"Que aburrida puede ser la simple existencia a veces, ser un demonio tiene cosas buenas y cosas malas, lo bueno es que solo podemos morir cuando nos matan, no tenemos reglas, no hay leyes, nada esta prohibido, existe una jerarquía en poder pero rara vez eso nos afecta, pero lo malo es que no tenemos un propósito, ser malos es todo lo que podemos hacer, no hay una meta, somos como almas en pena disfrutando de la libertad pero sin un deseo, solo por eso de vez en cuando envidiaba a los humanos, ellos eran interesantes, su vida era limitada por lo cual siempre buscan hacer algo nuevo, también era divertido torturarlos llevándolos al infierno mismo y escuchar sus gritos, sus suplicas por piedad, eso era música para mis oídos, sus lagrimas y sus oraciones a su Dios eran la combinación perfecta para hacerme feliz, la vida de los humanos es frágil como una cajita de cristal, bueno debo presentarme, me llamo Geeko, si lo se es chistoso mi nombre, pero bueno, esta es mi historia. El infierno es un lugar a diferencia de lo que muchos creen un lugar frió, no vivimos en el fuego eterno, eso es solo inventos de un libro fantasioso, el infierno es como la tierra, solo que un poco mas hostil, tenemos lugares para divertirnos, en su mayoría solo buscamos entretenernos, en eso se basa nuestra existencia, en la diversión, a diferencia de los humanos, nuestra diversión es mucho mas cruel que la de ellos, desde ver sufrir a un humano hasta matarnos entre nosotros por poder, si, así de divertido es mi mundo, yo soy la segunda al mando de uno de los 5 Hijos De Cain o ese es el nombre que tienen los 5 demonios mas poderosos después de "Él", no seré la mas fuerte pero si de las mas astutas y eso me ayuda en gran manera a destacar entre los demás, normalmente al tener un rango tan alto como el mio tu trabajo es casi nulo, aunque tampoco hacemos mucho, conozco a la mayoría de los demonios del infierno, pero había un demonio un tanto curioso, un demonio completamente negro, muy alto, bueno al menos mas alto que yo, siempre estaba solo, parecía ser muy pensativo, o tal vez muy distraído, para divertirme lo observaba de lejos, su comportamiento era algo anormal, parecía tener un interés muy grande en el mundo humano. A veces pasaban semanas sin que lo viera, era el demonio mas aburrido e interesante, también muy distraído pues parecía ignorar que lo observaba. Un buen día mientras lo seguía se detuvo en las "Escaleras al cielo" un lugar desértico y frió, ideal para tomar un descanso, poco transitado donde hay unas escaleras de un cristal indestructible muy altas que no llevan a ninguna parte, el nombre en si era una mera burla a nuestra condición demoníaca, él se tiro al suelo tal muerto, yo subí un par de escalones y lo observaba de cabeza desde allí, mientras lo observaba pensaba que había algo extraño en él, algo que no era común, su piel negra, su mirada fría, sus ojos negros y vacíos, ese aire de maldad y olor a muerte que emanaba, no entendía bien que era, pero de cierta manera me atraía hacia él, como un embrujo, como una vil treta, como una sucia mascarada, como el engaño mas silencio y hermoso jamas visto, sabia que era alguien de cuidado pues había escuchado sobre el, pero jamas lo había tratado, su mirada se puso fijamente en mi por un tiempo poco prolongado, se levanto del suelo y camino lentamente hacia mi, me incorpore rápidamente, estaba preparada para luchar si eso quería, sin embargo se acerco y al llegar a mi estiro su brazo hacia mi. —Hola, llevo rato sintiendo tu mirada sobre mi -Pronuncio en un todo relajado, me sorprendió que sintiera mi mirada, al parecer no era tan distraído como yo creía, definitivamente era interesante- Así que pensé que debía venir a presentarme, pero como soy un "Caballero" dejare que te presentes primero. —Hola supongo, me llamo Geeko, Jane Geeko y ¿Tu eres? —Vaya forma mas rara de presentarte, pero quien soy yo para criticar tu estilo, me llamo Beyond, te diría como me llaman mis amigos pero no tengo -Comenzó a reír, era un sujeto muy extraño pero estaba segura que este era el comienzo de una divertida e interesante historia..."
—Beyond ¿eh?, vaya nombre mas interesante, ¿Beyond que? ¿Hellvalley? -Paro de reírse y su expresión seria regreso a él. —Curiosamente solo tengo ese nombre, pequeña -Puso su mano sobre mi cabeza, ¿¡Pequeña!? ¿Quien se creía para hablarme así?, lo patee con todas mis fuerzas en la pierna derecha lo cual hizo que cayera al suelo- Pequeña y salvaje, eso es una mala combinación -Comenzó a reír-llorar en el suelo mientras sujetaba su pierna. —No me vuelvas a llamar pequeña o lo lamentaras -Se incorporo y dejo de lloriquear- Si tienes solo un nombre significa que jamas haz salido de aquí. —Estas en lo correcto, nunca me ha dado por visitar ese pútrido mundo de arriba -Miro el suelo como si estuviera recordando algo. —Lo creas o no, hay cosas interesantes ahí arriba, los humanos son de por si interesantes y su manera de vivir mas, tengo el día libre y por lo visto tu igual, que te parece ir a conocer, así también te consigues otro nombre -Extendí mi brazo hacia él, si aceptaba seria divertido, nunca había subido al mundo humano acompañada, siempre en solitario. —No tengo nada mejor que hacer así que acepto el trato -Tomo mi brazo en vez de la mano, no entendí por que lo había hecho pero tampoco le di mucha importancia, nos transportamos al mundo humano, un demonio al pisar el mundo humano automáticamente se camufla dando la apariencia de humano, pero apegada a su apariencia demoníaca, su "traje" de humano era curioso, conservaba su altura, su piel era algo pálida, sus ojos negros, su cabello era largo y negro, algo delgado al menos mas que su forma demonio, no era tan mal parecido, su ropa era completamente negra. —¿Como te sientes al ser "Humano"? -Le pregunte mientras ser observaba detenidamente- Te ves mejor que otros que conozco -Me reí un poco. —Si te soy honesto, no siento nada distinto a mi antiguo yo, lo único extraño es lo que tengo encima de mi piel, es un poco incomodo -comenzó a querer quitarse su ropa y lo detuve, no quería que llamara la atención, estuve varios minutos explicándole sobre como funcionaba el mundo humano, le explique cosas que podía y que no podía hacer, me sentía instructora de novatos, en verdad jamas había salido del infierno, estuvo atento a todo lo que le dije y parecía entender cada norma y regla humana básica- Vaya que los humanos son algo pesados con sus reglas, por eso prefiero mil veces el infierno, ahí todo es mas sencillo. —Aburrido, bueno ahora que estamos aquí divirtámonos un poco, ¿Que dices? —Si no hay de otra vayamos -Me contesto mientras jugaba con su cabello. —Te llevare a un lugar que me gusta mucho de este mundo -Comencé a caminar, le hice señas que me siguiera, algo lento y torpe al andar me siguió. Conforme avanzábamos su andar se hacia mas natural, a tal punto que caminaba a lado mio de manera fluida, mientras caminábamos a nuestro destino me hizo un par de preguntas, mas que nada referente a mi apariencia humana, le llamaba la atención que yo, a diferencia de él si cambiaba físicamente, le explique que cuando pasas mucho tiempo en el mundo humano puedes llegar a cambiar tu apariencia a tu conveniencia y eso hacia, me gustaba ser bajita, pelo negro y algo corto, piel clara y con lentes, ojos cafés y ropa azul, me pregunto si el podría hacer eso si seguía viniendo al mundo y le dije que si, me pregunto otras cosas mas sobre la humanidad, cosas de corto interés, la charla se vio interrumpida pues habíamos llegado a nuestro destino, un parque un tanto abandonado, con un par de arboles viejos y una fuente, el parque no era muy grande pero me traía buenos recuerdos. —Llegamos, es aquí -Corrí a sentarme cerca de la fuente y él lentamente me siguió. —No le encuentro lo especial a este lugar, es bonito, no lo voy a negar, pero esperaba algo mas emocionante -Tomo asiento a lado mio. —Tal vez para ti no sea especial, pero este lugar significa mucho para mi. No espero que lo entiendas... -Voltee a ver su rostro y el observaba atento la fuente, su mirada me dio curiosidad- ¿Que piensas? —Si no mal recuerdo, se dice que esas cosas conceden deseos, o eso he escuchado allá abajo, pero tienen un precio ¿Verdad? -Me miro un tanto triste, decidí aprovecharme de su ignorancia y divertirme un poco. —Lo que tienes que hacer es derramar tu sangre sobre la fuente mientras pides tu deseo y este se te concederá. -Lo mire seriamente mientras el continuaba pensando. —Entonces lo haré, tengo un deseo que pedir -Se levanto decidió y tomo una piedra con poco filo y antes de que se pudiera herir lo detuve y le di una moneda- ¿Por que me detienes? ¿Y para que es esto? —Si realmente quieres ese deseo avienta lo que te acabo de dar al agua, lo de la sangre era mentira -Comencé a reír- Eres mas crédulo de lo que pareces. —Soy nuevo aquí, gracias por este objeto, procederé a pedir mi deseo -Tomo la moneda, la jugo en su mano por un tiempo y cuando por fin lo pensó bien pidió su deseo. —¿Que pediste? -Tenia una cierta curiosidad por su deseo, era raro que un demonio deseara algo, a tal punto de pedirlo a una fuente. —Si te lo digo no se cumplirá, o eso escuche -Me sonrió, su sonrisa logro sonrojarme un poco, era raro pero de cierta manera y a cierto punto... él comenzaba a gustarme."
—¿Es natural que las mejillas humanas se pongan rojas cuando miras a alguien por mucho tiempo? -Interrumpió mis pensamientos, su rostro estaba muy cerca del mio y me miraba curioso. —Si, es algo muy natural en ellos -Le mentí, no quería que notara que su sonrisa lo había causado. —¿Por que tu no pides un deseo? Capaz y se te cumple, no perdemos nada al intentarlo —No tengo nada que desear, nada realmente interesante -Tome una moneda en mi mano y comencé a jugar con ella- Aunque puede haber algo que podría pedir -Lo pensé solo un poco y lance la moneda a la fuente. —Espero tu deseo se cumpla -En ese momento una cría de humano se acerco a nosotros, en su tono mas dulce nos ofreció rosas, principalmente trato de convencer a Beyond de que me comprara una y él cual acepto gustoso. le pago con mi dinero así que en teoría me la compre yo misma, la cría se retiro, tome la flor algo marchita y maltratada, la olí y en tono romántico exclame- Eres tan lindo, eres un amor, por eso me encantas -Lo abrace y le di un beso en la mejilla, su rostro tomo un leve tono rojizo por lo cual me reí. —Creo que deberíamos continuar, aun hay mucho que ver supongo -Me miro fijamente por unos segundos y después comenzó a caminar. le seguí curiosa pues el no conocía este mundo y aun así el me guiaba, caminamos por alrededor de 30 minutos por el centro de la ciudad, su aire frió y el olor a muerte hacia que algunas personas perceptivas voltearan a verlo un poco asustados, de pronto se paro en seco, volteo a verme seriamente- Me perdí, ¿Alguna idea de donde estamos? -Se comenzó a reír, pero era una risa nerviosa, que clase de demonio era él, era mas extraño que la mayoría. —Ya decía yo que era demasiado bueno para ser verdad -El sol comenzaba a ponerse- Debemos regresar a casa, ya casi es hora -Caminamos por el centro de la ciudad hasta llegar a una parte solitaria, donde podríamos desaparecer- Toma mi mano y regresaremos al infierno. —¿Y si me niego? -Me miro desafiante. —Te llevare a la fuerza, no puedo dejarte aquí suelto, menos a estas horas -Es verdad que mientras mas oscura esta la tierra mas fuerte son los demonios. —Si no hay de otra volveré contigo pero debemos regresar pronto -Sujeto mi mano y regresamos al infierno, me despedí de él, me dijo que si lo necesitaba podría encontrarlo siempre en "Las Escaleras Al Cielo", que era uno de sus lugares favoritos y normalmente estaba ahí, cosa que era mentira ya que lo había estado espiando y el solo era un vagabundo. Nuestra "amistad" empezó a fortalecerse, comenzamos a subir mas seguido a la tierra y cada vez a regresar mas tarde, no hacíamos nada malo, solo explorábamos lugares nuevos, el mundo era muy grande y nosotros teníamos mucho tiempo libre, cada día era una nueva aventura, yo empece a descuidar mi trabajo de segunda al mando lo cual no le agradaba a mi superior, mi talento natural no me mantendría por siempre en mi puesto, o eso es lo que el me decía, pero ya estaba harta de esta maldita inmortalidad demoníaca, quería disfrutar como disfrutaban los humanos, me seria imposible pero quería intentarlo. Pasamos tanto tiempo en la tierra que Beyond aprendió a expresarse correctamente, incluso podia platicar con la gente, siempre que un humano viejo quería hacerle platica él aceptaba de buena gana, le encantaba escuchar a ese tipo de personas, él decía que eran muy interesantes, incluso que algunas sabían que el no era un humano, yo no le creía del todo. Un día mientras caminábamos por la primer ciudad a la cual habíamos ido, él me pidió que cerrara los ojos, a regañadientes lo hice, me guió a hasta cierto punto, yo no podía ver así que no sabia que estaba haciendo ni a donde de llevaba. —Bueno puedes abrir los ojos Geeko -Al abrir los ojos lo primero que vi fue un ramo de rosas marchitas y negras, lo cual hizo que me sonrojara, amaba esas flores, me había llevado al parque abandonado donde estaba la fuente, lo cual era un bonito detalle- Te traje aquí pues hace 2 años exactamente que nos conocemos y pues este parque se ha vuelto especial para mi. —En cierto modo no pareces tan demoníaco cuando eres lindo conmigo -Comencé a reír, lo cual hizo que su semblante cayera, después el también se rió. —Otra cosa mas, pues ya que hace 2 años exactamente que nos conocemos creo que tendrás el honor de darme mi segundo nombre, mi falta de relación con las personas de este mundo ha evitado que eso me importe, pero creo que es hora y nadie mejor que tu para el trabajo -Me miro curioso esperando una respuesta. —Sera un honor darte tu segundo nombre, veamos... ¿De que tienes cara?, no lo se, te parece bien ¿Toby? ¿O prefieres Jack? -Eran los únicos nombres que tenia en la cabeza en ese momento. —Me quedo con Jack, me gusta como suena Jack Beyond, sobre todo por que tu me diste ese nombre -Se acerco a mi y sin que pudiera reaccionar me beso la frente, lo cual me hizo retroceder. —¿Qu-Que es-estas haciendo?, ¡No lo vuelvas a hacer! -Lo patee en la en la espinilla lo cual hizo que cayera al suelo, mientras se agarraba la pierna y lloriqueaba, verlo así me trajo el recuerdo de cuando lo conocí. —No has cambiado en nada -Me replico cuando dejo de llorar- Bueno debemos volver, ya esta anocheciendo. —¿Que te parece si nos quedamos esta noche aquí? Nunca me he quedado tan tarde en este mundo, me da curiosidad saber que pasa, ¿Te animas Jack? -Lo mire con mi mirada mas tierna que podía hacer. —¿Que es la inmortalidad sin un poco de riesgos? -Comenzó a reírse, nos sentamos a un lado de la fuente, mientras mas anochecía, algo extraño le sucedía a mi cuerpo, me estaba quedando sin energías, lo cual provoco que me recargase en Beyond, los ojos me pesaban así que los cerré, lentamente fui quedando inconsciente recargada en él y caí en algo que para los humanos es muy común, algo que nosotros no hacemos... Me quede dormida."
"Al reaccionar aun seguía oscuro, el me tenia abrazada, sus ojos notaban cansancio pero aun así los mantenía abiertos, al parecer el no había sucumbido al igual que yo, lo cual me hacia preguntarme ¿Cuanto tiempo me estuvo abrazando?, ¿Cuanto tiempo me estuvo cuidando? Y mas importante ¿Por que el no se había quedado dormido igual que yo?, al ver que había reaccionado me soltó, esbozo una sonrisa agotada y se estiro. —Parece que los humanos son mas débiles en la noche, ¿No crees? -Se puso de pie y me indico que hiciera lo mismo. —Así parece, demasiado vulnerables, es por eso que no podemos quedarnos aquí tanto tiempo -Me puse de pie y comenzamos a alejarnos lentamente del parque sin rumbo ni dirección- A menos que encontremos un refugio, un lugar donde estemos a salvo. —¿Una casa? -Una casa es el lugar donde los humanos residen en grupo, ya sea un grupo grande o pequeño a veces incluso un solo humano reside en una casa- Tal vez deberíamos volver a allá abajo. —No, te dije que pasaríamos la noche en este mundo, ¿Que te parece si buscamos una casa? El acento con la cabeza y comenzamos a buscar una casa que fuera de nuestro agrado, desocuparla no seria problema, ademas hacia mucho tiempo que no torturaba humanos "inocentes", al final encontramos una vieja casa solitaria, decidimos entrar sin que nadie nos viera, al estar en el centro de ella Beyond se tiro al piso y al instante se quedo dormido, yo busque un muro donde recargarme y ahí me quede dormida, aunque era un símbolo de debilidad, debo admitir que dormir era una de las mejores cosas que había hecho en miles de años, era algo muy único, daba una sensación de paz, tranquilidad, es algo difícil de describir. Cuando desperté Beyond continuaba dormido como un tronco, tampoco tenia la intención de despertarlo, se veía muy gracioso durmiendo, me puse a inspeccionar el lugar, parecía que en muchos años nadie había habitado ahí, muchas de las columnas de ese lugar estaban quebradas, una casa de un solo piso, aunque algo alta, ya no tenia ventanas, algunas partes del techo estaban quebradas por lo cual entraban rayos de luz y lo único que cubría la entrada era una reja oxidada, parecía un agradable lugar para vivir. Regrese a donde se encontraba Beyond durmiendo, me senté a un lado de el y lo observe detenidamente, su aspecto humano llamaba mucho mi atención, no quería aceptarlo pero me gustaba mucho y a diferencia de lo que yo creía en un inicio, él era muy buena compañía, mi mente empezó a divagar e imaginar como seria llevar una vida con él, como habría sido si fuéramos humanos, tal vez esa podría haber sido nuestra casa, tal vez hubiésemos tenido hijos, tal vez hubiésemos sido felices juntos. Beyond despertó mientras yo estaba distraída, se quedo sentado en el piso, me observo un momento y después pues puso su mano sobre mi cabeza y me hizo reaccionar, nos miramos fijamente por unos segundos, pude sentir como mis mejillas se sonrojaban un poco, él se puso en mi pie me ayudo a hacer lo mismo, observo la casa con detenimiento, se estiro y bostezo, al parecer a el también le había gustado dormir, aun un tanto dormido me miro, mientras me observaba esbozo una sonrisa. —Eso fue interesante y debo admitir que la debilidad humana no es tan mala. —Es relajante y este refugio es muy bonito -Le regrese la sonrisa, se sorprendió un poco pues yo no solía sonreír le. —Si, me gusta esta casa -Hizo un silencio, supongo que estaba pensando en algo- ¿Que dices si nos quedamos a vivir aquí?, después de todo, a los 2 nos gusto y no creo que nadie se atreva a sacarnos de aqui. -Su sonrisa demoníaca dejo verse un segundo. —En eso tienes razón, nadie podría sacarnos de aquí, bueno entonces esta decidido, a partir de hoy esta es nuestra casa, Beyond. Al inicio fue algo molesto, pues tuvimos que arreglarla para que pasara inadvertida, la arreglamos, nos tomo mucho tiempo pues ni él ni yo sabíamos nada sobre como arreglar casas, él siempre que tenia oportunidad hablaba con la gente mayor y les pedía que le explicaran como arreglar ciertas cosas, yo tenia que cumplir con mi trabajo de segunda al mando así que no podía darme el lujo de pasar mucho días fuera del infierno, en cambio él, se la vivía en el mundo humano, aprendiendo todo lo que podía para arreglar la casa, para nuestra suerte, 10 años humanos, para nosotros no es mas que un respiro, así que se fueron como sangre entre los dedos. Tanto tiempo paso en el mundo humano, que Beyond conocía a todos y cada una de las personas que vivía alrededor de nuestra casa, incluso había inventado una historia de como habíamos llegado a vivir ahí y de por que yo casi nunca estaba, su gestos amables y su amistad con la gente mayor hacia que los demás confiaran y creyeran en él, gracias a eso él no había levantado sospechas, para ser un demonio él era demasiado amable, yo sinceramente los habría matado a todos, pero él no, a veces llegaba a pensar que él no era un demonio, pues su forma tan amable de ser con los humanos era algo que jamas había visto y estaba segura que solo Beyond podría ser así, nunca existiría otro demonio igual, tal vez... eso era lo que tanto me atraía hacia él.