Una bonita flor —Hana no es un demonio —se dijo Momo para él, sonrojado, después de que Hana hubiese intervenido en medio de la clase para saludarle— un demonio no podría ser tan estúpido y sonriente. ¿Por qué tenía aquella extraña sensación cada vez que veía a Hana? ¿Por qué aquella niña en concreto le hacía sentir algo que desconocía? Aquella niña que no se rió con su nombre, que nunca se burló de él, que le entregó sus sentimientos puros, su amistad… Una niña diferente. Una niña capaz de sentirse maravillada porque se llame Momo. Incluso cuando ella lo decía, el "chan" no parecía tan horrible. Solo que no quería parecer un niño y menos delante de ella. —Tsk, ahora entiendo por qué ese demonio está tan encariñada de ella, es especial… —dijo para sí mismo Momo—. Al fin y al cabo, no hacerlo, sería como ver una flor hermosísima entre la maleza e ignorarla. Oh, dios, amo las flores. Y eso para Hana es algo maravilloso. Porque Hana es una flor maravillosa. Momo se sonrojó de sus propios pensamientos, mientras sus amigos le observaban de reojo, imaginando que seguramente estaría pensando en algo pervertido y cuando este se dio cuenta de las miradas de estos, se hundió un poco en su pupitre. —Oh, dios, Hana es realmente problemática. Adorablemente problemática —soltó un bufido y esperó a que terminase la clase. Tarsis SweetSorrow
Jajajajaja, pobre niño, no tiene ni esperanzas, ya está flechado por ella. Pero sabes, lo que más risa me da, es que el "demonio" lo vea a él también como una amenaza, bueno, en realidad él ve como amenaza a todo lo que se le acerque a Hana. Es una situación fácil, dado que Hana es alguien fácil de amar.