One-Shoot Sinopsis: Un hombre despierta en medio de la oscuridad y escucha una voz que lo perturba, le susurra cosas al oido. Palabras:925 Un mounstro bajo mi cama La infancia transcurre como un dulce juego de niños hasta que un día te das cuenta de que las horas pasan como bólidos y se ríen en tu cara de tu incapacidad para atraparlas, hasta que pasas noches en vela pensando en que todo lo que haces, para tener una vida mejor de un momento a otro ¡kapuf! ya no servirá de nada, piensas en la muerte, ya no eres más un niño que gasta sus horas en sonrisas y gritos de ignorancia que, los que ahora saben, anhelan con nostalgia. “Un momento estamos y al siguiente quien sabe” piensas desvelado, revolviéndote a un lado y otro en tu cama porque tú también sabes, lo has estado pensando varias noches. “Entonces ¿Qué sentido tiene trabajar tanto? Mañana puedo ir por la calle y morir de un infarto, atropellado o tan fácil, por combustión espontanea” te deprimes “Lo mejor sería disfrutar día a día preparándonos para el mas allá” te das ánimos pero el frio de la noche y las sombras de mounstros acechantes en tu habitación te dicen al oído: “¿Y si no hay un más allá?” lo que ves es lo que hay, cuando mueras será como si bajaran el switch, adiós luces y nada más, ni un tan tan se acabo, ninguna luz al final del túnel, ni siquiera un letrero de “fin”…solo una conciencia que se apaga, no te preocupes no sentirás nada…porque ya no serás nada, lógicamente el infierno y los demonios no existen . Lo que sientes es distinto, esta revuelto con tristeza y enojo. “¿Qué caso tiene portarse bien si el cielo y el infierno son puro cuento?” le recriminas al cielo, lo que es absurdo. “¿Para qué estoy aquí? si no hay nada después de esto entonces la vida es un juego cruel, te dan una probada de existencia y te la arrebatan con la muerte” piensas harto “Mejor que no den nada” “¿Desearías no haber existido?” te pregunta un demonio saliendo del abismo que existe debajo de tu cama. Te paralizas, no dices nada “De no haber nacido jamás habrías llegado a esta conclusión”. “De no haber nacido no habría tenido que ver a mis padres morir, que aprender en la escuela, no habría tenido que matarme de lunes a domingo por 25 años en un trabajo mal pagado para medio vivir, no habría tenido que ver como mucha gente mata por dinero, no tendría que sufrir, ni llorar” argumentas enfurecido con quien haya sido el inepto que te hizo pasar por tanto. “No habrías tenido que existir” concluye el demonio sonriendo satisfecho. “No habrías herido tus ojos con los colores del mundo bajo el Sol de un nuevo día, no habrías llorado al ver la luna brillar en los ojos de tu primer amor, no habrías pasado noches en vela deseando que tus hijos enfermos volvieran a sonreír, no te habrías matado de lunes a domingo durante 25 años para mantener esa sonrisa y las que le siguieron…tienes razón la vida está sobrevalorada”. Le arrojas un zapato al demonio aun sabiendo que no es real, para que se vaya, para que te deje sentir miserable a tus anchas. “No importa lo que digas, no tiene sentido levantarte todos los días para hacer lo mismo una y otra vez” refunfuñas “Aunque, ahora que lo pienso, si no hay un cielo ni un infierno no hay porque portarse bien...” “Lo que hagas con la vida es cosa tuya” te apoya el demonio asintiendo. “No habría nadie que me juzgue al final” te emocionas. “Excepto los que te rodean, pero puedes hace lo que quieras con ellos, incluso…matarlos” sugiere el demonio apresándote con una mirada que hiela la sangre. “¿Cortar sus existencias?” tu decisión flaquea. “¿Estás dudando? ¿No serias capaz?” te reta “Nadie va a castigarte”. “Pero…” “Les harías un gran favor, solo viven para sufrir, como tú” “¿Y si tienen familia, amigos, gente que se preocupa por ellos?” “Ellos son como tú, no les importan.” “Sí me importan. Yo no quiero morir.” “Ni vivir.” Concluye el demonio. Lo niegas con todas tus fuerzas, claro que quieres vivir. “Quiero volver a ver un nuevo día, ver la luna brillar en los ojos de mi esposa, desvelarme arrullando a mis nietos, escuchar sus risas, respirar el aire.” “¿Entonces porque saltaste del techo?” Te espeta el demonio irritado. De pronto descubres que no estás en tu habitación, ni en tu cama, estás en un rectángulo acolchonado, en un ataúd oscuro y sin aire. “No, no lo hice” respondes aterrado, apenas consciente de que te cuesta respirar, golpeas, arañas y pateas como desquiciado, luchando por salir de ahí. Te rindes después de un rato, no hay remedio es real, en algún momento te dejaste vencer y ahora estas bajo tierra. Se agredecerian los comentarios
Hola! Woow! Tremendamente satisfecho con haber leído tu relato! Hmm, no son más que reflexiones, algo que supongo que tenías que sacar de tu mente, y es que es real, prácticamente toda la primera parte del escrito me lo he preguntado una y otra vez en mi vida, ¿para qué sirve todo, si al final acabamos en nada? ¿Vale la pena luchar por un mañana, que simplemente es incierto? Así que muy interesantes las reflexiones de nuestro personaje, que al final parecía que estaba... um... soñando? O estaba teniendo una visión después de muerto? ¿Entonces existe una vida después de la muerte? Baaah, todo eso como que me confunde, prefiero centrarme en las reflexiones tan profundas y en lo que decía ese pequeño demonio que supongo que era su conciencia... "Yo no quiero morir". "Ni vivir", concluye el demonio. Eso estuvo fenomenal, porque es cierto, a veces a uno no le dan ganas de nada, de repente dices: ¡quiero morir, estoy harto del mundo!", ¿pero de verdad lo decimos en serio? Tenemos la vida, y no la apreciamos. Morir será mejor que vivir?? Esa es la gran incertidumbre. De modo que no queda más que desahogarnos con reflexiones como las que nos presentas. Gran recopilación de ideas, felicidades. Saludos.
Perdón si tardé en responder. Primero que nada, muchas gracias por tus palabras. La verdad es como dices, lo que escribí fueron reflexiones, de esas inquietudes que de pronto nos dan a cualquiera. Y respecto al demonio, podría ser su conciencia, sí... o tal vez Dios que quería sacarlo de su error. Gracias, hasta la próxima.