Pandora Hearts Un Solitario Compañero [One Shot]

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Título: Un Solitario Compañero.
Tipo: One-shot.
Personaje: Elliot Nightray & Leo
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Un Solitario Compañero ​

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Miraba por la ventana el frío invierno que se estaba presentando, no lo decía por los copos de nieve que a diario adornaban la ciudad con una cautivadora belleza lo decía por la fuerte lluvia que presentaba señal de encierro, ese señal que detestaba muchas veces cuando se encontraba solo en su casa sin una persona que hiciera compañía. Teniendo a sus dos hermanos mayores Gilbert y Vicent Nightray, éstos nunca se encontraban presente porque tenían que atender asuntos que su padre les implantaba en sus necesidades diarias. Para Elliot Nightray, era algo doloroso no tenerlos cerca aunque no lo demostraba mucho por su no tan gran orgullo, de igual forma se mostraba.

Si no era porque se la pasaba a diario tocando el piano, que era uno de los instrumentos más delicados e armónicos que ha visto en su vida, la pasión por su espada era lo que lo envolvía por completo cuando tenía sus prácticas. Aun así seguía pasando lo mismo, seguía sintiendo ese… Dolor, uno que parecía no irse.

Siendo un día lluvioso, miraba distraídamente por la venta esas cristalinas gotas resbalarse por el vidrió, y con escuchar un suspiro salir de sus labios había decidido hacer algo esta mañana.

Primero que nada inspecciono toda la casa para percatarse que estuviese solo, luego fue por su abrigo y sombrero negro en busca de su paraguas, se fue de la casa a ir a un sitio que para él era sagrado… La biblioteca pública. Hace no mucho que ha estado frecuentando ese lugar, era muy confortable para su persona y eso que no le prestaba mucha atención a su estado social, pero… También otras intenciones, hace algunos días se dio cuenta que era observado por un joven de lentes y largos cabellos azabaches; el de orbes celeste no parecía sentirse incómodo con ser observado pero sí sentía algo de curiosidad por saber la razón por la cual lo hacía que esta vez iba a preguntárselo si logra encontrarlo.

Entró al sitio, y miró serenamente sus alrededores en busca de ese solitario chico, guindó tanto su abrigo negro como su sombrero del mismo color en el perchero y con hacerle entrega a la bibliotecaria su empapado paraguas se fue de sección en sección en su búsqueda.

Leo, fanático de los libros siempre venía a esta biblioteca cuando tenía tiempo libre de la universidad; estudiante de derecho, tenía un completo fanatismo por leer cualquier clase de libro, así fuera de la antigua roma o que le hablase de la mitología griega de igual forma los leía con demasiado interés ya que nunca se cansaba de tener un poco de conocimiento dentro de su mente.

Hace unos días que ha sentido la presencia de un joven de cabellos marrón cenizas que al parecer tenía una nostalgia que por falta de atención, o era lo que especulaba, intentando acercarse a él cuando estaba al punto de iniciar una conversación algo lo detenía. No sabía explicar que sería ese “algo” pero detenía el impulso de conocerlo; pensó que hoy no lo vería, y eso lo entristecía en cierta parte ya que seguía teniendo esas ganas de conocerlo. Cerrando el libro al mismo tiempo que soltaba un suspiro cuando iba a darse la vuelta para retirarse del lugar se sorprendió por completo al tener sus orbes celestes fijos en sus en cristalizados ojos.

Que tenso se sentía ese ambiente cerca de los dos ¿Era odio acaso? O ¿Era miedo? Sea lo que fuese para Leo era muy incómodo que intento irse pero, la serena mirada de Elliot lo paralizaba que hasta un escalofrío recorría su columna vertebral.

— ¿Se le ofrece algo? —preguntó el azabache abrazando a su pecho el libro que tenía en brazos.

—Sí, quería hacerte una pregunta —respondió desviando su mirada hacia él. — ¿Por qué razón me has observados en estos días?

Por lo visto lo que era no tan secreto se había desenvuelto por completo, y estaba esperando que le contestase eso. Bueno, ya no podía seguir ocultando eso que ha querido hacer y ahora que le estaba haciendo la pregunta no le quedaba de otra que contestársela.

—Porque he notado que una nostálgica atmósfera lo ha rodeado en estos últimos días —respondió serenamente encaminándose al área de lectura.

Elliot no comprendió por completo lo que le estaba diciendo pero al notar que su respuesta no estaba del todo conclusa, decidió seguirlo para poder escuchar atentamente lo que de verdad éste quería decirle. Ambos se sentaron en sofá individuales, y mirando de forma fija el joven Nightray estaba esperando que el azabache continuase con su respuesta.

—He sentido que vienes siempre a este lugar para poder apartar la soledad que a diario te invade, y es por la falta de atención que no sólo tu padre no te da, sino también de tus dos hermanos mayores que no se encuentra casi presente en su casa —continúo dándole su respuesta sin necesidad de quitarle la mirada de encima.

No estaba muy sorprendido de lo que estaba diciendo ya que tenía la razón pero ¿Por qué se molestaba tanto en hacer esto? ¿Qué es lo que de verdad le importa a este muchacho?

— ¿Qué es lo que me estás intentando decir con todo esto? —preguntó, impulsando a que fuera directamente al grano.

—Que quiero ser esa compañía que desde siempre ha buscado, lo que de verdad quiero es ser su amigo —respondió Leo.

Una ligera sonrisa se dibujo en el rostro del albino al notar que por primera vez tenía la atención de una persona que no sólo era un completo extraño para él sino que también iba a convertirse en uno de sus mejores amigos con el pasar del tiempo.