Un solo corazón [Rukato]

Después de ver algunas Ovas de este gran anime que es Digimon Tamers, y leer uno que otro Fanfics de este, llegué a la conclusión de que no hay muchos Fanfics de la mejor pareja de Digimon para mí, la cual viene siendo el Rukato, así que decidí hacer mi propio Fic de esta.

Chapter - 1​

Era una mañana como cualquier otra, y en un lugar de Japón se encontraba un chico de unos 14 años, cabello castaño (algo revuelto), unos Goggles de bucear en su cabeza, de un color rojo y negro (ya cambiado), piel color blanca, ojos Carmesí, pantalón gris, el cual ya le llegaba hasta abajo, unas gomas roja con franjas negras (tipo dientes parecían estas franjas) y una camiseta de color rojo (algo parecida a su antigua camiseta azul), este chico era nada más y nada menos que Takato Matsuki, el cual ya había crecido en todos los aspectos desde su última aventura en el mundo digital y salvando el mundo, ya estaba más estirado, más figurado y ya parecía todo un hombrecito. Sin embargo su imaginación aun seguía igual que antes, e igual de inmaduro (solo un poco), este se arreglaba para ir al colegio ya que estaba comenzando el año escolar por lo tanto estaba algo nervioso, no veía a sus amigos y compañeros desde hace un buen tiempo además tenía meses sin ver a su amiga Juri, este ya se encontraba listo y preparado para ir a clases, este se coloca su mochila y ¡a la carga! El chico salió velozmente de su casa directo al parque (para saludar a su amigo Guilmon, ya que también tenía tiempo sin visitarlo, mejor dicho ‘un par de días’) El joven Matsuki después de seguir corriendo por unos minutos llega a su destino, donde inmediato empieza a buscar a su camarada y amigo dinosaurio rojo. Al pasar un par de minutos en el parque, este encuentra el lugar donde vive su amigo, una pequeña guarida la cual podían caber a lo mucho dos o tres niños, o un niño y un adulto, pero era acogedora para el Digimon, su guarida estaba hecha de madera y algo de ladrillo (cualquiera que la viera diría que es de los tres cerditos o algo parecido), con una puerta de madera, y dos pares de ventanas, se encontraba localizada casi en el centro del Parque, en un gran árbol detrás, el chico llega y de inmediato le toca la puerta.

El chico seguía tocando y tocando pero no abría, eso hizo que se irritara un poco. —¡Oye Guilmon! ¿¡Me vas abrir o vas a esperar un año más eh!? —refunfuñaba el joven mientras seguía tocando para a ver si ya respondía algo el Digimon, después de unos segundos este abre la puerta.

—¿Takato? ¡Takato eres tú! —decía un Guilmon algo más musculoso de lo que era hace tiempo, pero con el mismo tamaño, aunque mucho más estirado, cayéndole encima a su camarada.

—¡Takato! ¿Qué le trajiste a Guilmon? —preguntaba con hambre este.

—¡Cálmate Guilmon! Cielos… Hace 2 días te traje un gran plato de Pan y Pollo y ya te lo acabaste todo… —exclamaba el chico mientras se llevaba su mano a su nuca. —Menos mal que pasé a visitarte, ¡ten! Te traje más Pan dulce. —le decía el chico sacando de su mochila (amarilla) un gran pedazo de Pan dulce lo cual hizo que a Guilmon le dieran ganas de saltar y brincar, este inmediato tomó la comida y empezó a devorarla rápidamente. —¡Tranquilo Guilmon! No comas tan rápido, ya que después tendrás hambre de nuevo… Pero que más, nos vemos ahora en la tarde, llego tarde al colegio. —se despedía el chico del dinosaurio rojo, mas este solo le movió las orejas, ya que estaba muy concentrado en su comida.

El chico Matsuki fue corriendo a toda velocidad para no llegar tarde a clases ya que si su profesor lo pillaba sería terrible, después de correr varias calles llega a su colegio y escucha el timbre de entrada, lo cual le alivia y entra a su aula. El joven se sienta en un escritorio y ve que llegó a tiempo porque el profesor entra después de él, este mira hacia los demás estudiantes que se encontraban allí a ver si veía a su amiga Juri. —¿Dónde estará Yuri? Necesito saludarla, hace tiempo que no le hablo… —Pensaba el joven moviendo la cabeza a todos lados como si fuera un ventilador, después de varias “movidas” ve a la chica la cual se encontraba a tres escritorios después de él. —¡Rayos! ¿Por qué está tan lejos? Bien… Supongo que tendré que esperar hasta el receso. —seguía pensando el castaño hasta que algo lo interrumpió de su pensamiento, al lado de él se encontraba un escritorio (casi pegado al suyo) vacio, bueno casi vacío, cuando en este se sienta una figura conocida y que hace tiempo no veía. —¿Rika? ¡Rika eres tú! —exclama sorprendido y con una enorme sonrisa deleitaba el chico.

—Pues claro que soy yo tonto, hace tiempo que no escuchaba tu voz de niña. —le respondía esta sin verlo, colocando una sonrisa y mirando hacia debajo de su escritorio, esta vestía una camiseta muy parecida a su antigua, sin embargo cambió el corazón por una flor de color azul estampada en ella, ahora sus pantalones pasaron de vaqueros a unos jeans normales color azul, su mismo cinturón, y zapatillas de color blanco, seguía teniendo su figura delgada, su cabello pelirrojo seguí recogido con una coleta erizada, ahora tenía los mechones más largos que caían a ambos lados de su cara y su mismo flequillo recto en la frente y sus ojos violeta ahora eran más brillantes, sinceramente se veía muy linda, pero no solo eso, sino que también era más amable y ya no era tan fría. Takato al verla de reojo se le notó un sonrojo, ni tan fuerte ni tan débil, pero muy fácil de reconocerlo, Rika aún no veía a Takato hasta que por casualidad solo volteo la cara y para su sorpresa fue que había cambiado mucho, mucho más de lo que ella creía, esta quedó con los ojos bien abiertos y una gran expresión de asombro. —¡Dios mío…! ¡Takato ha cambiado mucho! ¿¡Pero qué le pasó!? —Pensaba la joven Nonaka mientras le salía un leve pero muy leve sonrojo siendo interrumpida por este.

—¿Oye Rika te quedaste sorda? Te he estado preguntando qué ¿cómo has estado? Pero no me respondes… —preguntaba el chico mientras esta solo respondía con un `Bien´, el joven para no perder la conversación le preguntó sobre su vida personal. —Oye Rika, ¿Y cómo te ha ido desde la última vez que nos vimos? —seguía preguntando. —Vaya, Rika se ve muy genial, mucho más desde la última vez… —seguía pensando.

—Me ha ido muy bien, gracias… Hace tiempo no hablábamos, creí que te habías olvidado de mí. —le guiñaba de reojo la chica.

—¿Olvidarme de ti? ¡Por supuesto que no! Guilmon siempre me dice lo mismo cuando no lo visito… —se encogía de hombros el joven.

La chica parpadeo dos veces y pregunta: —¿Guilmon? Hace tiempo no escuchaba de él, ¿Cómo está?

—Sigue igual de hambriento y molesto que antes… —los dos jóvenes seguían hablando sobre sus vidas hasta que el profesor “cariñosamente” los interrumpió dándole un reglazo al escritorio de ambos.

—Por favor señor Matsuki y señorita Nonaka, si tienen algo que compartir con la clase, háganlo y no ¡Interrumpan! —decía el profesor con un tono algo sádico.

Los dos chicos se incorporaron y se callaron, los dos se quedaron allí viendo al profesor atentamente hasta que llegó la hora del recreo. Todos los del aula, menos Takato, salieron hacia rápidamente hacia el jardín de la escuela, Takato se separó de Rika hace unos minutos y se dirigió hacia el casillero de su amiga Juri Katou, la cual esta, al verlo le sonrío y le empezó a hablar. Esta vestía con una falda negra, una camisa con tirantes muy bonita de color amarillo, unos calcetines blancos, y unas zapatillas de color negro, tenía su cabello marrón algo carmesí suelto. A Takato no le dio mucha influencia la figura de Juri, a diferencia de la de Rika, la cual obviamente lo sorprendió, este aún seguía enamorado de la chica Katou, sin embargo ya no como antes, pero allí iba… Los dos salieron del pasillo de la escuela hacia el jardín a hablar mejor, hasta que se sentaron en uno de los bancos que había allí.

Takato estaba preparado para “mentalmente” para decirle finalmente lo que sentía por la chica. —Muy bien Takato, después de años... Esta es la hora, todo o nada… ¡Aquí vamos! —se decía el mismo en su mente. —Juri… Después de a ver pasado años y años desde que nos conocimos, quería decirte que yo… Que yo… Pues… —¡Vamos Takato! ¡Solo dilo hombre! —¿Tu qué piensas de mi Juri? —le preguntaba cambiando lo que iba a decir.

La chica obviamente estaba realmente confundida, y sin ningún problema o alguna excusa simplemente contesto con sinceridad. —¿Qué qué pienso de ti? Pues es muy fácil responderlo, eres un buen amigo y alguien que siempre apoya a sus amigos cuando más lo necesitan, además de ser muy lindo. —esto último hizo que el chico se sonrojara, sin embargo lo continuo fue algo que lo recordará siempre. —Pero la verdad Takato… He estado pensando desde hace tiempo y creo que eres muy… Muy inmaduro… —Takato se sobre exaltó por lo que había dicho la chica de sus sueños.

—¿Y eso es bueno o malo Juri? —¡Maldición Takato! ¿Qué hiciste mal? ¡Has estado preparando todo esto desde ayer y ¿para qué? ¡Para arruinarlo! —se seguía regañando el mismo.

—No lo sé Takato… —decía la chica algo apenada para no herir al chico.

El chico solo se quedo allí mirándola por unos minutos, todo había quedado en silencio, hasta que este rompió el silencio hablando en un tono de desesperación. —¡Juri! ¡A todo esto te quería decir que tú me gustas! ¡He estado preparándome desde siempre para esto… Así que por favor! —¿¡Pero qué estás diciendo Takato!? ¡Lo estás empeorando todo! —Seguía regañándose el mismo mentalmente, mientras por fuera estaba todo nervioso y desesperado.

La chica solo lo miraba sorprendida, pero a la vez algo decepcionada. —Takato… Lo siento… Pero como dije… Eres muy inmaduro… Lo siento… —fue lo único que dijo la chica levantándose del lugar y dirigiéndose hacia la entrada de la escuela, dejando a un Takato todo roto por dentro, este estaba temblando y soltando una que otra lagrima… Pasaron los minutos y solo decidió levantarse, apretar los puños, respirar profundo y simplemente caminar con la cabeza hacia abajo.

Rika iba terminando de desayunar y al ver al chico alejarse del jardín caminando muy lentamente y con la cabeza hacia abajo supo que algo le pasó. —¿Ahora que le pasaría a esa niñita? Creí que había cambiado y mírenlo allí… Parece que está llorando, que cosa tan rara… —pensaba y daba algunos sarcasmos la joven pelirroja, mientras veía al chico salir de la escuela. —¿Qué? ¿Por qué razón se va? —Será mejor ir a ver qué le pasa…

Continuara...

 

Bueno aquí traigo la continuación después de un tiempo ocupado. D'x

Chapter - 2​

Takato salió de la escuela muy triste y sin importancia en que lo regañaran por salirse sin permiso de ella, se fue hacia el parque con los brazos entre los bolcillos de su pantalón gris y con la cabeza hacia abajo, este siguió caminando y caminando hasta que llegó al parque donde se encontraba su compañero Digimon bebiendo un poco de agua en una gran fuente que estaba en el centro de este, el dinosaurio rojo al ver a su amigo y compañero humano venir hacia él con una gran decadencia supo que algo no andaba bien, así que tomó rápidamente el agua y se dirigió corriendo hacia su amigo, el chico de ojos carmesí vio que su Digimon se acercaba a él, el lugar donde estaba el dinosaurio rojo estaba algo apartado del chico Matsuki, así que este no le prestó atención a su compañero y solamente se volteó y se sentó en un tronco de árbol que salía de una protuberancia de hiervas, rocas, entre otras, el chico solo optó por subir sus piernas y agarrársela en posición fetal mientras soltaba el llanto. Guilmon cuando llegó a él pudo notar las lágrimas y el sollozo del chico, sin ningún pre ángulo le preguntó.

—Oye Takato ¿Qué pasó?, ¿Por qué lloras? —este veía al chico con una expresión de preocupación ya que el chico solo lloraba y no le respondía.

—¿Por qué lloras?, ¿acaso ya sabes que a Guilmon se le acabó el pan? —seguía preguntando su compañero Digimon, sin ninguna respuesta este instintivamente se subió al tronco donde estaba su amigo humano y le rugió fuertemente, lo que provocó que el chico saliera del trance del cual se encontraba.

—¿¡Qué quieres Guilmon!? —le pregunto con un fuerte grito Takato, el cual estaba todo mojado de todas las lagrimas que soltó. Guilmon se exaltó por la brusca e inesperada respuesta del chico.

—Tranquilo Takato… Solo trataba de ver que te pasaba… Guilmon lo siente. —Guilmon se disculpa por a ver molestado al joven, Takato simplemente se volteó de se colocó nuevamente en posición fetal.

—Déjame solo Guilmon… —dijo en un tono de voz baja mientras soltaba una vez más el llanto. Guilmon no dijo nada, solo obedeció la orden del chico castaño, este se baja del tronco y se aleja un poco, después de unos minutos Guilmon ve a los lejos a Terriermon que venía volando con Lopmon al lado de él, el Digimon rojo lo saludó con su pata derecha mientras le daba una sonrisa. Terriermon y Lopmon llegan donde se encontraba el dinosaurio rojo, los tres comienzan hablar un rato hasta que Terriermon se da cuenta de que Takato está a unos metros de ellos.

—Oye Guilmon, ¿Qué hace Takato aquí? ¿No debería estar en el colegio? —preguntaba el digimon de orejas largas mientras las movía.

Guimon se rasca la mejilla mientras tenía una expresión de confusión. —La verdad no sé qué le pasa, vino para acá llorando y cuando le pregunté haber que tenía… Pero simplemente me gritó muy fuerte y me pidió que lo dejara solo así que… Allí lo tienes. —Terriermon y Lopmon se quedaron mirando al chico aún en posición fetal y triste.

Después de haber pasado varias horas, Terriermon y Lopmon dejaron solo a Guilmon (después de haber jugado con él un rato) ya que Henry llegaba pronto a su casa y no iba a encontrar a su amigo, así que este decidió irse, al igual que Lopmon. El compañero de Takato solo se acostó en la tierra o mejor dicho en la grama del parque, mientras veía al chico aún triste. —Ya lleva tres horas allí y todavía no ha hecho nada… ¿Me pregunto que le habrá pasado?, será mejor preguntarle a Henry, el es la voz de la razón. —Pensaba Guilmon mientras se levantaba y se iba a buscar a Henry en la escuela, al pasar alrededor de 20 minutos llega este al colegio de Henry, este entra con cuidado para que nadie lo vea, después de ir por varios pasillos de la escuela encuentra el salón de Henry, el cual este estaba listo ya para salir con sus otros compañeros. Este vestía unos pantalones de color negro muy deportivo, unas botas estilo deportista también, una camiseta manga larga de color blanco y una sudadera muy parecida a la que tenía antes pero de color rojo, y dos pareces de muñequeras color negro con franjas rojas, el chico al salir del aula lo primero que nota es una fuerte lata que lo golpea en la cara.

—¡Ahh! ¿Quién me lanzó esta lata eh…? —preguntaba algo enojado el chico mientras la recogía y se sobaba el moretón que le salió después del golpe. Al notar que nadie se la había lanzado estaba a punto de retirarse nuevamente cuando otra lata más grande lo golpeó nuevamente en la cara, al darse cuenta de donde venía las latas vio que era Guilmon el cual se las lanzaba desde una ventana de las ventanas del pasillo.

—¿Guilmon? ¿Qué estás haciendo aquí? ¿y Takato? —preguntó el joven Henry Wong hiendo hasta el digimon rojo.

—Es que quería que me hicieras un favor. —Guilmon y Henry salieron del colegio mientras Guilmon le contaba lo sucedido con su compañero.

—Desde entonces ha estado tres horas allí sentado en el tronco. —decía el digimon al joven Wong mientras señalaba con sus garras a Takato, el cual se veía allí sentado desde donde se encontraban.

—No te preocupes Guilmon, hablaré con él haber que tiene. —dijo el chico mientras bajaba por las escaleras del parque hiendo directo hacia Takato.

Al llegar allí este se sienta al lado de él y le pregunta. —¿Cómo estás Takato? Guilmon me dijo que estás muy triste pero no dices el por qué. —Henry esperaba una respuesta a eso, pero Takato solo optó por levantarse de allí y sin decir nada correr lejos de él y Guilmon. —Takato… Veo que está muy triste, pero ya se le pasará Guilmon, créeme. —decía el chico mientras veía a su amigo correr lejos…
Pasan ya varias horas más y la noche se apodera de la ciudad, Henry decidió irse para su casa ya que empezó a llover y no quería mojarse, Guilmon hizo lo mismo y se fue a su “casa” para refugiarse del aguacero. En casa de Henry él se encontraba secándose el cabello ya que acababa de salir de la ducha cuando su hermanita le trae el teléfono diciendo que se trata de Rika, Henry de inmediato lo tomó para saber que deseaba o que quería.

—¿Bueno? —preguntaba Henry mientras caminaba de un lado a otro en la habitación de él.

—Qué bueno que al fin me contestas… Quería preguntarte algo, haber si tú sabes. —respondía la chica pelirroja mientras esta se encontraba en su hogar mirando por la ventana la enorme lluvia.

—¡Oh! ¿Y cuál es esa pregunta? —Rika de inmediato le responde.

—Es sobre la niñita de Takato, lo he estado buscando desde que salió del colegio y no lo he podido encontrar, ¿sabes algo al respecto? —preguntaba la chica con un tono de frialdad, sin embargo solo ocultaba su preocupación.

—Así es, hoy en la tarde después de clases me encontré con Guilmon, y él me llevó a donde Takato, el cual este estaba muy pero muy triste, traté de hablar con él pero me dejó hablando solo, no me dijo nada. —respondía con confusión el chico Wong.

—¿Y dónde estaba o dónde se encuentra ahora? —seguía preguntando la chica.

—No lo sé, estaba en el parque de Guilmon, pero él se fue corriendo de allí y desde entonces ni Guilmon ni yo sabemos dónde está. Ni su mamá ni su papá, ya llamé para allá y lo andan buscando. —fue lo último que respondió Henry cuando Rika se despide de él.

La chica pelirroja cuelga el teléfono y se acerca a la puerta trasera de su casa mientras empezaba a tronar fuertemente, antes de agarrar la manilla de la puerta Renamon la detiene. —Rika, ¿Qué crees que estás haciendo?, ¿acaso no te has dado cuenta de que está lloviendo? —preguntaba su camarada digimon mientras la sostenía por un brazo impidiendo que saliera.

—Si no te has dado cuenta tu también Takato no está ni en su casa ni en la casa de Guilmon, ni en la casa de Henry, eso significa de que está allí afuera, y allí afuera se está cayendo el cielo… —respondía fríamente la chica, colocando una expresión de fuerte.

Renamon solo suspira para soltar a su amiga. —Ya sé, pero ¿Por qué no llamas a Juri? Ella de seguro debe saber dónde está Takato, o al menos si Dios quiere él debe de estar en su casa. —decía la digimon tipo zorra a su tamer.

—A lo mejor tienes razón, veré si ella sabe dónde está el goggles ese. —Rika empezó a marcar el número de Yuri, después de unos segundos ella contesta. —¿Buenas? ¿Habla Kato Juri? Le habla su amiga Rika Nonaka.

—¿Rika? ¡Hola Rika! ¿Cómo estás? —le saludaba la chica, que ya estaba a punto de dormir.

—Bien, pero no llamo para saludar, solo llamo para saber si sabes algo de Takato.

—¿De Takato? ¿Él no estaba con Guilmon? —preguntaba nuevamente extrañada la chica.

—Así era, desde esta mañana en la escuela no lo he visto, solo vi que salía muy triste del colegio, desde entonces no sé nada, y como está lloviendo creí que estaría en su casa pero no fue así, así que te llamé para saber si tu sabes algo al respecto. —le explicaba la chica pelirroja.

—No, no sé nada, y no, no está aquí… Pero si sé porque está triste… —la última parte la dijo muy triste y en tono bajo.

—¿Ah sí? ¡Haber dime! —exclamaba la chica Nonaka. Después de terminar de hablar con Juri, ella solo cuelga el teléfono y solo mira a Renamon.

—¿Y bien? ¿Ya sabes algo sobre Takato?

—Ya sé lo que tiene esa niña…

No muy lejos de allí, en el centro de la ciudad se encontraba un gran reloj todo viejo, pero daba la hora perfectamente, y después de haber pasado seis años, con seis horas y seis minutos de la nada un fuerte estallido abre una puerta al digimundo, desplegando en un callejón oscuro una sombra vampiresca y ya conocida.

—¡Ahh! Después de un largo tiempo, ¡Al fin regreso! Y esta vez, ningún niño elegido me detendrá, esta vez conocerán los humanos el poder de Myotismon. —decía este poderoso digimon ultra mientras soltaba una carcajada bien dramática…

Continuara...

 

Después de varios días, aquí les traigo la continuación.​

Chapter - 3​

Ya en la mañana aproximadamente alrededor de las siete treinta, los restos de la fuerte lluvia que había azotado las calles de Shinjuku la noche anterior aún se notaban, ramas de árboles caídas, “lagunas” en las carreteras, entre más fragmentos de una típica tormenta, en el parque central Shinjuku el dinosaurio rojo y camarada del tamer Takato Matsuki se encontraba “arreglando” su refugio y hogar, después de las grandes goteras que habían producido la fuerte lluvia, este las tapaba con lodo y hojas que arrancaba de la tierra, al pasar unos minutos una visita o mejor dicho una gran visita lo sorprendió. Renamon lo exaltó apareciendo detrás de este con su típica aparición ‘tipo ninja.’

—¿Renamon? ¿¡Y esa sorpresa de que me visitas!? —preguntó muy contento el “reptil” y moviendo la cola estilo perrito.

Renamon solo se incorporó y se cruzó de brazos para responderle. —No vine de visita Guilmon, solo vine para ver si Takato estaba aquí. —preguntaba en un típico tono frío.

Guilmon solo se encogió de hombros para responderle tristemente. —No, Guilmon no lo ha visto desde ayer… Y tampoco sabe dónde está, Guilmon está muy preocupado, ¿Renamon sabe algo de él? —volvía a preguntar el dinosaurio rojo colocando una expresión de confusión.

—No, aunque tal vez Rika si sepa, anoche dijo algo que podría significar que sí sepa, pero no estoy segura… —contestaba la zorra amarilla mientras se sentaba en la grama. —Vaya, anoche llovió mucho, ¿cómo te fue a ti?

—Guilmon tuvo mucho miedo, creyó que su casa se le caería encima de él, pero afortunadamente el sueño venció el miedo y Guilmon se quedó dormido a los minutos. —contestaba el digimon del tarmer de ojos carmesí, colocando sus garras en su nuca y con la típica gota en la cabeza. —¿Y a Renamon cómo le fue?

—¿Tuviste miedo? ¡Ja! ¡Qué valiente eres!, pues yo por otro lado solo estuve con Rika, acompañándola a buscar información sobre Takato pero no encontramos nada, bueno según yo creo, no encontramos su paradero. —respondía la digimon amarilla mientras se recostaba en el césped aún mojado y colocando sus dos brazos en su nuca. —Sin embargo Rika y yo sabemos el repentino comportamiento de Takato.

Guilmon se sorprendió por lo escuchado y rápidamente pregunta. —¿Y por qué se comporta así, Renamon?

La digimon zorra da un suspiro y le responde. —Aparentemente a Takato le gustaba Juri, pero parece que ella simplemente lo rechazó, y lo rechazó indirectamente… Él le iba a decir lo que sentía por ella pero esta simplemente le dijo que era muy inmaduro para ella… Un duro golpe si…

Guilmon se sorprendió aún más, pero solo dio al igual que Renamon un simple suspiro. —Guilmon aún no entiende el amor… Takato nunca me lo explico bien, así que no sé que opinar al respecto. —decía Guilmon algo triste y decepcionado.

Renamon dio una leve sonrisa y cerraba los ojos por unos instantes para responder. —Tu camarada no te enseña nada, afortunadamente yo si sé sobre el romance.

Guilmon nuevamente se sorprende, para colocar una expresión picarona. —¿Acaso te lo explicó Rika? No hubiera creído algo así de ella.

—¡NO! —grito fuertemente Renamon algo exaltada. —Ella es igual que tú, aparentemente no sabe sobre el romance y esas cosas, sin embargo aprendí mediante los vecinos de la casa y otras personas, además veía una que otra esas series de romance y drama que pasan por la televisión.

Guilmon solo mostraba en su rostro un “ya entendí…” para responderle con una cara aún más picara y atrevida. —¿Y a Renamon le gusta alguien? ¡Jijiji!

—¿¡Pero qué dices!? —preguntaba fuertemente la digimon exaltada y levemente sonrojada.

Mientras en otra parte de la ciudad, Henry había quedado encontrarse con Rika para ir a buscar a Takato, o al menos algo de información… Los dos se encontraron afuera de un local de hamburguesas, Henry andaba con su amigo y compañero Terriermon enganchado en su cuello, y Rika con sus lentes, vestían igual que anteriormente, ellos discutían el paradero de donde se encontraba Takato pero no concordaban, los dos estaban a punto de irse cuando del local cuando uno de los gerentes escucha la conversación para “meterse en lo que no le importa”, este le dice a los dos tamers que había llegado a su local hace minutos un chico de nombre Takato Matsuki, a comprar un par de hamburguesas, los tamers inmediatamente preguntaron donde se encontraba él, el gerente le dice hacia adonde se había ido a no tan solo unas cuantas cuadras del lugar, Rika y Henry se van velozmente a donde el gerente le dijo pero al llegar notaron que había dos avenidas por dónde ir, así que los dos se separaron para “haber” si encontraban a Takato.

Henry se fue por la izquierda y Rika por la derecha, la ruta por donde se fue la tamer pelirroja era muy estrecha y algo cerrado, cada vez que se entraba más se achicaba más por lo que solo optó por regresarse cuando escuchó un llanto proveniente de un contenedor de basura. La joven Nonaka se acercó a uno de los contenedores el cual abrió y para su decepción vio allí al chico Matsuki.

—Y bien Takato… ¿Se puede saber por qué estás así? —preguntaba incoherentemente la chica. —Que niñita es, solo mírenlo aquí llorando por una estúpida chica… —pensaba la tamer mientras lo observaba.

El Tamer se encontraba en posición fetal y soltando el llanto dentro del contenedor de basura, pero al alzar la mirada hacia la tamer trató de dejar de llorar. —¿Por qué estás aquí Rika? —preguntaba entre lagrimas.

—Yo te pregunté primero, así que contéstame tú, y deja de llorar que me avergüenzas mucho… —respondía fríamente la joven.

El tamer se limpió sus lágrimas y colocó una expresión de avergonzado. —Lo siento porque me veas así Rika… Soy un niño mimado… Es solo que… Juri… —el chico iba a terminar de completar la respuesta hasta que la tamer lo interrumpió.

—¡No seas estúpido! ¡No sé que le ves o veías a esa chica! —exclama muy enojada la tamer. —¡Estoy harta de tu comportamiento tonto e insensato…!

Takato quedó algo confundido por la reacción de su amiga. —Es que me gustaba desde hace años y… Pero creo que ya no me importa… —contestaba triste el tamer.

—¡Ohh…! ¡Claramente ya no te importa porque te mandó al…! No importa, olvídalo, quédate el tiempo que quieras aquí no me interesa. —decía la chica pelirroja cerrando la tapa del contenedor y dejando al tamer aún más confuso. —¿Pero qué haces? Obviamente pareces que estás celosa…
¡Compórtate Rika! —pensaba la tamer para tranquilizarse a sí misma, ella se va del lugar rápidamente y llega al lugar donde estaba con Henry antes de separarse, ella iba llamarlo cuando escuchó disparos y explosiones proveniente del lugar de donde se fue Henry.

—¡Rápido! ¡Corre Rika! ¡Rápido! —gritaba Henry corriendo velozmente mientras Gargomon disparaba desde detrás de él a lo profundo de la avenida.

Rika solo lo mira algo inquieta y exaltada. —¿¡Qué pasa Henry!? ¿¡Qué ocurre!? —preguntaba muy inquieta esperando una respuesta, pero Henry solo la agarró del brazo y la sacó corriendo de allí.

—¡No hay tiempo para explicaciones Rika! Pero un digimon muy poderoso de clase ultra nos atacó a Terriermon y a mí. —decía el joven Wong mientras corría a toda velocidad.

Rika algo confundida vuelve a preguntar. —¿Y cuál es ese digimon?

—Según el digidex se trata de Myotismon un digimon de nivel ultra perfecto y aparentemente muy fuerte, ya que los disparos de Gargomon no le hizo nada. —explicaba Wong corriendo y escuchando las explosiones detrás de él, a causa de los ataques de Myotismon. Uno de los disparos de este explotó enfrente de los tamers impidiendo su paso, los dos ya habían salido de las avenidas cerradas donde se encontraban, estaban en una calle afuera despejada y algo grande, perfecta para una pelea. —Rika corre de aquí, yo me encargo de este sujeto…

—¿Pero qué dices? No te dejaré pelear contra este digimon.

—¡Escucha! No tienes a Renamon, así que eres un estorbo, yo me encargaré evolucionando a Megagargomon, pero como es un digimon muy grande puedo aplastarte sin querer y sin saber, y no quiero que eso pase. —exclamaba el joven wong a la tamer pelirroja.

—De acuerdo Henry, pero ten cuidado… —decía la tamer corriendo velozmente del sitio.

Gargomon regresó a la normalidad, convertido en Terriermon para usar la evolución matrix con Henry, mientras en el Parque central Renamon sintió la presencia de Myotismon al igual que Guilmon, inmediatamente la zorra se dirigió velozmente a donde se encontraba su camarada, Guilmon solo optó por cavar para llegar al sitio. Por otra parte, Takato no sabía que había entrado un Digimon al mundo real, así que solo decidió quedarse en el contenedor de basura un par de horas más para reflexionar un poco… Todo estaba tranquilo y sin ruido (para él, claramente), después de estar allí casi una hora salió de donde estaba escondido para dejar el remordimiento que le causó la chica, este ya había salido de allí cuando un fuerte temblor lo asustó.

—¡Un terremoto! —exclamaba mientras se volvía a meter en la basura para refugiarse por si algo le caía encima. —Vaya que valiente eres Takato… ¡Sal de este contenedor sucio! ¡Pareces una niña por Dios…! —se decía a sí mismo en sus pensamientos. El chico vuelve a salir del contenedor para ver que el barrio donde estaba se estaba incendiando, lo que provocó que la adrenalina lo sacara de allí a toda velocidad, este corrió hasta el lugar donde estaban anteriormente Henry y Rika, pero al llegar allí una escalofriante escena lo asustó.

Una de las avenidas de la ciudad de Shinjuku estaba toda destruida y algunos locales de comida rápida prendidos en fuego, el chico castaño mirando todo asustado cayó en un hueco, lo que él creía que era un hueco, pero era la figura de Megagargomon. —Esto… Esto se parece a la figura de Megagargomon… Pero… —el chico no completa la oración cuando algo le llama la atención, dentro de un par de escombros ve a Terriermon herido y bajo láminas de los locales que habían sido destruidos. —¡Terriermon! —exclamo el tamer castaño acercándose al digimon de orejas largas y ayudándolo a salir. —¡Terriermon! ¿Qué pasó? ¡Dime! —preguntaba y exclamaba el tamer mientras agitaba al digimon para que despertara.

El compañero de Henry empezaba a abrir los ojos y con dificultad habla muy pasito. —Nos ganó… Y nos hirió a todos… —decía con dificultad y con tos. —Ayuda a Rika y a Henry… —fue lo último que dijo el digimon para desmayarse nuevamente.

Takato preocupado y muy exaltado por lo que terriermon dijo empieza a buscar a sus dos amigos dentro de los escombros, al pasar varios minutos encuentra a Henry, el cual estaba dentro de una puerta que lo había aplastado. —¡Henry! ¿¡Estás bien!? —preguntaba preocupado el tamer, el chico abrió los ojos y se levantó, estaba muy sucio y lleno de polvo.

—Sí, estoy bien, no me había desmayado… Solo me quedé así para que no me atacara ese digimon… —contestaba mientras se limpiaba el polvo.
—Creí que era fuerte, pero su evolución lo es aún más…. ¡Terriermon! ¿¡Dónde está!? ¿¡Y Rika!? —preguntaba exaltado el tamer Wong.

Takato se sobre exaltó. —¿Rika está aquí? ¿¡Donde!?

—No lo sé, lo único que recuerdo es que el digimon evolucionó y nos venció a Megagargomon y a Sakuyamon muy fácilmente, creo que usó una técnica oscura o algo así… —respondía el tamer mientras se levantaba e iba a donde estaba terriermon.

Takato también se puso de pie e iba a buscar a la tamer, pero fue interrumpido por Guilmon, el cual este apenas salía de la tierra. —¿Guilmon?

—¡Takato! ¡Guilmon no sabía dónde estabas! ¡Guilmon está feliz de verte! —decía mientras salía de la tierra y saltaba a abrazar a su camarada humano. —¡Uhh! ¿Pero qué pasó aquí? ¿Un huracán? —preguntaba el digimon rojo volteando a todos lados.

—¡Bájate de mí Guilmon! ¡No estoy para juegos! —le regañaba su tamer.

—Tranquilo Takato, no seas malo con Guilmon. —este se bajaba de su camarada.

—Hay que buscar a Rika. ¡Ayúdame Guilmon! —le decía el tamer castaño a su dinosaurio rojo, el cual aceptó rápidamente a buscar a la tamer, los dos la buscaban dentro de algunos escombros y otras cosas más.

Guilmon fue el primero en encontrar algo. —¡Oye Takato! ¡Guilmon encontró a Renamon! —exclamaba fuertemente el digimon rojo, mientras excavaba los escombros sacaba a Renamon herida y toda empolvada. —¿Cómo se siente Renamon? —preguntaba el mismo digimon rojo.

Renamon solo pudo decir algo entre toses. —Se llevó a Rika… —dijo mientras se desmayaba nuevamente.

Takato se quedó exaltado, confundido y sin decir nada solo se quedó allí viendo como Guilmon trataba de despertar a Renamon.

Por otra parte, afuera de la ciudad se encontraba Myotismon, vistiendo su casual vestimenta de vampiro y con su capa cubriendo a la tamer perdida entre sus pensamientos, Myotismon usó uno de sus trucos de confusión mental para hacer que la tamer lo obedeciera…

Continuara...

 

Chapter - 4​

—¿Pero qué dices? No te dejaré pelear contra este digimon.

—¡Escucha! No tienes a Renamon, así que eres un estorbo, yo me encargaré evolucionando a Megagargomon, pero como es un digimon muy grande puedo aplastarte sin querer y sin saber, y no quiero que eso pase. —exclamaba el joven wong a la tamer pelirroja.

—De acuerdo Henry, pero ten cuidado… —decía la tamer corriendo velozmente del sitio.

La chica iba corriendo por una de las avenidas para escapar del lugar pero no pasó mucho tiempo para que el cuerpo de Megagargomon le trancara el paso, este enorme digimon verde cayó herido al suelo y destruyendo todo los locales produjo una fuerte ráfaga de viento lo que hizo que Rika cayera al suelo.

—¡Henry! —gritó ella mientras veía que Megagargomon regresaba a la normalidad, dejando a Henry y a terriermon en el suelo con muchos escombros encima de ellos, Rika quedó exaltada al escuchar una voz algo siniestra detrás de ella.

—¿Temes morir? —fue lo que ella escuchó mientras le daba escalofríos.

Ella volteó velozmente para ver a un digimon tipo vampiro mirándola sádicamente. —¿Qu… Qué… quieres? —preguntaba nerviosa ante la escena que había pasado.

Todo el lugar se encontraba tapado por una gran nube de polvo provocado por la evolución matrix del tamer Wong. Myotismon el digimon vampiro le respondió sádicamente. —No tengas miedo, todos los estúpidos niños elegidos son iguales, no te haré nada si me ayudas… Así yo podré ayudarte.
¿Qué te parece? —le pregunta él.

—¿A… ayudarme? —volvía a preguntar la chica con nervios, ese digimon podía matarla si él quisiera.

—Así es, sé que tu perdiste a tu padre y eso es un gran dolor pero... Si me ayudas yo puedo devolverte a tu padre y a tu felicidad. —esa propuesta hizo que la chica se exaltara aún más, si él en verdad hablaba en serio podía devolverle a su padre y a la felicidad que tanto anhelaba.

—¿¡Lo dices en serio!? ¡Puedes regresarme a mi padre! —exclamaba la chica sonriendo.

—Exacto, pero tienes que ayudarme en algo. —le decía mientras mostraba una sonrisa diabólica.

La chica iba a aceptar pero fue interrumpida por su camarada digimon. —¡Rika! ¡Aléjate de ese Digimon! —le gritaba la zorra amarilla mientras se colocaba al frente de la chica para protegerla. —No tengo oportunidad contra este digimon, su nivel es muy alto… —pensaba la digimon colocando
un gesto de rabia.

—¡Oh! Qué bonita camarada tienes, me gustaría ver que tan fuerte es en batalla. ¿Niña te parecería si antes de cerrar el trato tenemos una batalla simple? A ver qué ten fuerte eres te ayudaré. —le seguía insistiendo el digimon.

—De… de acuerdo, Renamon ¡vamos! —la chica usa su matrix evolución para evolucionar en Sakuyamon pero en un chasquido de dedos… Todo se pone oscuro y de la nada Renamon cae al suelo. —¡Renamon! ¡Dijiste que sería una batalla simple! ¡Pero la lastimaste! —le gritaba la tamer a Myotismon, el cual solo sonreía.

—Tranquila, estará bien, solo fue para que no interfiera. ¿Sabes que ella no quiere que seas feliz? Te estoy ofreciendo la felicidad pero parece que ella se interpuso, y yo quiero que seas feliz al igual que yo. —trataba de que la tamer cerrara el trato con él, pero ella aún dudosa no lo hacía. —¡Vamos!
Puedo devolverte a tu padre… ¿Acaso no lo quieres?

La chica al oír lo último inmediatamente respondió. —¡De acuerdo! —le dijo mientras le daba la mano.

Myotismon solo hizo una expresión de felicidad mientras se la llevaba del lugar.

Más tarde Takato llegó allí y se encontró con Guilmon y con Henry y terriermon heridos, estos al igual que Renamon le dijeron que se llevaron a Rika, lo que hizo que este se fuera con Guilmon a buscarla dejando al tamer y a los dos digimon aún heridos allí.

—¡Más rápido Guilmon! —regañaba el tamer castaño a su digimon por no correr tan rápido como él. —¡Tenemos que encontrar a Rika!

—Sí, eso está muy bien pero… ¿Takato sabe donde se encuentra? —preguntaba el dinosaurio algo confuso.

Takato se detuvo y suspira, para responder. —No… —Guilmon lo mira con una expresión de más confusión. —Pero que importa, ¡hay que buscarla!
¿¡Quién sabe lo que ese digimon le puede hacer!? ¿¡Acaso no recuerdas cuando la capturó IceDevimon!? —le preguntaba a su digimon.

—¡Calma Takato! Guilmon solo preguntaba… Takato tiene razón, ¡hay que buscarla! —cerraba la conversación Guilmon mientras volvían a correr por las calles de Shinjuku. Después de varias horas de búsqueda, los dos amigos no encuentran a la chica y ya está por caer la noche, lo cual empezaba a lloviznar pero ninguno de los dos quiso terminar la búsqueda sin antes encontrarla o saber algo de ella, por otro lado en la residencia
Nonaka la mamá de Rika, Rumiko, se encontraba en una gira mundial, por lo que la tamer decidió regresar a su hogar para descansar un poco.

La tamer pelirroja llega allí con una ilusión de volver a ver a su padre así que decidió irse al pasillo en la que ella siempre se sentaba al lado de su padre cuando era pequeña, el pasillo era al aire libre pero con techo, así que sentó allí para ver la luna que comenzaba a salir, pero aún seguía lloviznando, ella miraba la luna algo opaca y en sus recuerdos de niñez provocó que cantara…

Desde hace tiempo ya no nos vemos, pero aún tengo la esperanza​

De volverte a ver…​

Como quisiera poder regresar a cuando era una pequeña para sentir tus brazos y tu amor…​

Sin embargo por causa del destino esa felicidad despareció…​

Una niña triste siempre será una niña sin esperanzas… ​

Pero yo aún tengo una y es que cuando regreses yo volveré a sonreír…​

Desde hace tiempo ya no nos vemos, pero aún tengo la esperanza​

De volverte a ver…​

Siempre miro la luna para pensar en ti… Pero el destino me deja atado a esta soledad…​

El tiempo pasa y pasa y nada que para la tristeza ​

Ojala un día pueda volver a abrazarte y acariciarte​

Pero el tiempo y el destino me odian hasta ya no poder…​

Desde hace tiempo ya no nos vemos, pero aún tengo la esperanza​

De volverte a ver…​

La chica cantaba y cantaba toda la noche mientras soltaba lágrimas y lágrimas por todo lo que ha pasado. —Papá… —decía entre gemidos y llanto…
—Cómo me gustaría poder a verte papá…

La lluvia empezaba a apretar aún más y al tamer de cabellos castaños se le ocurrió de la nada ir a la residencia Nonaka a ver si ella estaba allí, y como último recurso de ese día, al llegar allí ya la llovizna era una lluvia y todo estaba en silencio y oscuro, la luna se había ido y la lluvia cada vez se hacía más fuerte. El y su digimon tratan de entrar por la puerta principal pero estaba cerrada, así que la tocan y tocan pero nadie abre, él decepcionado estaba a punto de irse pero al oír que alguien lloraba inmediatamente se quedó allí.

—Guilmon… ¿Oíste eso? —preguntaba el tamer todo empapado y cansado.

—Sí, Guilmon oye llorar a alguien. ¿Qué hacemos Takato? —le preguntaba a su camarada pero este ya iba caminando por el patio trasero. —¡Takato espera a Guilmon! —exclamaba el dinosaurio hiendo hacia él.

El tamer iba con cautela para que no lo oyeran y con cuidado llega al pasillo donde estaba la chica llorando en posición fetal. —Rika… —dice el mientras se sigue acercando a ella. Esta no lo oyó por el fuerte sonido que hacia la lluvia, el tamer entra al pasillo y se acerca a ella por detrás y le pregunta algo triste por ver como ella lloraba. —¿Estás bien…? —esto hizo que la chica se exaltara y tratara de reincorporarse para que no notara que lloraba.

—¿¡Qu… Qué haces aquí!? —le preguntaba mientras se limpiaba los ojos, el tamer ya sabía que ella lloraba y se sentó al lado de ella para tocarle el hombro. —¡No me toques! —le gritó la tamer enojada porque la presencia de él.

El chico sin saber qué hacer solo suspira y le pregunta. —¿Dónde está Myotismon? ¿Te hizo algo?

—¿Cómo sabes de él? —preguntaba la tamer tratando de levantarse.

—Henry me lo contó, y Renamon me dijo que te había raptado, así que dime si te hizo algo. —hablaba en un tono serio el chico.

—No, no me hizo nada… Y no quiero que te metas en lo que no te importa… —le respondía colocándose de espaldas al castaño. —Así que ¡Lárgate de aquí!

El chico dio un fuerte suspiro. —De acuerdo, me voy… Solo quería saber cómo estabas. Vámonos Guilmon... —le dijo el tamer mientras colocaba sus manos en sus bolsillos.

La chica lo ve de reojo y sin importarle se mete a su habitación para dormir, ya eran las tres de la madrugada y todavía llovía, la chica aún seguía despierta mientras pensaba en la propuesta del digimon en traerle a su padre, la emoción era tan grande que no podía conciliar el sueño así que decidió levantarse de su cama para ir a caminar un poco por su casa, después de un rato de caminata pasaron una hora y para su sorpresa al mirar hacia afuera ve a su amigo Takato sentando en la fuente del patio, este estaba completamente mojado por toda la lluvia que le estaba cayendo y que le había caído, se encontraba de brazos cruzados y con la cabeza hacia arriba, la tamer al verlo coloca una expresión de enojo y piensa. —¿Qué demonios está haciendo allí? Clarito le dije que se largara de aquí… Y nada más mírenlo, todo mojado por estúpido, ojala se enferme por idiota… —la chica agarra una sombrilla que había allí y sale hacia al patio, Takato al verla solo se queda como estatua sin hacer ningún movimiento, la tamer pelirroja llega allí y lo mira por un rato, hasta que le grita. —¡Te dije que te largaras! ¿¡Por qué aún sigues aquí!?

El chico algo con sueño le responde. —Me dijiste que me fuera, pero de tu pasillo, no de tu terreno, así que no me voy, no permitiré que te pase nada… Renamon se encuentra descansando aún, ese digimon dejó a Henry a Terriermon y a Renamon heridos ¿y aún así no entiendes que te puede hacer algo? —contestaba todo exhausto.

—Cree lo que quieras, si quieres quédate aquí sentando toda la noche, si te da algo por causa de la lluvia no me llames… —fue lo último que le dijo mientras se regresaba a su casa.

Guilmon se encontraba allí durmiendo también, aguantando la fuerte lluvia pero no iba a dejar a su camarada solo, el despierta y se estira un poco para preguntarle. —Ciento la presencia de Myotismon, desde que llegamos la he sentido cerca…

Takato suspira para contestarle. —Por eso no nos vamos de aquí, no dejaré sola a Rika…

Continuara...

 

Chapter - 5​

Ya en la mañana el tamer castaño se encontraba durmiendo en la fuente de la residencia Nonaka, Rika aprovechó ese momento para salir de allí antes que él se diera cuenta, Guilmon también se encontraba dormido al lado de su camarada ya que en la noche pasada no durmieron nada y esta tampoco. La chica se fue al parque central de Shinjuku para encontrarse con su nuevo “amigo” no le tomó mucho tiempo para llegar allí, en el lugar Myotismon la esperaba sentado en una de las bancas del lugar, este al verla se levantó y la saludó “cordialmente”

—¿Ya estás lista para ayudarme? —le pregunto sin pensarlo dos veces.

—¡Sí! Hice lo que me pediste, te traje la carta roja. —le responde la tamer mientras le entregaba la carta. —No fue muy difícil, Henry me la había dado hace tiempo… Aunque no sé para que la quieres.

El digimon vampiro la toma velozmente con su mano izquierda y la ojea un poco. —Esta carta solo es uno de los tres elementos que necesito, el segundo lo encontraremos fácilmente pero necesitare tu dispositivo de evolución. —le decía mientras sonreía y daba un par de risas.

—¿Quieres mi Digivice? —la tamer preguntaba algo confusa.

—Así es, no temas niña, mira te doy mi palabra de que no pretendo nada malo, solo necesito esos elementos para regresarte tu felicidad. Por cierto, si hay que tenernos confianza mutuamente deberías decirme tu nombre. —se inclinaba el digimon vampiro mostrando expresiones de amistad.

—Creo que tienes razón… Bueno es verdad, además no te he dicho mi nombre, me llamo Rika. —le contestaba mostrando una sonrisa y los ojos cerrados.

—Rika… Qué bonito nombre, muy bonito, bueno ahora sí… ¿Me podrías dar tu digivice? —le vuelve a preguntar nuevamente.

—Claro Myotismon, ten. —le daba ella su D-Arc. Él lo tomó como un rayo y mostraba una enorme sonrisa. —¿Ahora cuál es tu tercer elemento?

—¡Oh no! No, no y no, aún no hemos conseguido el segundo elemento, tenemos una porción, me falta los dispositivos de tus dos amigos. —Rika al oír eso muestra una expresión de rareza. —Vamos Rika, no te pongas así, ¿acaso no quieres a tu padre de vuelta?

—¡Sí! Es solo que no sé si Takato y Henry me los querrán dar… —contestaba mientras miraba hacia abajo.

—¿Y quien dijo que se los pidieras? Solo tómalos prestados, luego de usarlos se los devolvemos.

—¡Tienes razón! ¡Horita te los traigo! —le decía la tamer mientras se iba corriendo del lugar.

Myotismon solo mostraba una sonrisa maligna mientras soltaba un par de risas, la chica fue primero hacia donde estaba Henry, el chico estaba en su casa bañándose, así que la tamer entró por la ventana de su habitación la cual se encontraba abierta, allí ella ve que Terriermon estaba con Lopmon durmiendo y aprovecha para agarrar el D-Arc de Henry el cual estaba en una repisa de madera, lo toma y rápidamente sale de la casa y va hacia la suya a buscar el de Takato, no pasó mucho tiempo cuando llegó allí y vio al tamer castaño profundamente dormido pero esta vez sin su camisa ya que se la había quitado porque estaba empapada, ella se acerca a la fuente silenciosamente para no despertar a él ni a Guilmon, ella llega hacia él y le mete la mano en su bolcillo de su pantalón gris, del cual saca su D-Arc, cuando lo toma se percata de que Takato estaba sin camisa lo cual hace que a esta le salga un leve sonrojo. —Dios… Takato está sin camisa… ¡A pesar de que llore mucho tiene figura de hombrecito! ¡Dios! —pensaba la tamer colocando una cara de enojo pero con el sonrojo, allí solo voltea y sale corriendo ella cree que nadie se dio cuenta, pero sí Guilmon. Este dinosaurio rojo estaba “durmiendo” pero escuchó el ruido que hizo la tamer al llegar lo que fue suficiente para que abriera un ojo y la viera robarse el digivice de
Takato.

Este se levantó después de que la chica saliera de allí y trata de despertar a su camarada. —¡Takato despierta! —repetía dos a tres veces mientras lo movía de un lado a otro pero el tamer seguía durmiendo, después de un rato Guilmon le pisa la mano derecha lo cual hace que despierte bruscamente.

—¡Ah! ¡Guilmon! ¿¡Por qué me pisaste la mano!? —regañó el tamer a su Digimon mientras se levantaba exaltado por el pisotón que le dieron.

—¡Guilmon lo siente, pero Guilmon tiene algo que decirle a Takato! —movía sus dos brazos hacia arriba mientras saltaba este.

—¿Y qué cosa es? —preguntaba entre bostezos.

—¡Le robaron el Digivice a Takato! —esto hizo que el tamer se sorprendiera y exaltara al mismo tiempo, allí al oír eso buscó su D-Arc en sus bolsillos pero no lo encontró.

—¡Rayos! ¿¡Pero quién me lo robó!? —gritaba desesperado mientras lo buscaba por todos lados.

—A Takato no le gustará la respuesta, pero la que se llevó el Digivice de Takato fue Rika. —la respuesta de Guilmon hizo que el tamer castaño se detuviera y apretara los puños.

—¡Demonios Guilmon! ¡Apuesto que se lo dará a ese digimon! ¡Vamos hay que quitárselo! —el tamer se colocó su camiseta ya seca y se fue con Guilmon hacia la casa de Henry la cual quedaba después del parque central.

La tamer pelirroja se dirigía muy feliz hacia el parque para entregarle los dispositivos de evolución a Myotismon el cual le había ofrecido la felicidad y a su padre, no muy lejos de allí la tamer se encuentra con su camarada amarilla, que se interpone en su camino estirando sus dos brazos.

—¿Qué haces aquí Renamon? —preguntaba la tamer.

—Rika estás haciendo una locura, ¡no le entregues esos digivice a Myotismon! ¡Te está engañando! —le gritaba en un tono de regaño a la tamer.

La chica coloca un seño de rareza y le pregunta fríamente. —¿Acaso estás regañándome?

La digimon muestra una expresión de rabia y le vuelve a gritar. —Sí, y dame esos digivice.

—¡NO! Myotismon tenía razón, tú no quieres que sea feliz al lado de mi padre…

—¡No seas tonta, si tu padre te dejó fue por algo! ¡Quién sabe para qué quiere los D-Arc es digimon! —la digimon la regañaba y regañaba para que entendiera pero esta no cedía.

—¡Apártate de mi camino Renamon! —le gritó muy fuerte la tamer, tanto que Guilmon pudo oírlo estando a más de diez metros.

—¡No! —fue lo último que dijo la digimon colocando sus dos brazos hacia adelante y amenazando a la tamer en atacarla. —Lo siento Rika, pero no permitiré que… —la zorra no pudo terminar la oración cuando fue atacada por detrás por Myotismon dejándola inconsciente.

—Upss… No paraba de hablar. Ahora bien, ¿ya tienes los dispositivos? —le preguntaba este a la chica que se encontraba a unos metros de distancia.

—Así es, aquí tienes. —le decía mientras se los daba, el digimon los tomó velozmente y se quedó mirándolo con una gran sonrisa. —¿Y cuál es la tercera cosa que te falta? —le preguntó esta vez la tamer mirándolo algo contenta.

—Oh, no te preocupes esa tercer cosa ya lo tenemos, pero antes hay que irnos al parque de nuevo para hacer el ritual. —respondía entre risas.

—¿Ritual? Bien… Con tal de que pueda ver a mi padre está bien. —los dos se fueron de allí rápidamente pero no pasó mucho tiempo para que Takato y Guilmon llegaran allí.

Estos dos vieron como Myotismon se llevaba a Rika volando y vieron a Renamon inconsciente en el suelo, Guilmon corrió hacia ella para despertarla pero Takato lo interrumpió. —Olvídala Guilmon, lo más importante es devolver a ese digimon al digimundo, ¡sigámoslo, no perdamos tiempo! —le decía su tamer mientras seguía corriendo, su digimon dejó a la camarada de Rika en el suelo nuevamente para seguir a su amigo al parque.

Ya en el parque se encontraban la tamer pelirroja y el digimon vampiro al frente del refugio de Guilmon, donde allí se encontraba el portal hacia el digimundo, la tamer no esperó más para preguntarle algo.

—Oye, ¿Cuándo me dirás donde está mi padre? ¿O cuando estaré con él? —preguntaba muy exaltada la tamer.

—Tranquila Rika, primero necesito el tercer elemento… —le contestaba mientras colocaba la carta roja y los digivice en el césped. —Casi estamos listos, ahora me darás ese tercer elemento. —decía con una voz sádica mientras volteaba y la agarraba por los dos brazos y la alzaba del piso.

—¿Qu… Qué hac.. Haces? —le preguntaba la tamer muy nerviosa. —¿Pero qué demonios me va a hacer? —pensaba ella muy nerviosa y con mucho miedo.

—Tranquila, esto no te dolerá. —dijo seguido de una risa siniestra abrió su boca y del cuerpo de la tamer comenzó a salir un brillo rojizo oscuro que el digimon drenaba.

—¿Q… Qué… es esto? —volvía a preguntar la chica con mucho dolor.

De pronto la zona en la que se encontraban se oscureció y el césped tomó un tono rojo oscuro. —No te preocupes, ya estarás con tu padre muy pronto. —le dijo mientras la tamer comenzaba a cerrar los ojos muy lentamente, sentía que su cuerpo estaba débil y todo se nublaba para ella, antes de cerrar sus ojos completamente pudo ver que los digivice y la carta roja también brillaban ese rojo oscuro hacia el digimon vampiro y cuando ya estaba a punto de caer inconsciente oyó un fuerte grito.

—¡Myotismon Digivol! … ¡Ah!… ¡MaloMyotismon!

Todo quedó oscuro y silencioso para la tamer, pero no pasó mucho para que despertara en su cama. La chica pelirroja comenzó a abrir sus ojos violetas y para su sorpresa fue que todo estaba tranquilo y Myotismon no estaba ni él ni la luz rojiza que salía de ella, esta se levantó de la cama y caminó hacia el pasillo por qué escuchó unas voces hablando, al llegar allí su emoción fue tan grande que no pudo dejar de sonreír al ver a su padre hablando con su madre allí al frente de ella.

—¡Papá! —fue lo único que dijo hiendo hacia él con miles de lágrimas saliendo de ella, parecía que todo se había vuelvo en cámara lenta, la chica le dio un fuerte abrazo mientras su madre los veía a los dos, este la correspondió y para sorpresa de la tamer este le dio un beso en la frente, juntos daban vuelta y vuelta abrazados y soltando lágrimas y lágrimas…

—No puedo creerlo, estoy con mi padre, esto es un sueño… ¡Simplemente no puedo creerlo! —pensaba la chica mostrando una gran sonrisa y llanto sin igual.

Rondaba alrededor de las doce del medio día, y la chica estaba almorzando al lado de su padre, no paraba de sonreír y llorar. —Papá, no sabes cuánto te extrañé. —le decía mientras lo abrazaba nuevamente. —Papi, te quiero mucho, no quiero que te separes de mí nunca más. —la tamer estaba muy feliz para creer eso, pero la emoción era muy grande para que pensara en algo lógico.

Pasaron dos días y la chica no se separaba de su padre, dormía al lado de él e iba a todos lados con él, fueron al supermercado a temprana hora de la mañana a comprar algunos alimentos, la chica iba con dos grandes bolsas y su padre con el resto, ella no paraba de sonreír y mirar a su padre hasta que algo la interrumpió…

—¡Myotismon Digivol! … ¡Ah!… ¡MaloMyotismon! —el digimon cambia radicalmente su forma humana a una forma humanoide, le salen dos tipos de boca en sus hombros, su tamaño cambia mucho y se vuelve de color blanco, su capa se levanta y cambia de forma en una especie de capa/alas, le crece una cola y su cabeza cambia mucho, muy distinto a como era en su forma ultra, ahora es mega. —¡Al fin! ¡Ningún Imperialdramon podrá vencerme de nuevo! Ahora que absorbí y me alimenté de la oscuridad que había en esos digivice y en el cuerpo de esta niña, ¡soy miles de veces más fuerte que antes! —alardeaba para sí mismo en un tono de ‘gobernante supremo’ levantaba su dos brazos al aire en forma de victoria. —Ahora… ¡A hacerme notar! —dijo mientras se dirigía volando hacia la ciudad a gran velocidad.

Guilmon y Takato lo notaron al ver qué pasaba por encima de ellos. —¿Takato vio eso? —le preguntaba el dinosaurio a su camarada.

—Sí, y no me gustó. —le contestaba dirigiendo su mirada al centro del parque, donde para su exaltación fue ver a la tamer tirada en el suelo rodeada por una especie de luz maligna. —¡Rika! —gritó fuertemente el tamer castaño corriendo hacia ella a toda velocidad, al llegar allí se tira al suelo de rodillas y la levanta. —¡Rika responde! ¿¡Estás bien!? ¿¡Estás bien!? —le preguntaba a la tamer que parecía ‘muerta’. —Oh no… Rika… —empezaba a soltar el llanto el chico, pero fue interrumpido por Renamon, la cual llegó de la nada.

—Tranquilo Takato, está bien, pero no por mucho… Está en trance, por lo que estará inconsciente hasta que ella tenga el valor para despertar nuevamente. —contestaba la zorra tocándole la frente a su camarada.

El chico apretó sus puños para gritar. —¡Vamos Guilmon! ¡Encarguémoslo de ese sujeto! —este y su camarada digimon se preparaban para irse tras MaloMyotismon, pero fueron interrumpidos por Henry, el cual llegaba allí con Terriermon. —¿Henry? ¿Qué haces aquí?

—Vi lo que pasaba desde mi casa y supe que no era bueno, tenemos dos grandes problemas, Rika y MaloMyotismon… —decía para Takato y para Renamon.

—Te equivocas, es un problema y es Rika, yo me encargaré personalmente de Myotismon. —contestaba mientras se llenaba de valor y se limpiaba las lagrimas.

—No te hagas el héroe Takato, yo soy el que se encargará de detener a MaloMyotismon, pero necesito que tú te quedes aquí con Renamon para salvar a Rika.

—¿Salvar a Rika? ¿¡No me digas qué está en peligro!? —se exaltaba el tamer castaño antes la respuesta del tamer Wong.

—Así es, se encuentra bajo el ataque especial Pandemonium de MaloMyotismon, es muy peligroso si no sale de allí a tiempo… Podría desvanecerse en el olvido o simplemente morir cruelmente.

—¿¡Qué!? —dijeron el tamer castaño, su camarada rojo y la zorra amarilla.

—Sí, por eso quiero que vayas al interior del sueño de Rika para que la saques de allí, con la carta roja. Afortunadamente solo se alimentó del odio de D-Reaper por lo que los poderes de la carta aún están activos. —nuevamente decía el tamer moreno levantando la carta roja del césped. —Por ahora los digivice no sirven, así que parece perdido todo, pero no lo es. Tengo aquí la carta azul, así que podemos regresarle la vida a los digivice pero por corto tiempo, hasta eliminar a MaloMyotismon. —terminaba de decir el chico mientras pasaba la carta azul la cual sacó de su bolcillo, por el digivice de Takato y el suyo. —Ahora podemos evolucionar en la forma matrix pero limitadamente, no te excedas demasiado, ¿de acuerdo Takato?

—De acuerdo… —contestó tomando su D-Arc. —Gracias por la información y la ayuda Henry… ¡Vámonos Guilmon! —le dijo el tamer castaño a su camarada. —Renamon tu quédate aquí, para que protejas el cuerpo de Rika de cualquier peligro.

—Entiendo, cuídate y sálvala Takato. —le respondió la digimon amarilla.

El tamer castaño tomó la carta roja y la colocó al frente de él y de Rika haciendo que este desapareciera en un instante.

—Bien Terriermon no perdamos tiempo, ¡vamos! —dijo nuevamente Wong a su camarada.

—Momantai Henry, no te preocupes, ¡vamos entonces! —concluyó su digimon hiendo directo hacia la ciudad con su camarada humano.

Continuara...

 

Chapter - 6​

Todo estaba en calma y oscuro para el tamer castaño pero no pasó mucho tiempo ya que este empezó a abrir sus ojos lentamente, le dolía mucho la cabeza y encima que según él sintió que cayó fuertemente en el suelo, así que se encontraba muy mareado, trató de levantarse para incorporarse un poco, este al colocarse en posición de L con el torso hacia arriba y las piernas sentadas pudo visualizar a su camarada el cual se encontraba en posición de pelea, inmediatamente el tamer se colocó de pie para ver qué pasaba.

—¡Guilmon! ¿Qué ocurre? —le preguntó el castaño al dinosaurio rojo el cual volteó hacia donde estaba él y le gruñe para responderle.

—¡Takato estamos rodeados! —le exclamó con una expresión de agresividad.

—¿Rodeados? ¿¡Quienes nos están rodeando!? —preguntaba con exclamación y algo alterado el tamer mientras miraba a todos lados.

El lugar donde se encontraban tenía a la derecha partes traseras de los edificios de Shinjuku y a la izquierda tenía una pequeña plaza las cuales resaltaban sus abundantes hierbas provenientes de esta.

El camarada del tamer castaño velozmente se dirigió hacia él y se colocó al frente de él para cubrirlo. —Takato estamos rodeados por bastantes Digimon’s de un nivel impresionante. —le contestaba el digimon rojo.

—¿Digimon’s? ¿¡Donde!? —le volvía a preguntar el tamer exaltado. —¡No puedo verlos!

—Pero yo sí, hay muchos y nos están mirando. —le volvía a responder el digimon rojo a su tamer.

—Ya veo… Entonces tú si puedes verlos pero yo no… ¡Ya sé! ¡Transformémonos en Gallantmon! ¡Así podemos verlos los dos y si son tan fuertes los venceremos! —le exclamaba el joven humano al joven digimon.

Este asintió con una expresión de batalla. —¡Hagámoslo Takato! —fue lo último que dijo para que se ajuntaran y de la nada una voz exclamara. —Evolución… ¡Matrix!

Por otro lado la joven Nonaka andaba felizmente con su ‘padre’ para todos lados, fueron a hacer un par de compras en el súper mercado que había cerca de su residencia y ya se encontraban de regreso a su hogar, cuando algo exaltó a la chica. En uno de los edificios que había a la izquierda de la nada saltó en pedazos, arrojando con sus escombros a varios SkullSatamon’s convirtiéndolos en datos.

La tamer pelirroja al ver todo eso inmediatamente se alteró mucho y trató de irse pero algo la detuvo. —Un momento… ¿Digimon’s?, ¿qué están haciendo esos Digimon’s aquí? —fue lo que pensó la tamer cuando instintivamente dijo. —¡Renamon! —ella volteó hacia donde estaba su padre, pero este había desaparecido. —¿¡Papá!? ¿¡Donde estás papá!? —exclamaba la chica buscando a su padre cuando algo la hizo exaltar nuevamente.

Detrás de ella vio a un SkullGreymon el cual estaba ni a dos metros de ella, esto hizo que su corazón se detuviera por unos segundos del miedo que la invadió, estaba viendo su propia muerte a manos de un Digimon, el cual se la devoraba, al pasar un segundo este hizo su movida y trató de comérsela cuando una lanza lo atravesó por el torso convirtiéndolo en más que datos. La tamer quedó inmóvil del escalofrío al ver todo eso, pero inmediatamente algo la regresó a la normalidad, al escuchar la voz de Takato.

—Rika, ¿Estás bien?

—Sí… Sí. —respondía entre parpados la joven. —¿¡Qué estás haciendo aquí Takato!? … No importa, olvídalo… ¿Qué fue todo eso? —preguntaba la tamer confundida.

El caballero suspiró un poco, mientras el tamer dentro de él pensaba y reflexionaba sobre lo sucedido. —Obviamente Rika no sabe que está dentro de un tipo de sueño o algo parecido… Tendré que decirle. —el tamer trató de regresar a su formal normal, ¡cuando de pronto un Locomon lo atropella por detrás!

El Locomon que atropella fuertemente a Gallantmon es idéntico al Locomon que fue poseído por Parasimon hace años atrás, y que también había poseído a Rika. La tamer al ver que el Locomon golpea fuertemente a su amigo se exalta, ya que podría estar gravemente herido, el digimon de la realeza cae bruscamente en un edificio derrumbándolo en segundos, el golpe fue tan fuerte que hizo que se desmayara al instante. La joven pelirroja fue corriendo hacia él, estaba muy asustada debido a lo sucedido, pero al acercarse tan solo unos pares de metros el Locomon vuelve a aparecer, pero esta vez en frente de la chica y cambiando radicalmente su forma, pasando de Locomon a GranLocomon.

La tamer se queda nerviosa y enojada por lo que veía, mientras apretaba sus dientes pensaba. —¿¡Qué demonios está pasando aquí!? ¿¡De donde salió ese Digimon!? ¿Y de donde salió Takato!? —ella estaba algo distraída en su pensamiento, tanto así que ni vio el momento en que el Digimon se abalanzó contra ella a una velocidad impresionante. Como tal, el digimon tren iba sobre rieles, las cuales aparecían misteriosamente delante de él a gran velocidad.

El digimon tren ya estaba a dos segundos de atropellar y obviamente matar a la tamer pelirroja, la cual se dio cuenta de eso a último segundo.
—¡Rayos! —gritó fuertemente la chica seguido de un fuerte grito de ayuda y miedo. De repente un fuerte rayo destruye al GranLocomon partiéndolo en dos, desde su “cara” hasta su parte trasera desapareciéndolo en segundos.

Todo pasó tan rápido que la tamer creyó que la habían matado, esta estaba nerviosa y se colocó en posición fetal debido a la adrenalina y el terror que le invadió. El rayo que destruyó al digimon tipo tren fue de nada más y nada menos que el ataque de Gallantmon, el cual ya se había reincorporado del ataque sorpresa del ‘tren’.

Este se dirigió rápidamente hacia su amiga que estaba nerviosa y asustada, al llegar hacia ella le preguntó con preocupación. —¿¡Estás bien Rika!? ,
¿no te pasó nada? —le preguntaba este mientras regresaba a su forma humana y se separaba de su digimon. Takato vio a su amiga fría y helada debido al fuerte susto que le dio.

—¿Rika está bien, Takato? —preguntó algo confundido Guilmon, el cual se acercaba con curiosidad a donde estaba su tamer con su amiga.

—Jejeje… Sí… Sí está bien, pero está muy asustada, Guilmon hazme un favor y busca un refugio o algo, parece que lloverá. —le respondió el tamer castaño, el cual su digimon aceptó y fue velozmente a buscar una especie de cueva o refugio para pasar la lluvia que se avecinaba.

Por otro lado en el mundo real MaloMyotismon se encontraba destruyendo gran parte de la ciudad de Shinjuku, parecía que estaba fuera de control hasta que un fuerte misil le explotó gran parte de su espalda. —¡Ah! —gritó de dolor él, al sentir que alguien trataba de interrumpir su espectáculo.
—¿¡Quién se atreve a desafiarme!? ¡Muéstrate si eres tan valiente! —volvió a gritar pero esta vez de enojo. Al voltearse para detrás notó quien era su atacante. —Vaya, eres tú de nuevo… Veo que no te sirvió el calentamiento que te di hace días. ¿Verdad? —le preguntó este a Megagargomon, el cual estaba flotando para no aplastar los objetos que aún quedaban intactos.

—Me ganaste porque me descuidé, pero esta vez estoy preparado para vencerte. —fue lo que respondió para empezar a atacarlo bruscamente con sus metrallas que tiene en sus manos, pasaron varios segundos, hasta un minuto completo para que se acabaran sus municiones, esperó este a que se dispersara un poco el humo que había creado por el efecto de las metrallas. —Creo que acabé con él… ¿¡Eh!? —exclamó fuertemente siendo golpeado por una bola oscura y con bordes rojizos que venía del humo. —¡Rayos! —decía este siendo derribado por el ataque de su rival.

Al dispersarse completamente el humo, MaloMyotismon sale volando hacia Henry/Megagargomon, el cual se encontraba algo herido por el ataque de este. —¿Qué pasó? ¿No me digas que te descuidaste otra vez? ¡Jajaja! —dijo mientras soltaba carcajadas a gusto, este llegó hacia Henry y le empezó a dar múltiples golpes a una gran velocidad. Comparado al tamaño de Megagargomon, MaloMyotismon le llegaba desde la cabeza hasta casi terminando su pecho, lo cual era algo pequeño pero se veía la diferencia de poder.

En el interior, Henry se encontraba con una expresión de dolor, debido a los golpes de su enemigo. —¡Ah!... ¡Este digimon es muy fuerte! … ¡Takato apúrate! —decía mientras en un intento de adrenalina tomaba el brazo izquierdo de MaloMyotismon y le disparaba con sus dos megamisiles de sus hombros, lo cual aparentemente le causo un gran daño. —¡Sí! ¡Le di! Y parece que le afectó bastante.

El digimon ‘dragón’ cayó a la tierra herido en su pecho, debido al impacto de los megamisiles de Megagargomon. —¡Bah! ¿No me digas que es lo único que tienes? ¡Prueba esto! —decía mientras alzaba su brazo derecho y extendía su mano hacia Henry. —¡Látigo Sangriento! —dijo mientras de su mano salía un larguísimo látigo de color rojo el cual golpeó bruscamente a Henry haciendo que cayera fuertemente a la tierra.

—¡Ja! ¿Ya estás herido? —le preguntó con malicia MaloMyotismon a Henry, el cual ya se había levantado y se acercaba hacia él con su látigo agitándolo contra el suelo bruscamente.

—¡Oh no! Aquí viene… ¿¡Qué hago!? Me… Me matará. —pensaba Henry invadiéndolo el miedo. Este cerró los ojos para no ver el ataque, cuando un fuerte ruido hizo que volviera a abrir los ojos. —¿¡Qué sucedió!? —se preguntó mientras veía al digimon en el suelo.

—¡Tranquilo Henry! ¡Aquí estoy yo para ayudarte! —dijo nada más y nada menos que Justimon el cual hizo una dramática presentación en el pico de un rascacielos todo roto.

Mientras en la mente de Rika… Takato estaba con ella y con Guilmon en un edificio destruido y abandonado, refugiándose de la lluvia que caía y caía.

—Guilmon, ¿puedes traerme un poco de comida? Disculpa la molestia, pero a ti no te afecta mucho la lluvia, y no corres el riesgo de enfermarte.
—decía el tamer castaño el cual se encontraba al lado de su amiga pelirroja, esta estaba acostada y durmiendo.

—Claro Takato, Guilmon traerá comida para todos. —contestó este saliendo del lugar a la intensa lluvia.

El tamer suspiró mientras se quedaba solo con su amiga. Este volteó la mirada hacia ella mirando todo su rostro y mostrando un leve sonrojo, ella por su parte permanecía durmiendo.

Continuará...

 

Chapter - 7​

En la ciudad de Shinjuku estaba cayendo una fuerte tormenta o eso era en la ciudad imaginaria de Shinjuku de la mente de la joven Rika, ella estaba durmiendo dentro de su mente gracias a la habilidad de MaloMyotismon y su ataque Pandemonium… Pero no pasó mucho para que despertara.

La tamer empezaba a abrir lentamente sus ojos y escuchar fuertemente la lluvia caer, ¡cuando un fuerte estruendo de un centellazo hizo hacerle despertar de un tiro!

—¿Eh…? ¿Qué está pasando? —preguntaba algo exaltada Rika mientras volteaba su cara a todos lados comprendió que sucedía. —¡Ah! Está lloviendo… ¿Pero qué hago aquí? ¿Por qué no estoy en mi hogar?, lo último que recuerdo es que me atacó un Digimon y Takato me… —la tamer paró su dialogo para pensar. —Takato… Él me protegió… —pensó ella, cuando volteó a la derecha vio a su amigo durmiendo al lado de ella lo cual hizo que se ruborizara un poco.

Mientras Guilmon buscaba un poco de comida para sus amigos y más para él, Henry como Megagargomon y Justimon trataban de derrotar a la evolución mega de Myotismon en el mundo real, pero sus esfuerzos no eran suficientes.

—¿Creen qué esos ataques tan débiles pueden vencerme? ¡Soy el digimon mega más poderoso de todos! —alardeaba MaloMyotismon mientras le lanzaba bolas oscuras a Henry y a Ryo.

—¡Henry! ¡Será mejor que nos vayamos al mar! —le gritó Justimon/Ryo a Megagargomon/Henry, mientras recibía los disparos de MaloMyotismon.

—¿Al mar? ¿¡Para qué!? —le preguntó confuso Henry.

—Confía en mí, solo ¡vamos! —fue lo que respondió Ryo escapando del lugar a toda velocidad, Henry decidió ir tras él lo cual MaloMyotismon también se unió a ellos.

—¡No escaparán de mí!

En la mente de Rika todo empeoraba, pero para Guilmon ya que se había topado con tres SkullSatamon que lo rodearon cuando había tomado un par de manzanas de un árbol.

—Esto no está bien para Guilmon… Tendré que correr lo más rápido que pueda para ir con Takato y así evolucionar… —decía Guilmon exaltado mientras los tres SkullSatamon lo rodearon uno en la izquierda, otro en la derecha y el “jefe” al frente, y para acabar el árbol de donde tomó las manzanas tapaba un camino hacía la ciudad.

—Jeje ¿No me digas que tienes miedo de morir? —preguntó el “jefe” SkullSatamon con cara sádica. —Tranquilo, no sufrirás mucho. —Dijo este embistiéndolo fuertemente contra el árbol provocando que Guilmon diera un fuerte grito de dolor.

Mientras en el refugio donde estaban los dos tamers, Takato estaba despertando por qué un grito o algo así hizo que se despertara, este al ver que aún seguía lloviendo fuertemente, dio un suspiro y volteó a lado donde estaba su amiga, pero para acabar no estaba.

—¿Rika? ¡Rika! —preguntó para luego exclamar, Takato se levantó rápidamente del suelo al ver que su amiga no estaba allí donde él la había dejado dormida. —¡Oh no…! ¿¡A donde se fue Rika!? —preguntaba y preguntaba muy exaltado buscándola, tanto que decidió salir al exterior con la enorme lluvia, al buscarla por 10 minutos instintivamente decidió ver su reloj y al ver que había dormido por 23 horas le invadió el temor de que algo le debió a ver pasado a su amiga y a su compañero digimon. —No puede ser… Me quedé dormido por tanto tiempo… Si lo que recuerdo es que dormí por pocos minutos… ¿Qué está pasando? —se preguntaba muy confundido cuando una voz conocida para él le responde desde atrás.

—¿Vas a llorar Takato? ¿Vas a llorar como siempre? —le preguntó nada más y nada menos que él mismo, pero él de 10 años.

Este volteó lentamente su mirada hacia la voz que le respondió y al verlo le invadió miles de emociones a la vez.

—¿Q…Qué? —se preguntó con un tono bajo y apretando los dientes. —¿Qué? ¡Soy yo cuando tenía 10 años! ¿Pero qué está pasando aquí? … —pensaba mientras daba un par de pasos hacia atrás por qué también pensó que sería un digimon “disfrazado” de él o algo parecido.

Por otro lado el Takato “niño” se acercó más a él lentamente para decir unas palabras. —Es obvio que tú seas así de miedoso, solo mírate, estás huyendo de ti mismo… No es normal que Juri te haya dejado… —decía este Takato con una mirada triste pero algo sádica.

Takato apretaba más lo diente y tragaba bastante saliva. —¡No entiendo nada de esto! —exclamó muy confundido y nervioso.

—Supongo que tendré que explicártelo a ver si entiendes, verás ustedes están en la mente de Rika y por ello todo esto es producto de su imaginación, yo por parte soy un simple recuerdo de lo que tú eras, así que aquí me tienes. —contestó el Takato niño mientras seguía caminando hacia él Takato verdadero.

—¿Es un recuerdo de Rika? … ¿Cómo puedo creer si es verdad?, ¿y si es un digimon y me está tendiendo una trampa? —se preguntaba así mismo Takato en su mente para que su otro yo le interrumpiera.

—Sé perfectamente qué estás pensando, si escuchaste yo soy tú y tú eres yo así que deberías saber que no soy un “digimon” y no te haré nada, solo quería desahogarme un poco contigo.

—¿Desahogarte de qué? —preguntó Takato un tanto más tranquilo pero aún con confusión.

—De qué por tú culpa Juri nos dejó y quedamos como unos estúpidos… —decía con tristeza el Takato niño. —Yo la amaba mucho… ¡Y por tú increíble inmadurez nos dejó! ¿¡Cómo puedes vivir como un completo inmaduro!? —le gritaba este Takato soltando lágrimas de dolor.

Takato por su parte le invadió el dolor por lo ocurrido con Juri lo que hizo que empezara a temblar y soltar unas lágrimas. —Es verdad lo que dice… ¿Cómo puedo ser tan inmaduro? Gracias a eso Juri me rechazó… —le invadía los pensamientos tristes a Takato lo que hacía que empezara a derramar más lágrimas. —¿Por qué soy tan inmaduro? Casi cumplo los 15 y aún soy un… Un…

—Un niño inmaduro. —terminó la frase el otro Takato. —Un niño inmaduro que no tiene valor para nada, solo mírate, aquí llorando como un bebé.
Takato seguía llorando mientras recordaba antiguos momentos con Juri, cuando un fuerte grito de Guilmon lo volvió “en sí”.

—¿Qué fue ese grito? —preguntó entre lágrimas Takato, volteando hacia el lado de donde venía el grito. De nuevo otro grito de dolor muy parecido al primero, hizo que Takato dejara de llorar completamente. —¡Ese es Guilmon! —exclamó volteando hacia los gritos.

—Vez, tú compañero está sufriendo y ni sabes que hacer, pero yo sí sé que harás… ¡Llorarás como el bebé que eres! —le exclamó fuertemente el Takato niño a este lo cual hizo que se enojara y le respondiera fuertemente.

—¡Silencio! ¡No me importa que pienses, pero yo voy a ver qué le pasa a mi digimon! —dijo Takato corriendo hacia donde gritaba Guilmon.

Takato dejó solo a su otro Takato el que aún seguía llorando. —No pudiste con Juri… No podrás con Rika… No tienes el valor bebé llorón…

Continuará...

Bien otro capitulo corto, pero es que así será un poco más ¿intrigante? espero que le guste este cap.