Colección Let us sing of a hollow victory [Multirol | Terminado]

Título: Curses.
Fandom: Pokémon Rol Championship.
Personajes: Emily Hodges.
Palabras: 415
Summary: "Emily, recoge tus cosas de la casa de Lienzo antes del viernes, al fin la hemos vendido."

I. Curses
​

“Emily, recoge tus cosas de la casa de Lienzo antes del viernes, al fin la hemos vendido.”

Las palabras de su madre retumbaron en su cabeza cuando finalmente consiguió abrir la puerta del lugar. El polvo se levantó con fuerza y la chica no pude evitar estornudar un par de veces hasta que finalmente su nariz se acostumbró.

¿Cuánto tiempo llevaban sin pisar esa casa? ¿Tres años? ¿Cuatro? Su madre, Nathan y Alice se habían mudado hacía ya un tiempo a Témpera, a una casa más pequeña pero más céntrica; habían pasado ya dos años desde que Emily había entrado por última vez ahí.

No recordaba con exactitud cuánto tiempo había pasado desde que su vida se derrumbó por completo, pero los recuerdos la azotaron de nuevo nada más introducirse en el lugar.

La única habitación que quedaba intacta era la suya, se habían llevado todo lo demás. El lugar era frío pero, de alguna extraña manera, se sentía cálido para Emily.

Pensó que nunca venderían la casa. Que su madre, por mucho que se hiciese la dura, tampoco sería capaz de deshacerse de aquellos recuerdos… pero se hacía mayor y ya no podía soportarlo más, ¿verdad? El peso de los muertos.

Emily pensó que lloraría, que no sería capaz de entrar y recoger sus pertenencias. Sin embargo, se encontraba en paz, en una extraña tranquilidad que le permitió recorrer todas las habitaciones en serenidad.

Ninguna lágrima amenazó con visitar sus ojos. ¿Era aquello a lo que se referían con madurar? Quizás Ian tenía razón, ya no era la niña llorona del principio.

La verdad era que… una vez logró visitar el cementerio para poder despedirse de verdad de su padre y su hermano, sintió como una gran losa desapareció de su corazón y todo se hizo más liviano, más sencillo.

Después de tanto tiempo, había superado su muerte, así que sus recuerdos solo la llenaban de calidez, igual que aquella casa que la había visto crecer.

Pero aquella casa ya no era su hogar, y comprendía a la perfección a su madre. Mientras recogía algunas de las cosas que tuviesen más valor sentimental para ella lo entendió. Entendió que los recuerdos siempre estarían en su corazón, o en aquellos pequeños objetos que escondían una historia detrás, y que aquella casa era solo un edificio más, un peso para ellas que era mejor dejar atrás.

Al fin y al cabo, sabía que Fred y su padre hubiesen querido eso para ellas: que siguiesen hacia delante.

 

Título: Blood in water.
Fandom: Danganronpa: La Isla de la Desesperación.
Personajes: Alethea Ethans, Evangeline Jones.
Palabras: 211
Summary: "Todo se había vuelto rojo delante de sus propios ojos."

II. Blood in water
​

Rojo.

Todo se había vuelto rojo delante de sus propios ojos.

Los mechones carmesí se camuflaban a la perfección con el charco de sangre que había debajo de ella. Sus ojos habían perdido todo brillo, pero seguían siendo jodidamente rojos, con aquella lágrima solitaria por su mejilla.

¿Qué demonios has hecho, Alethea?

—No… —murmuró, llevándose las manos al cabello, comenzando a tirar de él—. No… yo no quería… no… esto no…

¿Qué demonios has hecho, Alethea?

En ese momento la sintió. La sintió por todo su cuerpo, llenando cada poro de su piel, haciéndola hiperventilar.

La desesperación.

Lo había conseguido. Aquella isla había logrado desesperarla.

Y comenzó a reír, aunque sus ojos se habían llenado de lágrimas. Había matado a Evangeline, y ya no había vuelta atrás.

Tenía que deshacerse de ese rojo y salir de ahí. ¿Cómo no se le había ocurrido antes? ¿Para qué convivir y colaborar si podía salir de ahí?

¿Por qué no lo había hecho antes? Matar a alguien.

Con una sonrisa siniestra empujó el cuerpo de la chica, hasta hacerlo caer en el agua de la piscina.

Y el rojo se deshizo en el agua.

¿Qué demonios has hecho, Alethea?

He matado a alguien.

Rojo. Desesperación.

Y no voy a dejar que me pillen.

Contenido oculto

Lo siento Liza, no es nada personal, he escogido a Evangeline porque tenía el pelo rojo y me pegaba para el aesthetic (?) Y objetivamente a Ren no podría matarlo (?

 

Título: Mystic.
Fandom: Gakkou Roleplay.
Personajes: Alisha Welsh, Katrina Akaisa | Mención a Joey Wickham.
Palabras: 735
Summary: "Posiblemente Alisha nunca se había sentido tan feliz de escuchar aquella voz, claramente encabronada."
N/A: So ya deberiaís imaginarlo por los personajes pero bueno, lo aclaro, lenguaje bastante soez y es un poco picantillo (?)

III. Mystic​

Alisha seguía sin comprender porque demonios seguía volviendo a Estados Unidos cada verano si siempre acababa aburriéndose hasta la muerte.

Ah, ya. Sus padres seguían sin fiarse de ella, aun después de cinco años. Aunque no podía culparlos, al fin y al cabo tenían razón. Sus mentiras podían ser muy convincentes pero no dejaba de ser eso: mentiras.

¿Qué más daba, de todas formas? Todos en esa casa eran unos mentirosos. Su padre no quería tenerla ahí tampoco, estaba segura que tenía más ganas que ella de que cumpliese los dieciocho. Y su madre lo sabía todo, por supuesto, porque ella había usado trucos similares cuando tenía su edad pero nunca decía nada.

Así que le tocaba aguantar un mes completo, encerrada en aquella casa y sin nada divertido que hacer porque tenía que seguir con la farsa.

Al menos sus padres no estaban mucho por casa, así podía ahorrarse conversaciones innecesarias sobre lo bien que le iba en la escuela y con su novio.

Tirada en la cama como estaba, con los pies subidos a la pared y la cabeza colgando del borde, alcanzó el móvil que había dejado a su lado y marcó el número de Joey.

—Vamos, responde, cariño…

Pero por mucho que lo pidiese, nadie contestó la llamada y después de casi un minuto, acabó por colgar con un suspiro de hartazgo. Chasqueó la lengua al comprobar la hora que había en Japón.

Seguramente el chico estaría tirado en un sofá, borracho y fumado, si no estaba haciendo otra clase de cosas, claro.

Miró el móvil durante unos segundos, con la información de otro contacto en la pantalla, con la cabeza ladeada.

Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, ¿eh?

—Gringa, ¿eres tan estúpida cómo para no saber que aquí son las cinco de la madrugada?

Posiblemente Alisha nunca se había sentido tan feliz de escuchar aquella voz, claramente encabronada.

—¿Qué pasa? ¿Acaso te he interrumpido mientras te comías alguna polla?

Una risa ronca se escuchó a través del teléfono.

—Idiota, las pollas me las como a las tres.

—Oh, vaya, mea culpa entonces~

El silencio se extendió entonces en la llamada, pero Alisha podría jurar que escuchaba el cigarrillo que debía estar fumándose.

Qué envidia.

>>Estás de buen humor —acabó por decir, sin pensar realmente sus palabras.

Katrina, ¿de buen humor? Bueno, le había respondido a la llamada así que por lo menos algo debía estarlo.

—Dudo que me hayas llamado para decirme eso. ¿No hay ningún americano al que te puedas tirar en lugar de llamarme?

Alisha soltó una risa, sarcástica.

—Oh, no, hay muchos. Pero aquí tengo que fingir ser una niña buena si quiero volver a pisar Japón —y aquello último lo dijo con un fingido tono inocente.

Alisha, de nuevo, pudo imaginarse a la perfección como la morena se encogía de hombros mientras tiraba la colilla por la ventana y escuchó a la perfección sus pasos dirigiéndose hacia la cama.

>>¿Qué llevas puesto?

Otra risa ronca, incluso divertida.

—Eso no suena como una niña buena, Ali-chan~

Katrina no parecía sorprendida por las intenciones de Alisha, más bien parecía que estaba esperando a que las dejase ver de una vez. Su tono de voz había sido bastante provocativo, de hecho.

—Uhm… ¿puede ser mi premio por haberme portado bien hasta ahora? Por favor, Katrina…

Hubo algo, entonces, en el tono casi suplicante que había adquirido la rubia que hizo a Katrina aceptar su propuesta.

De todas formas, ella tampoco tenía nada mejor que hacer.

—Pues hace un calor del demonio así que solo llevo unas bragas. ¿Quieres verlo?

El rostro de Alisha se iluminó al escuchar la respuesta de Katrina y rápidamente se incorporó en la cama, murmurando un “mhm” emocionado.

Katrina no pudo esconder la sonrisa victoriosa que se había plasmado en sus labios mientras colgaba para volver a llamarla, en aquella ocasión por video llamada.

No tuvo ningún pudor en enseñarle que, efectivamente, lo único que tapaba su cuerpo era un pequeño trozo de tela negro en su parte más íntima en cuanto descolgó.

Debía haberle dicho verdad sobre haberse portado bien porque casi podía notar su excitación a través de la pantalla, tan solo con eso.

>>Quítate la ropa.

Su tono de voz fue autoritario, aunque había un ligero ronroneo que no podía esconder. Alisha asintió con la cabeza sin poder ocultar su emoción para rápidamente obedecer segundos después.

Al fin un poco de diversión, joder.

 

Título: Girlfriend.
Fandom: Gakkou Roleplay.
Personajes: Joey Wickham, Emily Hodges.
Palabras: 723
Summary: "Había descubierto un lado suyo que no conocía y había decidido aceptarlo, porque en aquellos dos días se había divertido más que en toda su vida."
N/A: Sorprendentemente, he conseguido mantenerlo bastante low-key (?)

IV. Girlfriend​

Emily se estaba quedando prácticamente dormida en la camilla de la enfermería cuando escuchó la notificación de su móvil, sacándola por completo del estado de somnolencia.

Con un gruñido de queja cogió el aparato y comprobó que el sonido había sido por un mensaje. En cuanto lo abrió, con genuina curiosidad, una ligera sonrisa se asomó en sus labios.

“¿Con resaca, linda?”

No tenía el número registrado aún pero no le hizo falta preguntar para saber de quién se trataba.

“Me va a explotar la cabeza”

La marca de haber leído el mensaje no tardó en aparecer, pero lo siguiente que recibió Emily no fue un mensaje de respuesta sino el aviso de que ese mismo número la estaba llamando.

Tenía que estar loca para responderle después de lo que había ocurrido la noche anterior.

—Lo mejor para la resaca es beber mucha agua. Espero que te estés hidratando, preciosa~

Estaba loca.

—¿Eh~? ¿En serio? No lo sabía. Gracias por el consejo, senpai~

La risa risueña del chico le sacó una sonrisa a ella también y poco después comenzó a jugar con el borde de su falda, algo nerviosa.

—¿Sabes dónde está el club de fotografía? Si estás sola puedes venir a verme.

Y ahí estaban de nuevo, las verdaderas intenciones de aquella llamada. Y ahí estaba ella, cayendo en la tentación de nuevo.

—Claro.

Como un conejillo que va conscientemente a las fauces del lobo.

* * *
​

Tardó unos minutos en llegar a la sala. Hacerle subir dos pisos con aquel dolor de cabeza tenía que ser un delito de algún estilo.

Al menos se encontró con un silencio tranquilizador al entrar en la habitación, pues el ruido de los alumnos del patio y la cafetería quedaban ya lejos de aquel piso.

—¿Senpai?

La cabeza de Joey asomó entonces por un costado, asustando ligeramente a la chica y provocándole una risa divertida al causante del susto.

En cuanto se tranquilizó siguió al chico a una sala de la que no se había percatado antes. Mientras el chico cerraba la puerta detrás de ella, Emily se quedó impresionada por el aspecto del lugar.

—¿Nunca has estado en un cuarto oscuro?

El susurró cerca de su oído le provocó un escalofrío, pero al menos fue capaz de negar levemente con la cabeza.

Joey sonrió satisfecho, alejándose para volver a la zona dónde había dejado unas fotos revelándose.

>>Pues aquí es dónde la magia ocurre —explicó, entre risas—. No creo que te interese el proceso completo, aunque puedo responder todas tus dudas, Emi-chan~

Pero no recibió ninguna duda. De hecho, Joey solo pudo saber que Emily seguía ahí por el sonido de su respiración, porque no había hecho ningún sonido.

Se giró, con la ceja alzada, y se encontró a la chica admirando, casi con la boca abierta, las fotos que había colgadas para secar.

—¿Las has hecho tú? —preguntó al final, en un susurro, sin apartar la vista de las mismas—. Son muy bonitas.

El chico se acercó de nuevo a su posición, recuperando su eterna sonrisa coqueta, y llevó un mechón de pelo de la chica tras su oreja.

—Gracias~ Podría hacerte unas fotos muy bonitas a ti también, si quisieses…

Otro escalofrío recorrió su espalda y giró la cabeza, al fin, para encontrarse al chico pegado a ella.

Otra vez.

Ni siquiera se había dado cuenta de cuando su brazo había atrapado su cintura, acorralándola.

—¿Hm? Pero yo no sé posar…

Otra de aquellas risas risueñas.

—No hace falta. Cuánto más naturales, mejor.

Joey llevó su mano libre a la mejilla de la chica, apartándole unos mechones rebeldes que se le habían pegado a la piel.

>>Hey, ¿sabes qué más es bueno para la resaca?

Emily negó con la cabeza, viendo como una nueva sonrisa se dibujaba en sus labios. La sonrisa de un lobo que está a punto de comerse al conejillo.

No dijo nada más, simplemente acortó la distancia entre ambos hasta que finalmente sus labios se unieron.

Emily simplemente se dejó llevar de nuevo.

En aquella ocasión no tenía alcohol al que culpar, pero siendo sincera conmigo misma, siempre supo que el mismo no había tenido nada que ver con sus acciones.

Había descubierto un lado suyo que no conocía y había decidido aceptarlo, porque en aquellos dos días se había divertido más que en toda su vida.

 

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Well babes, muchas gracias por los comentarios, you are the bestest <3

Título: Going to hell.
Fandom: Gakkou Roleplay.
Personajes: Alisha Welsh, Joey Wickham, Konoe Suzumiya | Mención a Katrina Akaisa.
Palabras: 762
Summary: "Puede que el infierno tuviese un sitio reservado para Katrina Akaisa, pero si tenía que ser sincera, Alisha sabía que tampoco se quedaba muy atrás."
N/A: Ya, es super late y ya no va a contar pero 1. no iba a romper mi aesthetic y 2. no iba a quedarme sin escribir este mess claramente inspirado en skins porque me lo ando viendo de nuevo (?) | So mención a drogas y sexo bc we know these bitches don't we?

V. Going to hell
​

Puede que el infierno tuviese un sitio reservado para Katrina Akaisa, pero si tenía que ser sincera, Alisha sabía que tampoco se quedaba muy atrás.

Aquella noche solo serviría para confirmar su plaza.

—Joey, dime que has conseguido lo que te pedí, por favor~

—But of course, lo mejor de lo mejor para mi princesa.

—Voy a simplemente ignorarte porque te has portado bien.

Las carcajadas no tardaron en apoderarse del par, opacando incluso a la música que amenazaba con hacer explotar el club en cualquier momento.

La rubia miró entonces, expectante, al chico mientras sacaba algo de sus bolsillos. Una pequeña bolsa de plástico con unas cuantas pastillas en su interior.

Dios sabría cuánto dinero se había gastado Joey en aquella ínfima cantidad de píldoras.

El moreno sacó una de las pastillas y miró con una sonrisa sugerente a la joven, acercando después sus dedos a sus propios labios, colocando la droga sobre su lengua. Alisha comprendió el mensaje y se acercó, rodeando su cuello con sus brazos, para quitarle la píldora con su propia boca, besándolo después.

Mientras ella se ayudaba de la cerveza para tragar la pastilla, Joey se tomó una él mismo mientras imitaba sus pasos.

Se adentraron finalmente en el club, a la espera de que la droga hiciese su efecto.

Y cuando lo hizo… Dios, debía estar prohibido sentirse tan bien.

Estaban bailando en la pista cuando la chica sintió aquella repentina euforia, aquella sensación de andar por las nubes cuando en realidad estaba en lo más profundo del infierno.

Se giró y volvió a besar a Joey, de manera casi desesperada. Necesitaba tener sexo con aquella sensación, tenía que ser una jodida maravilla.

—¿Todo bien, Ali-chan?

La voz del inglés tan cerca de su oído le saco un gemido traicionero.

—Fucking fantastic.

Antes de darse cuenta, ya estaban en uno de los cubículos de los baños.

* * *
​

El aire frío de la noche le resultó especialmente refrescante después de lograr escapar del bullicio del club.

“Voy a salir un rato. No te preocupes, estaré bien.”

Eso le había escrito a Joey en un mensaje, siendo incapaz de encontrarlo de nuevo después de haber salido de su pequeña burbuja de placer. Sabía que si no la encontraba después de un rato se iba a preocupar, así que prefería ahorrarse eso.

Mientras fumaba un cigarro de algo que definitivamente no era tabaco, sus pasos la guiaron casi sin pensarlo delante de la puerta de una casa que le era ya demasiado conocida.

Familia Suzumiya.

¿Qué mierdas pretendía yendo ahí jodidamente drogada? Ni ella lo sabía a decir verdad.

Se giró sobre sus talones, dispuesta a irse, cuando escuchó la puerta de la casa abrirse.

—¿Alisha…san?

Mierda.

—Buenas noches, Konoe.

El cigarrillo se consumió entre sus dedos y el silencio se apoderó de ellas.

—¿Quieres pasar?

—Mhm.

Dio una última calada al cigarro antes de tirarlo al suelo, apagándolo, para finalmente entrar en la casa. Siguió a Konoe hasta su habitación, en silencio.

Había estado ahí bastantes veces pero de repente se le antojó extraña, como si nunca la hubiese visto de verdad.

—¿Sucede algo?

—Querías que te tocara, ¿verdad?

La pregunta fue tan anticlimática que la japonesa ni siquiera reaccionó, no hasta que Alisha se giró y la miró directamente a los ojos. Entonces sintió todo su rostro enrojecer de nuevo, los nervios asolándola.

—S-sí, pero…

—Pero nada.

La estadounidense la agarró entonces de la muñeca y tiró de ella hasta tumbarla en la cama, colocándose encima de ella.

Podía hacer como que nada había pasado, que aquella confesión de Konoe en el invernadero no la había afectado y que la posterior tensión le era indiferente. Podía fingir todo eso, sí, pero hasta Wickham se había dado cuenta que Alisha se había vuelto mucho más arriesgada en las fiestas desde aquella noche.

Cómo si ya no le importase nada, como si quisiese emborracharse y drogarse aún más para escapar de todo.

Konoe parecía algo asustada, asustada por no comprender a que se debía aquel cambio de actitud, pero su cuerpo era demasiado honesto y no era capaz de liberarse del agarre de la otra.

No quería.

Y a Alisha parecía no importarle en ese momento que todo eso estuviese en contra de lo que había dicho.

No quería tener sexo con ella porque no iba a significar nada y a la vez iba a significar todo. Pero ahí estaba, bajando el tirante de su pijama para dejar besos y mordiscos por su hombro.

Para echarle un polvo.

Para asegurarse su querida plaza junto a Satán y Katrina.

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No toméis drogas bebés, son malas para la salud, solo buenas para el aesthetic (?)

 

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I just love you too much shishi-chan <3

Título: Let me down slowly.
Fandom: Gakkou Roleplay.
Personajes: Emily Hodges, Katrina Akaisa, Morgan O'Connor.
Palabras: 677
Summary: "Emily se sentía como una jodida estúpida."
N/A: well now, i know, apenas hemos visto dos posts de morgan but IDC anyways, perdón por le posible ooc que vaya a hacer(?)

VI. Let me down slowly​

Emily se sentía como una jodida estúpida.

Sabía desde el principio que Katrina solo quería una cosa de ella y que no era en absoluto la única de la que lo conseguía. ¿Entonces por qué sentía aquellas ganas de llorar?

Ah, sí, porque era una estúpida.

Se arrepentía tremendamente de haber decidido subir a la Azotea. ¿Qué pretendía, de todas formas? No solía ir a los sitios que Katrina frecuentaba si ella no la llamaba, ¿así que por qué había sido tan idiota de ir?

Bajó las escaleras hasta el tercer piso y se dirigió hacia una de las aulas del mismo. La 3-1, la clase de Joey y Alisha.

No esperaba encontrarse a nadie ahí, a decir verdad, por eso se sorprendió cuando distinguió aquella cabellera corta que más de una vez se había imaginado en su propio pelo.

Morgan.

—A-ah, perdona senpai, n-no sabía…

—Tranquila, puedes pasar, linda~

Sus ojos tenían el mismo brillo púrpura pero eran tan diferentes. Unos eran tan opacos y otros tan brillantes, aun cuando estos últimos parecían estar perdiendo un poco su brillo.

Morgan no era muy diferente a sus dos compañeros de clase o Katrina. De hecho ya había intentado flirtear con Emi desde el momento en el que la vio, aquella mañana en la biblioteca cuando Hodges apareció corriendo porque Kashya la llamó para despedirse por “haber visto a su doppelganger y estar a punto de morir”.

Quizás fue el hecho de que esa actitud le recordaba a Katrina, quizás solo estaba molesta consigo misma y hubiese hecho aquello con cualquiera, pero Emily sintió un impulso nacido desde lo más profundo de su ser y se lanzó a por Morgan, besándola.

Aquello tomó desprevenida incluso a la mayor, que normalmente nada la hacía reaccionar. Por otro lado, su cuerpo ya acostumbrado no tardó en corresponder el beso, sonriéndose por dentro.

Solo era cuestión de tiempo que cayese.

La escocesa poco a poco fue tomando el control del beso y Emily se fue dejando hacer, siguiendo las instrucciones no verbales de la otra hasta que estuvo finalmente subida en el pupitre.

Morgan fue bajando sus besos por el cuello de Emily, encantada de poder escuchar los suspiros y gemidos contenidos que pugnabas por escapar de sus labios.

Era tan tierna.

Sus labios subieron de nuevo hasta juntarse con los ajenos, llevando su mano a la nuca de la chica para profundizar más el beso.

Se separó después de unos largos segundos, observando con satisfacción el aspecto de Emily. Seguía poniéndose como un desastre después de cada beso, aun después de acostumbrarse a los mismos.

—Si aún quieres olvidar a quién sea que te ha puesto triste, te estaré esperando después de clases, preciosa~

Y tras decir aquello, Morgan recogió sus cosas y salió del aula, no sin dejarle otro beso juguetón sobre los labios de Emily.

La menor suspiró, echándose hacia atrás hasta tocar la pared con la espalda, y se llevó la mano hacia su flequillo, jugueteando con los mechones de ahí.

No quería olvidar a Katrina, quería dejar de ser tan estúpida. Ella también lo había hecho, ¿verdad? Besar a otras personas. Así que…

—Vaya, Emi-chan, ¿haciendo maldades a mis espaldas?

La voz ronroneante de Katrina cerca de su oído le dio un vuelco a su corazón. ¿C-cuándo…? ¿Y de dónde…?

—N-no sé de qué me hablas… —logró pronunciar, apartando la vista en un intento de que no se le notase el sonrojo.

—¿Ah, no~? Pero mira… —Katrina agarró su barbilla y la obligó a girar la cabeza, encontrándose con aquella sonrisa felina mientras sentía un dedo sobre su frente—. Es como si tuvieses la palabra “culpable” escrita por toda la cara.

—Lo siento, yo…

La mayor cortó sus palabras de raíz, con un beso que, por supuesto, Emily no tardó en corresponder.

¿Qué era lo que Katrina quería de Emily? ¿Y qué quería Emily de Katrina? Seguramente lo único que quería era saber con antelación si Akaisa se cansaba de ella y decidía abandonarla.

Porque esperar una amistad después de todo aquello era imposible, ¿no?

Contenido oculto

No sé si estoy es angsty enough para la canción pero ando too horny (???

 

Título: High.
Fandom: Gakkou Roleplay.
Personajes: Emily Hodges, Katrina Akaisa, Joey Wickham.
Palabras: 634
Summary: "A veces salía de fiesta con ellos, era divertido. Joey y Katrina conocían prácticamente todos los pubs de su ciudad, sabían perfectamente cuándo y dónde llamarla para hacerles compañía."
N/A: pues de repente me gustó la idea de que los pendejos estos se lleven a emi de fiesta por ahí so la voy a adoptar como canon para mis fics(? | Yeah, lea cambié el título al long-fic bc idk, asthetic police called me and all that (?

VII. High​

A veces salía de fiesta con ellos, era divertido. Joey y Katrina conocían prácticamente todos los pubs de su ciudad, sabían perfectamente cuándo y dónde llamarla para hacerles compañía.

Y Emily nunca rechazaba una invitación de sus senpais.

Así que ahí estaba aquella noche, tirada en un sofá bajo el brazo de Joey mientras lo escuchaba parlotear, con bastante alcohol encima ya para estar riéndole las gracias como lo estaba haciendo. Su atención, sin embargo, llevaba ya un tiempo puesta en otra cosa.

—Senpai~

La chica se había inclinado lo suficiente para acercar sus labios a la oreja del mayor y habló con un tono de voz empalagoso.

Ya lo conocía lo suficiente.

—Dime, preciosa —su respuesta fue inmediata, acompañada de aquella sonrisa coqueta que siempre parecía decorar sus labios.

—Quiero probar.

Joey levantó una ceja, siguiendo con la vista hacia donde su dedo señalaba. El cigarro de hierba que colgaba de sus propios dedos.

Una carcajada genuina escapó de sus labios y Emily frunció el ceño, molesta.

—Lo siento, linda, pero preferiría que Katty-chan no me matase aún.

Katrina, por supuesto.

No importaban los vacíos legales que se hubiesen tomado, para ella Emily seguía siendo una niña buena y no pensaba joderla más de lo necesario.

Con un mohín, la chica se pegó aún más a él, hasta el punto de presionar sus pechos sobre su cuerpo, y lo miró haciendo ojitos.

—Solo un poquito, por favor. Te prometo que Katrina no se va a enterar~

Joey se maldijo en su interior mientras le alcanzaba el cigarro a la morena. Joder, era un chico demasiado simple.

Con una sonrisa triunfante, la joven cogió el cigarrillo y le dio una calada mucho más larga de lo que a Wickham le hubiese gustado. Por suerte se lo quitó de las manos antes de que intentase engañarlo y fumase más de lo necesario.

Solo fue una calada pero en apenas unos minutos sintió como le hacía efecto. Entre que no estaba acostumbrada y que ya iba borracha, la verdad es que la hierba le pegó con bastante fuerza.

Cuando Katrina apareció de nuevo y se sentó en el sofá contiguo al del par, Emily no tardó en levantarse y sentarse a su lado. Al principio movió el brazo para pasarlo por sus hombros, de manera instintiva, sin darse cuenta de nada; sin embargo, pronto Emily acercó su mejilla a la contraria y empezó a restregarla como si fuese un gato.

—Katty-chan~ Eres tan linda~ —canturreó—. ¿Pero por qué eres siempre tan arisca, hmpf? —aquello último lo dijo tras separarse, haciendo una mueca infantil cuando acabó de hablar.

La mayor frunció el ceño mirándola y no tardó en dirigirle una mirada helada a Joey, quien intentó disimular bebiendo de su botellín de cerveza.

—¿Qué mierda le has dado, inglés?

—Solo ha sido una calada, Katty-chan, no te enerves~ Además, solo se ha puesto algo más tierna, nada grave.

Y como si lo hubiese invocado, Katrina sintió la húmeda lengua de Emily dejando un rastro repentino sobre su cuello. Cuando sus miradas se cruzaron, el violeta de Emily no tenía ni una pizca de la inocencia que la caracterizaba.

—Yo también puedo hacerlo, ¿sabes? Provocarte y dejarte con las ganas. Podría hacerlo, si quisiese.

Katrina suspiró con resignación mientras se levantaba, llevándose a la chica con ella.

—Lo que digas, linda —y si bien le habló con cierto tono dulzón a la chica, sus ojos se dirigieron hacia Joey con una orden implícita en ellos—. Anda, vámonos, se ha acabado la fiesta para ti.

—¿Eh~? ¡Qué aburridos!

Pero no opuso ninguna resistencia cuando sintió el brazo de Wickham pasando por su cintura para comenzar a guiarla hacia el exterior del pub.

Si las miradas matasen… sí, definitivamente Joey habría muerto hace mucho a manos de Katrina.

 

Título: 13.
Fandom: Gakkou Roleplay.
Personajes: Emily Hodges, Kashya Thornton | Mención a Morgan O'Connor.
Palabras: 431
Summary: "Ya de por sí era bastante extraño que la albina no la estuviese esperando a ella y no al revés, pero que no respondiese a la puerta…"
N/A: mely: avienta una canción hard rock kinda darks
gabi: que haga una comedia dice | El título de la canción dice martes 13, i know, lo que pasa es que eso es más en países de habla hispana y en el resto de la cultura occidental es el viernes 13, so he tenido que dejarlo así, sowwy uwu | Solo se me confirma la teoría de que solo me salen fics largos con los pendejos del desastre (?)

VIII. 13​

Emily llamó un par de veces a la puerta de Kashya, sin recibir respuesta alguna por su parte, y a decir verdad eso la preocupó en gran medida. Ya de por sí era bastante extraño que la albina no la estuviese esperando a ella y no al revés, pero que no respondiese a la puerta…

Con ansiedad renovada, la chica sacó su copia de la llave de la casa y abrió la puerta, adentrándose sin dudar hasta llegar a la habitación de la chica.

Esperaba encontrarse cualquier cosa, lo peor de lo peor, al abrir la puerta pero no aquello, definitivamente.

Kashya estaba metida en la cama, aún con el pijama puesto, pero incorporada en la misma con un libro de lectura en la mano. Estaba tan enfrascada en el mismo, de hecho, que ni siquiera se percató de la presencia de la morena.

—Kashya… ¿estás bien?

La albina no se inmutó a pesar de ser consciente de que estaba ahí y ni siquiera levantó la vista del libro cuando murmuró un “mhm” de confirmación.

>>¿Entonces por qué no estás lista para ir a clase?

Fue cuando escuchó aquella pregunta que finalmente se dignó a levantar la cabeza, mirando a Emily directamente a los ojos. Y para no mostrar ninguna expresión, lo cierto es que Emily se sintió algo asustada.

—Hoy es viernes 13, Em.

El silencio que se extendió por la habitación solo se rompió cuando, segundos después, Emily soltó una ligera carcajada. Esta se convirtió en una sonrisa cuando se sentó en el borde de la cama, mirándola con algo parecido a la ternura de una madre mirando a su niño pequeño.

—Pensé que desde lo que O’Connor-senpai ya no creías en estas cosas.

Kashya negó con la cabeza.

—Somos la excepción que confirma la regla, eso dijimos.

—¿Acaso voy a tener que llamarla para que te convenza de ir hoy a clases?

—No servirá. Los viernes 13 nunca he salido de casa y sigo viva.

Emily volvió a reír. Se levantó entonces y le colocó mejor la manta sobre sus piernas para dejarle después un beso sobre la cabeza.

—Está bien. Les diré que estás enferma y te traeré la tarea, ¿sí?

Kashya asintió entonces mientras volvía su atención al libro, y Emily aprovechó para salir de la habitación y posteriormente de la casa.

No pude evitarlo, una sonrisa divertida se formó en sus labios mientras emprendía la marcha hacia la Academia. Viernes 13, ¿eh? Kashya de verdad que era una caja de sorpresas incluso para ella.

>>Aunque… será mejor que tenga especial cuidado. Solo por si acaso.

 

Título: Days go by.
Fandom: Pokémon Rol Championship.
Personajes: Emily Hodges, Ian Lockhart.
Palabras: 325
Summary: "Si le preguntasen, Ian no sabría decir con exactitud en que momento comenzó a enamorarse de Emily."
N/A: so, como le dije a mely esta canción siento que les pega un montón a Jez y Joey (cosa que comprobamos porque ella misma la utilizó para un fic de ellos) but then again, me da tremenda inseguridad escribir de dos personajes que no son míos y de los que tampoco conozco tan bien la mecánica so quedó descartado (lo siento babes), luego pensé en hacer un comeback porque son la otp, right? BUT THEN tuve tremenda epifanía y... os presento el emian más soft del mundo (?)

IX. Days go by​

Si le preguntasen, Ian no sabría decir con exactitud en que momento comenzó a enamorarse de Emily. ¿En alguna misión a punto de morir o en algún día en el que simplemente se cruzaron y comenzaron a bromear con naturalidad?

¿Importaba acaso?

Ya no.

La único cierto es que había acabado enamorado hasta las trancas de ella, y que seguía estándolo incluso después de tres años de relación.

Así que ahí estaba él, sentando en un banco mientras veía a la chica pidiendo algo en la barra de una cafetería cercana, y con una sonrisa estúpida plasmada en los labios. La vio salir no mucho después, caminando con cuidado sobre la resbaladiza acera, en un intento de no derramar las bebidas que llevaba en sus manos.

Consiguió alcanzarlo y la sonrisa orgullosa que se le creó enterneció aún más a Ian.

Recogió el vaso que la chica le estaba extendiendo y la observó sentarse a su lado, prácticamente acurrucándose bajo su brazo.

Ian aprovechó el momento para depositar un beso sobre su coronilla, cariñoso, antes de apretarla un poco más entre sus brazos en una especie de abrazo.

—Te quiero, Emi.

La chica, por supuesto, no tardó en sonrojarse al escuchar aquello y casi vio sus esfuerzos tirados a la basura porque el vaso estuvo a punto de caérsele de la impresión.

—¡E-eh! ¿A-a que viene eso? ¡T-tramposo!

Ian rio ligeramente al ver su reacción, habiéndosela esperado, y on un rápido movimiento besó sus labios antes de que pudiese seguir hablando.

>>¡Para!

Emily lo golpeó con su bufanda cuando se separaron, agravando más la risa de Ian, y después de unos segundos se deslizó hacia la punta contraria del banco, con los mofletes inflados.

Sí, Ian la quería, con todo lo bueno y lo malo, la volvería a elegir en cualquier otra vida sin dudar, Emily había completado su vida, y sabía que ella sentía lo mismo.

Eran dos estúpidos enamorados como el primer día.

 

Título: Re: Re:
Fandom: Gakkou Roleplay.
Personajes: Emily Hodges, Shiori Kurosawa | Mención a Hiroki Usui.
Palabras: 365
Summary: "Shiori ayudó muchísimo a Emily cuando tuvo que despedirse de alguien para siempre y Emily sentía que nunca podría pagárselo."
N/A: mientras admin-san no ponga la siguiente ronda, sigue dentro de tiempo, ¿no? (?) | So esto es kinda AU? Lo veo como una continuación de mi fic Hagalaz, que no es canon dentro de Gakkou pero well, es canon para mis fics so (?)

X. Re: Re:​

Era demasiado doloroso, ¿verdad? Despedirse de alguien querido para siempre. Saber que nunca volverás a verlo, a sentirlo… sobre todo cuando te lo arrebatan tan pronto, cuando aún no es su momento de irse.

Shiori ayudó muchísimo a Emily cuando tuvo que despedirse de alguien para siempre y Emily sentía que nunca podría pagárselo.

Lo había hecho por qué ella era así, ¿verdad? La eterna cuidadora, la que siempre antepondría al resto sobre ella misma. ¿Pero no era Emily así también? La que siempre quería contentar al resto incluso si eso significaba que ella estaba sufriendo.

Eran un par de estúpidas, tal para cual.

“Shio-chan~ Ayer hice un bizcocho y pensé que igual te gustaría probarlo, así que te he traído un poco.”

“Ah, Shio-chan, estoy aprendiendo a tejer e hice esta bufanda de práctica. No es la gran cosa pero… ¿te gustaría tenerlo?”

“Shiori~ Tengo dos entradas para el cine pero no puedo ir, ¿quizás quieras ir con Usui-senpai?”

Eran detalles ínfimos, nada que pudiese pagar por todo lo que le debía, pero Emily no dejaría pasar ninguna oportunidad para intentar agradecérselo.

Kurosawa, por su lado, lo entendía. La había visto recuperar el brillo en esos ojos violetas que tanto había comenzado a apreciar, había visto como las sonrisas que formaba eran cada vez más genuinas y menos forzadas, había presenciado todo el proceso de recuperación porque ella misma había estado ahí para asegurarse de que pasaba.

Por eso comprendía todos los detalles de Emily, cómo intentaba vigilarla y saber que estaba bien, a pesar de que confiaba al cien por cien en Hiroki. Se sentía en deuda y Shiori sabía que no merecía la pena negárselo, porque Emily podía ser igual de cabezona que ella.

Así que simplemente los aceptaba. Aceptaba cada pequeño detalle de la morena y se aseguraba de hacerle ver que estaba bien, porque realmente lo estaba. Ayudarla le había traído recuerdos amargos de su propia Odisea con sus padres, pero había merecido la pena.

Hiroki no la había abandonado en ningún momento y la sonrisa de Emily… realmente podía calmar su corazón.

No eran tan diferentes, ¿verdad? Ambas sabían cómo ablandar bestias, pero también habían aprendido a ablandarse mutuamente.

 

Contenido oculto

Muchas gracias por el comentario Gigi, de verdad <3<3

Título: Soap.
Fandom: Gakkou Roleplay.
Personajes: Joey Wickham, Alisha Welsh, Katrina Akaisa (aka Cerbero o el trío infernal(?)
Palabras: 781
Summary: "Sus palabras se cortaron a mitad de la frase cuando finalmente levantó la vista de la pantalla y se encontró con una imagen inesperada."
N/A: Oh yes, solo faltaba que se me viniese otra canción de las dirties para poder escribir de estos pendejos bc i'm that basic bitch (?) y dios que bien me lo paso escribiendo de ellos.

XI. Soap​

Joey miró con algo de ansiedad su teléfono, comprobando la hora por tercera vez desde hacía, aproximadamente, un minuto. ¿Dónde se habían metido?

Estuvo a punto de coger el móvil una cuarta vez, en aquella ocasión para marcar un número y llamar, pero casi como si aquello las hubiese invocado, escuchó la voz de Alisha alzarse mientras se acercaba.

—Yahoo~ ¿Nos estabas esperando~?

—¡Pues claro, Ali-chan! ¿Dónde…?

Sus palabras se cortaron a mitad de la frase cuando finalmente levantó la vista de la pantalla y se encontró con una imagen inesperada.

>>Holy shit, Ali-chan.

Antes de darse cuenta, el chico sintió como la rubia le daba un zape en la cabeza a lo que solo se quejó como un niño pequeño, llevándose la mano a la zona afectada.

—Esa boca.

—Sorry. Pero damn, estás muy guapa.

Alisha olvidó por un momento el incidente y dio una palmada, emocionada, mientras su sonrisa se ensanchaba. Dio una vuelta sobre sí misma para permitirle apreciar el conjunto en mayor profundidad y finalmente se acercó a Katrina.

—¡Gracias! Katty-chan es la responsable de todo~

No hacía falta que se lo prometiese, era demasiado obvio que aquella había sido obra de Katrina.

Aunque ambas se moviesen por el mismo mundo de sombras, sus intenciones fuesen parecidas y su ropa siempre dejaba ver aquellas intenciones con facilidad, las dos tenían estilos de vestir muy marcados. Incluso para zorrear, Alisha solía llevar ropa más urbana y liviana que Katrina.

Así que verla ahí, con aquellas medias de rejilla, la minifalda de cuero y el top negro había sido toda una grata sorpresa. Su piel no era ni de lejos tan pálida como la de Katrina, de hecho Alisha tenía un moreno natural que resaltaba mucho en Japón, pero su rubia melena contrastaba perfectamente con la oscuridad del conjunto.

Mierda, Joey no sabía a cuál de las dos quería follarse antes.

—¿Katty-chan? Qué extraño~

La nombrada se encogió de hombros, indiferente.

La cierto es que no había sido planeado en absoluto. Ambas se habían encontrado antes de salir para la fiesta y cuando Alisha vio a Katrina vistiéndose, de repente tuvo la idea de pedirle ropa prestada. Y bueno, se la había acabado de follar así que para qué decirle que no.

—Ah, como sea, vamos ya para dentro~

Joey no tuvo quejas y colocó sus brazos en jarra, sonriente. Alisha entendió rápidamente el mensaje y no tardó en engancharse de un lado, ambos mirando a Katrina con expectación poco después.

—Whatever.

Su voz sonó fastidiada, pero no puso quejas realmente. Sabía que si le decía que no, Joey no le insistiría demasiado, pero cómo fuese, ya habían bebido algo antes de salir.

Cerbero en su máximo esplendor se dirigió así hacia la entrada del pub, dónde Joey sacó unas entradas que le permitió entrar junto a las dos chicas.

—Jo, de verdad que no me creo que hayas conseguido entradas VIP para esta fiesta. ¡He oído que hay un montón de famosos!

—Me dijiste que querías venir, ¿no? ¡Pues deseo cumplido!

Alisha le dio un beso en la mejilla, sonriente, y Katrina solo rodó los ojos. Ugh, eran demasiado empalagosos.

Llegaron finalmente a un sofá libre y las chicas se sentaron, ofreciéndose Joey a pedir las bebidas para los tres. Ni siquiera hacía falta que preguntase lo que querían, ¿verdad?

Mientras el chico se alejaba, Alisha sacó su teléfono móvil para revisar los mensajes, pero no tardó en notar como Katrina colaba su mano en su falda.

—Kat, ¿qué…? —preguntó, genuinamente confundida, levantando la cabeza.

—Calla.

La morena se inclinó para comenzar a besar su cuello y Alisha movió la vista para darse cuenta de lo que estaba sucediendo. En otro sillón no muy lejano, un chico había puesto la vista sobre ambas y las acciones de Katrina solo le hicieron sonreír más.

—Shit, Kat, ese es un actor que- ah~

Katrina le mordió entonces el cuello, cortando sus palabras.

—Te digo que te calles, gringa.

La rubia no necesitó más para obedecer y con la mirada entornada logró ver como el joven le daba un último trago a su bebida y se levantaba, con claras intenciones de acercarse a ellas.

—¡Aquí viene el carrito de las bebidas!

La aparición de Joey no podía ser menos oportuna, a decir verdad. El actor cambió entonces de dirección y Katrina se separó de la rubia, chasqueando la lengua.

—Ah, Joey~ ¡Has espantado nuestro ligue! ¿No lo habrás hecho a propósito?

—¿Eh? ¿Qué dices? ¡Claro que no!

Joey se sentó entonces en medio de las dos, extendiendo las bebidas hacia sus correspondientes dueñas que compartieron una mirada mientras el chico se inclinaba hacia delante.

Yep, definitivamente lo había hecho a propósito.

 

Título: Light up the night.
Fandom: Gakkou Roleplay.
Personajes: Emily Hodges, Kohaku Ishikawa | Mención a muchísima gente, like, todas las salsas ahí metidas (?)
Palabras: 637
Summary: "Los bajonazos que le daban a Emily después de la borrachera eran, realmente, de lo peor."
N/A: ¿cómo? ¿que deje de shippear a la gente aún cuando han hablado tres veces? WELL I'M SORRY BUT I THINK THE FUCK NOT | So igual hice tremendo ooc but you know what, YOU KNOW WHAT, HOLD MY FANGIRLEO CHALE

XII. Light up the night
​

Los bajonazos que le daban a Emily después de la borrachera eran, realmente, de lo peor.

Se había asegurado de avisar a sus senpai antes de salir del bar en el que estaban, pero lo cierto es que les había mentido un poco solo para que la dejasen.

“Estoy bien, de verdad, solo quiero tomar el aire, no me alejaré mucho~”

Pero no estaba bien y desde luego se había alejado bastante.

Tirada en un banco cerca de un parque cualquiera, Emily echó la cabeza hacia atrás, dejando caer su larga melena por el respaldo del mismo.

No era la única, ¿verdad? Que no sabía lo que estaba haciendo con su vida.

Lo estaba notando todo.

A Katrina enamorándose de aquella chiquilla de primero pero incapaz de asumirlo, a Alisha metiéndose en toda clase de peleas al darse cuenta que había jodido a su mejor amiga, a Joey sin saber qué hacer con el desastre que había creado en Jezebel, a Kashya sintiendo algo por Morgan aunque ella no lo supiese, a Anna sufriendo por Altan y a este último comiéndose a Konoe para olvidar a Jezebel.

Y luego estaba ella, que había comenzado a faltar a las reuniones del club porque no solo estaba molesta con Mimi, también le había hablado terriblemente mal a Shiori.

Todo era una jodida mierda, ¿verdad?

Las estrellas se volvieron difusas cuando sus ojos se empañaron en lágrimas y no tardó en notar el reguero de las mismas corriendo por sus mejillas.

Ah, mierda, si lloraba los demás lo iban a notar.

Se frotó los ojos con fuerza, borrando todo rastro de aquel llanto traicionero, pero al abrir los ojos se encontró con una imagen que tardó en procesar.

—¿Ishikawa-kun?

Por fortuna, el alcohol ralentizó tanto su reacción que ni siquiera le dio tiempo a sorprenderse, lo que hubiera acabado en un posible golpe entre ambos.

—Te ves mucho más linda sonriendo, Hodges-san~

Se alejó después de unos segundos, permitiéndole a Emily incorporarse mientras le daba la vuelta al banco para sentarse a su lado, en su eterna calma.

—¿Estás con Anna?

Llevaba ya varios meses siendo amiga tanto de Kohaku como de Anna y estaba más que al tanto de sus salidas nocturnas. Los había acompañado un par de veces, pero no solía encajar tanto con ese ambiente pandillero.

Para su sorpresa, el chico negó con la cabeza.

—Estaba dando un paseo simplemente~

Desde luego, si Anna hubiese notado a Emily sola en un banco hubiese llegado corriendo y gritando junto a ella sin dudarlo, así que la pregunta resultaba un poco estúpida.

Ambos se quedaron en silencio, sin mirarse. Emily se sentía demasiado avergonzada después de haber sido descubierta llorando y Kohaku no era de entrometerse en los asuntos de los demás.

Después de unos segundos, sin embargo, Emily notó como el chico se levantaba del banco y no supo muy bien cómo reaccionar. ¿Se iría… así tal cual?

Por un momento sintió que el corazón se le partía más que nunca.

Pero Kohaku no pretendía irse.

Se colocó delante de la chica, agachado, y extendió la mano hacia ella, sin perder su calmada sonrisa. La morena lo miró sin comprender en un principio hasta que pudo procesar sus intenciones, segundos después.

Sintió como sus mejillas se coloreaban pero… acabó por aceptar el ofrecimiento, extendiendo su propia mano hasta unirla a la masculina.

Estaba suave y le transmitió una calidez inexplicable.

Acrecentando un poco más su sonrisa, el chico afianzó el agarre de su mano y la ayudó a levantarse del banco, comenzando a caminar después con la chica a su lado.

Emily bajó la vista, algo avergonzada, tras haberse acercado un poco más al cuerpo contrario, queriendo sentir la calidez que transmitía por completo.

¿A dónde se la estaba llevando? No podía importarle menos.

Confiaba plenamente en él.

 

Título: Situation.
Fandom: Gakkou Roleplay.
Personajes: Kohaku Ishikawa, Anna Hiradaira, Emily Hodges.
Palabras: 460
Summary: "A veces Kohaku no entendía como acababa siendo arrastrado por las chicas hasta esos lugares solo por qué sí."
N/A: okay so hold my gayness for a second okay? Bc Pau me ayudó con las ideas para estos dos fics y sabéis qué? de repente lo vi como perfecto para hacer los dos últimos caps tipo "dedicaciones" a dos personitas maravillosas con las que he empezado a hablar hace super poco y ya considero buenas amigas, la verdad, and i'm so into it, and it's gonna be so gay. So este capítulo está dedicado a Gigi y quiero decirle que muchas gracias por leer y comentar todos los fics que hago, sean o no con sus personajes, por fangirlearme tanto y por haberme dejado acapararle todos los personajes en Gakkou con mis mierdas i seriously don't deserve. Y quiero decirte, Belu, que estoy pasando una mala racha ahora mismo pero que cuando veía tus notificaciones de lo que fuese o tus mensajes de wa me animaba muchísimo y me olvidaba un poco de todo lo malo bc, no sé, das tan buena vibra y me sigues todos los fangirleos y shit, i'm so gay, pero sonrío un montón cuando hablo contigo y eso, que nunca pensé que pasaría pero que no me arrepiento ni un poquito. Espero, una vez más, hacerles justicia a tus niños <3 Sé que seguramente lo leas y en general no he etiquetado en este long-fic (lo hice una vez porque me equivoqué lmao) pero creo que la situación lo merece so... Gigi Blanche

XIII. Situation​

A veces Kohaku no entendía como acababa siendo arrastrado por las chicas hasta esos lugares solo por qué sí.

No es que le molestasen per se ni mucho menos no estaba acostumbrado a ello, pero solía preferir la tranquilidad de un banco exterior tomando algo y haciendo apuestas con Anna que aquella música estridente resonando por todas partes.

Pero… no podía decirles que no, ¿verdad?

Miró hacia la pista con una de sus calmadas sonrisas.

Ahí estaban Anna y Emily, bailando al ritmo de la música como si la vida les fuese en ello, prácticamente olvidando que había más gente a su alrededor. Estaban bastante contentillas ya, ¿eh? Siempre entraban en aquella burbuja en la que solo estaban ellas cuando era el caso y también…

Kohaku le dio un trago a su bebida, apartando la vista con algo de pudor al verlas.

Solían tocarse demasiado.

Realmente ese solía ser el caso en general. No necesitaron demasiado para hacerse íntimas y ambas eran chicas extremadamente cariñosas, así que siempre andaban cogidas de las manos y abrazadas.

Solía ser tierno.

Pero cuando llevaban un par de copas encima…

No eran conscientes ya de los límites de cada toque.

—Ko-kun~

El chico notó la presencia de Emily acercándose, por supuesto, pero espero a que realmente lo estuviese llamando para finalmente mirarla.

No dijo nada más pero pronto sintió las manos tibias de la chica rodeando la suya, tironeando ligeramente de él.

>>Ven a bailar con nosotras~

Y ahí iba ese puchero infantil con sus labios.

Kohaku le sonrió, acercándose un poco para colocar la mano sobre su cabeza. Emily solo se atrevía a llamarle “Ko-kun” y a tocarlo sin morirse de vergüenza cuando estaba algo borracha, por supuesto, y si bien el chico luego siempre le bromeaba con ello, sabía que nada servía corregirla en ese estado.

—Hodges-san, no creo que-

Emily lo calló llevando su dedo índice hacia sus labios, sorprendiéndolo incluso a él.

—No me llames Hodges-san~ —murmuró, con tono quejumbroso—. Llámame Emi, o Emi-chan, o Emi-chii…

El chico decidió pararla antes de que comenzase a nombrar todos los posibles apodos que se le ocurriesen, agarrando su muñeca con la mano libre y bajándola, acercándose aún más a su rostro.

Ya comenzaba a sonrojarse.

—Emi-chan~ —repitió, con cierto tono juguetón—. ¿Has dejado a Anna sola?

—¡Ah! —la chica dio un respingo y se separó de manera brusca del joven—. ¡Annie~! ¡Lo siento~!

Y como si nada, la chica salió corriendo para volver a la pista, atrapando a la otra entre sus brazos al alcanzarla.

Kohaku sonrió mientras se incorporaba, volviendo su atención a la bebida.

Definitivamente esas dos se hacían bien la una a la otra y ¿quién sabe? Quizás también le estaban haciendo bien a él mismo.

 

Ya fui a gritarte como una loca al wha pero bueno, nada me impide decírtelo por aquí también, once again, muchísimas gracias por todo <3

Título: CMND/CTRL
Fandom: Gakkou Roleplay.
Personajes: Jezebel Vólkov, Alisha Welsh, Altan Sonnen.
Palabras: 939
Summary: "Lo que Jezebel había pasado por alto, sin embargo, era que Cerbero tenía tres cabezas y las tres estaban igual de jodidas."
N/A: y bueno, ya todos debéis saber a quién va dedicado este último capítulo uwu Pauuu, admin-san, omggg. Girl casi que ni me puedo creer que hacía un par de meses me daba pánico hablarte y ahora te ande contando mi vida por wha como si nada, te lo prometo. Me lo paso super bien hablando contigo, la verdad, hablando de nuestros pendejos aunque la mayoría se llevan medio mal mira, me meo, y que gracias por aguantar a mis estúpidas y todo aunque te den tremenda ansiedad con su estupidez (?) Te lo recompensaré llevándome a Kat al armario (??? nah pero también me ha animado un montón hablar contigo por wha que encima siempre estás despierta y puedo hablarte madrugue o no (?) y siempre me lees también y comentas y también adoro acapararte a los pendejos y ay, mira, lloro, te super quiero y me alegra que seamos las tres cerbero like winners <3 en cuanto al fic, yo quería aventarme un explícito así para acabar por lo grande pero mira, al final Pau me dio la idea para tirarme tremenda crack ship y también me parece adecuado so enjoy this mess (?) es muy probable que haya hecho tremendo ooc con Jez pero bueno, espero sepas disculparme miss (?) Hitori

XIV. CMND/CTRL​

Jezebel siempre había supuesto que sería Katrina la principal causante de su discordia con Joey y sus propios sentimientos. Lo que Jezebel había pasado por alto, sin embargo, era que Cerbero tenía tres cabezas y las tres estaban igual de jodidas.

Alisha la había engañado con una facilidad irrisoria. Con su actitud desenfadada y su facilidad por ignorar los conflictos, había hecho pensar a Jez que no sería una de las causas de su desazón.

Había sido por la rubia que Joey se había ido en mitad de una de sus conversaciones y no por Katrina. Era por Alisha que a veces se saltaba los clubs y era por ella que se saltaba la mitad de las reglas de la academia.

Siempre ella.

La albina se dejó caer sobre un banco cercano a la academia, encendiendo un cigarro con mano temblorosa. Seguía quemándole los pulmones como el primer día pero no podía evitarlo, necesitaba sentirlo.

—Eso es malo para ti, Usagi-chan~

Su voz sonaba igual de despreocupada que siempre y aquello le crispó los nervios.

—¿Te preocupa mi salud? —su voz logró salir algo calmada, a pesar de todo.

Alisha no dijo nada durante unos segundos, haciendo que Jezebel girase la cabeza para verla. Al hacer aquello, sin embargo, vio como con un rápido movimiento la rubia le quitaba el cigarrillo de las manos y comenzaba a fumárselo en su lugar.

—Meh~ —respondió, finalmente, encogiéndose de hombros y sin mirarla—. Pero Joey me mataría si supiese que te he dejado fumar.

Era una verdad a medias, lo cierto es que a Alisha sí que le preocupaba ver a alguien como Jez fumando en mitad de la calle como si nada.

La holandesa dejó caer la cabeza hacia delante, el flequillo tapándole los ojos al hacerlo. Apretó los labios, en una mueca de disgusto.

—¿Por qué?

Apenas fue un murmullo pero la rubia no pudo ignorar que sí lo había oído, así que finalmente se atrevió a dirigirle la mirada, soltando un “¿mhm?” inconsciente.

>>¿Por qué siempre tú? ¿Qué tienes de especial, Ali-chan?

Le fue incapaz de esconder el desprecio con el que usó aquel apodo, y por supuesto Alisha también fue capaz de notarlo.

No le importó demasiado, a decir verdad.

Se le escapó una carcajada divertida antes de darle otra calada al cigarrillo, tirándolo finalmente al suelo y apagándolo con el zapato. Giró su cuerpo por completo y se inclinó, agarrando la barbilla de la chica entre sus dedos para obligarla a levantar la vista.

Sus miradas chocaron, como dos jodidas tormentas a punto de estallar en cualquier momento.

—¿De verdad quieres saberlo, Jezzie-chan?

Su mirada opacada adquirió un brillo extraño cuando la vio fruncir el ceño y el sonrojo que le fue incapaz de controlar.

Pero no apartó la mirada y eso la hizo ronronear con fuerza.

No tardó en devorarle los labios, pasando su mano hacia la nuca de la otra para enredar los dedos en sus blancas hebras, obligándola a profundizar cada vez más el beso. Fue un beso descontrolado, Alisha debía admitir que le sorprendió que Jezebel pudiese seguirle el ritmo.

Cuando finalmente tuvo que separarse por falta de aire, su lengua recorrió los labios de la albina una última vez, lasciva, y tras otra sonrisa difícil de explicar se levantó del banco.

Oh, Joey definitivamente iba a matarla por haber hecho eso.

>>Déjate de tonterías, Usagi-chan, y habla con él.

Y sin esperar respuesta alguna, Alisha se alejó como si nada, dejando a Jezebel terriblemente confundida en aquel banco.

Su caminata, sin embargo, no tardó en ser interrumpida de nuevo. ¿Pero qué pasaba aquel día?

Cuando se dispuso a dar la vuelta para dirigirse a su casa, sintió una mano tirando de su muñeca y antes de poder darse cuenta, estaba acorralada contra la pared de la parte trasera de la academia.

No estaba realmente asustada, Alisha sabía defenderse de agresores. Más bien, el chico tuvo suerte al ser reconocido antes de que la rubia lo atacase e intentase huir.

—Gringa, ¿cuándo vas a dejar de joder a todo el mundo?

Alisha se sonrió, sin moverse ni un ápice de su posición y con la mirada chispeante sobre los oscuros ojos del alemán.

Por supuesto, ¿cómo iba a no estar el perro guardián vigilando desde las sombras a su querido conejito?

—¿Qué pasa, Al-kun~? —murmuró, sedosa, llevando una de sus manos a la mejilla del chico—. ¿Se te han acabado las princesas y al fin te dignas a prestarnos tu maravillosa atención a las perras del inframundo~?

Altan gruñó, apretando la mano que tenía contra el muro. Alisha lo notó de reojo y su sonrisa solo se ensanchó, bajando su mano a modo de caricia hasta alcanzar la deshecha corbata del uniforme como respuesta.

>>¿Pero sabes? No soy tan fanática de hacerlo en la calle a plena luz del día.

Altan finalmente apartó los dedos de la chica con un manotazo, sintiendo su sangre hervir al notar que su sonrisa solo era más y más brillante.

—Dejadla en paz.

—Deja tú a Konoe.

Aquello lo tomó, ciertamente, desprevenido. La mirada de Alisha se había afilado al decir aquello e incluso a su cerebro de genio le costó procesar lo suficiente rápido aquellas palabras.

>>¿Sabes qué, Altan? Deja de echarnos a nosotros la culpa por los errores de tu querida Jezzie. No es perfecta, lo sabes bien, y no puedes protegerla siempre si ella no quiere. Créeme, sé muy bien de lo que hablo.

Aprovechando el momento de confusión, Alisha logró escapar del cuerpo del moreno.

Una vez más, ni siquiera se dignó a girarse una última vez antes de alejarse caminando.