Comedia Un viernes cualquiera.

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Cartas de Magic The Gathering

Era un viernes por la tarde, unos chicos jugaban tranquilamente Magic The Gathering, ellos son amigos desde hace mucho tiempo, pero cuando se trataba de algo competitivo, esos amigos se volvían enemigos en cuestión de segundos.

— ¿Cómo quieres que juegue si nunca me dejas invocar nada? — Dijo uno de los chicos bastante molesto

— No es mi problema que el Azul sea así— Respondió tratando de no reírse de su oponente— Si vas a seguir quejándote, mejor no juegues Julián.

— Ya, ya…— Respondió el chico mientras enderezaba sus cartas en el tablero— Cuando vas ganando te pones así de sabelotodo— Roba una carta del tope de su mazo— Jorge…— Dijo Julián con mucha tranquilidad al bajar una de sus criaturas blancas a su vez de pagar la cuota de invocación— ¿La puedo jugar?

— Si, sí puedes— Respondió Jorge.

— Vale— De igual manera bajó una segunda carta de color negra pagando el precio y lo miró fijamente— ¿Todo bien?

— Todo bien…— Comentó con seriedad Jorge.

— Paso a la fase de batalla y…— Señaló Julián mientras giraba las cartas.

— Pago el maná— Interrumpió Jorge y giró sus cartas— Te saltas tu fase de batalla.

— ¡Carajo! — Gritó desesperado— Vas…

Jorge enderezó las cartas de su tablero y robó su carta de turno, después señaló uno de sus artefactos que le permitía agarrar una carta extra, a lo que Julián accedió. El chico del mazo color azul pagó la cuota e invocó una criatura con Prisa, un efecto que le permite atacar cuando lo baja de la mano.

— Paso a mi fase de batalla— Indicó Jorge— Ataco con todo— Giró sus cartas.

— Defiendo con mis Soldados a tu Elemental, recibo el resto de daño.

— Pago maná— Giró sus cartas— Aumentó la fuerza de mi Melfok con estas dos— Jorge reveló las cartas— Con eso te gano.

— Pago— Dijo Julián de inmediato al girar sus cartas— Espadas, se va.

— ¿Qué? — Jorge se levantó de su silla— ¿Tan descarado eres de mandar a mi Melfok al cementerio con tus espaduchas? — Preguntó molesto.

— Lo dice el usuario Azul— Respondió Julián con tono burlón— ¿No tienes maná para contrarrestar? — Señaló al tablero.

— No…

— Pues se va.

— ¡Esto es el colmo! — Gritó Jorge molesto— Una cosa es no bajar tus criaturas y otra es eliminarlo del juego cuando este tiene encantamientos.

— ¿Te molestas por algo así? — Se levantó Julián de la silla— A ver si te topas con otro usuario Azul que te contrarreste todo lo que hagas, a ver si te gusta el juego de ¿Puedo jugar señor? — Comentó de manera inmadura.

— ¿Y por qué tu no vas con un usuario Blanco que te exilie todas las cartas que tengas en el campo? Y dime si te gusta— Lo señala molesto.

— Hay que arreglar esto como hombres— Dijo Julián al pegar la mesa.

— Ya estas…— Jorge pegó a la mesa molesto.

Ambos chicos se miraron con furia y agarraron su mochila para sacar un mazo de Yu-Gi-Oh donde empezaron a revolver su baraja, poco después ambos partieron los decks de su contrincante para empezar el duelo. Una vez más, un viernes cualquiera para estos chicos.