de energía en forma circular, ella se encontraba inconciente. Y de Naraku sólo se podía escuchar su voz, seguramente se encontraba escondido por allí.

-Me llevare a Kagome, para contaminar su fragmento, y así arrebatárselo sin ningún peligro- dijo Naraku maliciosamente, mientras ella desaparecía ante los ojos de sus amigos.

- No te llevaras a Kagome, maldito Naraku- dijo Inuyasha mientras intentaba levantarse, pero no pudo hacerlo ya que Kikyo no se lo permitió.

-No vayas Inuyasha aquella imagen que vez de Kagome, no es verdadera, es solo una ilusión, su verdadera presencia ya está muy lejos de aquí- dijo Kikyo suplicante.

-¿Y si fuera en verdad Kagome?- dijo Inuyasha preocupado.

Pero la sacerdotisa solo hizo una señal de negación. Lo cual le quito la esperanza a Inuyasha. El hanyou se quedó viendo, como la ilusión de Kagome, atrapada en ese campo de energía desaparecía lentamente ante sus ojos, y él pudo divisar, como Kagome, abrió los ojos, lo miró y salieron lágrimas de su rostro al pronunciar su nombre.

Inuyasha sintió como si él, se hubiera equivocado de haber tomado esa decisión, es decir no haber intentado salvarla, a pesar de que se tratase de una “ilusión”.

-Tenemos que encontrar a Kagome, escuchaste Inuyasha- dijo Shippo alterado ante el secuestro de la azabache.

Pero el hanyou no reaccionaba, parecía estar en otra parte, en donde nadie absolutamente, nadie existía.

-Es verdad Inuyasha, es mejor que busquemos a Kagome- dijo la sacerdotisa con un tono frío.

-Lo siento decirlo muchachos, pero si notaron, ya es de noche, será muy difícil encontrar a Kagome en esta obscuridad- dijo Sango triste.

Parecía ser que aquel día terminaría con el secuestro de Kagome, y todos sin saber ¿cómo encontrarla?, además se veía a un hanyou, muy triste, ante lo sucedido aquel día.

En otro lugar, se encontraba a una bella joven, la cual tenía abierto sus ojos, pero parecía ser que no podía mover su cuerpo, y algo lejos de ella, se encontraba un despreciable monstruo, el cual se encontraba conversando con su “fiel” sirviente Hakudoshi, parecían que estaban tramando algo. Hasta que Hakudoshi se aceco a la muchacha.

-Así que estabas despierta Kagome, se que no puedes hablar, pero puedo escuchar tu mente, ahora mismo estas maldiciendo a Inuyasha, por no haberte salvado, ¿cierto?- dijo arrogantemente Hakudoshi.

-No eso no es verdad, yo nunca diría eso de Inuyasha, lo que quiero saber es ¿qué van a hacer conmigo?- pensó Kagome, con una expresión enojada.

-No te preocupes, si piensas que te vamos a matar, ya que todavía nos eres útil, lo único que queremos de ti, es tu poder de sacerdotisa, para destruir a esos tontos humanos y a ese estúpido hanyou- dijo Hakudoshi.

-Yo nunca haría daño a mis amigos- pensó ella.

-Dices, que ellos son tus amigos, pero ni se preocuparon por salvarte, recuerda, como Inuyasha prefirió cuidar de Kikyo en vez de salvarte de las manos de Naraku- dijo Hakudoshi, mientras observaba la expresión del rostro de la azabache.

Kagome parecía que estaba, acordándose de lo sucedido, y se dio cuenta de que Inuyasha, en verdad no hizo nada para intentar salvarla.

-Ahora lo recuerdas, ¿cierto?, eso te pone muy triste y sientes soledad- dijo Hakudoshi, al parecer seguro de lo que decía.

Kagome definitivamente no podía disimular lo que sentía en ese momento, se notaba en las facciones de su rostro, Hakudoshi tenía algo de razón acerca de sus sentimientos, pero a pesar de eso ella no odiaba a Inuyasha, la azabache sabía muy bien que el hanyou daría la vida por su amada Kikyo, quizás por eso él no la salvo, porque no quería exponer a la sacerdotisa, bueno esa quizás es la única, conclusión coherente que ella pudo sacar en ese momento tan angustiante para ella.

-A pesar de ello, no odias a ese tonto hanyou, pero deberías hacerlo, ya que a el no le importas para nada- dijo el albino fríamente.

-No eso no es verdad, Inuyasha siempre cuidará de mi, el me lo prometió y estoy segura que él vendrá por mi- pensó Kagome.

-Que niña mas tonta, creyendo en promesas que ese hanyou no podrá cumplir, ahora mismo cambiaras tú opinión acerca de eso- dijo Hakudoshi con una pequeña sonrisa maliciosa.

El albino le mostro un fragmento de Shikon a la muchacha, el fragmento se encontraba contaminado de maldad, su color era obscuro, Hakudoshi se acerco a Kagome hasta quedar en frente de su rostro.

-Con este fragmento contaminado, seguro ya no pensarás lo mismo de antes- dijo Hakudoshi.

Cuando el albino se disponía a poner el fragmento de Shikon en la frente de la azabache, de repente apareció una pequeña barrera alrededor de ella, por lo cual Hakudoshi no pudo introducir el fragmento, pero sucedió algo extraño, la barrera espiritual de ella empezó a hacerse más débil, hasta que desapareció por completo.

-Que sucede ¿acaso te estas quedando sin poderes espirituales?- dijo cinicamente Hakudoshi, mientras introducía el fragmento en la frente de la muchacha.

-No puede ser, ¿por qué desapareció la barrera?- pensó la azabache angustiada.

-Kagome, sucedió es, porque has perdido muchas almas- dijo aquella voz de sus sueños.

Pero eso fue lo último que escucho, ya que ahora su mente se encontraba perdida, ella sentía estar cayendo por un abismo, de donde no podía salir y lo único que escuchaba era la voz perversa de Naraku, la cual le decía que debía olvidar a todos sus amigos, así como ellos lo hicieron con ella.

-Ódialos, olvídalos, tu tienes que obedecer todas mis órdenes, solo así ya no te sentirás sola-decía aquel monstruo despreciable.

Kagome sentía mucho dolor en su cabeza, era como si estuvieran llevándose todos sus recuerdos, y lo único que recordaba era la voz de Naraku, y todo lo que le decía.

-Olvidar a quien- fue lo que pensó Kagome después de aquel trance.

Ya se podía observar claramente como el sol salía por el alto de las montañas. Un hanyou muy preocupado y angustiado, observaba el sol, con la esperanza de poder recatar a Kagome de las manos de Naraku.

-No te preocupes Inuyasha, ya veras que encontraremos a Kagome- dijo Sango intentando reanimar al hanyou.

-Naraku no debe de encontrarse lejos de aquí- dijo la voz fría de la sacerdotisa.

-Gracias por quedarse con nosotros, señorita Kikyo, para ayudarnos a encontrar a nuestra amiga Kagome- dijo Miroku a la sacerdotisa.

-Espérame Kagome, te aseguro que te salvare de ese maldito- pensó Inuyasha, mientras empezó a correr en busca de el aroma de la azabache.

Mientras esto sucedía, Naraku ordenó a Kagura que buscara algo de ropa para Kagome, ya que no podía exponerse a que el hanyou encontrara su guarida, por el aroma de la azabache, y poniéndole otra ropa de seguro se perdería su esencia.

Una muchacha se encontraba en el suelo, parecía estar desmayada, pero algo la despertó bruscamente, ella abrió los ojos y se sentía algo extraña.

-Hasta que despertaste, toma ponte esto, y apúrate que Naraku te espera, para darte algunas órdenes- dijo Kagura algo molesta.

-¿Quién eres tú?- dijo la azabache confundida.

-En verdad no me recuerdas- dijo Kagura con cinismo.

-Ahora que lo recuerdo, Naraku menciono que le habían borrado sus recuerdos para poder controlarla- pensó Kagura, mientras miraba a Kagome.


Muchas gracias, KagomeG y Miko Kagome, por sus post, perdón por la demora, pero es que en mi colegio, los chicos de quinto curso debemos hacer ayuda comunitaria (pasantias), por lo que estoy muy ocupada (estoy trabajando en una guardería) y eso me deja muy cansada, que ni tiempo tengo de pasarme por aqui asi que el próximo capítulo no se cuando lo pueda publicar pero espero hacerlo pronto, no se preocupen que lo seguire haciendo, claro que con su apoyo, en especial de las antes mencionadas. Nos estamos leyendo, chaitos...