Un entrenador peculiar.

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por SapphireMoon, 20 Diciembre 2012.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    SapphireMoon

    SapphireMoon Iniciado

    Capricornio
    Miembro desde:
    20 Diciembre 2012
    Mensajes:
    12
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Un entrenador peculiar.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    3342
    CAPÍTULO UNO: INTRODUCCIÓN Y AFLICCIÓN.

    Una innumerable cantidad de niños han comenzado su viaje a la edad de diez años, esto tiene muchísimo tiempo así, pero a partir de la llegada de miles de quejas por jóvenes y primordialmente en los padres este tema se discutió por máximas asambleas.
    Todos los niños son diferentes, me refiero psicológicamente, durante los viajes de millones de niños, se les han presentado dificultades para llegar a sus metas, tales como enemigos altamente peligrosos, Pokémon salvajes de todo tipo, el gran problema; no todos salen vivos. Se reportaron casos de muchos entrenadores que por su descuido o incapacidad de controlar el peligro de la situación fueron despachados por Pokémon salvajes, algunos increíblemente fuertes, las quejas de furiosas personas y los sollozos y llantos de los respectivos padres provocó que se pensara en algo urgentemente, para que finalmente se fueran con la patética conclusión que la edad oficial para que un niño iniciara su viaje fuera a los once años, obviamente, las críticas eran excesivas y las quejas continuaban, a pesar de que un año no diera la diferencia, hablando de la mentalidad y de la madurez del pequeño, el gobierno recomendó abiertamente a todos que pensaran seriamente a las amenazas que se exponían sus hijos y que, de ser necesario, empezaran años más tarde.
    También, no cesaron de decir, que los estudios seguían siendo obligatorios, pues los niños preferían irse de viaje como si fuera algo tan fácil en lugar de estudiar y hacer tareas. Muchos políticos empezaron a comentar diciendo que “Hay tiempo para todo, para estudiar y para convivir con el mundo Pokémon”, cosa que es cierta, pero sinceramente nadie quiere estudiar.
    Estas infinitas noticias las vi y leí antes de cumplir los once años, por lo que me preparé psicológicamente y pensé en las peores cosas que me podrían ocurrir y hacerme el reto de enfrentarme al miedo para salir de los problemas, por otro lado, mis padres, quienes difícilmente se convencieron de que ya estaba listo, pero mi forma de pensar, de hablar, mi nivel de madurez y mi intelecto fue suficiente para convencerlos… en realidad no, pero les supliqué demasiado para que creyeran en que haría las cosas bien y me cuidaría de cualquier inminente peligro.

    Ahora, el grato y fiel amigo de mi padre: el profesor Abedul, estaba frente a mí, dándome la oportunidad de escoger entre tres Pokémon, yo escogería a los tres, claro, si fuera factible, lo que pasa es que estaba tan loco de la emoción, mi pequeño viaje apenas daba inicio y mi cuestión era esta; que todo niño entrenador se pregunta; “¿Qué Pokémon escojo?”, bueno, no me compliqué, di por terminada mi decisión al escoger al Pokémon azulado; Mudkip, desde un principio me pareció adorable y fuerte, acto seguido, el profesor Abedul me dio la Pokédex y unas cuantas Poké balls para que empezara mi excitante aventura.

    —¿Quieres ponerle un mote a tu Mudkip? — me preguntó el profesor Abedul sonriéndome​

    — Kip, se llamará Kip — dije con una sonrisota marcada.​

    No me juzguen por el nombre “barato” que le puse, no me quise tomar tanto tiempo en un nombre en ese entonces. Lo siguiente que hice fue agradecerle al profesor Abedul e irme con mi padre a darle la despedida a mi madre para que finalmente diera inicio a mi viaje.

    Al entrar a casa, mi madre me abrazó tan fuerte que casi me asfixiaba.

    — Me alegro tanto de que ya tengas tu primer Pokémon — sonrió mi madre

    — Gracias má, se llama Kip… ¡muero por descubrir todos los Pokémon del mundo!

    — Y lo harás Hans, ¿por qué no sacas a tu Pokémon?, me da curiosidad, quiero verlo.

    — Claro- dije con felicidad y saqué la Pokeball para que saliera la criatura.

    Mudkip salió de su cautividad brincando de alegría, esto nos produjo una sonrisa a los tres. Mi padre me observó, recargó su mano izquierda en mi hombro y me dijo:

    — Antes de que te vayas hijo, te tengo una sorpresa, voltéate.

    Le obedecí, y escuchaba los pasos de mi padre a buscar mi sorpresa, y lo esperé con ansias.

    — Puedes voltear de nuevo — avisó mi padre

    En sus manos había una brillante esfera.

    —¿Otra Poké ball?

    — Jaja sí, pero tiene una bella sorpresa dentro.

    La bella sorpresa era un Shinx, ideal para un principiante como yo, acorde a mi padre; muchos entrenadores quieren a este Pokémon por su ternura pero también por su última evolución: Luxray, pero, se me hacía muy extraño.

    — Papá, ¿dónde lo conseguiste?, este Pokémon no es de Hoenn ¿o sí?

    — Eso es lo de menos, lo descubrirás tú sólo conforme vayas viajando, pero eso sí, cuídalo mucho, es de tipo eléctrico lo cual lo hace muy enérgico y estoy seguro que este Pokémon te protegerá ante todo junto con tu Mudkip. La principal característica de esta especie evolutiva es su arrogancia e intimidación, asique, si no puedes escapar de algún Pokémon, con esta especie te podrás librar hasta del Pokémon más agresivo que te imagines.

    Después me di cuenta que provenía de Sinnoh, a mi padre le fascina viajar, ¿a quién no verdad?, y bueno, él fue un destacado entrenador en su juventud, y lo sigue siendo solo que ya no dedica su tiempo a las peleas, pero sigue siendo fuerte, lo admiro mucho, tanto que nunca me he atrevido a pelear con él.


    — Increíble — dije con interés.

    — Pero también se paciente con él, porque, como sabrás, el Pokémon tiene cambios de carácter y personalidad tras la evolución, y a veces puede ser complicado criarlo y entrenarlo. Si se da un buen entrenamiento no tendrás problemas y el Pokémon será apacible, date cuenta de esto porque yo sé que los mejores entrenadores son reconocidos por su buen adiestramiento hacia los Pokémon y con un potencial asombroso en las batallas.

    — ¡Wow! Yo quiero convertirme en un entrenador experto.

    — Sólo si sigues este consejo y otros más que escucharás en tu viaje — me sonrió

    — Hans, espero que también estudies otras cosas, como matemáticas e historia- me aconsejó mi madre, acompañada de una risa.

    — Haré el esfuerzo má — hice una mueca de desagrado y me reí.

    — Hans, ¿no te gustaría llevarte contigo a Ralts? — preguntó mi madre.

    — No mamá, ese Pokémon es tuyo.

    Mi madre nunca fue entrenadora, prefería tener a sus Pokémon en casa, como mascotas, y uno de sus más amados era un Ralts, que, tal vez por instinto de ella, quería que lo llevase en mi equipo por ser un “adorable Pokémon”.
    Antes de irme, observé a mis dos curiosos Pokémon, ellos me veían con ojos enternecedores. Antes de meterlos a sus Poké ball los señalé.

    — Kip y …Ray.

    Enserio perdonen mi poca imaginación a esa edad al ponerles esos nombres tan trillados, lo único que quería era ya aventurarme. Después de meterlos a sus Pokéball me despedí de mis padres y con once años me aventuré por Hoenn.
    Otra vez, me disculpo pero ahora en no detallar mis experiencias, quiero llegar a lo que cambió totalmente mi vida, pero, resumiendo; mi viaje por Hoenn fue un gran deleite, conocí muchísimas personas, e hice varios amigos, y claro, nunca faltan los enemigos; fue difícil lidiar con ellos y con los entrenadores de gimnasio, ya que eran fuertes y me tenía que esforzar en entrenar a mis Pokemon. Mi equipo estaba constituido por Kip (Swampert), Ray (Luxray), que, efectivamente tuve problemas con él, Milly (Mightyena), Sly (Swellow), Craig (Cacturne) y Ayrton (Aggron), en los dos últimos pensé bastante el nombre, y fueron los Pokémon con los que más tuve problemas en entrenar y sobre todo, en entender, aunque aún me falta un poco todavía.
    Seré más breve; Fui victorioso en la liga Pokémon: vencí a los elite y al campeón Steven, en Hoenn fui reconocido como un entrenador audaz y vigoroso, y por qué no, aproveché la fama y era algo increíble. Posteriormente, después de unos días, cumplí doce años, salí con mis padres, y de regreso vi a alguien, me infundió cierto temor, lo había visto en otras ocasiones, pues era mi vecino, nuestras casas estaban separadas por varios metros, su casa estaba a la derecha un poco más al norte que la nuestra y más grande, en ese entonces me alimente de información mediante otras personas que él era un científico, con un vasto laboratorio, le encantaba trabajar e investigar sobre Pokémon, era un gran conocedor, y tenía muchos ayudantes apoyándolo en su trabajo, en cuanto a su vida social; agradable, sociable, simpático… fue todo lo que supe y curiosamente mis padres nunca habían tenido comunicación con él, me sorprende más de mi padre, pues él sí que es sociable. A pesar de las otras ocasiones en que lo había visto, el día de mi doceavo cumpleaños, sentí miedo, porque me estaba observando y no era cualquier mirada que rápidamente se desvía a otro lado, la de él era penetrante e intimidante, aquella intimidación la sentí más poderosa que la de mi Luxray y Mightyena. Entré con miedo a la casa y me fui al patio, liberé a mis Pokémon para que descansaran al sol y yo, solo me senté en el pasto, mi Aggron, que apenas cabía en el patio, se durmió, pero los demás, notaron que estaba mal, y creo que me veía obvio, estaba sentado en posición fetal, cabizbajo, y los brazos cruzados sobre las piernas, sentí la presencia de mi Swampert que se puso al frente mío y me lanzó un chorro de agua, no tuve remedio más que reírme, todos mis Pokémon estaban a mi alrededor, a pesar de que no podían saber qué me inquietaba ni sentir con exactitud mis sentimientos, ellos estaban preocupados, inclusive mi Aggron, que despertó por los sonidos que emitían mis otros Pokemon, él solo se acercó un poco más a mí y se me quedó viendo, esos ojos dominantes, se volvieron apacibles en ese momento, para ser un Aggron, su mirada me dio ternura y lo acaricié suavemente, Sly posó sobre mi hombro, y con su pico jugueteó con mi cabello, Milly me dio un beso en la mejilla que me produjo risa y entonces, vi a Ray un tanto tímido y Craig, me sorprendió porque estaba a mi lado y con los demás, pensé positivamente que Craig ya no quería ser un Cacturne solitario y quería mostrar sus sentimientos.

    — Estoy bien, gracias a ustedes — dije en voz baja, la emotividad estaba por encima de mí, pero me detuve. Bueno, los dejaré un rato aquí chicos, descansen — al decir eso, acaricié a Ray para que estuviera tranquilo.

    Pensaba comentarles a mis padres, pero consideré no hacerlo para no preocuparlos, mejor me dispuse a borrar ese sentimiento y disfrutar del día con algunos amigos.
    Al día siguiente, tenía pensado ir al Bosque Petalia, con intención de pasar un rato, junto con mis Pokémon nada más, pero, me quedé estupefacto, al ver un Pokémon extraño y grande, desconocido para mi Pokédex, escondido entre la hierba —antes de entrar al bosque— como vi que no se movía, me acerqué más, con temor, de pronto, la criatura reaccionó en defensa propia estirando uno de sus dos tentáculos grandes, simulando a un brazo. Esto me sobresaltó, y con mucha prisa, escogí a mi Swellow.

    —¡Sly, utiliza golpe aéreo! — le ordené con agitación.

    El ataque fue demasiado efectivo contra el contrincante pero bastaba un poco para derrotarlo.

    — Lo atraparé — pensé.

    El Pokémon estaba enojado por el ataque, pero en cuanto vio que saqué una Ultraball, se enfureció y me arrebató la esfera con uno de sus brazos flexibles y con el otro aprovechó en darme un golpe, el impacto, hizo que me tumbara en la hierba.

    — ¿Pero qué haces?, ¿por qué el nuevo campeón quería robarme mi Tangrowth? — apareció una persona desconocida, con lentes y bata.

    — ¿Eh?, no pensé que fuese de alguien, lo lamento, pero no deberías dejarlo solo en la hierba, es una irresponsabilidad como entrenador.

    — ¡Já!, ahora te crees un experto — dijo arrogante.

    — ¡Eso lo sabe cualquier entrenador!

    — Como si no supiera mocoso, no me tomes por ignorante.

    — ¿Quién eres, y qué tramas? — pregunté directamente.

    — Pronto lo descubrirás niño, vengo por ti.

    — ¡¿Qué?! — las últimas tres palabras me sobresaltaron e intenté incorporarme.

    — ¡Tangrowth...

    — ¡Sly, golpe aéreo! — grité a prisa antes que el desconocido.

    Pero fue en vano ya que el Tangrowth sujetó hábilmente a mi Swellow con un brazo y después lo azotó contra el suelo.

    — …somnífero — dijo el desconocido.

    Desde ese momento me nació una adrenalina, mezclada con miedo, estaba por elegir otro Pokémon pero el somnífero ya me había hecho efecto.

    Mi impresión fue única al despertar y verme dentro de un inmenso y nítido laboratorio, rodeado de muchas personas desconocidas como el entrenador precedente de bata y lentes, hubiera corrido sin pensarlo dos veces pero estaba amarrado a un sillón, —parecido a los que tienen los dentistas—, luego, reaccioné completamente y me acordé de Sly y mis otros Pokémon, de tanto mirar vi que estaban las Poké ball en una reducida mesa con ruedas que estaba en un costado. Me desesperé e intenté zafarme de las ataduras, aun sabiendo que era inútil, seguí intentándolo, pronto, mis oídos se percataron de unos pasos, mis ojos se dirigieron a la figura de un hombre que se acercaba verticalmente a mí.

    — Es tarde, pero, feliz cumpleaños Hans — me sonrió de una manera que yo consideré maliciosa.

    — ¿Quién es usted? — fruncí el ceño aterrado.

    — ¡Qué directo muchacho!, yo soy el Dr. Donovan, espero que te sea un gusto conocerme.

    Le negué con el entrecejo fruncido.

    — Vaya, perdóname, debí de tratar esto contigo antes de haberte traído aquí, pero instantáneamente hubieras rechazado la propuesta- carcajeó.

    — Sea directo.

    — Está bien, ya, seré breve; ¿conoces al Pokémon Mew?

    — He escuchado de él más nunca lo he visto.

    — Bien pues, Mew es difícil de ver ya que tiene la habilidad de hacerse invisible y transformarse en Pokémon u objetos, por esta razón se dice que contiene el ADN de todos los Pokémon, pero, otro que utiliza transformación es Ditto, ¿lo has visto?

    — Tampoco.

    — Este Pokémon Hans, sí puede ser visto, se reconoce por ser una masa púrpura, con ojos y boca muy peculiares, lo mismo, se dice que tiene el ADN de todos los Pokémon, asique, nos encargamos de atrapar uno y analizarlo sacando muestras de él.

    — ¿Con qué fin? — pregunté con miedo.

    — Hans, experimentaremos contigo.

    Quedé aterido con su respuesta, no creía esto posible.

    — ¿P…Por qué conmigo?

    — Porque eres el campeón.

    — Qué estúpida respuesta…además… ¡ustedes ni siquiera deberían de hacer esto con ninguna persona y Pokémon! —me encontraba agitado y sabía que la adrenalina corría por mi sangre.

    — ¿No lo crees evidente?, somos vecinos, y mi única opción fuiste tú. También te escogí a ti, porque necesito algo.

    — ¡No tendrás mis medallas!

    El hombre carcajeó, de nuevo.

    — No pequeño inocente, me quedaré con uno de tus Pokémon, quiero un “recuerdo” del campeón de Hoenn.

    — ¡No!, ¡No se atreva!

    El Dr. Donovan fue hacia la mesa pequeña con ruedas donde estaban mis Pokémon.

    — Es de esperarse, tu Pokémon más fuerte es Swampert— agarró la Pokéball donde contenía a Kip y la metió en el bolsillo izquierdo de su bata.

    Ante la insolente acción del hombre, respondí colérico, negándole una y otra vez el quedarse con Swampert, fue inútil, terminé con los ojos húmedos.

    — Qué bueno que soy tolerante, sino ya te hubiera callado a gritos.

    Guardé silencio, decaído, desvié la mirada. Pronto, el desconocido precedente se dirigió con el Dr. Donovan, poniéndose a un lado de mí, delante de la mesa. En cuanto me vio comenzó a reír, yo, instantáneamente, le eché una mirada desafiante, la cual él ignoró.

    — Doctor, deberíamos iniciar con el experimento ¿no? — empezó a reírse.

    — Sí, enseguida… ¡Pero qué impaciente!— rió.

    Sus risas me comenzaban a irritar. El Dr. Donovan agarró de un estante móvil, una caja de plástico que encerraba guantes quirúrgicos, tomó el par de guantes y comenzó a vestir sus manos con lentitud, esto me inquietó e inútilmente reanudé el intento de vencer las ataduras con mi esfuerzo físico, pero, como lo había previsto, abatido, sólo conseguí soltar un débil suspiro.
    Al término de cubrir sus manos y parte de sus brazos, el Dr. Donovan se acercó más a mí y presionó un botón pegado al sillón, esto produjo que el respaldo descendiera hasta tomar una postura reclinada, a partir de ahí ya no quise ver nada más que el pálido techo.

    — ¡Doctor! ¡Doctor!, ¡hay unos policías afuera que quieren inspeccionar la casa! — la voz era de una chica, ayudante del hombre, supuse que el laboratorio era la planta alta, pues escuché como la joven ascendía precipitadamente,dando paso veloz al punto donde se encontraba el Doctor.

    — Tarde o temprano esto iba a ocurrir, pero no habrá manera de que nos descubran… ¡Todos! ¡Saquen a su Kadabra, nos vamos a otro laboratorio, muy lejos de aquí! —Gritó, dio un rugido de modo que fuese escuchado por todos los asistentes —... y tú, te irás con nosotros— me dijo en voz baja.

    Definitivamente, me llevé una gran sorpresa con aquello, el Dr. Donovan me quitó apresuradamente las ataduras que rodeaban mi cuerpo, brazos y piernas, con rudeza me hizo levantarme y tocar el suelo, se aferraba de mi brazo con brusquedad.

    — ¡Jerson, saca a Tangrowth y dile que lance somnífero al niño! — le ordenó al joven, antes el desconocido.

    — ¡Entendido!...

    — ¡Espera! —exclamé—Doctor, ¿no hubiera sido mejor, mandarle hacer esa acción estando yo atado al sillón?, así usted podría alejarse unos metros, o bien, ponerse un tapabocas, pero como no lo trae, el somnífero puede llegar a usted.
    Lo dejé perplejo, entonces, aproveché el momento; logré escaparme de la fuerza de su mano, me enfrenté al joven Jerson que tenía en frente, se dirigía a mí con algún plan en mente, yo le observé, le esquivé y le suministré un empujón. Ahora el camino estaba libre.

    — ¡Salgan, salgan todos! — liberé a cada uno de mis pokémon. Estos, con sus miradas retaron a todos los que estaban en el laboratorio.

    — ¡Aun no te has salvado Hans, asique no estés tan tranquilo!

    Claro que no podía estar tranquilo, me faltaba algo, y lo estaba dejando ir.

    El Doctor Donovan junto con sus ayudantes tuvieron la suerte de escabullirse usando la tele transportación de sus Kadabra, ahora entendía el motivo de que todos tuvieran uno; fueron unos cobardes.
    No tuve la oportunidad de conseguir de vuelta la Poké ball donde se encontraba Swampert, ordené a Milly que usara mordisco en Donovan pero el Kadabra de él la detuvo, fue inútil.
    Absolutamente todos desaparecieron en un parpadeo dejándome a mí como la única persona en aquella casa. Mis Pokémon estaban confusos con lo que había pasado, no entendían nada, los regresé a todos a sus esferas y con el poco ánimo que tenía me dispuse a bajar las escaleras, apenas podía sostenerme y bajaba cada escalón con Swampert en mente pero los ruidos, gritos y golpes que se emitían desde afuera me hicieron reaccionar, estando frente a la puerta giré la perilla y la puerta se abrió; vi a cinco policías frente a mí, uno de ellos, el más cercano a mí, tenía su pistola con su punto de mira en mi cara, obviamente, aquello me dio terror, luego el oficial alejó su arma de mí, disculpándose conmigo, al pensar que era el Dr. Donovan.

    — Lo siento mucho niño — me puso su mano sobre mí hombro derecho — ¿dónde está ese Doctor?

    — Se fue… junto con varios ayudantes suyos. Cada quien usó un Kadabra para escapar.

    — Qué inteligentes estos canallas — masculló el policía.

    Detrás de los policías se encontraban los vecinos y pude distinguir apenas a mis padres que estaban angustiados. Ellos en cuanto me vieron corrieron hacia mí.

    — ¡Hans! — gritaron los dos al mismo tiempo, llegaron a mí y me abrazaron.

    — No volverás a salir nunca de la casa— dijo mi madre en manera de regaño, pero no le salió; estaba llorando.

    — Nunca más— dijo mi padre agarrándome el cabello, que a él tampoco le salió el regaño.
     
    Última edición: 16 Septiembre 2013
    • Me gusta Me gusta x 3
  2.  
    SapphireMoon

    SapphireMoon Iniciado

    Capricornio
    Miembro desde:
    20 Diciembre 2012
    Mensajes:
    12
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Un entrenador peculiar.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1251
    CAPÍTULO DOS: MUESTRAS DE DITTO.
    Mi impresión fue única al despertar y verme dentro de un inmenso y nítido laboratorio, rodeado de muchas personas desconocidas como el entrenador precedente de bata y lentes, hubiera corrido sin pensarlo dos veces pero estaba amarrado a un sillón,parecido a los que tienen los dentistas, luego, reaccioné completamente y me acordé de Sly y mis otros pokémon, de tanto mirar vi que estaban las pokéball en una reducida mesa con ruedas que estaba en un costado. Me desesperé e intenté zafarme de las ataduras, aun sabiendo que era inútil, seguí intentándolo, pronto, mis oídos se percataron de unos pasos, mis ojos se dirigieron a la figura de un hombre que se acercaba verticalmente a mí.
    Es tarde, pero, feliz cumpleaños Hans me sonrió de una manera que yo consideré maliciosa.
    ¿Quién es usted? fruncí el ceño aterrado.
    ¡Qué directo muchacho Jaja!, yo soy el Dr. Donovan, espero que te sea un gusto conocerme.
    Le negué con el entrecejo fruncido.
    Vaya, perdóname, debí de tratar esto contigo antes de haberte traído aquí, pero instantáneamente hubieras rechazado la propuesta- carcajeó.
    Sea directo.
    Está bien, ya, seré breve; ¿conoces al pokémon Mew?
    He escuchado de él mas nunca lo he visto.
    Bien pues, Mew es difícil de ver ya que tiene la habilidad de hacerse invisible y transformarse en pokémon u objetos, por esta razón se dice que contiene el ADN de todos los pokémon, pero, otro pokémon que utiliza transformación es Ditto, ¿lo has visto?
    Tampoco.
    Este pokémon Hans, sí puede ser visto, se reconoce por ser una masa púrpura, con ojos y boca muy peculiares, lo mismo, se dice que tiene el ADN de todos los pokémon, asique, nos encargamos de atrapar uno y analizarlo sacando muestras de él.
    ¿Con qué fin? pregunté con miedo.
    Hans, experimentaremos contigo.
    Quedé aterido con su respuesta, no creía esto posible.
    ¿P…Por qué conmigo?
    Porque eres el campeón.
    Qué estúpida respuesta…además… ¡ustedes ni siquiera deberían de hacer esto con ninguna persona y pokémon!me encontraba agitado y sabía que la adrenalina corría por mi sangre.
    ¿No lo crees evidente?, somos vecinos, y mi única opción fuiste tú. También te escogí a ti, porque necesito algo.
    ¡No tendrás mis medallas!
    El hombre carcajeó, de nuevo.
    No pequeño inocente, me quedaré con uno de tus pokémon, quiero un “recuerdo” del campeón de Hoenn.
    ¡No!, ¡No se atreva!
    El Dr. Donovan fue hacia la mesa pequeña con ruedas donde estaban mis pokémon.
    Es de esperarse, tu pokémon más fuerte es Swampert— agarró la pokéball donde contenía a Kip y la metió en el bolsillo izquierdo de su bata.
    Ante la insolente acción del hombre, respondí colérico, negándole una y otra vez el quedarse con Swampert, fue inútil, terminé con los ojos húmedos.
    Qué bueno que soy tolerante, sino ya te hubiera callado a gritos.
    Guardé silencio, decaído, desvié la mirada. Pronto, el desconocido precedente se dirigió con el Dr. Donovan, poniéndose a un lado de mí, delante de la mesa. En cuanto me vio comenzó a reír, yo, instantáneamente, le eché una mirada desafiante, la cual él ignoró.
    Doctor, deberíamos iniciar con el experimento ¿no?empezó a reírse.
    Sí, enseguida… ¡Pero qué impaciente!rió.
    Sus risas me comenzaban a irritar. El Dr. Donovan agarró de un estante móvil, una caja de plástico que encerraba guantes quirúrgicos, tomó el par de guantes y comenzó a vestir sus manos con lentitud, esto me inquietó e inútilmente reanudé el intento de vencer las ataduras con mi esfuerzo físico, pero, como lo había previsto, abatido, sólo conseguí soltar un suspiro.
    Al término de cubrir sus manos y parte de sus brazos, el Dr. Donovan se acercó más a mí y presionó un botón pegado al sillón, esto produjo que el respaldo descendiera hasta tomar una postura reclinada, a partir de ahí ya no quise ver nada mas que el pálido techo.
    ¡Doctor! ¡Doctor!, ¡hay unos policías afuera que quieren inspeccionar la casa! — la voz era de una chica, ayudante del hombre, supuse que el laboratorio era la planta alta, pues escuché como la joven ascendía precipitadamente,dando paso veloz al punto donde se encontraba el Doctor.
    Tarde o temprano esto iba a ocurrir, pero no habrá manera de que nos descubran… ¡Todos! ¡Saquen a su Kadabra, nos vamos a otro laboratorio, muy lejos de aquí! —Gritó, dio un rugido de modo que fuese escuchado por todos los asistentes —... y tú, te irás con nosotrosme dijo en voz baja.
    Definitivamente, me llevé una gran sorpresa con aquello, el Dr. Donovan me quitó apresuradamente las ataduras que rodeaban mi cuerpo, brazos y piernas, con rudeza me hizo levantarme y tocar el suelo, se aferraba de mi brazo con brusquedad.
    ¡Jerson, saca a Tangrowth y dile que lance somnífero al niño!le ordenó al joven, antes el desconocido.
    ¡Entendido!...
    ¡Espera!exclamé—Doctor, ¿no hubiera sido mejor, mandarle hacer esa acción estando yo atado al sillón?, así usted podría alejarse unos metros, o bien, ponerse un tapabocas, pero como no lo trae, el somnífero puede llegar a usted.
    Lo dejé perplejo, entonces, aproveché el momento; logré escaparme de la fuerza de su mano, me enfrenté al joven Jerson que tenía en frente, se dirigía a mí con algún plan en mente, yo le observé, le esquivé y le suministré un empujón. Ahora el camino estaba libre.
    ¡Salgan, salgan todos!liberé a cada uno de mis pokémon. Estos, con sus miradas retaron a todos los que estaban en el laboratorio.
    ¡Aun no te has salvado Hans, así que no estés tan tranquilo!
    Claro que no podía estar tranquilo, me faltaba algo, y lo estaba dejando ir.

    -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
     
    Última edición: 15 Septiembre 2013
    • Me gusta Me gusta x 2
  3.  
    Poikachum

    Poikachum Gurú Comentarista empedernido Usuario VIP

    Cáncer
    Miembro desde:
    10 Abril 2010
    Mensajes:
    2,972
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Vine aquí atraido por el título. Me gusta esta trama, he leido el fic y no he encontrado muchos errores, a eso lo llamo: empezar con buen pie :). Por otra parte deberias y siempre digo lo mismo, separar la narrativa del diálogo, a mi parecer queda mejor estructurado sobretodo si el capítulo es largo.
    Sigue así y hasta la conti!
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  4.  
    SapphireMoon

    SapphireMoon Iniciado

    Capricornio
    Miembro desde:
    20 Diciembre 2012
    Mensajes:
    12
    Pluma de
    Escritora
    Te lo agradezco mucho, lo tendré en cuenta c: ... tardaré un poco en subir la continuación, pero está asegurada :3
     
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso