One-shot Un amor prohibido (rinxlen)

Nunca quise enamorarme porque siempre tuve miedo.
Mis amigas siempre me contaron sobre sus amores que no pudieron ser, sobre las infidelidades que sufrieron o la agresión física.
Tan solo pensar que eso podría pasarme...

Me decidí que nunca me enamoraría, que nunca lo haría. Pero... la vida me jugó una mala pasada...

Contaré ese día desde el principio solamente pido que no me juzguen, que no me critiquen y sepan respetar mis sentimientos.


Mis padres se separaron al nacer y mi madre se hizo cargo de mí durante 16 años.
Siempre creí que era hija única pues nunca me dijeron lo contrario; hasta ese momento.

Me había levantado para ir al Instituto. Cuando bajé a desayunar vi a mi madre algo preocupada, como nerviosa o incómoda.


—Buenos días mamá... ¿Te encuentras bien?

—Hola Rin. Eh... creo que me encuentro bien, no podría decirte

—¿Pasó algo malo?

—No lo sé

—¿Cómo que no sabes? Tú eres la angustiada

—Hija... ¿Podrías tomar asiento?

—Llegaré tarde al Instituto

—Hoy no irás

—¿Eh? ¿Por qué?

—Hay algo más importante que hacer

—Siempre me has dicho que no hay nada más importante que el estudio

—Pues hoy es una excepción

—Me estás asustando...

—Será mejor que tomes asiento hija



Fue ahí cuando me contó todo. Toda su historia, MI historia.

Yo tenía un hermano, un hermano gemelo pero este vivía con mi padre. Cuando ellos se separaron nos separaron a nosotros.
Resuelta que ahora mi hermano gemelo, que se llama Len, sabe de mi existencia y quiere conocerme, al igual que mi padre. Y mi madre no puede negarle ese privilegio; pero no puede negar que está asustada. Tiene miedo de que nosotros, Len y yo, la odiemos por separarnos.


Ellos vendrían a almorzar.

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Los minutos pasaron y se acercaba la hora. Me encontraba muy nerviosa, sentía un nudo en mi garganta que me impedía tomar aire.
No sabía si mi padre me iba a aceptar, o incluso Len. Tal vez se arrepienta de querer verme.

Tengo miedo, aunque no debería.

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Sentí que tocaron la puerta. Mi corazón se paró y mi temperatura corporal comenzó a aumentar.

Mi madre me dijo que esperase en el comedor que ella los traería, y que no importase nada, que sea tal cual soy.




Mi madre los estaba recibiendo, podía notarse por las voces que eran ella, un señor grande y alguien adolescente ¿Tal vez de mi edad? ¡Ah, claro! Éramos gemelos


Estaba hecha un manojo de nervios.

Tenía la cabeza gacha, estaba asustada.


—¿Hija?

Subí lentamente el rostro...
Y ahí estaban. Mi madre, mi padre y mi gemelo.

Mi padre era un hombre no muy grande. Tal vez tenga unos 30. Era rubio y de ojos azules... igual que todos.

También estaba mi hermano... no hacía falta describirlo. Era mi clon... era una YO pero en versión hombre


—Rin... él es tu padre y él es tu hermano, Len

—B~buenos días...

—Hola Rin


Mi padre tenía un tono grave en la voz. Len, mientras tanto, no había dado palabra.

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Todo el almuerzo estuvimos hablando de mí y de Len.
Nuestros padres compartían información mientras que nosotros no decíamos palabras. No sabía que decir, no sabía que comentar.
Era como si no supiera de mi vida, que había hecho estos últimos 16 años.


—¿Rin, hija?

—¿Sí padre?

—No tienes que tratarme así. Puedes decirme papá

—Perdón, lo haré

—¿Por qué no suben con Len para conocerse? Quiero hablar con tu madre, por favor

—Claro... papá


Len y yo nos levantamos de la mesa y comenzamos a subir las escaleras hacia mi habitación. Me agarró algo de curiosidad saber de qué querían hablar mis padres. Por la duda no me meto en nada, no quiero crear problemas.



Entramos a mi habitación y ambos tomamos asiento en mi cama.
Cada uno estaba en una esquina, sin decir algo.
¿Cómo puede ser tan difícil hablar con mi propio gemelo?



—¿Te ha incomodado?


La voz de Len era dulce, suave y tierna. Completamente diferente a la de mi padre.



—Un poco. Fue raro pero lindo.

—¿Por qué?

—Toda mi vida creí que era hija única y hoy me vengo a enterar que tengo un hermano gemelo... eso es raro y me pone algo nerviosa. Es como si no conociera a mi propia familia

—A mí me pasó lo mismo; fue extraño enterarme de que había una versión mía femenina

—Compartimos el gusto

—Quiero que nos conozcamos, quiero que seamos hermanos de verdad

—Claro... ehm... ¿Soy Rin?

—Así no tonta, quiero que me cuentes de tu vida

—Ah... bueno, me gusta mucho la música y cantar. Soy algo tímida al principio pero cuando entro en confianza con alguien soy una persona bien divertida

—Cool...

—¿Tú?

—También me gusta mucho la música. Mi padre trabaja en la industria musical y prácticamente me he criado con ella. Me gusta hacer amigos aunque a veces se burlan de mi baja estatura, pero calculo que será por cariño; como sea, no me molesta

—Cool...

—¿Algo más que quieras decir?

—Nunca he tenido un novio y nunca besé a nadie

—¿Enserio? ¿Por qué?

—Porque los varones, la mayoría, son basura. Es como si sirvieran únicamente para hacer sufrir a la mujer, prefiero mantenerme alejada del sufrimiento

—Pero debe ser lindo enamorarse ¿No crees?

—Tal vez lo sea pero no puedo decirte ahora pues nunca me ha pasado

—A mí tampoco me ha pasado. También estoy esperando a mi chica especial

—Somos gemelos, somos iguales y ambos estamos solos. Que gracioso ¿No?

—¿Será el destino?

—¿Destino? Explicame

—Tal vez... quiere que estemos juntos ¿No crees?


Sentí mis mejillas arder y mi corazón comenzó a acelerarse a el punto de querer salir de mi pecho. ¿Qué estaba insinuando? No lo entiendo... no quiero creer nada "malo" porque ya veo que me ve como una loca


—¿EH?

—No te asustes niña linda, estaba jugando. Después de todo... somos gemelos ¿No?

—Sí... eso somos

—Si no fuéramos gemelos ¿Saldrías conmigo?

—¡Claro! Si sigues siendo igual a mí sería como salir conmigo misma, sería divertido

—Sería extraño

—Pero divertido

—Buen punto...


Nos quedamos charlando un poco más.
Él me contó que había jugado unos años en el club de deporte de su Instituto y que también había estado en el club de música.

Len era una persona sensacional, me cautivaba. Lástima que seamos gemelos...
¿Ah? ¡No! No puedo pensar siquiera en salir con él, se ve demasiado raro y tenebroso pero no puedo negar que me hubiera gustado estar con él.


—¡Hijo! ¡Hora de irse!


Mi padre lo llamó desde el piso de abajo. Parece que ya habían terminado de hablar.
¿De qué harán hablado?


—Me tengo que ir Rin pero me gustaría de que nos volviéramos a ver, si te parece

—Me gustaría, te pasaré mi número ¿Si?

—Si


Me agaché para poder sacar mi celular de la cajonera. Cuando me levanté... ahí estaba él.
Me miraba fijamente a los ojos y traía un leve rubor encima.

Estaba demasiado cerca, como a unos 5 centímetros.
No pude evitar ponerme colorada pero por alguna razón no podía dejar de verlo, era como si estuviera perdida en sus ojos... en sus bellos ojos celestes.



—¿L~len? ¿Q~qué estas haciendo?

—Te miro

—¿P~pero porqué tan de cerca?

—Porque puedo ver más tu belleza

—Seguro lo dices porque somos iguales y te halagas a ti mismo ¿No?

—No


Comenzó a acercarse más. Quise retrocedes pero la cajonera me impedía moverme. ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué lo estaba haciendo? ¿QUÉ LE PASABA?


—¿Len que estás...?


Me quedé muda, callada. Sus labios ya se habían unido con los míos.
¿Por qué? ¿Por qué de todas las personas del mundo tenía que ser mi hermano gemelo?

Le correspondí. No sé porque pero lo hice.
Mi mente estaba hecha añicos; los pensamientos me daban vuelta y todo estaba desordenado.
La familia, el amor, el odio. Todo me daba vueltas y me golpeaba bruscamente.

El beso de rompió con lentitud...


—¿Por qué Len?

—Lo mismo te pregunto, Rin. ¿Por qué tú? Pero eso nunca lo sabremos, nunca sabremos porque nosotros, dos gemelos. Pero es mejor no saberlo ¿No crees? Pienso que sería raro saberlo

—Es imposible, es raro y es prohibido ¿Cómo crees que nos mirarían? ¡Nuestros amigos! ¡Nuestros padres!

—No se lo diremos

—Tengo miedo

—Yo también pero hay que pasarlo ¿Está bien?

—Si, está bien

—Ahora me voy antes de que mi padre suba... mañana nos vemos

—¡Pero no tienes mi número!

—Lo sé pero sé donde vives

—Está bien

—Adiós niña linda

—Adiós niño lindo


Me di un beso y salió de mi cuarto.

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Y así fue como sucedió todo.
Como me enamoré de mi propio hermano gemelo. Todo esto paso hace más de cuatro meses... hace cuatro menes que salgo con mi gemelo. Para ustedes debe ser repulsivo pero yo lo veo como amor, como algo natural.
Sé que no está bien y es raro pero no puedo evitar lo que siento por Len y no quiero evitarlo.


Tengo miedo, no puedo negarlo y a veces pienso en dejar todo y volver a mi vida normal pero... no me gustaría volver a mi vida normal. En mi vida normal no estaba Len, no estaba mi vida. Ahora que está no lo voy a perder.