Mitología Griega Un mal padre y no un mal maestro

Tema en 'Otros Fanfiction' iniciado por Bahamut, 2 Septiembre 2017.

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    Bahamut

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    Título:
    Un mal padre y no un mal maestro
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2009
    Hola, tenía pensado traer esta historia para los retos de Agosto, pero se me paso el plazo por problemas de tiempo. La historia trata sobre como se inicia el amanecer y el acoso. A diferencia de otras veces intenté que en está ocasión tuviese más aventura y relato que tanta información. Si alguien me puede hacer un comentario al respecto se lo agradecería.
    Personajes importantes: Maestro: Es el titán Helios de la mitología Griega.
    Aprendiz: El dios Apolo de la mitología Griega.
    Hermana: Es la diosa Artemisa de la mitología Griega.
    Padre: Es el dios Zeus de la mitología Griega.
    Madre: Es la titán Leto de la mitología Griega.




    Un mal padre y no es un mal maestro


    En algún lugar, en lo alto del cielo, un hombre de mediana edad yacía sobre sus aposentos propios. Pese a que el presente extenso hace estragos en el mundo mortal, aun ser como él esto no le suele afectar. Las concepciones de los mortales no son de preocupación para él, no obstante, como cualquier elemento del vasto universo tiene funciones que cumplir y un rol que desempeñar. Esta es la historia de un inmortal virtuoso, que a pesar de sus grandes habilidades la crianza de sus hijos no fue una de sus cualidades.

    Esta es la historia de mi maestro, un sabio que domina el arte de la astrología, la metalurgia y la navegación. Un hombre brillante y recto, pero que su ímpetu puede jugar en su contra. Su presencia es avasalladora donde sea que este. Sus ojos radiantes iluminan todo donde mira y según él, cuando haya aprendido todo lo que tiene para enseñarme la virtud de los inmortales también se erigirá sobre mi cabeza.

    Como es costumbre a la hora del atardecer, mis lecciones del tiro con arco habían terminado. Mi maestro con su dignidad que lo identifica, me habla con su voz serena.

    —Mi aprendiz, tus habilidades en el tiro con arco mejoran con el paso de los días. Pero recuerda...es la disciplina y la constancia lo que te llevará a dominar este arte —se manifestó mi maestro.

    Yo solo asentí ante sus palabras.

    —Me agradas...muchacho. Pese a que tu padre fue un poco autoritario al delegarme tu mentoría, creo que al final ha sido una buena cosa que tú y yo nos hallamos conocido —comenta mi maestro después de una profunda reflexión.

    Me alegra oír aquellas palabras de mi buen maestro, aunque sé que su relación con mi padre no es la mejor. Hace varios años, mi padre tuvo que intervenir en un incidente que involucró a uno de los hijos de mi maestro que ocasiono grandes daños al mundo de los mortales. Desde ese día la relación entre ambos ha sido tensa.

    —Ya sé en qué estás pensando, mi aprendiz. En la compleja relación que hay entre tu padre y yo, ¿no es así? —lanza una hipótesis acertada sobre el tema de mis pensamientos. Yo solo asentí. Antes de que mi maestro continué—;escúchame, las rencillas de nosotros los viejos no deben ser motivo de preocupación para los más jóvenes. Deja que estos huesos viejos se encarguen de los agravios del pasado. Lo mejor que podemos hacer es dejar que las cosas tomen su rumbo natural, y si se da el caso de que Tique sea favorable a nosotros todo se resolverá.

    Las palabras de consuelo de mi maestro me alivian parcialmente, ya que conozco a mi padre y es muy orgulloso cuando se trata de temas que puedan poner en "duda" su capacidad o autoridad. Al parecer este asunto tiene algo que ver con eso.

    —Necesitas ocupar tu mente en otra cosa mi aprendiz...—me llama la atención mi maestro. Cuando nota que estoy prestando atención a lo que dice, él continúa—,¿por qué no me acompañas a dar un paseo?

    Al principio, no encontré nada raro en su invitación; puesto que mi maestro acostumbra a dar paseos en su tiempo libre, porque dice que eso le ayuda a despejar su mente. Lo que no tenía contemplado es que ese sería un hábito que adquiriría de mi maestro de manera inconsciente en el futuro. Lo que no tenía previsto era que mi maestro me invitaría a pasear en su carro legendario que es impulsado por sus caballos de fuego que recorren el mundo trayendo el día al mundo de los mortales.

    —¿Por qué esa cara de sorpresa? No creo que sea mala idea enseñarle a alguien a conducir mi carro. ¿Quién sabe? Tal vez llegará el día en que alguien más tenga que hacerlo... —dijo mi maestro con un dejo de melancolía al final de la frase.

    No sabía ni tenía nada que decir para aliviar a mi maestro. Por lo que solo le seguí hasta su carro. De allí en más solo se dio una conversación trivial entre un alumno y su maestro. Sin embargo, está inesperada salida se convertiría en una costumbre que se mantendría a lo largo de muchos años y que solo acabo cuando mi maestro me dijo estas palabras: "Mi querido aprendiz...en todos estos años te he enseñado todo lo que sé. Espero que allí afuera mis enseñanzas te sean de ayuda. Espero que siempre recuerdes que eres como el hijo para mí...te deseo lo mejor". Siempre guarde esas cálidas palabras en mi corazón.

    Pasaron muchos años desde la última vez que vi a mi maestro y sus enseñanzas fueron invaluables para muchas ocasiones en las que tuve dificultades. Intente por mis medios tratar de mediar entre mi padre y mi maestro, pero no funcionó. En una de las conversaciones con mi hermana, ella me reveló que mi padre parecía celoso de mi relación con mi maestro; al enterarme de ello solo dejé las cosas como estaban...el involucrarme más iba a acarrear más problemas. A pesar de todos mis esfuerzos que parecían ser vanos, al menos, obtuve un poco de información muy útil que permitió entender el punto de conflicto entre mi padre y mi maestro. La historia es la siguiente:

    "Hace mucho tiempo atrás...uno de los numerosos hijos de mi maestro estaba en una fiesta con unos amigos y en algún momento se colocó a discutir sobre que él era hijo de mi maestro, no obstante, sus amigos no le creyeron e incluso se burlaron diciendo que uno de ellos era hijo de mi padre. Furioso por este agravio, el hijo de mi maestro le contó todo a su padre. Mi maestro que tomó partido por su hijo juró por el mismo río Estigia, darle lo que él pidiera. No obstante, su hijo le pidió su carro de fuego, mi maestro temiendo por su hijo le intentó disuadir inútilmente, su hijo no lo escuchó. El día fijado llego y el hijo de mi maestro tomó el carro, no fue capaz de controlarlo y dominado por el miedo, perdió el control de este, primero causando una desoladora glaciación, porque alejó el sol demasiado del mundo mortal, más tarde, bajo demasiado y acerco el sol demasiado, por lo que provocó un apocalipsis de fuego que quemó a todo ser vivo en la tierra. Mi padre se vio en la obligación de intervenir y para ello lanzó un rayo sobre el carro de mi maestro frenándolo, más tarde, el hijo de mi maestro murió ahogado en el río Erídiano".

    Con esa historia me di cuenta del por qué de la relación entre ambos era tan distante. Después de eso me hizo sentido que el Sol Invictus me tomara como su discípulo. Por alguna razón, comencé a recordar todo esto; aunque no conocía el motivo mi intuición me decía que tenía que ver algo con mi maestro. Tengo mucha confianza en mis corazonadas, de hecho, muchos de mis hermanos acuden a mi consejo cuando se trata sobre este tipo de cosas.

    Mi mente divaga, pensando en estos temas cuando la voz de mi hermana me llama.

    —Apolo ha pasado algo terrible. Tu maestro ha caído víctima de una enfermedad. Hermes me anunció que tu maestro quiere que lo veas con urgencia —me dijo mi hermana con una expresión consternada.

    Me levanté de mi asiento y sin pensarlo, me transformé en un ave y emprendí el vuelo desde mi residencia en el Olimpo hasta la casa de mi maestro.

    Algunas horas, más tarde...

    Llegué a la antigua residencia de mi maestro con ansiedad, atravesé los salones de su inmensa morada y me topé con la misma imagen que mantengo en mi mente de él. Tan solo que ahora no irradiaba el vigor de antaño con el que le recuerdo. Su expresión parece la de una persona cansada y sin energía.

    —Oh, eres tu mi joven aprendiz...¿recibiste mi mensaje?. Llegas a buena hora, siéntate necesito contarte una pequeña historia —me hablo mi maestro de manera críptica.

    Seguí sus instrucciones y me dispuse a escuchar.

    —Yo hace mucho tiempo tuve un hijo muy amado y del cual me sentía muy orgulloso. No obstante, sus hermanos que percibían con celos mi favoritismo hacia él conspiraron en su contra para asesinarlo y evitar que el me sucediera en un reinado que tengo en una isla en el mundo mortal. Cuando supe de su muerte, me sentí tan triste que caí en este enfermo estado. Seguramente como tú eres todavía un joven descubriendo los caminos del mundo, no sabes lo desconocido y lo emocionante de lo que significa ser un padre, pero lo que te puedo decir al respecto es que es un viaje interesante y lleno de desafíos. El amor que puedes llegar a sentir por ese ser que comparte una parte de ti es indescriptible con palabras, es absoluto e irracional. Es por eso que a veces los padres cometemos locuras en nombre de nuestros hijos y luego debemos pagar por nuestros errores, mi joven aprendiz. Seguramente ya conoces la historia de mi hijo Faetón y mi carro de fuego, por tanto, no me extenderé con el tema, sin embargo, está es la razón de por qué tu padre y yo tenemos una relación tan distante, y que según recuerdo siempre quisiste saber la razón detrás de este asunto...—mi maestro se tomó un tiempo antes de continuar su largo monólogo. Luego me miro con seriedad y prosiguió—.Mi joven aprendiz, ya ha llegado el día en que tu viejo maestro necesita delegar algunas de sus responsabilidades a la sangre más joven. A pesar de que tenía mis aprensiones al respecto siento que no tengo las energías para continuar con todas mis obligaciones y como padre sé cuáles son las capacidades que tienen cada uno de mis hijos y aunque los quiero más que a nada, también sé que ninguno de ellos es capaz de completar la tarea que tengo que encomendar. Escucha con atención mi aprendiz. Quiero que tomes mi carro y lo conduzcas a lo largo y ancho de todo el mundo terrenal para mantener el ciclo del día y de la noche como ha sido así por eones, pero en mi condición actual, no puedo cumplir con esta labor. Para eso acudí a ti y necesito que hagas lo siguiente. Conduce el carro desde el levante y finaliza tu viaje hacia el poniente. Recuerda mantener una distancia prudente entre el cielo y la tierra, sino calamidades azotarán la tierra de los mortales.

    Esa larga declaración y posterior tarea de mi antiguo maestro me dejo paralizado. Estoy gratamente sorprendido de la alta opinión que tiene mi maestro hacia mí, al designarme tamaña responsabilidad. Pero eso no era todo lo que mi maestro tenía que decir.

    —Es hora de que te llame por tu nombre, ya no eres un niño sino un verdadero hombre. Apolo demuéstrale a estos viejos huesos que todo lo que te enseñé no fue tiempo perdido. !Sal y cumple con tu tarea! —me ordeno mi maestro.

    —!Claro, maestro! —asentí con alegría y orgullo.

    Desde ese día en adelante sería mi misión traer la luz del día a todos los humanos en el mundo mortal.
     
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    InunoTaisho

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    Te comento porque me pareció interesante el título y ya conocía la historia de Faetón... aunque tenía entendido que él era hijo de Apolo, bueno, mismo cuento versión diferente.

    Fallitas de poca importancia, yo tampoco me destacó por mi gran ortografía y coherencia ─a veces se me van los signos de forma aparatosa... ☺─, pero en general es una narración bien trabajada y presentada que, al menos a mí, me hizo ver el relato conocido desde otro punto de vista. Un saludo.
     
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    Bahamut

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    En cuanto al origen del nacimiento de Faetón, es un asunto que como todo en la historia, es discutible. No hay un consenso absoluto. En cuanto a lo que yo tengo entendido, para la versión griega Faetón puede ser hijo de ambos; ya que según la referencia que hay en las escrituras de distintos autores en que o era hijo de uno o del otro. Sin embargo, en la versión romana hay una ambigüedad un poco más marcada, ya que el dios del Sol Invictus, que es el principal dios de la roma antigua. Se le atribuía distintos nombres dependiendo de la región donde este fuese adorado, algunos de los nombres más conocidos son: Helios(Griego), Mitra(indo-persa) o Apolo(Griego). En especial en el caso de la historia griega, la veneración de Apolo en la Grecia antigua está mucho más extendido en comparación con el culto al titan Helios, por lo tanto, no es extraño que la adoración del sol haya pasado de Helios a Apolo. Paralelamente, muchos de los mitos que se le atribuían a Helios pasaron Apolo, al menos, de lo que tengo entendido por la parte romana por la degeneración propia que tienen todos los relatos que se cuentan de forma oral como sucede con la mayoría de las leyendas.

    Dejando la aclaración de lado, a mi siempre se me pasan más de algún error jejeje... intento trabajarlo lo mejor que puedo. Lo genial de esto es que todos tenemos una visión distinta y eso es lo que hace esto divertido.

    Saludos.
     
    Última edición: 8 Septiembre 2017
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    ¡Buen relato!
    Creo que es la primera vez que veo a alguien mostrando a Apolo como alumno de Helios, es una forma creativa de conectarlos (siempre es raro recordar que los griegos tenían dos dioses solares y dos o tres diosas lunares), me gusta. Suelo ver a los dioses de ese panteón como inmortales que no envejecen, pero como has dicho, cada quien tiene su visión y es respetable, como con cualquier otra religión ya sea viva o extinta.
    No soy experto pero hasta donde sé escribes bien. Espero que no te moleste que comente en un escrito de dos años de antigüedad.

    Saludos!
     
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  1. missignoneon
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