Long-fic Un pequeño tercer milagro

Tema en 'Vocaloid' iniciado por Yoko Higurashi, 30 Noviembre 2012.

  1.  
    Yoko Higurashi

    Yoko Higurashi Usuario común

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    Un pequeño tercer milagro
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    9
     
    Palabras:
    2062
    Nota de la Autora: ¿Cómo están? :D Se que no soy muy famosa en este lado del foro, es más... casi nunca escribo fanfic de Vocaloid, pero hace poco pasándome por los vídeos de Youtube, buscando vídeos de Len y Rin (mis vocaloid favoritos) encontré una canción debo decir... simplemente hermosa, se llama "Kokoro Kiseki" creo muchos saben de que trata, sino les sugiero busquen el vídeo, porque es una canción que incluso me hizo llorar, y gracias a esa canción se me ocurrió hacer este fanfic, solo es el 1º capitulo, no creo tenga muchos y no sabría decirles cada cuando sacaré un capitulo ya que tengo otro fanfic en el foro que tiene mas prioridad, pero tengan certeza que subiré, y espero lo lean y me den su opinión, no soy muy buena en esto y soy novata en el tema de escribir sobre vocaloid, pero espero les guste.​
    Atte.
    YokoHigurashi
    =X
    Parte I
    Primer Milagro
    Nacimiento
    (Len Kagamine)

    — ¡Mamá! ¡Papá! — ahí estaban ellos abrazándome entre sus brazos con una sonrisa en su rostro.

    — ¡Vamos! Si que hiciste algo bueno Len — decía mi padre mientras acariciaba mi cabeza y yo le miraba con una sonrisa.

    — ¡Realmente es una bonita muñeca! — dijo mi madre mientras besaba mi mejilla y yo me sonrojaba como cualquier niño de la edad.

    — ¡Gracias mamá y papá! — dije en un grito mientras los veía a las caras lleno de alegría.

    — Te amamos Len — decían mis padres y yo me aventaba sobre ellos para abrazarlos.

    Ellos empezaron entre mis brazos a desintegrarse, se estaban volviendo cenizas, yo gritaba desesperadamente mientras intentaba aferrarme más a ellos, gritaba una y otra vez “¡Mamá! ¡Papá!” mientras lloraba y chillaba una y otra vez mas fuerte “¡No me dejen solo! ¡Por favor!” pero no importaba cuan desesperadamente los llamara, su imagen seguía sonriéndome mientras desaparecían entre mis manos y estás se volvían negras, yo solo me tiraba al suelo llorando y abrazando ahora sus abandonadas ropas… después de unos segundos… despertaba de la pesadilla.

    — Siempre es lo mismo… — decía mientras me levantaba de mi cama sudoroso por aquel sueño — no importa cuántas veces lo vea… — empecé a ver mis manos con cierto dolor — no me acostumbro a la sensación de estar solo — cerraba mi puño con sufrimiento para juntar mis rodillas con mi pecho sobre las sábanas y agarrar mis piernas con mis manos, mientras hundía mi cabeza.

    Mi casa era un lugar pequeño, era un desorden, todas las mesas llenas de polvo, metales, tornillos, pedazos de tarjetas madre, monitores, y miles de cosas más de mis proyectos botadas en cualquier parte, esta era mi vida… la vida de un solitario científico.

    Actualmente vivía solo, aunque no siempre había sido así, alguna vez yo también había tenido familia, un gran padre y una amorosa madre, no siempre estuve solo, pero hace algunos años los había perdido en un accidente, quedando solo en aquella casa.

    — Tal vez… — dije con voz algo ronca — debería levantarme — tosí un poco, parecía había pescado un resfriado.

    Me levante y me puse mi ropa, encima de esta una enorme bata blanca que me quedaba totalmente aguada, era una bata de adulto y yo aún era un niño, a pesar de vivir solo no dejaba de ser un simple niño necesitado, en realidad me llamaba a mi mismo científico pero me faltaba mucho para serlo.

    — ¿Se puede? — decía una vieja amiga de mi madre mientras tocaba la puerta ya abierta de la casa.

    — Si se puede — apenas dije eso, ella entro solo para golpearme en la cabeza — ¡Ay! ¡Hey hermana Luka! ¿Por qué fue eso?

    — Porque sabes que no debes dejar la puerta abierta — decía eso mientras dejaba la cesta que llevaba en el brazo en la mesa — sabes que es peligroso.

    — ¿Qué es lo peor que me puede pasar? — dije con una cara de puchero, odiaba me regañaran así.

    — ¡No digas eso Len! Aun eres un niño — decía Luka mientras sacaba comida de la canasta y empezaba a abrirla — ¿Qué edad tienes?

    — Tengo 9… — dije un tanto sonrojado — ¡Pero pronto cumpliré 10!

    — ¡Eso no es justificación! — decía Luka mientras cortaba fruta — ¡Debes cuidar de ti Len! — ella ponía un plato de comida frente de mí, yo ya estando un tanto molesto y avergonzado.

    — Entiendo… gracias… — dije mientras empezaba a comer todo aquello que Luka había preparado para mí.

    — Pronto será navidad Len — dijo Luka de la nada mientras veía afuera de la ventana.

    — Si… — dije mientras tomaba la leche que ella me había servido en una taza.

    — ¿Sabes Len? Hace poco conseguí empleo en la ciudad vecina — decía ella cambiando su expresión desinteresada a una más sería, juntando sus manos frente a ella y sobre la mesa.

    — ¿En serio? Eso es bueno — dije mientras seguía comiendo, la comida de Luka era realmente muy buena.

    — Si, lo sé… y… ¡Quiero que vengas conmigo! — dijo Luka ante mi sorpresa mientras yo empezaba a atragantarme con la comida por aquella propuesta tan repentina — No será mucho, pero quiero seguir haciéndome cargo de ti.

    — ¡NO! ¡No iré! — dije apenas Luka terminaba la oración — ¡No pienso ir! — azote mi mano contra la mesa.

    — Len podrás sentirte muy maduro, y a lo mejor lo serás más que otros niños de tu edad, pero… ¡Aún eres un niño! Debes de comprender… no deberías vivir solo aquí — dijo Luka con una cara conmovedora, entendía lo que ella trataba de decir, en serio… lo entendía.

    — Pero… pero… — dije mientras empezaba a llorar un poco — aquí… vivió… mamá y papá… — no podía ahora dejar de llorar — ¿¡Qué pasará con esta casa!? Ellos… yo — ya no podía formular bien las palabras y me tire a llorar sobre la mesa.

    — ¡Vamos Len! — Luka parecía preocupada y se levantaba para acariciar mi cabeza — No puedes vivir toda la vida aquí solo, mira solamente la casa… — decía ella mientras empezaba a tomar mi mano la cual seguía apoyando para cubrir mi cara llena de lagrimas — sino la he limpiado es porque no me lo permitiste, entiendo que aquí vivía tu padre y tu madre, sabes que yo me llevaba bien con ellos… pero Len… esta no es vida para un niño.

    — ¡Quiero quedarme! — grite entre el llanto mientras Luka me veía al rostro.

    — ¿Eso es lo que realmente quieres? — ella se veía afligida, yo solo asentí con la cabeza mientras ella la acariciaba con una mirada tiernamente triste y suspiraba — ¡Bien! Pero… una vez que me vaya ya no volveré — apenas dijo eso mi corazón se estremeció pero no pude levantarme de la mesa — si cambias de decisión, empaca y búscame la próxima semana antes de las 3 de las tardes para que nos vayamos juntos — ella salía de la casa — ¡Len te quiero! — Luka era una chica amable y linda, de pelo color rosa que le llegaba un poco mas debajo de la cintura, siempre era buena conmigo, más desde la muerte de mis padres, pero ahora no sabía que decirle.

    Apenas salió de la casa, yo me quede pensando mientras las lágrimas caían por mis mejillas, ¿Por qué mi padre y madre me habían tenido que dejar solo? ¿Por qué razón? ¡Los necesitaba! No puedo estar solo, pero… no puedo separarme de ellos.

    Aquella noche sufrí de insomnio, y cuando por fin logre dormir tuve aquel sueño de nuevo mientras mi cuerpo se derrumbaba y nuevamente mis manos se manchaban de negro, en ese momento un pequeño milagro sucedió en aquel sueño… unas manos sosteniendo las mías, y ahí estaba una chica rubia de pelo corto y sus ojos azules como el cielo mirándome fijamente y por un momento me sentí bien, en ese momento lo entendí… cual sería mi nuevo proyecto.

    — Lo siento hermana Luka — fue lo primero que dije al despertar.

    Cuando era niño armaba muñecas musicales, ellas podían moverse y cantar, siempre se las mostraba a mis padres, era un placer para mí construir cosas como esas, me hacía feliz poder verlas moverse, me gustaba ver las sonrisas de mis padres al ver mis muñecas, esta vez construiría algo similar a una muñeca pero esta vez no para ellos, sino… para mí.

    La semana pasó y supe que Luka se había ido por fin a su nuevo trabajo, sabía que nunca la volvería a ver, que esta vez realmente me había quedado sola, pero ya no importaba, dormía hasta tarde trabajando, casi no comía y a veces enfermaba por eso.

    Cuando enferme de un resfrió seguí trabajando, a pesar de tener fiebre y llevar mi cuerpo al límite seguí investigando, seguí armando, seguí ensamblando, el software era importante, ¿Qué iba a pensar? ¿Qué iba a decir? Así mismo el hardware era importante ya que ¿Cómo iba a moverse? ¿Cómo iba a sonreír? De solo imaginarlo mi corazón latía más rápidamente.

    — Quiero conocerte, quiero conocerte… — me decía a mi mismo mientras trabajaba en ella — por favor… — decía una y otra vez — ¡Quiero conocerte! — mi cara sonreía de solo pensar en cómo sonreiría ella, como sería su canción, ansiaba tanto verla completa, no la conocía pero… ya la amaba.

    Así transcurrió un año hasta que por fin la termine, ahí estaba como muñeca de porcelana sentada frente a mí, estaba aún conectada a los cables y aun apagada, pase mi mano por su nuca para activarla, ella hizo un ruido, tanto sus ojos como su boca estaban cerrados y yo tenía miedo… ¿Si hubiera fallado? ¿Si ella no funcionará? ¿Qué haría? Tal vez… volvería a estar solo.

    — Vamos, abre tus ojos — dije calmadamente, aunque algo temeroso, mientras veía como ella habría sus bellos ojos azules los cuales me miraban como dos témpanos de hielo — Muy bueno días — le dije apenas note su mira, yo estaba nervioso de que su software no hubiera sido instalado correctamente, tenía miedo de quedarme realmente solo, de estar sin ella.

    — Muy buenos días — dijo respondiendo a mi anterior saludo.

    — ¿Sabes quién soy? — le pregunté.

    — Tu eres mi creador — dijo en un tono mecanizado e incluso frío sin dudarlo.

    — ¿Notas alguna falla en tu sistema? — dije aún preocupado de alguna problema.

    — Ninguna… — dijo casi silenciosamente.

    — Entonces dime… — yo la admiraba, mi sueño estaba ahí, hablando, por un momento deje de sentirme solo — tu nombre.

    Ahí fue cuando todo empezó, ella estaba ahí mirándome y yo a ella, en mi mundo, en aquella pequeña casa ella era todo para mi, toda mi compañía, todo lo que necesitaba, y yo esperaba que ella pudiera entender el valor que le había dado.

    “El milagro se había hecho”
    CONTINUARA...
     
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    Muchas gracias por invitarme a leer esta historia, realmente me gustó, siempre me a encantado esta saga y me alegra que te animaras a escribir un fic de esta historia.
    Está interesante la forma en la que pusiste el como Len se quedó solo, un que debe de ser un verdadero genio para hacer todo eso a los diez años!
    Felicidades, sigue así y espero la conti así que procura no durar mucho XD!
     
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    Yoko Higurashi

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    Un pequeño tercer milagro
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    Nota de la Autora: ¡Vaya! ¡Vaya! :D ¿Cómo están todos? (sonido de grillos) je je je ¡Espero bien! Ya nos vamos moviendo con este fanfic, debido a que estoy cansancio de escribirlo porque debo admitir la idea de esta historia me latió, aunque puede a muchos no les guste (esperemos no sea así) me he apurado con mi otro fanfic para poder sacar episodio de este XD Es que por lo general ando en la parte de Inuyasha, si lo sé... por haya si esta activo, sacan fanfic a cada rato debo admitir, pero que se le va ha hacer mi fanfic ya lleva 47 capítulos y no acabo por eso casi no posteo en otros foros porque debo acabar primero ese fanfic, pero bueno XD esa es otra historia, este fanfic la verdad es algo que me encanta y es más, me late mucho escribirlo por eso no pude esperar, aunque debo admitir va a ser un fanfic corto pero hecho de todo corazón, a veces me da ganas de llorar cuando recuerdo la canción T_T espero pronto tengamos más audiencia y si es posible más "Like" yo prometo esforzarme XD y pienso sacar rápido de mi otro fanfic para venirme a refugiar aquí un rato, realmente espero gustarles y se aceptan sugerencias (menos de la historia) para mejorar, esas siempre son buenas (menos que escriba en word antes, porque aunque no se note ya lo hago) espero les guste este capitulo y si ya tan hacerle al cuento y leer mucha palabrería de mi, vamos directo a este nuevo capitulo.
    Atte.
    YokoHigurashi
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    Parte II
    Segundo Milagro
    Algo Falta
    (Len Kagamine)

    ¿Qué puedo hacer? ¿Qué puedo pensar? ¿Qué salió mal? No hice bien mis cálculos, ¿Por qué no lo pensé? Ella… ¿Es un error? ¡No! ¡Ella no puede ser un error! Porque… es ella, es la chica que soñé y decidí crear.

    — ¿Pasa algo? — su rostro seguía siendo frío, no mostraba ninguna expresión, aún así me preguntaba que me pasaba a mí.

    — ¡Nada Rin! — dije animadamente, mientras sonreía y hacia mi trabajo, entonces vi su dulce mirada y solo acaricie su cabeza con cierto esfuerzo ya que ella era más alta que yo — Mejor ve afuera a jugar un rato — ella sin decir nada se dirigía a salir, apenas lo hizo suspire y seguí en lo mío.

    A pesar de ser un niño, las personas del pueblo iban a mi casa a pedirme que reparara algunos objetos electrónicos, debo admitir tenía habilidad en eso, incluso había construido a una hermosa robot, pelo rubio, ojos azules, de figura esbelta que aparentaba tener 14 años, y su nombre era Rin.

    Ella era hermosa a la luz del sol, su pelo brillaba intensamente cuando los rayos de este se posaban en ella, simplemente cada vez que la veía me sentía feliz de haber podido lograr mi cometido y de algún modo ya no estaba solo.

    Ella no sentía, no tenía expresiones, pero aún así siempre era amable y me acompañaba, si tenía un día difícil, si me sentía solo, si me sentía desgastado podía hablar con ella de todo eso, podía sonreírle a alguien, y sentir como me veía, pero… aún así… me sentía solo cuando veía aquella fría expresión hacia mí.

    — ¡Rin! Hoy voy a enseñarte a cantar — le dije mientras tomaba unas partituras.

    — ¿Cantar? — decía ella con su acostumbrado rostro serio.

    — ¡Claro! — le dije con una sonrisa mientras señalaba al cielo — el canto es la voz del corazón con la que nuestras suplicas llegan al cielo.

    — ¿Co… ra… zón? — ella dijo con un tono raro, como si estuviera procesando la palabra, por un momento guardo silencio.

    — ¡Eso es! — dije tratando de mantener mi sonrisa, ella aún era un robot… ¿Ella sería capaz de sentir?

    — ¿Qué es un corazón? — dijo de la nada — no lo encuentro en mi base de datos… ¿Qué es? — su pregunta me sorprendió, y hubiera querido llorar con tan solo oírla, pero… solo me limite a sonreírle amablemente.

    — Es algo que te permite sentir, sonreír… — dije tratando de mantener mi sonrisa — si tú tienes un corazón también podrás experimentar otras emociones, como la tristeza, el enojo… ¿Lo entiendes? — ella no respondió, por unos segundos se quedo viendo en mis manos las partituras y luego me miro a la cara con aquel rostro tan inexpresivo ante mi solitaria sonrisa.

    — Si aprendo a cantar… ¿Tendré un corazón? — por un momento sentí un fuerte dolor en mi pecho, era como si ella hubiera expresado un deseo… ¿Es eso posible?

    — Rin… — me acerque mientras tocaba su pecho con mi mano derecha — un corazón es una carga muy pesada, pero… necesaria, el cantar tal vez no te permita tener un corazón, la canción solo refleja la belleza del mismo… Rin… — mi cara estaba seria viendo el inexpresivo rostro de Rin — ¿Quieres un corazón?

    — ¿Necesito uno? — fue todo lo que dijo, mientras mis ojos empezaban a lagrimear, pero antes de llorar me puse de espaldas y apreté las partituras para luego verlas.

    — ♪Misterio, Corazón, Corazón, Misterio♫ — empecé a cantar mientras lentamente le mostraba mi rostro a ella con una gran sonrisa — ♪Esto es lo que llaman felicidad♫ — jugaba con las notas, graves y agudas, mientras extendía mi mano hacía ella y la veía mirándome sin decir nada — ♪Misterio, Corazón, Corazón, Misterio♫ — ella no entendía aun el significado de la palabra corazón, pero yo… — ♪Aunque sé que solo estoy♫ — se lo tenía que enseñar — ♪Misterio, Corazón, Corazón, ¡Un sueño!♫ — porque ella ahora era el todo para mí — ♪Que complejo puede ser esto~♫ — no quería volver a estar solo, con aquella última oración termine de cantar.

    — ¿Eso es una canción? — dijo ella al verme sudando por el esfuerzo.

    — Si Rin… ¡Esto es una canción! — dije mientras tomaba su mano — ¿Puedes intentar cantar para mí? — yo debía ayudarle a encontrar la alegría y la felicidad.

    — Misterio, corazón, corazón, misterio — empezó a decir con cierto tono musical, pero totalmente recto — Esto es lo que llaman felicidad — no se diferenciaban las notas graves de las agudas — Misterio, corazón, corazón, misterio — era una canción totalmente mecanizada — Aunque sé que solo estoy — ¡Eso estaba mal! Se notaba que aún no entendía lo que era realmente una canción — Misterio, corazón, corazón, ¡Un sueño! — ella no reflejaba nada, quizás porque no tenía nada — Que complejo puede ser esto~ — con eso finalizo mientras su rostro seguía sin reflejar nada, solo su fría y aun así hermosa expresión vacía.

    — Rin… ¡Eso está mal! — dije mientras mostraba una cara de puchero, de las que solía hacer con Luka… Luka.

    — ¿Hice algo mal? — fue todo lo que ella dijo, y a pesar de no tener expresión sentía como si ella estuviera preocupada ¿Era solo mi imaginación?

    — ¡Rin! — dije firmemente como si hubiera descubierto algo, quizás era así — ¿Puedes inclinar un poco tu cabeza?

    — Si — dijo sin dudarlo mientras bajaba totalmente su cabeza para mi sorpresa y por un momento me eche a reír.

    — ¡Rin! No me refería a eso — no podía parar de reír mientras ella me veía fríamente — ¡Vamos! Dije te inclinarás un poco, no que bajarás tu cabeza totalmente — la tome del brazo mientras la levantaba lentamente y cuando por fin quedo derecha — me refería es esto — tome sus hombros para inclinarla un poco y así alcanzar a acariciar su cabeza — aún te falta mucho Rin… pero no te preocupes, ¡Siempre estaré contigo!

    — Si — su tono era frío, pero para mí era cálido escucharla y soñaba con ver su sonrisa.

    La calidez de estar con alguien en aquella casa, de saber que contaba con alguien, mientras recogía las cosas, hacía nuevos proyectos, ella estaba ahí mirando hacia la nada por la ventana, ella se veía tan perfecta, pero pensar que dentro de toda esa apariencia había una enorme imperfección… aún le faltaba algo.

    — ¿Qué estás mirando Rin? — le decía desde mi mesa de trabajo mientras seguía reparando una vieja radio.

    — En la colina enfrente de esta casa… — decía Rin mientras no quitaba su mirada de la ventana — ¿Falta algo? — solo lo preguntó sin titubear.

    — ¿A qué te refieres Rin? — ella había llamado mi atención con aquella extraña pregunta.

    — No canta… — fue todo lo que dijo y yo no lograba entenderlo y volvía a mi labor.

    Rin era a veces extraña para mi, a pesar de que yo había sido su creador, no lograba entender del todo toda la capacidad de ella, así como ella no lograba entender todo de mi y así mismo a pesar de que ella no fuera capaz de sentir o vivir como un humano, pareciera que ella fuera capaz de entender un poco, aunque fuera un poco… de mi.

    — Luego lo veré Rin… — no sabía cuántas veces lo había sentido — la colina algún día cantara — la soledad ante la fría mirada de ella.

    Pronto sería Navidad, ya empezaba a hacer frío, y veía a Rin con aquella ropa de verano, sabría que ella no sería capaz de tener frío, aún así no quería verla así, tenía tantos deseos de cuidarla correctamente y verla sonreír, aunque fuera una sola vez.

    Por un momento me puse a pensar en los regalos de navidad, ella no sabía que era navidad ¿Verdad? Sería un buen momento para mostrarle esa alegría, lamentablemente en el pueblo donde trabajaba era difícil encontrar cosas bonitas, no había algo suficientemente lindo para ella.

    Pensé en ir a la ciudad vecina, era la opción más viable, tenía dinero suficiente para el viaje e ir a comprar aparte de que no quedaba muy lejos, solo tenía que planear el día en que debería ir, quería darle tanto a esa pequeña robot, porque aún en el fondo de mi corazón yo la amaba demasiado.

    — Rin, voy a hacer un viaje — dije un día 23 de Diciembre.

    — ¿A dónde vas? — ella me miraba fijamente y vi mi rostro reflejarse en sus ojos azules.

    — A la ciudad vecina — le dije con una gran sonrisa — volveré pronto, tú debes cuidar la casa.

    — Si — dijo ella con un tono frío y mecanizado mientras yo la miraba fijamente.

    — Rin, por favor… — dije un poco dudoso — ¿Puedes inclinar un poco tu cabeza hacia mí? — y a pesar de mi nerviosismo, ella solo obedeció mientras yo pasaba a acariciarla suavemente.

    — Rin tu eres un milagro… — dije con voz blanda — pero aún te falta algo muy importante — le dije mientras dejaba de acariciarla para así ponerme la bufanda y el abrigo y salir.

    — ¿Un corazón? — dijo antes de que saliera de la casa — ¿Eso es lo qué me falta?

    — Si Rin… — yo le sonreí gentilmente — pero no te preocupes, yo haré uno para ti.

    Apenas dije eso abrí la puerta y salí al frío, corrí fuertemente por aquella colina y pasé por el pequeño pueblo donde vivía, corrí potentemente mientras el aire helado dejaba insensible mi piel, mientras veía el cielo azul y yo llegaba la estación de trenes.

    En el viaje podía ver el cielo obscurecer y en mis sueños podía ver la imagen de Rin sonriéndome, mi pequeño milagro, el milagro que tanto anhelaba y aún así tan lejos de mí, porque aunque lo negará había algo que le faltaba y eso era…

    “Un corazón”

    CONTINUARA...
     
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    Sango Asakura

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    Wua! eso si es velocidad!, acabo de comentar y ya está la conti, te felicito, me gusto mucho, Rin por fin fue creada, pero le falta algo, un corazón, Vamos Len, tu puedes hacerle uno!!!
    Felicidades, sigue así podidria más pero me voy a bañar XD!
     
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    Yoko Higurashi

    Yoko Higurashi Usuario común

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    Nota de la Autora: ¿Cómo están? Yoko-chan reportandose después de pasar por el foro de Inuyasha, nuevamente ando por aquí con el 3º capitulo de este fanfic, espero les guste a los pocos lectores U.U (sonido de grillos) XD porque siento fue un capitulo en el que me falto mucho, a mi en lo personal no me gusto lo suficiente, pero aún así tengo esperanza a ustedes si les guste aunque sea un poco -^^ Por ahora no tengo nada más que decir y me retiro.
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    YokoHigurashi
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    Parte III
    Segundo Milagro
    Navidad
    (Len Kagamine)

    ♪ ¡Navidad! ¡Navidad! ¡Dulce Navidad!♫ — sonaba por todas las calles de aquella ciudad y por donde quiera que vieras todos sonreían y se divertían.

    Había un Santa Claus en cada esquina sonriendo y moviendo campanas para que la gente lanzará una moneda en su pequeña caldera “Vamos… ¡Bendigan a quien necesita más!” gritaban, yo solo al pasar a lado de uno les deje 5 monedas mientras sonreía.

    Llevaba mucho tiempo desde que realmente no festejaba Navidad, desde la muerte de mis padres mi corazón se había congelado incluso para esta fiesta, me preguntaba realmente porque de la nada había decidido volver a festejar navidad.

    Toda la ciudad cubierta de luces, de los colores rojos y verdes, me hacían sentir un tanto solitario, me hacían pensar el día que mis padres se fueron y posteriormente me dirían que habían fallecido, recordaba la 1º Navidad que pasé sin ellos.

    “¡Quiero llorar!” llegue a pensar para mí mismo, mientras pasaba en las estanterías de las tiendas buscando algo para aquel robot del milagro, mientras veía a las parejas, a las familias, pasear alegremente por aquellas calles.

    — Que envidia — dije con una sonrisa un tanto triste en mi rostro mientras veía a un niño abrazando a sus padres mientras estos le compraban un juguete — eso es tener suerte — dije amargamente mientras volvía mi mirada a la ropa de chicas — tal vez esto le guste a Rin — mis frías manos toparon con un vestido blanco de manga larga, con un moño azul en el cuello, tenía una orilla aparentemente bordada — ¿O tal vez debería buscar otra cosa? — me dije a mi mismo mientras sacaba aquella prenda de entre la ropa.

    — ¿Len? — estaba tan distraído que no había notado la presencia de cierta persona, hasta que escuche su voz — ¿Es posible seas tú? — ella estaba sonriendo, sus enormes ojos azules como el agua brillaban, su nariz estaba roja por el frío, eso me hizo un poco de gracia, su pelo rosa estaba alborotado por el aire de aquella época y su mano estaba siendo sostenida por la de un hombre de pelo morado que lo llevaba recogido en una coleta.

    — ¿¡Hermana Luka!? — realmente me sorprendía verla ahí, era casi como si el destino se hubiera decidido en volvernos a encontrar — ¿Enserio eres tú?

    — ¿Qué haces aquí? — ella ignoro mi pregunta para acariciar fuertemente mi cabeza con una hermosa sonrisa — nunca pensé en encontrarte en la ciudad.

    — ¡Ah! ¡Ah! — decía mientras trataba de quitarme su mano de la cabeza — ¡Hermana Luka! ¡Me haces daño!

    — ¡Oh! Perdona — ella se sonrojo y se agacho para mirarme a la cara con su típica pero siempre tierna sonrisa — Es que me alegra mucho verte.

    — A mi también… — lo dije sin titubear.

    — Veo no has cambiando nada… — ella empezó a sonreír — siempre haciendo las cosas a tu modo — y lanzo una leve carcajada.

    — ¡Qué mala eres Luka! — dije con una cara de puchero como en los viejos tiempos en que convivíamos mas.

    — ¿Quién es tu amigo Luka? — dijo aquel hombre a sus espaldas mientras me lanzaba una gentil sonrisa y yo me sonrojaba por la pena.

    — Es el hijo de una vieja amiga — ella lo miraba sonrojada, pero al mismo tiempo sonreía como si estuviera disfrutando de su compañía — el niño que te conté el otro día— aquel hombre solo se limitó a reír amablemente y acariciaba mi cabeza para verme a los ojos.

    — ¡Mucho gusto pequeño Len! — su mirada era dulce para ser de un hombre, era de color morado pero llena de amor y sentimientos.

    — M-m-mu-mu… ¡Mucho Gusto! — grité desesperadamente por los nervios, mi cabeza estaba mareada ¿Quién era este tipo?

    — Vaya que eres tan tierno como Luka te describía — dijo lanzando una carcajada.

    — Len, él es mi novio… — decía Luka con una sonrisa — y nos casaremos en unas semanas — esa noticia me trajo una gran sorpresa, aunque la oculte.

    — ¡Eso es genial! — le dije animándolos.

    — Len… — decía con un rostro serio después de haber visto la cara de su novio — ¿Has reconsiderado mi propuesta de hace 1 año?

    — ¿Propuesta? — le pregunté no logrando recordarlo.

    — ¿No era por eso por lo qué estabas aquí? — ella parecía preocupada — ¿No habías reconsiderado el hecho de venir a vivir conmigo? — yo solo sonreí y reí un poco.

    — ¿Qué dices hermana Luka? — seguía con una enorme sonrisa en mi rostro — ¡Si tu ya te vas a casar! Seguro que no hay espacio para mí…

    — ¡Len! — ella me metió una pequeña bofetada en el rostro — ¡No digas tonterías! Siempre habrá un espacio para ti — decía con unos ojos un tanto llorosos — ¿Verdad Gakupo? — su rostro se dirigió a la sonrisa amable de su novio el cual acercándose a mí y revolviendo mi pelo dijo:

    — ¡Claro que sí! — seguía moviendo mi pelo amablemente, por un momento recordé la calidez de mi padre cuando hacía lo mismo — Siempre habrá lugar para ti.

    — Len… — ella abrazaba el brazo de aquel hombre mientras me veía con una dulce sonrisa — ¿No quieres tener de nuevo una familia?— ella con su mano toco dulcemente mi barbilla — ¿No te sientes solo?

    Por un momento vino a mi mente la imagen de mis padres, mi madre una mujer pelirroja de ojos rojos, mi padre era un hombre de pelo azul y ojos del mismo color, ambos eran muy amables conmigo, ambos siempre estaban a mi lado.

    Como un sueño, en un segundo se repitió aquella imagen que llevaba mucho no veía, mis padres acariciaban mi cabeza y se alejaban no importaba cuantas veces gritará, pataleará “¡Mamá! ¡Papá!” no me podían escuchar y yo no podía moverme, realmente quería tocarlos, los extrañaba, extrañaba tener una familia.

    — ¿Qué dices pequeño Len? — dijo aquel hombre mientras sonreía.

    — Yo… — ¿Qué debía hacer? En su momento me negué porque no podía alejarme del lugar donde estuve con mis padres, aún no podía dejar solo aquel lugar, ¿Pero por qué? No lo sabía — tal vez… — por un momento lo pensé… quería decir que sí.

    — Ya no estarás solo Len — decía Luka tiernamente — he estado muy preocupada de ti desde que me fui del pueblo — ella era tan amable, la quería tanto y yo realmente estaba solo… solo.

    La razón por la que no acepte a pesar de mis dudas fue tan solo en un segundo, el vestido que sostenía en mi mano, fue cuando lo vi que recordé el rostro de aquel milagro, su nombre era Rin, y era mi milagro, a pesar de que ella no sonreía, no sentía, ella era la pequeña alegría que estaba a mi lado ahora ¡No podía dejarla sola!

    — Hermana Luka… yo… — dije mientras levantaba mi cabeza cabizbaja lentamente — ¡No puedo ir contigo! — estaba sonriendo sinceramente y viendo el rostro sorprendido de Luka mientras apretaba la mano de su pareja.

    — Len… — su expresión poco a poco se suavizo — ¿Estarás bien? — su adorable sonrisa siempre me hacía sentir bien y a veces me daba cierta inseguridad de soledad, pero esta vez… esta vez… yo…

    — ¡Sí! — había otra sonrisa que me haría feliz.

    — Luka… — decía su novio — ¿Quieres vaya a pagar las cosas mientras hablas con tu amigo? — parecía entender el momento y tomo las bolsas de la mano de Luka.

    — Claro querido — dijo Luka mientras me daba una cálida sonrisa — no tardare mucho, creo hemos hablado lo suficiente — nos miramos y ambos nos echamos a reír mientras aquel hombre tomaba las cosas e iba a pagar.

    — Luka… — yo realmente estaba feliz de verla de nuevo, a pesar de que ella fundamentaba mis temores a la soledad — ¡Perdóname! — yo estaba sonrojado, más no triste, estaba rojo de la pena, así como del frío.

    — ¿Eh? — ella parecía confundida.

    — Desde que mi madre falleció te he causado problemas — yo realmente estaba muy rojo — y aún ahora te causo preocupaciones, se que lo correcto sería ir a vivir contigo, pero… ahora… ¡Menos que nunca! — dije con una sonrisa — puedo dejar mi casa — Luka solo se me quedo viendo fijamente de pies a cabeza para sacar una enorme y brillante sonrisa.

    — ¿Quién es ella Len? — ella cruzo sus brazos con una mirada juguetona, dándome a entender que la situación le divertía.

    — ¿¡Ella!? — estaba nervioso… ¿De qué hablaba?

    — Si, ella… — ella sonreía de forma maliciosa, luego abrió los ojos como dos platos, se tapo la boca con las manos pero se notaba aún sonreía — ¿No me digas que ahora te gusta usar vestido Len? — ella hecho una fuerte carcajada.

    — ¡NO! — estaba totalmente avergonzado mientras gritaba — ¡Claro que no! ¡No es para mí!

    — ¿Entonces para quién? — ella tomo amablemente mi barbilla mientras me miraba de manera acusadora.

    — Para… para… — ¿Qué podía decirle a ella? no podía decirle a Luka que había construido un robot ¿O sí?

    — Vamos… puedes confiar en mí — ella acaricio fuertemente mi cabeza — ¿Acaso no soy como tu hermana mayor? — y me daba una dulce expresión.

    — Se llama Rin… — dije sonrojado — vive conmigo y pronto va a ser navidad, así que yo… buscaba un regalo para ella.

    — Pues espero a ella le guste ese vestido— me guiño el ojo y fue a donde su pareja dejándome solo.

    Entonces compre el vestido y seguí pasando por las tiendas, compre otras cosas; listones, juguetes, más ropa, y en eso estaba a punto de ir a tomar el próximo tren a casa, pero en eso vi en un invernadero un árbol sin hojas, era muy pequeño, aún cabía en una maceta, y junto a él un letrero que decía: “Árbol de Sakura”, en eso recordé las palabras de Rin aquel día después de mirar hacía la colina.

    — En la colina enfrente de esta casa… — la imagen de ella atravesaba mi cabeza — ¿Falta algo? — mientras entraba a aquel lugar

    — ¿A qué te refieres Rin? — recordaba su mirada perdida en aquella colina.

    — No canta… — tratando de entender a lo que se refería.

    — Disculpe… ¿Cuánto cuesta aquel árbol de cerezo? — le dije a la señorita que atendía.

    No sé porque lo hice, pero aquel día había comprado aquel árbol, incluso había pedido le pusieran un moño de regalo, algo que no tenía un corazón, una colina silenciosa podía darle yo un pequeño corazón, eso me hacía mantener la esperanza hacía Rin.

    Yo estaba tomando el tren de vuelta a casa, ya era 24 de Diciembre “Noche Buena” pensé, quería llegar pronto a casa, solo quería verla, tal vez no sonreiría por los regalos que le daría, pero quería aún así ver su expresión cuando los viera.

    Apenas el tren paró baje corriendo de este, salí a toda velocidad por las calles del pueblo, tratando de tener cuidado con aquel árbol, mi mente solo pensaba en una cosa “Rin, Rin… ¡Rin!” ¿Ella seguiría ahí? ¿Ella seguiría esperándome? Apenas llegue a mi casa, pare jadeando para mirar hacia la puerta, por la ventana ella estaba ahí, viéndome fríamente, yo solo sonreí.

    — ¡Rin! — grité aquella noche mientras tropezaba con mis pies, ella salió y lentamente fue hacia mí — ¡Ya llegue! — ella guardo silencio mientras yo extendía mi mano tratando de acariciar mi cabeza, pero no alcanzaba, ella al ver esto agacho un poco su cabeza para que alcanzará a tocarla — ¡Gracias! — le dije con una gran sonrisa.

    Con ayuda de ella entre a la casa, y cuál fue mi sorpresa, esta estaba totalmente ordenada, todos esos años que la había mantenido intacta habían desaparecido, solté la bolsa de regalos mientras aún sostenía el árbol en mis manos.

    — ¿Quién hizo esto? — dije con un nudo en la garganta mientras empezaba a llorar, dolía tanto… ¿Por qué me dolía tanto?

    — Fui yo… — dijo Rin a mi espalda — pensé que debía hacer algo antes de que volvieras — aquellas palabras poco a poco empezaron a eliminar el dolor en mi interior, ella… ¿Pensó por mi? ¿Para mí?

    — Rin… — dije casi en un susurro — yo… — aún así no podía parar de llorar, no quería que ella me viera así, pero era tan difícil controlarme — ¡Gracias! — ella movió su rostro para verme, yo solo no podía parar de llorar.

    En aquel momento como parte de aquel milagro empezó a nevar, mientras yo solo seguía llorando, hacía tanto frío y al mismo tiempo había tanta calidez en mi corazón, aquella robot del milagro cada día me daba más felicidad, a pesar de que no expresará nada yo creía que aún era posible darle un corazón.

    Aquella noche prepare una cena sencilla y comí con Rin a lado, apenas termine le di sus regalos, ella reacciono como lo esperaba, sin expresión alguna, aún así me hacía feliz viéndose probar cada vestido y verla experimentar con cada objeto.

    Era como si estuviera tratando con una niña pequeña, o así quería verlo, ella ahora era mi familia no podía abandonarla, así mismo ya no podía estar sin ella, era linda verla con aquel nuevo vestido blanco mientras le pedía que lo modelará para mí.

    Después de eso dormimos en la misma cama, yo abrazando a Rin, como si se tratará de mi hermana y le susurre en el oído lleno de felicidad: “Gracias”

    — Rin… — mi voz se perdía en los latidos de mi corazón.

    — ¿Qué pasó? — decía ella inmóvil entre mis brazos.

    — En Primavera…

    “Vamos a darle un corazón de cerezo a la colina”

    CONTINUARA...
     
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    Sango Asakura

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    Kya! que mona la conti, en verdad me gustó, Len tan detallista, quiere demaciado a Rin. Me agradó la actitud de Luka, es muy amable y tambien Gakupo, pero posiblemente lo que más me agradó fue que pusiste las parejas Vocaloid que más me gustan! yupi! Lukapo, LenXRin y KaiMei! yupi, KaiMei! bueno al menos eso creo, espero y si sea así xD.

    Muchas felicidades, sigue así y ya quiero ver a la colina con su nuevo corazón :D!
     
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    Yoko Higurashi

    Yoko Higurashi Usuario común

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    Un pequeño tercer milagro
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Romance/Amor
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    Nota de la Autora: ¡Feliz Noche Buena! Saben que mañana es Navidad y que este año no se acabó el mundo XD aunque yo no creía en eso en 1º lugar, pero lo menciono por mencionar, aún así esta noche buena les tengo regalo de Navidad a los seguidores del foro Vocaloid, o mas bien los que siguen este fanfic, les dejo de muestra el siguiente capitulo de mi fanfic "Un Pequeño Tercer Milagro" Se que me tarde mucho en sacarlo, pero ya saben, presiones de las fiestas ¬¬ repito: "¿Cuál paz? ¿Cuál Amor?" Pero al final de la noche se abrirán los regalos ¡Genial! Y espero este que dejo aquí lo vean que lo hice con mucho amor, acercándonos a los capítulos finales, les repito que este fanfic es corto, aún así me sorprende aún no haya roto las reglas al subir un fanfic (siempre cometo un error ^^") Pero en parte me alegra, significa que hay progreso ¡Si! Aún así les doy gracias a los que me han leído, no solo en este fanfic sino en los otros y a aquellos que me apoyan y muchas pero muchas felicidades.
    Atte.
    YokoHigurashi
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    Parte IV
    Segundo Milagro
    Primavera…
    (Len Kagamine)

    — ¡21 de Marzo! —grité mientras salía de la casa sujetando la mano de Rin mientras sostenía la maceta donde estaba aquel cerezo, apenas retoñando— ¡Por fin Primavera! ¿No te gusta Rin?

    — ¿Debería gustarme?—dijo sin lograr interrumpir mi ahora reciente felicidad.

    — ¡Claro!—dije con una sonrisa —la primavera es la época más cálida del año, los árboles como este pequeño cerezo empiezan a florecer, aparte los pájaros regresan del sur y empiezan a cantar, es también la época del amor y…

    — ¿Amor?—interrumpió mientras me veía con sus profundos ojos azules y yo solo le sonreía.

    — Si Rin… —dije acariciando su cabeza nuevamente— es un sentimiento maravilloso, yo aun puedo recordar el amor de papá y mamá, es un sentimiento igual o más cálido que la primavera, hace que nunca te sientas solo.

    — ¿Qué es estar solo?—preguntó nuevamente ella.

    — ¿mmm…? —estaba pensativo, ¿Acaso ella no lo había experimentado hace poco?— ¿Cómo te lo explico?—rasque un poco mi cabeza formulando mi respuesta— es cuando no hay nadie a mi lado, como cuando me ausente unos días antes de Navidad ¿Cómo te sentiste?

    — No lo sé… —ella seguía sin mostrar preocupación pero yo sentía como si ella se sintiera preocupada por ese hecho yo solo la tome de la mano mientras tomaba la pala y en la cima del monte empezaba a escavar.

    — ¡Vamos Rin!—estaba sonriendo— ¡Ayúdame a darle un corazón a esta colina!

    — Si—dijo de aquella forma mecánica que últimamente me parecía linda.

    ¿Qué éramos nosotros? Solo dos niños abriendo un agujero en una colina para llenarlo de algo hermoso “Un Corazón”, ¿Qué éramos nosotros? Sino un solitario niño científico testarudo y una robot milagrosa que alegraba mis días, ahí estábamos ella y yo disfrutando aquella mañana.

    Mis manos estaban cálidas en la tierra gracias al sol que llegaban a ellas, mi sonrisa no podía ocultarse, el viento que se respiraba aquel día era tal vez demasiado puro o demasiado tenso para mi, mi corazón latía a toda velocidad ansiando tanto el día en que no solo esta colina, sino que Rin… tuviera un corazón.

    — Bien Rin… —dije mientras terminábamos de plantar aquel pequeño cerezo— ¡Listo! Es hora de empezar con algunas cosas.

    — ¿Cuáles?— me preguntó ella.

    — Pues… quiero enseñarte a buscar un corazón— la tome de la mano alejándola un poco del cerezo y dejando las cosas fuera de lugar — ¿O acaso no te interesa?

    — ¿Es tan importante tenga uno? —dijo mientras caminábamos a una distancia donde se podía observar todo el pueblo.

    — Si Rin, porque gracias a un corazón puedes sentir las alegrías y felicidades — alce mi mano desde un ángulo tratando de aparentar que atrapaba aquel cerezo en flor — lo que es la tristeza, el dolor, el enojo y la amargura —luego me dirigí a ella para mirarle con una sonrisa — ¡Todo eso hace de la vida algo maravilloso!

    — No lo entiendo— no importará que dijera o que hiciera, siempre recibía la misma respuesta de Rin.

    — Mira… te daré un ejemplo— tosí un poco tratando de aclarar mi voz— repite después de mi —ella solo me miraba fijamente— “♪Adoro esos biscochos♫ ¡Quiero Biscochos!” —y lancé una leve risa para después dirigir mi mirada a Rin esperando repitiera lo que acababa de decir.

    — “♪Adoro eso Biscochos♫” —dijo con una voz totalmente igual a la que solía usar, sin expresión— ¡Quiero Biscochos!— gritó pero se notaba el hecho de que todo lo decía mecánicamente, más yo no le dije nada y tome una pose de enojado y grite.

    “¿¡Cómo pudiste hacer eso!? ¡Te comiste mis Biscochos!”—finalice aparentando enojo para esperar la imitación de Rin, pero fue el mismo resultado.

    Eran las mismas palabras que decía, eran los mismos cambios de voz, pero sus expresiones o la forma en que las decía no tenían cambio alguno, ya lo había notado antes pero no dejaba de deprimirme, mi cabeza se agachaba y miraba al suelo pensando que tal vez Rin nunca podría entender de lo que hablaba, a pesar de que ella me mirará no podría entender mis sentimientos.

    Pero un consuelo para mí era ver su cara, estaba tan confundida o eso expresaba, y aunque no era mucho para mí era un alivio porque de algún modo sentía que aquella expresión era la señal de que Rin quería entender aunque sea un poco de lo que estaba hablando.

    Yo solo volví a alzar mi mano para acariciarla mientras aquella noche, mientras todo estaba en silencio, tuve temor “¿Qué pasará si Rin nunca desarrolla un corazón?” y me levante de un saltó de la cama y me dirigí al ordenador.

    Aquella noche teclee como si no hubiera mañana, estaba tan emocionado y ansioso por mi idea, un corazón es algo que tenemos de nacimiento, es la herencia de nuestros padres hacia nosotros, es la señal de que vivimos y somos humanos.

    Un corazón, ¿Qué es un corazón para un robot?… Un programa, y si esta pequeña robot del milagro había logrado poder pensar, tal vez ella, también podría desarrollar un corazón, pero yo necesitaría darle el empujón para tenerlo.

    Marcar y programar, no estará listo en un día este software para esta robot, no será ni una semana ni un año, tardará más de lo que uno pensaría, más de una primavera, más que una navidad, más de lo que cualquier persona, incluyéndome podría pensar.

    Aún así, aunque el programa no estuviera listo, desearía que Rin desarrollara un corazón por sí misma, por eso cada tarde de cada día de cada semana de cada mes quiero que cante, quiero que cante para mí, quiero escuchar la voz de su corazón aún inexistente.

    Esta angustia aun continúa dentro de mí, y aunque el tiempo sigue pasando no he logrado terminar aquello que me propuse aquella noche, aun así en mi mente escucho una sola voz, la de Rin cantando, y aunque no tenga sentimiento me agrada oírla, porque la imagino cuando pueda expresar emociones, cuando pueda quebrantar aún más a mi corazón.

    — ♪Misterio, corazón, corazón, misterio♫— aquella tarde su voz resonaba una vez más en el silencio de la colina.

    — Rin… —susurre mientras la observaba, ¿Cuánto tiempo había pasado? Ahora parecía tan lejano aquel día en que la cree, yo ya tenía 17 años, ya era más alto que ella, mi voz había cambiado, incluso algunas facciones de mi cara.

    Ella seguía siendo la que había hecho, ella no envejecía, ella aún parecía aquella chica de 14 años que siempre me había costado acariciar su cabeza, aquella que había sido mi compañía casi una hermana para mí, ya no era eso.

    — ♪Esto es lo que llaman felicidad♫ —ella seguía tratando de cantar mientras yo seguía sus movimientos con la mirada, su hermoso pelo rubio y su bella mirada azul.

    A pesar de que habían pasado ya 5 años no había logrado nada y Rin seguía igual que aquella primavera, a veces me preguntaba si debía seguir con esto o abandonarlo, porque no importará que hiciera, parecía no daba frutos mi esfuerzo.

    Apenas pensaba eso mi corazón se aceleraba y unas ganas terribles de llorar me invadían, recordaba por un momento a mis padres y la sonrisa que me daban aquel día.

    Len… —era la voz de mi mamá invadiendo mis recuerdos—pórtate bien.

    —En seguida volvemos…—decía mi papá moviendo su lacio pelo azul con su mano, dejando a la vista una mirada profunda como el cielo estrellado— Meiko y yo iremos de compras para navidad.

    Mi madre acariciaba mi cabeza con su actitud juvenil para su edad, mientras mi padre le ofrecía su mano y esta con una sonrisa le tomaba del brazo y los dos se iban con una gran sonrisa diciéndome que pronto iban a volver sin que pudiera detenerles, aquel día fue el último que los vi, porque a la mañana siguiente Luka había ido a consolarme.

    Len…—su mirada estaba llorosa mientras me tomaba del hombro para abrazarme— tuvieron un accidente…

    Aún recuerdo como la empuje aquel día y corría hacia fuera de la colina, hacia el pueblo gritando una y otra vez “¡Mamá! ¡Papá! ¡Vuelvan! ¡Por favor!” y poco a poco lloraba más al ver las miradas de todos, algunas extrañadas, otras lastimeras, pero ninguna me daba esperanza “Los necesito” era un susurro y un anhelo de mi corazón.

    Estaba tan triste, tan deprimido… ¿Para qué vivía? ¿Había acaso un motivo? Solo era un mocoso abandonado, yo no era nada, yo no tenía nada, ¿Qué me podía ofrecer el mundo ahora? ¿Por qué no darme por vencido? Esos fueron mis pensamientos mientras me perdía en mis recuerdos, en ese momento sentí una mano jalando mi bata, regresándome a la tierra, mientras los pétalos del ahora gran árbol de cerezo corrían por el viento y me devolvían el color.

    — ¿Puedes explicarme esto? —era Rin la cual estaba con su cara siempre inexpresiva, su voz tan mecánica y su mirada profunda pero vacía me habían traído a la realidad, no podía rendirme… por ella.

    La mire fijamente a sus vacios ojos y me di cuenta de algo que no había notado antes, mi reflejo en su mirada, sentí mi corazón rompiéndose por mi impotencia al no poder ayudarla en todo ese tiempo, aún así me negaba a rendirme con ella ¿Por qué? Ahora era mi razón de vivir, más que una hermana, más que una amiga o compañera.

    Ella que me estaba mirando y mi corazón desesperado, solo la abracé, obligándola a tirar las hojas de partituras y letras de la canción que intentaba cantar, la abracé con todas mis fuerzas, sin importarme el frágil cuerpo que sentía en mis manos, apoye mi cabeza en mi hombro mientras empezaba a llorar de desesperación.

    — No sé cómo te vayas a comportar cuando tengas un corazón, ¡Realmente no lo sé!—dije entre llanto refugiado en su hombro y presionándola más fuerte contra mí— Pero… haré lo que sea para que tengas un corazón, aunque me lleve una vida entera porque te amor Rin, ¡Te amo demasiado! —ya no puedo verte como una hermana, como mi creación, cada que pasa el tiempo, cada que crezco y te miro más…— ¡Quiero estar siempre contigo! —aún si esto está mal, aún si esto es algo totalmente extraño, aún si Dios se opusiera no puedo evitarlo— ¡Te Amo! ¡Te Amo! ¡Quiero pasar el resto de mi vida contigo!

    Ella guardo silencio, inmóvil entre mis manos, yo seguía llorando mientras mi corazón latía a toda velocidad, estaba tan nervioso, tan desesperado, tan triste, y al mismo tiempo… demasiado feliz.

    Pensaba en lo que había perdido y en lo que había ganado, y me sentía de algún modo en deuda con Rin, ¿Cuánto tardaría en darle un corazón? ¿Sería algo bueno? Si ella tuviera un corazón… ¿Ella sería capaz de amarme? No lo sabía, era el riesgo que debía correr.

    ¿Quién me había dicho que me enamorará de ella? ¿Quién me había dicho que la creará? Había sido yo, trayendo problemas y preocupaciones a mi vida, aún así no me arrepentía, aún así era feliz, feliz de tenerla, pero en mi mente aún había un inconveniente mientras yo la amaba cada día más.

    “Para mí el tiempo no se detiene Rin”

    CONTINUARA...
     
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    Sango Asakura

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    Kya! que mono!!, ok, regresando a mi actitud tsundere, me gustó mucho tu capitulo, la forma en que narraste la primavera fue muy buena, hasta el frio se me quitó. Como a pasado el tiempo, ¡cinco años!, parece como si tan solo huviera pasado un capitulo desde que tenia doce, ups, si paso un capitulo, bueno, el chiste es que me gustó tu cap. Pobre Len, el si crece y su vida no es eterna.

    Felicidades y espero conti, y ya de paso, ¡Feliz año nuevo!, es que la navidad se me pasó jiji.
     
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    Yoko Higurashi

    Yoko Higurashi Usuario común

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    Un pequeño tercer milagro
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    Nota de la Autora: ¡Hola! Este capitulo es el capitulo del lado deprimente de este fanfic T^T aunque siento me falto algo para lograr dicha emoción, a pesar de todo siento es un capitulo conmovedor que anuncia el final que se acerca, falta poco :D aún así espero disfruten este como su regalo y despedida de este año 2012 y que se la pasen muy bien con todos sus familiares.
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    YokoHigurashi
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    Parte V
    Segundo Milagro
    El Final de la Primavera
    (Len Kagamine)


    Soy un solitario científico y he creado un robot, es el claro resultado de un milagro, pero algo falta en su interior, y que no pude fabricar y eso es un corazón… un programa.

    — ¡No! ¿Cómo pudo pasar esto? —mis recuerdos pasaban por mi mente mientras yo me recostaba en el ahora enorme árbol de cerezo de aquella colina— ¿¡Por qué!? —en aquel entonces estaba tan frustrado y triste.

    Tantos años habían pasado, me costaba respirar y tenía tanto sueño, mis manos ya no eran lo que solían ser, arrugas y manchas en ellas, mi cabello canoso y ahora frágil figura con la cual no podía avanzar si no era con un bastón.

    Recordaba las veces que había sonreído para Rin y el tiempo que habíamos compartido, recordaba su voz aún resonando en mi mente “♪Misterio, corazón, corazón, misterio♫” su voz tan mecanizada y a la vez tan hermosa para mi, resonaban una y otra vez en aquellos últimos minutos.

    ¿¡Por qué he fallado!? —estaba tan deprimido mientras golpeaba una y otra vez la mesa de mi ordenador— ¡El maldito software es demasiado pesado para que ella lo soporte! ¡Demonios! —grité una y otra vez mientras Rin desde un rincón de la casa me escuchaba.

    — ¿Qué pasa? —decía con su rostro frío e inexpresivo que hacía me dieran ganas de llorar, había fallado en mi intento del corazón.

    Yo solo la mire en aquella época con vergüenza, ella me había visto en un estado tan inestable para que luego yo sonriera “Todo está bien Rin” tratando de tranquilizarla, no podía rendirme, tenía que mejorar el software del corazón, pero… ¿Cómo mejorarlo sin probarlo a ella? Podría simularlo, pero el resultado sería dudoso, no podría arriesgar así a Rin.

    — Ag~ —dije mientras empezaba a toser y agarraba mi pecho con la mano derecha, veía caer los pétalos de cerezo haciéndome sentir cada vez más nostálgico y con ganas de llorar.

    Quería enseñarte a buscar lo que es la alegría y la felicidad, quería que también conocieras la tristeza y que pudieras sentir, esa angustia que aún continuaba en mi ser y dudo pueda desaparecer aún después de mi muerte, el paso del tiempo es algo que no puedo detener y este sigue avanzando, en mi mente solo puedo escuchar una voz ahora conjunto a mi corazón latir.

    — Vaya… este camino fue tan extraño —mis ojos lagrimeaban mientras echaba una avejentada risa.

    Hace tiempo veía a Rin como parte de mi familia y hubo un tiempo que me enamore de ella, la ame más que otra cosa, más que a mi propia vida, recuerdo el tiempo que pasé con ella en mi juventud, debo admitir que me divertí demasiado y no cambiaría ni un minuto de ese tiempo por nada.

    Para mí el tiempo no se detiene, pero contigo viví, aún así tú nunca entendiste lo que me ocurrió contigo, no sabes aún que es la muerte Rin y es probable nunca la conozcas, si me voy dudo sepas que es la soledad, me gustaría lo entendieras pero debo admitir que es demasiado complicado para ti.

    — ¿Por qué lloras? —tenía que irme de esa casa, no quería que Rin me viera morir, a pesar de que me preguntó, yo solo me limité a acariciar su cabeza por última vez.

    Apoye duramente mi bastón y subí a la colina “Rin, por favor no me sigas” fue lo que dije mientras con cierto esfuerzo respiraba, había llegado mi hora, era algo que debía aceptar, no importaba lo doloroso que fuera, era tiempo de decir adiós.

    — ¡Ah! —el aire se acababa en mi cuerpo mientras empezaba a llorar, apreté mi pecho con mi mano derecha… No quiero morir.

    Recuerdo que con el tiempo me convertí en un adulto, aún te amaba como aquel adolescente pero conforme avanzaba el tiempo ya no podíamos vernos como una pareja, si antes éramos hermana mayor y hermano, luego parecía que podíamos llegar a algo, ahora éramos como padre e hija, pero a pesar de que pudiera verse repulsivo para algunos yo aún te amaba demasiado, incluso ahora que pareciera fuera tu abuelo, yo te amo ¿Acaso está mal?

    Desde que te cree habías sido un milagro en mi vida, cada momento contigo se había vuelto algo excepcional, algo realmente bello, cada pequeño detalle era eso… Un milagro.

    Aún podía recordar todo con claridad, nuestro primer milagro ocurrió en el momento en que te vi nacer “El milagro se había hecho”, el segundo milagro ocurrió todo el tiempo que pasamos los dos "Aún hay algo que falta, un corazón", “Vamos a darle un corazón de cerezo a la colina”, “Para mí el tiempo no se detiene Rin”, el tercer milagro no ocurre aún, no sabría decir que será.

    Este era el final, mi mirada estaba perdida en el cielo que parecía un sueño, un hermoso paraíso de pétalos de cerezo cayendo como gotas de lluvia, algunos se posesionaban en mi rodilla y otros caían en mi cabellera, realmente no había marcha atrás.

    — ¡21 de Marzo! —recordé por un momento la primavera en que habíamos plantado este árbol de cerezo— ¡Por fin Primavera! ¿No te gusta Rin? —era un tiempo tan distante para mí.
    Su canción me llevaba a descansar, como una canción de cuna antes de dormir, podía sentir su mirada desde la lejanía, podía temer a quien se haría cargo de ella de ahora en adelante, había tantos miedos e inseguridades.

    ¿Dónde se iba el tiempo? Marcado en mi cuerpo y llevándose mi vida, aún así ¿Dónde iría el tiempo para Rin? No importaba cuanto lo pensará mi única imagen era la de ella en aquella casa en la que una vez viví con mis padres, alguna vez fui visitado por Luka, donde la cree a ella y donde con ella pase lo que me quedaba de vida.

    Rin… ¿Qué harías después de que ya no despertará? No sabes cuánto sueño tengo, mis ojos se cierran al igual que el aire que entra en mi cuerpo, me cuesta mantener mi vista, el sueño eterno invade mi cuerpo, espero pienses eso, espero nunca te olvides de mi.

    Como una ilusión, un sueño se muestra a mí ser, como algo irreal, un agujero de luz y ¿Rin? Sonrío porque tal vez la ilusión que tenía antes de morir, ella gritando y con aparentes lagrimas, un dulce sueño antes de morir.

    “Mensaje… Recibiendo… la fuente es del: Futuro… ¿Yo?”

    CONTINUARA...
     
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    Yoko Higurashi

    Yoko Higurashi Usuario común

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    Escritor
    Título:
    Un pequeño tercer milagro
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    9
     
    Palabras:
    1667
    Nota de la Autora: Agradeciendo su atención, su lectura los comentarios de "Sangosakura-chan" todo eso, les dejo este capitulo, anunciando el final pronto de esta historia, aún faltan capítulos pero son mínimos, así que no hay presión, por este lado les dejo el capitulo esperando lo lean, y esperando sean felices con esta historia tanto como yo.
    Atte.
    YokoHigurashi
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    Parte VI
    Tercer Milagro
    Corazón
    (Rin Kagamine)

    Soy una robot construida por un solitario científico, soy el resultado de cómo él lo llamaba “Un Milagro”, pero algo falta en mi interior y que él no pudo fabricar, es algo llamado “Corazón”… un programa.

    — ¡21 de Marzo! — él solía ser más bajo que yo, su pelo rubio y sus ojos azules, cada rasgo de su rostro se registro en mi sistema operativo— ¡Por fin Primavera! ¿No te gusta Rin?

    — ¿Debería gustarme?— él era un científico, a pesar de todo hablaba de demasiadas cosas que yo no era capaz de entender.

    — ¡Claro!— por alguna razón el siempre sonreía ¿Por qué?—la primavera es la época más cálida del año, los árboles como este pequeño cerezo empiezan a florecer, aparte los pájaros regresan del sur y empiezan a cantar, es también la época del amor y…

    — ¿Amor?— ¿Qué era eso? No importaba cuantas veces me lo explicara, nunca me quedaba lo suficientemente claro.

    Si Rin… —y su mano siempre se pasaba por mi cabeza ¿Por qué hacía eso?— es un sentimiento maravilloso, yo aun puedo recordar el amor de papá y mamá, es un sentimiento igual o más cálido que la primavera, hace que nunca te sientas solo.

    — ¿Qué es estar solo?—tantas cosas que no estaban registradas en mi sistema, ¿Por qué tantos vacios en mi vocabulario?

    — ¿mmm…? —su rostro siempre me miraba extrañado cuando hacía preguntas, ¿Qué estaría pensando?— ¿Cómo te lo explico?—se rascaba la cabeza y me veía directamente a los ojos— es cuando no hay nadie a mi lado, como cuando me ausente unos días antes de Navidad ¿Cómo te sentiste? —hablaba y yo volvía a dudar.

    El tiempo corrió, siglos vi pasar, aún puedo recordar algunas de sus palabras en mi mente, palabras que no entendía, emociones que reflejaba en su rostro que no le encontraba forma, tantos huecos y fallas en mi programación.

    “No sé cómo te vayas a comportar cuando tengas un corazón, ¡Realmente no lo sé!” como poco a poco su apariencia iba cambiando frente a mis ojos y yo seguía igual, su cara cuando se sentaba en aquella computadora, recuerdo sus golpes de frustración un día mientras gritaba “¡El maldito software es demasiado pesado para que ella lo soporte! ¡Demonios!” y volvía a trabajar nuevamente en el ordenador ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué siempre me miraba así? Eran demasiadas preguntas que no importaba como las planteará no encontraba respuesta.

    “Todo está bien Rin” Siempre me decía lo mismo cuando preguntaba algo, incluso la última vez que lo vi despierto me dijo eso ¿Por qué nunca despertó? Cuando su cuerpo se volvió longevo, siempre temblaba y aún así seguía en ese ordenador, cuando miraba hacia afuera veía el corazón de la colina que una vez le habíamos puesto hace muchos años “¿Por qué no tengo yo un corazón?” a veces quería preguntar eso, pero… ¿Estaba autorizada a ello?

    El estaba llorando, giraba su rostro pero claramente detectaba que lloraba, el nunca lloraba o no tenía registros recientes de lo contrario, era extraño… no entendía, no entendía su comportamiento, no seguía nunca un patrón ni un sistema ¿Por qué? “¿Por qué lloras?” el solo me vio con una sonrisa mientras se apoyaba en el bastón de su mano derecha y pasó su mano nuevamente en mi cabeza, de algún modo recuerdo muy fijamente aquel momento.

    Él subió a la colina solo “Rin, por favor no me sigas” fue lo que musito y a duras penas pude registrar el sonido, no estaba autorizada a desobedecerlo, así que desde entonces no he salido de este lugar, he vivido en esta casa sola, sin salir desde entonces.

    Recuerdo como se sentó a lado del corazón de la colina, apenas podía ver su rostro, el se movía y luego se quedo dormido, no se movía… ¿Cuándo va a despertar? ¿Cuándo va a regresar? Con el tiempo su cuerpo iba desapareciendo de mi campo de visión y un día ya no lo vi ¿A dónde fue? ¿Acaso me dejo sola?

    ¿Esto es soledad? Él solía decir que esto era soledad, pero aún no lo entiendo bien, aún tengo tantas dudas, tantos vacíos en mi mente, aún me falta algo y aún no lo he obtenido, él dijo que me haría uno pero nunca lo hizo ¿Lo olvido? Los humanos suelen olvidar las cosas, pero… yo aún tengo el registro de la fecha exacta en que me lo dijo.

    El siempre estaba pegado a su computadora escribiendo, ¿Qué tanto escribía? Él siempre hablaba de emociones y cosas que no entendía ¿Por qué? ¿A qué se refería? A pesar de ser mi creador tenía tantos huecos en mi información sobre él ¿Quién era él? ¿Por qué siempre estaba trabajando algo? ¿Qué era tan importante para él?

    En soledad, solía esperarlo pero él nunca despertaba, todo sueño del que él me hablaba, todo anhelo era referente sobre aquel extraño programa “Corazón”, cuando volví a salir de la casa había pasado demasiado tiempo desde que se dio la última orden, 100 años, con 3 meses, 2 semanas, 4 días, 6 horas, 7 minutos y 30 segundos, cuando volví a salir ya no estaba su silueta, el corazón de la colina tiraba pequeñas cosas rosas y volaban enfrente de mi… ¿En serio necesitaba un corazón?

    Esperar… ¿Qué espero? Él no regresará, el análisis generalizado que he hecho indica que no lo hará, ¿A dónde habrá ido? ¿Se habrá olvidado en serio de mí? Medito eso mientras veo el cielo.

    Quiero saber… ¿Cómo y quién fue él? Hasta el final de su jornada ¿Qué fue lo que quiso hacer? Solo para mí… un corazón… ¿Qué fue de él? No importa cuántas veces vuelva a hacer los cálculos no obtengo respuesta.

    En eso fijo mi mirada hacia atrás y distingo la vieja y oxidada computadora de él, ¿Aún funcionará? No lo sé, está llena de telarañas y polvo, a duras penas se pueden distinguir las letras del teclado, mis dedos se manchan con el polvo apenas lo toco, aquí está el secreto de mi sistema.

    Tocando el monitor, uso mi habilidad de administrador e invado el sistema operativo de aquella computadora, cierro mis ojos mientras analizo todos, números, archivos, información, carpetas, programas… y entre ellos… uno llamado… “Corazón”.

    Analizo las propiedades del programa, creado por el mismo creador que el mío, su sistema es compatible con el mío, así mismo veo que el administrador soy… yo, entonces haciendo cálculos y conectando mi sistema activo el programa en mi, el corazón que tantas veces él me había prometido darme, ¿Por qué nunca lo hizo?

    Este es el milagro del que tantas veces él hablaba, mientras instalaba aquel programa pensaba eso, ahora ese milagro como un choque eléctrico viajaba a gran velocidad entre mis circuitos, activando y desactivando mi programación, creando sentidos que desconocía y… ¿Emociones?

    Sin darme cuenta y sin desearlo, empecé a brotar gotas de mis ojos ¿Lágrimas? ¿¡Cómo es esto posible!? ¡Yo soy un robot! ¿Por qué estoy llorando? No… no solo es eso, todo mi sistema se siente invadido, abrupto… incluso mis dimensiones y mi análisis se ha degradado ¿Por qué?

    Sigo llorando y no importa que pasé, para mi sorpresa este llanto no para, recuerdo su rostro, su sonrisa, recuerdo su amable voz, ahora puedo decir que era amable, ahora puedo decir que siento una presión en mi pecho… ¿Es esto dolor? No entiendo porque tiemblo así, porque estoy tan confundida, este milagro… este corazón… se acelero, ¿Fue esto lo que él soñaba? ¿Lo que yo soñaba? ¿Lo que soñábamos?


    “¿Es esto un corazón?”
    CONTINUARA...
     
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  11.  
    Sango Asakura

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    Bua!!! pobre Rin, estubo demaciado tiempo sola y nisiquiera lo sabia. Hay veces en que a las personas les gustaria no tener sentimientos por diversas cosas, pero no se dan cuenta de que eso seria tan frustrante y perderian su propia esencia.
    Te quedó muy bien el capitulo, muy emotivo y significativo, ya ancio leer la conti.
    Muchas felicidades y sigue así :D
     
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  12.  
    Yoko Higurashi

    Yoko Higurashi Usuario común

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    Un pequeño tercer milagro
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    Romance/Amor
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    9
     
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    1364
    Nota de la Autora: ¿Cómo están? ¿Me extrañaron? :D (sonidos de grillos) ok... ok... entiendo... saben... a veces siento que este foro esta algo muerto, pero se que alguien me lee y espero ese alguien disfrute este capitulo, debo admitir que solo nos quedan 2 capítulos y acabamos este fanfic, como ven no fue muy largo, y en realidad el último capitulo no es la gran cosa, pero de igual forma espero lo vayan disfrutando, por ahora los dejo con este capitulo del corazón de Rin, espero lo disfruten y ya saben... ¡Los comentarios se aprecían! xD
    Atte.
    YokoHigurashi
    =X

    Parte VII
    Tercer Milagro
    La Alegría de un Corazón
    (Rin Kagamine)

    — ♪Misterio, Misterio, Corazón, Misterio♫ —cantaba mientras salía de la casa y veía los pétalos del corazón de la colina caer y sonreía fuertemente, como si fuera la primera vez que los viera— ♪Ahora se bien lo que es sentirse feliz♫ —y recordaba la cara de él y su expresión, eran muy similares a las mías cuando intento explicarme esto.

    Él hablaba de cosas que no entendía, él decía tantas cosas y siempre era tan gentil, realmente él era una persona admirable, por eso ahora podía sonreír, ahora podía cantar con sentimientos, con la voz de mi corazón, con la esperanza de que él pudiera escucharme.

    El sonreía tantas veces, solo una vez lo vi llorar, la última vez que lo vi… porque siempre tenía una sonrisa para mi, llena de esperanza, llena del misterio de lo que era tener un corazón, ahora era capaz de experimentarlo… de sentirlo.

    Si cantaba una y otra vez las cosas que él me había enseñado, si revivía mi voz una y otra vez, si esta resonará en el cielo y el viento y este lo llevará tan lejos donde él estuviera, si él escuchará y viniera a mí, yo sería feliz.

    El corazón de la colina cada día es más grande y cada día es diferente, las cosas que él me enseño creo el corazón las aprendió mejor que yo, creo él puede enseñarme, creo el puede mostrarme todo aquello que quisiste que entendiera… todo.

    — ♪ Misterio, Misterio, Corazón, Misterio ♫ —mientras recogía de las flores que habían nacido alrededor del corazón de la colina… de aquel árbol de cerezo, en eso distingo unos huesos, en forma de… ¿Mano?

    Empiezo a registrar los datos con mi análisis de vista, a pesar de todo sigo siendo una robot, la robot del milagro… accedo a la base de datos de información, en eso apenas localizo de quien eran aquellos huesos, suelto las flores que con el viento se desasen y se vuelven pétalos, mientras lo recuerdo.

    ♪Ahora se bien lo que es la depresión♫ —canto suavemente mientras empiezo a llorar, como hipnotizada, recuerdo su longeva figura sentada en aquel árbol, recuerdo como se quedo dormido y nunca despertó.

    ¿¡Por qué nunca despertaste!? ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué cambiaste y desapareciste!? ¿¡Por qué!? Empiezo a llorar desesperadamente mientras recuerdo una y otra vez su sonrisa y su voz llamándome “Rin”, recuerdo como lo veía a la distancia y apenas podía distinguir su rostro, mi rostro tan serio ¿Cómo podía ser tan fría? ¿¡Por qué no fui hacía él!? ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué!? ¿¡POR QUÉ!?

    Lloro sin parar mientras recuerdo mi mirada hacia él, cuando no entendía, cuando no comprendía, todo parecía un sueño… tan lejano, el tiempo que no aprecie ni aprisione, ¿¡Por qué!? Vuelvo a preguntarme mientras mi mente da vueltas una y otra vez.

    Aprieto con mi mano los huesos de su mano, mientras las flores alrededor se maltratan, se rompen y marcan mis manos, mientras mis lágrimas como lluvia caen sobre mi mano y siento el frío… el frío… de la soledad ¿¡Por qué no estás aquí!?

    — ¡Ah~! ¡Ah~! ¡Ah~! —grito una y otra vez mirando al cielo, preguntándome si él estará en este, preguntándome si él puede verme, si él pensó en mi, pensando que quizás no pude apreciarlo, que el tiempo con él no fue suficiente… ¡No lo fue!

    Los pétalos rosas caen mientras sigo gritando una y otra vez, mi llanto aplaca los gritos y los intensifica, las flores rojas se mueven con el viento y se desasen en mis manos, todo es tan efímero, nada tiene valor… ¿Ni si quiera el dolor de este corazón?

    Pasa por mi mente el recuerdo, la forma en que cambiaste frente a mis ojos y yo seguía igual, antes no me importaba, era extraño, pero… no le daba valor, ahora dolía ¡Es tan injusto! ¿Por qué pasaba todo esto? ¿Por qué?

    Y ahora me doy cuenta, por fin, de la razón por la que nací, mientras me siento en la base del corazón de la colina, mientras lloro con mi corazón vacio de aquella felicidad que quisiste enseñarme, mientras veo las flores rojas moverse alrededor de lo que solías ser tú, era amargo ¿Verdad? Vivir en soledad, ahora lo entiendo.

    ¿Por eso nací? ¿Por eso fui importante para ti? ¿Por qué no tenías nada más? Yo era todo para ti, ahora lo entiendo… yo era todo… y no lo aprecié… lo siento, en serio lo siento mucho ¿¡Qué puedo hacer!? ¿¡Cómo puedo redimirme!?

    Este corazón llegó demasiado tarde… ¿Por qué no me lo diste antes? ¿Por qué no me dejaste sentir antes? ¡No lo entiendo! ¡No lo entiendo! Esto es realmente lo que tu habías deseado ¿Tú deseabas dejarme sola? ¿Tú querías darme un corazón? O acaso… ¿Tú no querías que sintiera? Ojala pudieras responder.

    Reproduzco tu voz una y otra vez en mi sistema, todo lo que registre… nada queda de nosotros, nada, solo el recuerdo vago de que exististe, no tengo nada de ti… no aproveche nada de ti, no sentí… no viví.

    Esta es apenas la vida que deseé, la vida que me prometiste y en vida no me diste, no sé qué hacer ¡No sé qué hacer! Esta no es la vida que me gustaría vivir, ¡No una vida sin ti! No entiendo nada, aun cuando tengo un corazón… ¡No entiendo nada! ¡Solo siento dolor! Demasiado… mucho… más de lo que mi sistema operativo puede registrar… ¡Dolor!

    Lo extraño… lo extraño… ¡Lo extraño muchísimo! ¡No entiendo nada! ¡No sé nada! ¡No soy nada! ¡No entiendo nada! Repite mi mente una y otra vez… ¿Por qué siento? ¿Por qué duele? ¿Por qué tengo un corazón? No había dolido, no había sentido, hasta que lo obtuve ¿Me arrepiento? No… es el último regalo que él me dejo, pero… ¡Duele demasiado!

    Y en el centro del corazón de la colina, una imagen… la imagen de mi propio corazón, la imagen de lo único que mi artificial corazón sería capaz de desear… tú.

    Mi corazón revive y rebosa con cada memoria tuya, lloro una y otra vez, recuerdo tu sonrisa y como te enfadabas, recuerdo cuando acariciabas mi cabeza, recuerdo la dulzura con la que me tratabas, como me enseñaste a encontrar la voz de mi corazón, cuando le dimos un corazón a la colina, cuando te vi llorar y cuando te fuiste, dormiste y nunca despertaste.

    “¡Creador! ¡Len! ¡Quiero alcanzarte!”

    CONTINUARA...
     
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    Yoko Higurashi

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    Un pequeño tercer milagro
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    9
     
    Palabras:
    1969
    Parte VIII
    Tercer Milagro
    Medio Día
    (Len Kagamine)

    Nuestro primer milagro ocurrió en el momento en que te vi nacer, el segundo milagro fue todo el tiempo que pasamos los dos, el tercer milagro no llega aun, no puedo saber que será.

    — Len… ¡Len! ¡Creador! —su voz resonaba en mis ancianos oídos, como una fantasía, como un sueño y un último deseo, la robot que había creado, la robot que tanto había amado estaba llamándome.

    — Rin… —vuelvo a mirarla llorando, aquel pequeño milagro, aquel milagro que tanto habíamos añorado, estaba frente a mis ojos— ¡Rin! —la trate de llamar esta vez más animado, pero mi anciano cuerpo me aprisionaba… tan cerca y tan lejos.

    — Len… —me miró por un minuto a través de esa extraña luz, mientras con lágrimas en sus ojos extendía sus manos para gritar— ¡Len! ¡Len! ¡Creador! —como queriendo alcanzarme pero hubiera una barrera.

    Su cuerpo se desase, el cuerpo que cree con tanto esmero, cuando ella quiere traspasar aquella barrera, ella se desvanece ante mis ojos, es algo que quiero detener… ¡Rin! ¡Rin! ¡Rin~!

    Yo la abrazo tan fuerte como puedo, mi alma es lo único que puede traspasar esta barrera entre nosotros Rin, si mi viejo cuerpo es un impedimento, creo sería mejor dejar todo atrás, si puedo abrazar una última vez a Rin y sonreír como antes.

    A través del tiempo recibirás un mensaje que se envió para ti, mientras sea capaz de mirarte a los ojos y sonreír, así con tu rostro sonrojado pienso que un ángel vino del futuro para agradecerme desde el fondo de su corazón con una canción.

    — ¡Rin! —le llamo— ¡Dame tu mano! —y le ofrezco la mía con una enorme sonrisa y ella me devuelve una sonrisa.

    — ¡Sí! —dice tan fuertemente que hace latir a mi corazón de alegría mientras me da la mano y empieza a cantar para mi, aquella canción que tantas veces soñé escuchar tan dulcemente de su boca.

    Nuestro primer milagro ocurrió en el momento en que te vi nacer, ahora te veo por fin sonreír al ver los pétalos de cerezo, el segundo milagro fue todo el tiempo que pasamos los dos y ahora podemos por un momento volver a pasar, cayendo de un árbol, viendo tu cara de sorpresa y nuevamente tu bellísima sonrisa, así el tercer milagro ocurrió, al verte sonreír, al verte divertirte, expresarte y sentir con tu sincero corazón del futuro, así… ¡No necesito un cuarto milagro! ¡No necesito nada más!

    — ♪La~la~lala♫ —cantamos en el viento juntos, como una sola voz, con un solo corazón, y así estos pétalos caen sobre nuestros cabellos mientras siento la calidez en mi ser.

    Dios, gracias por este milagro, gracias por darme esta oportunidad de ver a Rin una última vez, la vida para un humano es corta, mi vida fue corta a lado de Rin, tuve tanto miedo de verla vivir con un corazón, tuve miedo de perderla que nunca se lo di, me arrepentí tanto de no poder ver aquel milagro que hubiera querido llorar, pero ahora tengo todo lo que pedí y deseé, ¡Gracias! ¡Realmente muchas gracias!

    — ♪Dura~dari~ah~♫ —cantemos tratando de alcanzar los pétalos de cerezo, cantemos mientras aún tengamos aliento.

    Rin me da una corona de flores rojas y nos sentamos debajo del árbol de la colina, aquel árbol que una vez plantamos juntos, las manos de Rin que una vez habían sido tan frías, ahora eran tan cálidas, en esta vida… este medio día… fue el mejor de mi vida.

    Duermo y sonrío… ¡Gracias Rin! Gracias a ti puedo irme en paz, puedo sonreír una última vez sin arrepentimientos, sin dolor y sin tristeza, mientras los pétalos de cerezo me cubren, tu imagen se me hace borrosa, cierro mis ojos y siento mi cuerpo pesado, tanto como el cuerpo de un anciano, ¡Oh! Esperen… es mi cuerpo, bueno, ya no importa.

    Con solo verte puedo sentirme feliz y puedo sentir la felicidad que tanto soñé, sonrío una vez más viendo al sol ponerse y así termino durmiendo.

    “Dulces sueños Rin”



    Parte VIII
    Tercer Milagro
    Media Vida
    (Rin Kagamine)

    Un sueño, corazón, corazón, un sueño, por fin ahora sé lo que es sentirse feliz, un sueño, corazón, corazón, un sueño, ahora conozco lo que es la tristeza, un sueño, corazón, corazón, un sueño, que profundo y que conmovedor.

    — ¡Ah~! ¡Ah~! ¡Ah~! —grito con las mano en las flores, estrujándolas, y otra vez vuelvo a mirar al cielo llena de llanto.

    Y ahora me doy cuenta de la razón por la que nací, lo amargo que es vivir… en soledad, y ahora soy capaz de verte, tan lejos y a la vez tan cerca, grito tu nombre una y otra vez llamándote ¡Duele tanto! ¡Duele tanto estar solo!

    Tú me abrazas fuertemente, como atravesando la barrera que nos separaba, mareándome de la emoción y con tu sonrisa me miras, haciéndome sentir cosas que no podía sentir antes ¿Es esto felicidad!

    Mi corazón vive rebosando con cada memoria y fue así que comencé a sentir, con una sonrisa, ahora se… que significa… cantar solo para ti, mi voz se eleva ¿Puedes oírla? He cambiado, he aprendido lo que intentaste enseñarme, ya no soy un robot con frías notas, por fin soy el robot del milagro.

    Con tu sonrisa me ofreces tu mano, yo la tomo fuertemente ¡Soy tan feliz! Ahora entiendo estas emociones, ahora sé que es estar apenada, emocionada, inquieta, todo esto es gracias a él, a mi creador.

    ¡Muchas Gracias! ¡Muchas Gracias! Por darme vida en este mundo, es por eso que ahora cantaré para ti con una sonrisa, y con un corazón latente sonreiré contigo viendo caer los pétalos del corazón de la colina, tomare tu brazo y me emocionaré porque será la primera vez que los vea contigo.

    ¡Muchas Gracias! ¡Muchas Gracias! Por todos estos recuerdos ¡Muchas Gracias! Tanto por los viejos, como por los nuevos, por los que hago contigo ahora, mientras tomas mi mano, mientras sonríes, mientras trepamos el corazón de la colina, cuando caes y me miras, por todo eso… gracias.

    ¡Muchas Gracias! ¡Muchas Gracias! Porque me diste todo lo que deseé y más, con tu sinceridad, tu cariño, si puedo devolverte eso de algún modo lo haría, si todas las flores que pudiera cortar te las diera solo a ti, no creo jamás ser capaz de devolverte esta alegría que me has dado.

    ¡Muchas Gracias! ¡Muchas Gracias! Ahora cantaré solo para ti, mi voz, mi corazón, todo lo que soy te pertenece, por eso una y otra vez… ¡Muchas Gracias! ¡Muchas Gracias! Por eso espero mi voz pueda llegar a ti, mi canción la tome el viento y se una a las enseñanzas que me diste.

    Yo no sabía que era vivir antes de este corazón, yo nunca había vivido, yo estaba mecanizada, para mí todo era algo que se debía calcular y entender, esa era mi programación inicial, pero ahora puedo entender, puedo entenderte.

    Canto cada vez más fuerte, resuenan nuestras voces, en el cielo que brilla intensamente, y mis ojos se cierran para sostener tu mano y luego soltarla para extender ambas hacia el cielo y alcanzar los pétalos del corazón de la colina que pareciera cantar conjunto a nosotros.

    Caer cansados en la base del corazón de la colina, recostarnos y sostenernos las manos, te pongo una corona de flores rojas, queriendo hacerte sonreír, siento tanto pesar en mi interior, mi organismo funciona cada vez más lento, y me cuesta procesar los datos, no sé qué pasa pero soy demasiado feliz.

    Tú tienes tus ojos cerrados, suspiras como si sintieras lo mismo que yo, yo sigo tus pasos y miro hacia el infinito sonriendo tranquilamente, queriendo igualmente cerrar mis ojos, como si la energía en mi sistema se apagará, como si cientos de circuitos se estuvieran quemando dentro de mí.

    — Gracias Rin… —sonríes levemente mientras me miras dulcemente— ¡Me hiciste muy feliz!

    Ante mis ojos te vuelves pétalos de cerezo, con esa sonrisa en tu cara, me siento tan feliz de tus últimas palabras que no se qué hacer con esta felicidad tan grande, invade todo mi ser y aumenta el peso dentro de mí.

    Apenas desapareces dejo que las cargas de mi corazón se apoderen de mi, dejo que todos mis circuitos se quemen y dejo que todo mi sistema operativo se destruya, como un virus intenso que traspasa todos mis datos, pero ya no me importa, soy muy feliz, pasé más de un siglo viva, pero nunca viví, puedo llamar que el poco tiempo de este corazón ha sido mi verdadera vida, aunque solo fuera la mitad de una.

    Toco los pétalos de mi creador, quizás estos sean su corazón, sonrío una última vez antes de perderlo todo, los acaricio dulcemente y recuerdo su cariñoso rostro, su imagen es lo último, todo se corta y todo se pone negro, mi cuerpo cae encima de los pétalos de aquel corazón de la colina.

    “Gracias por haberme creado y amado”

    CONTINUARA...
     
  14.  
    Sango Asakura

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    Ohhhhhhh, que genial!!!! te quedó muy bien realmente, la forma en la que expresaste los sentimientos de Len y Rin, me alegra que hayan podido ser felices aunque fuera solo un momento. Pensé que ya era el capitulo final, pero veo el "continuara..." así que me da la esperanza de leer otro capitulo.

    Muchas felicidades y espero la conti :D.
     
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  15.  
    Yoko Higurashi

    Yoko Higurashi Usuario común

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    Nota de la Autora: Ahora por fin es el realmente el fin, con este capitulo llamado Prólogo, es un capitulo DEMASIADO corto y solo es para poder finalizar totalmente con lo que fue esta historia de "Un Pequeño Tercer Milagro", así que así mismo les agradezco a los que leyeron esta humilde historia y sobre todo a "Sango Asakura" por siempre comentar, este tal vez sea el final y para mi es un nudo en el estómago porque fue una historia que me enterneció, este foro quizás no sea de los mas movido pero crean lo que digo tiene potencial, he acabado un fanfic con poco público pero puedo decir con sinceridad que si los que leyeran esto no les pido un "Me gusta" ahora tampoco les pido que comenten, sino que escriban fanfic's, lean, vean... hay varios personajes de Vocaloid's y así mismo miles de canciones para inspirarse, y no solo eso, varias ideas, yo finalizando esto los motivo a que continúen avivando este foro, hagan que tome fuerza y no este tan muerto, yo ahora termino pero pronto empezaré otro fanfic en este foro para apoyar a que reviva, nuevamente gracias y espero puedan leerme pronto.
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    YokoHigurashi
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    Parte IX
    Final
    Epílogo
    (Narrador)

    En el tercer milagro se produjeron dos a la vez, uno de ellos fue una repentina comunicación con el futuro, otro es un programa de modificación.

    Su canción corregida de su propia mente se trataba también de una corrección para que ella fuera capaz de obtener un corazón… su corazón.

    Así la vida de él termino dejándole como herencia a ella la soledad y así le encomendó la llave del milagro.

    La robot que había logrado experimentar lo que era un corazón siguió funcionando y cantó con todos sus sentimientos, pero lamentablemente ese fue un momento efímero.

    El corazón era demasiado para ella, y al no poder soportarlo, la máquina cayó sin poder volver a moverse y al final de su último aliento mantuvo una expresión radiante acompañada de una bella sonrisa.

    Y así de algún modo… de algún modo… su rostro…

    “Parecía un Ángel”

    FIN
     
  16.  
    Sango Asakura

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    Ahora si fue el final, fue corto, pero lindo, me gustó.
    Con esto llegó a su fin un fic que seguí desde su inicio, es dificil despedirse, pero sabia que esto no podia ser eterno. En general, el fic fue bastante bueno, felicidades y lo único que puedo decir es que espero tus futuros proyectos :).
     
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  17.  
    Yoko Higurashi

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    Perdona tardara en responder, en realidad me estoy tomando un descanso de escribir por los exámenes de admisión de la universidad, quizás en 2 meses regrese de nuevo a escribir, este fanfic por suerte esta acabado y pues te doy permiso de publicarlo, mientras se conserve mi autoria y sea para entretenimiento en común de todos, también si es posible te invito a leer otro fanfic de vocaloid (que no esta terminado aún) llamado "Un Grotesco Romance", es un estilo diferente a este, pero me gustaría lo vieras, gracias por leer mi fanfic y ante todo espero poder seguir escribiendo.
    Atte.
    YokoHigurashi
    =X
     
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